Números Lección 29 Capítulos 25 y 26

Números

Lección 29 Capítulos 25 y 26

Al nosotros dejar atrás nuestro estudio de Balaam y Balac, nosotros continuamos con Números con otra de las muchas rebeliones en contra de Jehová y las resultantes retribuciones divinas. Uno pensaría que después de casi 40 años viviendo en el Desierto, con el Tabernáculo del Desierto siempre a la vista, un Sacerdocio operando, un inflexible 7mo Día de Reposo, Festivales y conmemoraciones regulares, y el siempre presente Moisés como líder de Israel que ellos se hubieran adaptado a todo lo que el Señor le había dado como ordenanzas y reglas para vivir. Pero, como vamos a ver en el capítulo 25, eso ciertamente no fue el caso.

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Que camino más ondulado Israel parece viajar: las altas seguidas de las bajas; del tope de la montaña al valle y de regreso. De obediencia santa a irreverencia casual, de adoración propia del Todopoderoso a pecados de alto rango en contra de Él. Tan pronto terminamos el episodio de Balaam pronunciando bendiciones gloriosas y proféticas sobre un Israel que no tiene ninguna culpa ante los ojos de Dios, y una afirmación de su única y separada identidad del Señor de entre todas las naciones, entonces encontramos a los hebreos retozando con el enemigo, deleitándose con sus dioses, y festejando con sus mujeres.

Nosotros pudiéramos preguntarnos en este momento, “¿van ellos aprender alguna vez?” ¿Cuantas muertes a mano de Dios tienen ellos que sufrir antes de que ellos completamente se sometan a Su Señorío?  Bueno por un lado nosotros vemos la descripción infame de los hebreos como siendo personas de “dura cerviz” siendo desarrollada. Pero por otro lado nosotros vemos que es un asunto menos de memoria corta y un asunto más de un grupo diferente de personas teniendo que aprender las mismas lecciones que anteriormente habían sido enseñadas a sus ancianos. A estas alturas las maldiciones sobre Israel que ninguna de las personas que vinieron de Egipto (quienes tenían una edad de 20 años cuando salieron) estaban aun vivos salvos para Josué y Caleb. Aunque la 1era generación del Éxodo había sufrido mucho como resultado de sus rebeliones, esta nueva generación o no había aun nacido o había fallado en absorber las lecciones infligidas sobre sus ancianos.

Esto también puede contestar la tan preguntada pregunta: ¿por qué Números, y más tarde Deuteronomio, tiende a repetir tanto de lo que ya ha sido dado a Israel (y a nosotros) del libro de Éxodo? La razón realmente no es nada diferente de como siempre ha sido con la humanidad: nosotros nunca parecemos aprender de la historia. Se dice que un hombre sabio aprende de sus errores, pero un hombre MAS SABIO aprende de los errores de otros. La nueva generación de Israelitas no tomó a Jehová seriamente por lo que estaban a punto de pagar un terrible precio.

El verso 1 nos dice que Israel probablemente aun en el mismo campamento que estaban cuando Balaam y Balac fueron a 3 diferentes cimas de la montaña, contemplando esta inmensa multitud de hebreos, con el Rey Balac tratando de convencer al brujo gentil Balaam de maldecir a Israel por él.

Esto estaba en un lugar llamado Sitim, el cual literalmente quiere decir árbol de Acacia. Vamos a comenzar entendiendo que es bastante improbable que en el momento que esto estaba ocurriendo Israel no tenía idea alguna de las travesuras que habían ocurrido con Balaam y Balac. El pueblo de Israel NO tenía idea alguna en ese momento de que el Rey Balac estaba trabajando tan ferozmente para hacer que maldijeran espiritualmente a Israel. De hecho es tradición que Balaam sugiriera al ir de regreso a Mesopotamia como un medio alterno para derrotar a Israel, que el Rey Balac infiltrara a Israel con su gente y se hiciera amigo de ellos para tratar lentamente de alejar a Israel de Jehová. La meta inmediata sería lograr que Israel adorara los dioses de Moab, porque esto era una señal típica y cultural de alianza y de respeto. Como era de esperar se nos dice que los hebreos (los hombres) comenzaron a salir con las mujeres Moabitas; casi seguro estos fueron los hombres más jóvenes y solteros pero pudo haber incluido uno que otro de edad media que se sintió libre para estar con mujeres que no fuera su esposa. Además se dice al comienzo del verso 2 que el escenario para esta “prostitución” fue un sacrificio para los dioses de Moab. Lo que está sucediendo aquí es un festival para Baal; o como era llamado oficialmente durante esta era en la región Trans-Jordania, Quemos.

Y esta prostitución también probablemente giraba alrededor de la práctica pagana de prostitución religiosa que era común entre la mayoría de las Religiones Misteriosas de ese tiempo. Quemos quien es llamado aquí Baal-Peor (o mejor dicho “el Baal de Peor” era uno de los varios dioses implicado con fertilidad por lo que el sexo sagrado estaba en el centro de toda celebración en honor a cualquier dios de fertilidad o diosa. Por lo tanto nosotros tenemos dos violaciones de los mandamientos de Dios llevándose a cabo: Israel estaba deseando otros dioses además de Jehová, y ellos estaban cometiendo fornicación (y en algunos casos adulterio) con mujeres extranjeras. Esto todo pudiera ser resumido en la categoría de idolatría.

Yo quiero mostrarles un paralelo y espero que nos haga sentirnos un poco incómodos. A veces nosotros tenemos esta idea equivocada de lo que estaba sucediendo en la Biblia, y por consiguiente puede ser difícil para nosotros relacionarnos a la misma en un nivel personal.

Muchos de los momentos más cruciales en la Biblia fueron sutiles y particularmente no fueron evidentes en primer lugar. Es como en la historia de la humanidad en general. Cuando aquellos peregrinos llegaron a Plymouth Rock, el mismo fue visto como algo sin importancia. Un puñado de personas habían ordenado a un barco que llegara al Nuevo Mundo y comenzara una vida nueva allí. Ellos no vinieron a reclamarla para otra nación (el cual se hubiese notado y hubiese sido significativo); ellos solo vinieron a escapar de la persecución religiosa (primordialmente por la iglesia institucional en Europa).

Por consiguiente aquí en Moab las acciones del pueblo de Israel interactuando con las Moabitas, a primera vista hubieron podido ser visto como una bienvenida y algo natural. Esto hubiese sido visto como algo pacífico, respetuoso y como algo que un vecino pudiera hacer. Moab no era el hogar de salvajes quienes hacían cosas terribles a todos los que se le acercaban a ellos; ellos eran persona normales.

El que los jóvenes de Israel espiaran muchachas bonitas de una cultura diferente era probablemente algo humanamente esperado.

Moab adoraba varios dioses incluyendo a Baal, el dios principal. El llamado de Israel al ir de jornada a la Tierra Prometida no era convertir a extranjeros y ciertamente ellos no sentían ninguna obligación en hacerlo. Por lo que, las personas siendo personas, Israel mostró algún respeto para las creencias de los Moabitas aun cuando ellos no estaban de acuerdo con ellos; ¿de qué otra manera iban a poder llevarse de una manera civil?

Pero NUNCA en las Sagradas Escrituras se nos enseña que los seguidores de Dios deben mostrar respeto a dioses falsos de otras culturas, ni tan siquiera como medio de co-existir pacíficamente. Y la razón es demostrada aquí en los primeros 2 versos de Números 25. Constantemente el respeto y la tolerancia de caminos paganos y sus dioses nos llevan adoptar algunos de esos caminos y el moderar o pervertir los caminos del Dios Todopoderoso.

Dios llama esto prostitución porque para Él, el que su pueblo practique idolatría es infidelidad. La prostitución no quiere decir necesariamente que los hombres Israelitas iban tras las prostitutas Moabitas (aunque algunos lo hicieron), más bien esto quería decir que al tener una relación más cercana con gente extraña cuya cultura tenía que ver todo con honrar otros dioses, los hombres de Israel estaban automáticamente siendole infieles a Jehová.

Permítanme adelantarme al siglo 21. Los cristianos y los judíos más que ningún otro grupo de personas están buscando una manera de forjar una relación con un enorme grupo de personas que abiertamente adoran a un dios falso. Una y otra vez los líderes judíos y cristianos, y líderes políticos que afirman creencias cristianas, dicen que nosotros debemos mostrar respeto para el Islam (al menos el Islam pacífico). Y lo que sucede es que, ese respeto COMIENZA con el mostrar respeto al dios del Islam porque eso es lo que los Musulmanes exigen.

Nosotros tenemos un Presidente cristiano que hace su fe cristiana una de gran importancia, pero un poco después del 9/11, se para en una mezquita mientras cientos de millones de espectadores miraban y escuchaban. Él le dijo al mundo entero que Allah es lo mismo que el dios Cristiano, y que la cristiandad y el Islam deben mostrar respeto por las creencias del uno y el otro como ruta para la paz y la co-existencia. El que nosotros debemos ceder y hacer concesiones el uno por el otro. El aplauso de las personas fue increíble y el mundo aclamó, al igual que la mayoría del cristianismo y el judaísmo. Después de todo, ¿acaso no predicó Jesús sobre paz a cualquier precio?

Allí en Moab la espiral mortal de apostasía e idolatría comenzó sutilmente y desapercibida cuando los hombres hebreos meramente formaron relaciones con las mujeres Moabitas. Muy pronto, según dice el verso 2, las mujeres Moabitas hicieron lo que era natural: ellas invitaron a sus nuevos amigos hebreos a que se unieran en la celebración de algunas de las festividades (un intento honesto y sincero de ser social). Y claro que, al igual que fue para Israel, todas las festividades de Moab giraban alrededor de sus dioses.

Muchos dentro de Israel no tenían ningún recelo con esto, y no vieron ningún conflicto en asistir algunas de las celebraciones religiosas de Moab en comparación con su adoración a Jehová. Para ellos, solo estaban forjando una relación de paz con los Moabitas. Nosotros estamos intentando la misma cosa hoy en día, por las mismas razones. El Judaísmo invoca humanitarismo y los cristianos invocan el amor y la paz mandada por Jesús como nuestra plataforma para extender la mano de tolerancia hacia el Islam. La reacción de Dios a estas clases de esfuerzos e uso incorrecto de Sus mandamientos está muy bien citado en Números 25:3 “….la ira del Señor se incendió en contra de Israel”.

Estos actos eran en aquel entonces, y todavía lo son, considerados pecados de “alto rango”, lo peor de lo peor, y el castigo sería proporcional con el crimen. Es claro que el Señor (y también el autor de estas Escrituras) ve lo que está sucediendo como una rebelión nacional de Israel en contra de Jehová; todo Israel es considerado responsable por esta apostasía. La respuesta del Señor es rápida y severa: él ordena que los jefes o las cabezas del pueblo sean castigadas primero.

Ahora nosotros enfrentamos un poco de problema con lo que realmente era la intención aquí porque la palabrería en el hebreo es ambigua. Lo que dice es que el “rosh” (hebreo para “cabezas”) de las personas debe ser identificado para castigo divino. Generalmente esto lo toman como que quiere decir que los príncipes de tribus (literalmente el hombre al mando sobre las 12 tribus) y posiblemente algunos líderes de los clanes también. Además muchas de las traducciones dicen que el Señor ordenó que estos jefes de tribu debían ser colgados (por el cuello) queriendo decir ejecutados por medio de colgarlos. Es dudoso que colgarlos, como nosotros pensamos, fuera lo que el Señor tuviera en mente. La estrangulación era vista como lo más inhumano y no era ni tan siquiera permitido como un método de matar animales para propósitos de comida; por lo que probablemente esto no fue ordenado para el hombre no importa lo terrible de su pecado. Por lo tanto esto es un término estándar que quiere decir ser empalado en un poste, el cual era bastante usual para esa era. Era tan usual que en Deuteronomio una ley fue creada para tratar con esto. En Deuteronomio 21:22 nosotros leemos, “…Y si un hombre ha cometido pecado digno de muerte, y se le ha dado muerte, y lo has colgado de un árbol, 23 su cuerpo no colgará del árbol toda la noche, sino que ciertamente lo enterrarás el mismo día.”

Pero eso soluciona solo la mitad de nuestro problema. ¿Acaso el Señor realmente ordenó la ejecución de todos los jefes de tribu de Israel? En general los rabinos y los eruditos dicen que Él sí lo ordenó. Esto hace sentido a simple vista del texto, y del contexto de la historia, y la lección de la misma es la más clara: cuando el pecado nacional o corporativo esta implicado, el liderazgo carga la mayoría de la culpa y va llevar la mayor de las consecuencias. Pero la Escritura lleva esto un paso más allá: no solo la ejecución del líder es un asunto de castigo nacional, el mismo es un asunto de expiación para Israel que los lideres sean ejecutados, según es dicho al final del verso 4 cuando dice que estos hombres deben morir para que así “la ira del Señor se aparte de Israel.”

Esto es un principio que la iglesia moderna ha hecho todo lo posible para negar, siento mucho decirlo. Nosotros hemos ido hasta tan lejos de decir que el Dios del Nuevo Testamento ya no nos castiga. Yo les desafío a que encuentren ese principio en cualquier parte de la Palabra. Lo que Él no hace con el creyente fiel es CONDENARLO (queriendo decir condenación eterna). Pero pensar que de alguna manera nosotros estamos inmunes a la disciplina justa del Señor (que puede ser muy dolorosa) es peligrosamente fuera de la Escritura.

Nosotros hemos encontrado el principio de pecados de alto rango en Levítico; y la única expiación para este pecado es la sangre de la persona que lo comete. En otras palabras hay una clase de pecado por el cual Dios no va aceptar la sangre de un animal (un sacrificio de animal) como sustituto por la muerte del pecador. Cuando nosotros escuchamos la frase, “la sangre está en su propia cabeza”, eso es lo que está queriendo decir: ninguna sustitución es permitida.

Por lo que Moisés les dice a otros líderes que vayan y ejecuten aquellos que se entregaron a Baal Peor….ese es, el dios de Moab. Vamos a parar aquí por un segundo: este es otro de esos sitios donde los eruditos de antigüedad tienen un poco de problema; porque lo que Moisés ordenó a estos líderes en particular que hicieran NO fue lo que el Señor le había dicho que debía ser hecho. En esencia Jehová hizo a todos los príncipes de tribu responsables por permitirles a las personas juntarse con Quemos, el Baal de Moab, aun si ellos no hubieran estado implicados directamente. Pero Moisés vino y ordenó solo aquellas personas quienes habian realmente participado en los rituales paganos que fueran castigados. Hmmmmmm. Esta no es la primera vez que Moisés se desvía de uno de los mandamientos del Señor.

¿Por qué Moisés haría esto? ¿Por qué el estaría tan reacio a ejecutar esos lideres? Bueno para no entrar en tanto detalle, yo solo les pido que piensen en las escenas de Iraq que nosotros regularmente vemos en la televisión. Los miembros de las tribus y los miembros de la secta musulmana hacen cualquier cosa para proteger a sus líderes. Y los líderes sacrifican a cualquier cantidad de personas para mantener su propia posición y poder; esta es la escencia del sistema de tribus. Es impensable que las personas de esa tribu hubieran estado distraídos y permitieran que esto sucediera. Por lo que desde un sentido humano de gobierno, Moisés tomó un camino más fácil y uno que lo hacía sentirse mejor personalmente: tomar los príncipes de las tribus (quienes Dios dijo que ejecutara) en vez de ejecutar algunos de los líderes BAJO ellos como castigo por esta apostasía. Cualquiera que haya pasado tiempo en la administración corporativa entiende muy bien este principio.

Lo que aún no se ha dicho todavía, es que una plaga estaba agudizándose entre los Israelitas al Dios derramar SU furia en la nación de Israel debido a su rebelión. Por lo que la idea es que las muertes de esos líderes van a satisfacer la justicia de Dios, y la plaga va a finalizar antes de que muchos Israelitas mueran.

En el medio de todo esto, mientras miles de personas estaban muriéndose y el resto estaba festejando con estos paganos, cierto hombre hebreo trajo a una mujer Madianita al campamento y la presentó a su parentela.

Nosotros discutimos la semana pasada, o la semana anterior que Moab y Madían tenían un tipo de alianza en este tiempo; que de hecho algunos Madianitas hasta habían sido parte del séquito oficial enviado por el Rey Balac de Moab a Mesopotamia para traer al famoso brujo Balaam. Por lo que en este momento en la historia el Señor pone a los Moabitas y los Madianitas en el mismo bote: enemigos de Dios. El que este Israelita trajera una extranjera al campamento y la caminara desvergonzadamente aquí mismo al frente de Moisés quien estaba parado a la entrada del tabernáculo del Desierto, es una demostración del estado mental de perversión en el cual (nuevamente) Israel había sucumbido.

Naturalmente como la Tienda de Reunión estaba donde los sacerdotes operaban, Finees (quien era el sacerdote a cargo de los guardias del tabernáculo) ve a este hombre hebreo y esta mujer Madianita vagando por allí y él se puso enfurecido por la indiferencia de ellos para la santidad del Señor. Él tomó una lanza (indudablemente de la mano de uno de los cientos de guardias Levitas estacionados alrededor del área del Tabernáculo) y sigue a la promiscua pareja a la tienda de este hombre hebreo que estaba tan cerca del área del Tabernáculo. Y mientras esta pareja está llevando acabo el acto de fornicación, Finees les atraviesa con la espada. Yo no creo tener que explicar cómo él pudo haber matado a esta pareja al mismo tiempo con una espada. Y solo para que entendamos, la Escritura dice que él los apuñaló a través de su estómago. Esto es un eufemismo hebreo para los órganos reproductivos; la idea siendo que ellos estaban en el acto de pecado con esos órganos, y por ese medio ellos, morirían.

Interesantemente, fue ese acto el que para la plaga; pero no hasta que 24,000 personas murieron de la misma. Ahora yo estoy segura que algunos de ustedes tienen un poco de problema con el sacerdote tomando la ley en sus propias manos y matando a esta pareja. También los rabinos de antigüedad tenían dificultad con esto. Ellos intentaron toda clase de giro para que Finees no se viera tan bien en todo esto. Como quiera que sea, en el verso 10 Finees es honrado por Jehová por quitarle la vida de estos dos rebeldes (un hebreo y un extranjero). La esencia de la situación es que Finees tuvo lo que a nosotros los cristianos nos gusta llamar una explosión “justa” de coraje. No fue que Finees estaba ofendido personalmente al ofrecerse de voluntario cuando nadie más defendía el honor del Señor. El Señor declara que lo que Finees hizo NO solo era asesinato, que de hecho era el acto necesitado de expiación para prevenir que Jehová eliminara a Israel por su pecado mayor. Aún más, el Señor dice que le concede a Finees su Shalom; Él bendijo a Finees.

Entonces Abba continúa declarando que como recompensa por su acción decisiva, Finees sería el clan de los Levitas que serían sacerdotes. Esto realmente no cambió nada; solo clarificó algo. Finees era el hijo de Eleazar, y Eleazar era el hijo de Aarón. Aarón estaba muerto, y Eleazar era ahora el Sumo Sacerdote. Por lo que uno de los hijos de Eleazar llegaría, naturalmente, a ser el próximo Sumo Sacerdote. El Señor solo decidió cual hijo sería: Finees

Nosotros vemos el tono del capítulo 25 cambiar completamente después que Finees ejecuta a la pareja. La plaga finaliza, la justicia del señor es cumplida, y parece como si este acto impactante trae a Israel de regreso a sus sentidos.

La generación que iba a entrar a la Tierra Prometida acababa de recibir una lección seria de la bondad de Dios y Su gravedad; Su gravedad de destruir aquellos quienes de manera informal y despiadadamente se rebelan en contra de Él, y Su bondad en proveer un medio de expiación para aquellos que aún no han muerto por Su ira. Una lección que sus padres habían recibido en más de una ocasión; pero sus padres también se les prohibió entrar a Canaán.

El capítulo termina con el Señor declarando la guerra a los Madianitas, las personas que sedujeron fácilmente a los hebreos a adorar otros dioses y a participar en actividades sexuales ilegales. La guerra en contra de Madían (y naturalmente, sus aliado Moab) quería decir que un llamado a armar el ejército de Israel sería necesario; y como siempre antes del comienzo de la guerra o la conquista un censo era tomado. Un censo alertaba a los hombres a que se armaran, y le daba al líder un conteo de sus tropas. Con esto es lo que trata Números 26.  

LEER NÚMEROS CAPÍTULO 26

Nosotros ahora entramos a una nueva fase en la formación de Israel como nación, la conquista de la Tierra de Canaán. Los últimos 11 capítulos finales del libro de Números trata con este proceso de batallas, establecimiento, y luego moviéndose una y otra vez para así poseer la Tierra Prometida.

El primer censo tomado en los primeros 2 capítulos de Números era de la 1era generación del Éxodo (una generación que esencialmente no existe). El censo que nosotros acabamos de leer en Números capítulo 26 es de una 2nda generación, la generación nueva, de Israel. Y este censo es para dos propósitos primordiales: para determinar cuántos soldados de cada tribu estarían armados y luego para determinar la cantidad de territorio que cada tribu recibiría cuando Canaán fuese dividido entre las tribus de Israel.

Al igual que con el 1er censo (y generalmente todos los censos de la Biblia) solo los hombres eran contados, y luego solo los hombres de una edad que pudieran cargar armas y pelear. Mientras que aun cuando nosotros vamos a ver que la 1era generación de Éxodo estaba constantemente quejándose, rebelándose, y deseando los tiempos en Egipto la nueva generación era más fiel, tenían más pasión por su misión, y estaban más dispuestos a poner sus vidas en riesgo para alcanzar lo que había sido prometido a Abraham hacía 600 años atrás: una tierra suya e innumerables personas que la llenaran.

Israel estaba acampando justo al este de Jericó al este del Río Jordán. No hay duda alguna que todo el mundo dentro 500 millas en cualquier dirección sabía exactamente donde esta población gigantesca de 3 millones de hebreos estaba; habían muchos de ellos y sus hazañas muy bien conocidas para que fuese lo contrario. Como Aarón está muerto y enterrado en el Monte Hor, su hijo el nuevo Sumo Sacerdote Eleazar es dirigido directamente por Jehová quien le dice a él como conducirse con su nuevo censo. El Señor dice que tome un conteo de TODA la comunidad de Israel, las familias que salieron de Egipto.

Pero como nosotros vamos a ver la comunidad ENTERA de Israel ya no incluye la tribu de Levi por lo que ciertamente ellos NO serían parte del censo (aunque va a ver un censo separado conducido especialmente para ellos).

Nosotros no vamos a examinar cada aspecto del censo, yo solo voy a resaltar unas características espectaculares. Primero en los versos del 8-11 nosotros vemos que ellos son descendientes de Rubén y Coré que queda. La razón que esto es importante es debido a la terrible ira del Señor en contra de la tribu de Rubén y el clan de Coré, cuando la tierra se abrió y se tragó a su familia entera. Pero, aquí nosotros vemos que ciertamente había sobrevivientes porque los nombres de los clanes son nombrados. De hecho, el clan de Coré llegó a ser un clan de Levitas bastante importante, ellos llegaron a ser los cantantes del Templo.

Al final de la lista nosotros obtenemos un conteo final: 601,730 hombres de 20 años en adelante, que podían ser parte de la milicia.

Ahora, mira la tabla de tribus delante de ustedes. Nosotros encontramos que algunas tribus aumentaban mientras los otros disminuían. Además nosotros vemos que habían 1800 hombres menos que lo que había casi 40 años antes. Esto necesariamente NO indica que Israel era, en general, una población bastante más pequeña. Podría ser, y probablemente era, que esto era una población bastante más joven con muchos niños que habían nacido reemplazando a los más viejos que originalmente habían salido de Egipto. Cuando tú consideras que nosotros estamos hablando de una diferencia de un cuarto de 1%, entonces nosotros podemos decir que para todo propósito práctico a pesar de todas las batallas, plagas, y juicios en contra de los Israelitas, la población permaneció nivelada con solo un cambio entre las tribus de crecimiento y disminución.  

Nosotros podemos ver en la tabla que Manasés tiene el aumento más grande en la población, con un monto de más de 60% durante esos 40 años. En el otro lado de la escala estaba Simeón, el cual estaba diezmada: la tribu de Simeón ahora era, con creces, la más pequeña de las tribus, habiendo PERDIDO 60% de su población. No hay duda alguna que el Señor guió el aumento y la disminución, pero al igual que cierto esto no era per se sobrenatural. Probablemente Simeón experimentó no solo una cantidad exorbitante de muerte versus nacimientos, pero también sufrió muchas defecciones de los miembros de su tribu a otras tribus Israelitas más robustas. En cambio, Manasés tuvo una mejor tasa de natalidad y una menor tasa de mortalidad comparado con las otras 11 tribus; pero como ellos comenzaron en el Éxodo como la tribu más grande, y (como hijos de José) ejercieron mucho poder, era natural que las otras tribus menores…..y particularmente el pequeño Simeón….encontrara atractivo ser parte de una tribu más dominante como la de Manasés.

En el verso 52 una de las dos razones primordiales para tomar el censo es puesta en acción: la división de la tierra. Y, allí hay dos (aparentemente en desacuerdo) criterios que deben ser usados por Moisés para dividir a Canaán: 1) el tamaño del territorio debe ser en proporción al tamaño de la tribu, y 2) la tierra debe ser distribuida por lote. La pregunta obvia es: ¿Cómo puede ser de ambas maneras a la misma vez?

¿Acaso el escoger los lotes un juego sencillo de suerte, o (según los Israelitas lo veían) como la providencia que iba a milagrosamente coincidir con la población de cada tribu? No. Mira como los sabios de antigüedad dijeron que era: el lugar general de cada tribu (donde generalmente estaba situada en Canaán) seria asignada por suerte, pero la población actual determinaba el TAMAÑO. Había áreas de Canaán que eran más fértil y otras mayormente desérticas. Habían áreas costeras que permitían embarcaciones y la pesca al igual que habían áreas montañosas que eran apropiadas para pastorear.  Había lugares con rutas de comercio muy bien establecidas para los comerciantes y otros lugares que eran frontera con enemigos difíciles.

Por lo que la suerte determinaba la región y luego Moisés determinaba los bordes de cada tribu en esa región usando la regla que la indicaba mientras más grande la tribu, más extensos eran sus fronteras.

La última sección de Números 26 trata con el censo completamente aparte de los Levitas, y sus clanes son enumerados. Son enumerados como únicos porque 1), el Señor ya no los ve como parte de Israel, y 2) como tal, ellos no estaban con derecho a tener tierra; el Señor Mismo era su porción. A los Levitas se le debía de proveer fondos y mantener financieramente por las 12 tribus (si cuentas a Levi como tribu habría 13), y por lo tanto sus necesidades más allá de lo que sería provisto era visto como mínimo. Más bien, a los Levitas se les dio 48 ciudades esparcidas a través de los territorios de las 12 tribus.

En el verso 62 nosotros vemos que su número era 23,000 varones. Ese número es engañoso porque el mismo contaba a todos los varones comenzando con la edad de 1 MES en adelante. El censo de las 12 tribus tenía un límite más bajo de 20 años y un límite mayor de alrededor de 50 años; por lo que Levi era fácilmente la más pequeña de todas las tribus.

Yo creo que es fascinante que en este momento en la historia, el 2ndo y 3er hijo nacido de Jacob (los que habían llevado a cabo la terrible venganza sobre los ciudadanos indefensos de Siquem alrededor de 500 años atrás) eran ahora los menos de todo.

Anteriormente en Génesis 49 nosotros estudiamos las bendiciones proféticas de Jacob llamado Israel sobre cada uno de sus hijos. Simeón y Levi eran los ÚNICOS hijos agrupados y con una bendición en común por Jacob y era más una maldición que una bendición. Permítanme recordárselas.  

LBLA Génesis 49:5 “Simeón y Leví son hermanos; sus armas instrumentos de violencia.
En su consejo no entre mi alma, a su asamblea no se una mi gloria, porque en su ira mataron hombres, y en su obstinación desjarretaron bueyes.Maldita su ira porque es feroz; y su furor porque es cruel. Los dividiré en Jacob, y los dispersaré en Israel.

Esta bendición de casi 5 siglos atrás estaba siendo realizada en el mismo momento que estaba ocurriendo la promesa de 6 siglos atrás dada a Abraham.

El capítulo termina con el recordatorio que todos los varones restantes que eran menor de 20 años cuando Israel huyó de Egipto, fueron Josué y Caleb; 600,000 varones habían muerto durante estos 40 años en el desierto. Esto debió de haber sido muchos funerales. Josué y Caleb fueron 2 de los 12 espías que trataron lo mejor para convencer a los líderes de Israel que se adelantaran a Canaán 28 años atrás.

La semana que viene, comenzaremos con el capítulo 27.

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