Génesis
Lección 37 Capítulos 42 y 43
Al final de nuestra última lección, los 7 años de abundante cosecha y ganado habían pasado, y la gran hambruna de 7 años del sueño de Faraón había comenzado. José estaba ahora a cargo de Egipto…y este programa de alimentos…y era el segundo en mando de la nación con solo Faraón por encima de él. José era uno de los hombres más poderosos en la tierra en este momento en la historia.
La hambruna de Génesis 41 fue causada por poca lluvia; una sequía. Esta sequía que aparentemente afectaba el norte de África, donde quedaba Egipto, también afectó mucho del Medio Oriente.
Vamos a hablar un poco sobre la geografía ya que nos ayuda a entender la situación en general de esta sección de la Torá, y nos explica por qué muchas cosas sucedieron de esa forma.
Primero: las clasificaciones regionales de Egipto son prácticamente al revés de lo que nosotros normalmente pudiésemos pensar. Egipto era referido como Egipto Superior y Egipto Inferior; interesantemente Egipto Superior está al sur, y Egipto Inferior está al norte. Más bien, esto es porque el Rio Nilo corre del sur al norte…corre de Egipto Superior a Egipto Inferior. Y, esto ayuda a explicar porque el sur de Egipto se llama Superior. Obviamente, el agua corre cuesta abajo. Como podemos ver, la parte final del sur de Egipto está en una elevación un poco más alta que la parte final del norte; por lo tanto, como todos sabemos que un rio corre de ARRIBA hacia ABAJO, la parte final del sur del Rio se llama superior, y la parte final del norte del rio se llama inferior.
La parte sur del Nilo…Egipto Superior…es donde el Nilo comienza y hay dos cuencas geográficas enormes donde toda la precipitación ocurre, y donde el agua de toda esa precipitación se canaliza hacia el Nilo para llenarlo. De una cuenca corre lo que conocemos como el Nilo Blanco, y de la otra cuenca el Nilo Azul. Alrededor de la ciudad Khartoum el Nilo Blanco y el Nilo Azul se unen para formar el Gran Rio Nilo…el cual típicamente solo llamamos el Rio Nilo.
El Gran Nilo corre hacia ARRIBA (en nuestra manera de pensar), norte, hacia el Mar Mediterráneo. Al ir acercándose a la tierra de Goshen en el Egipto Inferior, se encuentra con lo que llamamos la Región Delta, y el Rio se desvanece en un número de franjas naturales que eventualmente terminan en el mar. Aun cuando la Región Delta (casi todo Egipto Inferior) es prácticamente un desierto sin lluvia, debido a las abundantes aguas del Nilo, y a las tierras pantanosas que son creadas por todas esas franjas de agua que se esparcen en el área de la tierra de Goshen y permiten que el agua corra a través de las tierras como los Everglades de la Florida, el área es fértil y muy buena para cultivar cosechas y pastorear animales.
Lo importante aquí es que lo ÚNICO que hace a Egipto habitable es el Nilo. Y, lo único que crea al Nilo es la precipitación de estas dos cuencas grandes que se encuentran al sur, en el Egipto Superior.
Aun cuando los egipcios muy temprano comenzaron cavando túneles para canalizar del Nilo sus cosechas, era la creciente o el descenso anual del agua del Nilo la que determinaba la hambruna o la abundancia. Era crucial que el Nilo inundara sus orillas durante los 3 meses de verano; una inundación causada por un tipo de monzón que ocurría lejos en el sur, en las dos cuencas al sureste del rio que formaban la cabecera del Nilo. La inundación no solamente suplía agua a la tierra, sinó que traía sedimento, rico en nutrientes que eran necesario para crecer cosechas por todo el Nilo. Pero, toma solo unas pocas pulgadas de déficit en la lluvia en una de las dos cuencas del sureste del rio para destruir el delicado balance y prevenir el flujo suficiente de agua para causar la inundación en el rio abajo.
Así que, no es que el rio Nilo se secó durante los tiempos de José, ni que las personas no tenían suficiente agua para tomar; es sencillamente que, por un periodo de muchos años, el Nilo no se desbordó, y los pantanos del Delta retrocedieron, y por consiguiente no se produjeron suficientes cosechas para alimentar a los ciudadanos de Egipto. Para estar claros: No toda la producción de comida cesó. Pero, fue dramáticamente reducida y no había suficiente para sostener a las personas.
Ahora, solo para que podamos entender la naturaleza sobrenatural de esta extensa hambruna: los sistemas de tiempo que gobiernan la precipitación en el sur de Egipto, y esos que gobiernan la precipitación en el Medio Oriente están completamente separados. Esa baja precipitación que ocurrió varios años en el sur de Egipto durante el mismo tiempo que hubo una sequía por varios años en Canaán fue cosa de Dios; eso no ocurre normalmente.
Una de las razones por las que Egipto y la gente de Canaán se conocían muy bien, y desde tiempo inmemorable habían establecido el comercio, era porque cuando había falta de cosecha en Egipto debido a los niveles bajos del Nilo, Egipto podía ir a Canaán a comprar comida adicional……y vice-versa. Pero, esta vez era diferente. Si Dios no le hubiese dado a Faraón el sueño profético, y luego haberle dado a José para que lo interpretara, hubiese habido muerte en general en Egipto y Canaán debido a los bajos abastecimientos de comida en ambas tierras. Pero, Dios advirtió a Egipto, y Egipto PUDO prepararse. Primero Dios le da la abundancia sobrenatural para que tuvieran abastecimiento suficiente 7 años corridos; José planifica y usa esto para que ellos pudieran construir almacenes enormes de granos para los próximos 7 años de escasez.
Más tarde, al inicio de la sequía, Egipto, en parte desde un sentido de compasión, pero primordialmente de un sentido de interés propio, hizo disponible para otras naciones la comida almacenada. Esto no era prestaciones sociales (mantengo). El precio para esos granos almacenados era MUY alto. Nosotros vemos de las próximas historias en Génesis 42 y 43 que varias BOLSAS de plata eran requeridas para comprar comida de Egipto para el clan de Jacob; la comida normalmente no hubiera requerido una suma de dinero que hubiese sido referido como “bolsas llenas” de plata.
Más bien, Egipto iba a obtener una gran ganancia gracias a su hábil manejo de esta prolongada y extensa crisis alimentaria. Pero, no te equivoques, estos altos precios no eran solo para los extranjeros; los ciudadanos egipcios también estaban obligados a comprar su comida del faraón… o mejor dicho, de José. Un suplemento, sin duda, pero generalmente no su única fuente de alimento. Sin embargo, para aquellos que eran más pobres y no tenían acceso a otras fuentes de alimentos más comerciales, esta hambruna terminó costándoles a cientos de miles de egipcios… posiblemente a un millón o más… su libertad. Ya que, cuando estos egipcios de clase baja se quedaron sin dinero para comprar comida, no tuvieron otra opción que venderse a sí mismos y a sus familias como siervos al faraón a cambio de grano. Pero, desde su punto de vista, era este extranjero semita… José… a quien culpaban por esta tragedia y humillación; porque José era el intermediario, el símbolo visible de todo el programa alimentario, recibiendo tanto el crédito como la culpa.
Esto no era algo que Egipto iba a olvidar rápidamente; después de la muerte de José, y un periodo muy largo de turbulencia social, los egipcios iban a culpar a los parientes de José…las tribus de Israel…por su condición. Esto eventualmente iba a llevar a los egipcios a irse en contra de Israel; los campesinos egipcios iban a esclavizar a los Israelitas, comenzando un ciclo de persecución de la gente hebrea en tierras extranjeras que leemos a través de toda la Biblia, y al cual nosotros hemos sido testigos en este último siglo, y vamos a continuar siendo testigos hasta que el Mesías venga.
LEER GÉNESIS 42
Si nosotros solo pudiésemos comprender que Israel era la herramienta que Dios iba a usar para traer SUS propósitos divinos desde este punto en adelante en la historia, hasta que el tiempo llegue a su fin en un futuro cercano, entonces quizás nosotros podamos comenzar a comprender el significado de lo que está a punto de suceder en esta narrativa Bíblica.
Nosotros ahora nos hemos movido de Egipto a José, de regreso a Canaán y a Jacob. La gran hambruna ha afectado una enorme área, el clan de Jacob está en un mal momento. Y, en el primer verso de este capítulo vemos que Jacob, Israel, en un humor sarcástico, le dice a sus hijos: “¿Por qué se están mirando unos a otros?” En otras palabras, ustedes SABEN que estamos en un apuro extremo, ustedes SABEN que hay grano disponible en Egipto, así que porqué están aquí sentados esperando por ALGUIEN que haga algo. Tenemos que recordar, que él no les estaba hablando a niños. Estos hombres estaban todos en la mediana edad y más, casi todos con sus propias familias e hijos.
Mientras que yo deseo poder decir algo bueno y amoroso sobre los hijos de Jacob, las tribus de Israel, la Biblia no ofrece mucho sobre su carácter que sea admirable en este momento. Dios no escogió a Israel porque ellos eran grandes hombres…El los escogió porque ÉL es un gran Dios y usa personas comunes para cumplir SU voluntad. De hecho, no se nos dice que debemos de estar del lado de Israel porque ellos son especialmente buenos o extraordinarios o una raza simpática (lo cual ellos no lo son), nosotros debemos estar del lado de Israel porque eso es lo que Dios ha instruido a toda la gente de este planeta que haga…con extremas consecuencias a esos que no prestan atención a ÉL. Así que América agarrense: nuestro presidente ha puesto su deseo de un legado de paz en el Medio Este, sin importar el costo, delante del mandato de Dios para Israel. Nosotros vamos a pagar un terrible precio…cada uno de nosotros.
Así que, Jacob, incapaz de esperar más por estos hijos que hagan (bajo su propia voluntad) lo que es correcto y necesario, les ordena a todos, excepto a Benjamín, que vayan a Egipto, a comprar granos. ¿Acaso Benjamín no era lo suficientemente grande para ir? Ciertamente, sí lo era. Pero, Benjamín había tomado el lugar de José en el corazón de Jacob, porque Benjamín y José eran los dos hijos de la esposa que Jacob amó más…Raquel, ahora muerta. El sencillamente no iba arriesgar a Benjamín, después de haber perdido a José. Al llegar a Egipto, los hijos de Israel se unen a muchas otras tribus y personas de otras naciones, todas en necesidad de ser salvadas de la hambruna. Y, ¿a quién es a quién que deben ir para su salvación? José.
El verso 6 deja claro que era de conocimiento común que este gran gobernante de Egipto…el que no cargaba por nombre José, sino el nombre EGIPCIO que Faraón le había dado a él, Zaphenath-Panea…. Y al que todo el mundo debía de ir para poder obtener granos. José debió de haber tenido una inmensa organización para poder tratar con los millones que necesitaban alimentos, y ciertamente hubiese sido raro para José mismo tratar directamente con los que iban en busca de granos.
Pero, claro, que los hermanos de José no lo reconocieron. No era que habían pasado 20 años desde que habían visto a su hermano menor, y sus facciones de niño habían cambiado a hombre; era que él ahora se veía como un egipcio. Él estaba afeitado (los hebreos, por tradición, siempre tenían barba); él tenía su pelo al estilo egipcio y usaba ciertos cosméticos que la realeza egipcia típicamente se aplicaban en su cara…él también hablaba egipcio. Y, los gestos de ese niño acostumbrado a vivir en casetas y hábitos de adolescente habían sido intercambiados por el comportamiento refinado y confidente de la realeza que ahora tenía José. Pero, él los reconoció a ellos inmediatamente.
Y, nosotros solo podemos imaginar lo que debió de haber pasado por su mente al ver a sus hermanos: un profundo dolor, por haber sido desgarrado hace tiempo atrás de su familia por las manos de estos mismos hombres. Pero, en fracciones de segundos, dice el verso 9 que él se recordó de esos sueños de su juventud…de las 11 gavillas de grano inclinándose a él; y de las 11 estrellas, la luna, y el sol rindiendo homenaje a él. Y, debió de haber sido en ese momento, con toda la preparación que tan cuidadosamente fue guiada por el Dios invisible, que esos sueños que sus hermanos y hasta su propio padre, Jacob, que le habían castigado…… ¡eran ciertos! José entendió por primera vez que la Providencia Divina había estado trabajando todo el tiempo. Él ahora sabía con certeza porque Dios había permitido que sucediera todo lo que le había sucedido a él. Aunque, algo de prueba era necesario para ver si sus hermanos también habían sido preparados por EL Shaddai.
José, a sabiendas, los acusa de ser espías. Los hermanos están completamente sorprendidos por esto, ya que la acusación ni sentido hacía. Pero, ellos tienen miedo, ya que están a la misericordia de este gobernante caprichoso. La verdad y la justicia no era importante en este momento, y ellos lo sabían. Ya que un gobernante del estatus de José puede decidir asuntos sumariamente, y ordenar cualquiera que sea el castigo que el considere apropiado. Ellos están indefensos e impotentes para controlar su suerte…al igual que José se encontró él mismo indefenso, hace tanto tiempo atrás, en el fondo de un pozo seco; rogando y llorando por misericordia que no tuvo de estos mismos hermanos despiadados, ahora parados delante de él en humildad.
El los cuestiona, y se da cuenta que su padre está aún vivo, al igual que su hermano menor, Benjamín, y les ordena que uno de los hermanos tenía que regresar y traer al hermano menor, Benjamín, para probar que no eran espías…que ellos eran honestos. Pero, esto no iba a suceder hasta que los 10 hermanos fueran encarcelados por 3 días. Y, claro que la razón era porque José quería separar a sus hermanos de los miles de ciudadanos egipcios y extranjeros que diariamente venían a Egipto a comprar las reservas de granos. Él quería, y necesitaba, tratar con su familia en privado y fuera de la vista de las otras personas.
Al final de los 3 días, él les ordena algo diferente. Nueve de los hermanos debían de regresar con el grano para así alimentar al resto del clan. Uno, Simeón, debía permanecer bajo custodia, como garantía de los otros. Y, si ellos no traían a Benjamín de regreso, Simeón iba a ser castigado con su vida (al menos esa era la implicación).
Los hermanos discuten su situación entre ellos mismos al frente de José…asumiendo que él era un egipcio y que no iba a entender lo que ellos estaban hablando en hebreo. Y, José mantuvo su papel al usar un intérprete como intermediario durante las negociaciones con sus hermanos. Lo que el escuchó lo hizo llorar; la culpa de sobre dos décadas los consumió, y ellos sabían que este era el día de pagar por el mal que habían hecho a su hermano menor, José. Pero el también escuchó a Rubén tratando de exonerarse, con aparentemente una posición de inocencia. Y, José debió de haberle creído. Ya que, en vez de mantener al primogénito, Rubén como prisionero, José ordena a Simeón, el 2ndo hijo de Jacob, a permanecer como rehén.
Ahora, José se pone a jugar con sus mentes. Él ordena que el dinero que los hermanos pagaron por el grano sea escondido en el cuello de los sacos de los granos. La misma noche que regresan a la casa, uno de ellos va a buscar un poco de granos para su burro, y encuentra el dinero. Ellos rápidamente deciden que Dios les estaba dando lo que se merecían.
Uno se pudiera preguntar qué estaba pasando por sus mentes durante la jornada de regreso a su padre. Quién sería el portavoz entre ellos para decirle a su frágil padre que no solo habían regresado sin uno de sus hermanos, sino que ahora tenían que tomar a Benjamín, el hijo más amado de Jacob, y llevarlo de regreso a Egipto con ellos, o Simeón moriría, junto con el resto de ellos cuando Faraón los alcanzara.
La respuesta de Jacob es obvia: ¿ustedes han tomado dos de mis hijos, y ahora quieren tomar un 3ro? Rubén, entonces le da la garantía a Jacob de que él va a traer a Benjamín de regreso. Pero, si él falla, Jacob puede matar a sus dos hijos como castigo. Aún cuando no se nos da la respuesta de Jacob a esta oferta, uno solo puede pensar la mirada de incredulidad en la cara de Jacob. Yo pienso que su respuesta pudiese haber sido algo como, “¡Brillante! Solo tú puedes pensar algo así después que he perdido 3 hijos, ¿ahora también tengo que matar a mis propios nietos como castigo? ¿Acaso estás tú loco?”
Más y más podemos ver la sabiduría en Jacob al haberle negado la primogenitura a Rubén. Rubén es un político. Él siempre está haciendo estas declaraciones y promesas insensatas que son inútiles y están diseñadas a hacer poco sino a responder con una respuesta emocional. De hecho, no vamos a volver a escuchar hablar más de Rubén. Él está puesto a un lado, y vamos a escuchar la voz de Judá de aquí en adelante más que la de sus otros hermanos.
Por lo que queda de tiempo, Jacob simplemente está paralizado y no puede comprender lo que debe de hacer. Lo único que él sabe es que, si le quitan a Benjamín, él no lo va a poder sobrevivir. El realmente no confía en sus hijos, y él no le va a confiar a Benjamín a ellos. Ahora…. ¿Cómo van a sobrevivir sin tener más grano?
LEER GÉNESIS 43
Un poco de tiempo pasa, y la hambruna continúa. El suministro de granos que fue traído de Egipto se acabó. Aparentemente, los 9 hijos de Jacob (Simeón todavía está cautivo en Egipto) quienes anteriormente no habían hecho nada para salvar al clan de morir de hambre una vez más están completamente pasivos. Así que, Jacob les dice que tienen que ir de regreso a Egipto en busca de más granos. Y claro que, los hijos le recuerdan a Jacob que ellos no pueden regresar si no va Benjamín con ellos. Jacob todavía no está convencido de entregarles a Benjamín a sus traidores hijos.
Luego, Judá habla. Judá, humillado por la vida, humillado por el acto valiente de su nuera Tamar cuando Judá falla en responderle apropiadamente, ahora se ofrece ÉL MISMO como garantía por Benjamín. Ahora, uno se podrá preguntar, ¿qué penalidad exactamente podría Jacob sacar de Judá si el fallara en la misión de llevar a Benjamín a Egipto y traerlo sano y salvo de regreso a su casa? Bueno, como hemos discutido hace un tiempo atrás, Judá ciertamente se veía como el posible heredero de las riquezas y la autoridad del clan de Israel. El, aparentemente sabía que Rubén no iba a recibir la bendición de la primogenitura ya que él había deshonrado a su padre. Y, claro que, el 2ndo y 3er hijo de Jacob fueron los que dirigieron el ataque de venganza sobre Shechem, matando a todos los hombres y luego saqueando el restante de habitantes…y esto los hubiera descalificados a ellos también. Así, con José, anteriormente siendo el favorito, y ahora pensando que estaba muerto, Judá el 4to en línea, debió de haberse visto a sí mismo como la persona que pronto iba ser el líder de las tribus de Israel. Judá, al acordar en aceptar toda la culpa si algo le pasaba a Benjamín, tenía mucho que perder. El, también, podía ser desheredado. Jacob sabía eso, también, y debió de haber sentido que, si era posible que Benjamín pudiese regresar con vida, Judá haría todo lo humanamente posible para traerlo de regreso. Aquí, finalmente, había un hijo en el cual él podía confiar…Jacob podía confiar en Judá en este asunto.
Pero, aún más, Jacob iba a confiar en Dios. Si él iba a perder a todos sus hijos, pues entonces que pasara. Estaba en manos de Dios.
Así que, tomando el dinero que misteriosamente había terminado en las bolsas de grano en el primer viaje, los hermanos toman la misma cantidad de dinero y junto con Benjamín, hacen su jornada de regreso a Egipto.
José se percata que sus hermanos han regresado, y con ellos está Benjamín. Así que él ordena que se le prepare un banquete y se sirva al mediodía. Él ordena a sus sirvientes que traigan a sus hermanos adentro de su casa para este banquete; pero los hermanos piensan que es una trampa. Ellos piensan que van a ser tomados como esclavos (al igual que ellos habían hecho con José), como castigo por el incidente con el dinero que fue encontrado en las bolsas. El sirviente les asegura que ese no es el caso.
José llega a su casa, y sus hermanos le entregan los regalos que habían traído con ellos de Canaán. José pregunta acerca del bienestar de su padre, y ellos le dicen que él está bien; luego José ve a Benjamín. Él está abrumado con emoción, y sale por unos momentos para llorar en privado.
Ya compuesto, José regresa y la comida es servida. Lo que nosotros vemos en estos versos es un recuento completo y preciso de la manera en que la comida de este tipo hubiese sido servida en Egipto: José come solo. Los hermanos comen juntos como grupo, y los siervos egipcios de la casa comen apartados de José y de sus hermanos. Está muy bien documentado la costumbre egipcia que la cabeza del hogar nunca come con los sirvientes. ¿Pero, porqué los sirvientes no comían con los hermanos Israelitas? Bueno, se nos dice en el verso 32 que era “una abominación para un egipcio comer con un hebreo”.
Esto es algo muy interesante. Como puedes ver los hebreos, al igual que muchas tribus semitas y grupo de personas en esta era, eran pastores de ovejas. Los egipcios veían a los pastores como una clase de personas baja, y su simple presencia era una ofensa. Un egipcio NUNCA comía con un pastor. Los egipcios le daban valor a las reses, no a las ovejas. Esa es una de las razones que una de las deidades más alta, Isis, era representada con un toro. Pero, pronto, otro aspecto de la tradición egipcia iba a venir a juego: a los Israelitas se le iba a dar la tierra de Goshen para vivir. Una tierra donde ellos iban a estar lejos de la mayor parte de la sociedad egipcia, donde ellos iban a poder pastorear sus ovejas y no iban a ofender la sensibilidad egipcia.
Mientras los hermanos se sentaban para comer, cada uno, cuidadosamente sentado por un siervo en un lugar reservado específicamente para cada hermano, ellos estaban asombrados en ver que habían sido ubicados desde el hermano mayor al hermano menor, en orden perfecto de acuerdo con su fecha de nacimiento. ¿Qué significaba esto? Aun más, a Benjamín se le dio una porción de comida 5 veces más que a los otros hermanos. Los estudiosos han debatido acerca del significado de esta bendición de 5 veces más de alimento para Benjamín, y el consenso general es que, en Egipto, a un príncipe o a un gobernante se le da 5 veces más que a cualquier otra persona como una señal de realeza. Y claro, esto también nos hace preguntar, ¿qué quería decir José con esto? Mi opinión es que Benjamín era el hermano con la mayor afinidad, el hermano que comparte la misma madre. Y, el que, de los 11 hermanos, era completamente inocente de haber tomado parte cuando vendieron a José como esclavo. Pero, nosotros no podemos pasar por alto que el primer rey de Israel iba a ser un descendiente de Benjamín.