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Deuteronomio Lección 2 Capítulo 1

Deuteronomio

Lección 2, Capítulo 1

La semana pasada vimos la introducción a Deuteronomio con el fin de darnos un contexto para estudiarlo. Pero, no se equivoquen: la base para interpretar correctamente este quinto libro de la Torá son los primeros cuatro libros anteriores; cada uno se construye sobre el otro. Sin embargo, en general, necesitamos ver a Deuteronomio como un sermón de la ley, y yo dibujé un paralelo para ustedes sobre el sermón del Monte, el cual fue el sermón de Yeshua sobre la ley.

Deuteronomio comienza con el viaje de Israel en Moab, con Moisés dando sus discursos finales al pueblo de Israel. Los 3 discursos van a entrelazar la historia y la ley, y veremos como muy a menudo los hechos precisos de ciertos incidentes en su travesía en el desierto de 40 años no son presentados por Moisés con el mismo molde que los leemos en los libros anteriores de la Torá porque él lo está presentando a la luz de a posteriori.

Por lo que, al empezar a leer el primer capítulo de Deuteronomio, hagamos una imagen mental de Moisés parado en una colina alta en Moab, con una vista a la Tierra Prometida que se encuentra a un corto paso de la orilla oeste del Río Jordán. Él está dirigiéndose a los líderes y a los ancianos de Israel, aunque sus palabras estaban destinadas para que todo Israel prestara atención; porque de hecho no hay manera práctica que su voz pudiera haber sido escuchada claramente por más de unos pocos cientos de personas.

LEER DEUTERONOMIO CAPÍTULO 1

Quiero tomarme unos 5 minutos para explicar un fenómeno muy interesante que aparece en los primeros 5 versículos de Deuteronomio, porque el mismo TAMBIÉN aparece al principio de cada uno de los 5 libros de la Torá.

Y el fenómeno es este: hay un patrón de letras hebreas que se repite que deletrea la palabra “Torá” en una secuencia fija dentro de los primeros 5 versículos de Deuteronomio. Comenzando con la letra hebrea “heh”, esa es la última letra del nombre de Moisés, y luego contando 48 letras, nosotros llegamos a la letra hebrea “reysh”. 48 letras más y tenemos la letra hebrea “vav”, y luego 48 letras más y nosotros tenemos la letra hebrea “Tav”. Es decir, tenemos la Torá deletreada al revés.

Ahora bien, esto no sería tan sorprendente si no fuera porque vemos un patrón similar al principio de los 4 libros de la Torá que vienen antes de Deuteronomio. En Génesis 1:1-5 encontramos un patrón repetido de la palabra Torá, deletreado al derecho (normalmente), con cada letra formando la palabra con un espacio exactamente de 49 letras aparte. Comenzando con la letra hebrea final de la palabra “al principio” (Bereshith), y luego contando cada letra 49, nosotros tenemos la palabra Torá deletreada.

Exactamente lo mismo sucede en Éxodo 1:1-6; comenzando con la letra final de la 2nda palabra (Shemot) en la frase de apertura “Estos son los nombres”, obtenemos la letra hebrea Tav. Luego, contamos precisamente 49 letras, y nosotros obtenemos un Vav; luego 49 letras más y tenemos un reysh, y luego 49 letras más y tenemos un heh, el cual forma la palabra Torá.

En Levítico cambia un poco. En Levítico, el libro sacerdotal, nosotros obtenemos el nombre divino YHVH deletreado con las letras Yud-Hey-vav-Hey ‘ con un espacio de 7 letras aparte. Comenzando con el Yud en la primera palabra de Levítico “y él convocó”, y luego contando cada séptima letra, obtenemos el nombre de Dios Jehová.

Cuando vamos al libro de Números, a nosotros se nos da, igual que en Deuteronomio, la palabra Torá deletreada al revés en un intervalo exacto. Comenzando con el primer suceso de la palabra “Moisés” en Números, nosotros tomamos el “heh” (la última letra del nombre de Moisés…. Mosheh) y luego contamos 49 letras y tenemos un reysh, 49 letras más y nosotros tenemos un Vav, 49 letras más y tenemos un Tav. Torá deletreada al revés.

Pero, nosotros vemos otro patrón; comenzando en Génesis tenemos la palabra Torá deletreada al derecho, en Éxodo Torah deletreada al derecho, en Levítico tenemos el nombre de Dios Jehová, luego en Números Torá deletreada al revés y finalmente en Deuteronomio Torá deletreada al revés.

El interlineado de la letra 49 es clave porque la misma es 7 X 7. Por supuesto que el número divino de Dios es 7, y que 7 sea el interlineado de las letras en el nombre de Dios en Levítico también es bastante asombroso.

Pero, la pregunta entonces sería, ¿por qué entonces el interlineado en Deuteronomio es uno MENOS que 49? ¿Por qué el espaciamiento de las letras de la palabra “Torá” 48 letras separadas y no 49? Te daré mi opinión y me gustaría que lo consideres como eso: mi opinión.

Deuteronomio es diferente de los primeros 4 libros ya que este es un sermón de Moisés. Los primeros 4 libros consisten en un grado u otro de oráculos directos de Dios que tienen como preámbulo palabras como, “y, el Señor dijo” así y así. Aquí en Deuteronomio es diferente. Esto trata de MOÍSES diciendo así y así. Sí, Moisés es el Mediador de Dios y él habla por Dios, pero Moisés no es Dios. Por lo tanto, el VALOR de lo que es la Torá de Moisés (instrucciones de Moisés) es, en comparación con el VALOR de lo que es la Torá de Dios (las instrucciones de Dios), es menos; precisamente UNO menos.

Todos hemos escuchado algo sobre el Código Bíblico y no hay duda alguna que lo que te he presentado no es sencillamente una anomalía matemática o una coincidencia. La misma no es un accidente; la misma fue puesta intencionalmente allí. Por lo que yo soy uno de los que ve cierto grado de validez al Código de la Biblia. Donde yo no estoy de acuerdo es cuando se dice que toda clase de secuencias de letras y letras encontradas en diagonales y así sucesivamente forman un “Código de la Biblia” que nos dice el futuro.

Con el enorme número de palabras y letras en la Biblia no hay duda alguna de que uno podría encontrar patrones falsos si uno los busca lo suficientemente. Pero yo no los veo como divino.

Por otro lado lo que te he presentado es lógico, racional e increíble; completamente alineado con los principios de Dios. Además (desde un punto de vista práctico) al incorporar este patrón subyacente, los errores copista y las redacciones y falsificaciones podrían ser vistos fácilmente porque un error ortográfico o una palabra que falta o una oración reorganizada podrían arruinar la secuencia exacta de la letra y conteo de números. Yo veo el asombroso patrón que se ha insertado en los primeros 5 versículos de la apertura de cada uno de los 5 libros de la Torá como la garantía de Dios para nosotros, y como una clase de “corrector ortográfico” antiguo que fue ciertamente el gran Yo Soy quien nos dio esta Biblia, y que es válido, y es acertada.

Afortunadamente el deambular está a punto de terminar; el pueblo de Israel está cerca de poseer la tierra que había sido oficialmente separada para ellos en el Pacto de Abraham 6 siglos atrás. Pero la posesión de la tierra no va a venir pacíficamente; el ejército hebreo de 600,000 hombres va a tomar la tierra a la fuerza de un número de pequeños potentados y poderosos reyes y reinos que, cuando se toman juntos en un término general, se llaman cananeos simplemente porque viven en la región general conocida como Canaán. Ninguna de estas personas tiene la intención de sencillamente entregar su territorio a Israel sólo porque afirman que su Dios se las ha dado como suya.

Este discurso de Moisés es aparentemente hecho por voluntad propia. Ciertamente, como Mediador de Dios, es Su lugar de dirigirse al pueblo de Dios como él vea necesario, según fue ordenado cuando el incidente de la zarza ardiente que lo que Moisés hablara era como si Dios lo hablara.

Abordemos de inmediato un par de asuntos: primero es este asunto que lo que estamos recibiendo de Moisés NO es un oráculo del Padre. A primera instancia podría ser un poco inquietante; pero en realidad la gran parte de la Biblia NO consiste de oráculos directos de Jehová sino que consiste de historia, cuentos, poemas, canciones, revelación progresiva y mucho comentario sobre el Señor y Sus mandamientos.

Un oráculo es una declaración divina directa e inequívoca atribuida directamente a la Deidad nombrada. En la Biblia, los oráculos MÁS directos de Dios están en la Torá y son las leyes dadas a Moisés en el Monte Sinaí. Los siguientes oráculos más directos provienen del Mesías de Dios, Yeshua, en el Nuevo Testamento; sin embargo, hasta la mayor parte de estos oráculos del NT son más que repeticiones y recordatorios de lo que Dios habló a través de los profetas del AT, o son exégesis de la Ley según se dio hace mucho tiempo atrás. Por supuesto, donde la mayoría de los creyentes se confunden es que piensan que lo que Yeshua ofreció y habló fue completamente nuevo, porque ellos no han leído ni se les ha enseñado la Torá y el AT.

Es bastante fácil saber cuando nos encontramos con un oráculo divino en contraposición a otra cosa, porque el oráculo divino generalmente comienza con las palabras: “… entonces Dios dijo” o “… Yehoveh le dijo a Moisés… “o algo a lo largo de esas líneas. En otras palabras, el NOMBRE de Dios fue invocado como el que ha ordenado que tal y tal cosa ocurriera o que una nueva ley sea promulgada. Nosotros asumimos con razón que las palabras de Jesús son como oráculo porque Él afirma ser Dios, que es (por supuesto) toda la base entera de nuestro cristianismo.

Sin embargo, no podemos dejar de notar que hay una diferencia en cómo Dios el Padre (o la Palabra en la forma de Espíritu de Dios) presenta su oráculo divino en la Torá en comparación con la forma en que Yeshua habló en el Nuevo Testamento; ya que Yeshua es este inescrutable hombre híbrido y Dios, Sumo Sacerdote y Mediador, Plebe y rey. Así que, aunque en general la iglesia pinta que Jesús abolió la Antigua Ley y dio a la humanidad una Nueva Ley, incluso Él claramente dice en Mateo 5:17-19 que este no es el caso. Más bien, Yeshua separó las Leyes de Dios (según fueron dadas a Moisés) de las tradiciones que los hombres habían desarrollado con el pasar de los siglos SOBRE esas leyes; Tradiciones que habían llegado a ser la base del Judaísmo (y la mayoría una mentalidad equivocada), y eran en ocasiones establecidas en contra del espíritu de la Torá. Y el Mesías también explicó y abundó en la intención divina del SIGNIFICADO de las Leyes de Moisés, y como muchas de las palabras de los profetas concernientes al Mesías venidero (ahora presente) estaban cumplidas en Él.  

El punto es que Moisés (aquí en Deuteronomio) está hablando como el Mediador oficial de Dios; pero Moisés está usando sus propias palabras (tan inspiradas como son) y está haciendo estas declaraciones no porque haya NUEVOS oráculos provenientes de Dios, sino porque Moisés ha decidido que es necesario en este momento. La mayoría de las palabras de Moisés son un recuento del viaje por el desierto y largas explicaciones de cómo la Ley para esta nueva generación de Hebreos, la mayoría de los cuales eran niños pequeños o aún no nacidos cuando Moisés recibió por primera vez la ley casi 40 años atrás, debía aplicar estas leyes en la nueva condición establecida con la que están a punto de encontrarse. La gran parte del tiempo, Cristo también está hablando como el Mediador de Dios (no obstante un Mediador mayor que Moisés), y por lo tanto Él no dice que él está invocando nuevas leyes ni tampoco cambiando leyes viejas.

El segundo asunto que me gustaría abordar concierne a la tan llamada Guerra Santa que Israel está a punto de comenzar para la conquista de la tierra de Canaán. Nosotros debemos tener cuidado de no ser absorbidos en un debate o una defensa que la actual Guerra Santa de los musulmanes en contra del mundo (llamada Yihad), es la misma cosa que Dios ha ordenado en la Torá con respecto a la toma de Canaán. Este es uno de esos muchos casos en que el significado de una pequeña frase cambia a lo largo de los años y adopta un contexto diferente; pero ese pequeño cambio en el significado puede tener consecuencias más grandes. He escuchado a voceros musulmanes, comentaristas de noticias, periodistas e incluso pastores discutir la Guerra Santa musulmana como siendo comparable a la Guerra Santa del AT de Moisés y Josué sobre Canaán.

La diferencia entre las dos es el día y la noche: la Yihad islámica trata sobre el convertir el mundo a su religión a la fuerza. La misma trata sobre un ejército de musulmanes estableciendo violentamente un califato mundial (es decir, una teocracia islámica de un mundo); la misma trata de matar a aquellos que deciden no convertirse como instrucción directa del Corán, (aunque el Corán parece dar algo de un pase a los judíos y cristianos que podrían tener sus vidas perdonadas si están de acuerdo en ser gobernados por el Islam y someterse completamente al gobierno Islámico).

NO hay pensamiento alguno en la Torá de la conquista de Canaán con el fin de difundir la religión de los hebreos a los extranjeros. Esta Guerra Santa que se aproxima no trata de convertir esas religiones cananitas paganas a la adoración de Jehová, y de matar a la resistencia. Más bien es una guerra sobre la tierra; un pedazo de tierra muy específicamente nombrado. De hecho, Moisés relata cuidadosamente en los próximos versículos cómo los Israelitas evitaron el conflicto con los edomitas y los moabitas siempre que fuera posible, porque estos gentiles legítimamente poseían la tierra que ellos habitaban ya que el Señor la había separado y asignado para ellos. ¿Te sorprende que Dios ordenara cierto territorio para gentiles, no israelitas, y luego haría valer su derecho a conservarlo? Bueno, realmente no debería. Aunque lo llamamos el Dios de Israel, Jehová hace claro que Él es el Dios de todos y todo; que Su reinado es supremo sobre la tierra, el universo y más allá. Así que, por supuesto, Él ha predeterminado quién vive donde, cuando, bajo qué circunstancias y demás, y eso incluye tanto a los gentiles como a los hebreos. El lugar que asignó para los hebreos fue Canaán.

Así que nunca debemos caer preso del argumento engañoso que lo que el Islam está haciendo actualmente es similar a lo que los hebreos estaban haciendo al conquistar a Canaán. Tampoco debemos imaginarnos que el terrorismo o el propósito del terrorismo y la mentalidad como siendo semejante a la conquista del AT de Canaán. El único reino terrenal de Dios fue estar dentro de los límites bien definidos de lo que estaba registrado actualmente como la tierra de Canaán, y no más allá. No había ningún mandamiento de convertir a los cananeos, ni tampoco había una orden para cometer genocidio sobre ellos. El objetivo era que los gentiles de Canaán fueran expulsados; sólo aquellos que decidieron quedarse y luchar hasta la muerte en lugar de irse estaban sujetos a ser asesinados.

Ahora escúchenme por favor: en tal vez la más extraña ironía, no es el “Dios del AT” quien le dice a Canaán y a otros extranjeros, “conviértete o muere” como tantos cristianos mal informados piensan (y está en el centro de la mayoría de la opinión cristiana sobre el AT, la ley, y el pueblo judío); más bien, el único escenario de “conversión o muerte” dirigido por Dios en la Biblia está en el NT, en el libro de Apocalipsis, cuando Jesucristo este dirigiendo a los Santos en la Guerra Santa (generalmente llamada Armagedón) en la cual a las únicas personas que se les permitira permanecer vivas en la faz del planeta son los que aceptan a Yeshua como Señor y Maestro. Armagedón es una batalla para toda la tierra, no para Canaán. No HAY ningún lugar para los que están en contra del Señor para mudarse.

Moisés por un corto tiempo, y luego su protegido Josué, dirigirá al pueblo de Dios en una batalla por un reino terrenal ubicado en un lugar específico.

Yeshua nos ha instruido, Sus protegidos, dirigir al pueblo de Dios en una batalla por un reino espiritual. Josué (su nombre hebreo dado siendo Yehoshua) conduciría una batalla usando lanzas y espadas; Jesús (su nombre hebreo dado siendo Yehoshua) nos ha instruido a bajar nuestras lanzas y espadas y a llevar a cabo una batalla usando principalmente nuestra fe, la verdad del Evangelio y nuestras obras amorosas. Sin embargo, cuando Yeshua regrese, Él luchará contra una sangrienta guerra física tal como Moisés y Josué estaban a punto de hacer.

Una cosa más sobre la Guerra Santa (y hago esto porque esto está en el núcleo de por qué el AT es tan calumniado y nuestro NT tan mal entendido): una Guerra Santa no es una que se lleva a cabo en el nombre de Dios, sino que es una realmente conducida por Dios. Es decir, se hace claro en la Torá que Dios ha pasado por delante de Moisés y Josué para derrotar a aquellos que están destinados a ser derrotados. Que en esencia todo lo que queda para que Israel haga en una Guerra Santa es entrar y recoger los pedazos; Dios entregaría al enemigo en sus manos. Se hace claro que Dios es el comandante supremo del ejército israelí, y también se hace claro que esta Guerra Santa es ordenada por el oráculo directo de Dios (no está a elección de Moisés o de Israel).

Una de las características de esta verdadera Guerra Santa bíblica es que la ley de Herem está en su debido lugar. La ley de Herem dice que el botín capturado debe ser destruido y esto es debido a que como el Señor es el Comandante Supremo, todo le pertenece a Él. En la manera de pensar hebrea el Señor Dios es literalmente un guerrero. La destrucción del botín es como un sacrificio para el Comandante Supremo, Jehová, porque la Guerra Santa Bíblica tiene muy poco que ver con la ganancia material. Así que la guerra Santa Bíblica (de la clase del AT) no es una guerra cuyo propósito es la conversión religiosa, ni la extracción de riquezas y el tributo de los vencidos, ni esclavizar al enemigo. Tampoco es una guerra para determinar quién gana; el resultado ya ha sido decidido.

Sin embargo generalmente cuando vemos las llamadas “Guerras Santas” luchadas en el NOMBRE de Dios (aunque NO hay absolutamente ningún oráculo de Dios para iniciar tal conflicto), estas guerras son de un carácter completamente diferente que las Guerras Santas dirigidas POR DIOS. Aquellas luchadas “en el nombre del Dios” en ocasiones se VEN más como Yihad islámico. Las mismas SON a veces sobre las conversiones forzadas, la esclavitud y la toma de botín y el pago de tributo por el enemigo (las Cruzadas siendo tal empeño, y la Inquisición otra).

En el versículo 3 nosotros obtenemos la ÚNICA fecha que nos ha sido dada en Deuteronomio: la misma fue el primer día del undécimo mes del año 40 que este discurso en particular de Moisés está siendo dado. Ahora sólo para estar claros, esto NO significa que han pasado 40 años y 11 meses desde que salieron de Egipto. La manera en que la Biblia cuenta los años (y también lo hace la arqueología) es que el año uno comienza en el 1er día y termina en el último día del undécimo mes. Por lo que cuando Israel se había ido de Egipto por, digamos, 3 meses, esto habría sido llamado el 3er mes del 1er año. En otras palabras, no hay un año llamado “cero”.

Por lo tanto, lo que nos están diciendo es que Israel se ha ido de Egipto por 39 años y 11 meses (un mes más y sería 40 años exactamente).

Y nosotros sabemos que las guerras con Madian y los Amorreos están detrás de ellos porque el versículo 4 habla de la derrota de Sihon y Og; por lo que tenemos un buen marcador en el tiempo.

Comenzando en el versículo 6 hay una retrospectiva del viaje a través del desierto e incluye un recordatorio de los poderosos actos que Dios realizó para que Israel lo viera a Él como su Dios. No es sorprendente que comience con la primera parte del viaje y por lo tanto no está hablando de la gente de la generación de Israel que ahora está delante de Moisés en Moab, sino más bien de la primera generación del éxodo (la generación anterior a la que ahora él se está dirigiendo) que ahora están todos muertos. Y Moisés les recuerda que Dios le dijo a Israel (de una manera bastante impaciente) que era tiempo de salir del Monte Sinaí y pasar a la Tierra Prometida que tanto tiempo Él había preparado para ellos.

El punto que no se perdió en esta nueva generación de Israelitas es que ellos PUDIERON haber nacido dentro de una tierra de leche y miel en lugar de adentro de una tienda de piel de cabra en un sendero polvoriento junto a un oasis desértico si tan sólo sus padres hubieran sido obedientes. Israel DEBERÍA ya haber estado establecido en Canaán, disfrutando de los frutos de la tierra, unos 38 años atrás. No dejes que tú y yo perdamos el mensaje de esto, ya que se aplica directamente a nosotros y a nuestra renuencia a sostener las victorias que Dios ya nos ha dado, pero que espera que vayamos hacia adelante y reclamemos en acción y hechos.

Israel estaba básicamente espiritualmente y físicamente dormido por durante 40 años porque carecían de fe. Ellos marcharon en círculos, marcando el tiempo, meramente existiendo. Ellos no estaban más cerca de la tierra prometida en el año 40 que cuando apenas había pasado un año después de que salieron de Egipto. 38 años atrás en vez de entrar hacia la promesa de Dios que el Señor les había ofrecido, ellos dijeron, “no gracias, parece un poco aterrador…..creo que vamos a volver a nuestras vidas anteriores en Egipto”. Usted ve el problema era que la primera generación creía en Dios, pero no confiaban en él. Constantemente irritaban a Moisés (y a Jehová) haciendo la pregunta retórica: “¿Por qué Dios nos trajo aquí al desierto sólo para morir?” Sabían quién era Jehová; creían que existía y que Él era su Dios. Pero no confiaban en Su capacidad para cuidar de ellos o su determinación de protegerlos y guiarlos. Y por consiguiente le tomó a Israel 40 años para obtener lo que pudieron haber tenido mucho antes. Santiago, hermano de Jesús, lo expone de otra manera en LBLA Santiago 2:19 Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. 20 Pero, ¿estás dispuesto a admitir, oh hombre vano, que la fe sin obras es estéril?

Este principio de Dios de la fe pasiva versus la fidelidad activa permanece. La aceptación de la redención es una cosa; actuando bajo las obligaciones que ahora uno tiene con Dios como persona redimida; y en los mandamientos de Dios que son realmente sólo para los redimidos de todos modos, es otra. Israel fue redimido ANTES de que Dios les diera sus Leyes y mandamientos. Pero, aun como un pueblo redimido ellos eran completamente inútiles para el Señor, Su Reino y Sus propósitos para ellos HASTA que estuvieran listos para confiar en Dios y actuar en esa confianza.

No puedo enfatizar lo suficiente que la actual actitud pasiva moderna del cristianismo es errónea e impotente. Nuestras doctrinas literalmente han convertido el principio de Dios expresado aquí completamente incorrecta. Nosotros hemos hecho nuestra aceptación de la redención de Dios (nuestra salvación) como la primera y última obligación o acto de obediencia al Señor que es necesario o requerido en nuestro caminar con Él. No. No. PRIMERO nosotros aceptamos nuestra redención (y como dice Pablo, eso realmente no debe ser considerado un acto de trabajo o una buena obra de nuestra parte) y una vez eso ocurre, AHORA se espera de nosotros que actuemos bajo nuestra confianza en Dios. ¿Y adivina qué pasa si no actuamos? Básicamente nosotros somos puestos en un estado de inactividad. ¿Quieres ser salvo y luego entrar en una animación suspendida? Bueno, el Señor tiene un nombre para esto: se llama “rebeldía”.

Cuando nosotros somos redimidos y luego se nos da conocimiento que TODA persona redimida tiene obligaciones que cumplir, y cada persona tiene un propósito para ser elegida para el Reino, el NO llevar a cabo esas obligaciones es desobediencia. ¿Te preguntas por qué has sido cristiano por 10 o 20 años o más y no pareces estar mucho más allá en tu caminar que cuando fuiste salvo por primera vez? ¿Sientes como si estuvieras caminando en círculos como los Israelitas y supieras en tu corazón que realmente no hay ninguna diferencia notable entre tú y el mundo? Entonces tengo una pregunta para ti: ¿Qué estás haciendo? Si usted no está haciendo de acuerdo a la voluntad de Dios, entonces tú estás exactamente donde Israel estuvo por 40 años. Si no confías en Dios e insistes en estar al margen, eso es desobediencia. Estás vagando y Dios está esperando y Él puede esperar mucho más de lo que puedes vagar. Pero, cuán miserable es nuestra condición cuando elegimos esa ruta. Cuán miserables fueron aquellos israelitas que no pudieron entender que creer EN Dios no es la misma cosa que CONFIAR en Dios lo suficientemente para vivirlo. Y la redención no es una buena obra del hombre; la redención fue entonces, y sigue siendo hoy, una buena obra de DIOS. Nuestras buenas obras son lo que sucede DESPUÉS de la redención. Y sin esas buenas obras, como dice Santiago, nuestra fe es una fe muerta.

En los versículos 6 y 7 Moisés llama a las áreas de tierra que se supone que Israel debe tomar: la primera que se menciona es el “país de las colinas de los amorreos”. Esto es clave para nuestro entendimiento en nuestra época, porque esta es la zona que es casi precisamente lo que hoy se denomina “Cisjordania”. Y, por supuesto, ¿acaso no sabes que los llamados palestinos reclaman esta tierra y dicen que los judíos no tienen derecho a ella? El país de la colina de los amorreos se menciona primero porque se convertirá en la zona central para Israel. Incluso hasta después de la época del rey Salomón cuando Israel se dividió en dos reinos (Efraín-Israel al norte y Judá al sur), este país de la colina se superpondrá en ambos reinos. Es montañoso, suave en el clima, fértil, y tiene buena agua disponible. Cuando el Señor habla de las montañas de Israel, Cisjordania es el área que se está describiendo.

Luego es la tierra de los Arabá, que está mayormente al norte del mar muerto. Incluye el valle del Jordán y las colinas que lo rodean; otra área muy rica, fértil y hermosa.

El Shephelah es esa área de tierra que podríamos ponerle como término “ladera” que corre a lo largo de la Costa Mediterránea; la misma es importante porque contenía puertos vitales que permitían el comercio y los viajes por medio de rutas marítimas a las islas del Mediterráneo, al sur del continente Africano y al norte de las zonas de hoy en día como Turquía.

El Negev también está incluido en la Tierra Prometida (y de hecho, por favor no llame a esta zona el NE-Jev; en hebreo no hay una “g” suave que suene como una “j”; todos los sonidos “g” son una “g” dura como en gota o garbanzo. Por lo tanto, se pronuncia Ne-Gev). El Negev es un área general al sur de las regiones montañosas y va hasta la Península del Sinaí; es en su mayoría desierto y es donde Beersheva y Cades Barnea se encuentran.

Y por último, por favor, tenga en cuenta que habla de la Costa del mar de los cananeos y del Líbano en cuanto al Gran Río. El Gran Río NO es el Río Nilo, es el Éufrates. Y esto hace sentido. La tierra prometida que el Señor expone va más al norte de lo que normalmente pensamos de ella, e incluye la Siria moderna y el Líbano. El Líbano es a veces referido en la Biblia como Lebohamath. El río Éufrates realmente fluye a través de Siria hacia Turquía. Y, durante los reinados de David y Salomón, esta zona era de hecho parte de Israel (a excepción de parte de la costa norte que se convirtió en Fenicia).

Nosotros discutimos hace unas semanas atrás que la descripción de la Torá de la Tierra Prometida difiere de la descripción de Ezequiel de la Tierra Prometida. Y, en esencia, la diferencia es que en Ezequiel la tierra se extiende un poco más al ESTE de lo que se habla en la Torá. Y yo ofrecí la explicación que la versión de Ezequiel toma lugar durante el tiempo del Reino Milenario. En cualquier caso, si Israel hubiera seguido las instrucciones del Señor mientras intentaban conquistar a Canaán, no estarían luchando por trozos de tierra como lo están hoy en día; ellos poseerían toda la tierra desde el Mar Mediterráneo hasta el Río Jordán, y desde el borde de la Península del Sinaí hasta la frontera sur de Turquía, un trozo sustancial y defendible de bienes raíces.

De los versículos 9 al 18, Moisés relata cómo él organizó a Israel, y cómo él estableció una jerarquía de gobierno y liderazgo. Nosotros no vamos a entrar en detalles, pero es informativo cómo esto NO sigue exactamente lo que vimos en el libro de Números; por ejemplo, en Números se dice que el suegro de Moisés Jetro observó a Moisés como el único juez y árbitro de Israel, y el pueblo que se encontraba en largas filas desde el amanecer hasta el atardecer, esperando que se escucharan sus asuntos. Y, fue Jetro quien le dijo a Moisés que necesitaba delegar la autoridad y sugirió un sistema para hacerlo.

En el recuento de Deuteronomio, Moisés dice, en esencia, que se frustró y agotó del proceso de juzgar y le dijo a los líderes tribales que necesitaba ayuda. Por lo que él instituyó su jerarquía secular de justicia/ liderazgo, que debió de haber implicado a centenares y a centenares de hombres de cada tribu. Aún más, mientras que en Números tenemos un indicio de que la gente tenía un gran decir en la elección de esos líderes y jueces, aquí en el versículo 13 Moisés le dice abiertamente que él le dijo al pueblo “que eligiera” a aquellos que estarían en autoridad sobre ellos.

Si ALGUNA VEZ hubo una descripción más sólida y un ejemplo de un sistema de gobierno democrático (o quizás mejor, un representante) en la Biblia, es este.

Y entonces Moisés dice que tomó líderes tribales (que significan hombres que habían heredado los derechos de autoridad entre su propia tribu), así como hombres sabios y dignos de confianza, a quienes el pueblo los había escogido y ordenado como líderes. Por lo que, aparentemente Moisés contribuyó en este proceso y probablemente pudo haber sugerido algunos hombres y rechazado a otros como líderes.

Mas a delante se explica que estos líderes de cada nivel (dependiendo de su área exacta de responsabilidad) deben ser hombres rectos; hombres que escuchan con cuidado y respetuosamente, y luego deciden con justicia. Además, ellos NO deben favorecer a un Israelita sobre un extranjero o viceversa. No deben considerar el estatus social, y no deben favorecer a los ricos sobre los pobres. Y, luego, hay una pequeña frase enterrada en el versículo 17 que realmente explica algo que tanto los judíos como los cristianos han dejado a un lado, cada uno por sus propias razones, y han producido resultados trágicos: “no temáis a ningún hombre, porque el juicio es de Dios”.

En otras palabras, dado que Dios y sólo Dios es el dador de la ley, estos líderes elegidos de Israel deben seguir las leyes de Dios y aplicar las repercusiones apropiadas atribuidas a cada violación. Las consecuencias de seguir las leyes de Dios son las de Dios de las cuales Él debe preocuparse, no estos líderes. Los hombres no tienen que decidir lo que es correcto y lo que está mal: simplemente deben aplicar lo que Dios ya les ha dicho que está bien y mal ante Sus ojos. Lo que está bien y está mal ante los ojos de los HOMBRES es tener poca o ninguna pertinencia en el proceso de juicio.

Permítanme poner esto de otra manera: la Ley (la Torá) tuvo que ser dada PRIMERO antes de que se estableciera un sistema de gobierno, de lo contrario los hombres no podían administrar adecuadamente la justicia. La justicia de Dios está completamente envuelta en Sus leyes. Sus Leyes no son sólo códigos y ordenanzas mecánicas o un sistema robótico de hacer y no hacer; parte integral dentro de la ley es el deseo del Señor y el llamado para la misericordia, el amor, la gracia y el perdón. Hoy en día, el estado judío de Israel es casi completamente secular y no tiene ninguna consideración por las leyes de Dios, por lo que han inventado su propio sistema e instalado sus propios ideales de acuerdo con sus propias filosofías, y los resultados son evidentes. Dentro del cristianismo nos hemos dividido en literalmente miles de denominaciones, y la unidad y la hermandad es un recuerdo distante; algunas denominaciones, incluso han negado a Jesús como Salvador, otros negando a su deidad, y otros negando la palabra escrita de Dios como inerrante o incluso como algo más que un poema y una fábula. Casi TODOS los cristianos niegan que el sistema de justicia de Dios ya no existe más. Al poner a un lado las Leyes de Dios en la iglesia, nosotros no podemos “temer a ningún hombre, ya que el juicio es de Dios”. En cambio, nuestros juicios son de hombres que utilizan los estatutos de una denominación particular y los artículos de fe como su norma, basándose en la creencia de que lo que hacemos es según lo que parece correcto “a nuestros corazones”. Y los resultados de dejar de lado las leyes de Dios en favor de lo que reside en “nuestros corazones” son evidentes.

Seguiremos en el capítulo 1 la próxima vez.

Deuteronomio Lección 1 Introducción

Deuteronomio

Lección 1 Introducción

Hoy nosotros comenzamos el estudio del final, el 5to libro de la Torá, el libro de Deuteronomio. Hemos recorrido un largo camino, ¿verdad? Hasta este punto de la Torá hemos visto la creación del mundo y de la humanidad, la destrucción del mundo (y todos menos 8 humanos) por un gran diluvio y luego la repoblación muy rápida de la tierra. Hemos visto la creación de un pueblo apartado para Dios, porque el mundo (después del Diluvio) volvió a ser rápidamente malvado y se apartó de Él. Esto automáticamente quiere decir que el mundo estaba dividido y separado en dos grupos distintos: el pueblo de Dios y todos los demás. El pueblo de Dios son llamados hebreos, todos los demás son llamados gentiles.

Los hebreos NO fueron elegidos por ningún tipo de mérito especial de su parte; ni fueron elegidos porque eran un pueblo poderoso (porque no lo eran). La razón exacta por la que fueron elegidos no se indica precisamente en la Biblia. En momentos más tarde Dios dice que él eligió a Israel debido a su amor por los Patriarcas Abraham, Isaac, y Jacob (aunque ésta es una razón muy amplia y no especificada de Su selección, inespecífica de Su selección).

El Señor ha emitido dos pactos principales, AMBOS para Israel: el primer pacto fue para Abraham que de él saldría el pueblo hebreo (más tarde llamado Israel) y que recibirían una asignación especial de tierra para los suyos; y el segundo pacto en el Monte Sinaí (la ley) fue emitido a través de Moisés a una nación de gente llamada Israel. Este segundo pacto estableció exactamente cómo Israel debía vivir la vida redimida que Dios esperaba de ellos; por lo que consistía en ordenanzas y reglas civiles, religiosas y morales. Estas leyes debían ser obedecidas de manera explícita y completamente sin cuestionarse. Sin embargo, estas leyes también eran un ideal que reflejaba la pureza y el patrón del Cielo mismo, e Israel nunca fue capaz de seguir estas leyes y sus principios y patrones a ningún grado razonable.

Israel, según Deuteronomio comienza, es en este momento un pueblo sin un país. Ellos fueron formados y crecieron como una nación en el vientre de la bestia, Egipto. Dios los rescata de la bestia, los redime, y ahora les ha dado sus leyes y mandamientos para que puedan conocer el carácter de Dios y lo que le agrada y le desagrada a Él. Al obedecer estas leyes y observar las ocasiones santas especiales, la armonía con Dios podría ser lograda; la desobediencia y desprecio por ellos trajo la ira de Dios sobre sus cabezas. Jehová también ha establecido un grupo élite de personas DENTRO de SU pueblo separado en general: este grupo es la tribu de Levi el cual debe ser Sus sacerdotes y siervos y guardianes de la santidad del Señor en la tierra.

En este momento, Israel (los 3 millones de ellos) está parado en el borde oriental del río Jordán, en Moab, no muy lejos de Jericó y Moisés está a punto de dirigirse a ellos en un discurso emocionante.

Es este discurso el que forma la base de Deuteronomio.

Yo les felicito a todos ustedes por mantenerse aquí conmigo ya que hemos pasado un poco más de 3 años para llegar a este punto en nuestro estudio de la Torá. La mala noticia es que terminaremos nuestro 4to año juntos antes de completar el libro de Deuteronomio y graduarnos de la Torá hacia los próximos libros de la Biblia hebrea, el Tanach. La buena noticia es que a diferencia de lo que muchos de ustedes podrían haber escuchado, o tal vez asumido, Deuteronomio NO es en absoluto una repetición de los primeros 4 libros de la Torá, ni es un resumen. Entonces, ¿qué podemos esperar de Deuteronomio?

Bueno primero, echemos un vistazo al nombre (Deuteronomio) en sí. Deuto proviene del griego deuteronomion touto que significa “la segunda ley”. Como he afirmado en numerosas ocasiones al traducir el hebreo original a otro idioma, griego, y luego del griego al latín; y luego de latín a Inglés, el mismo está lleno de problemas como puedes imaginar (y yo he señalado algunos durante nuestro tiempo juntos). No sólo tratamos con diferentes lenguajes, sino también con diferentes culturas; así que, lo que una palabra indicaba en una lengua y cultura, no siempre tuvo una contraparte directa en otra lengua y cultura. Esto ha conducido a cientos de versiones Bíblicas en existencia hoy en día, cada uno de los cuales tiene sus ventajas y desventajas para el estudiante que estudia seriamente la Biblia. El título de este quinto libro de la Biblia es una víctima de estas variaciones lingüísticas y culturales.

Los hebreos NO nombraron los libros de la Torá. Más bien, ellos hablaron de los mismos usando las primeras palabras que comenzaban cada libro. Las primeras palabras de nuestro nuevo libro son “estas son las palabras”; por lo que los hebreos al principio simplemente se referían a la misma como elleh ha-Devarim (el cual es “estas son las palabras” en hebreo). El nombre popular actual en hebreo es Sefer Devarim (el libro de estas son las palabras), e incluso generalmente eso se acorta a sencillamente Devarim.

El término Deuteronomio proviene realmente de un error al entender el significado del capítulo 17 versículo 18 que dice, “Esto es una COPIA de la enseñanza” de Moisés. El Deuteronomio griego no significa “copia” significa SEGUNDO…..como en “otro”. Por lo que mientras el hebreo tiene como intención “copiar”, el griego tiene como intención “segundo”. Pero el propósito de este libro NO es como un segundo conjunto de leyes (una segunda Torá), sino que sencillamente una copia de lo que Moisés enseñó anteriormente, ligeramente ajustado para la diferencia en las circunstancias entre vagar en el desierto como beduinos, versus vivir una vida establecida en Canaán.

Con todo lo dicho, por el bien de la comunicación en nuestra lengua materna del español, usaré la palabra “Deuteronomio” porque es la que todos conocemos.

El texto existente más antiguo de Deuteronomio se remonta al siglo 9 y se llama el Texto Masorético (el cual incluye toda la Biblia hebrea).

Sin embargo, el descubrimiento y la traducción de los Rollos del Mar Muerto (que datan antes de la época de Cristo) contiene muchos fragmentos grandes de Deuteronomio y la examinación ha demostrado que son casi idénticos con el Texto Masorético (a excepción de pequeños errores de ortografía o errores de copista o diferencias gramaticales). Así que lo que tenemos disponible para nosotros hoy, es exacto al menos 100-200 A.C.

Muchos estudiosos modernos tienen una afinidad por tratar de refutar la autenticidad de los 5 libros de Moisés (y la mayoría de la Biblia para ese caso). El método principal que utilizan para eso se llama Crítica Literaria; otra se llama Crítica Textual. La idea, en general, es examinar los textos antiguos para determinar si lo que se escribió tiene sentido para la era que afirma haber sido escrito; y buscan señales de que tal vez se hayan incorporado más de un estilo de escritura (indicándole a ellos que varios escritores estuvieron involucrados), e incluso si lo que se dijo es apropiado para lo que se conoce arqueológicamente sobre esa era. Por lo tanto se dice que Deuteronomio ha sido escrito en el siglo VIII A.C. no en el siglo XIV o XIII (que es probablemente cuando Moisés estaba dirigiendo a Israel fuera de Egipto).

Permítanme asegurarles, sin embargo, que no hay necesidad de creer en este tan llamado último hallazgo científico que se aproxima más a una moda pasajera. Primero, esto algo menos científico. No hay “pruebas” o “normas” para medir si estas personas están o no están correctas. Esto todo tiene que ver con especulación que gira alrededor de su visión común del mundo subjetivo. Esto no es nada diferente a la reciente serie de películas de Hollywood acerca de los hombres cavernícolas y cómo los dinosaurios debían haber vivido y operado en el entorno terrenal primitivo. Los mismos eruditos que se niegan a reconocer la exactitud de los antiguos documentos hebreos que llamamos la Biblia porque (para ellos) no hay suficientes documentos escritos de otras sociedades de esa época que verifiquen la veracidad del contenido son los mismos que encuentran esqueletos de animales o humanos, algunas pinturas rupestres descoloridas, cabezas de lanza, y otros artefactos dispersos y hacen largometrajes de larga duración mostrando hombres peludos gruñendo el uno al otro, luchando contra mujeres igualmente peludas, a la misma vez que comen de la costilla de un Mamut crudo. Y, por supuesto, siempre debe haber los enormes (y ahora extintos) reptiles corriendo en manadas e interactuando (incluso comunicándose inteligentemente) con otras criaturas de maneras muy específicas. En lo que a mí respecta ninguna de estas criaturas, humano peludo o gigantesco reptil de piel de lagarto, nos han dejado ningún documento escrito de estos días “cavernícolas”. Pero estos científicos no parecen tener ningún problema en insistir que su visión del pasado antiguo con la más escasa evidencia verdadera es la correcta.  

Si bien es MUY probable que las redacciones de todos los libros de la Torá han ocurrido hasta cierto grado a lo largo de los siglos, la realidad es que cada fragmento de la Torá siempre encontrada (desde cualquier época) coincide estrechamente entre sí. La evidencia es que Deuteronomio fue parcialmente escrita por Moisés (o más probablemente su escriba), así como algunos otros contribuyentes porque parte de Deuteronomio mira hacia atrás a un tiempo después de la muerte de Moisés.

¿Podría haber habido alguna redacción tomado lugar en el siglo VIII, el momento en que algunos eruditos dicen que el libro de Deuteronomio fue creado en realidad por primera vez? Ciertamente y es muy probable; sin embargo, decir que el cuerpo principal de este libro fue escrito por primera vez 500 años después del éxodo, es nada más que la forma más insolente del intelectualismo Judeo-Cristiano moderno secular o liberal judeo-cristiano que busca armonizar la Biblia con lo que sea actualmente políticamente correcto y popular entre sus colegas académicos.

De hecho, en el cristianismo más antiguo no había ningún otro concepto que no fuera la Torá escrita por Moisés; incluso en la religión más antigua del judaísmo no había pensamiento ni desacuerdo en contra de que la Torá había sido escrita por Moisés. Encontramos a Philo y Josephus, por ejemplo, insistiendo en una Torá escrita por Moisés. No fue hasta finales del siglo XVII y comienzos del XVIII en Europa, durante el Período de la Ilustración (cuando el humanismo secular fue inventado y la religión fue vista por estos filósofos de la Ilustración antisemita como una actividad poco inteligente de la masas sin educación) que las primeras objeciones académicas a la Torá siendo auténticas surgieron. Es difícil para mí poner la arrogancia y la irracionalidad de esta línea de pensamiento en un molde bastante severo; académicos de 3000 años después de el hecho quieren discutir con los escritos de los historiadores que estuvieron presentes, o por lo menos 2000 años más cerca, de los acontecimientos reales a medida que se desarrollaron y decirle que vieron y que no vieron. Y, que lo qué vivieron no lo percibieron correctamente. Yo rechazo esto abiertamente.  

Deuteronomio va a ser un libro sorprendente para la mayoría de ustedes. Va a sorprender principalmente en los conceptos que tan maravillosamente y articuladamente presenta acerca de Dios, la tierra de Canaán, la ley, y otros temas importantes. De hecho, quisiera presentarles que Deuteronomio es la versión de Moisés del sermón del Monte de Yeshua. He aquí porqué:

Moisés comienza este libro recontando cómo es que Israel llegó a donde está en este momento. Y al hacerlo él explica en al menos 50% de todas las leyes dadas en el Monte Sinaí. En otras palabras, él repasa casi toda la Ley, punto por punto, y le dice a Israel qué es lo que deben concluir que es el propósito de Dios para esta Ley.

Nosotros vamos a encontrar que Moisés toma la ley de un nivel mecánico puramente físico, a un nivel espiritual superior de los principios divinos de Dios que gobiernan todas las cosas, en cualquier lugar durante cualquier época. Él explicará POR QUÉ ciertos rituales fueron establecidos de la manera en que fueron, cuál era su propósito espiritual, los principios de Dios detrás de los mismos y por lo tanto, por qué son importantes y deben ser obedecidos según han sido ordenados.

Por lo tanto, tenemos a Moisés diciendo que esta es la Ley que fue promulgada en el Monte Sinaí, 40 años atrás, y esta es la forma en que la primera generación del éxodo lo había practicado hasta ahora; sin embargo, voy a decirte lo que todo esto significa y al nosotros prepararnos para entrar a la tierra prometida, así es como nosotros debemos entenderlo y cómo debemos ejecutar las instrucciones de Dios cuando nosotros nos establezcamos allí.

Y, por supuesto, lo equivalente del discurso de Moisés en el Nuevo Testamento del discurso de Moisés, tenemos a Yeshua, en el libro de Mateo, haciendo básicamente la misma cosa. Moisés tomó la ley primordialmente de lo físico/comportamiento a un plano más espiritual en Deuteronomio; y en el Sermón del Monte Jesús tomó el elemento espiritual que Moisés le dió a la ley en Deuteronomio (gran parte de los cuales se había perdido) y lo mueve a un nivel espiritual aún MÁS ALTO y MÁS PURO. Jesús dice (y yo parafraseo) ‘aquí podemos ver como históricamente tus antepasados pensaron sobre este mandamiento de Dios, y como las tradiciones de los hombres la han afectado, pero Yo estoy aquí para decirte qué significa de aquí en adelante y como es en el Cielo.’

Nosotros tenemos al primer Mediador de Dios, Moisés, explicando sobre el ideal de la ley en Deuteronomio; y tenemos al segundo y mejor Mediador de Dios, Yeshua, explicando sobre el ideal de la ley en el libro de Mateo. La razón y las condiciones para la primera explicación de la Ley en la Biblia, por Moisés, era su cercanía a morir y la entrada subsecuente del pueblo de Dios a la Tierra Prometida de Canaán, el reino terrenal de Dios. La razón y las condiciones para la SEGUNDA explicación de la Ley en la Biblia por Yeshua era Su cercanía a morir y la entrada subsecuente del pueblo de Dios al Reino de Dios, un reino espiritual.

Yo espero que esto les haga sentido, por un sinnúmero de razones. En primer lugar, si usted puede entender el paralelo que acabo de hacer para usted, entonces usted tiene un buen contexto básico para entender Deuteronomio. En segundo lugar, esto es una prueba adicional de los patrones establecidos por Dios que comienzan en Génesis y que nunca terminan. Los mismos se repiten, una y otra vez; pero a medida que continuamos estudiando a través de la Biblia nosotros vemos que estos patrones comienzan como meramente polvo y barro (físico) y progresivamente se mueven a un plano espiritual aún mayor hasta que al final de la Biblia todas las Leyes y patrones establecidas por Jehová alcanzan la absoluta y ultimada perfección espiritual y esencia que Jehová ha planeado y ordenado para Su creación, porque esencialmente va a llegar un momento cuando las líneas entre los Cielos y la tierra comiencen a desvanecerse y eventualmente se fusionen en una. En tercer lugar, esto ayuda a establecer que la “Novedad” del tan llamado Nuevo Pacto (o Nuevo Testamento) NO tiene que ver con un conjunto nuevo de principios, o de principios adicionales, o de algunos principios (leyes) abolidas y sustituidas por otras diferentes; más bien, la novedad es que el Mesías del AT finalmente ha llegado, y Él es Yeshua de Nazaret, y todo lo prometido ha venido con Él o (en algunos casos) el proceso ha sido avanzado hacia el último Mundo Venidero. En otras palabras, el empecinamiento constante que siempre hemos escuchado en la iglesia sobre el amor, la gracia, la paz, la misericordia y la redención siendo una NUEVA revelación que es el núcleo del sistema del Nuevo Testamento, sencillamente no es verdad; el mismo se introdujo por primera vez en la Torá, y gran parte del mismo aquí mismo en Deuteronomio.

Ahora permítanme comentar sobre otro aspecto del Sermón del Monte paralelo a cuando Moisés se dirigió en Moab al pueblo de Israel (en realidad se dirige en una serie 3 veces en Deuteronomio): esto fue más un sermón que una reinterpretación del código de leyes dado como un oráculo de Dios en el Monte Sinaí.

Es por eso que el SERMÓN del Monte se llama un SERMÓN y no un “oráculo”. Fue Jesús predicando y enseñando SOBRE la Ley, no Jesús creando una SEGUNDA o NUEVA ley. Así mismo fue en la montaña en Moab con Moisés como orador: él estaba predicando SOBRE la ley, no haciendo nuevas leyes o cambiando las viejas. Así que lo que estudiaremos en Deuteronomio les ayudará a establecer el contexto no sólo para los libros que le siguen inmediatamente (como Josué y Jueces), sino también para el Nuevo Testamento.

Quizás una de las cosas más difíciles para un cristiano que ha llegado a comprender la era de restauración en la que hemos entrado, y la realidad que Israel está en proceso de tener la antorcha del Evangelio dada de nuevo a ellos por los gentiles que tomaron la iniciativa de evangelizar por alrededor de 1900 años, es cómo acercarse a esa sección de la Biblia que ha sido relegada al zafacón por tanto tiempo: el Antiguo Testamento. Nosotros, que hablamos con tanto cariño de las raíces hebreas de nuestra fe, hemos luchado junto con el resto de nuestros hermanos y hermanas en Cristo que forman la porción más grande y corriente de la Iglesia sobre cómo lidiar con el antiguo código de leyes que encontramos en la Torá. ¿Cómo un cristiano moderno guarda la Torá? ¿Debemos evitar usar ropa de tela mixta? ¿Debemos nosotros restablecer una sociedad donde los hombres decidan todo? ¿Debemos nosotros solo comer alimentos cultivados bajo las ordenanzas bíblicas kosher? ¿Debemos nosotros restablecer las ciudades de refugio para los que matan accidentalmente? ¿Debemos nosotros celebrar las Fiestas Bíblicas y observar el Sabbath judío? Hombres, ¿debemos nosotros adoptar tradiciones judías rabínicas como el uso de kippahs y la barba y la lectura de los libros de oración judío? ¿Debemos insistir en que nosotros nos sentemos en un lugar aparte de nuestras esposas durante los servicios congregacionales?

¿Mujeres, deben ustedes verse como impuras durante su periodo menstrual, alejarse de sus esposos y sumergirse en un Mikvah al final del ciclo menstrual? Como puedes ver lo que sucede es que Moisés en Deuteronomio dirige la atención al hecho que el asunto al que él se está dirigiendo en Moab no es si estas leyes y principios todavía existen, sino más bien como aplicarlas y ré-aplicarlas en las condiciones de la sociedad y en varios lugares. Yeshua hizo esencialmente lo mismo, pero Él estaba preocupado en Su Sermón con algo que Moisés no tenía que enfrentar; Moisés no tenía que decirle a la gente que la Ley continuaría porque él se dirigía al pueblo de la ley y cualquier pensamiento de que la Ley sería terminada era impensable.

Pero 1300 años más tarde en una colina mirando hacia Galilea, Yeshua estaba hablándole a una multitud de judíos y gentiles y Él necesitaba hacer claro que nada de lo que Él dijo debía interpretarse como la abolición de la porción más mínima de la Ley, ni tampoco cambiando los pronunciamientos de los profetas. De hecho, no hasta que el cielo y la tierra pasaran (Él dijo) podría tal cosa incluso ser contemplado. Y, por supuesto, encontramos ese discurso en Mateo 5. Por lo tanto, mis hermanos, presten mucha atención a Deuteronomio porque veremos cómo una sociedad ha evolucionado después de 4 décadas y, por consiguiente, la necesidad práctica de cambio en los detalles de observar la Ley para dar cuenta de su nueva condición. Estamos en el mismo barco, hoy en día.

Deuteronomio, al igual que todos los demás libros de la Biblia, no fue escrito por sí solo. No es un libro independiente. Deuteronomio, al igual que el Nuevo Testamento, será malinterpretado y mal aplicado si uno no lee y entiende lo que vino antes del mismo como fundamento. Deuteronomio asume (como Moisés asume) que muchas de las cosas que se discutirán han sido conocidas y asimiladas en la vida cotidiana de los hebreos durante bastante tiempo. Por lo que Moisés no va explicar sus términos porque los mismos eran de conocimiento general; él no repetirá COMPLETAMENTE la ley de éxodo o Levítico o Números cuando él quiera predicar sobre ella; en su lugar, él sólo va a referirse a cierta ley o mandamiento en forma abreviada porque es algo que ellos entendían. Moisés hablaría de incidentes como el Becerro de Oro, y el asunto Balaam y Balak, y hasta hablaría de “lo que le pasó a Miriam”. “Lo que le pasó a Miriam” fue tan infame y estaba tan inculcado en la mente de la gente que él no iba a explicar lo obvio (que fue castigada con una enfermedad de la piel por su rebelión y exiliada del campamento hasta que terminó su enfermedad).

Deuteronomio tuvo un enorme efecto en el desarrollo de la Tradición Judía que vendría más allá en el futuro. Pero hasta antes de eso, los profetas que trajeron los oráculos de Dios a Israel por parte Suya usarían el lenguaje y las imágenes que Moisés usó en este inigualable libro. Casi 200 de los 613 mandamientos originales de la Torá vienen de Deuteronomio. El método que Moisés expone en la Ley está más cerca de como los Rabinos (al menos al principio) comentaron sobre la Ley, por lo que la Halakah Rabínica (dictámenes Rabínicos judíos) tienen una forma y un protocolo mucho más similar a Deuteronomio que a los 4 libros anteriores de la Torá.

Deuteronomio forma una parte importante de la liturgia judía antigua y moderna; por ejemplo el Shema (el Escucha O Israel) de Deut. 6: 4-9 tiene un lugar primordial en el servicio de una sinagoga judía. Otras frases de Deuteronomio son intercaladas en oraciones estándares judías como la Amidah y el Aleinu.

Con el fin de prepararles mejor para estudiar este tremendo libro, me gustaría sentar algunas bases de las premisas principales que se discuten para que ustedes puedan estar buscándolas.

J.H. Tigay, un estudioso hebreo, ha hecho un maravilloso trabajo en evaluar los primeros temas que forman a Deuteronomio, y como sería difícil para mí mejorarlo, lo voy a exponer según esta.

En la parte superior de la lista está el principio principal y más fundamental que afianza a Deuteronomio, el monoteísmo. Aunque para nosotros los cristianos modernos y los judíos esto no parece ser una gran revelación, el principio de que hay un solo Dios era algo casi incomprensible para la mente del hebreo y del gentil de aquella época.

A lo largo de nuestros años de estudio juntos he intentado señalar la realidad ineludible de que cuando el AT dice cosas como “dioses”, plural, y “Dios de dioses y Señor de señores”, esto sencillamente reflejaba lo que toda cultura humana creía: que habían muchos dioses y cada nación tenía sus propios dioses que presidieron sobre un territorio en particular.

Además, aunque Israel creía en un Dios, no era que hubiera una suma total de un Dios en existencia…..es que en su peculiar caso, su Dios sólo les permitía TENER un solo Dios. Que Él no toleraba ninguna competencia. Como resultado, para la mente de los hebreos y a todos los que rodearon a los hebreos, Israel era pobre en Dios. ¡Tener UN solo dios era francamente vergonzoso!

Yo, también he intentado señalar que a través de las primeras 4/5ta de la Torá, nosotros realmente no encontramos a Jehová (o Moisés o cualquier otra persona en lo que respecta) forzando la idea de que no es que a Israel se le permite sólo un Dios, es que sólo hay un Dios en existencia y Él es el Dios de todo el mundo y todas las cosas. Bueno, esto es algo que se aborda aquí en Deuteronomio y Moisés deja claro que no hay sino un solo Dios, punto. Y, es un concepto que no es particularmente bien recibido por los Israelitas, ni tampoco es tomado en serio ya que vemos al pueblo de Israel pasar de apostasía en apostasía, adorando a un dios detrás del otro, y sufriendo grandemente por eso.

El siguiente tema importante que encontraremos en Deuteronomio es Lealtad a Jehová. La lealtad va de la mano con la corriente de pensamiento monoteísta. La lógica es que si hay un solo Dios, y este Dios ha decidido bendecir a Israel sobre todas las demás personas, entonces la respuesta obvia es una lealtad absoluta para Él. De hecho, Israel no sólo no debe volver a adorar a otros dioses o cosas como las estrellas, y la luna, y los cometas…. sino que deben destruir los templos, los altares y los lugares altos de estos no-dioses en toda la tierra de Canaán.

Luego nosotros encontramos que Moisés discute el Concepto entero de Dios. Un hombre que había sido cristiano durante al menos 50 años me dijo hace varios meses atrás que no fue hasta que estudió la Torá con nosotros que se dio cuenta de que él no sabía quién era Dios. Y, estoy de acuerdo con él totalmente. Es en la Torá, y principalmente en el libro de Deuteronomio, que obtenemos un retrato majestuoso y conciso de los atributos de Dios de tal forma que podamos entender quién Él es más profundamente de lo que podemos sólo estudiar en los documentos del Nuevo Testamento.

Por ejemplo, la cercanía con Dios es refinada aún más; Dios vive en el Cielo, pero es Su presencia la que habita con Israel. No fue Dios quien estaba en el fuego en la cima del Monte Sinaí; más bien fue el Kavod del Señor, Su gloria. El Señor no se ha movido del Cielo hacia el Santuario de la tienda (el Tabernáculo del Desierto), pero su Shekinah está allí sobre el Arca del Pacto. En otras palabras, según les dije anteriormente, Moisés toma la naturaleza física típica del mundo de los dioses falsos que están presentes, totalmente o parcialmente, en la tierra (a menudo en las formas de los animales o un Faraón o un río) y lo hace obsoleto; más bien, Moisés invoca la espiritualidad y el que Jehová no tuviera forma como su verdadera esencia.

Sin embargo, Jehová es un Dios con algo parecido a las emociones; Él es el Dios que ama, y se enfada, e incluso se pone celoso. Él no es un ser lejano que pone el mundo en movimiento, le da a la humanidad reglas para vivir, y luego toma unas largas vacaciones con un letrero que diga no molestar colgando en su puerta. Este es un Dios que desea la intimidad con la gente que lo ama a Él.

Luego, se afirma el tema de la relación del Pacto entre Dios e Israel. Los primeros dos pactos son revisados y discutidos. Y, en el capítulo 26, Moisés subraya que aunque la relación de Pacto tiene como fundamento tanto elementos legales como elementos religiosos, esa relación entre Dios e Israel va mucho más allá de lazos emocionales y espirituales…..o espiritualizado; más bien, los Israelitas tienen obligaciones definibles y específicas que deben cumplir. Cumplir con estas obligaciones refleja una actitud adecuada y demuestra la intención de Israel de ser obediente a la MANERA en que el Señor ha ordenado que se lleven a cabo muchas de estas obligaciones, y esto es parte integral de esta relación de Pacto.

Hay mucho que la iglesia moderna puede aprender de esto. Este tema de Pacto va hasta grandes medidas para aclarar que la acción física debe acompañar la fe espiritual de Israel. Que el tratar de separar los dos es una locura. En otras palabras, las OBRAS son una parte indispensable del caminar de un creyente con Dios. Hoy en día, las obras son prácticamente una palabra de 4 letras dentro del Cuerpo de Creyentes. Todo ha sido espiritualizado hasta el punto de que lo que nosotros HACEMOS es completamente secundario a lo que SENTIMOS; que una vez que hayamos aceptado a Yeshua como nuestro Salvador, NO tenemos más obligaciones con el Padre…..todo se convierte en opcional.

El libro del NT de Santiago aborda esto directamente. LBLA Santiago 2:26 26Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta. Pero, esto no era una idea nueva; las obras junto con la fe era estándar dentro del judaísmo porque el concepto se encuentra en la Torá y explicado aquí en Deuteronomio.

Esto va a tomar algunos de ustedes por sorpresa el que otro tema importante de Deuteronomio es el amor. El amor que se discute es principalmente sobre el amor de Dios hacia Israel y a un grado menor a toda la humanidad. Este lazo de amor también se refleja en el pueblo de Dios, no sólo hacia Dios, sino también hacia el uno al otro y a los forasteros.

Quién Israel es, ante los ojos de Jehová, también es fundamental en Deuteronomio. Israel es una nación cuyo Dios y rey es Jehová. Israel es como un hijo para Dios ya que Él los creó, los redimió, los guió por el desierto, pelea por ellos y los protege y ha escogido a Israel entre todas las naciones de la tierra para tener una relación especial única con Él.

Otros temas que se discutirán detalladamente en Deuteronomio es la Tierra que ahora es Israel; la Ley y la necesidad de permanecer seguros dentro de los límites del comportamiento y pensamiento que el Señor ha ordenado para Israel. Uno de los temas más interesantes que descubriremos es el proceso de centralizar el lugar de la Adoración de Sacrificio. Es decir, una vez que Israel esté en posesión de la tierra prometida, habrá UN solo lugar común donde todos deben traer sus sacrificios, donde reside el ÚNICO lugar de expiación autorizado.

Y como es tan central para el judaísmo y el cristianismo hoy en día, el tema del humanitarismo se centra en Deuteronomio.

Los huérfanos, las viudas, los pobres, los enfermos, los esclavos, los forasteros que viven entre Israel, incluso los animales y los soldados capturados reciben atención ya que se le exhorta a Israel a ser compasivo, en todo sus tratos con las criaturas de Dios.

Así que a pesar de esta falla terrible que ha sido un pilar de la doctrina de la iglesia durante siglos que en el Antiguo Testamento nosotros tenemos al Dios enojado, el Dios vengativo, el Dios legalista y sediento de sangre…. pero en el Nuevo vemos al Dios Pacífico, el misericordioso y al Dios sacrificado, el Dios de la gracia y el Shalom…… está noción es completamente destruída no sólo cuando uno estudia los primeros 4 libros de la Torá, sino particularmente cuando uno estudia Deuteronomio.

Y, ese estudio va a comenzar en serio la semana que viene.

Números Lección 36 Capítulos 35 y 36 fin

Números

Lección 36 Capítulos 35 y 36 fin

Esta semana nosotros traemos nuestro estudio del libro de Números a una conclusión. Yo espero que ustedes hayan estado sorprendidos con la cantidad de historia, precedentes legales y establecimiento de los principios de Dios que nosotros encontramos aquí, y que hayan podido ver que esto no es para nada un aburrido registro de conteo como el nombre puede implicar.

La semana pasada nosotros comenzamos con Números 35; y ese capítulo discute el establecimiento de lo que equivale la herencia de la tribu de Levi en la Tierra Prometida; y esto debía ser la asignación de 48 ciudades para los Levitas. Estas ciudades debían estar esparcidas a través de la tenencia de tierra de las 12 tribus de Israel, la localización seleccionada por los 12 líderes de tribu. Seis de esas ciudades serian designadas como ciudades de santuario, con 3 de ellas localizadas AFUERA de la Tierra Prometida al ESTE del Río Jordán dentro de los territorios de Rubén, Gad, y la 1/2 de la tribu de Manasés.

Vamos a volver a leer Números capítulo 35:13-hasta el final.

Volvamos a Leer NÚMEROS CAPÍTULO 35:13 – hasta el final

Aquí hay un concepto que necesita ser discutido y ese concepto es santuario. Otra palabra que podría ser sustituida por santuario es asilo. ¿De donde esta noción de asilo sale; esta idea que hay un lugar donde una persona que tiene miedo del gobierno (ya sea que el gobierno sea de la forma de líder de tribu, juez, un rey o el que sea) puede ir y ser protegido de ser arrestado o de ser castigado? El castigo que la persona que está buscando asilo está huyendo es la pena de muerte.

Primero (como probablemente ya te has dado cuenta) el concepto de asilo (o santuario) NO fue inventado por los hebreos; el mismo había sido establecido hace tiempo atrás en la mayoría de las culturas del Medio Este como parte de su sistema de justicia.

Segundo, como resultado de ser la norma para virtualmente todas las sociedades conocidas de esa era, esto existía entre los hebreos de una manera u otra. Diferentes culturas lo representaban en diferentes maneras. Generalmente implicaba el huir hacía los sacerdotes y/o estar parados adentro del Templo que fuese dedicado a cualquier dios que actualmente era importante o supremo para esa nación. Nosotros encontramos los registros de antigüedad de lo que los hebreos aceptaron como LUGAR de santuario en el libro de Éxodo. Y DÓNDE el santuario está localizado es un poco sorprendente.

LBLA Éxodo 21:12 “El que hiera de muerte a otro, ciertamente morirá. 13 Pero si[h] no estaba al acecho, sino que Dios permitió que cayera en sus manos, entonces yo te señalaré un lugar donde pueda refugiarse. 14 Sin embargo, si alguno se ensoberbece contra su prójimo para matarlo con alevosía, lo tomarás aun de mi altar para que muera.

En otras palabras, según era típico de esas culturas de antigüedad, era el altar de ofrendas de holocausto para su dios el que era el lugar original de santuario. Por lo que ANTES que el Señor le diera la Ley completa a Moisés, la practica era para un Israelita ir corriendo al altar y (como vamos a encontrar en libros más tardes en la Biblia) realmente agarrar los cuernos del altar como señal que él estaba buscando un santuario. Mientras él permaneciera pegado a ese altar él no podía ser tocado.

Aquí en Números 35 Jehová ordena la manera que ÉL quiere que lleven a cabo el principio del santuario, el cual quiere decir AMBOS que Dios acepta este principio Y que para que pueda ser válido SU pueblo TIENE que seguir Sus procedimientos de asilo.

¿Ahora como no HABÍAN ciudades de santuario hasta que ellos entraron a la Tierra Prometida, qué era lo que usaban antes? Bueno, es inimaginable que a un Israelita común y corriente se le fuera permitido tocar el Altar de Holocausto adentro de las instalaciones del Tabernáculo y ciertamente él no podía haber ido adentro de la sagrada tienda. Probablemente el campamento de los Levitas servía ese propósito; aunque como la Torá no nos dice, esto es mi especulación. ALGO servía como el lugar del santuario, debido a que no era posible dentro de las normas culturales de esos días tener un lugar de asilo.

Aunque con el pasar de los siglos nosotros encontramos que los Israelitas nunca instituyeron completamente el sistema que el Señor les dió a ellos. Había ciudades de santuario, pero en algunas eran las mismas o estaban en uso O había otros medios de santuario en adición a las ciudades de asilo. Nosotros leemos en la era de David y Salomón que aparentemente la idea de venir al Altar para santuario y agarrar los cuernos todavía existía entre Israel.

LBLA 1 Reyes 1:4747 y aun los siervos del rey han ido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: “Que tu Dios haga el nombre de Salomón más célebre que tu nombre y su trono más grande que tu trono.” Y el rey ha adorado en el lecho. 48 El rey también ha dicho así: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha concedido que se siente hoy en mi trono un descendiente mío mientras mis ojos lo ven. 49 Entonces todos los invitados de Adonías se aterrorizaron, y se levantaron y cada uno se fue por su camino. 50 Adonías tuvo miedo de Salomón, y se levantó, se fue y se asió de los cuernos del altar. 51 Y avisaron a Salomón, diciéndole: He aquí, Adonías tiene miedo del rey Salomón, y se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: “Que el rey Salomón me jure hoy que no matará a espada a su siervo.”

‘”Permítanme también señalar cuan menguado el sacerdocio debió de haber sido durante los reinados de David y Salomón; y como, aun cuando nosotros atribuimos a este hombre, David, estar tan cerca del corazón de Dios, y a Salomón ser un hombre muy sabio, ellos los dos estaban muy lejos de ser perfectos. Ningún sacerdote JAMÁS debió de haber permitido a un Israelita común y corriente, mucho menos un criminal, profanar el altar al tocarlo; pero aparentemente este episodio en Reyes quiere decir que la práctica era conocida y aceptada por David y el Sacerdocio al menos por un periodo de tiempo.

La pregunta llega a ser entonces, ¿qué era lo que el altar tenía que hacía que los paganos lo usaron como un santuario, y luego en ocasiones en la historia de Israel para los hebreos hacer lo mismo? La razón es que cualquiera que tocara un objeto santo llegaba a ser santo en sí mismo. Esto es un principio rector en la Biblia. Lo vimos con los incensarios que Coré y los 250 hombres trajeron delante del Señor (pero como estos hombres y sus incensarios no eran autorizados todos fueron destruidos); los mismos fueron hechos santos al estar tan cerca de Dios, mucho menos tocar cualquier objeto santo. Esto cae dentro de la ley Levítica que la santidad al igual que la impureza puede ser transmitida de persona a persona, objeto a objeto, o hasta de persona a objeto y de objeto a persona. Además, los incensarios (los cuales habían contraído santidad) fueron martillados en una tapa para el Altar. Los carbones y las cenizas del incienso que estaban en esos incensarios fueron tomados fuera del campamento y destruídos.

Las ordenanzas de Dios no le permite a las manos humanas tocar el Altar o ningún instrumento sagrado; la única excepción es que los SACERDOTES, por ciertos propósitos muy bien descritos (tales como transportar los objetos) PUEDEN en ocasiones necesariamente tocar estos objetos. Pero aun así, como un humano los ha tocado, una medida de profanación es pasada al mismo. Y, esa es una de las razones primordiales para Yom Kippur, el Día de Expiación; que el Sumo Sacerdote puede rosear la sangre de expiación en las cosas físicas del Tabernáculo y por ende purificarlas. De lo contrario, la acumulación de la profanación debido a la cercanía a los humanos eventualmente haría al santuario y a los objetos de rituales tan impuros que Dios no podría morar allí más.

Por lo que el uso de las ciudades de santuario para los Israelitas SOLO podía ocurrir una vez ellos estuvieran adentro de la Tierra Prometida; pero al igual que muchas de las ordenanzas de Dios ellos manejaron ignorar y modificar las leyes de Dios en lo que respecta al asilo, y como exactamente el asilo fue cumplido cambió a través de los siglos.

Ahora a parte de la importancia básica de nuestro entendimiento de como el principio de santuario opera en Israel, yo expliqué detalladamente este tema porque es importante entender que solo porque nosotros leemos de ciertas cosas sucediendo en la Biblia (como hechos históricos) no hace lo que sucedió o lo que fue declarado por algunos personajes Bíblicos automáticamente correcto o justo delante del Señor. Yo les di el ejemplo de David y Salomón permitiendo la práctica de permitirles a los Israelitas común y corriente agarrar los cuernos del altar sagrado (por consiguiente profanándolos). Nosotros cubrimos hace unas semanas atrás el tema de votos y de Jefté quien había hecho un voto apresurado al Señor que terminó en el sacrificio de su propia hija (ningún aspecto de lo que Jefté hizo siendo justo).

Por lo que nosotros debemos ser muy cuidadosos cuando leemos la Biblia en distinguir la perfección absoluta de las leyes divinas y las ordenanzas y principios establecidos por Dios, versus la manera imperfecta que en ocasiones los GRANDES hombres y mujeres de la Biblia piensan de estas leyes o las llevan a cabo.

Nosotros tendemos a ponernos en una mentalidad que como una persona especial en la Biblia (como Abraham, o David, o Pablo) hizo algo de una cierta manera entonces es automáticamente divino. Es nuestra obligación (es nuestro TRABAJO) como seguidores del Dios de Israel estudiar la Torá y todas las Escrituras para entender minuciosamente SU carácter y Sus principios para que nosotros no malinterpretemos completamente lo que leamos en la Biblia, en el Viejo o Nuevo Testamento.

Comenzando en Números 35:16 nosotros recibimos las leyes concernientes al asesinato, y si el asesinato de un ser humano debe ser considerado un asesinato homicidio imprudente u otra cosa completamente diferente. Según cubrimos en Levítico, el INTENTO es la clave para hacer esta determinación al igual que el intento es la clave para determinar la seriedad de TODO pecado. Y para que esté claro lo que el Señor considera homicidio versus asesinato accidental versus quitar la vida humana justificablemente, nosotros recibimos una serie de ejemplos de cada una. El primer ejemplo gira alrededor del instrumento usado que causa la muerte. Y el principio es que si tal instrumento fue diseñado para el propósito de infligir daño (una jabalina, un arco, una maza etc.), entonces es una arma y si la misma fue usada en el asesinato el acto debe generalmente ser visto como asesinato. Si un instrumento que NO fue diseñado como arma, pero usado impropiamente puede ciertamente ser un arma (algo con un mango, como un hacha) entonces es todavía un asesinato (y el Señor inequívocamente y sin excusa dice que la persona que comete el asesinato debe ser ejecutada). Además, esta persona no puede comprar escaparse de la sentencia ni se le puede permitir la gracia de vivir o ser protegido en una ciudad de refugio.  

La razón para esta actitud sobre el asesinato del asesino es una que ha estado bajo desacuerdo alrededor del mundo. En todos sitios el argumento es que aun cuando está mal el asesinar, también es asesinato el llevar al asesino a muerte. U otro refrán es: ¿Qué bien hace el quitarle la vida a otro ser humano si esto no va hacer que el muerto regrese? O que esto no es rehabilitación sino que es castigo divino. Ciertamente no va traer la vida del que fue asesinado ni tampoco ofrece rehabilitación al criminal; pero en la Biblia ese no es el problema. Tristemente una porción muy grande de la iglesia ha tomado este cargo de rebelarse en contra de las instrucciones de Dios en lo que respecta al asesinato. La realidad es que Dios claramente dice que un asesino inmediatamente debe perder su vida. ¿Por qué? Porque la vida es inestimable y la única expiación para la quitar la vida ilegalmente e injustamente es la ejecución del criminal. El acto de ejecutar a un criminal culpable de asesinato es un crimen JUSTO y necesario porque la sangre del inocente profana la tierra, y la única manera de limpiar la tierra de su profanación es la expiación provista por la sangre del criminal. Esto es un principio de la Torá claramente dicho en nuestra biblia, pero la misma últimamente ha sido vista como una superstición antigua, o bárbara y algo que Jesús anuló. Además el punto de vista bíblico es que el quitarle la vida a un criminal es (desde un nivel superior) la preservación de la vida. Que es una persona que comete homicidio está sujeto hacerlo de nuevo; ¿y por qué la próxima inocente víctima debe pagar el precio por lo que el criminal ha hecho? O cómo lo vemos hoy en día, ¿por qué nosotros debemos almacenar a un criminal a un costo al público de $50,000 al año solo para que él pueda existir para atacar a guardias de prisión o compañeros de celda?

Tristemente, nuestra sociedad Americana cada vez más da la espalda en lo que Dios ha ordenado como un castigo justo por un crimen violento, nosotros vemos a los criminales siendo regresados a la sociedad solo para que rápidamente encuentren otra víctima porque la violencia es su naturaleza.  

Le pido a la iglesia que me escuche: hay solo una manera para nosotros justificar el NO ejecutar a un asesino y la misma es decidiendo si estamos en contra de la Palabra de Dios y la forma que hemos hecho esto es diciendo que la sección de la Biblia, la Torá, que trata con estos asuntos tan directamente está abolida; que ya no aplica.

Permítanme decir ahora mismo que si nosotros vamos a tan siquiera entretener la noción que la Torá está muerta y acabada, entonces también los 10 mandamientos están muertos y acabados porque los mismos son sencillamente los primeros 10 de las 613 leyes de la Torá. ¿Aunque tan hipócritamente, muchos de nosotros los creyentes declaramos que el Antiguo Testamento no es para nosotros y aun así cuantos de nosotros asistiríamos a una iglesia que no tiene una copia de esos 10 Mandamientos colgando en algún lugar prominente dentro del santuario? ¿Si la iglesia realmente creyera lo que ellos dicen sobre la Ley, cuantos sermones tendrían que ser descartados porque los mismos mencionan infalibilidad de los 10 Mandamientos, el cual es la Ley en Éxodo?

Nosotros los creyentes estamos tan confundidos en estos temas PORQUE nosotros hemos demandado que el Antiguo Testamento sea considerado inválido, aun cuando Yeshua mismo se aseguró en decirnos sin rodeos que nosotros NUNCA debemos pensar tal cosa. Y si nosotros queremos saber SI va a ver un tiempo cuando la Torá y las Leyes y los Profetas están abolidos, esto no sería hasta DESPUÉS que los cielos y la tierra pasen.

Yo no quiero desviarme por mucho rato, pero yo tenía un pastor del área que me dijo (no hace mucho tiempo atrás) que cuando Jesús habló esas palabras sobre la Ley y los Profetas no siendo abolido que Él estaba en ese momento hablándole solo a los judíos, por lo que aplicaba solo al pueblo judío. Yo le pregunté si él sabía exactamente en qué pasaje esas palabras habían sido dichas. Él dijo que de momento no recordaba. Yo luego le pregunté qué él pensaba que era el mensaje más importante que Jesús le dió a la iglesia; él dijo que probablemente era el Sermón del Monte (que de hecho, yo estoy de acuerdo completamente). Bueno para sorpresa suya (y tal vez para ustedes) esas palabras de Yeshua directamente y claramente manteniendo la validez de la ley y los Profetas estaban en Mateo 5: 17-20……..puestas en el medio del Sermón del Monte. Nosotros tiramos a un lado partes de la Biblia con las que nosotros no estamos de acuerdo a nuestro propio riesgo. Nosotros hemos tirado a un lado las leyes de Dios concernientes al sistema de justicia, y ahora estamos en un mundo de caos. Y una iglesia horriblemente engañada que ahora prefiere nuestra propia imagen de Dios en vez de quien Él verdaderamente es. Y es por esto es que Torah Class y tantas otras congregaciones alrededor del mundo han sido formadas con la esperanza de restaurar la santidad y la autoridad de la biblia entera como nuestra guía y nuestra fuente escrita de la voluntad general de Dios.

En el verso 19 el Señor dice que la persona que va ser el ejecutor por el asesinato es el vengador de sangre. El término hebreo es ga’al (o go’el), o mejor, el dam ga’al. Dam quiere decir sangre y aunque la palabra ga’al es generalmente traducida como “vengador”, más correctamente quiere decir “redentor”. Por lo que es el redentor de sangre, o el vengador de sangre, quien es asignado a matar al asesino.

Inherente en el término hebreo ga’al es que esta persona es un pariente, un miembro inmediato de la familia o clan de la víctima. Y es el dam ga’al el que debe tomar la acción en el criminal. Tenemos que entender: esto no es una tradición esto es la Ley de Dios. Ahora, yo NO quiero que nadie salga de aquí diciendo que Tom Bradford dice que nosotros, en América, debemos impartir justicia personal en alguien que ha hecho un crimen violento a un miembro de la familia o que si nosotros no hacemos esto, nosotros estamos desobedeciendo las leyes de Dios. Más bien el principio detrás de esta ley es que la verdadera justicia es una vida por una vida; específicamente cuando la vida tomada fue hecha a propósito e injustamente. Una vez Israel comenzó a tener reyes, nosotros vamos a encontrar que esos reyes invariablemente buscaron PARAR la práctica del dam ga’al yendo tras el criminal que lastimó a su miembro de la familia. Y esto fue porque en una sociedad estructurada y establecida con un gobierno humano bien establecido seria caos si cada hombre determina la culpa o la inocencia por sí mismo, y luego desea también ser la persona que lleva a cabo la sentencia.

Pero entiende esto también: el principio permanece. Solo debido a la naturaleza pecaminosa del hombre y nuestro sistema imperfecto de justicia, no quiere decir que el concepto divino de Dios del vengador de sangre está muerto y acabado. De hecho una de las obligaciones primarias del Redentor de Pariente de ser un vengador de sangre. ¿Escuchaste esto? Al igual que nosotros los creyentes tendemos a descartar esas características que no queremos de Dios, tales como Su severidad y SU ira en favor a SU misericordia y amor, nosotros también tendemos hacer una imagen del Pariente Redentor como una persona muy maravillosa cuyo trabajo es como un tío rico que va rescatando a sus parientes pobres del banco que viene a ejecutar la tierra. Ciertamente UNA de las funciones del Pariente Redentor es asegurarse que la tierra que estaba originalmente en su clan permanezca siempre con ellos; o si un miembro de la familia es hecho esclavo que él pueda pagar la deuda personal para que esa persona pueda ser comprada fuera de la esclavitud. Pero OTRO papel igualmente importante es el de Vengador de Sangre.

¿Acaso no es Yeshua HaMashiach llamado nuestro Pariente Redentor? Entonces entiende: Él tiene puesto el manto de ambos aspectos de ese título, no solo el que nosotros preferimos. Cuando Él vino la primera vez fue el aspecto del Pariente Redentor que abnegadamente compró para atrás la vida de esa persona de la esclavitud. Y Él compró nuestras vidas con la única manera que Dios ve como una solución permanente: con SU propia vida y Su propia sangre. Cuando Jesús regrese en un futuro cercano, será todavía como el Pariente Redentor; pero esta próxima vez Él va venir en el papel de dam ga’al, el vengador de sangre. Él ya ha comprado las almas del pueblo de Dios, y lo hizo hace 2,000 años atrás; luego Él va derramar la ira de Dios en aquellos que persiguen a Su pueblo y rehúsan someterse al Padre.

Y nosotros vemos esto más severamente, al Él convertirse en este guerrero feroz dirigiendo la Batalla de Armagedón, el anterior dócil y manso Mesías tomando las vidas a la velocidad de miles cada vez que mueva su espada. Llenando el Valle de Jezreel 3 pies de profundidad con la sangre de aquellos de quien Él está precisando la justicia de Dios.

¿Pero qué clase de justicia sería si la vida de una víctima es tomada accidentalmente, aun si un bajo nivel de negligencia estuviera envuelto, y el criminal fuese buscado y matado? Por consiguiente el verso 22 nos da circunstancias como ejemplo de matar accidentalmente, tales como alguien que le da coraje y empuja a alguien, sin la intención de matarlo. O talvez una persona le tira algo a la víctima pero sin la intención de lastimar severamente a la persona, y ciertamente sin la intención de matarlo. Luego provisto que un consejo decidiera que no había intención maliciosa, al criminal se le debe de dar un puerto seguro DEL vengador de sangre. Este tipo de matar es lo que nosotros en término modernos podemos llamar homicidio involuntario.

Si el homicidio involuntario es el juicio del concilio, entonces el criminal debe ser acompañado a una de las 6 ciudades Levíticas donde el vengador de sangre no puede ir trás él. Aunque esto no releva al criminal de su responsabilidad por la muerte de esa víctima; y aún más NO releva la obligación del dam ga’al de matar a esa persona. Es solo que hay un lugar que está fuera de límite para el vengador de sangre. Por lo que como el verso 26 dice, si ese criminal de homicidio involuntario permanece seguro adentro de los límites de la ciudad del santuario él está protegido; pero si el se aventura a salir fuera de los límites de la ciudad de asilo él llega a ser un blanco.y si el vengador de sangre lo mata afuera de los límites de la ciudad de una ciudad de santuario entonces es solo justicia.

Luego tenemos este interesante comentario en el verso 28 que añade una MUY importante advertencia a todo este procedimiento entero; ¡el criminal del homicidio involuntario permanece con la culpa de sangre no importa cuan accidental todo haya sido y por lo tanto es exiliado a la ciudad de santuario HASTA que el Sumo Sacerdote muera! Cuando el Sumo Sacerdote actual muera (ya sea que suceda en un día o en 50 años después que el criminal haya sido enviado al asilo protector) entonces la sangre de culpa es removida y perdonada, al dam ga’al ya no se le permite tomar la vida de esa persona bajo ninguna circunstancia, y el criminal puede regresar a su casa no solo libre del temor del dam ga’al sino que limpió ante los ojos de Dios de su culpa de sangre.

Que cosa mas rara. ¿Qué acaba de suceder aquí? Es esto: la ÚNICA manera que un criminal puede tener su culpa delante del señor expiada es que el Sumo Sacerdote pague por la misma con su vida. La muerte del Sumo Sacerdote (una muerte natural se visualiza) llega a ser la expiación de Dios aceptada por el homicidio involuntario del criminal.

Pero esto eventualmente crea un problema. ¡Porque no pasó mucho tiempo para que un criminal viera la gran ventaja de que un Sumo Sacerdote muriera lo más pronto posible!

Las madres de los Sumos Sacerdotes comenzaron a traer comida y regalos a los criminales en exilio para que estuvieran lo suficientemente satisfechos en su asilo y no se impacientaran y pudiera comenzar a ORAR para que el Sumo Sacerdote muriera para que ellos pudieran regresar con sus familiares y continuar sus vidas normalmente. Nosotros realmente tenemos registros de esta preocupación en el Mishnah.

El verso 30 dice que la persona solo puede ser declarada un criminal provisto que hubiera suficientes testigos para el acto. El chisme o solo un testigo disponible era insuficiente, ya que el asunto es algo muy serio.

Ahora el punto crucial de este asunto está citado en el versículo 33 (aunque lo mencioné antes): hay una razón espiritual para toda esta complejidad concerniente a la pérdida de la vida. La sangre derramada en la tierra de Dios contamina y profana esa tierra. Y, por supuesto, la sangre que es derramada se asume que fue derramada injustamente. Además, cada muerte contamina y profana y por lo tanto la impureza de la sangre derramada y la muerte se acumula y se apila sobre la tierra (causando así que la impureza ritual de la tierra se convierta cada vez más) y el entendimiento inherente es que el Señor, en toda Su Santidad, no puede habitar en una tierra tan profanada. Y el Señor desea con todo Su ser habitar con su pueblo tanto que Él dió a su Hijo unigénito para que aquellos que confían en esa realidad moren con el Señor por toda la eternidad. Esa es el punto entero de su plan para la humanidad.

Vamos a continuar con el capítulo 36.

LEER NÚMEROS CAPÍTULO 36 completo

En un capítulo anterior de Números, Moisés dictaminó que las hijas de Zelofehad podían heredar la porción de tierra de su padre porque él murió sin tener hijos. Pero esto tiene el potencial para una catástrofe: ¿Qué pasaría si alguna de sus hijas se casara con alguien fuera de Israel? Dado que es el marido el dueño de lo que su esposa ha heredado, la tierra se perdería a los extranjeros (teóricamente) por siempre.

Pero el problema que se toca en el capítulo 36 no es tan global; la preocupación que se toca tiene que ver menos acerca de lo que sucede si una hija hebrea que tiene tierra en Canaán se casa fuera de Israel, que, si esa misma muchacha se casa fuera de su tribu Israelita. Es decir, que una muchacha de la tribu de Simeón, por ejemplo, podría casarse con un hombre de la tribu de Gad. Entonces habría una situación en la que la asignación territorial que Dios ha asignado podría desangrarse en otras tribus Israelitas, por consiguiente, perturbando tanto la equidad como el equilibrio, así como la voluntad de Dios, en las asignaciones territoriales.

Por lo que aquí en el versículo 6 está el juicio de Dios, a través de Moisés en tal situación: una mujer con derechos de la tierra puede casarse con cualquiera que elija, siempre y cuando esté dentro de su propio clan. Date cuenta que el término usado aquí es explícitamente CLAN, no tribu. No sólo tenía que casarse dentro de su propia tribu, sino dentro de su propia familia extendida; y si lo hacía de otra manera ellos iban a ser despojados de su herencia de tierras.

Y por consiguiente según el final de este capítulo aclara, las hijas de Zelofehad se casaron con sus primeros primos, obedeciendo la sentencia del Señor.

Está claro que (como habría uno de esperar) la unidad de la familia que más le importaba al pueblo de Israel no era su tribu entera, sino su clan inmediato. Y para que un clan dominante dentro de una tribu no tuviera demasiado poder (el cual en la antigüedad era expresado a través de la tierra y el ganado) Dios ordena que las hijas con derechos de herencia deben casarse dentro de sus propias familias extendidas.

Esta no es la última de las instrucciones que vamos a obtener sobre el uso y la transferencia de la tierra dentro de Canaán; Deuteronomio tiene varias instrucciones más establecidas por medio de precedentes en este tema.

Nosotros estamos tan urbanizados, hoy en día, que tendemos a olvidar la importancia de la tierra. Pero, para Dios, la tierra es importante, y la Tierra Prometida es un ingrediente importante para Su plan en general. Y, esa tierra que la Biblia llama Canaán está específicamente reservada para Israel; siempre lo ha sido, siempre lo será. El Señor irá a grandes medidas en la Torá para asegurar que la tierra, nunca abandone la posesión de Su pueblo; pero sucedió de todos modos. La razón fue numerosas, pero principalmente fue la apostasía de Israel contra el Señor. Desde el momento en que la tierra fue entregada a Israel, ellos no tomaron en serio las ordenanzas de Dios con respecto a la tierra; y las consecuencias siguen sonando cada noche en nuestros televisores.

Y, es asombroso, ¿no es así, que todas las administraciones gubernamentales recientes de América e Israel, están tan ciegos a las leyes de Dios sobre la tierra, que su solución al problema de la violencia contra Israel es continuar dándola a los descendientes del pueblo que Dios ordenó que se lo QUITARAN?

Al continuar nuestro estudio de la Torá en el libro de Deuteronomio, la locura de esta decisión llegara a estar más clara. La próxima semana comenzaremos el libro final de la Torá, Deuteronomio.

Números Lección 35 Capítulos 34 y 35

Números

Lección 35 Capítulos 34 y 35

La última vez nosotros acabábamos de concluir Números 33 y esto fue una versión corta de la ruta del Éxodo que enumera 42 estaciones donde eventos de gran significado tomaron lugar durante la jornada de los Israelitas en el Desierto; una jornada que faltaba solo unas semanas para concluir.

Nosotros discutimos como el Señor le dió a Moisés unas instrucciones difíciles de como ellos iban a invadir y tomar posesión de Canaán: ellos debían sacar a todos los habitantes de cada esquina en la tierra. Los únicos Cananeos que se les permitiría quedarse eran aquellos que renunciaran a cualquier afiliación de tribu que tuvieran, y se unieran a Israel. Esto quería decir que ellos también tenían que completamente renunciar a sus dioses y rituales y obedecer la Torá. Naturalmente, no hubo muchos que escogieron hacer esto. Aquellos que pelearon en contra de Israel y rehusaron irse de su tierra debían ser matados.

Además el Señor le dijo a Moisés que si Israel fallaba en hacer esto no solo las personas que permanecieran en la tierra serían una constante espina en el lado de Israel, sino que el Señor iba a tratar con Israel de la misma manera que Él tenía como intención de tratar con estos paganos.

El capítulo 33 termina con la instrucción que la distribución de territorio entre las tribus de Israel debía comenzar inmediatamente y que debía ser hecho incorporando 2 métodos: lotes y proporcionalidad. Es decir, que los lotes serían emitidos para determinar la región general de Canaán que cada tribu recibiría, pero el TAMAÑO del territorio de cada tribu sería proporcional a la población de esa tribu.

Bueno aun cuando ha sido un camino largo estudiando el libro de Números, el libro está llegando rápidamente a su fin con algunas leyes sobre las fronteras del territorio que el Señor está dando a Israel y algunas otras leyes sobre cómo la tierra va ser protegida y gobernada.

Comenzando con el estudio de la semana pasada (capítulo 33) y progresando hasta el final del libro de Números, todo el tema tiene que ver con la posesión de la Tierra Prometida. Es difícil para nosotros en el siglo 21 imaginarnos e internalizar cuan monumental fue el evento de la ocupación de la tierra de Canaán por los hebreos. Si nosotros pensamos de los momentos más grandes de la Biblia nosotros probablemente enumeraríamos la Creación, el Gran Diluvio, la separación del Mar Rojo y el Éxodo, y la venida de Jesucristo en el tope de nuestra lista.

Pero sin duda alguna la materialización del pacto de 600 años atrás de Abraham (que a los descendientes de Abraham se les darían una tierra propia para poseer por siempre) pertenece en esa lista y justo cerca del tope. Al igual que los creyentes esperan con esperanza por el regreso de nuestro Mesías Yeshua y el establecimiento de SU reino, así también Israel esperaba por su herencia de tierra basada en el pacto que fue dado a ellos por el Señor. Y esto fue porque desde el tiempo de Abraham hasta este momento en la Torá los hebreos siempre habían sido un pueblo sin patria.

Desde el momento que el Señor le dijo Abraham que fuera y dejara a su tierra nativa (Mesopotamia), y que se desasociara de su país y su familia (queriendo decir que los abandonara) Abraham y todos esos hebreos que saldrían de sus entrañas iban, por siglos, a ser nada, solo residentes extranjeros, forasteros, dondequiera que fuese que vivieran.

Abraham, Isaac, luego Jacob, aun cuando ellos deambularon en varias partes de Canaán, vivieron allí con esos Cananeos que eran propietarios y controlaban la tierra. Cuando ellos residían en Egipto ellos estaban a la merced del Faraón. José, quien llegó a ser el gran visir de Egipto, no consideraba a Egipto su hogar, por lo que ordenó que su cuerpo fuera momificado y llevado a la Tierra de Canaán en ese día maravilloso cuando Israel salió de Egipto hacia una jornada a una tierra que SERÍA suya.  

Creyentes, en adición a que todo esto es cierto y real y sucediendo de verdad, esto es también un patrón y un retrato de nosotros y nuestra condición. La Torá, con el tema central siendo la creación de Israel como un pueblo y luego como una nación, es un patrón de lo que el cuerpo de creyentes experimentaría en un tiempo futuro a Moisés; un tiempo cuando el Señor crearía otro pacto con el propósito de refinar solo quien estaría incluido (y en qué términos) entre ese pueblo Suyo que había sido separado.

Cuando Abraham aceptó a Jehová como su dios (conociéndolo solo como El Shaddai, Dios de la Montaña); y dejando todo lo del pasado atrás, Abraham se le presentó un pacto por y con Jehová, una promesa escrita en concreto. Al aceptar el pacto Abraham llegó a estar asegurado dentro de las bendiciones de ese pacto. Cuando nosotros aceptamos a Yeshua como nuestro dios y Salvador nosotros dejamos el pasado atrás al nosotros aceptar la realidad del Pacto como es garantizado por Su sangre. Y al aceptar este pacto renovado nosotros somos asegurados dentro de sus tantas bendiciones.

Aunque después que Abraham aceptó ese pacto (la provisión principal siendo un lugar garantizado para vivir por siempre que sería suyo, un lugar donde sus descendientes pertenecían, un hogar permanente) pasaría mucho tiempo antes de que ese hogar fuera realizado. Por el momento sus descendientes serían extranjeros en tierra extranjera. Como podemos ver claramente de este patrón, los creyentes, aun cuando ya nosotros estamos viviendo bajo los términos del Nuevo Pacto, nosotros todavía no hemos alcanzado el resultado final: un lugar permanente para vivir, un lugar donde nosotros realmente pertenecemos, un lugar separado solo para nosotros. Y este lugar es el Reino de Dios.

Yo he sido un creyente casi mi vida entera. Pero probablemente ha sido solo los últimos 10-15 años donde yo he comenzado a sentir los efectos de lo que yo soy: un extranjero viviendo en una tierra extranjera; y yo permaneceré en esa condición hasta que el Señor decida que es tiempo para mí irme a mi hogar. Verdaderamente, yo había estado bastante cómodo en el mundo. Yo me llevaba bien con el mundo y prosperé en el mundo, aun cuando yo estaba espiritualmente separado del mundo por Dios, debido a mi aceptación de SU hijo. Aunque el Señor nos ha dicho enfáticamente que nosotros no pertenecemos aquí; que en nuestra nueva condición nosotros podemos estar EN el mundo pero no somos parte de EL mundo.

Israel estaba EN Egipto por un tiempo bien largo; pero ellos nunca fueron DE Egipto. Y con el tiempo ellos llegaron a estar más intensamente consientes que ellos eran solo estacas redondas tratando de ocupar un roto cuadrado. Tambien los EGIPCIOS llegaron a estar más intensamente consientes que estos hebreos no eran parte de Egipto; que ellos eran raros, ellos eran diferentes; ellos solo servían un propósito útil como esclavos. Los egipcios disfrutaban lo que estos hebreos aportaban al juego, pero a la misma vez los Egipcios llegaron a odiarlos pero no siempre hubo odio; a principio los hebreos fueron bienvenidos. Los egipcios hasta aprendieron de los hebreos, adoptaron algunas de sus formas y Egipto prosperó. Aunque lentamente, década tras década, la diferencia y el ser separado de los hebreos comenzó a irritar a los egipcios. Con el tiempo esa irritabilidad se convirtió en amargura. Finalmente durante la vida de Moisés esa amargura se desbordó en un odio violento y no había elección para la sobrevivencia de Israel que no fuera sacarlos de Egipto y ponerlos en el reino que el Señor había preparado para ellos.

Mientras más viejo yo me pongo más yo siento esto. Yo casi ni reconozco mi país. Algunas noches me es difícil quedarme dormido, pensando en todo esto y la clase de mundo en la que mis nietos van a enfrentar. Yo sé lo que es correcto e incorrecto porque el Señor me lo ha enseñado; pero la mayoría del mundo alrededor mío dice que no HAY bien o mal, dicen que es simple una elección cultural. Yo sé que hay solo UN Dios, el Dios de la Biblia, y SU nombre es YHWH porque yo le conozco personalmente a Él; pero el mundo dice que SI hay un dios Él tiene muchos nombres incluyendo Buda, Hindi, y Alá para nombrar unos pocos.

Yo ya no me siento cómodo aquí. Yo me siento como un niño que fue adoptado justo después de nacer y un día se da cuenta que no se parece en nada a sus padres o hermanos y hermanas, y añora saber quién verdaderamente él es. Yo sé que yo no pertenezco aquí; y las personas alrededor mío que no conocen a Yeshua tampoco están muy cómodas conmigo, y ellos cuestionan si yo soy uno de ellos o si yo pertenezco aquí, con ellos.

Pero al igual que Abraham yo también he sido puesto bajo un pacto; a mí se me ha prometido un lugar donde las cosas finalmente van a operar de la manera que se supone, un lugar donde el gobierno estará sobre los hombros de nuestro Mesías, un lugar donde yo pertenesco. Al igual que Israel yo he sido redimido y yo no pertenezco más a mi cruel amo; yo he comenzado mi Éxodo, yo he recibido la Palabra de Dios y yo estoy en una jornada a través del desierto hacia un destino final; pero yo todavía estoy esperando en un patrón de espera, todavía no he llegado allí.

Nosotros hoy sentados precisamente donde Moisés e Israel estaban en este momento en el libro de Números. La promesa de los pactos de Dios para nosotros está ahí mismo delante, y nosotros podemos realmente verla, nosotros hasta podemos olerla; y pronto, muy pronto, nosotros vamos a poder tomar posesión de la misma.

Aunque esta vida que vivimos, y nuestro tiempo que deambulamos en el desierto, no debe ser un tiempo ocioso.

Nuestro trabajo es aprender los caminos del Señor y practicarlos, porque una vez estemos en nuestro destino nosotros vamos a estar viviendo esos caminos más completamente y eternamente en la presencia de Yeshua como jamás hemos imaginado.

Por lo que aquí, en Números el pueblo de Israel puede ver su destino a la distancia, y saben que a solo días, horas, antes de que sea suya, Dios le da unas instrucciones sobre como ellos deben vivir en la tierra.

Vamos a leer algunas de esas instrucciones en Números capítulo 34.

LEER NÚMEROS CAPÍTULO 34 completo

Los primeros 12 versos son sencillamente las fronteras de la Tierra Prometida. Muchos de los puntos no son conocidos hoy en día, pero muchos son. Ciertamente la parte del este (el Río Jordán), y la parte más occidental (el Mar Mediterráneo) son fácil de identificar. Hasta la parte de norte es bastante correcta; pero la frontera del sur es un poco menos.

Mira este mapa, porque es la manera más fácil de entender estas fronteras.

Ahora, hay registros egipcios de aproximadamente este mismo periodo (siglo 14 AC) que son virtualmente idénticos en describir las fronteras de la tierra de Canaán según lo leemos en Números; el cual quiere decir que nosotros ahora podemos saber que estas son correctas. En otras palabras, lo que el Señor describe aquí en Números 34 eran las fronteras de territorios generalmente reconocidas de la Tierra de Canaán en aquellos días que llevan a Israel a ocupar esa tierra. Jehová no volvió a definir las fronteras de la tierra de Canaán; ni tampoco Él añadió ni quito.

Pero, en lo que respecta a la frontera del sur, identificada en el verso 5 como la nahlah Mishrayim (en ocasiones traducida en semi-español como el Wadi de Egipto), esta es probablemente una de las mayores controversias. Yo no creo que esta frontera del sur es el Rio Nilo. Primero, en ningún sitio nosotros encontramos el uso del término hebreo nahlah Mishrayim que indique el Nilo. Segundo, el término, nahlah, significa corriente, curso del agua. La misma no quiere decir necesariamente un Wadi en el desierto el cual es el lecho de un rio seco excepto cuando una tormenta lo llena de repente; porque también se puede referir a un riachuelo o una pequeña corriente de agua que es a veces un hilo de agua, un riachuelo estacional, y ocasionalmente un torrente temporero. Tercero, estos registros egipcios sobre las fronteras de Canaán, son muy explícitos y casi idénticos a los registros aquí en Números, si uno coge el nahlah Mishrayim para que signifique el Nilo, eso afirmaría que Canaán en un momento incluyó la Península del Sinaí completa. Y se extendió hasta el Continente Africano, tomando mucha de la tierra que siempre ha sido adjudicada a Egipto. Cuarto, como estos registros egipcios son de alrededor del mismo periodo como el Éxodo, sí Canaán incluía la Península de Sinaí (o hasta el este de la orilla del Nilo, si el Nilo es esa frontera en el sur), entonces eso quiere decir que la Península del Sinaí era parte de la Tierra Prometida. Por lo que, hubiese sido una jornada corta….tal vez unos cuantos días……fuera de Egipto hacia Canaán y la jornada hubiera terminado prácticamente antes de que comenzara, ¿verdad?

Por consiguiente, puedes ver como nada de esto hace mucho sentido. Ahora, hay desacuerdos mucho más serios y razonables sobre donde exactamente estaba el nahlah Mishrayim, pero el mismo NO pudo haberse extendido hacia el Sinaí, el cual siempre fue conocido como territorio egipcio.

Ahora, la próxima cosa que las personas pueden confundir cuando discuten la frontera de la Tierra Prometida es cuando uno mira esto en Números, y luego va y lo lee en Ezequiel. La división de tierra en Ezequiel 47 es de alguna manera diferente a lo que leemos en Números, pero en ningún lugar tan extremo como ha sido enseñado y que yo en un momento creía.

Vamos a volver a Ezequiel 47 y leamos los versos 13-23, y luego vamos a movernos a Ezequiel 48 y leamos desde el verso 1 hasta el 14.

LEER EZEQUIEL 47:13 – 23 y 48:1 – 14

Ahora, si tú miras este mapa vas a ver que la distribución de tierra es un poco diferente. La misma es de alguna manera más grande, a los Levitas les ES dado territorio (pero a ellos no se les da nada en la distribución de Números), y ellos son juntados como tótem con las líneas de las fronteras esencialmente comenzando en el oeste en el Mediterráneo y extendiéndose un poco más al este, especialmente en el norte.

Nosotros discutimos en unas lecciones anteriores sobre como vemos unas transformaciones interesantes en cierto momento en el libro de Ezequiel; como por ejemplo la re-institución de la adoración de sacrificios al reconstruir el Templo, pero también un cambio en los procedimientos de ritos que parecen reducir el papel y la importancia del sacerdocio a uno de ceremonia religiosa sobre unas ceremonias conmemorativas (en vez de eficaz). En otras palabras, al igual que nosotros celebramos la Pascua o Día de Resurrección, o hasta la Comunión, estas prácticas no son un tipo de ritual que afecta alguna clase de respuesta ordenada por Dios. Nosotros no tenemos nuestros pecados perdonados como resultado de esas ceremonias, nosotros no entramos en una mejor posición con Dios, nosotros no somos purificados, etc. Más bien estas ceremonias Mesiánicas o cristianas son sencillamente conmemoraciones gozosas de gratitud para nuestro Señor en rememoración de las grandes cosas que Él ha hecho. Por lo que va ser en Ezequiel, pero en un tiempo donde aún MÁS obras de Yeshua van a ser cumplidas.  

Es mi posición que la razón por las diferencias entre estas visiones que nosotros leemos en Ezequiel versus lo que leemos en la Torá es que Ezequiel está hablando del periodo del Reino del Milenio, también llamado el reinado de 1000 años del Mesías Yeshua, Jesucristo, que inmediatamente le sigue al evento de Armagedón. Ya que Él va estar literalmente y físicamente morando y gobernando desde Jerusalén, y por un periodo de tiempo el mal y la rebelión no van a existir en el planeta Tierra, hay mucho que va ser necesariamente diferente. Una cosa es que el número de creyentes que van estar vociferando vivir y alrededor de Jesús el Rey (aun cuando vamos a poder escoger vivir en cualquier lugar en el planeta) va ser mucho más que la distribución que Números jamás pudiera acomodar.

Yo les puedo decir que cuando ese día llegue ciertamente yo planeo vivir allí; por lo que, nosotros vemos esta enorme cantidad de tierra siendo separada para este propósito en Ezequiel. Aunque lo principal que sucede en la descripción de Ezequiel sobre la tierra del Reino contrario a la descripción de Moisés en Números, es que la tierra en el lado ESTE del Jordán (más o menos la tierra que Moisés permitió que Rubén, Gad, y la ½ de la tribu de Manasés se estableciera) es incluida.

En cualquier caso, uno negativo a todo esto es que Israel, en su historia entera, NUNCA ha controlado o tan siquiera habitado todo el territorio que Dios le dio a ellos en Números, mucho menos lo que es descrito en Ezequiel. Pero, es clave captar que aun cuando lo hayan ocupado o no, el Señor todavía lo reserva exclusivamente para Israel.

Ahora lo que es pertinente y tan interesante para nosotros en el 2009 es que las fronteras de la Tierra Prometida de Números 34 incluyen virtualmente todo lo que hoy en día es Siria y Líbano. ¿Acaso no nos sorprende que Siria y Líbano están en constante guerra con Israel? El gobierno de la renacida tierra de Israel nunca ha reclamado a Siria o Líbano, pero todas las partes están al tanto de lo que la Torá dice sobre esto. Los musulmanes saben mejor que la mayoría de los cristianos y judíos lo que la Torá dice sobre a quién le pertenece esta tierra, el cual es por esto que ellos están dispuestos a pelear hasta la muerte como representantes de Satanás. Más importante aún es que tanto Jehová y Satanás saben la anotación; los pueblos de Siria y Líbano están viviendo en tierra que fue prometida a Abraham y los descendientes Israelitas. El hecho que los gobiernos terrenales y las instituciones (hasta la iglesia) niegan esto no quiere decir nada en el cielo.  

Aunque tampoco podemos negar que la tierra descrita a Moisés, y más tarde a Ezequiel, es un poco diferente de lo que fue descrita a Abraham. Mira este mapa. Lo que tenemos que entender sobre lo que fue dado Abraham es que es mucho más general en naturaleza que lo que fue dado a Moisés. Además como las tribus se movieron con el tiempo y naciones se levantaron, imperios vinieron y se fueron, fronteras cambiaron, y grupos de personas crecieron o disminuyeron o desaparecieron totalmente, hubo mucho cambio en nombres de lugares y lugares de tribus para el tiempo de Moisés, y más tarde Ezequiel.

Comenzando en el verso 13 nosotros tenemos un resumen de algunos hechos: por ejemplo la Tierra Prometida debe ser dividida entre las 10 tribus, no 12 como originalmente fue puesto. Realmente, fue 9 tribus más 1/2 de la tribu de Manasés quienes debían recibir porciones. La razón, claro que, es que las tribus de Rubén, Gad, y la ½ de la tribu de Manasés eligieron quedarse AFUERA de la Tierra Prometida, por lo que entregaron los derechos de vivir en Canaán.

El capítulo termina con una larga lista de tribus de Israel, y quien, en el momento en la historia, era el principe…..jefe de tribu….de cada una de esas tribus. Por lo tanto, estos 10 hombres se les darían la distribución de tierra para la tribu que ellos controlaban, y luego quedaba de ellos subdividir su territorio entre los varios clanes y familias dentro de su tribu como ellos lo vieran pertinente.

Vamos a continuar con el capítulo 35.

LEER NÚMEROS CAPÍTULO 35 completo

Aquí el asunto de alojamiento para la tribu de Levi es abordado, comenzando con un recordatorio que a) Moisés estaba distribuyendo la tierra, y b) Israel estaba en el lado este del Rio Jordán en lo que era la tierra de Moab cuando esta distribución tomó lugar.

Y, en el verso 2, nosotros vemos que (según debía haber 48 ciudades puestas a un lado para los Levitas) cada tribu debía decidir cuales ciudades ellos les darían a los Levitas como terreno permanente. En adición a la ciudad propia, había una cantidad de tierra contingente a cada ciudad para usar como agostadero para los animales de los Levitas.

No seamos ingenuos sobre a lo que se le dió a los Levitas; las mismas no fueron ciudades amuralladas o numerosas. Y las mismas eran, generalmente hablando, no eran ciudades que los Israelitas iban a construir desde cero. Más bien, estas 48 ciudades serían de entre los cientos, si no miles, de pequeñas aldeas y pueblos que el ejército Israelita iba a capturar de las diferentes tribus Cananeas durante la conquista. La mayoría de estas “ciudades” iban a construir de un puñado de edificios.

Tenemos también que entender que al igual que el Año del Jubileo (una parte esencial de las leyes con respecto a la prohibición en contra de transferir permanentemente la tierra a otro que el dueño original), una celebración que registros indican que ni UNA vez ocurrió, los Levitas nunca llegaron a tener las 48 ciudades completas. A ellos se les pudo haber asignado las 48 ciudades; pero era crítico para la habilidad de los Levitas de habitar esas ciudades que cada tribu consistentemente cuidaría por esos Levitas que debían vivir en la ciudad Levita asignada y en su territorio, y en muchos casos esto sencillamente no sucedió.

El libro de Josué habla de varias de estas ciudades Levitas por nombre, pero solo las más grandes. Yo no tengo duda alguna que algunas tribus escogieron darle a los Levitas aldeas quemadas e inhabitables (unas que eran de poco valor para la tribu); por lo que los Levitas sencillamente nunca se mudaron y en vez se concentraron en las ciudades más sustanciales que les habían dado, especialmente las pocas que tenían murallas. Después de todo, ellos (al igual que todos los otros Israelitas) tenían que protegerse de los interminables ataques de bandas de saqueadores de bandidos y ocasionalmente los ejércitos de los reyes que tenían como intención expandir su territorio. Las tribus extrañas no hacían distinción entre Israel y los Levitas y los Sacerdotes; todo era juego justo.

El verso 6 habla de las famosas “ciudades de refugio”; y debe de haber un total de 6 de estas. Interesantemente, 3 de ellos deben de estar en el lado este del Jordán (para las 2 1/2 tribus que vivían allí), y las otras 3 en el lado oeste del Jordán por las 9 tribus que Vivian en la Tierra Prometida. Y, se nos dice que como parte de la fórmula para decidir el territorio que cada tribu recibiría basado en el tamaño de la tribu, por lo que sería   que el tamaño de las ciudades dadas a los Levitas seria basado en la cantidad de territorio que cada tribu recibiría. Si la tribu tenía un territorio grande, entonces las ciudades que le iban a dar a los Levitas debían ser más grande.

Como este era el caso, se ordenó un ingeniosos método de decidir cuánto agostadero debía de ir con las 48 ciudades; la misma era que la medida longitudinal de 1000 cubos (alrededor de 500 yardas) debía ser EN ADICIÓN al largo del pueblo mismo. Por lo que, mientras más grande el pueblo más se le añadía a los 1000 cubos de agostadero que se le iba a dar a las ciudades Levitas.  

Ahora, las 6 ciudades de refugio (estas eran 6 de las 48 ciudades, no en adición a las 48) eran central al sistema de justicia de Jehová; pero aún más, las leyes al respecto de las mismas trataban con este principio teológico fundamental: Dios es tan santo que Él no puede estar en tierra que ha sido profanada con asesinato.

Cuando nosotros pensamos de nuevo en Levítico, nosotros vemos cuan clave la sangre es para todas las leyes de Dios. Pero, también se nos muestra que aun cuando la sangre es el medio eficaz para expiar pecados (solo la sangre podía traer expiación), el derramamiento impropio de sangre es una abominación para el Señor y por lo tanto profana. Uno de los ejemplos más claros de esto es el asunto de la sangre de la menstruación de la mujer, el cual es una cosa contaminada para la cual debe haber purificación. Sin emargo, la sangre de un animal debidamente sacrificado podría expiar por todos, excepto por algunos de los más abominables, (o como la biblia los llama los pecados de más alto rango).

Aquí, el asunto es el asesinar al ser humano; y si esta matanza es asesinato u homicidio. Por lo que, estos versos definen lo que asesinato es, contrario a lo que homicidio es; y cuál es el papel de las ciudades de refugio deben ser en cada caso.

La semana que vienen vamos a examinar esto y el papel del vengador de Sangre. Y, la próxima semana nosotros vamos a terminar nuestro estudio del libro de Números.

Números Lección 34 Capítulos 32 y 33

Números

Lección 34 Capítulos 32 y 33

La última vez que nos reunimos vimos que Moisés y el concilio de liderato de Israel habían estado de acuerdo con el pedido de Rubén y Gad que a ellos se les permitiera poseer la tierra que Israel acababa de ganar de los Madianitas, la tierra de Moab. Esta tierra en el lado este del Rio Jordán, en lo que es ahora el Reino de Jordania, vendría a ser parte que le tocaría de tierra a Rubén y Gad.

NO hay evidencia que la guerra con Madian (la cual Dios le dijo a Moisés que procesara) debía de ser de alguna manera asociada con la ocupación de Moab. Más bien, la meta de Jehová era destruir aquellos quienes habían llevado a Israel (como una nación) al adulterio al persuadirlos a coquetear con las mujeres paganas y con los dioses paganos. Aun cuando no se trata del tema específicamente en Números, me parece a mí que lo que Israel debió de haber hecho fue sencillamente derrotar a los Madianitas y su aliado Moab, continuar hacia delante y dejar a la primera nación de Moab vacía, el instalarse allí no estaba en la agenda del Señor.

Moisés estaba bien incómodo con esta proposición y aun cuando Rubén y Gad estuvieron de acuerdo en enviar a sus mejores tropas a pelear al lado de las otras 10 tribus al comienzo de la conquista de Canaán, nosotros podemos detectar que no todo estaba bien. Lo que Rubén y Gad sugirieron NO caía dentro del Pacto de Abraham; la tierra que ellos querían NO estaba dentro de las fronteras de la tierra prometida a Abraham, Isaac, y Jacob. Y aun así nosotros no leemos del Señor diciéndoles a ellos, “no”. En esencia Rubén y Gad iban a vivir AFUERA del campamento de Israel, AFUERA de la Tierra Prometida, porque ellos vieron más beneficio en la abundancia de los agostaderos de Moab que viviendo en la provisión del Señor, Canaán.

Sería educativo preguntarnos primero, ¿PORQUÉ Rubén y Gad (de todas las 12 tribus) decidieron pedir este territorio en particular? Su razón inmediata fue que ellos poseían un rebaño y ganado grande y Moab era un agostadero casi perfecto. Pero si nosotros vamos a unos siglos atrás cuando Jacob estaba dando su bendición en su lecho de muerte a sus 12 hijos nosotros encontramos unas claves: y la misma comienza con el hecho que Rubén estaba esencialmente desheredado. Rubén, el primogénito de Jacob, no se le dió los derechos tradicionales de primogenitura, porque Rubén tuvo relaciones sexuales con una de las concubinas de su padre. Jacob expresó que Rubén era “como aguas inestables” por lo que nunca iba a sobresalir. Rubén tenía todos los atributos físicos y la inteligencia y ventaja de hacer bien; pero a él le faltaba moral y fuerza de carácter y con el tiempo nosotros vamos a ver que Rubén prefería el estilo de vida de los nómadas, de siempre estar moviéndose a un estilo de vida más sedentario y establecido.   

Cuando recordamos la bendición de Jacob sobre sus hijos, aunque parezca tan inverosímil para nuestras mentes modernas, capta que cada bendición profética no era tanto para un hijo individual, también sobre los descendientes de ese hijo; la intención era más como un oráculo profético sobre los miles de miles que serían miembros de la tribu llamada bajo el nombre personal del hijo.

Jacob estaba pronunciando los destinos de las tribus que cada uno de sus hijos iba a engendrar; él estaba pronunciando las características que cada una de estas tribus iba a desarrollar, y esas características eran extensiones de las características ya desarrolladas y mostradas de sus hijos. Las características de Rubén de inestabilidad serían pasadas y realizadas dentro de su tribu con el pasar de los siglos, y esto fue lo que llevó a la tribu de Rubén a escoger imprudentemente el quedarse AFUERA de la Tierra Prometida, en favor de quedarse en Moab, una tierra que NO fue separada para el pueblo de Dios.

Con el tiempo Rubén llega a ser menos prominente en la historia de Israel. De hecho algunos historiadores bíblicos dicen que para el tiempo de Saúl, Rubén ya había sido asimilado a la tribu de Gad y había desaparecido. Otros escritos bíblicos no respaldan esta consecuencia tan severa para Rubén, pero más bien lo que nosotros si encontramos es que la tribu de Rubén tomó el estilo de vida de los Beduinos y deambulaban por las fronteras del desierto del Trans-Jordanía, moviéndose alrededor con sus rebaños y ganados. Técnicamente Rubén todavía tenía territorio y mantenían su identidad de tribu, pero prácticamente ellos no gobernaban su territorio ni creaban la infraestructura dentro de la misma, o la defendían con vigor por lo que su territorio llegó a estar más y más bajo la influencia de la tribu de Gad. Como Beduino, Rubén no tenía tanto interés en controlar el territorio.

Gad tenía un destino un poco diferente al de Rubén; Jacob le dió a Gad la bendición más corta y la misma era una bendición bien extraña. La bendición era: “A Gad salteadores lo asaltarán, mas él asaltará su retaguardia” suena un poco repetitiva, ¿verdad? Pero la palabra Gad está asociada con la raíz hebrea gedud (un nombre que quiere decir tropa) y el verbo asociado yeguden quiere decir “ataque”. Esta bendición de Jacob sobre Gad fue registrada como un juego de palabras; la misma tiene que ver con el futuro de Gad como fuerza militar y el hecho que ellos van a tener que defenderse de sus enemigos todos sus días debido a su localización. El pronunciamiento de Jacob sobre Gad es mejor traducido como: “Gad, una tropa lo va atacar, pero él (Gad) va atacar en sus retaguardia”. En otras palabras, Gad iba ser una tribu de guerreros y ellos iban a tener una actitud militarista. Ellos iban a tener una orientación militar debido a la necesidad. Los enemigos iban a constantemente acosar a Gad pero al final ellos iban a generalmente a ganar. Y ciertamente esta bendición de 500 años atrás se ha cumplido y Gad ha llegado a ser una tribu de guerreros tremendamente valientes y efectivos en el Desierto. Esta es una razón por la que Moisés insistió en tener soldados de la tribu de Gad acompañando a Israel a Canaán.      

Además, Rubén y Gad (junto con Simeón) formaron una de las 4 divisiones de Israel; ellos acamparon juntos en el lado sur del Tabernáculo. Rubén y Simeón eran hermanos; su madre era Lea, la primera esposa de Jacob. Gad era el hijo de la sirvienta de Lea, Zilpa, por lo que existía una relación natural entre estos tres.

Ahora bajo la providencia divina del Señor, aunque nunca fue la intención que Rubén y Gad se establecieran donde lo hicieron, ellos proveyeron un medio de protección (como una barrera defensiva) para proteger los otros territorios de tribus (eso estaría localizado ADENTRO de la Tierra Prometida como se supone que fuera) de los muchos invasores del este. Rubén y Gad llevarían el embate de los muchos saqueadores que querían pasar por su territorio para llegar a las otras tribus de Israel.

El comienzo del verso 16 es importante, porque en español el tono de la conversación se pierde. La sección comienza, “….Entonces ellos se acercaron a él (o se ofrecieron), y le dijeron (a Moisés)….”la palabra en hebreo para acercarse u ofrecerse es va-yiggeshu; y la misma significa rogarle a alguien de una manera suave o íntima. En otras palabras los líderes Rubén y Gad NO estaban demandando que ellos estaban quedándose o rehusando el seguir hacia delante. Más bien ellos querían explicar su razonamiento en preferir el área de Moab como su hogar y luego hacer una oferta que satisfaciera a los otros y al Señor para mostrarles su continua intención de lealtad a Israel y a los Pactos de Abraham y Moisés.

Lo que ellos ofrecieron hacer fue que si eran permitidos establecerse en el Trans-Jordania, ellos iban a construir un lugar para los animales, y ellos iban a construir pueblos para sus familias. Aunque también ellos iban a proveer un gran contingente de tropas de milicia para ir hacia Canaán y pelear junto a las otras tribus de Israel. La palabra hebrea para esta clase especial de tropa siendo ofrecida es nechalats; literalmente quiere decir ser seleccionada o ser seleccionada especialmente. La idea es que estos son los guerreros más feroces, lo mejor de lo mejor. Además estas tropas de Rubén y Gad serían la vanguardia del ejército Israelita ya que pelearon y conquistaron todo el tiempo hasta Canaán.

El trato es que estos nechalats no iban a regresar a su territorio de tribu en el Trans-Jordania hasta que cada tribu Israelita tuviera posesión de su propia tierra en Canaán; ellos iban a permanecer y pelear con sus hermanos todo el tiempo que tomara. Además ellos no iban a pedir territorio adicional en el lado oeste del Jordán, en la Tierra Prometida. Ellos iban a estar satisfechos con vivir en el lado este del Jordán, porque esa fue su decisión.

Moisés (indudablemente con la aprobación del concilio de liderazgo) estuvo de acuerdo con esta propuesta.

Vamos a volver a leer una porción del Capítulo 32.

VOLVAMOS A LEER NÚMEROS CAPÍTULO 32:25 – hasta el final.

Por lo que nosotros vemos aquí que la ½ de la tribu Israelita más grande, Manasés, decidió que ellos TAMBIÉN querían quedarse en la región de Trans-Jordania (probablemente por las mismas razones que Rubén y Gad querían). Ahora aun cuando no se dice nada, esto debió de haber sido un asunto bien traumático y contencioso. Para que una tribu se dividiera de tal manera, tenía que haber un gran desacuerdo entre los clanes que la formaban, y esto era una situación bastante seria.

Esto también quería decir que dos hombres estaban compitiendo (para principe, nasi) para jefe de la tribu de Manasés e indudablemente esta división de la tribu con una parte viviendo en el lado este del Jordán y la otra parte viviendo en el oeste del Jordán era primordial para una resolución de paz del desacuerdo.

A nosotros no se nos dan detalles sobre como todo esto sucedió, pero desde este punto en adelante nosotros vamos a comenzar a escuchar que la Biblia habla de “las 2 1/2 tribus” que permanecieron en el lado este del Jordán; esto sencillamente quiere decir que dos tribus enteras (queriendo decir todos los clanes de Rubén y Gad) MÁS la 1/2 de la tribu de Manasés (alrededor de la 1/2 de los muchos clanes que formaban a Manasés) tomaron la decisión de establecerse en el Trans-Jordania. Los restantes clanes que formaban la otra mitad de la tribu de Manasés se fueron con las otras tribus de Israel para Canaán para conquistarla y establecerse.

Rubén se estableció directamente al este del Rio Jordán, mientras que Gad habitó un área al este del Rio Jordán y generalmente localizado entre el sur del Mar de Galilea y el lado norte del Mar Muerto. La 1/2 tribu de Manasés se estableció en la tierra que comienza en el sur del Mar de Galilea y se extiende al norte hasta el Mt. Hermon. Esto no sucedió todo inmediatamente; esto tomó unos cuantos años antes de que las fronteras se formaran, pero aun así la composición de cada territorio fluctuaba con el tiempo y circunstancias políticas.

Como era costumbre en esa era, estas 3 tribus Israelitas reconstruyeron algunas de las ciudades que ellos habían destruído en la batalla con Madián, cambiaron los nombres de las ciudades a nombres de ciudades hebreas, y se establecieron allí. Las razones para reconstruir una ciudad en vez de comenzar de la nada en algún otro lugar son muchas pero en general es que a) una ciudad estaba invariablemente localizada cerca de un buen recurso de agua, y el agua no era fácilmente disponible en todos lados; b) generalmente habían carreteras y caminos establecidos que llevaban a los pueblos y ciudades donde los comerciantes traían los bienes necesarios; y c) la razón más obvia era que los materiales de construcción de la ciudad previa estaban allí listos para volver a usar para construir la nueva ciudad. Y como la mayoría de la construcción era de piedra, generalmente esto era un asunto de solo poner las piedras nuevamente en un montículo.

Aquellos de ustedes que han ido a Israel conmigo han visto decenas de estos enormes montículos llamados Tels, esparcidos por toda la tierra. Estos Tels son los restos de ciudades de antigüedad que una vez existieron allí, pero que ahora estan cubiertos con muchos pies de tierra y escombros traídos por siglos de viento y lluvia. La cosa es que cada Tel es un sistema de capas; y se ve como un bizcocho de capas, cada capa representa una ciudad que una vez fue próspera pero que ahora está destruida. La capa encima representa la próxima ciudad, la cual fue construído directamente sobre la que fue destruida, usando mucho de los escombros y el material de construcción. A veces hay hasta 18 o 20 capas en un solo Tel; eso es, 18 0 20 ciudades, cada una construida sobre los restos de la anterior están presente. Yo no tengo duda alguna que las ciudades que el ejército de Israel destruyó en Moab ya había sido construido sobre las ruinas de ciudades aún más antiguas.

Y ahora Rubén, Gad, y Manasés sencillamente van a repetir el proceso, añadiendo otra capa a las muchas Tels. Y después de ellos otras civilizaciones harían lo mismo. Por lo tanto el identificar los nombres de estas ciudades que vemos en Números 32, es bastante diferente en nuestros tiempos porque los nombres solo existían hasta que la ciudad fuese destruida; la próxima ciudad construida sobre esa, generalmente se le daba un nombre nuevo (aunque en ocasiones era el MISMO nombre, solo que en un lenguaje diferente).

Vamos a movernos al Capítulo 33.

LEER NÚMEROS CAPITULO 33 completo

Lo que nosotros tenemos aquí es un breve diario de viaje de la jornada de los Israelitas a través del Desierto. Y nosotros podemos aprender varias cosas de la misma más allá de la ruta. Por ejemplo nosotros encontramos que aun cuando es dicho en pasajes anteriores que Israel salió de Egipto en la Pascua esto NO es técnicamente correcto. Ya que se nos dice que ellos salieron de Egipto en Nisan 15, el cual es el 1er día de la Fiesta de los Panes de Levadura (el día siguiente de la Pascua). Aunque como yo he explicado en lecciones anteriores, nosotros pronto vamos a ver que la Fiesta Bíblica de la Pascua y Matza llegaron a ser fusionadas de tal manera que las dos llegaron a ser celebradas como una y la celebración entera es llamada alternadamente Pascua o Matza. Permíteme volver a decir esto porque te puede ayudar a entender las dificultades que algunos maestros y pastores (y estudiantes de la biblia) tienen en relación al día en que Cristo fue crucificado.

La Pascua, por ordenanza de Dios Bíblica, era un festival de 1 día que debía ocurrir el 14 del mes Hebreo de Nisan. La Fiesta de los Panes Sin Levadura era un festival de 7 días que debía comenzar el día DESPUÉS de la Pascua, el 15 de Nisan. Por lo que la Pascua (1 día) y los Panes Sin Levadura (7 días), tomados como 8 días consecutivos de fiesta pero en realidad dos fiestas separadas que meramente corren consecutivamente.

Permítanme también señalar otro punto clave de información: la manera en que la Pascua original egipcia fue conducida y la manera en que la Pascua fue llevada a cabo después de salir de Egipto y en tiempos futuros era de alguna manera diferente. Ya que en Egipto aun cuando el cordero de la Pascua fue sacrificado y esparcido en los dinteles de las casas el 14 de Nisan, el cordero de la Pascua no se comió hasta unas cuantas horas más tarde, en la noche, la cual quiere decir que ahora era el comienzo del nuevo día, Nisan 15. Recuerda que la manera Bíblica de determinar el final de un día y el comienzo del nuevo día era la puesta del sol. Por lo que durante el día de Nisan 14 en Egipto, el cordero era sacrificado y el proceso de cocinar comienza; y luego en la noche (el cual es el próximo día) ellos se lo comían.

Lo otro que tenemos que entender es que mientras técnicamente Nisan 14 se llama la Pascua y fue en este día que el cordero fue sacrificado y preparado, el Señor no mató a los primogénitos egipcios hasta la media noche DESPUES que los hebreos habían comido el Cordero de la Pascua.

Por lo tanto como el día había cambiado en la puesta del sol (alrededor de las 7 pm) los primogénitos de los egipcios fueron matados en horas tempranas de Nisan 15, el cual a partir de ahí llegaría a ser el 1er día del Festival Bíblico de los Panes Sin Levadura (Matza). Luego la siguiente mañana mientras TODAVÍA era el 15 de Nisan, los hebreos se reunieron y salieron de Egipto. Esto es un poco diferente de lo que nosotros típicamente pensamos, pero así es como sucedió.

En mi enseñanza del libro de Éxodo yo enseñé esto en términos más sencillos, usando el vocabulario que la iglesia usa mayormente asociado con el Éxodo; que es, la manera común de hablar que la Pascua marcó el untar la sangre en los dinteles de las puertas, el comer el cordero, el asesinar a los primogénitos por mano del Señor, e Israel salir de Egipto. Ahora parte de la razón que la iglesia primero presentó la Pascua de Egipto de esta manera (aun cuando técnicamente está un poco equivocada) es probablemente por la confusión de los maestros gentiles (quienes particularmente no querían escuchar nada de lo que los rabinos judíos tenían que decir) quienes no entendían que a) había una pequeña diferencia en la Pascua de Egipto versus todas las otras Pascuas futuras, b) que el protocolo de la Pascua y la Fiesta de los Panes Sin Levadura de Éxodo, Levítico y hasta Números llegaron a ser modificados en Deuteronomio y luego fueron modificados aún más con el establecimiento de las Tradiciones, c) como resultado de “b” las definiciones Bíblicas técnicas de la Pascua versus la Fiesta de los días de Matza son una cosa, pero la manera común en que los judíos hablaban de ellas, y como los judíos las enumeraban y lo que ellos la llamaban era completamente otra cosa. Y d) eventualmente se levantaron diferentes Tradiciones de cómo hacer la Pascua y la Fiesta de Matza, y todas estaban ocurriendo simultáneamente. Generalmente hablando una Tradición era usada por los judíos que vivían en Judea, y otra por los judíos que vivían en Samaria (que se habían alejado del Templo de Jerusalén y habían construido uno propio), y otra para los judíos que vivían en Galilea porque ellos tenían que hacer una larga jornada para llegar al Templo en Jerusalén, y todavía otra para los judíos que vivían en la Diáspora (eso es, todos los judíos viviendo afuera de la Tierra Santa), para dar cuenta por vivir entre los paganos gentiles y en ocasiones las distancias imposibles de viaje necesarias para llegar al Templo en Jerusalén para las ceremonias.

Mi intención no es irme por la tangente, pero a veces nosotros vamos a discutir la Pascua según ocurrió en el tiempo en que Jesús fue crucificado y yo voy hacer lo mejor que pueda para explicar por qué hay tal desacuerdo en cual día Él murió, y hasta si la Cena del Señor fue la Cena de la Pascua o algo completamente diferente. Y junto con la realidad que el orden de las cosas que ocurrieron en la Pascua de Egipto (y en qué día) no fue seguido en las Pascuas subsiguientes, también habían varias Tradiciones compitiendo de CÓMO conducir la Pascua que existió en los días de Jesús, ADEMÁS el uso de la terminología judía común diaria que es usada en los recuentos de los Evangelios y NO el uso de la terminología técnica de rito de los días de Fiesta (según se encuentran en la Torá) que, cuando son tomados junto, nos lleva a un problema. En adición, los Evangelios sinópticos eran desde un punto de vista de los judíos de Galilea (con sus propias Tradiciones de Pascua), pero es generalmente acordado que el Apóstol Juan (quien escribió la epístola de Juan) había llegado a ser un judío de Judea después de comenzar la vida como un pescador de Galilea o estaba expresando la Tradición de Judea (con SUS propias Tradiciones de Pascua). Pero esa es una lección bastante compleja por lo que vamos a discutir eso en otra ocasión.  

Por lo que el primer punto del diario de viaje de Números 33 es Ramesés (en la tierra de Gosén) en Egipto, y el día en que ellos salieron fue el día 15 del 1er mes del calendario hebreo de ritos (recuerda, que los hebreos usaban diferentes calendarios para varios propósitos), y este mes era llamado Nisan.

Se nos es dado solo otra fecha: la de la muerte de Aarón, el Sumo Sacerdote en el 1er día del 5to mes del año 40 en el Desierto, y esto sucedió en el Mt. Hor. Eso quiere decir que MUY poco tiempo pasó desde la fecha de la muerte de Aarón hasta que Israel marchó a Moab, luego el incidente de Balaam, luego la Guerra de Madián, (la cual probablemente duró unos cuantos días), y luego Moisés muere; probablemente un espacio de tiempo de 3 o 4 meses.

Y se nos dice que Moisés fue instruido a escribir su itinerario. ¿Ahora cuál era el propósito de hacer esto si la Torá ha sido escrita en su curso? Lo único que podemos hacer es especular porque no se nos dice. La realidad es que si nosotros vamos atrás y verificamos los nombres de los lugares que los Israelitas acamparon (los lugares con los que nos hemos topado hasta ahora), nosotros vamos a encontrar que esta lista de Números 33 no coincide. Nosotros vamos a ver algunos nombres que faltan, y otros añadidos.

Cuando nosotros los contamos, nosotros vamos a encontrar que 42 estaciones (lugares donde ellos pararon y una que otra cosa sucedió) son listadas en Números 33. Por lo que, algunos maestros han tratado de buscar significado en el número “42”. Yo no estoy convencido que haya ninguno. Si nosotros miramos más detalladamente vamos a poder encontrar otros usos al número 42 en la biblia (como el periodo de 7 años en los Tiempos Finales al que los cristianos llaman Tribulación siendo dividido en dos periodos de 42 meses). Aun hasta la versión de Mateo de la genealogia de Yeshua consiste en 42 generaciones. Pero, sería un poco de exageración encontrar un cordón común teológico que conecte todos estos diferentes usos del número “42”, y yo no lo veo. Tal vez en algún momento en el futuro el Señor abrirá mis ojos a algo que actualmente yo no veo en ese aspecto.

Al menos, la mayoría de los maestros y Rabinos están de acuerdo que lo que nosotros tenemos es una lista de estaciones en las que Israel pasó a través donde algo de significado sucedió. En total, esto es un recordatorio para futuros lectores de la ardua jornada de Israel, y como el Señor en varios puntos les instruyó, él castigó, proveyó para ellos, destruyó alguno de ellos, y salvó a la mayoría de ellos. Esto es un recordatorio de cuanto ellos tuvieron que superar para poder escapar del agarre de Egipto, y reclamar la tierra que el Señor había separado para ellos. Y, yo creo que ha alcanzado su propósito porque yo no puedo pensar de un evento más grande en la historia de Israel (un evento de inspiración a la naturaleza) que ha sido sellado en las mentes y en el alma de cada judío, que el del Éxodo de Egipto.

Ahora, solo hay unas cuantas de estas 42 localizaciones que son conocidas hasta cierto grado de certeza, hoy en día.
Como resultado hay muchos mapas con varias rutas del Éxodo indicado, y yo no creo que vale la pena tratar con las mismas porque como desperfecto estos mapas muestran a los Israelitas básicamente deambulando alrededor del Sinaí, con la localización tradicional de los cristianos del Mt. Sinaí hacia la parte sur de la Península del Sinaí como el foco de sus viajes. El hecho es que el Sinaí nunca pudo haber mantenido a un grupo de 3000 Israelitas, mucho menos 3 millones. Por lo que yo, no creo esto.

No hay ni una gota de evidencia arqueológica que apoye el Éxodo que sigue el itinerario tradicional. La postura sostenida por mucho tiempo, y la que tantos cristianos han tenido sobre este asunto de la ruta del Éxodo es la razón principal por la que tenemos tantos maestros seculares (y aún más maestros cristianos liberales) dudando si realmente hubo un Éxodo, porque ellos insisten en buscar artefactos del Éxodo en el lugar equivocado.

Yo estoy convencido que el verdadero Mt. Sinaí está en Arabia, en un área donde en un momento dado era dominada por Madián, porque allí es donde exactamente la Biblia dice que está. Y, también eminentes como Philo y Josephus dicen que la localización es en Arabia (y ellos deben de saber mejor que nosotros). Muchos artefactos han sido encontrados en el área antigua de Madián (en el sureste de la Península de Arabia) que va con la cultura hebrea y ese periodo de tiempo y las descripciones de la Biblia de las características geográficas del Mt. Sinaí. Y hay una gran cantidad de folklore local de Arabia que también apoya esto. Ningún folklore o tradición como tal existe para la Península de Sinaí.

Al llegar al verso 50, el registro del itinerario de Números 33 llega a su estación final: Abel-Sitim en las estepas de Moab. Y, es aquí donde el Señor Dios le da a Moisés las instrucciones generales de como los Israelitas debían conquistar a Canaán. En pocas palabras ellos deben sacar a todas las personas que vivían allí. Luego Israel debía destruir todos los ídolos y toda parafernalia de la adoración a ídolos. Donde fuera que hubiera un templo o un altar o un lugar alto construido a un dios alto, el mismo debía ser destruído.

Para ser claro: Canaán debe ser vaciado de su pueblo. El Señor no los quiere más allí. La detestable religión de los Cananeos debe ser derrocada y todo remanente del mismo debe ser eliminado. El Señor no ha ordenado genocidio; pero se entiende que aquellos que se resistan a la toma del poder de los Israelitas (soldados en batalla) o aquellos que rehúsen irse después que ganen la batalla deben ser asesinados. También inherente en la instrucción (un principio de Dios establecido hace tiempo) es que cualquiera que renuncie a sus dioses falsos y se una a Israel está bienvenido hacerlo.

Bajo ninguna circunstancia los Israelitas deben permitirle a ninguna persona extranjera o tribu que permaneciera como un pueblo separado, aparte de Israel, ni tampoco puede haber ningún otro dios, aparte de Jehová, adorado en la tierra de Canaán. Modificar las instrucciones de Dios porque parezca más misericordioso o justo o amoroso o tolerante a nuestra sensibilidades humanas y políticamente correctas es sencillamente rebelión. Y el resultado VA SER desatroso.

Luego, en el verso 54, se nos da instrucciones sobre la distribución de la tierra entre las tribus Israelitas. Pero, espera; ¿acaso el Señor ya no dió estas instrucciones? Sí y no. En Números capítulo 26, se habla de la distribución de la tierra en términos de tomar un censo de las tribus como un precursor para dividir la tierra de acuerdo al tamaño de cada tribu. Pero, eso fue cuando había que dividir la tierra entre las 12 tribus; ahora, solo hay 9 tribus más la 1/2 de la tribu de Manasés. Y esto, porque Rubén y Gad más la 1/2 de la tribu de Manasés recibieron permiso de establecerse en el lado este del Río Jordán, y al hacerlo ofrecieron entregar cualquier derecho al territorio adentro de la Tierra Prometida.

El capítulo 33 termina con una urgente advertencia (que de hecho no fue tomada en serio) de Dios para Israel que SÍ ellos no seguían Sus instrucciones, exactamente, sobre el método usado para tomar a Canaán, cosas malas le iban a seguir.

Permítanme citarles los últimos 2 versos del capítulo 33:

LBLA Números 33:55 ‘ 55 “Pero si no expulsáis[l] de delante de vosotros a los habitantes de la tierra, entonces sucederá que los que de ellos dejéis serán como aguijones en vuestros ojos y como espinas en vuestros costados, y os hostigarán en la tierra en que habitéis. 56 “Y sucederá que como pienso hacerles a ellos, os haré a vosotros.”

Israel NUNCA ha prestado caso a esta advertencia; Josué no lo hizo, David no lo hizo, ni tan siquiera el Israel moderno que ha regresado a su tierra después de 1900 años en exilio ha obedecido esta directiva divina. Todavía permiten a extranjeros, no unido con Israel, a residir allí. Permiten religiones paganas (particularmente Islam) existir junto con la adoración de Jehová, hasta le dan a sus enemigos posiciones en el cuerpo de gobierno, el Knesset.

La misma permite y promueve el ateísmo. La misma permite y promueve la homosexualidad. La misma permite y hasta defiende a los musulmanes controlando el area del Templo el lugar de la morada previa de Jehová. Pero, peor aún, hasta da porciones de la Tierra Prometida a sus enemigos por promesas no cumplidas de paz; la tierra que las Escrituras dicen que no tienen absolutamente ningún derecho de disponer de la mismas ya que no es de ellos….la misma le pertenece al Señor.

Hasta que Israel no pare estas prácticas, asegure la tierra como les fue instruido, regresen al Señor y se arrepientan, siempre van a ver guerras, terroristas, bombas suicidas, y algún grupo u otro que dedica sus vidas en hacerle la vida a Israel miserable. .

De hecho, nosotros aquí podemos mover nuestras cabezas estando de acuerdo con todo esto y pensar “cuan tonto Israel puede ser”. Porque la mayoría de los problemas en nuestras vidas individuales….como miembros del Reino de Dios, esa entidad a la que Pablo se refiere como el Israel de Dios o el Verdadero Israel….son porque NOSOTROS no aseguramos nuestra vida como es instruido, nosotros no obedecemos al Señor y nos arrepentimos, por lo que nuestras vidas son hechas miserables.

De hecho: la tierra que el Señor separó para Israel; la tierra que pronto iban a conquistar y poseer bajo el liderazgo de Josué es el Cisjordania.

¿Le suena familiar este nombre? Eso es correcto, la tierra que nuestra actual administración demanda que Israel entregue a sus enemigos, Cisjordania, la misma tierra que el Señor dijo que era para Israel y solo Israel. Los Israelitas han pagado un terrible precio por 3300 años de rehusar seguir las instrucciones explícitas del Señor en lo que respecta la tierra y a quien se le permite poseerla y vivirla. ¿Acaso crees que estas naciones, como América, quienes insisten que Israel continúe ignorando esas instrucciones van a ser perdonados de la ira de Dios?  ¿Qué tal el 50% aproximado de la iglesia que insiste que Israel entregue su tierra, porque los judíos supuestamente ya no tienen derecho a la misma?

La semana que viene comenzaremos con el capítulo 34.

6355 N Courtenay Parkway, Merritt Island, FL 32953

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