Números Lección 1 Introducción a Números

Lección 1 Introducción a Números

Bueno, fuera del sartén y dentro del fuego vamos, igual como los Israelitas estaban a punto de hacer. Al completar el estudio del Libro de Levítico, nosotros comenzamos una exploración de Números que va durar por varios meses; por lo que, vamos a retroceder por un momento y vamos a ver la condición de Israel.

Al terminar Levítico los Israelitas habian estado fuera de Egipto por alrededor de un año. ¡Muchas cosas habían pasado a estas personas! Israel había ido de un poco más de un clan de 75 a una gran nación de alrededor de 3 millones de almas durante los 4 siglos que ellos habían pasado en Egipto.

Yo no creo que nosotros podemos comprender cuan largo un periodo de 400 años es. No hace mucho alrededor de 200 años atrás…..solo la mitad del tiempo que Israel estaba en Egipto…..George Washington llegó a ser el 1er Presidente del nuevo formado Estados Unidos de América. Pero para nosotros es casi imposible relacionarnos con esos días. Y aun con todos los papeles y libros y ensayos y documentos escritos sobre esos increíble eventos que llevaron a la fundación de esta gran nación, lo que sucedió realmente no es de conocimiento completo; la historia está constantemente siendo cuestionada y revisada. Nosostros tenemos leyendas que abundan de la era de la Guerra Revolucionaria: Washington cortando el árbol de cerezas; la cabalgada de Paul Revere; el Boston Tea Party; el primer tiro al Concord y muchas más. Casi todas estas historias son basadas en eventos reales, pero la mayoría han sido moldeados, exagerados para hacer los personajes más grandes que la vida y para expresar un punto de vista que se amolda a cierta agenda política.

Para nosotros los posmodernos los eventos de la Revolución Americana están atados a libros de historia. No hay nadie vivo para defender o negar los eventos más aceptados de aquellos días; y aquellos sucesos de casi 250 años atrás que casi no tienen ninguna pertinencia para nosotros que ni tan siquiera queremos saber de los mismos. En una era cuando las imprentas abundaban a través de las colonias, los periódicos estaban por todos lados, el periodismo era una profesión muy bien establecida, las bibliotecas estaban repletas y creciendo, y la velocidad de la comunicación era bastante rápida, con todas esas cosas disponibles para nosotros, nuestro conocimiento actual de esa era es limitado y nuestro interés en las vidas de esas personas es casi cero. Y a pesar del volumen sustancial de registros reales de la Guerra Revolucionaria hay muy poco consenso entre los estudiosos de lo que EXACTAMENTE ocurrió durante los años de formación de América. Eso no debe de ser tan difícil de entender ya que tenemos una Corte Suprema que no puede estar de acuerdo en la intención de los hombres que escribieron nuestra Constitución hace casi 200 años atrás.

Con la analogía del punto de vista contemporáneo de América del periodo de la Guerra Revolucionaria en mente, vamos a ponernos en los zapatos de los Israelitas, en Egipto, en los años que llevan a la llegada de Moisés. La manera en que ellos habían llegado a Egipto varios siglos atrás, probablemente no era terriblemente importante para la mayoría de los hebreos.

Una cantidad de generaciones habían pasado desde que Jacob trajo a sus hijos y sus familias de la Tierra de Canaán a Egipto para ser cuidados de una hambruna horrible que había alcanzado a esa región; y su auspiciador y el que cuidaba de ellos no era más que el Gran Visir de Egipto: el propio hijo de Jacob, José. José (obviamente el hijo favorito de Jacob) al que él pensó que había sido asesinado por animales salvajes hacia tantos años atrás fue el salvador, no solo de Israel sino que también de Egipto; porque al igual que Dios tenía un propósito para Israel, ÉL tenía un propósito para Egipto. Egipto debía ser el vientre en el cual Israel iba a estar en gestación hasta que fuese el tiempo señalado para dar a luz como una nación, separada para el servicio a Él.

Para el tiempo que Jehová estaba preparando a Israel para la llegada de Moisés, Jacob y José eran memorias lejanas. Cuanto era que los Israelitas de aquel tiempo sabían de ellos que verdaderamente fuese cierto versus cuanto era hipérbole y leyenda es difícil de evaluar; excepto que, al igual que nosotros, los Israelitas eran solo personas tratando de vivir una vida, y los retos que diariamente ellos enfrentaban eran lo suficiente para preocuparse, sin tan siquiera pensar en ellos mismos como una pieza importante del rompecabezas de una profecía cósmica en desarrollo. En realidad los Israelitas eran ahora más Egipcios, en la manera que pensaban y creerían, que hebreos. Yo dudo que Abraham los hubiese reconocido. Y aun así ellos no olvidaron completamente quienes ellos eran y de donde ellos se originaron. Ellos tenían líderes y ancianos que Dios había levantado para un propósito; líderes que no los iban a dejar olvidar aun cuando una buena porción de la población hebrea pensaba que estos líderes eran seniles y se agarraban de una esperanza perdida y un mito antiguo. Al igual que nosotros, ellos se preguntaban qué ellos tenían que ver con esos eventos de siglos anteriores.

Por lo que después de 4 siglos, ¿cuánto era que el hebreo promedio verdaderamente pensaba sobre la promesa hecha a Abraham, Isaac, y luego a Jacob, que su Dios le daría a ellos una tierra propia; una tierra donde fluía la leche y miel? Hasta que sería una tierra bien específica la que iban a recibir, la tierra que esos mismos 3 Patriarcas deambularon la mayoría de sus vidas: la Tierra de Canaán.

¿Estaba Israel todavía esperando, con esperanza? ¿O acaso ellos se habían rendido y ajustado a sus nuevas circunstancias? ¿Acaso ellos habían puesto su esperanza de 4 siglos atrás, de una tierra, tan lejanamente en sus mentes que era solo una memoria distante? ¿Cuánto nosotros, hoy en día, pensamos sobre el nacimiento de nuestra nación, la Guerra Revolucionaria, los soldados de milicia en Concord, Benjamín Franklin, y de nuestros familiares dando su vida por la libertad que disfrutamos hoy?

Por lo que allí estaban los Israelitas solo viviendo la vida (no obstante una miserable, ya que ellos habían llegado a ser esclavos de la fuerza laboral de un gobierno egipcio nacionalista que tenía en mente la construcción de imperios) cuando de repente un hombre llamado Moisés se presenta, y dice que Dios le envió. Los hebreos suspiraron (sin creer) y continuaron con sus vidas.

Bueno después de todos esos años de mera existencia, cientos de años marginados, de repente los eventos proféticos comienzan a caer a un paso impresionante.

Moisés le informa a los ancianos de Israel de su misión, luego él inmediatamente va al Faraón con este mensaje de Dios que deje a SU pueblo salir; el Faraón se rehúsa y Dios está a punto de cambiar la mente del Príncipe de Egipto a través de unas devastadoras plagas. Finalmente después que el Faraón permanece endurecido a la advertencia y disciplina del Señor, El juicio de El Shaddai es derramado en la tierra de Egipto y todos los primogénitos de Egipto y sus animales mueren. Los hebreos habían sido instruidos por adelantado a pintar los dinteles de sus casas hechas de ladrillos de lodo con la sangre de un carnero, en señal a Dios que ellos estaban sometidos a Él. Muchos egipcios y extranjeros de otras naciones lejanas habían visto el poder de Dios de los hebreos en esa serie de 9 plagas, por lo que ellos procedieron; aquellos que obedecieron…hebreos, egipcios, cananeos, hititas, beduinos, africanos….todos fueron perdonados de muerte bajo la mano del Creador.

A menos de 24 horas de ese terrible juicio, los Israelitas empacaron y salieron de Egipto. A menos de unas pocas semanas de eso ellos llegaron al Mt. Sinaí y su líder, Moisés, comienza a recibir una serie larga de mandamientos y ordenanzas directamente de la boca de Jehová. Moisés está recibiendo la Constitución de Israel, a diferencia de cualquier cosa que el hombre jamás haya visto, porque no es DE un hombre. Aun cuando son llamados una nación de sacerdotes, se establece un Sacerdocio aparte por medio de la familia de Moisés, hermano de Aarón. Los principios de Dios fueron hechos visuales y físicos y comprensible para los humanos, por medio de rituales y celebraciones y días santos y la construcción de la importante morada terrenal del Dios Todopoderoso, el Tabernáculo del Desierto.

Esta lujosa tienda portátil era un modelo físico terrenal de la morada del trono celestial de Dios. Moisés se encontraba con Dios regularmente, cara a cara, adentro del Lugar Santísimo en la tienda, y recibía consejo e instrucción.

Pero ahora, a finales del libro de Levítico, la redención del pueblo de Dios había sido lograda, las leyes y ordenanzas y principios para la nueva nación de Israel habían sido establecido, y el medio para Dios estar en el medio de Su amado pueblo había sido completado. Y desde la noche de la gran muerte en Egipto (la cual nosotros llamamos hoy la Pascua) hasta finales del libro de Levítico, había pasado solo UN año. Imagínate si tú fueras uno de esos hebreos, como tu cabeza debió de haber estado dando vueltas. Como lo que Dios le había instruido a ellos por medio de SU mediador, Moisés, no concordaba con todo lo que ellos conocían. Todo lo que ellos pensaban que era de gran valor, Dios decía que no tenía valor. Todo lo que ellos pensaban que no tenía valor, Dios dice que es inestimable. ¿Podríamos nosotros en UN AÑO estar completamente re-moldeados? ¿Podríamos nosotros en 12 o 13 ciclos de la luna ir de paganos a Divinos? ¿Podríamos nosotros en tan corto tiempo olvidar nuestras costumbres y tradiciones que fueron reales e indicutibles; esos pensamientos y reacciones instintivas que definen nuestras vidas y las vidas de nuestros antepasados, en favor a un nuevo conjunto de reglas que en este momento eran sencillamente ideales teóricos?

Bueno este es el punto en el desarrollo de Israel donde nos encontramos al entrar en el libro de Números. Y claro que todo lo que Israel había pasado hasta ahora era solo el comienzo.

Todo lo que había sucedido y todo lo que ellos habían sido instruidos hasta ese punto no era un final en sí mismo; esto era solo para prepararlos para lo que venía en el futuro.

Permítanme comentar que aun cuando el idealismo divino estaba en el centro de la Torá y las enseñanzas que el Señor le dio a Moisés, y Moisés pasó a sus encargados, estos mandamientos también eran prácticos. Estas leyes sacerdotales de Levítico de alguna manera tenían como visión una clase de utopía por un lado, pero por otro lado las mismas eran la infraestructura para un estilo de vida nuevo y santo que los Israelitas debían vivir y disfrutar como pueblo de Dios. Pero nosotros debemos comprender que estas leyes fueron saturadas con un realismo que reflejaba completamente la condición social y política del Israel de antigüedad y del Medio Este antiguo en general. La manera en que Israel operaba se veía, desde afuera, bastante tipico para las personas de esa era.

Aun más, estas leyes funcionan. Es común y correcto para el creyente decir que la Ley era una sombra y un tipo y la misma señala hacia el trabajo y misión del Mesías. El decir que las leyes realmente no tenían un propósito real, tangible e inmediato para Israel, o que las mismas no fueron intencionadas para operar y llevarse a cabo como ellas fueron diseñadas diariamente en su manera práctica, es un error. Las leyes ordenadas por Dios y los rituales que establecen un medio para expiación PROVEÍAN expiación verdadera para el pecado. Las leyes y los rituales que establecían un medio para llegar a ser puro nuevamente después de contraer impureza ritual PROVEÍAN pureza verdadera. Esto no era una expiación o pureza “fingida” o “inferior” como muchas veces erróneamente es enseñado. Por lo que en el libro de Números nosotros vamos a ver estos rituales operando completamente al ver a las personas pecar y convertirse ritualmente impuras y luego ver al sacerdote llevar a cabo los rituales propios en la manera propia (con la participación completa del devoto) y la situación sea remediada.

Yo dudo que muchos cristianos JAMÁS se hayan animado a profundizar en el libro de Números. Parece ser un libro aburrido para nuestros oídos. Pero están a punto de descubrir que el libro de Números es uno de los más dinámicos e informativos de todos los libros en la Biblia.

Para nosotros hoy en día la palabra “números” está asociada con contabilidad y con registro de números, matemáticas, usando computadoras y el internet, tratando con presupuesto y con deuda. Los números son impersonales y fríos y de alguna manera hasta se sienten como una amenaza a nuestra cultura; en otras maneras los números representan una clase de atadura impuesta por uno mismo a la que uno está forzado a tratar quiera uno o no.

Pero hace mucho tiempo atrás los números eran mágicos. Los mismos eran misteriosos y presagian cosas buenas y malas. Los números eran simbólicos y se pensaba que eran la llave para abrir la mente y la voluntad de los dioses. Los números eran deseados, fascinantes, estudiados y discutidos minuciosamente. Los números eran intensamente importantes para las personas hebreas, justo hasta la era de Jesús y hoy en día.  

El Apóstol Pablo hace uso abundante del libro de Números en una de sus grandes enseñanzas, según es encontrado en el libro de 1Cor. 10. Permítanme leerlo para ustedes:

LEER 1 COR.10:1 – 11

Como puedes ver todos estos eventos que Pablo enumera son encontrados ESCRITOS en la Torá, en el libro de Números para ser específico. Pablo vió lo que nosotros vamos a ver: que el libro de Números aun cuando es un registro de la historia también es uno profético. Nosotros vamos a ver al Mesías en el libro de Números, y nosotros vamos a verlo a ÉL operando ANTES de que ÉL llegara a ser un hombre.

Números no es verdaderamente el nombre hebreo para este, el 4to de los 5 libros de la Torá. Números es meramente la traducción al español del inglés y del nombre griego dado a este libro….Arithmoi…..del cual nosotros también obtenemos la palabra aritmética. Y los griegos le dieron este nombre al mismo porque en los primeros capítulos el Señor ordena tomar un censo de los Israelitas, y el resultado es registrado.

En hebreo el nombre para este libro es B’midbar; y el mismo quiere decir “En el Desierto”. Es en el libro de B’midbar donde nosotros encontramos la historia de los 40 años que Israel pasó errante en el Negev, el Sinaí, y probablemente por un periodo corto de tiempo la Península de Arabia. Números es realmente un nombre poco apropiado y la verdadera cantidad de “números” y listas es bastante pequeño. La mayoría de este libro consiste en historias y narrativas de esos 40 años formativos que nuestro Señor aparentemente pensó que era importante para nosotros saber (como Pablo forzosamente señala a sus lectores). B’midbar tiene toda clase de matices interesantes; sin ser el menos, los primeros 10 capítulos cubren un periodo de tiempo de solo 20 días. Eso es correcto, los primeros 10 capítulos registran los eventos de menos de 3 semanas.

Everett Fox, el editor y comentarista para la culta Biblia Schocken, ve la estructura de B’midbar como una que puede ser partida en tres.

La primera parte cubre los capítulos 1-10, y él llama “En el Desierto de Sinaí”: EL Campamento. Esta cubre el censo de los Israelitas y las obligaciones asignadas a los Levitas. La misma explica el orden del Campamento, los ritos de los Nazareos, los asuntos de la presencia de Dios en el Tabernáculo del Desierto, y el comienzo de la jornada hacia la Tierra de Canaán.

La segunda parte cubre los capítulos 11-25, y Fox lo llama “Las Personas Rebeldes: la Narrativa de los Retos”. La misma comienzo tratando con el destino de la generación de exiliados que salieron de Egipto, las primeras 3 de sus rebeliones, el recuento de los 12 espías enviados a Canana, luego unas pocas más de rebeliones, encuentros con otras personas, y luego la famosa historia de Balam, el profeta pagano.

La tercera parte incluye los capítulos 26-36. Nuestro comentarista lo titula “En las Llanuras de Moab: la Preparación para la Conquista de Canaán”.

Esta parte comienza con otro censo, que habla sobre ciertos Días Santos de Sacrificio, y añade algunas reglas sobre el hacer votos, nos dice sobre algunas batallas que ellos tuvieron con personas que ellos encontraron en el camino, discute la inminente conquista de la Tierra Prometida, y establece leyes sobre las Ciudades de Santuario, o las Ciudades de Refugio, que serán operadas por un grupo especial de Levitas como un lugar seguro para aquellos que cometen homicidio involuntario para que residan bajo la protección del Pariente Redentor que quiere vengarse.

Como este es un libro bastante grande el mismo nos ayuda a saber por adelantado que desde una vista de B’midbar, Números, se desenvuelve de acuerdo a un patron de 3; y nosotros encontramos tres ciclos importantes de revelación y de instrucción del Señor establecido en estas páginas. El primero toma lugar en el Sinaí; el segundo toma lugar en el Kadesh (también llamado Kadesh-Barnea), y el tercero toma lugar en Moab, al Israel prepararse para entrar a Canaan.

Números NO sería el primer libro que una persona cuyo intento de estudiar las Escrituras probablemente comenzará; porque Números es basado completamente en la base establecida por Génesis y Éxodo. Si uno no conoce o no entiende el contexto fundamental para B’midbar entonces uno invariablemente va a malinterpretar lo que está sucediendo (particularmente en lo que respecta a los muchos rituales ordenados por Dios).

Sí, B’midbar tiene (claro que) muchos rituales entrelazados en la narrativa. Después de todos los rituales prescritos de Levítico solo habían sido introducidos unas cuantas semanas antes de los eventos de Números, por lo que el tiempo para ponerlos en práctica acababa de empezar.

Los cristianos modernos de hoy en día (particularmente los cristianos EVANGELICOS de hoy en día) como regla general no les gustan particularmente los rituales. De hecho esta aversión para los rituales no es algo nuevo. La mayoría de los estudiosos de la post-era de Renacimiento no temen hablar francamente sobre el desagrado a los rituales, y esto se ve especialmente en la poca importancia que se le da a los mandamientos en la Torá y el estudio superficial e investigación en los roles de los sacerdotes Levíticos. Como la mayoría de los seminarios enseñan de acuerdo a los valores y las conclusiones de los mismos estudiosos, la aversión para HACER el ritual o hasta para ver el valor en las prácticas de los rituales antiguos hebreos ha sido pasado a la iglesia en general. Además, según hemos discutido anteriormente, la iglesia esencialmente ha descartado cualquier sentido de responsabilidad comunal y en su lugar a adoptado el individualismo como la plataforma para la expresión y acción de nuestra fe. Este desprecio para los ritos tiene como compañero una teología de orientación- individual denominacional por la cual el lente por el que ven la Torá es ahora visto (y en especial la actitud cristiana hacia los ritos sacerdotales), de esta manera: la libertad personal y la espontaneidad es bueno, el ritual organizado es malo.  

Yo les tengo que decir honestamente que debido a que yo crecí en la rama Protestante de la iglesia, y fui parte en la mayoría, de un producto de Avivamiento del Evangelio (llamado Catacumba en algunos países) a finales de los 60 y comienzo de los 70, para mí ha sido bien difícil ajustarme a aceptar a celebrar las Fiestas Bíblicas, Shabbat, y así sucesivamente. No es que yo no crea que esto es bueno para mí y mi familia, ni tampoco discuto que son los mandatos de Dios; es sencillamente algo que no he conocido toda mi vida, y por eso es TRABAJOSO poner a un lado lo que me es cómodo y conocido y cambiarlo por algo que está prescrito Bíblicamente.

Aun si tú no ves el valor en TU involucramiento en los rituales de la Biblia, yo les puedo asegurar que el entender los rituales de la Torá es CLAVE para entender la Torá al igual que el plan de Dios para la humanidad. Ha sido de conocimiento para los antropólogos por mucho tiempo que si ellos van a entender una sociedad (moderna o antigua) ellos deben comenzar con los rituales de esa sociedad; ya que los rituales son la declaración principal de los valores de cualquier sociedad.

Escucha lo que M. Wilson, un conocido antropólogo, dijo, hace medio siglo sobre la importancia de los rituales al definir una cultura:

“los rituales revelan los valores en sus niveles más profundos…..los hombres expresan en los rituales lo que los conmueve más, y como la forma de expresión es convencionalizada y forzada, los rituales revelan el valor del grupo. Yo veo en el estudio de los rituales la llave para un entendimiento de la constitución esencial de las sociedades humanas….”

Yo no creo que haya en la Biblia algo tan ignorado o con tanta antipatía (y por lo tanto terriblemente incomprendido) que el tema de los rituales asociados con los sacrificios. Aunque muy rara la vez encontramos a un pastor o un maestro de la Biblia que no señale que Jesús cumplió con el mismo sistema de sacrificio que ellos tanto desagradan o no conocen nada. Según Gordon Wenham señala, el sistema de sacrificio está en el corazón de la adoración Bíblica; la misma es inevitable.

Por lo que, aun cuando tal vez no es completamente cómodo para nosotros, nosotros NECESITAMOS estudiar y entender los rituales de la Torá porque el propósito entero de estos rituales giran alrededor de la comunicación entre Dios y el hombre. Estos rituales para los de la antigüedad era como nosotros ir al cine hoy en día: el elemento visual es una cosa necesaria y deseada para entender y la misma es muy poderosa para los hombres.

La iglesia hoy en día todavía tiene unos pocos rituales que activamente involucran al devoto: mayormente el bautismo y la comunión. El problema con esto es que ahora nosotros hemos llegado a ser unilaterales: alguien lo lleva a cabo, y nosotros observamos. Y de una manera u otra nuestra mera presencia cuenta como adoración. Esto NO era la esencia del ritual Biblico, Antiguo Testamento O Nuevo. Como les he hecho claro, con excepción a los sacrificios que eran por parte del sacerdote o la comunidad de Israel como un entero, el devoto era un participante activo y era ÉL la persona que mataba al animal de sacrificio. Al devoto se le requería en 3 ocasiones cada año hacer un peregrinaje al Templo.

Al devoto se le requería poner a un lado su trabajo diario, casi cesar toda actividad productiva, y descansar en el Shabbat. Al devoto se le requeria construir y VIVIR EN una Sukkah durante Sukkoth. La participación activa era la norma.

Cuan fácil es para nosotros cantar la famosa canción del llamado al altar de Billy Graham, “justo como soy sin una súplica, pero tu sangre fue derramada por mí”. Cuanto más esas palabras significarían para nosotros si tuviéramos que tomar un toro (que criamos o compramos) y arrastrarlo al Altar, amarrarlo a uno de los cuatro cuernos del altar y luego ritualmente cortarle la arteria en el cuello, viendo su vida desangrarse en unos cuantos segundos.

El punto es que estos rituales Bíblicos no deben perderse en nosotros. Al nosotros volver a visitarlos en el libro de Números los mismos no son sencillamente un idealismo y una teoría de Levítico; por lo que presta atención a los mismos ya que sus principios subyacentes es lo que el Señor Dios está tratando de enseñarnos.

Observa como nosotros al explorar a B’midbar vamos a ver muchos más patrones de Dios salir; patrones que se van a mostrar ellos mismos poderosamente en el Nuevo Testamento. Uno de los patrones más interesantes, yo creo, es el del Nazareo. Cuando yo digo Nazareo, no lo confundan con Nazaret, el hogar de Yeshua. Un Nazareo es uno NO-Levita y uno que NO es sacerdote que ha sido separado para el servicio de Dios por medio de un voto, y por consiguiente tiene un estatus santo elevado en comparación a otro Israelita. En términos modernos un sacerdote Levita es un clero, mientras que un Nazareo es un laico. Puesto de otra manera, el tomar el voto de un Nazareo es una manera para que una persona que no es un miembro natural de la tribu sacerdotal de Levi, sea DECLARADO santo y cualificado para el servicio de Dios, generalmente a la par con un sacerdote.

La similitud entre un sacerdote y un Nazareo llega a ser obvia cuando nosotros estudiamos los rituales prescritos para un Nazareo: los mismos son casi idénticos con aquellos de un sacerdote. Nosotros vamos a ver estos rituales, los cuales contienen la esencia del significado espiritual de su propósito, en el momento apropiado en nuestro estudio de Números; pero por ahora solo entiende que un sacerdote es un sacerdote por nacimiento. Él tiene un derecho de nacimiento de ser un sacerdote porque el nació en la tribu correcta. Por otra parte un Nazareo es un Israelita ordinario; él es una persona que NO tiene derecho a ser un sacerdote porque él no nació en la tribu correcta. Pero Dios ha hecho provisión para aquellos que no son Levitas pero que quieren servirle a ÉL, para que así lo puedan hacer. Por fe y confianza en Dios, y por declaración de Dios, esta persona (este Nazareo) que es un extranjero al sacerdocio se le permite tomar una santidad especial virtualmente igual a la de un sacerdote; nuevamente, la única diferencia es que el Nazareo no puede llevar a cabo las obligaciones del Santuario. Esto es un modelo de como un gentil, un extranjero a Israel, puede si así lo desea ser traído por declaración de Dios al servicio de Dios BAJO LOS PACTOS DE ISRAEL. En otras palabras, el Nazareo es un modelo y patrón de como un gentil puede convertirse en un creyente y adorar al Dios de Israel.

Físicamente hablando un judío y un gentil son diferentes; un judío tiene una ventaja en la que él es nacido hacia los pactos de Abraham, Isaac, y Jacob, pero un gentil no lo es. Físicamente un sacerdote y un Nazareo son diferentes (un sacerdote es de la tribu de Levi, y un Nazareo no lo es). Espiritualmente un judío y un gentil que confía en Dios son hechos iguales en estatus delante del Señor. Ellos cada uno tienen simplemente roles diferentes. Uno de ellos NACIÓ en su rol mientras que el otro fue injertado para adquirirlo. Pero en ambos casos, ellos están bajo los mismos pactos.

El punto aquí es que nosotros vamos a ver estos patrones y principios aparecer en el Nuevo Testamento. Pablo habla de ellos y usa los incidentes registrados en Números, especialmente, para hacer el punto que Yeshua cumplió los patrones y principios de la Torá. Pero….y esto es tan esencial que los captemos en estos días y en los días que han de venir…..Pablo también hace el punto que si los Israelitas redimidos se rebelan y fueron castigados por eso en tiempos de antigüedad (como es dicho en el libro de Números), ¿Por qué entonces un creyente redimido por la sangre de Yeshua pensaría que él puede rebelarse y escapar de la mano dura de la disciplina de Dios?

Me gustaría cerrar esta preparación para el estudio de B’midbar, Números, con las palabras de un hombre cuyo trabajo yo admiro grandemente y me encuentro generalmente pegado: Gordon Wehman, un maravilloso estudioso cristiano que enseña en el Colegio Gloucester de Educación Avanzada en Inglaterra. Y él dice esto sobre la importancia de entender y aceptar el valor del ritual Bíblico para los cristianos modernos:

“De manera similar, las ofrendas de sacrificio de animales, harina, aceite y vino prescritas en Números, ya no son expresiones válidas de adoración cristiana porque las mismas señalan más allá de ellas mismas al único sacrificio expiatorio de Cristo el cual las ha hecho obsoletas. Pero, los cristianos son todavía recordados: “….continuemos nosotros ofreciendo un sacrificio de adoración a Dios, que es, el fruto de los labios que reconoce Su Nombre. No descuidemos HACER el bien, y COMPARTIR de lo que tenemos, ya que tales sacrificios son agradables a Dios”. El principio de la dedicación de todo corazón a la adoración de Dios conecta el Antiguo y Nuevo Testamento, aun si nuestro modo de devoción haya sido alterado. De manera similar, si el diezmar permanece como norma para un cristiano dar, el mismo puede notarse que algunos creyentes evidentemente dieron mucho más. Si mucho de la legislación Bíblica ni puede ser aplicada hoy en día, su exhaustividad y atención a los detalles debe retar a la iglesia moderna a preguntar si nuestras actitudes casuales pueden ser un disfraz para nuestra indiferencia”.

Gordon Wenham ciertamente no está haciendo un llamado a comenzar los procedimientos de sacrificio nuevamente. Pero es un recordatorio para nosotros que tantos de los rituales Bíblicos que toman su forma en las Fiestas Bíblicas, por ejemplo, aun cuando de ninguna manera son necesaria para Expiación o Salvación son ciertamente necesarios para ENSEÑARNOS y para RECORDARNOS. Para enseñarnos y recordarnos a nosotros los principios de Dios, de Sus leyes y mandamientos, de cómo es mejor vivir nuestras vidas a ritmo con el Universo que ÉL creó, en vez de estar fuera de tono.

El libro de Números es histórico, reverencial, instructivo, y a veces poético. Y el haber estudiado los primeros 3 libros de la Torá, nos pone en una posición para tomar y captar las maravillosas revelaciones que van a proveer tantos eslabones que se conectan al trabajo de Yeshua HaMashiach, el atributo salvador de la persona del Señor Dios.

6355 N Courtenay Parkway, Merritt Island, FL 32953

Copyright © Seed of Abraham Ministries, Inc.
All Rights Reserved | Copyright & Terms