Números Lección 33 Capítulos 31 y 32

Números

Lección 33 Capítulos 31 y 32

Un estimado maestro del siglo 19 llamado G.B.Gray dio por nombre el capítulo 31 de Números, “la exterminación de los Madianitas”. Eso suena bastante fuerte y directo, pero de hecho eso es precisamente de lo que trata este capítulo.

La semana pasada nosotros tomamos un paseo rápido como un resumen de Números 31 y esta semana nosotros vamos a tomar un vistazo más de cerca. Aunque, me gustaría comenzar dirigiéndome a una preocupación que un querido amigo mío tiene, y tal vez tu que estas escuchando, con el Antiguo testamento en general y el mismo es a la cantidad enorme de matanza y derramamiento de sangre y mucho de eso es ordenado por el Dios de Israel sobre los enemigos (y por ende los enemigos de Dios) de Israel.

Yo conozco unos estudiantes con formación académica superior (incluyendo a maestros judíos y cristianos, escritores, rabinos y pastores) que francamente dicen que ellos no pueden cuadrar al Dios del Antiguo Testamento con el Dios del Nuevo Testamento; un dios que lleva a Israel a conquistar las naciones versus un dios que se sacrifica Así Mismo, mansamente, por todas las naciones. Aunque, nadie niega que nosotros vemos ambos de estos atributos de Dios en la Biblia. Nuestro problema no es de inteligencia sino de fe; nosotros queremos al Dios que nuestras sensibilidades humanas prefieren tener, en vez de lo que es. Por lo que nosotros unilateralmente declaramos que el Dios del Antiguo Testamento se ha transformado en el Dios del Nuevo Testamento; no porque eso es lo que la Palabra de Dios dice sino porque nosotros estamos más cómodos con eso. Y esta tendencia de los cristianos es realmente la causa y la definición de la palabra idolatría. Un ídolo es la imagen física de un dios que viene de las mentes de los hombres, moldeadas y formadas con atributos asignados de acuerdo a las filosofías humanas, características y deseos. La adoración a ídolos es cuando nosotros adoramos esos atributos y características en vez del Dios de las Sagradas Escrituras que Él es. No hay otra manera de verlo y con el hecho de darle un nombre cristiano bonito no lo hace correcto.

Hay una cantidad de libros con temas que suenan cristianos hoy en día y yo pienso de un libro bien popular en particular el cual yo no voy a nombrar, el cual pasa mucho trabajo tratando de degradar a Dios buscando varias maneras de humanizarlo a Él. Sí, el humanizar a Dios es degradar y ensuciar SU magnificencia. Un humano es significativamente un ser inferior a Jehová. De hecho no estamos ni en el mismo rango cósmico. Por consiguiente el tratar de igualar a Él con nosotros es un insulto de gigantescas proporciones a SU inigualable esencia divina. Pero realmente este intento de humanizar a Dios es solo el nuevo paso de la Nueva Era en regresar al viejo mundo del gnosticismo; el primer paso fue bajar a los humanos un grado (de des-humanizar a la humanidad) para así estar más a la par con los humanos. Esto ha sido cuidadosamente logrado casi universalmente al demandar que el Evolucionismo de Darwin sea enseñado y aceptado  como un hecho no refutado.

La noción siendo que nosotros no fuimos creados por Dios, pero que sencillamente evolucionamos de los animales y por consiguiente nosotros somos nada más que otra especie de animal.

Por lo que mira el patrón que estos libros engañosos tratan de imponer en nosotros: Dios está por encima de los humanos, y los humanos están por encima de los animales de acuerdo a los Textos Sagrados. Pero el movimiento de la Nueva Era hace una burla de eso al ir en busca de hacer a Dios aproximadamente igual a los humanos, y a los humanos aproximadamente igual a los animales. Y las iglesias y los pastores, el mundo han creído este engaño del Diablo, pensando que es una manera para que la congregación tenga un sentimiento cálido sobre Dios; viéndolo más como un amable abuelo y amigo, y menos como el Poderoso Creador y Rey que está parado sobre todas las cosas y demanda nuestra fidelidad y obediencia a Él.

Hermanos, esto es idolatría de la era moderna. No es nada diferente que moldear pequeñas figuras de dios o dioses y postrarse delante de ellas. Es hacer de Dios NUESTRA imagen para nuestra conveniencia. Los ídolos y las imágenes de los que nosotros leemos en la Biblia eran personas o animales, ¿verdad? A todos los dioses se les atribuía atributos humanos; ellos festejaban, bebían, tenían sexo, procreaban, se preocupaban, podían ser asesinados, necesitaban comer, podían ser engañados, y amaban ser adulados. Y si tú sucumbes a esta tontería escondida de la Nueva Era disfrazada como literatura cristiana, entonces tú necesitas pensarlo nuevamente. Pon a un lado esos libros y saca tu biblia. Pon a un lado esas novelas y publicaciones llenas de prosas concisas y de medias verdades que te hacen pensar que vas acercarte al Señor, cuando de hecho lo que hace es alejarte al flirtear con tus emociones y distorsionar la verdad. La razón por la que muchas personas hacen esto (yo pienso) es porque ellos ven la biblia muy complicada; tú PUEDES entender la biblia. La misma fue hecha para que los humanos la entendieran. Pero más que entender la Palabra de Dios nosotros debemos creer y seguir la Palabra de Dios. Y nosotros debemos de tomar a Dios como Él es, y no como a nosotros nos gustaría que Él fuera.

Por lo que yo encuentro divertido sino mentalmente irracional que estas mismas personas que se desesperan y se disculpan de la matanza de los Madianitas aquí en Números, aclaman y levantan sus voces y cantan sobre la venida de Armagedón y la aniquilación total (por nuestro Señor y Mesías), macabra, y sin misericordia de los billones de personas que forman las naciones pero que no se van a someter a Dios. Esto es lo que tenemos que entender: primero, ya sea la Torá o los Evangelios, este es el mismo Dios con los mismos atributos demostrando los mismos principios. Segundo, en todo el tiempo de la historia Jehová ha escogido momentos para matar aquellos que no son Suyos…..en ocasiones por retribución divina, y en otras veces sacrificándolos por el bien de aquellos que son de Él. Y tercero, la peor y más horrenda matanza y masacre de Sus enemigos esta finalmente a punto de suceder; la misma no está registrada en el Antiguo Testamento, sino que está en nuestro futuro. Formas más leves de su ira y de su venganza divina sucedieron justo después de Adán y Eva, esto sucedió a una escala global en el Gran Diluvio, esto sucedió durante la era de los Patriarcas, esto sucedió la noche de la Pascua en Egipto, y está sucediendo aquí en Números con los Madianitas.

Más tarde en la biblia la mayoría de la matanza ordenada por Dios va a suceder mientras Israel invade a Canaán; más tarde al David expandir su reino. Nosotros vamos a eventualmente leer de casi 1/4 de millón de soldados de Asiria muriendo por la noche al ellos planear derrocar la Ciudad Santa de Jerusalén, asesinados por la mano de Jehová.

Nosotros los del siglo 20 y 21 hemos visto como naciones que desearon traer a las personas judías a extinción fueron llevadas a un perfil bajo, al Señor darle poder a las naciones que deseaban poner un fin a tal cosa. Y nosotros leemos en el Nuevo Testamento en el libro de Apocalipsis, como nuestro “manso Salvador” regresa como un voraz león y dirige los ejércitos de Dios, con espada en mano, como un guerrero invencible en contra de los enemigos de Dios en una guerra final para terminar todas las guerras, donde la cantidad de matanza va ser tan enorme que asombrara la imaginación.

Nosotros no tenemos un Dios que alegremente mata; a nosotros se nos dice que es SU voluntad que TODOS sean salvos; pero ÉL va a continuar destruyendo a los seres humanos que Él considere como malvados para así poder alcanzar SU propósito, y entre esos propósitos está salvar a Israel y proteger aquellos que son de Él.

Pero he aquí algo que no debemos perder de vista: el Señor siempre trata PRIMERO con Su propio pueblo, y LUEGO con aquellos extranjeros que persiguen a Su pueblo. En otras palabras, el mismo principio fundamental de Dios gobierna a Israel como a las naciones de la tierra, y el principal de esos principios es que TODOS van a perecer por sus pecados, SI ellos NO aceptan la gracia de Dios como ruta escapatoria. Nosotros ya hemos leído de miles de miles de gentiles siendo asesinados por el Señor por rebelarse en contra de Él. La grande escala de destrucción de los pecadores hebreos y gentiles no es un principio del Antiguo Testamento que de alguna manera ha sido abandonado con la venida de Cristo. La justicia de Dios no terminó a los pies de la Cruz.

Romanos 2 (por ejemplo) entra en gran detalle para explicar que el Señor va tratar a los judíos y los gentiles de la misma manera, y los va a sujetar a los mismos estándares tanto para la gracia y en la destrucción. LBLA Romanos 2:5 Más por causa de tú terquedad y de corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna; pero a los que son ambiciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia: ira e indignación. Habrá tribulación y angustia para toda alma humana que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego; 10 pero gloria y honor y paz para todo el que hace lo bueno, al judío primeramente, y también al griego.

Así que en lo que respecta a la lección de hoy: vamos a resumir lo que acabamos de leer en unos cuantos capítulos anteriores, los hombres hebreos (el pueblo separado de Dios) aceptó la oferta de la mujer Madianita y Moabita de mezclarse con ellos; el involucrarse con sexo inmoral y en idolatría.

El crimen aquí, ante los ojos del Señor es realmente adulterio; el Señor Dios es el esposo de Israel, pero la novia está teniendo una relación con otro dios. La Ley dice que las consecuencias del adulterio es muerte; por lo que la justicia de Dios demanda que más de los 24,000 Israelitas murieran a causa de una plaga divina debido al adulterio con Quemos, el dios de Moab. Y según el principio de Dios, después que el Señor termina de tratar con Su propio pueblo, Él luego regresa con aquellos que NO son SU pueblo para tratar con ellos de igual manera. Este es el contexto de nuestro recuento de Números 31, la exterminación de Madián. Madián es un pueblo que NO es el pueblo de Dios, y quienes han intencionalmente llevado al pueblo de Dios lejos de Él.

Los primeros versos del capítulo 31 traen a la luz que ciertamente la guerra en contra de Madián es la venganza del Señor, y es Israel quien va llevar a cabo la venganza por parte de Jehová. Por lo que ellos deben cumplir esta Guerra Santa precisamente como Él la ordena.

Primero, el Señor ordena que el ejército NO haga batalla usando los 600,000 hombres de Israel; más bien este grupo solo debe consistir de 12,000 soldados escogidos; 1,000 de cada una de las 12 tribus.

Segundo, el Señor ordena que Finees, hijo de Eleazar el Sumo Sacerdote, debe ser el Sacerdote de Guerra en esta campaña. En todas las batallas de las culturas antiguas cada lado traía sacerdotes como representantes de sus dioses; Israel no era nada diferente. Junto con estos sacerdotes habían varios objetos de rituales incluyendo shofares para sonar las varias instrucciones de batallas de la manera que nosotros lo hemos visto en las películas. Finees NO estaba dirigiendo el ejército Israelita; él era básicamente el capellán, ellos solo deben hacer su servicio sacerdotal. Pero es la intención que nosotros nos demos cuenta que fue Finees el que penetro la espada a la mujer Madianita que estaba teniendo sexo con el hombre hebreo (matándolos a ambos), y por consiguiente terminando la plaga que Jehová había traído sobre Israel por su adulterio.  

Según es tan único con las Escrituras aparte de la literatura antigua, nosotros no encontramos ninguna descripción detallada de la batalla; no hay recuentos fascinantes de victoria sacados de la derrota, y no hay historias de heroísmo individual. El verso 7 sencillamente dice que los Israelitas tomaron la batalla en contra de Madián y los aniquilaron; ellos mataron hasta el último hombre Madianita. Punto. El resultado nunca estuvo en duda; el Señor fue delante de ellos, era SU ejército, por lo que era una victoria sellada antes de que ni tan siquiera cogieran una espada, o miraran al oponente a los ojos.

Ves, aquí hay un principio que es fácilmente captado, pero verdaderamente difícil para que nosotros creamos e internalicemos: el mismo es que cuando el Señor envía Su ejército a la batalla, el mismo no es un concurso con una gama de posibles resultados como lo es con los ejércitos seculares. El mismo no es una situación donde las estrategias y las tácticas o hasta el tamaño del ejército determina el resultado.

Cuando el Señor envía Su ejército a la batalla, y ellos se comportan como Él lo ha ordenado, esto es realmente por el bien de los humanos el sencillamente ser testigo de lo que Jehová ya ha decidido y para SU Gloria ser demostrada a ambos lados. De ninguna manera es una pelea justa en el cual el otro lado realmente tiene la oportunidad de ganar.

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Ahora, permítanme recordarles de lo que les acabo de decir; ciertamente los Israelitas mataron a cada varón Madianita, pero fue SOLO aquellos Madianitas que residían en la región del norte de Trans-Jordania. Varias tribus y clanes Madianitas se habían establecido desde Moab hasta el suroeste de la Península de Arabia, y ellos no eran una nación grande unificada ni un grupo de personas. Por lo que todos los descendientes de Madian no fueron exterminados.  

Los reyes de varias de las tribus y ciudades-estados de estos Madianitas también fueron matados, y sus nombres son listados para nosotros. Lo que yo encuentro más interesante, es que Balaam…..el adivino de Mesopotamia que el Rey Balac contrató para maldecir a Israel de su parte (pero que no lo hizo)….también fue asesinado por los Israelitas. En un capítulo anterior se nos dice que Balaam se regresó a su casa (con las manos vacías) después de su encuentro con Jehová y el Rey Balac; obviamente, el regreso. Un grave error.

En el verso 9 se nos dice que las mujeres y los niños de Madián, junto con todo su ganado, fue confiscado. Y los pueblos donde los Madianitas vivían fueron quemados. Esas prácticas eran completamente estándar para esos tiempos. Permítanme comentar aquí algo que puede pasar desapercibido: el expandir la tribu suya o nación apoderándose de las mujeres y los niños (y en algunos casos hombres) de una nación a la que ellos derrotaban era un procedimiento normal. Los Israelitas hacían lo mismo. De hecho nosotros vemos que Jacob (500 años antes de esta guerra con Madián) creció su clan virtualmente de la noche a la mañana cuando, después que sus hijos dirigieron el ataque de venganza en la ciudad de Siquem y mataron a todos los varones (¿le suena familiar?), tomaron las mujeres y los niños de Siquem como esclavos. Nosotros no sabemos solo de cuantas personas están hablando aquí, pero debió de haber sido sustancial, y esto debió de haber aumentado el tamaño de la familia de Jacob. La misma cosa estaba a punto de suceder aquí en Números 31 en lo que concierne a estos Madianitas. Por lo que la mayoría de las veces que Israel conquistaba algún rey u otro, parte de la porción de la población de ese reino terminaba perteneciéndole a Israel.    Por consiguiente el tamaño de Israel aumentaba considerablemente más que con solo tener niños adicionales que nacían de las mujeres hebreas.

Pero date cuenta como esto también muestra que la pureza genealógica dentro de Israel era prácticamente imposible desde su mismo comienzo. La gran mayoría de esas personas conquistadas ya no eran consideradas extranjeros, sino que Israelitas. Eso es sencillamente la manera de la sociedad en la tribu.

El botín de guerra de los Madianitas era traído a donde Moisés y los Israelitas que acampaban, justo un poco al este del Rio Jordán, no muy lejos de Jericó.

Y probablemente los soldados que regresaban de la guerra se sorprendieron al ver que Moisés se enfureció cuando vió a las mujeres Madianitas. ¿Por qué Moisés tenía tanto coraje? Porque estas mujeres fueron las que llevaron (yo sospecho muy fácilmente) a los hombres hebreos a perderse; y como resultado de las acciones de estas mujeres 24,000 Israelitas fueron asesinados por mano de Jehová. También se nos confirma que fue Balaam el que vino con la brillante idea de que esas mujeres sedujeran a los hombres hebreos y de esta manera debilitar a Israel. Es posible que Balaam no haya emitido una maldición oficial sobre Israel, pero definitivamente él los maldijo por su plan infernal de infiltrar a Israel con mujeres paganas.

Por lo que Moisés decretó que todas las mujeres vírgenes deben ser perdonadas (pero mantenidas como esclavas), y todas las mujeres que son sexualmente experimentadas deben ser ejecutadas. El razonamiento es sencillo: solo las mujeres involucradas en la apostasía de los Israelitas en contra de Jehová deben morir. ¿Por qué una mujer que nunca ha tenido relaciones sexuales con nadie, y mucho menos con un hebreo, sea asesinado? Ellas no tenían ninguna incumbencia en persuadir a los hombres Israelitas adorar a Quemos.    

El matar a los niños es un poco más difícil de tomar. Aunque bastante típico para la era por unas cuantas razones: primero, era la obligación del niño que, cuando él creciera, vengara la muerte de su padre. Un hebreo mató a todos los padres de esos niños y por consiguiente el dejarlos vivir quería decir que con el tiempo ellos iban a tener que bregar con esto. Y segundo, como era el nombre del padre el que era dado a los hijos y era el derecho del esposo de poseer toda la propiedad de la esposa, Moisés no quería a ningún Madianita varón entre la mezcla para contaminar a Israel o drenar las riquezas y la tierra de Israel.

Nosotros ahora llegamos a esta interesante escena comenzando en el verso 19 por medio del cual un proceso de purificación debe tomar lugar. En el verso 13 se nos dice que Moisés y Eleazar el Sumo Sacerdote SALIERON del campamento de Israel para ir y recibir al ejército. Esto no era tanto para honrar a los vencedores, sino que la contaminación no que entre al campamento Israelita.

Los soldados estaban ahora impuros porque ellos tocaron muertos; ellos habían matado y aun cuando no lo hubieran hecho, ellos indudablemente habían tocado cadáveres y por lo menos estuvieron parados en el medio del campo lleno de cadáveres. Además las personas que habían estado capturadas eran impuras (porque ellos no eran hebreos y porque, por definición, ellos estaban contaminados con otros dioses) y a ellos no se les podía permitir el entrar al campamento. Por lo que nosotros encontramos un periodo estándar de limpieza de 7 días que fue ordenado; las tropas tenían que quedarse afuera del campamento y tenían que ser rociados con cenizas de la Vaca Roja (la poción especial ordenada por Dios que fue usada especialmente para purificar la contaminación de la muerte) dos veces….en el 3er día y en el 7mo. Además su ropa debía ser lavada y los otros objetos que ellos habían estado en contacto debían ser ritualmente purificados. Todo esto estaba en acuerdo con las Leyes Levíticas. El verso 22 comienza la lista de metales confiscados a Madián que también deben ser purificados para así poder traerlos al campamento.

Todos los objetos tomados de los Madianitas debe ser purificado, pero date cuenta que no hay mención de vasijas de cerámica (de los cuales deben de haber miles); esto es porque las vasijas eran porosas y por consiguiente no podían ser purificados por lo que tenía que ser destruído.

El proceso de purificación para los artículos confiscados quería decir pasarlo por fuego. Aunque para artículos que se queman fácilmente o se derriten (como el cristal), solo podían ser purificados con agua. Este segmento en purificación de varios objetos ha sido expandido y codificado por los Rabinos de tal manera que cualquier vasija de cocina debe ser calentada hasta que este ardiendo; los cubiertos deben ser escaldados; pero el cristal, el cual no es poroso, puede generalmente ser puesto en agua fría. En los hogares judíos más tradicionales siguen este procedimiento para el día de la pascua y la Fiesta de Matza.

Ahora que la tendencia de los cautivos ha sido lograda y la purificación de las personas y los objetos está hecha, la distribución de los botines de guerra ocurre. Se esperaba que cada soldado (que tuviera derecho) a parte del botín fuese su líder el que decidiera como debía ser dividido. Aquí vemos como era hecho:

Los 12,0000 soldados que pelearon se quedaban con 1/2 de todo el botín; la otra mitad era dada a los 3 millones de Israelitas que quedaban. Es interesante que los soldados recibían el mejor pedazo del botín mientras que los civiles recibían un poco, pero era mucho menos que la recompensa de los que combatían. Yo digo interesante porque en nuestros días los soldados son típicamente entre los menos pagados del gobierno, y aun son ellos los que hacen el mayor sacrificio. Los civiles que se quedan en las casas….y en ocasiones en América, pasan el tiempo protestando en contra de los soldados que están poniendo su vida en riesgo…….obtienen los beneficios mayores de la valentía de los soldados, mientras que el soldado obtiene el menor de los beneficios.

Pero, como siempre, en Israel todo lo que ganaban de la Guerra Santa era la propiedad del Señor por lo que una porción prescrita le era dada a Él. Con el establecimiento del sacerdocio eso quería decir que el Sacerdote (y en algunos casos los Levitas regulares) debían ser los recipientes de cualquiera que fuera la porción del Señor. Date cuenta que de la mitad del botín que los soldados recibían ellos solo tenían que “diezmar” (por así decir) 1/500to de su parte (2/10mos de 1 porciento). Por otro lado todos los civiles (de Israel tenían que “diezmar” 1/50ta, 2% de lo que ellos recibían. A diferencia de lo que aparenta ser, esto realmente no es tanto una sanción para los civiles (o una recompensa para los soldados) ya que es un sistema muy bien establecido basado en funcionalidad. Está muy bien documentado que una orden sacerdotal de 10 Levitas era establecida para cada sacerdote que servía en el Templo (esta era la norma). Había una proporción de 10 a 1 de Levitas a sacerdotes. Recuerda ahora que los Levitas NO eran todos sacerdotes. La mayoría de los Levitas eran los trabajadores de cuello azul en el Templo. Solo los sacerdotes podían oficiar sacrificios y rituales, nunca los Levitas comunes. Por lo que date cuenta que los Levitas (como un entero) obtenían 10 veces tanto como los Sacerdotes (el diezmo de 1/50 para los Levitas, versus el diezmo de 1/500 para los sacerdotes).

Pero como había 10 veces más Levitas que sacerdotes, de aquí a que cada hombre recibiera su porción en esencia cada sacerdote y cada Levita recibía exactamente la misma cantidad. Otro punto interesante, yo pienso, en la economía de Dios al contrario de como el hombre piensa. En el ministerio cristiano una jerarquía de salario es siempre establecida con el pastor superior recibiendo mucho más, y los pastores principiantes recibiendo progresivamente menos. A veces la diferencia no es muy grande, en otras ocasiones es enorme. Tal vez eso es algo que debemos reconsiderar a la luz del ejemplo bíblico.

Un inventario del ganado es listado y los números son inmensamente grandes: los suficientemente grandes que la mayoría de los estudiosos dicen que esto no es posible. Ahora, yo realmente no puedo decir que este sea el caso o que no lo sea: pero yo puedo decir que de todos los lugares donde tales números de ganados ERAN posible, es aquí donde todo esto pasó. La parte superior de Trans-Jordanía es extremadamente pasto. De hecho en el próximo capítulo nosotros vamos a ver que unas cuantas de las 12 tribus quieren quedarse allí y no continuar a Canaán, por esa misma razón.

Aun cuando conocemos de muchos líderes buenos y abnegados, probablemente hay al menos muchos que están en busca de fortuna y fama personal. Aquí en los últimos 7 versos de Números 31, nosotros tenemos un verdadero ejemplo de liderato de Dios. Todos los comandantes de los diferentes niveles de tropas desde sargentos hasta el hombre de más alto rango le dieron al Señor todo el oro y la plata que habían tomado como botín de guerra. Cuando la pelea terminó ellos habían (como procedimiento estándar) hecho un censo y encontraron que, milagrosamente, ni UN solo soldado Israelitas había sido asesinado o faltaba. Por lo que estos líderes eran agradecidos, y reconocieron la mano del Señor sobre ellos, y entregaron su porción personal completa al sacerdocio en gratitud por las vidas de sus hombres. Al soldado de infantería se le permitió quedarse con toda su parte.

Como memorial por este día, el sacerdote tomó los metales preciados que estos comandantes le dieron y formaron toda clase de objetos de rito para uso en el Tabernáculo.

Yo enfatizo la actitud y la acción de los líderes de Israel porque nosotros vemos este entendimiento que crece en ellos de lo que el Señor espera de ELLOS. Y yo no tengo duda alguna que es al menos parcialmente debido al resultado de un liderazgo Israelita comprometido y fiel, el que nosotros prontamente vamos a ver a Israel cruzar el Rio Jordán hacia Canaán, y ganar batalla tras batalla, con muy pocas derrotas, y de una manera aligerada. Dios espera mucho de los líderes humanos; Él espera aún más de los lideres humanos que le sirven a Él.

Vamos a movernos al capítulo 32.

LEER NÚMEROS CAPÍTULO 32 completo

LA conquista de la Tierra Prometida ha comenzado. Aunque Israel aún tiene que entrar a Canaán. Más bien es el lado este del Jordán, el área de Trans-Jordania que ellos primero han conquistado. Y esta área NO es la Tierra Prometida.

Por lo que, cuando las tribus de Rubén y Gad quienes eran propietarios de una gran cantidad de reses (realmente, la palabra hebrea es mikneh, el cual quiere decir ganado en general, no un ganado grande de vacas) vienen donde Moisés diciéndole que ellos prefieren quedarse y establecerse en la tierra que anteriormente era Moab, Moisés no está nada emocionado. Lo que nosotros vemos es que los líderes de Gad y Rubén aparentemente se acercan a un tipo de concilio de liderazgo con su pedido porque Eleazar el Sumo Sacerdote está presente, junto con los jefes tribales de Israel, probablemente queriendo decir los líderes de las 12 tribus.

La primera respuesta de Moisés es: ¿así que ustedes se quieren quedar atrás en una tierra donde todas las tribus trabajaron para conquistar, y quedarse sentados mientras las otras 10 tribus pelean por la tierra que el Señor ha separado para Israel sin la ayuda de ustedes?

Moisés tiene miedo al igual que tiene coraje. Él no tiene miedo del aspecto militar de la situación, el tener un ejército más pequeño; más bien, es que casi 40 años atrás parte del concilio de liderazgo se opuso a entrar a Canaán y las consecuencias fueron bastante malas. El ciertamente no quería ver lo que fuera que el Señor le hiciera a Israel, corporativamente, como castigo por solo una porción de Israel no querer ir hacia adelante NUEVAMENTE por lo que Moisés le recuerda a todo el mundo lo que le sucedió a él hacía mucho tiempo atrás en Cades, y porque sucedió, y que esto es algo que NO debe repetirse.

Nosotros continuaremos con el capítulo 32 la próxima vez.

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