Month: ג׳ בסיון ה׳תש״פ (May 2020)

Hechos Lección 24 – Capítulo 10 continuación

EL LIBRO DE HECHOS

Lección 24, Capítulo 10 continuación

Se dice que, para un martillo, todo parece un clavo. Así que supongo que para mí como un maestro de la Biblia de Raíces Hebreas, Hechos capítulo 10 se parece a uno de esos lugares en la Biblia que necesita ser atacado con gran vigor. Por lo tanto, al entrar en nuestra 2nda semana estudiando Hechos capítulo 10, continuaremos diseccionando este capítulo deliberada y cuidadosamente, ya que desempeña un papel crucial en la doctrina cristiana y mesiánica.

Yo sospecho que, lo que discutimos la semana pasada especialmente el segundo párrafo del capítulo 10 (sobre la sábana con los animales que bajaban del cielo) era difícil de absorber debido a los muchos matices que están presentes allí y las dificultades de usar términos que los cristianos no están acostumbrados a escuchar. Si fue desafiante o confuso para usted no se sienta mal; esto realmente es complejo. Dicho esto, es fundamental que entendamos el significado previsto detrás de las bestias de 4 patas y las otras criaturas en la sábana que desciende del Cielo lo más que podemos, porque francamente la misma ha sido mal interpretado y enseñado durante siglos por algunos de nuestros eruditos bíblicos más grandes y reconocidos. Esto se debe a dos factores: 1) una tendencia denominacional y doctrinal incorporada que ignora el significado claro de los pasajes, y 2) una falta de conocimiento sobre el judaísmo, la sinagoga, Halajá y la antigua cultura judía en general, que impide a un erudito bíblico mayor ver lo que realmente está ocurriendo en su contexto histórico.  El resultado ha sido una doctrina cristiana que no sólo es incorrecta, sino que fomenta el antisemitismo y el cristianismo impotente y casual que vemos presente en nuestros días.

Quiero repasar con ustedes un poco sobre lo que discutimos la última vez y agregar alguna información adicional y explicación, con la esperanza de ayudarles a comprender esto lo mejor que puedan antes de continuar con los próximos versículos de Hechos capítulo 10. Es un poco como la importancia de estar primero cómodo con las matemáticas básicas (suma, resta, multiplicación y división) antes de pasar con el álgebra.

Comenzaré dándoles un ejemplo de la naturaleza del problema con el que los estudiantes bíblicos luchan al tratar de descubrir la verdad del capítulo 10 de Hechos, citándole a ustedes probablemente el comentario moderno más acreditado sobre el Libro de Hechos publicado hoy, tal como fue escrito por el venerable F. F. Bruce. Les pido que escuchen atentamente lo que dice acerca de la naturaleza y el significado claro de este pasaje; pero luego date cuenta de cómo a pesar de admitir la verdad, el da la vuelta y vuelve a su postura doctrinal como una evidente autocontradicción. En su comentario sobre el Libro de los Hechos en referencia a Hechos 10:9-29 F. F. Bruce dice lo siguiente:

“La pureza divina de los alimentos en la visión es una parábola de la pureza divina de los seres humanos en el incidente que conduce a la visión. No le tomó mucho tiempo a Pedro entender esto: ‘Dios me ha enseñado’, dice más tarde en la presente narración, ‘a no llamar a ningún ser humano profano o impuro”.

Así que, Bruce reconoce plenamente que la visión, que Pedro es testigo, es una parábola; es decir, no es literal, sino que es una historia simple que utiliza objetos y elementos comúnmente conocidos simbólicamente para llegar a través de un punto. La sábana llena de animales está destinada a representar algo completamente diferente. Permítanme darles un ejemplo de cómo funciona una parábola usando una que todos conocemos, la parábola que Yeshua contó sobre las 10 vírgenes.

LBLA Mateo 25:1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio.

 Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes.

 Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo,

 pero las prudentes tomaron aceite en frascos junto con sus lámparas.

 Al tardarse el novio, a todas les dio sueño y se durmieron.

 Pero a medianoche se oyó[a] un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo

Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas.

 Y las insensatas dijeron a las prudentes: «Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan».

 Pero las prudentes respondieron, diciendo: «No, no sea que no haya suficiente para nosotras y para vosotras; id más bien a los que venden y comprad para vosotras».

 10 Y mientras ellas iban a comprar, vino el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.

 11 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: «Señor, señor, ábrenos».

 12 Pero respondiendo él, dijo: «En verdad os digo que no os conozco».

 13 Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora en que el hijo del hombre ha de venir.

Si no nos damos cuenta de que esto es una parábola, y si no reconocemos que Yeshua está empleando términos y personajes y objetos comúnmente entendidos utilizados dentro de la cultura judía para inventar una historia fantasiosa y memorable para hacer Su punto, entonces dejamos este pasaje decidiendo que está instruyendo a Sus seguidores sobre los novios literalmente, vírgenes, lámparas y aceite de oliva. Así que, si esto no fue una parábola entonces, ¿a qué otra conclusión podemos llegar si no eres una virgen judía, esto simplemente no se aplica a ti? Y si eres una virgen judía, necesitas urgentemente adquirir un par de lámparas y abastecerte de un suministro de aceite de oliva para alimentarlas si esperas tener éxito en casarte. Pero, por supuesto, es una parábola y por lo tanto las personas y los objetos (las vírgenes y las lámparas) son simbólicos de otra cosa.

Ahora apliquemos esto al capítulo 10 de Hechos.  F. F. Bruce está de acuerdo y afirma inequívocamente que la visión de la sábana con los animales y la instrucción de matar y comer es una historia (en este caso una visión) contada como parábola.

Es decir, la escena utiliza objetos y circunstancias familiares para los judíos para hacer un punto. Pero al igual que con la parábola de las 10 vírgenes, esto en realidad no significa que el oyente piense que se trata de vírgenes y lámparas, por lo que la visión de Pedro no significa que el oyente piense que se trata de una sábana y algunos animales inmundos, ni se trata de matarlos y comerlos.  Más bien se trata de otra cosa por completo; por lo cual así es como funcionan todas las parábolas.

Un par de frases más tarde después de que el profesor Bruce reconoce que la visión de Pedro es una parábola (que por supuesto lo es), y el significado tiene que ver con la aceptación de los gentiles, luego da la vuelta y dice esto:

“Sin embargo, la limpieza de los alimentos no es totalmente parabólica; hay una conexión entre la derogación de las leyes alimentarias levíticas y la eliminación de la barrera entre judíos y gentiles.”

No tengo la intención de señalar a F.F. Bruce; sin embargo, su comentario es representativo de tantos otros. Él (como la mayoría de los comentaristas cristianos) estudia todo el Nuevo Testamento con el punto de vista de que las leyes alimentarias levíticas (así como todas las demás leyes de la Torá) han sido abolidas, por lo que todo lo que sucede en el Nuevo Testamento debe encajar dentro de ese entendimiento sin importar si el texto dice algo completamente diferente.  Sí, Bruce está de acuerdo que la visión de Pedro es una parábola. Sí, Bruce está de acuerdo que los animales son simbólicos. Sí, él está de acuerdo, que el propio Pedro reconoce que esto no tiene nada que ver con los animales o la comida, sino que se trata de admitir gentiles en el redil. Sin embargo, en la opinión de Bruce y de muchos otros gentiles eruditos bíblicos, esto se trata por igual de que Dios aboliera las leyes alimentarias kosher. Por lo que yo supongo que si ese es el caso entonces la parábola de las vírgenes debe ser igual y literalmente sobre vírgenes y lámparas. La parábola de Jesús usando las semillas que caen sobre suelo rocoso para caracterizar a los creyentes, debe ser igual y literalmente sobre semillas, rocas y tierra, y así sucesivamente. Espero que puedan ver que esta extraña conclusión hace de esta parábola (la visión de Pedro), de todas las demás parábolas de la Biblia, el que opere de manera totalmente diferente, por medio del cual los objetos fantasiosos que son simbólicos de repente se vuelven reales y literales. ¿Por qué Bruce y otros reclamarían algo así? Porque es su doctrina cristiana fundamental y la de ellos (independientemente de lo que la Biblia diga en realidad) que los cristianos gentiles no tienen el deber de seguir las leyes alimentarias de Dios, porque Cristo abolió la Ley (¡algo que Cristo dijo explícitamente que no hizo!) Nunca dejemos pasar la oportunidad de revisitar esta enseñanza fundamental del Mesías Yeshua.

Mateo 5:17-19 LBLA

17 No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.

 18 Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña[e] ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla.

 19 Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.

Esta declaración hecha por Yeshua no podría ser más definitiva. Dice sin rodeos que no abolió la Torá (la Ley), y luego Él expande sobre la misma, y luego Él advierte en contra de la enseñanza en contra de lo que Él acaba de decir. Así que ciertamente esta declaración forma el núcleo de mi visión del mundo sobre Yeshua y la relación de la Ley de Moisés con los creyentes, y de la misma tengo plena confianza en desafiar las doctrinas de la Iglesia que no están en conformidad con este mandamiento de Cristo. Aparte de la Salvación, no hay otro tema de esta magnitud que nuestro entendimiento del lugar de la Ley de Moisés en la vida de un Creyente. Y aunque no tengo todas las respuestas sobre cómo hacerlo, sin duda la Ley de Moisés permanece y debemos obedecerla. Y cuando no la obedecemos, pecamos.

Ahora revisemos el complejo tema de la conversación entre Pedro y Dios (cuando Pedro estaba en trance y esencialmente teniendo lo que podríamos llamar una experiencia fuera del cuerpo). Esto es importante porque explica su visión en términos judíos, que por supuesto así es como es dicho. Después de que la voz celestial le dice a Pedro que mate y coma de los animales inmundos en la sábana, Pedro responde con un “no” porque nunca ha comido tales cosas (sin duda Pedro pensó que era una prueba, de lo contrario no habría rechazado enfáticamente la orden de Dios). En Hechos 10:14 Pedro agrega la declaración de que nunca ha comido nada común o impuro. La versión CJB junto con la mayoría de las otras versiones de la Biblia en inglés y español reemplaza la palabra “común” por “profano” o “impuro”. Algunas Biblias reemplazarán la palabra “común” por “profano”. Las traducciones, inmundas y profanas son incorrectas. La palabra griega es koinos y significa “común” y esa es la traducción adecuada. Es la misma palabra de la que obtenemos el tipo de griego en el que está escrito el Nuevo Testamento: griego koine, que significa griego común. El griego usado para el lenguaje cotidiano y conversaciónal.

En términos bíblicos, sin embargo, “común” no es un adjetivo que significa algo que se hace regularmente o es ordinario; más bien “común” es un estatus espiritual asignado a ciertos objetos y personas. Los 3 estados posibles de estatus espiritual para los seres humanos y los objetos (como se nos ha escrito en la Torá) son: santos, comunes o impuros. Santo significa santificado, apartado para Dios. Común significa algo que no ha sido apartado para Dios (pero no significa maldad, inicuo, malo o impuro). Común es una especie de estado neutral y natural que existe entre sagrado e impuro. Y entonces el tercer estatus espiritual posible es impuro. Impuro es una condición de profanación que significa que un objeto o una persona no es adecuada para ser utilizado por Dios; y el tratar de utilizar un objeto o persona en su estado impuro para tal propósito es ciertamente inicuo. Impuro es una condición que es causada por algo; nada en su estado creado naturalmente es impuro. 

Los alimentos impuros son alimentos que de alguna manera han sido contaminados o mal manejados. La comida impura es de otra manera comida kosher, pero algo lo ha profanado ritualmente; por lo tanto, los alimentos impuros no deben ser consumidos. Lo que es importante que entendamos es que no existe tal designación como alimento “común”. Común no es una categoría de alimentos, ni es una condición ordenada por Dios de artículos de comida. Común no se aplica a los alimentos. La comida sagrada es una categoría de alimentos, y la misma es comida kosher que se ha utilizado para sacrificios de altar. Sólo a los sacerdotes se les permite comer ciertas porciones de alimentos sagrados que han sido traídas como ofrenda de sacrificio. Así que los judíos regulares (como Pedro) NO pueden comer alimentos sagrados; jamás.

El rabino Joseph Shulam señala que hay una categoría de alimentos llamada chullin que se refiere a la comida kosher que NO se ha utilizado para sacrificios y por lo tanto los judíos regulares pueden comerlo. Es el nombre de la categoría de comida que diariamente comen los judíos regulares. Así que la regla es que los judíos regulares comen comida de chullin, mientras que sólo los sacerdotes pueden comer alimentos sagrados. De hecho, de acuerdo con las leyes de Dios, el único alimento que los judíos regulares pueden comer es comida chullin. Por lo que Shulam dice que tal vez la palabra “común” se está utilizando en lugar de “chullin”. Sin embargo, si eso es cierto, entonces la declaración de Pedro se vuelve aún más extraña porque Pedro afirma que NUNCA ha comido alimentos de la misma categoría de alimentos (chullin) que es la ÚNICA categoría de alimentos que un judío regular puede comer (Pedro no era un sacerdote). Espero que estés empezando a ver el dilema de este versículo.

Pero hay una solución obvia al dilema. Te dije la semana pasada que al final y a la postre, lo que está pasando aquí es que esta visión es una parábola, y por lo tanto la comida no es el tema, sino que es simplemente el símbolo de otra cosa (pronto aprendemos que “algo más” son gentiles). Este entendimiento explica entonces por qué un término (común) que no se aplica a los alimentos, pero sí se aplica a los seres humanos, se está utilizando en la visión de los animales. Y esta es también la razón por la que Pedro estaba tan perplejo sobre el significado de esta visión porque tomado literalmente no tiene sentido. La imagen no coincide con la narrativa.

Vamos a leer una porción de Hechos 10.

VOLVAMOS A LEER HECHOS CAPÍTULO 10:17 – 29

Típicamente los comentaristas de la Biblia dicen que la razón por la que Pedro está desconcertado sobre la visión, es porque Dios le dijo que estaba bien, ahora simplemente olvidar las leyes alimentarias y de aquí en adelante puede comer lo que quiera; pero Pedro simplemente no podía aceptar eso. Pero como acabo de demostrar, ese no fue el caso en lo absoluto. Por un lado, Pedro había oído directamente de la boca de Yeshua que la Torá no había cambiado en lo más mínimo, y mucho menos abolida. Más bien Pedro estaba desconcertado porque los términos aplicados a la comida en su visión no eran términos alimentarios; eran términos reservados para describir el estado espiritual de los seres humanos y los objetos. Como ya no estaba en su trance y ahora estaba reflexionando sobre esta extraña visión, los hombres que el Centurión Cornelio envió a buscar llegaron a la casa de Simón el curtidor y preguntaron por Pedro. El Espíritu Santo le dice a Pedro que estos 3 hombres lo están buscando, y que Dios ha planeado previamente esta reunión para que Pedro no tenga que alarmarse, pero tiene que ir con ellos. Así que en este punto Kefa (Pedro) no sabe lo que está pasando o lo que se supone que va a suceder. Dadas las circunstancias si fuera yo, asumiría que esto estaba conectado de alguna manera con la visión e imagino que Kefa (Pedro) asume eso también.

Cuando Pedro baja del techo para encontrarse con estos hombres, les pregunta su propósito. Responden que están aquí en nombre del centurión romano Cornelio y que él es un hombre recto y un temeroso de Dios. Esto significa para Pedro que Cornelio es un gentil que adora al Dios de Israel, pero no ha sido circuncidado. Es decir, Cornelio no ha llegado tan lejos en sus creencias como para convertirse y llegar a ser un judío.

Estos hombres explican que un ángel se apareció a su amo y le dijo que enviara a buscar a Pedro, y que se les asignó ir a Jope y escoltar a Pedro de regreso a Cesarea. No había ninguna demanda involucrada; todo era cuestión de hecho. No hay duda de que si Pedro no hubiera tenido su visión, y si el Espíritu (de alguna manera sin nombre) no le hubiera dicho a Pedro que se fuera, él habría tenido demasiado miedo de ir voluntariamente.

Hay que decir que en este momento Pedro no tenía idea de lo que Dios estaba tramando. No tenía idea de que los gentiles podían ser admitidos en el Reino de Cristo y podían alcanzar el mismo estatus espiritual santo que los hebreos. ¿Por qué? Porque las enseñanzas de la Sinagoga eran que los gentiles eran impuros; esto no era algo puesto en duda entre los judíos. No era que los judíos odiaban a sus opresores romanos, por lo que simplemente no querían asociarse con ellos y así los llamaban impuros como una especie de epíteto desagradable. Más bien fue un hecho entre los judíos que Dios veía a los gentiles como ritualmente impuros. Pero la verdad es que según la Torá los gentiles no fueron creados impuros; ellos fueron creados y clasificados por Jehová como simplemente no santos; en vez, los gentiles fueron creados espiritualmente comunes. Y si volvemos a nuestra discusión sobre la visión de los animales en la sábana, entonces entendemos lo que Dios le estaba diciendo a Pedro. Dios no le estaba diciendo a Pedro que en un momento los gentiles eran impuros, pero ahora Él los ha hecho puros. Más bien le dice a Pedro que Él hizo (creó) a los gentiles espiritualmente comunes, y por lo tanto Pedro (y por extensión, todo el judaísmo) no tenía autorización para cambiar la clasificación de los gentiles a impuros. Dios estaba enderezando la teología de Pedro. Esto no fue una teología nueva ni una teología cambiada. Así fue como siempre había sido desde que Dios declaró a Abraham santo y separado, y por consiguiente en ese momento dividió y separó la raza humana en 2 partes: hebreos santos y gentiles comunes. Pero las autoridades de la Sinagoga habían creado una doctrina que anulaba los mandamientos de Dios, y ahora Dios estaba lidiando con ella comenzando con Pedro y Cornelio.

Pedro se fue con los hombres, pero algunos de los otros hermanos (refiriéndose a los creyentes) le acompañaron. Esta fue una situación inusual y mostró sabiduría para que Pedro no fuera solo. En el siguiente capítulo nos enteramos de que 6 creyentes lo acompañaron. Mientras Pedro viajaba (alrededor de un viaje de 2 días), Cornelio estaba reuniendo a sus parientes y amigos cercanos en su casa para escuchar lo que Pedro tenía que decirles. Él entendió que lo que fuera, sería muy importante ya que Dios mismo había arreglado todo esto.

Cuando Pedro llega, ve a la multitud que le espera. Me imagino que le avergonzó tener un centurión romano postrarse delante de él; y esto fue delante de toda esa gente. Así que Pedro rápidamente dice que se levante; él es sólo un hombre y no debe ser adorado. El entrar en la casa de este gentil era territorio desconocido; tal acto era impensable para un judío. Y sin embargo, aquí estaba, y por instrucción de Dios de arrancar. Pedro siente que necesita explicar la situación a Cornelio y a su familia y amigos antes de que las cosas se pongan en marcha. Y es importante que oigamos lo que él dice en la manera en que él tenía como intención que significara.

El verso 28 de la versión CJB (la Biblia Completa Judía) tiene a Pedro diciendo esto: (Debido a que la comparación de ambas citas bíblicas fueron de versiones en inglés y la Biblia Completa Judía CJB no está disponible en español, yo traduje palabra por palabra lo que las versiones en ingles dicen para que puedan beneficiarse del mensaje que el maestro esta tratando de exponer)

CJB Hechos 10:28 Él es dijo: “Tú estás muy consciente que para un hombre que es judío tener una estrecha relación con alguien que pertenece a otro pueblo, o que venga y lo visite, es algo que simplemente no se hace. Pero Dios me ha mostrado que no llame a ninguna persona común o impura;

Sin embargo, esa es una traducción muy imprecisa sobre lo que dijo. Aquí hay uno que se adhiere más al significado real del griego:

RSV Hechos 10:28 Y él les dijo: Vosotros sabéis cuán ilícito es para un judío asociarse con un extranjero o visitar a cualquiera de otra nación, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar común o impuro;

  

Así que, Pedro dice que es ilegal lo que él está haciendo, que es asociarse con, o ir a la morada de, un gentil. La palabra griega traducida como ilegal es athemitos. Es una palabra que significa hacer algo que es ilícito, o viola un código de ley, o es criminal. Pedro no se está refiriendo a la Ley de Moisés, él se refiere a Halajá; Ley Judía. Tradición. Así que inmediatamente Pedro trata con la cuestión de las leyes de pureza en lo que se refiere a los gentiles; un tema delicado por decir lo menos. Pedro comprendió y creyó que Cornelio era un temeroso de Dios; un gentil que adoraba al Dios de Israel. Así que la idolatría no era un problema. Sin embargo, no cambió el estatus de Cornelio de ser un gentil por lo que los problemas de pureza ritual permanecieron en lo que respecta a los judíos. La comida era un tema especialmente grande, por supuesto, ya que era la parte central de la hospitalidad. Pero la comida no era el único problema serio desde la perspectiva de los judíos. Como mencioné la idolatría fue otro problema importante, ya que era estándar que los gentiles tuvieran imágenes de Dios en sus hogares. La blasfemia también era un problema, al igual que la moral sexual ligera de los gentiles, en comparación con la de los judíos.

Pero entonces Pedro dice que Dios le ha mostrado que no debe llamar a ningún hombre común o impuro. Una vez más, la palabra griega koinos se utiliza que significa común; y la palabra griega akathartos también se utiliza que significa impuro. Así que, en las 72 horas transcurridos desde la visión de Pedro y su llegada a la casa de Cornelio, el significado de la parábola de la visión se ha vuelto más clara para Pedro; todo esto se trata de gentiles y su estado espiritual ante Dios.

Sin embargo, si bien es bastante fácil para nosotros entender por qué Pedro diría que Dios le mostró que no llamara a ningún hombre impuro, es menos fácil entender por qué también diría que ningún hombre debe ser llamado común. Recuerden que sólo hay 3 estados espirituales posibles para un ser humano: santo, común o impuro. Así que en la superficie parece como si Pedro está diciendo que Dios ha eliminado 2 de las 3 posibles condiciones de estatus espiritual para los seres humanos (comunes e impuros), que sólo deja santo.

Entonces, ¿debemos tomar de esto que Pedro, y Dios, ahora ven a todos los seres humanos en este planeta como santos? No, claro que no. Entonces, ¿qué exactamente esto tiene como intención comunicar? En primer lugar, tenemos aquí a los seres humanos hablando de la manera habitual; ni Pedro ni Cornelio son teólogos o eruditos. Así que decir “cualquier hombre” no pretende ser preciso como en “cada ser humano que existe”. Lo que Pedro y Dios están diciendo es que a) un gentil no es impuro y no debe ser llamado como tal. Y b) que, si bien el común ha sido considerado como el estatus espiritual natural para los gentiles, que de hecho ser elevado al estatus sagrado (como los hebreos son) es posible para los gentiles. Así que los gentiles no son relegados permanentemente como que tienen el estatus de “común” sin la esperanza de ser actualizados a santo. Pero sin duda Pedro no entendía la amplitud y profundidad de esta nueva revelación. De hecho, sería sobre todo Pablo el que trataría de articular lo que esto significaba para los gentiles, y luego, por supuesto, la relación entre judíos y gentiles, a la luz del advenimiento de Cristo.

Quiero repetir: esto NO era una nueva teología. Esto NO era que la muerte de Cristo había cambiado el estatus espiritual de los gentiles de impuros (porque los gentiles no eran impuros).  Esto solo era nuevo Halajá para Pedro y para prácticamente todos los judíos. Dios sólo estaba reforzando e instruyendo sobre lo que siempre había sido. Él no estaba cambiando el estatus de gentiles; todavía eran comunes. Más bien, los líderes de la Sinagoga Judía habían anulado la ley de Dios sobre el tema de los gentiles, y ahora Dios estaba anulando la doctrina equivocada de esos líderes de la Sinagoga; ¡y wow el problema que esto iba a llevar!

Pero (y aún no está claro para Pedro que este es el caso) los gentiles que aceptaron a Cristo podían ser elevados de su condición de comunes a santos, y podían permanecer como gentiles. ¿Acaso esto fue la primera vez, entonces, que los gentiles podían dejar atrás su estatus común y alcanzar un estatus sagrado (como los hebreos disfrutaron)? ¡No! Los gentiles siempre habían tenido la opción de dejar atrás el hogar, la familia y la nación y convertirse en hebreo. Tal oferta estaba disponible tanto para los gentiles masculinos como para las mujeres (Ruth es uno de los casos más famosos de una mujer soltera que toma la decisión por su cuenta de convertirse en hebrea, ya que era una viuda extranjera). Pero el único medio para que un gentil obtuviera el estatus sagrado antes de la venida de Cristo era llegar a ser hebreo. La muerte y resurrección de Yeshua cambiaron eso. Ahora, a través de la fe y la confianza en él, cómo el Mesías y como Hijo de Dios, que los gentiles pueden alcanzar el estatus espiritual de santo. No tenían que convertirse primero en hebreos; pero tomó tiempo antes de que este entendimiento se afianzara entre los judíos creyentes.

Esto planteó otra cuestión sensible y contenciosa porque para convertirse en hebreo un varón tenía que ser circuncidado. Y desde el punto de vista de los creyentes judíos, ¿por qué un gentil querría tener un Mesías Judío si no quisiera ser judío? Dado que para los judíos la circuncisión era el principal símbolo externo que separaba a los hebreos de los gentiles, entonces todavía no tenía sentido para la mayoría de los miembros de El Camino cómo un gentil podía esperar aceptar a Yeshua si no aceptaba la circuncisión. Y en algunos versículos más, vemos que ese tema surge en vigor mientras escuchamos de la facción de Circuncisión interviniendo. Y esta facción estaba incrustada en el cuerpo de los creyentes judíos. Así que ya vemos que el Cuerpo de Creyentes estaba dividido; al principio se dividió en creyentes de habla hebrea y creyentes de habla griega.

Ahora vemos que de esos dos grupos algunos formaron la facción de circuncisión que creía que, si bien los gentiles podían aceptar a Yeshua, no cambiaba el requisito de que fueran circuncidados y, por lo tanto, se convirtieran esencialmente en judíos. En otras palabras, en sus mentes, Cristo permitió a los gentiles tener al Mesías Yeshua para la Salvación, pero tenía que dejar de ser gentiles para hacerlo. No es en absoluto diferente de la mayor parte del cristianismo que durante 1800 años ha determinado que Cristo es para los gentiles y mientras que un judío puede aceptar a Jesús, primero tiene que renunciar a Su judaísmo y esencialmente convertirse en un gentil. Una de las misiones fundamentales de la Clase de la Torá del Ministerio Seed of Abraham (Semilla de Abraham en español) es poner la verdad a esta doctrina equivocada y hecha por el hombre. Los judíos NO tienen que dejar atrás su judaísmo para aceptar al Mesías; Yeshua vino como el Mesías Judío.

Nosotros terminaremos Hechos capítulo 10 la próxima vez.

Hechos Lección 23 – Capítulo 10

EL LIBRO DE HECHOS

Lección 23, Capítulo 10

Hechos, capítulo 10 es uno que he estado esperando enseñar durante algún tiempo. El mismo entra en un tema importante que causa una tensión significativa entre cristianos y judíos, y dentro del cristianismo y el judaísmo mesiánico; es la cuestión de si las leyes alimentarias de la Torá siguen siendo válidas. Sin embargo, por otro lado, hoy les mostraré que, aunque Hechos 10 es utilizado en el cristianismo convencional para enseñar que las leyes alimentarias levíticas han sido abolidas, de hecho, se trata de una maniobra de distracción. Es decir, este capítulo en realidad no tiene que ver en lo absoluto con comer kosher. Y la razón de esta interpretación errónea del significado de este capítulo es que los comentaristas cristianos (todos gentiles) generalmente no tienen un indicio de lo que era el judaísmo, ni qué papel importante el Halajá continuó desempeñando en la vida de los judíos del Nuevo Testamento como lo hizo durante al menos los 2 siglos previos al nacimiento de Cristo.

Hemos estado discutiendo el término Halajá durante varias semanas y espero que a estas alturas todos ustedes entiendan lo que significa Halajá y lo que es Halajá: es el cuerpo general de las leyes judías que controla todos los aspectos de la vida y el comportamiento judío. Consistía entonces, y sigue consistiendo en este día de una fusión de 3 fuentes: la Torá de Moisés, antiguas costumbres judías, y lo más importante la misma fue dominada por interpretaciones rabínicas de la Biblia hebrea. Las interpretaciones bíblicas dentro de la Iglesia institucional son llamadas por el nombre de doctrinas. Pero dentro del judaísmo se les conoce como Torá Oral o como Tradiciones.

Así como las doctrinas cristianas forman el tema y la disculpa por prácticamente todos los sermones que se dan en una Iglesia cada semana, Halajá también forma el tema y la disculpa por todo lo que se enseña y practica dentro de la Sinagoga. Y en la era del Nuevo Testamento casi todos los judíos, ya fuera que estaban viviendo en Tierra Santa o en la diáspora (excepto los saduceos y el sacerdocio), estaban conectados al sistema de la Sinagoga de la misma manera que casi todos los cristianos en los tiempos modernos están conectados (ya sea libre o firmemente) a la Iglesia. Les traigo este paralelo entre la Iglesia y la sinagoga con el solo propósito de crear una imagen mental que le es familiar a todos para que ustedes tengan una idea significativa de cómo los judíos, los creyentes u otros, practicaban su fe y formaban su teología en la época de los Apóstoles.

Aun cuando el capítulo 9 de Hechos trata sobre darse cuenta del nuevo Creyente Saúl (Pablo), alrededor de dos tercios del camino a través del capítulo vemos una transición a Kefa (Pedro); Hechos, capítulo 10 permanece con Pedro. La última vez que vemos a Pedro, muestra se quedó en la casa de Simón, un curtidor de cuero, después de los dos milagros registrados que realizó. El primer milagro involucró a un creyente llamado Eneas que había estado paralizado durante 8 años, y por lo tanto era un inválido postrado en una cama; probablemente debido a un accidente cerebrovascular. El segundo involucró a una muy querida creyente llamada Tabita que había enfermado y muerto repentinamente. Tengamos claros, que lo que tenemos en el Libro de los Hechos, es que Lucas entretejió una historia de los discípulos de Cristo después de Su resurrección.

Pero la historia no es exhaustiva y no está destinada a registrar cada acto de cada discípulo; ni es una agenda diaria de sus vidas. La misma es un resumen al estilo Reader’s Digest usando ciertos aspectos destacados que Lucas eligió, para presentar una historia de los orígenes cristianos que particularmente señaló el poderoso trabajo del Espíritu Santo dentro de la Comunidad Creyente. El punto es que habrían ocurrido muchos más milagros que los pocos de los que habla Lucas; y sin duda alguna, Pedro sanó a más personas de lo que encontramos sólo en el Libro de los Hechos. Así que Lucas, siendo un erudito y un consumado escritor y narrador de historias, y bajo el control espiritual del Señor, ha seleccionado ciertos acontecimientos para que nosotros sepamos y hay un propósito detrás de los mismos.

Por lo tanto, no debe pasar desapercibido que de los dos milagros registrados en Hechos capítulo 9, uno era de un hombre, el otro de una mujer. Y por más grande que fuera un milagro para el Señor restaurar el movimiento para el hombre paralizado, ¡creo que todos podemos estar de acuerdo en que es (al menos desde el punto de vista humano) un milagro aún más sorprendente el traer a una mujer muerta de vuelta a la vida! Y en una cultura y era de dominación masculina, Dios lo ha convertido en un punto en la Biblia, desde el Libro del Génesis para mostrarnos que él valora a los hombres y a las mujeres por igual, incluso si asigna diferentes roles a cada uno.

También es interesante que en ambos milagros la acción tuvo lugar con los sujetos acostados en sus camas. De hecho, nos dimos cuenta de que los profetas anteriores que traen a los muertos de vuelta a la vida usaron un modelo similar por el cual el sujeto fue puesto en su cama.  Y en ambos casos en Hechos 9, el sanador insistió en que la habitación estuviese vacía de transeúntes. Esto no iba a ser una espectacular exhibición pública que ponía la atención en el agente humano de la curación; este iba a ser un momento privado tranquilo que con razón le dio la gloria al verdadero sanador celestial.

Estos 2 milagros tuvieron lugar en Yafo, también conocido como Jope, y Pedro todavía estaba allí cuando se abre el capítulo 10 de Hechos.

Vamos a leer juntos Hechos capítulo 10.

LEER HECHOS CAPÍTULO 10 completo

Pedro ha estado reaccionando bajo la dirección de Dios al viajar por el campo de Judea y aparentemente planeó llegar a Lida. Pero inesperadamente había sido llamado de Lud a Jopé. Ahora, igualmente inesperadamente, está a punto de ser llamado de Jopé a Cesarea Maritima, en tiempos anteriores conocido como la Torre de Strato.

Aquí somos testigos de un cambio de mar ocurrido en la historia de la Biblia, y en la historia de la redención, ya que los gentiles de repente ya no sólo se imaginan como la antítesis y los oponentes de los hebreos, pero de repente los gentiles son los objetivos de la misericordia de Dios. Él quiere que estén totalmente incluidos en Su Reino que será gobernado por un Mesías Judío y el Rey, Yeshua. Aunque en el capítulo 8, vimos al discípulo Felipe llevar a Cristo al gentil etíope, aquí tenemos un candidato muy improbable que ha abierto su corazón al Dios de Israel; Cornelio un oficial del ejército romano. Lo que es tan fascinante es que un soldado romano era emblemático de la opresión que sufrían los judíos.

Fueron los soldados romanos con los que el gobierno romano contaba para llevar la forma romana a las muchas naciones extranjeras que formaron el Imperio Romano. Por consiguiente, cada nación controlada por los romanos, tenía guarniciones de soldados romanos estacionadas allí, especialmente si había resistencia a la ocupación romana (como la había por los judíos). Así que, si fueras judío al enterarte de lo que Pedro hizo al ir a Cornelio habrías estado aún más asombrado y enojado que cuando estos mismos judíos se enteraron del alcance de los creyentes a esos indeseables samaritanos mestizos.

¿Te imaginas lo que pensarían los otros judíos, si un judío en los campos de exterminio nazis fuera a una guardia nazi, mostrándole bondad y compartiendo con él que esa justicia podría ser suya, y podría convertirse en parte de la comunidad de Dios, si confiara en el Dios de los judíos? Esto es una analogía razonable de lo que está sucediendo aquí con Pedro y Cornelio y por qué fue controversial.

Cornelio era un centurión; un comandante de cien. Los centuriones eran el pegamento que mantenía unidos a los militares romanos. Seis de estas unidades de cien formaron lo que se llamó un séquito. Y 10 séquitos típicamente formaron una legión de 6000 combatientes. Lucas, de hecho, nos habla del séquito específico al que Cornelio pertenecía: el Regimiento Italiano. Un centurión generalmente recibía 10 veces el sueldo de un soldado común. Pero aún más centuriones tenían un sistema de veteranía, así que no eran todos de igual rango a pesar de que tenían el mismo título. Cuando vemos aquí que Cornelio tenía un par de esclavos significaba que probablemente era uno de los centuriones más veteranos y por lo tanto tenía más riqueza.

Es lógico que esta unidad militar estuviera estacionada en Cesarea Marítima, ya que era el centro de gobierno romano para gobernar la provincia de Judea. En este momento Cesarea era mayormente gentiles romanos, aunque también tenía una considerable población judía.  Cornelio recibe una brillante descripción utilizando 4 características descriptivas. Primero, era devoto. Esto significa que era fiel a Dios y dirigía su hogar de la misma manera. Segundo temía a Dios; esta es una expresión que la mayoría de los eruditos hoy en día han convertido en la conocida etiqueta “temeroso de Dios” para indicar a un gentil que sigue al Dios de Israel. Sin embargo, no hay evidencia de que el temeroso de Dios fuera cualquier tipo de término o título formal o técnico en esa época, o un grupo nombrado al que alguien pertenecía. Es sólo una descripción informal. En tercer lugar, se le describe como un dador de las limosnas; Caridad. Cornelio fue un generoso dador y la caridad fue vista como uno de los más altos principios de la divinidad por el judaísmo. EL que se afirme específicamente que sus limosnas fueron dadas a los judíos hacía que Cornelio se ganara el cariño de los judíos locales. Y cuarto que se dice que oró a Dios continuamente. El que una persona orara a menudo era, especialmente en esa época, un indicio de gran piedad personal.

Una de las cosas que debemos notar aquí es que Cornelio no estaba ocultando su devoción al Dios judío. Él estaba abierto porque no estaba en peligro para sus creencias. Roma era bastante tolerante con todas las religiones del imperio, y a los soldados romanos se les permitía adoptar la religión local si así lo elegían. Naturalmente, el elemento de adoración de César tuvo que ser retenido, y por supuesto se esperaba una lealtad total al gobierno romano. Pero fuera de eso los soldados romanos podían adorar a cualquier dios que eligieran inclusive al Dios judío.

El versículo 3 dice que era la hora 9, es decir, 3 de la tarde, cuando Cornelio tuvo una visión. Esta fue una hora de oración judía estándar porque era una hora estándar para los sacrificios de la tarde en el Templo de Jerusalén. La visión era de un ángel que le hablaba. Se dice que Cornelio miró fijamente al ángel y dijo: “¿Qué quieres Señor?”? La mayoría de las Biblias usan la palabra Señor con una “S” mayúscula aquí, la cual está reservada para una teofanía; la cual es una aparición de Dios. Por lo tanto, algunos afirman que este es Yeshua hablando con Cornelio. No creo que esto sea correcto, ya que este ser se le es referido como un ángel. Por lo tanto, no creo que el término señor se refería a Dios.  La pequeña “s”, usada comúnmente, es sólo otra forma de decir “señor”. La misma es señal de respeto; no es una indicación de que es Dios. Y esto es lo que tenemos aquí. Por lo que la version de la CJB Biblia Judía Completa) está correcta.

Está claro que esta visión ocurrió mientras Cornelio oraba, porque el ángel dice que Dios ha escuchado sus oraciones. La declaración de que “Tus oraciones y limosna han ascendido como un monumento ante Dios” es reveladora, especialmente cuando pensamos en Levítico y oímos hablar del humo de las ofrendas quemadas que ondean hacia los cielos como un dulce aroma a Jehová. El pensamiento detrás de lo que el ángel le dijo a Cornelio probablemente se expresa mejor mediante un pasaje del Libro de Hebreos.

LBLA Hebreos 13:15 Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante Él, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre. Porque este es el producto natural de los labios que reconocen su nombre.  Por lo que el concepto es que, si bien a este gentil temeroso de Dios Cornelio no se le permite ofrecer sacrificios de expiación en el altar del Templo, sus oraciones y sus acciones de bondad han ascendido al Dios de Israel de manera muy similar al humo de las ofrendas quemadas. Más aún es el cumplimiento de una declaración profunda que el gran profeta Samuel había hecho 1000 años antes en cuanto a la actitud del Señor acerca de los sacrificios.

LBLA 1 Samuel 15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace el Señor tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del Señor? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros.

Aunque tal vez no sea del todo exacto el proyectar la declaración de Samuel como profética, ciertamente vemos con Cornelio, y en el mensaje del ángel para él, el cumplimiento del principio de que el único propósito para el sacrificio era expiar, debido a un fracaso humano de ser obediente a Dios en primer lugar. La obediencia niega la necesidad de un sacrificio. Los Esenios en Qumran en su Documento de la Comunidad de Pergaminos del Mar Muerto dijeron esencialmente lo mismo:

1QS 9:4-5 “……la ofrenda de los labios en cumplimiento de la (Ley) será como el agradable aroma de la justicia; y la perfección de la conducta será aceptable como sacrificio voluntario…”……

Los Esenios estaban mirando a través de la Ley y viendo el espíritu de la Ley.

Ellos fueron forzados a contemplar profundamente el sistema de sacrificios, al menos ante sus ojos, porque consideraban que el Templo y su Sacerdocio eran tan corruptos e inútiles (que de hecho lo era en este momento) que lo abandonaron y por lo tanto creían que algo tenía que existir más allá de la pura mecánica del ritual de sacrificio. Por consiguiente, la actitud piadosa de oración constante de Cornelio y su acción generosa de caridad al pueblo de Dios era, ante los ojos de Dios, mejor que los sacrificios de animales que se le prohibía hacer porque era un gentil.  Así que lo que está sucediendo es que antes de que el apóstol Pedro reciba el mensaje divino de que las barreras entre hebreos y gentiles están cayendo, a Cornelio se le da la pista de que la relación con Jehová que había sido reservada sólo para hebreos ahora se ofrece a los gentiles. Pedro sería el portador de las Buenas Nuevas para Cornelio de las condiciones que tenían que cumplirse para que esa relación sucediera.

Así que en el versículo 5 el mensajero divino de Cornelio le dijo que enviara a algunos de sus hombres a Jope a buscar a Pedro.  Él les ordena a dos de sus esclavos y a uno de sus soldados militares que vayan y le pidan a Pedro que venga, y que lo escolte con seguridad donde Cornelio.

Pedro ahora tiene una visión correspondiente a la de Cornelio; y la misma es muy inquietante para Pedro. Y ha sido muy inquietante para gran parte de la Iglesia desde que esta visión fue escrita y registrada para nosotros. Fue alrededor del mediodía al día siguiente cuando Pedro sube al techo de la casa de Simón el curtidor de pieles para su tiempo regular de oración. Casi todas las casas de esta época fueron construidas con techos planos y servían como otro piso de la casa. El subir allí le dio a Pedro algo de privacidad. Ahora el versículo 10 es en realidad uno de los pasajes más pasados por alto, pero clave, de este capítulo. Dice que mientras Pedro estaba allí arriba, comenzó a sentir hambre. De hecho, se nos dice que él esperaba comer; y más, que en la planta baja se estaba preparando una comida. ¿En dónde estaba la mente de Pedro cuando subió al techo a orar? ¡Estaba en la comida! Este es el contexto natural de la visión que Pedro va a recibir.

Mientras estaba en el tejado, hambriento, obsesionado con la comida, entra en lo que el griego dice que es ekstasis. Es donde obtenemos la palabra en español éxtasis o extasiado. La mayoría de las Biblias en español traducen la palabra en trance; es decir, Pedro entró en un trance. El diccionario Webster’s dice que un trance es un aturdimiento, o un estupor, o un estado hipnótico. Probablemente este es un significado aceptable siempre que entendamos que esta es una condición inducida por Dios, en la que una persona es transportada más allá de su estado físico normal y conciencia a un lugar que puede percibir cosas que son de otra dimensión, pero le parece como si las estuviera percibiendo en el mundo real usando sus sentidos normales de la vista , audición, tacto, etc.  Pedro ve el Cielo abierto y descendiendo del Cielo ve algo así como una pieza rectangular de tela con 4 esquinas. Es importante que entendamos que lo que Pedro dice en su estado extático está muy influenciado por Dios. Es decir, las palabras de Pedro no son necesariamente suyas; Dios está interviniendo en ambos lados del diálogo. Pedro está en un trance espiritual; no está teniendo un sueño.

La visión extática de Pedro es simbólica; pero como dice Pedro, también fue un desconcierto para él. No era en absoluto directo en su significado.

La apertura de los Cielos es una expresión bíblica que significa revelar la gloria de Dios desde lo alto. El que se nos diga que la tela tenía 4 esquinas también es importante. En hebreo el número 4 es indicativo del mundo y las 4 direcciones de brújula. Así que la tela de 4 esquinas representaba algo concerniente al mundo entero y a sus habitantes. Ahora es común en las raíces hebreas y en el judaísmo mesiánico decir que el paño de 4 esquinas que bajó era un Tallit, un chal de oración. Quizás. Pero habría sido muy fácil decirlo si ese fuera el caso. Además, mientras que hoy tendemos a ver los chales de oración como prendas externas que se utilizan con fines religiosos y luego se guardan, en la época de Pedro se usaba como una especie de capa entre la ropa interior de un hombre y su prenda exterior.  Es decir, eran parte del vestido de todos los días. Así que a donde voy es que parece terriblemente improbable que fuera visualmente un Tallit tal como los conocemos hoy en día lo que Pedro vio; por lo tanto, se describe como “algo como” una sábana grande o un pedazo de tela.

En esta tela había una variedad de 4 animales de 4 patas, criaturas arrastrándose y aves silvestres. Todas las criaturas que se arrastran y casi todas las aves silvestres no son permisibles para la comida. Algunos animales de 4 patas son permitidos, otros no. Más allá de esa breve descripción no sabemos más sobre lo que eran los animales que montaban en esa sabana. A Pedro se le instruye a matar a los animales y a comerlos. Permítanme hacer una pausa por un segundo: ¿cuál es el contexto de la visión de Pedro? Tenía hambre, anhelaba comida, y de hecho se estaba preparando una comida en la parte baja de la casa, por lo que habría olido a la comida que se cocinaba mientras él rezaba arriba. Entonces, ¿es sorprendente que esta visión extática implique comer? Difícilmente.

Pero Pedro retrocedió de la instrucción de matar y comer porque dice que nunca ha comido comida que era de este tipo. ¿Y de qué tipo era esto? El pasaje dice en griego que eran koinos y akathartos.  Nuestra Biblia CJB dice que fue impuro y treif. Treif es hebreo que literalmente significa desgarrado, en el sentido de un animal que fue desgarrado hasta la muerte por una bestia salvaje. Y tal carne, incluso si era un tipo de animal que normalmente era permisible para la comida, no debe ser consumida de acuerdo con la Ley de Moisés si fue atacada y asesinada por una bestia salvaje. Sin embargo, la traducción de la Biblia CJB es una muy mala. Koinos significa común, y akathartos significa impuro. Común significa algo que no es santo. Impuro significa algo que no es ritualmente puro. Las cuestiones comunes e inmundas son cuestiones totalmente separadas y son tratadas de manera diferente por las leyes de Dios. Sin embargo, en realidad lo que vemos aquí es que Pedro hace una respuesta que probablemente sea una combinación de citar la ley de la Torá de Dios y citar la Tradición; pero también como veremos en breve, hay una desconexión entre los términos que Pedro utiliza y el estado kosher de los animales ofrecidos como alimento. Para empezar, no hay nada en la ley de Dios en contra de comer algo común (de hecho, el término “común” no se utiliza en referencia a los alimentos; es decir, “común” no es una clasificación alimentaria). Sin embargo, encontramos esa palabra usada aquí en esta conversación.  Por otro lado, existe la prohibición de comer algo impuro. En algunos versículos (la próxima semana en realidad) cuando veamos lo que significaba la conversación entre Jehová y Pedro, si entendemos los términos griegos koinos y akathartos y entendemos Halajá, se vuelve mucho más claro.

Así que permítanme decirlo de otra manera: la cuestión que enfrenta Pedro es principalmente sobre Halajá. Pero como Halajá consiste en la Verdadera Torá de Dios, más Tradiciones, más costumbres, entonces tenemos que desenredar algo que para la mente de Pedro se suponía que debía estar enredado. Eso es Pedro y el judaísmo hizo poca diferenciación práctica entre la Torá de Moisés, Tradiciones y costumbres. Eran vistos como esencialmente uno mismo. Y para ayudarnos a comprender eso, señalaré que el cristianismo generalmente ve las Sagradas Escrituras y las doctrinas de la Iglesia como uno mismo, incluso si los cristianos no siempre consideran conscientemente el efecto de tal actitud.

Permanezcan prestando atención; esto es importante. La Torá de Moisés nos muestra que todos los objetos, incluso las personas, están ante los ojos de Dios en uno de tres estados: santos, comunes o impuros. Santo significa apartado para Dios. Común significa cosas que no están apartada para Dios; pero eso no significa de ninguna manera que las cosas comunes sean malas o equivocadas. Sólo significa que estas cosas comunes no reciben el estatus especial de santo. Impuro habla de cosas que de otra manera serían aceptables para Dios, pero por cualquier número de razones están en un estado de impureza ritual y en este estado de impureza no pueden ser utilizados para el servicio a Dios. Por lo tanto, donde la Biblia CJB dice profano en lugar de usar la palabra común, eso no está del todo mal, pero a) es una traducción incorrecta del griego y b) nos da una impresión equivocada. Para un cristiano gentil especialmente, profano presenta una imagen mental de algo que es malvado o malo; algo que se opone a Dios. Pero lo común no significa inicuo, y al pensar en el término común en nuestros días tampoco significa profano.

En términos bíblicos los gentiles son comunes, mientras que los hebreos son santos. Los hebreos son imputados con un estatus de santo porque comenzando con Abraham, el Señor apartó a los hebreos de todas las demás personas en esta tierra (gentiles) para Sí mismo. Ser apartado para el servicio a Dios es la definición de santo. Los gentiles que tengan un estatus de común no significan que los gentiles sean malos; y ciertamente no significa que también tengan automáticamente el estatus de impuro. Más bien, los gentiles simplemente no son santificados, no santos (no son separados) para Dios. Por supuesto, Cristo proporcionó un medio para que los gentiles cruzaran esa barrera de estatus y eso es lo que Pedro pronto se va a dar cuenta.

Pero la respuesta de Pedro a la instrucción de Dios de matar y comer también es algo misterioso asumiendo que Lucas ha elegido las palabras apropiadas para registrar este evento. Y supongo que lo hizo ya que esto es inspirado por Dios. Es decir, cuando se trata de describir si los artículos comestibles (alimentos) son alimentos autorizados por Dios para hebreos (kosher), entonces la cuestión es si ese alimento está categorizado como permisible o prohibido. Si está prohibido, entonces simplemente no es comida. Nunca. Si es permisible, entonces es comida. Sin embargo, no hay ninguna categoría llamada “común” en lo que respecta a los alimentos EXCEPTO de una manera desprovista y en un caso. Y esta realidad es fundamental para el significado de nuestra historia. Yo no quiero complicar esto demasiado, pero si no digo algo sobre esto, voy a recibir un correo electrónico no agradable.

Según la Ley de la Torá, parte de la carne y los productos traídos por los hebreos para el sacrificio debían ser separados y entregados a los sacerdotes como pago por sus servicios. Todo esto dependía de qué tipo de sacrificio era, y dependía en la ocasión.

Esta porción en particular tenía que ser consumida sólo por los sacerdotes y por lo general tenía que ser comida en el recinto sagrado, es decir, los terrenos del templo. Por lo tanto, esta porción de comida para los sacerdotes se consideraba especialmente santa (separada). Ahora bien, si, por ejemplo, el sacrificio era un cordero y parte de él fue a los sacerdotes entonces se consideraba alimento sagrado. Pero si un cordero NO se usaba para el sacrificio, y un hebreo regular lo mataba, lo cocinaba y lo comía, entonces NO era comida sagrada (porque no había sido dedicado a Dios). Era comida perfectamente kosher, simplemente no era santa. Sin embargo, debido a que no era santo no lo hace común, excepto en un sentido improvisado que no se hizo santo. Así que el punto importante es este: común no era una categoría de alimentos; común no es un término aplicado a los alimentos. Es sólo que los hebreos común y corriente NO podían comer alimentos sagrados; eso hubiese sido pecado. La comida sagrada estaba reservada exclusivamente para los sacerdotes. Y el único alimento sagrado era la comida que se había ofrecido para el sacrificio en el Templo.

Así que, cuando Pedro dice que nunca ha comido comida común (koinos), entonces no tiene ningún sentido, ya que común no es una palabra de comida en primer lugar; y además de todos los hebreos (excepto los sacerdotes) SOLO comieron alimentos que no eran santos. Así que, si es común sólo la semántica que indica alimentos que no habían sido apartados como santos para los sacerdotes, entonces es aún más confuso, porque SOLO el alimento que Pedro habría comido era comida común (no santa). Sin embargo, Pedro insiste en que nunca ha comido comida común. ¡¿Entonces qué comió?!

¿En cuanto a comer comida impura? Por supuesto; ningún hebreo comería a sabiendas comida impura. Pero entiende; impuro no es el término que define la lista de lo que los artículos comestibles hebreos no pueden comer o pueden comer. Esa lista es la lista de alimentos permisibles y alimentos prohibidos. Por ejemplo, una vaca está permitida, pero un caballo está prohibido para comida. Pero eso no es lo mismo que puro e impuro. Las reglas alimentarias de la Torá Bíblica funcionan así: los alimentos de la lista permitida se pueden comer, pero deben tratarse adecuadamente. Debe ser criado adecuadamente; si es un animal el mismo debe ser sacrificado y descuartizado adecuadamente; su sangre se drena adecuadamente y debe ser manipulada y almacenada adecuadamente. Si el alimento permitido no es manipulado correctamente el mismo puede ser profanado y por lo tanto se vuelve impuro. Así que puro e impuro no define qué cosas se permiten comer; sólo se ocupa de la manipulación de alimentos permisibles. Maneje los alimentos mal, y se vuelve impuro.

Lo que ha hecho que esto sea tan difícil de entender para los gentiles (y muchos judíos también) es que en la forma habitual de hablar los términos impuros y prohibidos se han vuelto intercambiables; y esto puede llegar a ser muy confuso. No seguiré con esto, porque no quiero enredarlos. Pero es muy importante en esta historia.

Así que con seguridad cuando nos fijamos en el griego original, Pedro dice que nunca ha comido comida común o impura (dos cosas diferentes); y porque eran animales y no productos agrícolas en la parte inferior de la sábana, obviamente Pablo quiere decir que nunca ha comido carne común o impura. Sin embargo, eso presenta un problema ya que como Pedro no es un sacerdote, la única carne que ha comido era común (lo que significa que no es santo). ¿Qué da? Espero que te estés concentrando y prestando atención, porque ahora se vuelve un poco más complicado.

Dios responde a la negativa de Pedro a matar y comer lo que está en la sábana del Cielo, diciendo que Pedro no debe llamar a lo común (koinos) lo que Dios ha hecho puro (kathartos). Nuestra Biblia CJB lo tiene mal cuando dice: “Deja de tratar como impuro lo que Dios ha hecho puro”. Es decir, la CJB hace que suene que algo antes era impuro, pero ahora Dios lo ha purificado. Eso no es lo que dice literalmente el pasaje, y eso no es lo que significa el pasaje. Más bien, el Señor le está diciendo literalmente a Pedro que no llame a las cosas comunes impuras. Y esto es en realidad sólo un principio básico de la Torá; cosas comunes son meramente comunes. Desde la perspectiva de la Torá, las cosas comunes en su estado natural son puras. Las cosas comunes no se crearon impuras; las cosas comunes no son consideradas impuras por Dios y sólo pueden llegar a ser impuras si se usan incorrectamente o se profanan ritualmente. Una vez más; el término común tampoco se aplica realmente a la cuestión de los animales kosher (animales que son aptos para la comida del pueblo de Dios).

Por consiguiente, en la superficie, tenemos un enigma; las palabras no parecen ser coherentes. Las imágenes visuales y la conversación parecen ser sobre animales de comer; pero después de que Pedro se niega a matar y comer, algunos de los términos utilizados por Dios y por Pedro no son términos que se aplican a la comida kosher; el término koinos, común, en particular no se aplica.

Dios le dijo a Pedro por segunda vez que no llamara a las cosas comunes impuras. Decir o hacer algo dos veces en la Biblia significa que tiene un gran significado. Que toda esta secuencia se repitió 3 veces, valida que era divina.

¿Estas confundido acerca de lo que acaba de pasar? No te preocupes; Pedro también lo estaba. El versículo dice que Pedro estaba desconcertado por el significado de la visión que había visto, cuando de repente aparecen los hombres de Cornelio. Por lo general se dice sobre este versículo que Pedro estaba perplejo porque no podía imaginar por qué Dios le diría que matara y comiera animales impuros. Estoy aquí para decirte que esto no es lo que desconcertó a Pedro. Su confusión era que mientras que la comida al principio parecía ser el tema, de repente la terminología de la conversación cambió de corriente media y los términos no utilizados para la comida comenzaron a ser utilizados; tanto por Dios como por Pedro. Recuerda; Pedro estaba en un trance inducido por Dios, así que lo que salió de su boca no era suyo. Pedro observaba esencialmente una conversación entre él y Dios.

En unos versículos más, Pedro finalmente va a entender de qué se trataba esta desconcertante visión extática. Y eso es lo que discutiremos la próxima vez.

Hechos Lección 22 – Capítulo 9 continuación

EL LIBRO DE HECHOS

Lección 22, Capítulo 9 continuación

Hechos capítulo 9 comenzó con el feroz cazador hereje, Pablo, decidido a ayudar a erradicar esta nueva secta del judaísmo que se llamó a sí mismo El Camino, pero a quien las otras facciones judías llamaron Notzrim (Nazarenos). Pero a mitad del capítulo Saúl ha tenido un encuentro con Yeshua llamandolo desde el Cielo que le cambió la vida, y él ha llegado a aceptar que Yeshua es el Mesías tan esperado; Pablo se encuentra uniéndose al mismo grupo que él se propuso destruir. Debido a que el concepto del judaísmo como el lugar de nacimiento organizacional de la adoración a Cristo, puede ser tan difícil para los cristianos gentiles (y también judíos) en captar la idea, voy a volver a afirmar algo de lo que hemos hablado antes. ¿Qué tiene que hacer El Camino insistiendo en que Yeshua es el Mesías, lo que ha hecho que otras facciones del judaísmo sientan tanta ira hacia ellos hasta el punto de asesinato? Después de todo, su fundador y líder, Yeshua, estaba muerto; por lo que obviamente él no era una amenaza más para la estructura de liderazgo del judaísmo. Si bien siempre es un poco peligroso simplificar en exceso un tema complejo, al final y a la postre fue que las Tradiciones enseñadas por Yeshua no estaban de acuerdo con las Tradiciones enseñadas por estas otras facciones del judaísmo; o en el vocabulario de la Iglesia, fue un desacuerdo violento sobre las doctrinas y la autoridad religiosas.

Incluso en Israel hoy en día, los desacuerdos sobre Halajá (ley judía) y la autoridad religiosa entre las facciones judías pueden ser extremadamente acalorados, lo que regularmente resulta en asaltos y daños a la propiedad; y especialmente cuando involucra a seguidores judíos de Yeshua. Hace unos años, una familia judía mesiánica israelí que personalmente conozco fue brutalmente atacada por un judío religioso ortodoxo por diferencias obvias en las doctrinas. El adolescente de esta familia recibió un artefacto explosivo disfrazado de regalo de Purim. Lo llevó a la mesa de su cocina, la abrió y explotó en su cara destruyendo la habitación e hiriendo y quemándolo terriblemente. Milagrosamente, pero con numerosas operaciones, sobrevivió. Al igual que para los creyentes que Pablo estaba persiguiendo el problema que causó este intento de asesinato no era personal per se; se trataba de Halajá: la ley y las tradiciones judías. Se trataba de una facción del judaísmo (judaísmo mesiánico) siendo acosada por otra facción del judaísmo.

A modo de ejemplo, yo señalé en una lección anterior que poco antes de la destrucción del Templo por los romanos en el 70 D.C., varios discípulos de la facción judía de la Academia Rabínica de Hillel asesinaron a varios discípulos de la Academia Rabínica de Shamai debido a una lista propuesta de Tradiciones Orales que Shamai quería que el Sanedrín promulgara y aplicara. Así que los problemas sobre quién era el Mesías no eran las únicas razones para la violencia entre las facciones judías. Si bien puede parecer a los cristianos modernos, la persecución que los creyentes judíos en el Libro de los Hechos estaban experimentando de otros judíos no era nada nuevo, y de hecho ha continuado esporádicamente y por diversas razones durante siglos.

Recordemos también que en el punto en el que estamos en el Libro de los Hechos todavía no había membresía de ningún gentil en El Camino, y ninguna participación romana en la persecución; esto era puramente una cuestión de lucha interna entre los judíos.

Sin embargo, no todas las facciones del judaísmo estaban decididas a erradicar a El Camino; sólo unos pocos de los más celosos. Algunos simplemente trataron de acosar y frustrar sus esfuerzos; otros tenían una actitud más de vivir y de dejar vivir. Y para ser justos, en lo que respecta al incidente del bombardeo de Purim, los medios de comunicación israelíes se enfurecieron contra este ataque y algunos líderes del judaísmo general se disculparon personalmente con la familia de este adolescente y denunciaron abiertamente las acciones del bombardero Purim. Así que no podemos acusar más a todo el judaísmo como perseguidores violentos de Pedro y El Camino en la era del Nuevo Testamento, de lo que podemos acusar a todo el judaísmo como perseguidores de los judíos mesiánicos modernos. Debemos tener presente esta perspectiva a medida que continuamos nuestro estudio de los Hechos.

Cuando terminamos la última vez, Pablo todavía estaba en Damasco, habiendo sido sanado recientemente de su ceguera espiritual y física por Ananías, uno de los discípulos de Cristo que había huido de Jerusalén, y que a regañadientes puso las manos sobre Pablo por instrucción de Dios. Ananías sabía muy bien quién era Saúl le temía mucho. Él no estaba tan fácilmente convencido que Pablo se había convertido de repente en un creyente dedicado y un hombre cambiado entre el momento en que salió de Jerusalén con órdenes de arresto para arrestar a los seguidores de Yeshua y su llegada a Damasco unos días más tarde. Pero el Señor le aseguró a Ananías que Pablo estaba ahora en el redil y, de hecho, ya se le había asignado el deber de llevar las Buenas Nuevas a los gentiles; algo más de lo que Ananías no debió haber estado muy emocionado. Pero el discípulo obediente obedeció a Dios, y Pablo recibió el Espíritu Santo.

Pablo terminó su ayuno que comenzó el día en que Yeshua lo confrontó; él comió y recuperó su fuerza y de inmediato fue a las sinagogas locales en Damasco para predicar lo que acababa de aprender; que Jesucristo era el Hijo de Dios.

Vamos a continuar donde lo dejamos en el verso 22.

VOLVAMOS A LEER HECHOS 9:22 – HASTA EL FINAL

Pablo aparentemente siempre había sido un fanático en todo lo que hacía. Al estudiar su historia de vida, vemos que vino a Jerusalén a una edad temprana para buscar la mejor formación religiosa en la escuela más elite; que él era (como él mismo se describió a sí mismo) un fariseo de fariseos (lo que significa que adoptó el código más estricto del judaísmo para sí mismo); que él estuvo presente cuando apedrearon a Esteban, vitoreándolo; y luego que fue uno de los cazadores que el Sanedrín empleó para encontrar y arrestar a los creyentes judíos que huyeron de Jerusalén a Damasco. Así que no es de extrañar que después de su salvación él permaneciera tan ferviente e intransigente para Cristo; esto es simplemente como Pablo fue creado. Por consiguiente, lo encontramos en las sinagogas predicando las Buenas Nuevas, entrando en debates ardientes con estas congregaciones de Damasco, e incomodando a la población judía en general. Parece que Pablo era al principio como el proverbio elefante en cristalería. Él tenía la inteligencia, el deseo, el impulso y la capacidad de predicar las Buenas Nuevas. Sin embargo, no oímos de una sola persona en Damasco que Pablo convenció de seguir a Yeshua. Sin duda es porque aún no había aprendido a atemperar su entusiasmo con humildad y la sabiduría divina que debe acompañar el verdadero evangelismo.

El versículo 23 comienza con las palabras “Mucho tiempo después”. Esto podría ser semanas más tarde, podrían ser años, que leemos de Pablo finalmente incomodando a algunos de los judíos de Damasco lo suficiente como para que decidieran matarlo. Permítanme otra vez interrumpir: ¿qué fue lo que Pablo había hecho para que se justificara las amenazas de muerte? El estándar Halajá (las tradiciones que el judaísmo de la corriente regular siguió) no estaba de acuerdo con el nuevo Halajá de Pablo, el cual había llegado a ser el de los creyentes judíos. Nada más. Pero los problemas involucrados (principalmente que Yeshua era el Mesías y Él era deidad) eran tan sensibles que los llevo a un deseo de los oponentes más francos de este movimiento de matar.

Quiero hacer una pausa aquí y comentar porque encontramos en nuestro pasaje, después de que Pablo tuviera que ser sacado sigilosamente de manera de contrabando de Damasco en una canasta, él iba a regresar a Jerusalén. Sin embargo, la cronología de esta secuencia de eventos es problemática cuando comparamos esto con los propios escritos de Pablo. En Gálatas Pablo dice esto:

Gálatas 1:15-19 LBLA

15 Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien

16 revelar a su Hijo en mí para que yo le anunciara entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre,

 17 ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco.

18 Entonces, tres años después, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y estuve con él quince días.

 19 Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo], el hermano del Señor.

Por lo que el problema es el siguiente: aquí en Hechos capítulo 9 parece ser que durante el tiempo que Pablo llegó a creer por primera vez, él se quedó en Damasco durante un tiempo prolongado. Luego, cuando se descubrió que había un complot para asesinarlo, algunos discípulos locales lo ayudaron a escapar de la ciudad amurallada de Damasco bajándolo en una cesta. Y luego lo siguiente que se nos dice (en el versículo 26) es que él fue a Jerusalén. Así que, la historia en Hechos 9 parece decir que todo esto sucedió en una secuencia directa: llegó a Damasco como un nuevo creyente, escapó de Damasco y luego fue a Jerusalén. Sin embargo, Gálatas parece contar una historia diferente. En Gálatas Pablo dice que después de dejar Damasco, primero se fue a Arabia y después regresó a Damasco. Así que sólo después de su segunda visita a Damasco finalmente regresó a Jerusalén. También hay otros problemas de discrepancia, pero nos centraremos en la línea de tiempo por el momento. En Gálatas parece que entre el momento en que Pablo huyó por primera vez de Damasco y antes de que finalmente fuera a Jerusalén paso 3 años.

Es común que los comentaristas bíblicos digan que Pablo estuvo en Arabia durante 3 años, pero eso es una suposición; esto no es lo que dice el pasaje de las Escrituras. Nosotros sólo sabemos que la cantidad de tiempo que pasó en Arabia más la cantidad de tiempo que pasó en su viaje de regreso a Damasco totalizaron 3 años. No sabemos cómo dividió su tiempo entre Arabia y Damasco.

Como dice Hechos 9:23, fue “Bastante tiempo después” cuando se fue de Damasco para ir a Jerusalén. Tenemos aquí un período indefinido de tiempo desde que Pablo fue llevado a Damasco, ciego, y en pocos días comenzó a predicar el Evangelio en las sinagogas; a cuando huyó de Damasco hacia Arabia, y finalmente regresó a Damasco, causó otro alboroto, y tuvo que escapar por la muralla en la noche. Ahora ciertamente, debido a que los pasajes de Hechos 9 y Gálatas 1, dejan fuera tantos detalles y no está claro donde exactamente cuánto tiempo pasó, hay varias interpretaciones por parte de eruditos y comentaristas. Pero sin tratar de definir la cantidad exacta de tiempo, la secuencia parece bastante obvia cuando mezclamos la información de Hechos 9 con Gálatas 1. Pablo se dirigió a Damasco cuando conoció a Cristo. Llegó a Damasco, recibió el Espíritu Santo y recuperó la vista, y luego comenzó a predicar las Buenas Nuevas en las sinagogas a los pocos días.

En un momento indefinido Saúl partió de Damasco a Arabia. Después de vivir en Arabia durante algún tiempo desconocido, regresó para quedarse en Damasco (también durante algún tiempo desconocido). Sin embargo, sabemos que entre el momento en que dejó Damasco hacia Arabia, y luego regresó a Damasco y luego se va de Damasco nuevamente, esta vez para ir a Jerusalén, fue 3 años. Así que esencialmente todo lo que vemos que sucede en Hechos 9 del versículo 1 al versículo 26, ocurrió durante un período de 3 años; eso es lo mejor que podemos hacer sin involucrar ninguna considerable especulación.

¿Qué hizo Pablo mientras estaba en Arabia? No sabemos. Algunos dicen que predicó el Evangelio allí, pero no hay nada que diga que es por eso que fue, o que fue lo que hizo. ¿Podrían algunos de los creyentes de Jerusalén haber huido a Arabia y así fue allí para quedarse con ellos, o ministrarles, a salvo de aquellos en Damasco que querían matarlo, tal vez incluso aprendiendo de ellos o instruyéndoles? Es algo que no sabemos.  Sin embargo, cualquier idea de que él haya recibido durante los 3 años de distancia algún tipo especial de educación por parte de los creyentes para prepararlo para su misión, es algo que no es creíble. Tampoco hay indicio de que Pablo fuera como Moisés, en el cual Dios Mismo le dio instrucción individual a Pablo. Ni tampoco que al estar lejos de sus compañeros los fariseos él hizo la transición del judaísmo y se convirtió en un “cristiano” (veremos la verdad desarrollarse en los próximos capítulos de Hechos). Puedo decir esto sin reservas porque no hay evidencia ni implicación de que hubiera discípulos en Arabia (aunque ciertamente había comunidades judías en Arabia), y los discípulos que vivieron en Damasco eran discípulos ordinarios y no los líderes que toman como encomienda ser maestros de los temas más importantes del Evangelio (esto se nos dice específicamente en Hechos 6:2 y en Hechos 8:1).

Pero lo más importante es porque Pablo ya era un erudito de la Torá. Sabía más acerca de la Torá de Moisés, los Profetas, los Escritos y las Tradiciones Orales de los Fariseos que cualquiera de los que estaba entre ellos.

Debemos recordar: lo que Pablo aprendió al llegar a la fe en Cristo, fueron algunas nuevas Tradiciones Orales (nuevas interpretaciones bíblicas) que confirmaron que Yeshua era el Mesías; no es que todo lo que sabía estaba mal y tenía que empezar de cero. Incluso lo que tuvo que volver a aprender se refería principalmente a las cuestiones muy estrechas de la identificación y la naturaleza del Mesías y cómo se produjo la salvación.  Pablo no necesitaba 3 meses, y mucho menos 3 años, de entrenamiento para ser un predicador eficaz del Evangelio. Y no es como si algún extenso plan para una nueva religión, con nuevas doctrinas, hubiera sido creado por los creyentes de Jerusalén en los pocos años desde la muerte del Mesías y el ascenso al Cielo; un plano que Pablo necesitaba ser enseñado. Pablo ya era un destacado experto en la Biblia y estaba capacitado en enseñanza. Es por eso que sus cartas dominan el Nuevo Testamento y es considerado con autoridad sobre las congregaciones creyentes en la diáspora; él trata con los pasajes y la doctrina de las Escrituras de maneras organizadas, articuladas y profundamente espirituales y prácticas que podrían ser muy difíciles de entender para los judíos de su época, así como para los cristianos modernos e incluso de antigüedad, debido a su experiencia académica de alto nivel y su profundo conocimiento del Tanak (el Antiguo Testamento).

Y por cierto; Yo espero que para ahora las personas que han escuchado la Clase de Torá que entiendan que el Nuevo Testamento no existía durante la era de Pablo. Ni Pablo pensó que él iba ser parte de escribir uno. Pasarían unos 100 años después de Pablo en la que iba ser propuesto (y en el momento de esa propuesta la misma era consideraba herejía), y 150 años después de Pablo antes de que una fuera formulada y declarada por los gentiles obispos. Eligieron algunas de las cartas de Pablo y Pedro que habían sido escritas a varias congregaciones, junto con algunos relatos evangélicos y algunos otros documentos que consideraban que eran los más confiables (de los muchos que habían alrededor), para formar este Nuevo Testamento. Así, todo lo que Pablo citó e interpretó en sus escritos en cuanto al advenimiento de Yeshua y todo lo que significa, se basaba en el antiguo Tanak hebreo; no en algunos escritos nuevos. Y sin embargo, cuando explicó sus interpretaciones, naturalmente utilizó los términos y procesos de pensamiento de su cultura y sus años de formación en la disciplina farisea, y estos giraron en torno a Halajá.

Así que, es alrededor de 3 años después de que Pablo llegó a la fe en Cristo que lo encontramos de vuelta en Jerusalén y él quiere reunirse con los discípulos (es decir, el liderazgo) en Jerusalén. Pablo es un líder natural y por lo tanto se siente más cómodo lidiando con el liderazgo, ya que vemos que solía lidiar con el liderazgo del Sanedrín; naturalmente eso es lo que él busca. Sin embargo, al igual que en Damasco, incluso 3 años después, los creyentes en Jerusalén no confían en él. No creían que realmente él había llegado a ser uno de ellos. Y aunque no se menciona, sus viejos asociados entre el sacerdocio, y los saduceos y fariseos gobernantes sin duda lo habrían considerado un traidor; así que Pablo se encuentra en un aprieto.

Había un creyente, sin embargo, que estaba dispuesto a dar a Pablo el beneficio de la duda: Bernabé.  Él lleva a Pablo a los emisarios (es decir, el liderazgo). Esto nos lleva a otro tema que algunos comentaristas bíblicos ven como una discrepancia.

En Gálatas 1:18, 19 Pablo dice que cuando fue a Jerusalén se reunió SOLAMENTE con Pedro y con Santiago, el hermano de Yeshua. Sin embargo, aquí en Hechos 9, la inferencia es que fue llevado a reunirse con la mayoría o con todos los 12 discípulos. Quiero señalar que en el caso de Hechos 9, es probable que tengamos a Lucas usando información de segunda mano (no era un testigo ocular) y contando la historia en términos amplios y generales; mientras que en Gálatas 1, tenemos a Pablo dando su propio relato de la misma historia y siendo más específico. Sería como si dijera que en tal y tal día, mi esposa fue al Supermercado para hacer compras de comestibles. Pero cuando relata la historia dice que fue al Supermercado y compró leche y huevos. Yo conté la historia de una manera general; ella añadió detalles específicos. Mi historia podría ser interpretada por otros como que ella compró muchas cosas diferentes; pero en realidad sólo compró un par de artículos. De cualquier manera, fue al Supermercado. De hecho, puede ser que Lucas ni siquiera supiera exactamente quién entre el liderazgo de los creyentes se reunió con Pablo; pero más tarde Pablo en su propia carta a los gálatas dice que fue sólo con 2 líderes, Kefa (Pedro) y Ya’acov (Santiago). Y en este momento Pedro y Santiago son los 2 líderes principales de El Camino.

Pablo hizo en Jerusalén igual como lo había hecho en Damasco; después de reunirse con Kefa y Ya’acov fue por ahí predicando sobre Yeshua (sin duda con su permiso). Aunque no lo dice específicamente, Pablo habría enseñado en algunas de las más de 400 sinagogas que abarrotaban Jerusalén en ese momento. La mayoría de las sinagogas eran helenistas, por lo que explica por qué fueron específicamente los judíos helenistas los que comenzaron a intentar matarlo. ¿Me pregunto si se le está ocurriendo a alguien aparte de mí que de alguna manera el judaísmo de la era de Pablo parece haber olvidado todo sobre el Mandamiento de la Torá de “No matarás”? En algún momento desde el exilio babilónico, debido a que las enseñanzas de los rabinos y los sabios habían sustituido las enseñanzas reales de Dios en Su Palabra, las cosas se confundieron y se consideró justificable quitarle la vida a alguien cuya doctrina no coincidía con la suya si la cuestión se consideraba lo suficientemente fundamental. Es interesante que nunca nos encontraremos con la acusación de que los creyentes judíos habían dejado el judaísmo, por eso podrían ser asesinados. Ni una sola vez oiremos de un judío que se le dijo que no puede ser judío y adorar a Yeshua como el Mesías. Por lo que cuánto discrepaban sus doctrinas no descalificaba a los creyentes como judíos. Lamento decir que tenemos problemas similares entre los cristianos y mesiánicos hoy en día y la razón de ello ahora es la misma que en la era del Nuevo Testamento: la identidad del Mesías. Pero hoy los judíos acusan a los creyentes judíos de renunciar a su judaísmo, y los creyentes gentiles exigen que los judíos minimicen o abandonen su judaísmo para adorar a Cristo.

La enseñanza de la Palabra de Dios en aquel momento, como ahora, se había vuelto casi pasada de moda. No estoy seguro de si el desinterés de las congregaciones en las Sagradas Escrituras, ha llevado a los pastores y rabinos a no molestarse en aprender y enseñar las Escrituras; o si son los pastores y los rabinos los que encuentran más fácil y eficiente predicar doctrinas y asuntos sociales hechos por el hombre que la Biblia, por lo que el pueblo asume que son uno en sí mismo. Pero hoy encontramos todo tipo de nuevas tradiciones y doctrinas entre las congregaciones de los creyentes que convierten la Palabra real de Dios de una manera incorrecta.

Dios exige que ejecutemos asesinos convictos; la mayor parte del cristianismo y el judaísmo dice que la misericordia y la compasión exige que no. El Señor dice que el matrimonio es entre un hombre y una mujer; grandes y crecientes segmentos del cristianismo y el judaísmo dicen que mientras el amor esté involucrado, el matrimonio es sin embargo, como elijamos definirlo; y la lista continúa.

Así que, si bien podemos mirar con alarma y disgusto a los creyentes en la época de Pablo siendo señalados para la muerte por otros judíos sobre doctrinas del judaísmo, y nos preguntamos cómo los adoradores del Dios de Israel podrían hacer tal cosa, primero tenemos que mirarnos en el espejo y preguntar cómo los creyentes en Yeshua, el Dios de Israel, podrían adoptar las ideas y comportamientos que muchos de nosotros tenemos que son tan contradictorios a las instrucciones escritas de Dios. En ambos casos, la respuesta es la misma: las doctrinas y tradiciones hechas por los hombres eventualmente anularon la Palabra de Dios.

En el versículo 30, los creyentes en Jerusalén de alguna manera aprenden sobre el complot en contra de Pablo y lo sacan de la ciudad antes de que pueda llevarse a cabo. Pablo es enviado primero a Cesarea y luego a Tarso, la ciudad de su nacimiento donde vivían sus padres y/o familia. Cesarea se refiere a Cesarea Marítima una bulliciosa ciudad portuaria situada a unas 60 millas al noroeste de Jerusalén. Yo he llevado a cientos de personas allí en viajes a Israel, y es realmente impresionante. Fue una joya de la corona en muchos de los proyectos de construcción de Herodes, segundo solo al Templo de Jerusalén. La ciudad era completamente romana en diseño, arquitectura, tecnología de ingeniería y propósito. Contenía un templo pagano, un hipódromo, un gran anfiteatro y el más moderno de los puertos. Sirvió como sede provincial de la gobernabilidad romana de Judea. Pero también tenía una rica y grande población judía. Del destino final de Pablo, Tarso, se desprende claramente que la razón por la que fue a Cesarea fue para conseguir el pasaje del barco a Tarso.

Tarso le daría a Pablo una buena base por la cual lanzaría su misión para los gentiles. Tendría fácil acceso a todos los puntos de la brújula desde allí, y habría tenido un ambiente amistoso para alojarse mientras tanto. Como nativo de Tarso y como ciudadano romano, tenía todas las ventajas y haría buen uso de ella. Y sin duda, Pablo estaba aprendiendo a medirse un poco más en la forma en que abordó la cuestión del Evangelio al llevarlo tanto a los judíos de la diáspora como a los gentiles. Otra lección maravillosa para nosotros está justo debajo de la superficie aquí. Pablo recibió sus órdenes de marcha directamente de Dios: llevar las Buenas Nuevas de Yeshua a los gentiles. Hasta donde sabemos, hasta ahora, no había nada más específico que eso. Así que cuando Dios nos da una asignación depende de nosotros levantarnos y movernos. Oren como preparación, pero no esperen que la asignación se lleve a cabo sobrenaturalmente. Pensar. Evaluar. Aprender. Organizar. Hacer. Dios nos dio a cada uno de nosotros un cerebro, y ciertas habilidades. A veces el Señor nos dará antecedentes y circunstancias inusuales que nos dan una oportunidad única de llegar a un cierto segmento de la sociedad, o para llevar a cabo una tarea que tal vez otros no podrían.  No tengas miedo de ser quién eres, de aprovechar tus experiencias de vida y de usar tus habilidades y bienes al servicio del Señor.

El versículo 31 dice que después de la partida de Pablo, a través de la Tierra Santa la comunidad mesiánica disfrutó de paz. La intención no es decir que fue debido a que Pablo se fue que los mesiánicos disfrutaba de la paz; sino más bien que en una cronología fue después de que Pablo se marchó que las cosas también se calmaron. Pero también significa que aquellos fanáticos que estaban tan decididos a acosar y destruir a los seguidores de Yeshua se habían calmado y este período de silencio dio a los creyentes la oportunidad de difundir el mensaje sin temor.

Observa en este mismo versículo que habla de los creyentes “viviendo en el temor del Señor”. Una mejor traducción más literal del griego no es “vivir” sino más bien “ir” en el temor del Señor. Yo señalo esto porque en este punto de la historia judía la frase bíblica “caminando en el temor del Señor” o “ir en el miedo al Señor” se había convertido en una expresión estándar de la vida judía que significaba denotar la observancia fiel a los halajá; Ley judía. ¿Recuerdas lo que te dije que significa la palabra Halajá? Significa “el camino que uno camina”.   Así que la idea es que “caminar en el temor del Señor” es “el camino que uno camina”. ¿Ves cómo esto todo encaja? Y en esa época, Halajá consistía en una combinación de Ley de la Torá, Ley Oral y costumbres que el judaísmo dijo que establece el camino que uno debe caminar.

Entre los eruditos una frase de este tipo se llama hebraísmo. Es decir, al igual que podríamos llamar a una frase como “no dejes que el gato salga de la bolsa” un americanismo porque no se usa en ningún otro lugar más que en Estados Unidos, la misma tiene un significado entre los estadounidenses que va más allá de lo que las palabras significan en su sentido literal; pero sólo los estadounidenses saben lo que significa. Después de todo, este americanismo en particular no tiene nada que ver con gatos o bolsas; simplemente significa mantener algo en secreto. Un hebraísmo hace lo mismo; hay refranes que tienen un cierto significado sólo dentro de la sociedad hebrea, y el dicho no significa necesariamente exactamente lo que las palabras individuales parecen decir. Traigo esto a la luz porque el Nuevo Testamento está lleno de hebraísmos que pueden ser difíciles de detectar porque primero se expresan en griego y luego se traducen al inglés. Por lo tanto, podemos ver el significado literal de esas palabras y obtener la impresión equivocada a menos que lo reconozcamos como una expresión exclusiva hebrea. Así que en el NT cada vez que vemos la expresión de ir, caminar o vivir en el temor del Señor, en realidad es un hebraísmo que se refiere a ser fieles al cuerpo total de Halajá.  Y, por supuesto, esto fue considerado como la cosa más piadosa y temerosa de Dios que un judío podía hacer.

El versículo 32 ahora se aleja de Pablo y regresa a Pedro, el líder incuestionable de El Camino en este momento. Viajaba, ministrando a los creyentes que estaban dispersos en grupos alrededor de la Tierra Santa. Llegó a la ciudad de Lud; Lud también se conoce como Lida. Esta era una gran ciudad judía en la provincia romana de Samaria, a unas 25 millas al noroeste de Jerusalén. Aquí Pedro realizaría otro milagro curativo.

El sujeto era un hombre llamado Eneas que, se nos dice, había estado paralizado durante 8 años. La razón más común para la parálisis repentina en un adulto en esta época era un accidente cerebrovascular. Eneas era una creyente. Pedro entró en su habitación, y oró por él en el nombre de Yeshua el Mesías. De hecho, la forma de la oración es un mandamiento para que Eneas sea sanado de su parálisis.

Claramente, dado que Eneas era un Creyente que vivía entre otros creyentes, muchas oraciones por su sanación ya habrían sido enviadas hacia el Cielo. Pero a Pedro se le había dado una autoridad especial por Cristo para hacer milagros. Dado que el hombre había estado en cama durante 8 años, la orden de Pedro de “levantarse y hacer su cama” es en realidad un poco alegre si no humorístico. Muchos no creyentes en la zona oyeron hablar de esto, y vieron a Eneas sanar, y esto los llevó a la fe en Yeshua. El significado añadido es que esto ocurrió en Samaria donde tantos samaritanos vivieron allí. Y hemos discutido antes de la animosidad entre judíos y samaritanos. Sin duda, los que llegaron a la fe involucraron tanto a samaritanos como a judíos.

De allí Pedro fue llamado a Jope, también llamado Jaffa y Joppa. En Jope vivía una joven llamada Tabita. Tabita es hebreo para gacela. La palabra griega para gacela es Dorcas y de vez en cuando veremos el nombre de Dorcas en nuestras Biblias. Las Biblias en inglés suelen llamarla Tabitha. Era conocida como una buena mujer que ayudaba a los demás; sin embargo, de repente se enfermó y murió. Debido a que en la sociedad hebrea el entierro debe llevarse a cabo al caer el día en que la persona fallece, rápidamente lavaron el cuerpo, la envolvieron en tela de lino y la pusieron en su cama. Así que tomen nota de que en el caso del hombre paralizado en Lida y ahora con la mujer fallecida en Jope, ambos son creyentes. Por lo tanto, en ambos casos, la comunidad local sabía plenamente que si Él quería el Señor podía sanar no sólo la parálisis, sino incluso devolverles la vida a los muertos. ¿Quién mejor para ser convocado entonces, que Pedro?

Las habitaciones superiores eran comunes en las casas, como una manera bastante fácil de añadir más espacio para vivir ya que todos los techos eran techos planos. A menudo las habitaciones superiores eran habitaciones de huéspedes. Era costumbre que un hebreo fuera dispuesto en su propia cama de su propia habitación en caso de que murieran. El que fuera un cuarto superior no cambia nada de esa costumbre.

El versículo 39 explica que Pedro inmediatamente fue a la cabecera de Tabita, y junto a su cama estaban sollozando unas viudas. La importancia probable de que hubiera varias viudas presentes es que a menudo las viudas eran contratadas para venir y ser parte de los ritos de duelo consuetudinarios. Por lo general estaban disponibles, y muchas necesitaban el dinero, por lo que se les pagaba una pequeña cuota. Así que se había vuelto bastante habitual emplear viudas como dolientes profesionales. Estas viudas no eran ajenas a Tabita, ya que cada una mostraba la ropa que Tabita había hecho y les había dado; esto nos dice que estas viudas eran de hecho pobres.

Pedro no perdio el tiempo; envió a las viudas lejos y oró por Tabita. Así como Pedro había ordenado a los discapacitados Eneas que se levantaran de su cama, así mismo ordenó a la difunta Tabita que se levantara de su cama. Inmediatamente ella abrió los ojos y se sentó. Hermanos, ¡nuestro Dios tiene el poder sobre la vida y la muerte! La muerte no es un obstáculo para Él y esta es una esperanza que tenemos que es más que un deseo; es una promesa. Como creyentes, seguiremos muriendo; pero no será permanente. Viviremos de nuevo y nuestro Dios no tiene más que pensarlo para hacerlo.

Pedro sigue un patrón bíblico aquí. Esta no es la primera vez en la Biblia que un Profeta de Dios ha sido utilizado para traer a los muertos de vuelta a la vida. Elías lo hizo. Eliseo lo hizo.

Y por supuesto Yeshua lo hizo. Y cada vez es que el patrón era que el cadáver estaba acostado en su cama, y el Profeta ordenó a todos que abandonaran la habitación. El Señor fue suplicado por medio de la oración por el Profeta, y en Su voluntad soberana Dios actuó al levantar a esa persona de entre los muertos (tal como vemos aquí con Tabita).

Uno sólo puede imaginar la alegría cuando Pedro tomó su mano y la llevó a sus muchos amigos que esperaban ansiosamente. Sin duda muchos albergaban la esperanza de que Tabita les fuera devuelta; pero ¿cuántos pensaron realmente que pasaría? ¿Fue por el bien de Tabita que el Señor reanimaba su cuerpo sin vida? No. El futuro eterno de Tabita estaba seguro. La razón de este milagro se indica en el siguiente versículo.

   LBLA Hechos 9:42 Y esto se supo en todo Jope, y muchos creyeron en el Señor.

El propósito de Dios para los milagros de Eneas y Tabita era demostrar Su poder, Su amor, Su autoridad sobre todo lo visto y no visto. Muchos de los que vieron estas cosas suceder con sus propios ojos no pudieron resistirse y también aceptaron a Yeshua en sus corazones.

Este capítulo termina con el aviso de que Kefa permaneció en Jope por un tiempo indeterminado, siendo alojado por Shimon (Simón), un curtidor de cuero. La próxima vez aprenderemos más sobre Shimon, pero por ahora sólo sabemos que un curtidor de cuero era más o menos el trabajo más humilde que una persona podría practicar. El líquido bronceador utilizado en aquellos días era tan putrefacto en olor que por lo general se establecen en la tienda junto al mar con la esperanza de que el viento ayudara un poco. Pero también significaba que el curtidor llevaba un hedor permanente que ninguna cantidad de baño o incienso podía quitar.

Pedro, entonces, el jefe del movimiento de Yeshua que estaba en rápido crecimiento, y tan amado por Dios y dado una autoridad tan impresionante por Cristo, no se quedó en un hogar encantador con una persona rica de estatus en la comunidad. En cambio, eligió la hospitalidad del artesano más humilde y menos respetado de la sociedad judía, a quien por lo general ni siquiera se le permitía cerca de otras personas.

Comenzaremos El capítulo 10 de Hechos la próxima vez.

Hechos Lección 21 – Capítulo 9

EL LIBRO DE HECHOS

Lección 21, Capítulo 9

Comenzamos El capítulo 9 de Hechos la semana pasada, pero a propósito pospuse profundizar demasiado en los pasajes de las Escrituras para centrar nuestra atención en la persona de Pablo; o mejor Saúl, que era su nombre hebreo. Pablo es la versión en español de una palabra latina que probablemente es Paulus y parece que en general usó ese nombre, y ese nombre fue usado por él, cuando estaba tratando con judíos de la diáspora o gentiles que eran súbditos del Imperio Romano. Luego, tratando con hebreos, parece usar principalmente Sha’ul (Saúl en español).

Mi razón para hacer una pausa en este punto, y profundizar en Pablo, es que gran parte de lo que ocurrirá por el resto de los Hechos, implicará a Pablo en diferentes niveles. No hay fuente más incomprendida, mal citada e influyente para la doctrina cristiana que Pablo; por lo que es vital que hagamos todo lo posible para descubrir la intención que Pablo tiene cuando dice las cosas. Sin embargo, no podemos esperar entender más lo que Pablo quiso decir por las cosas que hizo y dijo en sus muchas cartas que dominan el Nuevo Testamento, de lo que podemos esperar entender lo que Homer quiso decir en lo que dijo en sus grandes poemas épicos “La Ilíada” y “La Odisea”, o por lo que Tolstói dijo en “Guerra y Paz”, hasta que entendamos como los individuos únicos que eran y en qué momentos particulares de la historia vivían , y en el contexto de su cultura, idioma, educación  y experiencias de la vida. Cada escritor habla desde la posición de su propia visión del mundo en particular, el lente a través de la cual ve cómo la historia y los acontecimientos se desarrollan e interpretan, incluso aunque no estén plenamente conscientes de esto. Por lo que, el pretender como si Pablo fuera una hoja de papel en blanco que no tenía una visión del mundo personal, o lo que sea que escribió es tan misterioso, que trasciende cualquier visión del mundo que pueda o no haber tenido, no sólo es ilógico, sino que lo hace menos que humano. Y para aquellos teólogos y comentaristas bíblicos que exigen que Pablo sea culturalmente neutral o que sus palabras no tengan ninguna o alguna conexión con quien es como persona humana, es por ninguna otra razón que para ese escritor o traductor sea totalmente liberado para hacer lo que él o ella quiere hacer con las palabras de Pablo.

Así que he estado armando una imagen para ustedes de quién es el Pablo histórico antes de examinar lo que dice; de donde vino, qué influyó en sus pensamientos y creencias religiosas y sociales, y qué términos utilizaba regularmente para él en el contexto de su experiencia judía en particular. Es complicado porque al igual que para cualquier persona, no podemos ser completamente descritos y etiquetados de acuerdo con un solo aspecto de nuestras vidas. No podemos describir más plenamente a Pablo, usando el término judío y así anticipar sus acciones y reacciones y procesos de pensamiento de lo que podemos describir completamente a una persona al azar como cristiana y asumir demasiado sólo de eso. Esto se vuelve especialmente importante, cuando algunas de las doctrinas más críticas que son fundamentales para nuestra fe como creyentes en Cristo, provienen directamente de los escritos de Pablo.

Para aquellos oyentes que podrían pensar que lo que estoy cubriendo no es algo que nadie más que un académico de la Biblia necesita saber, piense de nuevo. 

Para los gentiles occidentales del siglo XXI, aunque no te des cuenta, Pablo no podía ser más extranjero para nosotros. Así que vamos a seguir agregando a la biografía de Pablo.

 La última vez dije que Pablo era originalmente un judío de la diáspora, que nació y creció (al menos por un tiempo) en Tarso de la provincia de Cilicia. Esta era una gran ciudad y Pablo era cualquier cosa menos un chico de campo como lo era Yeshua. En algún momento llegó a la Tierra Santa para vivir e ir a la escuela religiosa. Provenía de una prestigiosa familia que se identificaba como fariseos, algo bastante inusual cuando una familia judía vivía fuera de la Tierra Santa. Las divisiones sociales/políticas/religiosas dentro del judaísmo representadas por los partidos de los saduceos, fariseos y esenios estaban principalmente presentes en Judea y los judíos de la diáspora no tendían a dividirse y etiquetarse de esa manera. En la ocupación de la diáspora, la artesanía y el estatus social generalmente determinaba a qué sinagoga se podía asistir; no tan diferente del cristianismo moderno.

Es significativo que Pablo era un ciudadano romano, otro estatus inusual para un judío. No inaudito, pero no típico; y este estatus era muy ventajoso para Saúl, aumentándole credibilidad y le otorgaba derechos especiales. Esto enfatiza aún más la vida privilegiada en la que nació, y su facilidad de operar tanto en ambientes judíos como gentiles.

Pablo hablaba griego como su primera lengua. Sin embargo, para asistir a la Academia de élite de Gamaliel en Jerusalén para su formación religiosa, tuvo que ser fluyente en hebreo y estar familiarizado con el arameo. Pero aún más la Academia de Gamaliel era tan distinguida que para ser estudiante, Pablo habría tenido que demostrar un potencial increíble, ya que sólo un puñado de los mejores y más brillantes fueron admitidos. ¿Qué les enseñaron a los alumnos? El Tanak (el Antiguo Testamento, la Biblia Hebrea) y Halajá; es decir, se les enseñaron las Escrituras y la Torá Oral… Tradiciones. Encontramos a Pablo citando las Escrituras docenas de veces en sus cartas, por lo que él era muy conocedor de la Biblia. Sin embargo, al igual que en las instituciones cristianas, no es tanto lo que la Biblia dice realmente que importa tanto como lo que el maestro dice que la Biblia significa por lo que dice. Dicho de otro modo, la interpretación bíblica fue la clave, y las interpretaciones son lo que separa varias facciones del judaísmo unas de otras de la misma manera que separa las varias denominaciones cristianas modernas entre sí.  Y como Gamaliel era un fariseo (y también Pablo incluso antes de venir a la Tierra Santa), entonces fueron las interpretaciones bíblicas de los fariseos, que significa las Tradiciones de los fariseos, las que Pablo aprendió.

Así que quiero enfatizar una vez más: el mundo de los fariseos era el mundo de la Sinagoga.  Y el mundo de la Sinagoga enfatizaba la Torá Oral, Tradiciones. Así que los procesos de pensamiento de Pablo, la misma fibra de su entendimiento, fueron más influenciados por Halajá, que era el cuerpo de la ley judía que controlaba la vida cotidiana de los judíos.  Sin embargo, el Templo y el Sacerdocio era el mundo de los saduceos, y enfatizaron la Torá de Moisés. No aceptaron la Halajá de los fariseos; por supuesto, eso significa que tenían sus propias interpretaciones de lo que la Ley de Moisés significaba por lo que decía, y era en muchos aspectos importantes diferentes de las interpretaciones de los fariseos y por lo tanto a menudo diferentes de lo que se enseñaba en las sinagogas. Por lo que el Templo y la Sinagoga eran rivales en muchos aspectos.

Las sinagogas en la diáspora utilizaban la Septuaginta griega como sus Biblias. El LXX fue una traducción griega del Tanak que había sido creada alrededor del 250 A.C.; aunque en la Tierra Santa algunas sinagogas utilizaban la Biblia hebrea (el Tanak original) dependiendo de la afiliación de la Sinagoga. Pablo habría estado más familiarizado con la Septuaginta. Aunque nació en Tarso, Pablo dice en Hechos 22 que fue “criado” en Jerusalén. Lucas dice que en el momento en que Pablo sostenía los mantos de aquellos que, apedreando a Esteban, él era un “hombre joven”. Un “hombre joven” en ese día tenía entre 24 y 40 años. Así que Pablo había vivido durante algún tiempo en Jerusalén y estaba fuertemente adoctrinado en el tipo de judaísmo presente en la Tierra Santa, más que en el tipo de judaísmo practicado en las tierras extranjeras de la diáspora. Así que, aunque Pablo había sido sometido a influencias helenistas al principio de su vida, sería bastante incorrecto etiquetar a Pablo como un judío helenista. Como un académico de élite, él estaba familiarizado con ambos lados de la valla, por así decirlo. Él estaba tan cómodo entre los judíos hebreos como entre los judíos helenistas.

Me detendré aquí por ahora con la descripción del Pablo histórico, dándoles un ejemplo de porque es importante conocer la visión del mundo, la cultura y el contexto de la vida de una persona al interpretar lo que tiene que decir. Voy a tomar este ejemplo no de Pablo, sino de Su Maestro Yeshua. Hago esto por un par de razones; primero porque vemos que incluso Jesucristo no era una pizarra en blanco. Al menos lo que podríamos caracterizar como el atributo humano de Él, tenía una visión personal definida del mundo y un contexto de vida que debemos comprender para que podamos entender correctamente lo que quiso decir con lo que dijo. Después de todo, era un judío galileo rural, un artesano, que se comunicaba con otros judíos común y corrientes todos los días. Y el contexto de vida que quiero destacar es que el mundo de Yeshua era el mundo de la Sinagoga, no del Templo. Y en segundo lugar, aunque no pertenecía a ninguna parte, es mi opinión que probablemente estaba más cerca en filosofía religiosa a la de los Esenios. Sin embargo, a pesar de que se nos dice que no tenía entrenamiento religioso formal, fue el mundo de la Sinagoga en el que vivió y frecuentó, y no el mundo del Templo. De hecho, el registro del Nuevo Testamento muestra que sólo visitó Jerusalén y el Templo durante los días de las Fiestas Bíblicas, y que eso fue así para obedecer los requisitos de la Ley de Moisés. Por lo tanto, Él conocía muy bien las enseñanzas de los rabinos. Ciertamente no necesitaba entrenamiento en la Palabra de Dios ya que Él era la Palabra de Dios. El punto es que estaba bastante familiarizado con los términos de la Sinagoga, porque eso era parte de la vida social judía común y corriente.

El ejemplo que quiero darles proviene del discurso más famoso y extenso de Yeshua, el Sermón del Monte. Después de declarar clara y enfáticamente en Mateo 5:17-19 que no vino a cambiar ni a abolir la Ley de Moisés ni de los Profetas, así que nadie debe interpretar lo que está diciendo en esa luz, en el versículo 21 leemos esto:

LBLA Mateo 5:21 “ 21 Habéis oído que se dijo a los antepasados: «No matarás» y: «Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte».

Cuando un maestro judío o un rabino está en un debate (un Midrash) o instruyendo sobre la Torá, lo primero que dicen es lo que un maestro prominente o rabino ha dicho previamente al respecto. Y Cristo dice que los primeros maestros de sus padres habían dicho a esta multitud de judíos era “no asesinar” porque serán juzgados por ello.

 Pero ahora, de manera típica rabínica, Cristo da Su interpretación del mandamiento de no asesinar. Así que en el siguiente versículo Él dice:

LBLA Mateo5:22 22 Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: «Raca» a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: «Idiota», será reo del infierno de fuego.

Para los seguidores de Yeshua, esta era la Torá Oral de Yeshua, o Tradición, acerca de lo que significa el mandamiento de no asesinar. Y a pesar de todas las enseñanzas erróneas que hemos escuchado que esencialmente Cristo disminuyó las restricciones de los mandamientos de Moisés, haciéndolo más fácil y menos grave, de hecho encontramos que los hizo mucho más estrictos. Aquí albergar ira o incluso decir algo desagradable contra un hermano (que significa un compañero hebreo) se consideró como quebrantar el mandamiento en contra del asesinato.

Unos cuantos versos mas tarde:

LBLA Mateo 5:31 “ 31 También se dijo: «Cualquiera que repudie a su mujer, que le de carta de divorcio».

Así que, en el mismo formato rabínico familiar Yeshua ahora discute un tema candente en Su día, el divorcio. Y comienza diciendo, que lo que ha sido declarado anteriormente por las enseñanzas anteriores de la Sinagoga sobre el divorcio, es que la esposa debe recibir un decreto oficial de divorcio y si el esposo va a hacer eso, entonces cumple con todos los requisitos del mandamiento. Pero luego, en el siguiente versículo, dice cuál es Su interpretación de la ley del divorcio:

LBLA Mateo 5:32 32 Pero yo os digo que todo el que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio.

Vemos que al igual que con el tema del asesinato, la interpretación de Yeshua sobre el divorcio fue mucho más estricta. La enseñanza cristiana más bien estándar en este pasaje es que Yeshua estaba hablando en contra de la Ley de Moisés y esencialmente cancelando los mandamientos del Monte Sinaí y reemplazándolos por los suyos. Si hubieras sido judío en ese día, y hubieras asistido regularmente a la Sinagoga, habrías escuchado esta forma de debate y enseñanza innumerables veces. Y de ninguna manera desafió o cambió la Ley de Moisés; era simplemente una cuestión de cómo interpretar correctamente la Ley de Moisés.

Pablo como rabino entrenado, también pensó y habló de la misma manera habitual de los rabinos. Por consiguiente, mientras que al gentil no iniciado, Yeshua podría sonar como si estuviera estableciendo un nuevo sistema de Leyes y hablando en contra del viejo sistema (pero no lo es), así es cuando escuchamos a Pablo hablar de la Ley, aunque pueda parecerle a un gentil, él nunca está hablando en contra de la Ley, sino que más bien está ofreciendo Su interpretación de la Ley.

Y lo está haciendo a la luz de sus propias experiencias de vida como fariseo, y debido a su formación en la Academia de Gamaliel, pero ahora muy influenciado por la revelación divina del Cristo resucitado y lo que los discípulos de Cristo le enseñaron.

Lo que yo te estoy diciendo no es especulación; es un hecho histórico derivado de una serie de fuentes confiables. Si puedes aceptarlo en tu mente, entonces leer las cartas de Pablo cambia dramáticamente. Su actitud hacia la Ley ya no parece negativa a veces, y algunas de las supuestas contradicciones que ocasionalmente parece ofrecer desaparecen. De repente, todo lo que dice vuelve a estar en línea con la Torá y con lo que Cristo enseñó. También vemos que mientras Pablo no repudia ni se aleja del judaísmo, a menudo está argumentando en contra de muchas de las tradiciones erróneas del judaísmo que eran populares, aunque incorrectas.

Así que, con eso como nuestro trasfondo, vamos a entrar en los pasajes de las Escrituras de Hechos capítulo 9.

Vamos a releer sólo los versículos de apertura de Hechos 9.

VOLVAMOS A LEER HECHOS CAPÍTULO 9:1-19

La mayoría de los comentaristas se referirán a Hechos 9:1 -19 como La Conversión de Pablo. Nada podría ser más engañoso o inexacto; y, lamento decir, aunque no creo que sea así, es una de las frases cristianas más antisemitas que uno podría usar. De hecho, Pablo mismo se pronunció en contra del concepto de conversión cuando un judío o gentil llega a la fe en Cristo. He hablado en contra del uso del término conversión y todo lo que la palabra implica y no voy a repetir esa enseñanza, aunque voy a resumir brevemente. En el diccionario y ciertamente en el sentido de la palabra como lo pensamos hoy en día, convertir significa metamorfosear. Significa convertirse en algo completamente diferente. Una oruga se convertirá, o metamorfosearse, en una mariposa. El resultado es que ya no hay ningún parecido entre una oruga y una mariposa; todos los rastros de la oruga han desaparecido y ha surgido una criatura completamente nueva. Pablo no se metamorfosea de una oruga judía a una mariposa cristiana.

Más bien Pablo regresó. Es decir, se apartó de interpretaciones equivocadas de la Ley y de los Profetas y se volvió hacia las interpretaciones correctas. Se apartó de rechazar a Yeshua como el Mesías que la Ley y los Profetas señalaron, y se volvió aceptarlo no sólo como Salvador, sino como Dios. Pablo no se convirtió en una nueva criatura; él era simplemente la misma criatura con un nuevo entendimiento. No dejó de ser judío y en su lugar se convirtió en un gentil. No dejó de obedecer la Ley de Moisés, y comenzó a obedecer un nuevo conjunto de leyes que Yeshua supuestamente creó. No renunció al judaísmo y adoptó el cristianismo, y no dejó de ir al templo o a la sinagoga y, en su lugar, se convirtió en ir a la iglesia. Así que mi nombre para Hechos 9:1 -19 es El regreso de Saúl.

El capítulo abre con la condición de Saúl (Pablo) antes de que regrese. Él está trabajando arduamente para acabar con esta nueva secta del judaísmo que se hace llamar El CAMINO. Pablo no tiene la intención de asesinar personalmente a nadie; ese no era su trabajo porque él era un académico. Pero sin duda, al igual que con Esteban, esperaba que al hurgar y arrestar a los seguidores de Yeshua el resultado fuera el mismo.

 Así, en el versículo 2 encontramos que Pablo va al Sumo Sacerdote y pide cartas de autorización para los líderes de la Sinagoga para identificar y entregarle a Pablo a cualquier persona en sus congregaciones que pueda ser simpatizantes de Yeshua. ¿Por qué ir al Sumo Sacerdote para obtener permiso? Porque el Sumo Sacerdote era el jefe del Sanedrín y Pablo estaba operando en una especie de capacidad oficial para el Sanedrín. ¿Y por qué ir a las Sinagogas? Porque especialmente en la diáspora la Sinagoga funcionaba como lo hacen las Iglesias en entornos rurales. Es decir, suelen ser el lugar de reunión local; ayuntamiento y santuario en uno. La sinagoga era el centro social y religioso de las comunidades judías que operaban en tierras extranjeras, y esto representaba alrededor del 95% de todos los judíos vivos.

Esto también muestra que a pesar de que había una separación de la estructura de autoridad y la operación entre el Templo y la Sinagoga, que como el Sanedrín era el Tribunal Superior Judío, y el jefe del Tribunal Superior Judío era el Sumo Sacerdote, entonces el Templo, por supuesto, tenía autoridad en cierto sentido sobre la Sinagoga y los que allí asistían. Así encontramos a Pablo en el camino a Damasco con una carta de autoridad para reunir a los creyentes en cualquiera de las varias sinagogas allí. Damasco estaba en Siria, parte del Imperio Romano, pero por supuesto fuera de la Tierra Santa. Como los creyentes de Jerusalén huyeron después de la ejecución de Esteban sin duda fueron estos fugitivos los que Pablo estaba buscando.

Fue un viaje de 130 millas de Jerusalén a Damasco, y en algún lugar a lo largo de la ruta Pablo fue confrontado por Dios; o mejor por Yeshua en espíritu. Una luz brillante estalló desde el cielo y fue tan aterrador y repentino que Pablo cayó al suelo con el susto; una voz se escuchó de las nubes que le preguntó a Pablo por qué lo estaba persiguiendo. En realidad, Lucas dice que las palabras del Cielo decían Sha’ul, no Pablo, lo que indicaba que el idioma que Saúl oyó era hebreo. Sha’ul, por supuesto, está perplejo y confundido y pregunta quién es el que está hablando con él. La voz dice que es Yeshua. Es evidente que el objetivo de Yeshua en identificarse con los creyentes perseguidos es mostrar plena solidaridad con ellos. Pero también señala que desde la perspectiva divina rechazar y perseguir a un adorador del Mesías porque están haciendo la voluntad del Mesías es lo mismo que rechazar y perseguir al Mesías Mismo.

Nuestra versión CJB (la Biblia Completa Judía) tiene razón al decir que la respuesta de Pablo fue “Señor, ¿quién eres tú?” a diferencia de lo que la mayoría de las otras versiones dicen señor (como refiriéndose a cualquier persona). Cuando Saúl respondió, no quería decir señor en el sentido del Señor Dios, sino más bien en el sentido de dirigirse a una persona de autoridad; así que “señor” tiene el mejor significado.  Yeshua respondió diciéndole a Pablo que se levantara del suelo y completara su viaje a Damasco. Pero cuando llegara allí alguien sería enviado a reunirse con él con más instrucciones.

El versículo 7 explica que Pablo tenía compañeros viajando con él; vieron la luz, oyeron la voz, pero no vieron a nadie que estuviera hablando. Estaban congelados de miedo y no podían decir nada. Pero Saúl estaba ciego. No fue la intensidad de la luz lo que le cegó sino los otros hombres habrían sido cegados también. Tampoco se castigó a Pablo por no creer. ¿Podría su ceguera visual ser una metáfora viviente que expuso su ceguera espiritual? Sí, creo que sí.

Hubo muchos acontecimientos anteriores en la historia de Israel que esencialmente lograron lo mismo. Una fue cuando Miriam se pronunció en contra de su hermano Moisés y cuestionó su autoridad. Ella estalló instantáneamente en Tzara’at, (conocida como lepra en la Biblia)  una enfermedad impura de la piel que es causada divinamente. Por consiguiente, la condición de Miriam fue revelada; ella era espiritualmente impura por dentro, a pesar de que se veía tan piadosa por fuera.

Los compañeros de Saúll tuvieron que guiarlo de la mano el resto de su viaje a Damasco y se quedó ciego por un tiempo después de su llegada. Durante ese tiempo no come ni bebe. El estaba ciego, no enfermo, por lo que probablemente él estaba ayunando cuando se dio cuenta de que había encontrado a Dios y debido a las instrucciones de Cristo sabía que estaba a punto de escuchar más de Dios a través de otra persona. El ayuno para prepararse para el oráculo de Dios era algo bíblico e invariablemente está acompañado con la oración.

Había un discípulo particular de Cristo en Damasco llamado Ananías. Ananías es un nombre hebreo, por lo que esta persona era un judío originario de la Tierra Santa, probablemente uno de los fugitivos que Pablo estaba tratando de arrestar. El Señor viene a Ananías en una visión y llama a su nombre. Ananías responde: “He aquí, aquí estoy, Señor”. No encontramos la palabra “he aquí” en la versión CJB (Biblia Completa Judía), pero debería estar allí porque el griego dice “idou”, que es una traducción griega de la palabra hebrea hineni. Hineni es una palabra que caracteriza la obediencia, la atención y la disposición a actuar con celo sobre lo que venga después. A menudo se asocia con los profetas de Dios. Dios le dice a Ananías que vaya a una casa determinada y pregunte por un hombre de Tarso y que este hombre estará orando (esto se relaciona con el ayuno de Saúl). Y mientras oraba Dios ha preparado a Pablo para este encuentro por medio de una visión de Ananías que viene a él, poniéndole la mano encima y restaurando su vista.

Pero Ananías fue escéptico de la instrucción de Yeshua de ir a Pablo porque la misión de Pablo de dañar a los creyentes era bien conocida. Yeshua no castiga a Ananías porque sabe cosas que Ananías no sabe. Así que explica pacientemente que Pablo ha sido elegido para una misión especial, y que será llevar las Buenas Nuevas a los gentiles, a los reyes gentiles e incluso a los hijos de Israel. Esta referencia a los hijos de Israel significa que los judíos de la diáspora que viven entre los gentiles, pero sin duda también está destinado a incluir a las 10 tribus dispersas de Israel, la mayoría de las cuales habían olvidado su herencia hebrea. Pero más, Yeshua le dice a Ananías que Pablo también va a descubrir que esta misión va a requerir un gran sufrimiento. Y de hecho hizo lo que, por ejemplo, Pablo dice en 2Corintios 11:

2Corintios 11:24-28 LBLA

24 Cinco veces he recibido de los judíos treinta y nueve azotes.

 25 Tres veces he sido golpeado con varas, una vez fui apedreado, tres veces naufragué, y he pasado una noche y un día en lo profundo.

26 Con frecuencia en viajes, en peligros de ríos, peligros de salteadores, peligros de mis compatriotas, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos;

 27 en trabajos y fatigas, en muchas noches de desvelo, en hambre y sed, a menudo sin comida, en frío y desnudez.

 28 Además de tales cosas externas, está sobre mí la presión cotidiana de la preocupación por todas las iglesias.

Uno sólo puede imaginar lo que estaba pasando por la mente de Ananías mientras contemplaba las palabras de Cristo de que Pablo llevaría el Evangelio judío a los gentiles. Esta tuvo que ser quizás la parte más incomprensible (probablemente la más perturbadora) de lo que escuchó en su visión. ¿Por qué querrían los gentiles un Mesías Judío y por qué querrían los judíos compartir su Mesías con sus opresores? Sin embargo, Ananías obedeció, entró y puso sus manos sobre la vista de Pablo y su vista regresó. Su bendición sobre Saúl fue en el nombre de Yeshua, el mismo que le quitó la vista a Pablo unos días atrás.

Pero ahora viene un tema que discutimos hace un par de lecciones atrás; La imposición de manos de Ananías también resultó en que Pablo recibiera el Espíritu Santo. Así que nos queda asumir que Pablo ya había llegado a creer en Yeshua (aunque no se nos lo dice directamente), probablemente durante su oración y ayuno.  Así que en algún momento después de venir a la fe, pero antes de la inmersión, el Espíritu Santo viene a morar en Pablo, pero sólo con la imposición de manos. Y junto con la morada del Espíritu viene la sanación. Mi convicción es que el fin de su ceguera física fue un testimonio real y vivo del fin de su ceguera espiritual; de lo contrario, la ceguera física no parece haber tenido un propósito discernible.

Nosotros discutimos la cuestión de la conexión entre la fe, el bautismo y el Espíritu Santo en profundidad en lecciones anteriores, pero el punto que quiero traer hoy, es que si bien las denominaciones cristianas a menudo insisten en una cierta secuencia autorizada de cómo y cuándo el bautismo y la morada del Espíritu Santo deben suceder y sucede, de hecho lo que hemos visto hasta ahora en el Libro de los Hechos , y verá más de esto en los próximos capítulos, es que no hay una fórmula o secuencia divina consistente; puede suceder de cualquier manera. A veces pueden ocurrir intervalos largos entre pasos; a veces todo sucede inmediatamente. A veces implica la intervención de otro; a veces todo sucede en privado. El Señor es soberano y tratará con nosotros como individuos y bajo Sus propios términos.

La curación que Pablo experimenta es como si las escamas cayeran de sus ojos. No hay razón para tomar esto como una expresión; algún tipo de sustancia escamosa literalmente cubierta sobre sus ojos durante varios días y luego todo a la vez se cae. El Sanado, salvado, preparado Pablo ahora está listo para que Dios comience a moldearlo y darle forma. Pablo termina su ayuno, y comienza a comer y beber de nuevo para recuperar su fuerza.

Vamos a leer un poco más de Hechos capítulo 9.

VOLVAMOS A LEER HECHOS CAPÍTULO 9:19 – 22

Se nos dice que Pablo pasó tiempo con los discípulos en Damasco, sin duda, lo que significa que se alojó con ellos mientras estaba allí. E inmediatamente fue a las Sinagogas para predicar a Yeshua como el Hijo de Dios. Inmediatamente es eutheos en griego, y debemos tener cuidado en cuanto a la intensidad que la palabra “inmediatamente” tiene en nuestra mente en el español moderno.

 “Inmediatamente” en el uso típico de los días modernos tiene la sensación de que algo se apresura, o urgente, o casi instantáneo. Más bien la palabra euteos tiene el sentido correcto de inmediato o directamente, simplemente lo que significa que no había nada de ninguna nota que ocurriera entre dos eventos, y que no pasó mucho tiempo. Así que lo primero que hizo Pablo después de pasar unos días con los discípulos fue ir a hablar en las sinagogas. Sin duda durante ese tiempo, él y los discípulos discutieron sobre la teología y Halajá y esto le dio tiempo a Pablo para digerir todo lo que había sucedido en los últimos días.

Pero tenga en cuenta a dónde es que Pablo fue; a las Sinagogas. ¿por qué? Porque ahí es donde estarían los judíos. Así que, aunque la mayor parte de la misión de Pablo será para los gentiles, primero va a los judíos. Y se nos dice que Saúl enseñó que Yeshua era el Hijo de Dios, lo cual es interesante porque podríamos pensar que encontraríamos que las palabras que Pablo enseñó son que Yeshua es el Mashiach; el Mesías. No tomemos ligeramente lo que Pablo enseñó.

El Hijo de Dios no era sólo un término que Yeshua parecía favorecer para describirse a Sí mismo (junto con el Hijo del Hombre), tenía un significado definido en el mundo del judaísmo y especialmente si uno era un fariseo (que, por supuesto, Pablo lo era). Hijo de Dios fue un término que encontramos en el Antiguo Testamento que se refiere a toda la línea de reyes que viene del rey David; sin embargo, algunos de los Salmos, como 110, matizan este término para darle un tono mesiánico. Por lo tanto, en el uso bíblico dado tiempo atras hijo de Dios no tenía ningún sentido de que un rey Davídico era la deidad. Más bien es que como se suponía que Dios era el rey de Israel, pero hace mucho tiempo Israel había exigido a un rey humano que gobernara sobre ellos, entonces se suponía que el rey humano era el agente o pastor en la tierra, por así decirlo. El rey humano de Israel debía operar en una manera divina basada en la Torá comportándose más como siervo de su pueblo que como un gobernante superior egoísta tan típico de los reyes gentiles. Pero Dios iba a gobernar sobre el rey y el rey debía aceptarlo. Y se dice que el rey David ejemplificó esto como el siervo/rey pastor de Dios.

Por consiguiente, cuando Pablo predicó a Yeshua como Hijo de Dios, habría sido poco diferente si hubiera predicado al rey David como Hijo de Dios. Para el tiempo de Pablo, los fariseos estaban enseñando que venía un Mesías en el molde del rey David. No esperaban en absoluto que este nuevo rey David fuera otra cosa que un ser humano normal de carne y sangre. Así que como el Rey David fue llamado hijo de Dios por el Señor, entonces la parte más fuerte de la referencia es la parte del “Rey”. La parte de “Dios” significaba que este rey fue autorizado por Dios y bajo la regla de Dios. Así que cuando Pablo predicó a Yeshua como Hijo de Dios, en su mayoría significó que Yeshua era el rey ungido de Dios que viene de la línea del rey David. Y como el Halajá de los fariseos dijo que el próximo rey ungido de Israel sería de la línea del rey David, y sería su liberador de la opresión de Roma, entonces este rey era, por supuesto, el Mesías (el ungido). Una vez más; ningún pensamiento sobre la deidad estaba involucrado en ese concepto.

No me malinterpretes; No estoy diciendo de ninguna manera que Pablo estuviera predicando que Yeshua era sólo un hombre y no Dios. Es sólo que se nos dice que lo primero que Pablo enseñó sobre Yeshua fue que él era el rey Davidico que había sido profetizado. Y los fariseos dijeron que el rey Davídico era el Mesías.

A pesar de que los judíos de las sinagogas de Damasco no se habrían contado como fariseos, toda la Torá Oral (Halajá) que se les enseñó en las Sinagogas provenía de la enseñanza de los fariseos, porque todos los rabinos eran fariseos. Pablo tenía una audiencia que entendería fácilmente lo que estaba predicando. La cuestión era si lo aceptarían o no.

Continuaremos con el capítulo 9 de Hechos la próxima vez. 

Hechos Lección 20 – Capítulos 8 y 9

EL LIBRO DE HECHOS

Lección 20, Capítulos 8 y 9

En muchas maneras, el capítulo 8 de Hechos es un punto pivote significativo. Hasta ahora toda la actividad relativa al conocimiento y difusión de las Buenas Nuevas del Evangelio ha tenido lugar en la ciudad de Jerusalén, ha sido estrictamente entre los judíos, y el foco de los acontecimientos ha girado en torno a las obras de los 12 Discípulos. Pero repentinamente, el horrible e injusto apedreamiento del creyente Esteban (dada completa sanción legal por el Sanedrín supervisado por el Sumo Sacerdote Caifás), marcó el comienzo de una persecución abierta en contra de la comunidad creyente de judíos en Jerusalén.

Si damos un paso atrás y consideramos lo que está sucediendo aquí, es útil darse cuenta de que esta persecución fue sobre una facción particular del judaísmo (los discípulos judíos del Mesías Yeshua) por otras facciones del judaísmo que no estaban de acuerdo con el halajá de la facción creyente; es decir, algunas de las tradiciones y doctrinas de los creyentes estaban en desacuerdo con algunas, pero no todas, de las tradiciones y doctrinas de otras sectas del judaísmo. De hecho, el punto principal de desacuerdo fue sobre la identidad del Mesías, y en menor grado la naturaleza del Mesías. Verdaderamente no estamos al tanto de ningún otro desacuerdo doctrinal serio (al menos no hasta ahora).

Las etiquetas son cosas muy complicadas que por un lado pueden ser útiles, y por otro ser peligrosas. Cuando le ponemos una etiqueta a un grupo o a una persona, a un concepto o a una doctrina se hace con el propósito directo de crear una clase de clave de comunicación, o tal vez una palabra de contraseña. Una etiqueta está diseñada para pintar una imagen mental rápida, a veces subconsciente, para que la conversación no se enrede en detalles. Las etiquetas a menudo son respuestas emocionales ilícitas. Utilizándolas lo suficiente, las etiquetas se convierten en estereotipos que son casi imposibles de alterar o corregir más adelante. Debido a que la mayoría de las Biblias en este momento en el Nuevo Testamento etiquetarán a los creyentes de Jerusalén como “cristianos” o los etiquetarán colectivamente como “la Iglesia”, entonces hay una imagen falsa creada de judíos alineados en contra de los cristianos; o del judaísmo entrando en una oposición violenta al cristianismo. Y, por supuesto, cuando pensamos en los cristianos, el cristianismo y la Iglesia pensamos en gentiles que llevan las Biblias bajo sus brazos, en el signo de la Cruz presente en todas partes, en edificios con campanarios en el exterior y ordenadas hileras de bancos en el interior, y en escenas de la Natividad y árboles de Navidad. Pero tenemos que borrar todos estos pensamientos porque en ningún momento eso no es en absoluto lo que estamos presenciando aquí en el Libro de los Hechos. Es sólo el mal uso de estas etiquetas en español por parte de los traductores bíblicos, lo que crea una imagen mental inapropiada e históricamente falsa y con la que quiero pasar un poco de tiempo para enderezar.

Señalé en lecciones anteriores que usar el término “Iglesia” en el Libro de los Hechos para etiquetar colectivamente a los seguidores de Yeshua es lo que se llama un anacronismo; es decir, es un término (incluso un concepto) que no ocurrió hasta mucho más tarde en la historia, al menos un siglo después de que la Biblia fue cerrada. Así que leer el término “Iglesia” (como lo pensamos hoy) en el Libro de los Hechos crea una impresión falsa. En un par de capítulos más, leeremos en la mayoría de las Biblias en español que fue en Antioquía que se acuñó el primer uso del término “cristianos”.

Pero de hecho eso también nos da una impresión equivocada. En el griego original del Nuevo Testamento el término es christianos, por lo que es fácil ver cómo fue que de esa palabra se creó la palabra en español cristianos. Pero Christianos es tomado de la palabra griega Christos. Como se explica expertamente en la Concordancia Strong, Christos significa ungido y simplemente está traduciendo la palabra hebrea mashiach, Mesías, al griego. Por consiguiente, el término Mesiánico significa seguidores del Mesías. Así que originalmente mesiánicos significaba literalmente seguidores del ungido, también lo hace cristianos literalmente seguidores del ungido. ¿Así que mientras que la palabra en español cristianos es una traducción razonable, una vez más, qué es lo que viene a la mente cuando nosotros decimos cristianos? Cristiano es una etiqueta de siglos atrás; y cuando pensamos en los cristianos pensamos subconscientemente en gentiles, cruces, iglesias, árboles de Navidad, coros vestidos con túnicas, y si eres católico piensas en catedrales, sacerdotes, la Virgen María y el Papa.

Sin embargo, lo más cercano que los creyentes judíos formularon como una etiqueta para sí mismos, fue El Camino. Aparentemente otros judíos se referían a ellos a veces como Notzrim y Natzratim, lo que se traduce mejor al español como Nazarenos, es decir, personas conectadas con Nazaret, la ciudad natal de Yeshua. El punto que desesperadamente quiero ayudar que todos mis hermanos y hermanas judíos y gentiles en el Señor vean, es que todo lo que está sucediendo hasta este punto en el Libro de los Hechos, está teniendo lugar exclusivamente dentro de la comunidad judía. La Sinagoga y todo lo que va con la misma está en el centro de los seguidores de Yeshua como lo es con las otras facciones de los judíos. Los seguidores de Yeshua (El Camino) eran únicos SOLAMENTE en el sentido de que su rabino particular era el Yeshua crucificado que también creían que era el Mesías. Pero otras facciones judías no estaban de acuerdo con esto, así que se levantaron en contra de los miembros de EL CAMINO.

No piensen que este tipo de cosas en lo que respecta a los judíos y el judaísmo es única en el Nuevo Testamento, les aseguro que no lo es. Una gran secta judía moderna llamada Chabad ha pasado por una dolorosa, bastante reciente, división. El líder de la facción Chabad Lubavitch era un rabino muy querido llamado Schneerson. Falleció por causas naturales en 1994. Pero algunos de sus facciones lo declararon el Mesías, y dicen que no está realmente muerto como comúnmente pensamos en la muerte; más bien está escondido y en algún momento pronto resurgirá. Esta afirmación ha causado una división contenciosa de Chabad entre aquellos que declaran a Schneerson como el Mesías Judío contra la mayoría que no lo declaran el Mesías Judío.  Usando los términos que hemos aprendido recientemente, la división en Chabad tiene que ver con halajá; Tradiciones o Torá Oral. La Torá Oral de la facción principal de Chabad dice que el Mesías aún no ha llegado; las enseñanzas de la Torá Oral de la facción Lubavitch de Chabad dice que el Mesías ha aparecido, se ha ido, pero pronto reaparecerá, y él es el rabino Schneerson. Así que creo que Dios ha dado a los creyentes modernos una muy buena manera de entender mejor el trasfondo y el sentido del problema que estaba causando las persecuciones de los miembros de El Camino en Hechos capítulo 8, si sólo prestamos atención. Una vez más: la cuestión de la muerte de Yeshua, la muerte de Esteban, y ahora la persecución general de los judíos creyentes en Jerusalén fue sobre desacuerdos sobre halajá; Torá oral, Tradiciones, doctrinas.

Se darán cuenta a medida que nosotros avanzamos que tan ferviente como la persecución de los creyentes judíos fue por las otras facciones judías, nunca hubo la idea expresada de que los creyentes habían abandonado de alguna manera el judaísmo, dejado de ser judíos o estaban formando una nueva religión. Los creyentes ni siquiera se aíslaban, al igual que los Esenios, y los esenios eran perfectamente aceptados como judíos, incluso si su rama de judaísmo no caía tan bien con la mayoría de las otras ramas del judaísmo.

Hay tantas lecciones valiosas de aplicación para aprender de esto, pero me gustaría centrarme en una sola porque es especialmente relevante para nuestro tiempo. La misma es que entre los que nos llaman cristianos o mesiánicos, sin importar la facción o la denominación, necesitamos mostrar amor el uno hacia el otro. Porque si todos contamos con Yeshua para la redención, entonces todos compartimos un solo Espíritu; El Espíritu de Dios. Eso no significa que no podamos estar fuertemente en desacuerdo sobre las doctrinas y las tradiciones, llamarnos la atención los unos a otros, dejar una denominación o facción porque creemos que están en el camino equivocado, y luego unirse a otra que creamos que es más correcta. No importa a qué grupo pertenezca un Creyente, si se aferran a Yeshua (Jesús) como el verdadero y único Salvador, e Hijo de Dios, que es Dios Mismo, entonces somos hermanos y hermanas en la fe. Nunca debemos comportarnos de maneras tan odiosas los unos con los otros como lo hicieron estas facciones del judaísmo en Jerusalén, que están en desacuerdo con un par de doctrinas de esta facción del judaísmo mesiánico que se convierte en una persecución y un rotundo odio.

No estoy hablando de tolerancia; Hablo de amor. No estoy hablando de validación de teología incorrecta para ser inclusivo, o comprometer los principios para encontrar un punto medio humanamente cómodo. Hablo de nuestra propia actitud y comportamiento. Constantemente me pronuncio en contra de varios principios teológicos erróneos que son característicos del cristianismo institucional dominante del siglo XXI, especialmente en lo que respecta a una inclinación en contra de Israel y la creencia de que la Torá es sólo para los judíos. Pero no discrepo en todos los puntos, ni digo que los que no creen exactamente como yo no son cristianos debido a este desacuerdo. Más bien mi objetivo es alentar a mis hermanos y hermanas en la fe (judíos y gentiles) a volver a la verdad de la Palabra de Dios y a aceptarla por lo que dice; abandonar las doctrinas débiles hechas por el hombre que no están de acuerdo con las Escrituras, y vivir de acuerdo con las leyes y mandamientos de Dios que Cristo dice que estamos obligados a hacer, y no cambiare en lo más mínimo hasta que los cielos y la tierra desaparezcan.

Así que, en Hechos capítulo 8, nosotros encontramos que aquellos seguidores judíos de Yeshua que estaban bajo la amenaza de persecución de sus compañeros judíos huyeron de Jerusalén para otras partes de Judea, y también a Galilea y de una manera sorprendentemente a Samaria. Digo “sorprendentemente” porque el pueblo de Samaria fue visto universalmente por el judaísmo como híbridos impíos e impuros, que no eran judíos ni gentiles; un pueblo a ser rechazado, y un lugar para evitar. Y para los judíos de esa época, a pesar de que Samaria originalmente formó el corazón de la Tierra Prometida, en el momento en que Samaria fue reconocido como extranjero, sus residentes también fueron reconocidos como extranjeros. Esto no se debe a ninguna declaración de Roma, sino a una declaración del judaísmo.

Esto se debió a que los samaritanos practicaban lo que los judíos consideraban una forma pervertida de religión basada en la Torá, siendo su lugar más santo el Monte Gerizim, y su sacerdocio no tenía conexión con los levitas ni con el Templo de Jerusalén.

Por consiguiente, encontramos al discípulo Felipe, un creyente judío helenista, yendo a Samaria y (una vez más, sorprendentemente) teniendo éxito en llevar el Evangelio a aquellos que parecerían menos propensos a querer escuchar algo de un judío: los samaritanos. Sin duda, la noticia de este éxito sorprendió a los 12 discípulos en Jerusalén y probablemente por escepticismo enviaron a Pedro y a Juan para ver por sí mismos. Y, de hecho, hubo una serie de samaritanos que Pedro y Juan juzgaron que habían aceptado a Yeshua como Salvador. Pero entonces, la semana pasada, abordamos el tema sensible del Espíritu Santo, y cuándo y cómo el Espíritu Santo habita en un Creyente. Ya que, en Hechos, capítulo 8 vemos que aunque los nuevos creyentes de Samaria habían aceptado a Cristo y habían sido bautizados, aún no habían recibido el Espíritu Santo. Juan y Pedro llegaron, pusieron las manos sobre estos samaritanos y así vino el Espíritu sobre ellos.  Y sin embargo, en otros lugares de la Biblia, encontraremos que la secuencia es la fe en Cristo con morada instantánea del Espíritu Santo. En otros pasajes, el Espíritu Santo no viene hasta el bautismo de agua. Y en otros lugares el Espíritu Santo viene después de venir a la fe, pero antes de la inmersión.

La honestidad intelectual no nos exige a nosotros elegir uno de estos diferentes ejemplos del Espíritu Santo habitando como el único legítimo. Sin embargo, la mayoría de las denominaciones han elegido uno y exigen que los otros sean vistos como herejía. La lección para tomar de esto es que Dios no está impulsado por la fórmula. No hay una secuencia precisa de fe, bautismo y morada del Espíritu que sea autorizada por Dios, o que Él le exija, y que otras secuencias estén prohibidas o sean juzgadas como no genuinas. Más bien parece ser estar impulsado por las circunstancias y de una manera flexible.

Y ahora, antes de pasar a los versículos finales del capítulo 8, recordemos el asunto del mago samaritano llamado Shimon (Simón en español). Él también aceptó el Evangelio. Sin embargo, al ver a Pedro y Juan llamar al Espíritu de Dios a los creyentes, quedó tan impresionado que quería tener la misma habilidad que ofreció dinero a los discípulos para que se les enseñara cómo hacerlo. Pedro le reprendió severamente, de tal manera que algunos comentaristas bíblicos afirman que Simón fue excomulgado. No hay nada en este pasaje que haga tal sugerencia. Y cualquier pensamiento de que Simón no fue salvo sólo porque no cedió instantáneamente sus creencias equivocadas para las verdaderas creencias establecidas en la Palabra de Dios, es en realidad la norma para la mayoría de las personas en cualquier momento, incluso hasta en nuestra era moderna. Podemos creer mucho antes de entender más que los principios más básicos de la salvación. Y estos entendimientos más profundos y necesarios deben ser el siguiente paso para todos los creyentes; pero no sucede de la noche a la mañana, y requiere tiempo y esfuerzo.

Así que la conclusión hasta ahora en Hechos capítulo 8 es que por primera vez el Evangelio está siendo llevado fuera de la Tierra Santa, e incluso siendo llevado a aquellos que no practican el judaísmo, y muchos están llegando a la fe.

Y nosotros también vemos cómo un discípulo común y corriente, Felipe, (no uno de los 12 líderes) ahora se está centrando en hacer grandes milagros y traer muchos de los menos probables a Cristo. Veamos a continuación qué hace Felipe.

VOLVAMOS A LEER HECHOS CAPÍTULO 8:25 hasta el final.

Pedro y Juan enseñan a los samaritanos sobre la Palabra de Dios para darles algunos cimientos firmes a su nueva fe en el Mesías Yeshua y luego regresan a Jerusalén. Recuerden que esta tarea de enseñar la Palabra de Dios, así como de ser testigos del Mesías, es lo que los 12 discípulos acordaron que era su verdadero llamado y a lo que debían dedicarse hacer en todo momento. Esto señala que los miembros regulares de la congregación (como Felipe), no tienen que ser eruditos bíblicos o expertos en teología para llevar las Buenas Nuevas a aquellos que necesitan escucharla. De hecho, creo que el mejor protocolo es que la congregación evangelice a las personas, y que los líderes enseñen y maduren a los nuevos Creyentes. La evangelización efectiva es casi siempre individual y relacional contrario a la informacional; pero la enseñanza puede ser (y por lo general es) más eficaz en un entorno de uno a varios. ¿por qué? Porque Dios ha equipado a todos los Creyentes para que lleven las Buenas Nuevas a los no creyentes. Pero sólo a algunos se les ha dado el don y la responsabilidad de enseñar.

Un ángel ahora instruye a Felipe a viajar de regreso hacia el sur a la carretera que va entre Jerusalén y Gaza. Gaza fue en su momento una de las 5 principales ciudades-estado de los filisteos; sin embargo, fue destruido justo después del 100 A.C. y no fue reconstruido. Así que en la época de Cristo, Gaza era más un lugar general que una ciudad o ciudad específica. Dicho esto, en esta época, el pozo de agua de las ruinas de Gaza seguía funcionando, y era una de las pocas fuentes de agua disponibles antes de entrar en el desierto del Sinaí. Es muy probable que el camino a Gaza desde Jerusalén fuera una forma de acceder a la ruta comercial de la Vía Maris que seguía más o menos la costa mediterránea. La misma cruzaba todo el camino hacia el sur de Egipto, y por lo tanto cuando nos enteramos de este eunuco etíope al que Felipe le evangelizaría, que estaba de camino a su casa, el naturalmente tomaría la Vía Maris para llegar allí.

Este etíope era un dignatario en el empleo del Kandake de Etiopía; no de Candace la Reina de Etiopía como muchas Biblias lo tienen. Kandake es un título, y denota una dinastía particular de la realeza sobre Etiopía. Era una dinastía de mujeres gobernantes: Reinas. Etiopía estaba situada al sur de Egipto y es lo que la Biblia llama Cus. Estas personas de piel oscura eran descendientes del hijo de Ham, Cus, por consiguiente, se le da ese nombre bíblico al lugar.

Está claro que este eunuco creía en el Dios de Israel, ya que él había estado en Jerusalén para adorar. Él estaba en su carroza real, leyendo el pergamino de Isaías cuando Felipe lo vio. Puede que no lo parezca en la superficie, pero no hay duda de que aquí se está estableciendo un patrón divino, y es interesante para mí cómo Felipe es el que lo está estableciendo. Un eunuco es un varón castrado. Había una serie de razones para esta castración, pero nada de eso tuvo que ver con ningún tipo de castigo. Más bien impedía el matrimonio, que le permitía mantener su lealtad directamente sobre la persona a la que servía. Y lo limitó a cualquier otro tipo de vocación, así como para marcarlo de por vida.

A menudo la eliminación de los genitales masculinos era para fines religiosos, especialmente cuando servía a un dios femenino o un gobernante. Debemos recordar que, al menos desde el punto de vista bíblico, la castración era vista como mutilación y algo malo. Por un lado, significa que este hombre nunca tendrá descendencia; su linaje terminará. En la forma más antigua de pensar hebrea esto significa que no es posible la vida después de la muerte, ya que, de alguna manera misteriosa, la vida después de la muerte está al menos parcialmente contenida en sus hijos.

Pero una mutilación de los genitales también se ve como una afrenta a la vida misma, ya que la fecundidad en forma de producción de descendencia no es posible. Aún más, un hombre castrado puede ser que no pueda convertirse en ciudadano nacional israelí, porque Deuteronomio dice esto: Deuteronomio 23:1 “Un hombre con partes privadas aplastadas o dañadas no puede entrar en la asamblea de ADONAI. Esta cuestión surge porque un hombre no puede cumplir su función en el Pacto Abrahámico de reproducirse; por lo tanto, ese hombre no puede ser parte de Israel.

En cuanto a la religión de los hebreos, un varón castrado tiene muy limitado donde puede adorar y en qué rituales puede participar. Es probable que, si a este eunuco se le permitiera entrar en el Monte del Templo, sería en la Corte de los Gentiles; o probablemente a él se le fue prohibido la zona del Templo por completo y sólo podía ir a una sinagoga. Eso explicaría su interés en Isaías, ya que era uno de los favoritos de la Sinagoga, particularmente en esta época. Por lo tanto, no hay duda de que este eunuco etíope no se había convertido al judaísmo ni se había convertido en judío porque no se le habría permitido; más bien era un temeroso de Dios. Era un gentil que adoraba al Dios de Israel.

Así que, lo que vemos es que Felipe ha estado tratando con aquellos a quienes el judaísmo habitualmente no tenía nada que ver. Él estaba lidiando con los marginados y aquellos que el judaísmo normativo despreciaba en un grado u otro; primero los odiados samaritanos, luego un hechicero, y ahora el gentil masculino castrado. ¿Y qué hizo Felipe? Trajo a estos parias al Reino de Dios. Qué esperanza y qué modelo de Dios se nos muestra. No hay nadie lo suficientemente bajo, lo suficientemente roto, miserable o lo suficientemente arruinado como para que Yeshua no pueda sanar su espíritu y traerlos a Su Reino. No hay herencia o raza que esté excluida. Sométete a Cristo, y Dios nos acepta.

Como es típico de Lucas, dice que el Espíritu (el Espíritu Santo) mandó a Felipe que subiera y se uniera al eunuco en su carro. ¿Era esta una voz que Felipe oyó, o algún tipo de unción interna? No nos lo dicen. Pero cuando Felipe le pregunta al hombre qué es lo que está leyendo, y si lo entiende, está claro que el eunuco no lo entiende. Él dice que alguien tiene que explicárselo.

Se nos da el extracto de Isaías de que el eunuco está leyendo y es de Isaías 53. Las palabras de Isaías 53 que vemos citadas en Hechos capítulo 8 más se asemejan a la versión griega Septuaginta en lugar de la versión hebrea del Tanak. Esto tendría sentido ya que pocos fuera de la Tierra Santa podían leer o hablar hebreo; sin embargo, griego era ampliamente conocido.

Y, por supuesto, esta es una profecía mesiánica que el eunuco está leyendo, que sería más difícil de entender si uno no hubiera crecido en una cultura judía. Pero incluso entonces, las Sinagogas tenían varias interpretaciones de su significado, la más aceptada era que este siervo sufrido y al que se le negaba justicia se refería a Israel como un entero y no a un individuo.

Hechos 8:32-33 LBLA

Como oveja fue llevado al matadero; y como cordero, mudo delante del que lo trasquila, no abre Él su boca.
33 En su humillación no se le hizo justicia; ¿quién contará su generación? Porque su vida es quitada de la tierra.

¿El eunuco ve que la lectura a simple vista de este pasaje indica a un individuo, por lo que se pregunta si Isaías está hablando de sí mismo o de otra persona? Esto le dio a Felipe la apertura que necesitaba. Él por supuesto, le informó al hombre que esto estaba hablando del Mesías Yeshua y él le explicó el asunto y el etíope creyo.

Es el etíope, no Felipe, fue el que parece plantear la cuestión de la inmersión. El eunuco obviamente había pasado suficiente tiempo entre los judíos y estudiando la Biblia, por lo que estaba familiarizado con el mikveh y la inmersión en el agua. La forma en que el eunuco hace la pregunta es así: “¿Hay algo que deba impedirme estar inmerso?”  Esto sin duda era algo que él se había tropezado antes debido a su condición de ser castrado y de ser gentil; puede ser que no se le había permitido sumergirse y se preguntaba si ahora podía.

Donde encontraron el agua para sumergirse no lo sabemos. Pero dondequiera que fuera, cumplía con el requisito de que fuera Agua Viva (lo que significa que la fuente del agua tenía que ser agua que se movía, como el océano, un río o un manantial). Y como Felipe y el eunuco entraron juntos en el agua la fuente de agua debió ser de tamaño razonable. Tras la inmersión del eunuco el cual no conocemos su nombre, se nos dice que Felipe fue arrebatado de repente, su trabajo aquí completado. La palabra griega utilizada para arrebatar es harpazo, la misma palabra que encontramos en 1Tesalonicenses 4 que habla de los creyentes siendo atrapados en el aire para encontrarse con Cristo en las nubes. Así que lo que sucedió aquí fue un acto milagroso e inesperado de Dios; esto no fue que Felipe abandonó rápidamente la escena por su cuenta. Felipe de repente se encuentra en Azoto, cerca del mar Mediterráneo. Allí continúa proclamando las Buenas Nuevas y viaja por la ciudad hacia el norte a unas 50 millas de Cesárea (esto está hablando de Cesarea Maritima), que era una impresionante y bulliciosa ciudad portuaria que había sido muy mejorada por el rey Herodes. Allí él habría conocido a gente de todo tipo de nacionalidad y religión.

Vamos a continuar con Hechos capítulo 9.

LEER HECHOS CAPÍTULO 9 completo

Después de haber sido presentados a Pablo brevemente al final del capítulo 7, la historia ahora vuelve hablar de él en el capítulo 9 y él se convierte en el foco central.

Dije en la introducción del Libro de Hechos que es fundamental que, debido a que casi toda la doctrina de la Iglesia proviene de Pablo, debemos aprender quién es Pablo antes de que estemos debidamente equipados para leer y descifrar sus cartas inspiradas en Dios. Y que mientras sus Epístolas como Gálatas, Romanos, Corintios y demás nos dan la teología de Pablo, las mismas no nos dicen quién es, por qué piensa como lo hace, y lo más importante lo que sus términos significan para él. Encontraremos esa información sólo en el Libro de los Hechos. Y sin eso y alguna otra información sobre las sinagogas y el judaísmo en general, no es posible interpretar correctamente gran parte de lo que dice Pablo. Y lo que encontramos es que, es un judío de la diáspora nacido en Tarso de Cilicia. Pablo era de la tribu de Benjamín, una tribu que Judá había absorbido siglos antes, por lo que los de Benjamín fueron llamados con el mismo nombre que los de la tribu de Judá: judíos. Pero también es interesante notar cómo después de todo este tiempo, al menos algunos judíos continuaron identificándose también con su herencia familiar de tribu original incluso cuando vivían fuera de la Tierra Santa.

Así que mientras he hablado sobre Pablo anteriormente, vamos a repasar un poco y voy a agregar más información. Los 2 nombres por los que el pasa en el Nuevo Testamento son Pablo y Saúl, o más correctamente Saúl, el mismo nombre del 1er rey de Israel que era de la tribu de Pablo de Benjamín, el rey Saúl. Pablo es latín, Saúl es hebreo. Dado que el latín y el griego eran las lenguas primarias del Imperio Romano, entonces no es de extrañar que Pablo tuviera un nombre romano alterno. De lo que podemos estar seguros es de que su nombre dado era Saúl y no Pablo porque en Hechos 13:9 leemos: “Entonces Saúl, también conocido como Pablo, lleno del Ruach HaKodesh…” Así que Pablo era un nombre asumido que usaba a veces porque se ajustaba más a su vida como judío de la diáspora.

La ciudad natal de Pablo, Tarso, era bastante grande: alrededor de un millón de habitantes. Tenía una comunidad judía considerable con muchas sinagogas. La primera lengua de Pablo era el griego, pero también él hablaba hebreo y arameo, porque el hebreo y el arameo eran similares y era típico de los eruditos judíos conocer ambas lenguas ya que muchos de los documentos religiosos contenían escritos arameo y hebreo. El Padre de la Iglesia Jerónimo, que vivió a finales del siglo IV y principios del Siglo V D.C. afirma que la familia de Pablo vivió por un tiempo en Gush Chalav, en Galilea; pero como resultado de la guerra emigraron a Tarso, donde Pablo nació.

Pablo dice específicamente que nació con ciudadanía romana, algo que no era habitual para los judíos de la diáspora. Así que su padre era un ciudadano romano por algún medio. Ya que Pablo usaba esa ciudadanía romana para su beneficio vamos a ver lo que eso le compró. En primer lugar, los beneficios de ser ciudadano romano abarcaban prácticamente todos los aspectos de la vida. Todo, desde sentencias judiciales hasta sanciones fiscales, era menor para los ciudadanos que para los no ciudadanos. La clase también importaba; las clases más altas de ciudadanos romanos utilizaban tribunales diferentes a las de las clases más bajas, y las clases más altas eran más o menos presuntas inocentes, mientras que las clases más bajas eran generalmente presuntas culpables. Parece bastante claro por lo que leemos del encuentro de Pablo con el sistema judicial, que él conocía su camino alrededor del poder judicial, y podía exigir a una audiencia con un rey o un funcionario romano muy alto que mirara personalmente su caso.

No hay duda de que la familia de Pablo tenía estatus.

Como observa inteligentemente el rabino Joseph Shulam, uno de los derechos más envidiables que tenía un ciudadano romano que otros no tenían, era el derecho a apelar una decisión judicial. Además, un ciudadano estaba protegido contra el arresto privado o público injusto, y no podía ser castigado, torturado, encarcelado o ejecutado por las autoridades judiciales locales. Así vemos que cuando Pablo fue arrestado por hablar el Evangelio fue finalmente llevado a la más alta autoridad en Roma cuando hace saber que es un ciudadano romano y exige sus derechos. Pablo estaba acostumbrado a privilegios en su vida, y esto no terminó cuando se convirtió en apóstol.

Pablo era fariseo porque la familia de Pablo era una familia de fariseos; algo raro fuera de la Tierra Santa. Sin embargo, si su familia había emigrado algunos años antes de Galilea a Tarso como Jerome afirma, entonces el unirse al partido de los fariseos mientras estaba en la Galilea y luego continuar considerándose a sí mismos como fariseos practicantes, incluso mientras vivían en la diáspora tiene más sentido.

Hay más que necesitamos entender acerca de Pablo, la persona, y quiero tomar todo el tiempo necesario, así que nos detendremos aquí y continuaremos la próxima vez.

6355 N Courtenay Parkway, Merritt Island, FL 32953

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