Month: ה׳ באלול ה׳תש״פ (August 2020)

Hechos Lección 38 – Capítulo 16 continuación

EL LIBRO DE HECHOS

Lección 38, Capítulo 16 continuación

 

La importancia de Hechos capítulo 16, es lo que los eruditos llaman el segundo viaje misionero de Pablo, y en él vemos a Pablo extendiendo el rango geográfico y étnico de su mensaje evangélico más allá de las áreas donde los judíos tenían colonias sustanciales, y en las regiones más alejadas del vasto continente asiático. Esto no indicaba de ninguna manera que ya no estaba evangelizando a los judíos; pero significaba que estaría tratando con gentiles que tenían menos familiaridad con los judíos y, por lo tanto, con la religión judía. Una buena manera de pensar en ello, es que la población gentil con la que Pablo ahora se ocupaba era en su mayoría pagana, mientras que en su primer viaje misionero una buena porción de gentiles con los que había hablado ya eran temerosos de Dios y por lo tanto tenían cierto conocimiento de las Sagradas Escrituras, la historia judía y la Tradición y costumbres judías (Halajá).

Pablo estaba viajando con Sila, ese representante judío del Consejo de Jerusalén, que había sido enviado en calidad oficial con la carta en la que se desglosaban las condiciones por las cuales un creyente gentil podía convertirse en miembro de los Del Camino, pero sin convertirse y llegar a ser un judío. Después de dejar Antioquía y llegar a la zona de Derbe y Listra, Pablo reclutó a un joven de fe y una madurez inusual para que le acompañara. Discutimos extensamente la semana pasada que si bien muchos comentarios cristianos sobre Hechos suponen que Timoteo era un creyente gentil y por lo tanto Pablo que requería la circuncisión de Timoteo era hipócrita o como dijo Juan Crisóstomo, que “Pablo se concentró en la circuncisión para así abolir la circuncisión”. Pero como yo les demostré, dado el hecho de que se nos dice específicamente que la madre de Timoteo era judía, entonces por la regla de la descendencia de la línea materna Timoteo nació como judío, no como gentil. Es sólo que debido a que los padres de Timoteo fueron completamente asimilados a la cultura gentil local, y porque el padre de Timoteo era un gentil, Timoteo no había recibido la circuncisión requerida en su 8vo día de vida como lo fue el mandamiento de la Torá. Así que como Pablo y Sila iban a tratar con una serie de diferentes grupos étnicos en su viaje (algunos judíos, algunos gentiles), y como el tema del Evangelio que Yeshua era el Mesías y también era Dios ya era controversial, ellos ciertamente no necesitaban agregar ningún problema secundario tales como este hombre judío (Timoteo) no siendo circuncidado. No hay indicios de que Timoteo se resistiera a esto; pero también puedo asegurarle que no le gustó el procedimiento. A su edad era doloroso y peligroso; y sin duda pasaron muchos días antes de que estuviera físicamente capaz de viajar con Pablo.

Como vimos en los versículos 4 y 5, los primeros encuentros de Pablo fueron con congregaciones de sinagogas donde él ya había establecido un grupo central de creyentes. Esta era la costumbre de Pablo de regresar y volver a visitar los grupos establecidos; pero sin duda también era para que Sila pudiera ver por sí mismo lo que el Espíritu, a través de Pablo, ya había logrado con los gentiles.

Los versículos 6 al 8 muestran una gran cantidad de intervención directa del Espíritu Santo, especialmente en cuanto a dónde y dónde los discípulos deben aventurarse a difundir las Buenas Nuevas. De hecho, se nos dice que la intervención “impidió” que el grupo fuera a la región de Bitinia y en su lugar se encontraron en Troas, una ciudad portuaria.

Vamos a Volver a leer una parte sustancial de Hechos 16.

VOLVER A LEER HECHOS CAPÍTULO 16:9-hasta el final.

En la ciudad portuaria de Troas Pablo tuvo una visión; la misma no fue otro contacto con el Espíritu Santo, sino que fue la visión de un hombre de Macedonia que le hizo señas para que viniera a Macedonia y “los ayudara” (“los” sin duda se refiere a macedonios en general). Pablo supo inmediatamente que los discípulos debían ir, y por supuesto las circunstancias dirigidas por el Espíritu los habían puesto exactamente en el lugar correcto en el momento adecuado para coger un barco a través del mar Egeo para llegar a Macedonia. En términos modernos, estarían viajando a Europa; sin embargo, en el tiempo de Pablo el término Europa no habría sido utilizado.

Quiero señalar algo que pueda tener una aplicación práctica para todos nosotros; y eso incluye a los gerentes, administradores y empresarios entre nosotros. Los viajes misioneros de Pablo muestran una metodología de planificación flexible. Es decir, su mentalidad es de planificación cuidadosa, así como de mantener una actitud receptiva para dejar que Dios se mueva como lo desee. El balance entre esos dos elementos (planificación versus guía divina) variará necesariamente dependiendo de las circunstancias; y dependerá especialmente de si la actividad es secular o es ministerio. Los planes seculares se inclinarán hacia una planificación más humana, mientras que el ministerio se inclinará hacia una guía más divina. Pero, de cualquier manera, un creyente debe incorporar ambos elementos en todos nuestros objetivos y esfuerzos. Cualquier error generalmente viene en el malentendido de cómo prorratear estos dos elementos; o creer que sólo uno es necesario. Por ejemplo: en un negocio secular, la planificación a largo plazo y el seguir ese plan suelen ser el mejor camino para el éxito. Pero aplicar esa misma determinación y una planificación rígida a un ministerio es una receta para el desastre, así como ninguna planificación terminará en decepción.

En Seed of Abraham es común que la gente me pregunte cuál es mi Plan de Cinco Años; y cuando les digo que el mismo cabe en un Post-It note (un papel cuadrado pequeño), ellos se preguntan cómo una persona con antecedentes de administración corporativa podría operar de tal manera. Puedo decirles francamente, que es muy difícil entregar cosas a Dios que usted ha estado acostumbrado a controlar. Siempre he tenido un gran interés en el apóstol Pablo, porque siento que tenemos temperamentos afines. Pablo es un entusiasta natural del control (prefiero decir eso a decir controlador). Él es fuerte con sus palabras, a veces llegando al punto de ser impulsivo e innecesariamente ofender a la gente. Sin embargo, sus palabras son articuladas y provocan el pensar, llenas de hechos e información.  Pablo puede estar a la defensiva a veces, pero también siempre es decisivo; no se preocupa por la toma de decisiones. Y cuando Pablo toma una decisión o un pronunciamiento no hay vacilación; está seguro de que tiene la razón. Pablo mira hacia el futuro; no vive en el pasado. Es un activista; nada energiza a Pablo más que la causa de un desvalido. Y está dispuesto a llevar esa causa al amargo final, sin importar el costo. Pablo es dedicado y sincero; lo que ves es lo que obtienes. Pero no le va bien en los comités; él hace mejor como dictador.

Eso no suena como el tipo de persona que es sensible al Espíritu Santo o a uno que es adecuado para el ministerio del Dios de Israel; pero, sin embargo, aquí nosotros vemos exactamente eso.

Pablo planea todo con anticipación; sus viajes misioneros no se cumplían descuidadamente. Y yo no veo evidencia de que cualquier ser humano pudiera descarrilarlo de esos planes. Sin embargo, él está listo y dispuesto en alterar sus planes bien pensados en favor de la dirección de Dios, cada vez que el Espíritu lo confronta. Así que la moraleja de la historia para los creyentes es, siempre planificar, pero siempre mantén esos planes flexibles. Vagar por la vida como una pluma soplada por un aire turbulento no suele ser la mejor política. Pero hacer planes rígidos y seguirlos con una visión de túnel hacia la meta tampoco suele ser una buena política. Ese famoso Beatle, John Lennon, dijo una vez en la canción: la vida es lo que sucede mientras haces planes.

Por otro lado, decir que nuestras vidas son responsabilidad de Dios, y luego evitar la planificación en general y en su lugar elegir vivir momento a momento dejando que el futuro se cuide a sí mismo, sin duda eventualmente conducirá a profundos remordimientos y lágrimas amargas o incluso resentimiento hacia Dios (y tampoco mucho éxito). Tenemos nuestras responsabilidades y Dios tiene la suya en cuanto a nuestra vida; es una empresa cooperativa. Pablo está lejos de ser perfecto; sin embargo, muestra una habilidad extraordinaria, especialmente dado su temperamento colérico, para equilibrar la planificación estratégica inteligente y práctica con una actitud sensible y obediente hacia el Espíritu Santo. Eso es algo que está muy presente aquí en estos versículos.

El versículo 10 revela algo sorprendente; resulta que Lucas (el escritor del Libro de los Hechos) está con Pablo, Timoteo y Silas en Troas. Este versículo es uno de esos versículos donde habla de la palabra “nosotros” que discutimos la última vez; date cuenta cómo Lucas dice “no perdimos ningún tiempo preparándose para salir a Macedonia”. Lo importante entonces es que al menos comenzando en este punto del segundo viaje misionero de Pablo, gran parte de lo que leemos proviene de un testigo ocular y no se deriva de entrevistas o documentos. Por lo tanto, veremos un poco más de detalle a veces durante el resto del capítulo 16 de lo que estamos acostumbrados a ver, porque al ser parte del viaje misionero, lo que Lucas vio no se filtró a través de la visión del mundo de otra persona. También creo que podemos deducir razonablemente, que Lucas nos da la mejor visión del Pablo histórico; es decir, Pablo la persona. Y esto es muy valioso para nosotros al leer las muchas epístolas de Pablo que dominan el Nuevo Testamento.

Hablando de epístolas: es en la costa occidental del mar Egeo, donde Pablo plantará una serie de congregaciones creyentes en lugares con los que estamos más familiarizados en términos de los libros del Nuevo Testamento que llevan su nombre. Porque allí encontramos las ciudades de Filipo (Libro de Filipenses), Corinto, (Libro de Corintios), y Tesalónica (Libro de Tesalonicenses). Junto con Berea (que Pablo menciona, pero no tiene una carta dirigida a ellos como un libro bíblico), estos lugares y sus congregaciones creyentes son como los radios de una rueda que emana de su núcleo en el centro: Efeso.

Dado que cada buque naviero comercial era impulsado por el viento, entonces eran los vientos los que determinarían la longitud, y a veces la ruta, de un viaje marítimo. Eran 150 millas de Troas a Neapolis, lo que los 4 discípulos lograron en sólo 2 días; por lo que los vientos eran favorables. Sin embargo, esos vientos favorables trabajaron en su contra en el viaje de regreso, ya que se nos informa en Hechos 20 de que tomó 5 días para hacer el mismo cruce, sólo al revés.

Desde Neapolis la siguiente parada fue Filipo, un nombre de ciudad en honor al padre de Alejandro Magno. Filipo era una colonia romana; este término tiene un significado peculiar. Una colonia romana es una que opera bajo la religión y el derecho romano. Filipo era una parada lógica para Pablo, el cual era muy organizado, porque la misma contenía una población judía sustancial, al igual que Tesalónica y Berea. Así que después de unos días en Filipo, en Shabbat los 4 discípulos fueron a un lugar donde se les dijo que la gente se reunía para orar. Obviamente, esto se refería a la oración al Dios de Israel porque no hubieran querido ir a un servicio de oración de los dioses paganos. Nuestra Biblia CJB (la versión de la Biblia Completa Judía) dice en el versículo 13 que un minyan se reunió allí. Un minyan es un grupo de 10 o más; 10 personas se consideran el mínimo para un servicio adecuado de oración en la sinagoga. La palabra minyan en realidad no aparece aquí en los textos griegos y no la encontrarás en otras Biblias en español; sin embargo, en la terminología hebrea insertar la palabra minyan aquí tiene sentido. Especialmente en entornos alejados de una sinagoga, cuando es el momento de una de las tres oraciones diarias, los judíos tratan de orar en un grupo y ese grupo debe tener 10 (o más). Y por cierto, los judíos no exigirán necesariamente que todos los participantes en un minyan sean judíos. Yo he sido invitado por judíos ultraortodoxos, en un par de ocasiones mientras estaba a bordo del avión hacia Israel, para venir a participar en oración con ellos con el fin de formar un minyan (lo que felizmente hice), ya que no había suficientes judíos en el avión para llegar a 10. Y, sí, sabían muy bien que yo era gentil y que yo era cristiano. Por lo tanto, no debería sorprender que en el versículo 14 encontremos que muchas de las personas en este lugar de oración en Filipo eran mujeres. Una se llamaba Lidia, una distribuidora de tela púrpura.

Lidia era de Tiatira, y esta región era bien conocida por su experiencia en la fina tela púrpura. El asunto en este oficio era la creación del tinte púrpura, y para los judíos especialmente el color púrpura jugó un papel importante en los artículos rituales que involucraban hilos y tela. De hecho, este tono particular de púrpura fue llamado en el tekhelet hebreo, y el mismo era necesario para las particiones de tela que separan las cámaras internas del Tabernáculo, así como para la fabricación de tzitzit y para efods. También se utilizaba para los flecos que colgaban de los dobladillos de ciertas túnicas ceremoniales. Este color en particular no era fácil de obtener; la fuente más deseada de la misma proviene de los mariscos murex que se encuentran a lo largo de la costa del Mediterráneo oriental. Sin embargo, en Tiatira el tinte se hizo del fluido de una planta: la raíz de una planta conocida rubia. Así que, en resumidas cuentas, no es de extrañar que Lidia hubiera formado una asociación con los judíos locales ya que ellos habrían estado entre sus mejores clientes.

Lidia creyó el mensaje de salvación en Cristo de Pablo. Lidia ya le temía a Dios, así que tenía una buena base para entender la enseñanza de Pablo sobre Yeshua. Lidia debe haber sido la cabeza de su hogar, ya que se nos dice en el versículo 15 que cuando estaba inmersa, luego toda su familia le siguió. Tal vez era viuda, tal vez divorciada, no lo sabemos. Permítanme explicarles algo que les ayudará no sólo a comprender lo que está sucediendo aquí, sino que también es habitual hoy en día en las familias de Oriente Medio. El jefe de la casa es venerado y poderoso; ellos son líderes y pueden tomar decisiones vinculantes para los miembros del hogar, de una manera que se ha vuelto obsoleta en Occidente.

Por lo tanto, sea cual sea la religión a la que se suscribe el jefe de la casa, el resto del hogar sigue automáticamente. Por lo que en respecto a que la casa de Lidia fue bautizada, no vayan a pensar que todas aquellas personas tenían creencia sincera y franca en Yeshua como Señor y Salvador. El jefe de la casa fue bautizado y comenzó a seguir a Cristo, por lo que era costumbre que el resto de los que estaban en la casa estuvieran obligados a hacer lo mismo. Permítanme decirlo de otra manera: cualquier religión que adopte el jefe de familia se convierte automáticamente en la religión para toda la familia. El que un miembro del hogar se niegue a conformarse es la cumbre de la rebelión y podría causar una enorme desavenencia.

En sólo unos pocos versículos más (en el versículo 31),el comprender cómo funciona esta costumbre nos ayudará a entender lo que realmente estaba ocurriendo cuando se nos dice esto:

Hechos 16:31 LBLA

31 Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa.

Este versículo ha llevado en realidad a una doctrina cristiana entre algunas congregaciones que dice que si el jefe de la casa (generalmente un varón) acepta a Yeshua, entonces Dios considerará a toda la familia como una que también ha sido salvada. Esto es un malentendido; más bien es sólo que en algunas sociedades antiguas y modernas, el hogar simplemente acepta lo que el líder del hogar decida. Esto se trata más de dinámicas familiares sociales que de religión y creencias reales.

Ahora una creyente, la gentil Lidia ofrece hospitalidad a Pablo y sus 3 compañeros. La hospitalidad fue la virtud suprema no sólo en Oriente Medio, sino en la mayor parte del mundo conocido. Pablo y sus amigos no se alojaban en convenientes posadas junto a la carretera mientras viajaban; ellos o dormían bajo las estrellas o en los hogares de la gente que les ofrecía hospitalidad. Así que no deberíamos sorprendernos especialmente de que una empresaria exitosa, le ofreciera su hogar como un lugar para alojarse.

En el versículo 16, Lucas vuelve a ponerse en la historia al decir “íbamos a un lugar de oración” cuando de repente los discípulos se encuentran con esta esclava que tenía un espíritu de serpiente en ella. Y sus dueños hacían buen uso de sus habilidades místicas al cobrarle a la gente para que se les dijera su fortuna. Así que Lucas fue testigo ocular de este evento. Pero antes de continuar con esa historia me gustaría hacer un punto. Una y otra vez se nos ha informado que era en Shabbat que las congregaciones se reunían en la sinagoga, y era en Shabat cuando se leía la Torá. Pero date cuenta de que aun cuando era en Shabbat el “gran día”, cuando la mayoría de los judíos piadosos se congregaban para la oración y adoración comunal, este no era el único día en que ocurrió la oración, la adoración y la enseñanza. En la Mekhilta Vayassa nosotros leemos este revelador informe que defiende lo que se conoce de la Tradición y otras fuentes judías:

“Fue por esta razón que los ancianos y los profetas instituyeron la lectura de la Torá para el Día de Reposo y para el segundo y quinto día de la semana. ¿Cómo es eso? Ellos leen en el Día de Reposo, y brincan sólo un día después del Día de Reposo. Luego leen en el segundo día, y brincan el tercer y cuarto día. Ellos luego volvieron a leer el quinto día y se brincan el día previo al día de reposo”.

Por consiguiente, es cierto que, en los días de Yeshua, aquellos que eran los seguidores más estrictos de la Torá fueron a la sinagoga 3 días a la semana para reunirse y escuchar cuando leían la Torá: Shabbat, lunes y jueves. Los judíos ortodoxos hoy van todos los días a orar y a leer la Torá.

Ahora en lo que concierne a la esclava poseída por el demonio.  Parece que casi todas las traducciones de la Biblia al inglés traducen este versículo un poco diferente. Algunos no dicen nada sobre un espíritu de serpiente, contrario a nuestra CJB; muchos se referirán a un espíritu de adivinación. Pero de hecho el texto original dice que la chica tenía un espíritu pitón. Traducir esa palabra a serpiente está OK; dejar fuera cualquier referencia a una serpiente no está bien porque perdemos el impacto. Además, la pitón griega no significa literalmente serpiente, significa pitón. Así que la mejor traducción literal al inglés es “tener el espíritu de una pitón”. Strabo, un filósofo e historiador griego que murió casi al mismo tiempo que Yeshua nació, dice que la pitón era la serpiente que custodiaba el Oráculo Delfosco, cuyo nombre era Pitón. El Oráculo Delfos no era en realidad una sola persona; era una prestigiosa oficina en manos de una sucesión de mujeres griegas. Ella actuaría como sacerdotisa en el santuario de Delfos, y esta sacerdotisa era probablemente la mujer más poderosa entre los griegos. En cualquier caso, a lo que se refiere aquí en estos pasajes de Hechos, es una esclava que se dice que llevó este mismo espíritu de Pitón en ella como lo hizo el famoso y venerado Oráculo en Delfos; así que ella era algo que atraía a estos griegos y ellos pagaban muy buen dinero a los dueños de esta esclava para que les dijera su futuro. No hay duda de que esta chica era poseída por demonios y lo que pasó fue bastante real.

Por lo que el saber esto nos ayuda a entender lo que viene después. ¡Esta chica siguió a Pablo y a los discípulos por todos lados chillando que “estos hombres eran los siervos del Dios Altísimo y están diciendo que tienes que ser salvo!” En otras palabras, aun cuando ella era una molestia,  ella estaba diciendo la verdad. Pero después de un tiempo Pablo se cansó de esta tontería egoísta y el clamor sin fin y exorcizó al demonio ofensivo en el nombre de Yeshua. ¡Ahora no hace falta decir que sus dueños estaban horrorizados! Y estaban furiosos…con Pablo. Todo ese beneficio fue perdido. Así que los hombres agarraron a Pablo y Sila y los llevaron ante las autoridades locales que estaban muy a favor con estos hombres de negocios. Y, por supuesto, en lugar de acusar a Pablo y Sila de lo que realmente sucedió (arruinando sus negocios) ellos hicieron un reclamo de que Pablo y Sila eran judíos que estaban causando todo tipo de perturbaciones y conmoción y molestando a todos (hasta ahora la única gente molesta parecía ser los hombres de negocios que eran dueños de la chica esclava). Pero la acusación de incitar a los disturbios era algo sensible en el Imperio Romano, y se tomó muy en serio.

Lo que viene después deriva de una suposición incorrecta que hicieron los magistrados de la ciudad. Detrás de la acusación de que Pablo y Sila eran judíos está que no son ciudadanos romanos. Pablo y Sila estaban en un pueblo donde la mayoría eran gentiles y la ciudadanía romana era la norma. Era raro que un judío fuera un ciudadano romano; tan raro que tal posibilidad ni siquiera fue considerada por la gente del pueblo.

Al principio de nuestro estudio del Libro de los Hechos discutimos que el estatus de Pablo como ciudadano romano (algo que se menciona regularmente en el Nuevo Testamento) era realmente fuera de lo común; y que su ciudadanía podría ser rastreada a la familia de su padre que aparentemente eran aristócratas judíos en una posición lo suficientemente alta como para que algún alto funcionario del gobierno romano les otorgara tal estatus. Así que Pablo nació en la ciudadanía romana y había llevado una vida privilegiada. Por eso tuvo pocos problemas para enfrentar a políticos locales, otros aristócratas e incluso reyes. Sabía cómo manejarse a sí mismo y sabía las palabras correctas para decir, y conocía sus derechos legales como ciudadano romano y cómo exigir justicia. Dios había elegido exactamente al hombre adecuado para el trabajo como el principal evangelista de los gentiles del Imperio Romano.

Por la razón que fuera, Lucas y Timoteo escaparon de la notificación de las autoridades y no fueron procesados. Sospecho que es porque Lucas era obviamente un gentil, y porque Timoteo probablemente parecía un gentil debido a las características físicas que heredó de su padre que era un gentil. Pablo y Sila sin duda parecían Semitas.

La multitud reaccionó como si estuvieran en una cobertura mediática agresiva y los jueces actuaran de acuerdo con los deseos de la multitud: Pablo y Sila fueron golpeados y arrojados a la cárcel. ¡Cómo se atreven estos ciudadanos no romanos decirles a los ciudadanos romanos cuál debe ser su religión! A esos hombres había que enseñarles una lección, por lo que estaban encadenados. Pero como es el patrón del Señor, cuando Él decide que la justicia humana va en contra de Su voluntad, Él anula el dictamen de los hombres. Alrededor de la medianoche mientras Pablo y Sila oraban, la tierra comenzó a rodar y retumbaba y fue lo suficientemente violenta como para que las cadenas cayeran de Pablo y Silas y todos los demás en la prisión con ellos. Aún más todas las puertas de la celda volaron abiertas. El carcelero sorprendido fue despertado de un sueño para descubrir que su cárcel estaba abierta; decidió suicidarse como la única cosa honorable que hacer porque sabía que iba a ser su destino de todos modos. Pensó que seguramente todos los prisioneros habrían agradecido alegremente a sus estrellas de la suerte y huido por la noche. Pero en su lugar oyó una voz tranquilizadora desde el interior de la oscuridad de las celdas de la cárcel que le dijo que no se hiciera daño a sí mismo, que ellos todos permanecían en su lugar.

El carcelero asombrado cayó ante Pablo y Sila y pregunto “¿qué debo hacer para ser salvo?” Es difícil saber exactamente lo que estaba en la mente del carcelero cuando dijo esas palabras. Tal vez el carcelero había oído a Pablo y Sila hablar sobre “el camino a la salvación” mientras ellos vagaban por las calles de Filipo, y al no saber mucho sobre lo que significaba él estaba tan impresionado con el semblante y valentía de estos 2 hombres, que él quiso cualquier cosa que fuera que ellos tuvieran. Pablo le explica al carcelero asombrado que la fe en Yeshua lo salvará a él y a toda su casa (ya hemos discutido lo que esto significaba en el contexto de los tiempos con los que estamos lidiando). Y como sabemos que Lucas no estaba en la cárcel con Pablo y Sila, entonces él está resumiendo lo que se le ha dicho sobre este incidente, y sin duda faltan detalles.

El carcelero tiene pocas formas de agradecerle a Pablo y Sila lo que hicieron, que no implique simplemente liberarlos (lo que resultaría en la ejecución del carcelero).

Por lo que él responde lavando sus heridas y proporcionándoles comodidad según las circunstancias lo permitan. Pero también nos dicen que de inmediato el carcelero y toda su casa fueron inmersos. Parece que el carcelero asumió un gran riesgo personal y trajo a Pablo y Sila a su propia casa; en algún lugar cercano Pablo y Sila los bautizó a todos. Después de eso, comieron juntos. Fíjate que se habían ido a casa con Lidia, la gentil que era temerosa de Dios, y ahora hacen lo mismo con el carcelero anónimo. Sin el dictamen del Concilio de Jerusalén y sin el encuentro de Pedro con Dios y con Cornelio, que dejó claro que los gentiles podrían ser ritualmente puros, estas dos escenas con hombres judíos comiendo en los hogares de gentiles, y aceptando su hospitalidad, habría sido algo imposible.

A la mañana siguiente, después del terremoto, los magistrados de la ciudad enviaron hombres para liberar a Pablo y Sila sin duda sintiendo que estos judíos habían sido puestos en su lugar. Las cicatrices de la palíza serían permanentes, y la humillación y el dolor de estar en la cárcel deberían haber hecho el truco. Pablo, el activista, no va a dejar que este asunto descanse y alegrarse de que el calvario haya terminado. Quiere que los hombres que les hicieron mal estos se hagan responsables de sus ofensas y se disculpen en persona. Así que ahora también decide revelar que, de hecho, él es un ciudadano romano que no recibió un juicio, sino que fue azotado sumariamente y encarcelado. Esto es algo que está estrictamente en contra de la Ley Romana.

Los magistrados se sorprendieron y se asustaron cuando conocieron las palabras de Pablo; ellos mismos podrían perder sus prestigiosas posiciones, si el gobernador provincial se enteraba de esta injusticia perpetrada sobre un ciudadano romano. Así que de hecho se tragaron su orgullo y se enfrentaron personalmente a Pablo y Sila. Lo que dijeron a los discípulos no se revela, pero les pidieron que abandonaran la ciudad. Este asunto se había vuelto demasiado público para que la gente del pueblo no supiera lo que estaba pasando, pero eso no cambió nada; la gente de Filipo estaba resentida de que este judío les hubiera privado de su esclava especial con el espíritu de pitón en ella que les decía el futuro que sin duda trajo a esta ciudad considerable orgullo y notoriedad. Los empresarios estaban fuera de su esfuerzo productivo; por siempre. Y todavía había un mal sabor en las bocas de los lugareños por ser dicho que la religión de los judíos era correcta, y la suya estaba equivocada. Así que los magistrados preguntaron (cortésmente me imagino) que los discípulos abandonaran la ciudad. Pablo y sus acompañantes cumplieron y después regresaron a la casa de Lidia probablemente para recuperarse de su dura experiencia.

Después de reunirse con muchos de los creyentes allí, ellos continuaron con su viaje. Nosotros seguiremos a los discípulos a su siguiente lugar en Hechos capítulo 17 la próxima semana.

Hechos Lección 39 – Capítulo 17

EL LIBRO DE HECHOS

Lección 39, Capítulo 17

La semana pasada, en el capítulo 16 de Hechos, vimos que Pablo y Sila fueron arrestados y en la ciudad de Filipos y encarcelados acusados de incitar a un motín. Se necesitó una acción milagrosa de Dios (un terremoto) para liberarlos antes de que se les hiciera algún daño permanente a los discípulos. Vamos a ver algo similar (menos la cárcel) sucediendo en el capítulo 17. Debemos preguntarnos qué es lo que está causando tal indignación en las ciudades que tienen en su mayoría poblaciones gentiles. Nos ocuparemos de ello en el momento adecuado durante la lección de hoy.

Al nosotros abrir Hechos 17, Pablo, Sila y Timoteo estaban de camino; es probable que Lucas todavía estaba con ellos a pesar de que no se menciona. En su mayor parte, dado que Lucas es el autor de Hechos, él no inserta su presencia personal excepto por implicación. Ellos estaban en Macedonia, en la orilla occidental del mar Egeo. Esta es una area que hoy consideramos parte de Europa. Vamos a leer sobre su próximo destino. Abran sus Biblias a Hechos capítulo 17.

LEER HECHOS CAPÍTULO 17

Pablo tenía un destino en particular en mente cuando dejó Filipos: Tesalónica. Por consiguiente, se nos dice que el grupo de discípulos viajó a través de Anfípolis y Apolonia para llegar allí. Sin duda ellos tomaron la conocida ruta Via Egnatia para hacer la caminata de 90 millas. Tesalónica era quizás la principal metrópolis de Macedonia, por lo que había una población judía lo suficientemente grande para tener una sinagoga. Lo que estamos viendo es que la mayoría de las ciudades de cualquier consecuencia en el Imperio Romano tenían una población judía representativa; y cuando la población era lo suficientemente grande, allí se construiría una sinagoga.

La costumbre de Pablo era ir inmediatamente a la sinagoga local dondequiera que estuviera presente. Esto servía para dos propósitos. En primer lugar, Pablo era un judío observador y por lo tanto ir a la sinagoga al menos una vez por semana, y por lo general más, era un requisito para él; esto no era una opción. Segundo, es allí donde él iba a encontrar hermanos que le ofrecieran hospitalidad. Sabemos que cuando llegó a Tesalónica él estuvo allí por lo menos 4 semanas porque fue a la sinagoga por 3 Shabbats (3 sábados). Se nos dice que Pablo “razonó” con los miembros de la sinagoga de las Escrituras. La versión CJB sustituyó la palabra drashot por razonó; y aunque eso no es una traducción directa, la misma es (desde la perspectiva cultural judía) correcta. Drash es uno de los varios métodos de estudio de las Escrituras utilizados por maestros judíos y rabinos. La palabra significa buscar. La palabra más cercana en inglés para traducir drash sería la enseñanza bíblica exegética (lo que hacemos en Seed of Abraham Torah Class); que es el pasaje de la Escritura se lee, y luego se da una interpretación o explicación.  La alegoría se utilizaba a veces, pero en general un drash es un intento de extraer un significado directo, incluyendo una aplicación. Podríamos llamarlo estudio bíblico. Sin embargo, cuando se da en una sinagoga, siempre estaría acompañado de oraciones rituales y adoración como parte de un servicio general de sinagoga.

Dado que Pablo estaba en una sinagoga, naturalmente cualquier argumento que haría para su punto de vista giraría en torno a citar el Tanakh (el Antiguo Testamento). El decir esto me puede sonar a mí un poco redundante; pero la razón para hacerlo es porque cuando Pablo habló con los paganos, él tendía a no usar la Escritura. Los judíos, por supuesto, conocían, y por lo tanto eran receptivos, a los pasajes de las Escrituras como fuente de evidencia de las declaraciones de Pablo. Los paganos no sabían nada del Tanakh, así que para Pablo tratar de persuadirlos citando de la Biblia habría sido infructuoso ya que los gentiles paganos no tenían familiaridad con las Escrituras. Por consiguiente, debido a que Pablo estaba en una sinagoga, hablándole a los judíos y a los temerosos de Dios, su objetivo era persuadir a la congregación de que Yeshua era el Mesías. Eso implicaba explicar cómo Yeshua podría ser esa persona si de hecho hubiera sido asesinado; pero aún más, Pablo tuvo que convencerlos de que Yeshua resucitó. Dado que las sinagogas eran generalmente dirigidas por fariseos o al menos adoptaban las doctrinas de los fariseos, entonces la resurrección no era un concepto extranjero para ellos. Sin embargo, al igual que con los judíos en Judea, pocos podían aceptar la idea de un Mesías que sufrió y fue ejecutado. La enseñanza y la creencia estándar de la sinagoga era que un Mesías sería un líder militar carismático que llegaría a liderar a los judíos en rebelión en contra de Roma, y como resultado Israel se levantaría de nuevo como un reino judío independiente y esencialmente reemplazaría al Imperio Romano. Así que en el mejor de los casos, eso era algo bastante difícil de convencerlos.

El vs. 4, nos dice que Pablo tuvo los resultados típicos que experimentó en todas las sinagogas en las que enseñó: algunos de la congregación creían, pero la mayoría no. Y fue una mezcla de judíos y temerosos de Dios que se convirtieron en creyentes. Como era típico, los judíos que no aceptaban la doctrina de Pablo se enojaron y tomaron medidas en contra de él. En este caso, los judíos reclutaron la ayuda de algunos agitadores que no tenían empleo y despertaron las pasiones de la gente del pueblo en contra de los discípulos.

Aparentemente en Tesalónica los discípulos estaban disfrutando de la hospitalidad de un hombre llamado Jason; probablemente un judío creyente. Jason fue una de las formas de lengua griega que los judíos de la diáspora tomaron para el nombre hebreo estándar Josué. Si no fuera un judío creyente, es difícil imaginar por qué se habría puesto en tal riesgo de albergar a Pablo y a los otros 3 discípulos; sin embargo, no se nos dice de una manera u otra. Estos inútiles que se utilizaron para fomentar el motín estaban rondando el ágora. El ágora era un espacio público abierto (un parque por decir) típico de las ciudades griegas, que se utilizaba para reunión y para aquellos que tenían que decir discursos; eventos atléticos a menudo se celebraban allí.

Aparentemente Pablo y los otros se enteraron de los problemas y huyeron de la casa de Jason antes de que llegara la turba. Los revoltosos se enfrentaron a Jason, revisaron su casa y no pudieron encontrar a los discípulos, así que transportaron a Jason ante los magistrados políticos de la ciudad. Los magistrados políticos eran un tipo particular de magistrados de alto nivel. La multitud acusó a Jason de albergar a estos agitadores judíos. Naturalmente, las turbas enojadas tienden a exagerar cualquier afirmación que puedan tener; en este caso dijeron que estos judíos en particular habían molestado a todo el mundo y ahora estaban aquí en Tesalónica para hacer lo mismo!

Este sería un buen momento para explicar el verdadero motivo de la molestia de toda la ciudad porque este sería el mismo problema que seguiría a Pablo dondequiera que fuera.

El Imperio Romano tenía una política de tolerancia religiosa. En general, cualquiera podía adorar a sus dioses locales sin interferencias. Así, los judíos también eran libres de adorar a su Dios, de construir sinagogas, etc. Pero lo que no se le permitía hacer a nadie era crear disturbios ni desafiar la autoridad del derecho romano o de los magistrados locales, y especialmente uno no podía desafiar la supremacía del emperador romano. Para decirlo de otra manera: si bien había mucha tolerancia religiosa no había tolerancia política. Los judíos representaban un enigma particularmente problemático para los romanos; eran diferentes a cualquier otro grupo étnico en que tendían a permanecer fieles a su religión y a su identidad étnica porque los judíos consideraban que esos dos aspectos de la vida judía eran inseparables. Y los judíos, si bien apreciaban la tolerancia que se les mostraba, no eran en absoluto tolerantes con las religiones paganas que representaban a la mayoría de los ciudadanos del Imperio. Los más piadosos entre los judíos de la diáspora, mostraron un desprecio abierto por los dioses de las muchas religiones paganas entre las que vivían. También tendían a rechazar la participación en las fiestas nacionales que invariablemente involucraban a dioses y diosas romanos o griegos; festivales que estaban destinados a unir la variedad de personas de los pueblos y naciones que formaron el Imperio Romano. Los judíos también se inclinaron hacia la creación de guetos y distritos donde practicarían su estilo de vida judío único, apartándose de las tradiciones y observancias locales y nacionales.

Debido a su exilio babilónico unos 600 años atrás, los judíos se habían dispersado (principalmente por su propia voluntad) por todas partes; pero la mayoría de ellos no se asimilaron en el mundo gentil (aunque algunos lo hicieron en diferentes grados). Por lo tanto, los judíos seguían siendo bastante facil de identificar, lo cual era su intención; ellos eran muy facil de reconocer. Así que mientras los romanos estaban ocupados tratando de instituir una cultura helenista universal en todo su Imperio, los judíos lideraron el camino para resistirla. Los judíos tenían normas morales completamente diferentes; educaron a sus hijos de manera diferente y llevaron sus vidas de manera diferente. Esto los hizo visiblemente separados y distintos de los muchos otros grupos étnicos. No es en absoluto diferente en Europa o América hoy en día, donde tenemos poblaciones inmigrantes crecientes de musulmanes que llevan su propio atuendo peculiar, se reúnen en las mezquitas, comen sólo alimentos halal, por lo general prefieren hablar árabe o farsi o algún otro dialecto desconocido de Oriente Medio, y tienden a hacerse cargo de ciertas áreas de las ciudades con el fin de agruparse, rechazando generalmente la asimilación. Nuestro principio nacional de libertad religiosa les permite adorar a su dios único; pero eso no significa que estemos completamente cómodos con eso.

Los musulmanes tampoco suelen celebrar nuestras fiestas nacionales y por eso, combinados con estos otros factores, hace que los europeos y estadounidenses más tradicionales desconfíen de ellos, en parte porque sus caminos son tan extraños para nosotros que no podemos decir si lo que están haciendo es benigno o potencialmente dañino para nosotros como nación. Nos molesta que no parezcan querer ser americanos o europeos; más bien quieren importar su cultura a nuestra nación o incluso tratar de cambiarnos a sus caminos.

Siempre y cuando estas personas se queden solas y no empiecen a causar problemas, nosotros los toleramos. Pero cuando algo inquietante sucede involucrando a los musulmanes, aumenta el nivel de nuestra sospecha y disminuye nuestro nivel de aceptación de ellos como grupo. Esta es una buena analogía de cómo los judíos fueron vistos en el Imperio Romano.

Ahora, en lo que respecta a Pablo y a su banda de discípulos evangelistas; ellos representaban un problema en particular. No sólo molestaban a la población gentil local de manera similar como lo hicieron los otros judíos que vivían allí, sino que también parecían irritar a la población judía local. No es que los gentiles entendían por qué Pablo fue aceptado por algunos de los judíos locales, pero rechazado por otros; ellos no estaban familiarizados en lo absoluto con las complejidades y matices del judaísmo. Todo lo que sabían es que este grupo particular de judíos itinerantes causó malestar dondequiera que fueran. Y cuando molestaban a los judíos locales, los judíos locales molestaban a los gentiles locales. Y cuando los judíos y gentiles locales juntos comenzaron a formar una turba para tomar medidas en contra de Pablo y los creyentes locales, esto molestó a las autoridades romanas que siempre estaban en busca de lo que se rebelaban. Y cuando las autoridades romanas se molestaron, los políticos locales temían por sus trabajos. Y cuando los políticos locales temían por sus trabajos, buscaban a alguien a quien culpar. Y así culparon a los que parecían ser la fuente del problema: los judíos.

En resumen: para los gentiles y para las autoridades romanas, esto no se trataba de religión; esto se trataba de disturbios políticos y civiles.  Y por supuesto, cuando nosotros leemos en el versículo 7 que los gentiles piensan que Pablo está declarando a Yeshua como rey, el que está desafiando al Emperador de Roma, ellos no pueden hacer la distinción entre su significado, si es en un sentido religioso versus su pensamiento paranoico que lo dice en un sentido político. Esta es probablemente la acusación más seria de todas, porque para el ciudadano común y corriente esto parece sublevación. Así que cuando los magistrados políticos escucharon estos cargos, se unieron a la turba en ser perturbados porque si no hacían algo al respecto, podrían ser acusados de ser cómplices. Este era esencialmente el mismo cargo que se había hecho a Pablo y compañía en Filipos; un cargo que resultó en encarcelación. Por supuesto, todo el mundo sabía que esta acusación era falsa; después de todo el supuesto rey competidor, Yeshua, había sido ejecutado unos 15 años atrás. Por lo que, el problema era el mero pensamiento de algunos judíos que querían un rey que pudiera desafiar al Emperador; el mismo era palabras y pensamientos que simplemente no podían pronunciarse por muy remota o benigna que fuera la realidad de esta. Era esencialmente el máximo alcance de no ser políticamente correcto. ¿Pero para que estos judíos sean los que digan esas palabras? Eso los hizo poco más que alborotadores ambulantes.

Al menos los magistrados políticos de Tesalónica no reaccionaron al igual que los jueces de Filipos; o mejor, no exageraron. Más bien manejaron este asunto más cuidadosamente. Primero; cualquier evidencia de una conspiración para entronizar a un nuevo rey sobre Roma no existía; pero, en segundo lugar, los supuestos conspiradores no se encontraban en ninguna parte. Así que esencialmente la solución propuesta era hacer que Jason y sus amigos fueran responsables de asegurarse de que no se produjera ningún problema adicional. Ellos tuvieron que hacer un lazo que asegurara que Pablo y sus 3 compañeros se comportaran o mejor aún, se fueran a crear problemas a otra ciudad.

Por mucho que al intrépido cruzado Pablo le hubiera gustado quedarse, enfrentarse a sus detractores y seguir predicando el Evangelio, habría venido a expensas de Jason. Así que, con la ayuda de algunos creyentes locales, los discípulos se fueron sigilosamente a Berea. El versículo 10 retoma esa historia.

Pero antes de ir allí, creo que ahora sería un buen momento para hacer una conexión que se pasa por alto fácilmente. Mencioné la última vez que al nosotros ver los nombres de estas diferentes ciudades de Macedonia donde Pablo estableció creyentes entre varias congregaciones de sinagogas (nombres como Corinto, Filipos y Tesalónica) necesitamos conectar inmediatamente los libros del Nuevo Testamento Corintios, Filipenses y Tesalonicenses porque las cartas de Pablo que llevaban esos títulos eran a las congregaciones que residían en esas ciudades antes mencionadas.

Así que entendiendo lo que acaba de pasar en Filipos y ahora Tesalónica, vamos a leer el primer par de capítulos de 1ra Tesalonicenses porque Pablo está escribiendo justo después que fueron sacados de la ciudad. Por lo tanto, lo que acabamos de estudiar en Hechos 17 es el contexto de la carta llamada 1ra Tesalonicenses. Y sin el contexto de Hechos 17, entonces perdemos el punto del 1er libro de Tesalonicenses. Abran sus Biblias a 1ra Tesalonicenses.

LEER 1TESALONICENSES CAPÍTULOS 1 y 2

Así que los problemas que acabamos de leer en Hechos 17 (algunos de ellos también se han pasado del capítulo 16 concerniente a Filipos) son lo que Pablo está escribiendo a los tesalonicenses para explicar su abrupta partida y por qué no había regresado a la congregación tesalónica. Sin duda esta congregación en Tesalónica continuaba tomando la peor parte de la ira de los gentiles locales. Le aconsejo que termine de leer los 3 capítulos cortos restantes de 1ra Tesalonicenses por su cuenta, ahora que tiene el contexto para entenderlo mejor. Mi punto al ir aquí, es seguir enfatizando que la Biblia es orgánica; no es una serie de puntos desconectados. Todo funciona en conjunto y tenemos que abordarlo de esa manera. Entonces nuestro aprendizaje y comprensión se multiplica.

Continuemos con Hechos 17 versículo 10. Ahora en Berea los discípulos se dirigieron a la sinagoga local. Berea, Filipos y Tesalónica fueron las 3 ciudades más grandes de Macedonia. Resulta que los miembros de la sinagoga de Berea eran mucho más receptivos al Evangelio que los de Tesalónica; la razón de eso no lo sabemos con certeza. Pero mi especulación es que es porque estudiaron las Escrituras para buscar la verdad, en lugar de depender de tradiciones y doctrinas del judaísmo de mucho tiempo. Creo que este es el caso porque la característica definitoria de la congregación bereana se habla en el versículo 11: “Aceptaron el mensaje con entusiasmo y examinaron las Escrituras diariamente para ver si estas cosas eran así”. 

Este es un principio que se viola con demasiada frecuencia en los círculos cristianos. En lugar de escuchar lo que dicen nuestros maestros y pastores y luego revisar cuidadosamente en las Escrituras para obtener confirmación, con demasiada frecuencia los maestros y los líderes de la Iglesia se colocan en un pedestal y asumen que nunca estarían equivocados, o que no tienen una agenda oculta, o simplemente están defendiendo una doctrina cuestionable de la Iglesia. ¿Es esta confianza imprudente por parte nuestra? ¿O es una pereza profunda? Supongo que no lo sé.

Pero, de cualquier manera, la congregación tiene la responsabilidad de asegurarse de que lo que están aceptando de alguien es la verdad y la luz. Y el estándar de oro por el cual todo debe ser medido no es cómo nos sentimos en nuestros corazones o lo que hace cosquillas a nuestros oídos; es lo que la Palabra de Dios realmente dice.

Al igual que en Tesalónica, además de muchos judíos que aceptaron a Yeshua en Berea, también lo hicieron muchos que temían a Dios. Se hace claro que entre los creyentes había griegos mujeres y hombres, e incluso los ricos. Pero los buenos tiempos iban a disiparse rápidamente; cuando llegó la noticia a Tesalónica de la presencia de Pablo en Berea, algunos judíos incrédulos de Tesalónica hicieron el viaje a Berea para tratar de fomentar problemas para los discípulos. Voy a reiterar: esta no fue una cuestión religiosa la que fue la causa para que estos tesalonicenses llegaran a la ciudad; más bien era político y civil. Y como Pablo y sus compañeros habían escapado de Tesalónica, los tesalonicenses querían venganza.

Como Pablo era el portavoz y obviamente el líder, fue él el principal objetivo. Así que Timoteo y Sila (y probablemente Lucas que como gentil era generalmente incógnito) enviaron a Pablo a la costa para coger un barco para Atenas. Algunos de los hermanos de Berea acompañaron a Pablo a Atenas sin duda como protección. Pablo envió un mensaje de vuelta con ellos para decirles a Sila y Timoteo que vinieran a Atenas para unirse a él tan rápido como pudieran.

Atenas era un lugar único; fue considerada como el lugar de nacimiento de la democracia y la sede del intelectualismo; es lo que hoy podríamos llamar una ciudad universitaria. Pero también era una ciudad griega, no una ciudad romana, por lo que gozaban de un estatus especial que los eximía del sistema provincial romano. Todo lo que Pablo vio fue la infinidad de ídolos colocados por toda la ciudad y esto ofendió enormemente su sensibilidad judía; el segundo mandamiento específicamente tocaba esta cuestión y prohibió tener algo que ver con los ídolos. Ahora Pablo había visto ídolos en las ciudades desde que era un niño; era, después de todo, un judío de la diáspora que nació y creció en Tarso de Cilicia. Pero Atenas era un verdadero jardín de ídolos y Pablo apenas podía controlar su indignación.

Dependiendo de lo piadoso que un judío pensara de sí mismo, leemos en el Talmud de los judíos que uno no pasaría por las puertas de las ciudades que están adornadas con ídolos dando la bienvenida. También leemos de un teólogo cristiano de antigüedad Hipólito que algunos judíos no llevarían o incluso tocarían una moneda si tuviera una semejanza o imagen en la misma, y la mayoría de las monedas lo tenían. Pablo tal vez no hubiera sido tan celoso, pero el versículo 16 deja claro que estaba muy preocupado y agitado por lo que vio en Atenas. Si me permiten comentar: Creo que cuanto más tiempo una persona pasa en oración y en el estudio de las Escrituras, haciendo aquellas cosas que nos acercan a Dios, más difícil es para nosotros ignorar las cosas mundanas, si no francamente inicuas, que nos rodean. Cosas que siempre han estado ahí; cosas que la mayoría de la gente no piensa dos veces, sino que simplemente aceptan como de costumbre y normal. Cosas que simplemente pasamos por alto, pero de repente su presencia despierta una profunda indignación justa dentro de nosotros y no podemos dejar de meditar en ellas, aun cuando nosotros desearíamos el no hacerlo. Tal es el estado incómodo de un devoto seguidor de Cristo, pero menos para los de la mentalidad cristiana más liberal, que ajusta constantemente su fe a cualquier nueva tendencia y corrección política que surja.

Pablo había vivido gran parte de sus primeros años viendo ídolos todos los días; ahora su espíritu está profundamente perturbado por ellos y no puede evitar tomar medidas.

Entonces, ¿qué hizo Pablo? Redobló su esfuerzo en difundir el Evangelio, con Atenas siendo la Exposición número uno del porqué los seres humanos necesitaban escuchar acerca de Yeshua y el Dios de Israel. La misma es una extraña ironía en este mundo que cuanto más aumenta el humanismo, más disminuye la devoción. Cuanto más se busca el intelectualismo, más se rehúye la sabiduría. Y así, en el versículo 17 vemos que Pablo va a la congregación de la sinagoga local en Atenas; pero a diferencia de los bereanos que compararon lo que Pablo dijo con la Sagrada Escritura, nosotros solo encontramos que Pablo razonó con los miembros de la sinagoga de Atenas. Y que también fue al mercado local para razonar con los gentiles paganos. No se menciona que la Torá o la Escritura estén involucradas. El punto es que en esta ciudad de Atenas que se enorgullecía de autogobierno, siempre buscando un estilo de vida progresista, abrazando los pensamientos más recientes y las últimas filosofías, Pablo ni siquiera podía lidiar con los judíos y temerosos de Dios de Atenas usando la Escritura, porque fue principalmente el razonamiento intelectual lo que los impresionaba.

Pablo también se encontró con un grupo de filósofos epicúreos y estoicos que escucharon lo que dijo en las calles de Atenas; pero como ellos se consideraban a sí mismos como la élite intelectual, ellos lo consideraban más que un hablador. Vamos a entender lo que eran los Epicureanos y los Estoicos y lo que creían porque esto nos ayudará a entender por qué Pablo necesariamente se acerca a ellos como lo hace.

En primer lugar, entienda que estos dos grupos eran rivales; por lo que nuestra primera pista es que cualquiera que fuera la filosofía a la que pertenecían, la misma consistía en principios mayoritariamente opuestos. Los Epicureanos fueron nombrados en honor a su fundador Epicuro que vivió 3 siglos atrás. Ellos negaron la existencia de un Dios todopoderoso y con propósito y afirmaron que el universo fue creado espontáneamente y que todo lo que existía era puramente el resultado de una casualidad matemática (¿le suena algo familiar?). De hecho, no tenían ninguna consideración por los sistemas de los dioses griegos y romanos y expresaban desprecio hacia los ídolos y todos los templos y sacerdotes y grupo de seguidores. Sin embargo, irónicamente, no descartaron la existencia de dioses. Más bien a pesar de que los dioses eran humanos en sus cualidades, ellos no se involucraron en los asuntos de los seres humanos.

Los Epicureanos no creían que un alma vivía después de la muerte del cuerpo (los saduceos judíos habrían estado de acuerdo con ellos); de hecho, el alma no era etérea, la misma era tan material como la carne y la sangre. Por consiguiente, como no había vida después de la muerte, y ahora era todo lo que importaba y por consiguiente ellos formaron el objetivo de su vida como la búsqueda del placer y la gratificación. La moralidad era una carga sin sentido e innecesaria. Esencialmente los Epicureanos eran primeros anarquistas.

Los estoicos alegaban a Zenón de Chipre como su fundador, y no es de extrañar que viviera exactamente al mismo tiempo que el fundador de la escuela epicureana de filosofía. Para ellos Dios era como La Fuerza en una película de Star Wars. Ellos se adhirieron a algún concepto brumoso de que Dios fue encarnado en la totalidad del universo, o tal vez como el espíritu en movimiento que dio energía y vida al universo.

Un humano tenía un alma etérea, pero al morir esta alma perdería cualquier individualidad y en su lugar se uniría a la fuerza vital del universo, y por lo tanto esencialmente estaban absorbidos en lo que fuera que Dios fuese.

Los estoicos buscaron una existencia inmóvil y sin pasión. Ellos estaban principalmente preocupados por estar en armonía con la naturaleza, y por lo tanto eran apáticos con respecto a la condición humana. No buscaban el placer como los Epicureanos, porque para ellos no importaba el placer ni la incomodidad. Esencialmente fuera de una búsqueda interminable de conocimiento, no había nada por lo que valiera la pena vivir. La razón y la iluminación eran las únicas razones para existir; y así cuando un estoico llegó a un punto en el que física o mentalmente no podían obtener más conocimiento, o habían perdido ningún interés en aprender más, entonces la única solución razonable y lógica era el suicidio. Su fundador tomó este camino y muchos miles de estoicos también lo hicieron.

Por consiguiente, tanto el estoicismo como el epicureanismo encuentran que la religión Bíblica es una fantasía infantil e ilógica. No creo que después de mis descripciones de estas dos filosofías dominantes de Atenas yo necesito mostrarles las comparaciones con lo que vemos pasando a nuestro alrededor hoy en día. Ciertamente no van por esos nombres en nuestros tiempos, pero los principios subyacentes permanecen. Y lo que estos principios traen a la humanidad es una existencia sin esperanza, con un futuro sin esperanza. La Iluminación del siglo XVIII provocada por intelectuales europeos Hume y Kant y Voltaire, que es la base de prácticamente todas las sociedades del mundo occidental hoy en día, y que ha infectado en gran medida a la Iglesia en general (y gran parte del judaísmo también), no es más que una mezcla mortal de antiguas filosofías epicúreanas y estoicas.

Así que estas son las personas a las que Pablo trataría de alcanzar. ¿Cómo podría hacer esto en términos que estarían dispuestos a escuchar y aceptar como al menos creíble? Eso es lo que veremos en nuestra próxima lección.

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