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Lección 29 – Éxodo 30 & 31

Lección 29 – Éxodo 30 & 31

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Éxodo

Lección 29 Capítulos 30 y 31

 

Hoy vamos a continuar estudiando varios aspectos del Tabernáculo; su mobiliario, y el sacerdocio que el Señor estaba estableciendo. Todas estas cosas son diseñadas para lograr que ÉL habite entre Su pueblo, Israel. Vamos a leer Éxodo capítulo 30 todos juntos. 

 

LEER EL CAPÍTULO 30 

 

El capítulo 30 comienza con Dios dándole las instrucciones para la 2nda pieza más sagrada en el Santuario. Este artículo carga consigo un número de nombres, pero el Altar del Incienso y el Altar Dorado son los dos más comunes. 

 

Quemar el incienso en conjunto con adoración era una práctica común en las culturas del Medio Oriente de esos días. De hecho, sacrificios, quemar incienso, y oración eran central para la mayoría de las prácticas religiosas conocidas en aquella era. ¿Estaban los Israelitas solo adoptando estas actividades culturales comunes con las que ya estaban familiarizados? Hasta cierto grado, sí….pero era al decreto de Dios que ellos lo iban hacer. Jehová trata con el hombre en formas que nosotros podemos entender, y así Él trata con nosotros en NUESTRO nivel. Sería imposible para Dios tratar con nosotros en su nivel, porque nosotros somos solo hombres. Es para NUESTRO beneficio que Dios nos da instrucciones y directrices para vivir y para la adoración. Dios usa métodos que eran familiares y normales en las culturas del Medio Oriente de la antigüedad; pero, las formas y las razones para estas varias actividades de adoración, y lo que significaban, tenían que ser BIEN diferentes de otras religiones.    

 

La diferencia predominante entre lo que eran ceremonias religiosas paganas habituales para aquellos días, y lo que Jehová estaba instruyendo para Israel, era esto: los rituales paganos giraban alrededor de tranquilizar y consentir las supuestas necesidades de un dios en particular. Los rituales de los hebreos tenían que ver con seguir las instrucciones que Dios había establecido para el beneficio del hombre. Nosotros nunca debemos pensar que cualquier cosa que hagamos de una naturaleza de adoración aun si aparentemente está ordenada en la Biblia para nosotros, es para beneficio de Dios. Él no tiene necesidades, ni requiere apaciguamiento alguno. 

 

El contexto de las prácticas de adoración y ceremonias que se están creando aquí en Éxodo es que Dios derrama Su amor y misericordia sobre Su pueblo; y establece un sistema de justicia en el cual el hombre puede ser redimido, para que la reconciliación entre Dios y el hombre pueda ocurrir. Se trata de que el Señor enseñe a Su pueblo quién es Él y del valor que Él les otorga. De dar al pueblo una manera de comulgar con Dios en ese momento, y de preparar a la humanidad para una revelación futura que traería una reconciliación permanente entre Dios y el hombre.

El Altar del Incienso fue hecho de una manera que ahora nos es familiar: se construyó un marco de madera de acacia y luego se recubrió con oro. Tenía unas dimensiones de aproximadamente 18 pulgadas cuadradas y 3 pies de altura. Similar al Altar de Bronce, mucho más grande, que reposaba en el Patio Exterior… el altar en el cual se quemaban los sacrificios… el Altar del Incienso tenía 4 cuernos, uno en cada esquina. Se construyó un borde alrededor de la parte superior, y se colocaron aros de oro debajo del borde para que se pudieran insertar postes de madera y mover el Altar de Oro según fuera necesario.

 

Esta pieza debía colocarse frente al velo, el parokhet, que separaba el Lugar Santísimo del Lugar Santo. Así, ocupaba su lugar junto con otros dos muebles en la sala del Santuario llamada el Lugar Santo, de los cuales ya hemos examinado la Menorá (Candelabro de Oro) y la Mesa de los Panes de la Proposición. Se colocó en el lado oeste del Lugar Santo, así como el Arca de la Alianza estaba colocada en el lado oeste del Lugar Santísimo. Esto indicaba su importancia.

Una vez al año, el Altar de Oro del Incienso debía tener sangre sacrificial colocada en sus cuernos para purificarlo. Ahora bien, no se sabe exactamente CUÁNDO ocurría esta purificación del Altar de Incienso. Uno podría pensar que sería en Yom Kipur, ese día del año en que el Sumo Sacerdote entraba en el Lugar Santísimo y rociaba sangre en el Propiciatorio. Sospecho que ES cuando sucedía, porque en Yom Kipur los escritos antiguos indican que el Sumo Sacerdote realizaba un ritual diferente en relación con el Altar de Incienso.

 

Un incienso especialmente elaborado debía ser quemado, continuamente, en el Altar de Incienso. El humo del incienso, el cual subía, simbolizaba las oraciones del pueblo de Dios. Aparentemente era el trabajo del Sumo Sacerdote añadirle incienso y carbón caliente al Altar, para mantenerlo quemando aun cuando estaba en el Lugar Santo (donde los sacerdotes regulares eran permitidos) el sacerdote regular probablemente se ocupaba de ese Altar la mayoría del tiempo. Jehová fue bastante especifico acerca de cuándo el incienso debía ser añadido; era en el momento en que la mecha de las lámparas de la Menora eran cortadas y se le añadía el aceite. Esto sucedía dos veces al día, en la mañana y en la tarde. 

 

Ahora, una advertencia fue dada: ninguna otra clase de incienso aparte del que Dios formula debía ser usado, y el Altar del Incienso no debe ser usado para las varias clases de sacrificios de animales que han sido ordenados. La palabra usada aquí en el versículo 9 para describir cualquier forma alterna de incienso es, en hebreo, ketoret zarah. La mayoría de las Biblias lo traducen como “extraño” o “impuro”….todas traducciones son aceptables. Aquí hay un tipo de significado doble intencionado: 1ro, es que eso que Dios declara santo es santo…nada más. La realidad es que los ingredientes usados en ese incienso especial no tenían ninguna cualidad mágica cuando los mismos eran mezclados en proporciones propias y luego quemados. Más bien, Dios simplemente lo declara santo, y por lo tanto, todo lo demás no lo era. Esto demuestra un principio de Dios que nosotros necesitamos siempre tener en mente. Las religiones paganas creían que cierta tierra, comidas, fórmulas de incienso o pócimas, animales, y otras cosas, eran por naturaleza santas y mágicas. Dios dice que nada es en sí mismo santo. Es su decisión, por decreto, simplemente declarar lo que es Santo y lo que no lo es. No necesariamente va a llenar ningún razonamiento humano. Por ejemplo, el Monte Sinaí era solo tierra y piedra como el resto del planeta tierra. Pero, cuando Dios estaba presente y activo allí, ÉL declara que era santo porque Su santidad es tan trascendente que literalmente infecta cualquier cosa que está cerca de Su santidad; y el tope del Monte Sinaí era virtualmente intocable con excepción de Moisés por esa misma razón. Cuando Jehová ya no estaba presente y activo allí, el Monte Sinaí no era más sagrado que cualquier otra montaña en el mundo. En ningún sitio se nos dice que debemos reverenciar al Monte Sinaí, que permanezcamos lejos de la cima, de tratarlo como un lugar permanentemente santo, o de hacer un peregrinaje allí. Ciertamente, debe de ser maravilloso el estar parado en el mismo lugar donde Moisés recibió los 10 Mandamientos. Pero eso no hace ese lugar santo. Por otro lado, Dios ha dicho que ÉL ha separado, para siempre, un pedazo de tierra específico para Sí Mismo y para Su pueblo….Israel. La tierra y las piedras y el follaje encontrado allí no son único. Yo no sé porque Dios escogió ese pedazo de geografía en particular en toda la tierra para separarla para ÉL como una herencia para Israel….pero ÉL lo hizo. Al igual que con el incienso especial ÉL instruyó que fuese hecho para el Altar del Incienso, no nos corresponde a nosotros investigar y aplicar métodos científicos o filosofías de hombres para determinar porque ESTO y porque ESO es santo y otras cosas no lo son. Tristemente, se ha llegado al punto, hoy en día, que si lo que la Palabra de Dios dice no llena la aprobación del intelecto del hombre, nosotros decimos que la Palabra debe estar equivocada. La declaración de Dios de lo que es y lo que no es no tiene NADA que ver con el punto de vista del hombre de razonamiento y lógica. 

 

La 2nda parte de este significado doble de la frase ketoret zarah es que como ERA común que otras culturas quemaran incienso para sus dioses, y usaran incienso como un antiguo desodorante, no solo esos otros inciensos no podían ser usados, pero también este incienso santo y especial no debía de venir de AFUERA de la nación de Israel. Ellos no podían traerlo del extranjero. Una palabra moderna muy buena que capta la esencia de ketoret zarah es “incienso de un extranjero”. Dios está poniendo otra capa en la pared que estaba supuesta a separar a Israel de todo el resto del mundo. 

 

Para que el Sumo Sacerdote pudiera quemar el incienso, debía seguir un procedimiento. Primero, tenía que realizar el sacrificio animal en la mañana y en la tarde, en el Altar de Bronce. Luego, debía lavarse ritualmente en el Lavacro de Bronce ( sus pies y manos), un gran contenedor para contener agua (ya llegaremos a eso). Finalmente, tenía que entrar en el Lugar Santo antes de poder acercarse al Altar del Incienso.

 

Cuando el Sumo Sacerdote añadía carbón encima del Altar del Incienso, los mismos tenían que ser carbones del Altar del Holocausto, donde los sacrificios eran hechos. Más tarde, vamos a escuchar este término de “fuego extraño”; ningún: fuego extraño” debía ser puesto en el Altar del Incienso. La palabra usada para fuego extraño era la que nosotros acabamos de aprender: zarah. Por lo que, el fuego extraño literalmente quiere decir fuego “de afuera”. El fuego extraño era, esencialmente, carbones tomados de cualquier lugar que no fuera el Altar del Holocausto. Al nosotros continuar, particularmente en Levítico, vamos a estudiar y profundizar en los requisitos y prohibiciones en los rituales del Tabernáculo. Pero, por ahora, permítanme mostrarle un retrato del simbolismo que se está pintando, aquí, en lo que respecta al Altar del Incienso. 

 

Lo que todos los rituales que rodean al Altar del Incienso están demostrando es que cuando nosotros venimos a Dios en oración, es en Sus términos. Nosotros no podemos hacerlo de la manera que queramos. Él ha establecido un modelo, un procedimiento, para que podamos venir a ÉL en oración. 

 

Torá quiere decir enseñanzas, o instrucción. Todo lo que los sacerdotes hacían era enseñar a las personas algunos de los aspectos acerca del Reino de Dios. En el caso del incienso quemado en el Altar del Incienso, Dios estaba enseñando que, primero, para venir a ÉL en oración, nosotros debemos estar limpios por medio de la sangre en el Altar de Sacrificio al igual que el Sumo Sacerdote lo tenía que hacer. La Cruz es el verdadero altar de sacrificio que el Altar de Holocausto simboliza; y Yeshua es el animal de sacrificio que nos hace puros. Nosotros debemos identificarnos con lo que Jesús hizo por nosotros, para asi poder ser limpios como el primer paso para poder estar en comunión con Dios. 

 

Segundo, nosotros debemos ser lavados puros por medio del agua, al igual que el Sumo Sacerdote lo hizo en su ritual de lavado en la Pila de Bronce. Cristo dice que ÉL es nuestra Agua Viva. A nosotros se nos dice que debemos ser lavados puros por Él antes de que podamos acercarnos a Jehová. Pero, también hay otro aspecto; el ritual de lavado también es simbólico a confesar y arrepentirnos de nuestros pecados. Al igual que el sacerdote lavaba lo sucio y la tierra de sus pies y manos, nosotros debemos dejar atrás nuestros pecados si vamos a acercarnos al Dios Mas Alto. 

Luego, debemos entrar en el Lugar Santo. En los días de Moisés, el Lugar Santo era una tienda. Más tarde sería un edificio de madera y piedra que llamamos el Templo. Pero, hoy, el Lugar Santo está dentro de NOSOTROS… es donde reside el Espíritu de Dios. No necesitamos estar en un lugar en particular ni ir a un edificio especial para encontrarnos con Dios. De hecho, como creyentes, no hay ningún lugar al que podamos ir donde NO estemos en Su presencia. Los sacerdotes en los días de Moisés debían entrar al Santuario para estar en un Lugar Santo. Hoy, el santuario SOMOS LITERALMENTE NOSOTROS… discípulos de Yeshúa.

Ahora, una cosa más sobre el Altar de Incienso y luego continuaremos. Dije que simbolizaba la oración. Algunos podrían decir: ‘¿dónde en el mundo dice ESO en estos pasajes?’. Bueno, en verdad, no lo dice directamente. Sin embargo, me gustaría mostrarte algo que espero te ayude a ver la cohesión y unidad de la Biblia, otra evidencia de que el Tabernáculo en el desierto es un modelo físico terrenal del tabernáculo espiritual celestial de Dios, y prueba de que el humo del incienso sí representa la oración que ha sido aceptada por Dios.

Busca Apocalipsis 8.

 

En Éxodo, nosotros vemos a Dios creando su nación separada……. O como lo he llamado en otras ocasiones, el Evangelio acto 1; y en Apocalipsis vemos la redención final de Su nación separada y los capítulos finales de la historia humana como nosotros la conocemos; el Evangelio acto 3, el acto final. 

 

Vamos a leer Apocalipsis 8:1 al 4

 

''Cuando el Cordero abrió el séptimo sello, hubo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que están de pie delante de Dios, y se les dieron siete trompetas. Otro ángel vino y se paró ante el altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que lo añadiera a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió ante Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.'' 

No creo que debamos preocuparnos de estar recurriendo a la alegoría o ilustración cuando hablamos del simbolismo del Altar de Incienso como las oraciones del pueblo de Dios que, al añadir la cualidad del incienso… una cualidad de santidad… se han vuelto aceptables para Dios. Y también podemos saber que en el cielo existe un altar espiritual de incienso.

El versículo 11 ahora da un giro repentino, y vemos a Jehová instruyendo a Moisés que realice un censo. Nuevos estudios han determinado (por varias buenas razones) que este censo es completamente diferente al censo de Números capítulo 1. Las monedas recolectadas de este censo se usarían para formar las bases de los postes del santuario. Aunque esto es algo que ocurre una sola vez, más adelante en la Torá se establecerá una ordenanza más permanente. Sin embargo, más allá del uso del dinero, el propósito espiritual es otra cuestión.

 

Es suficiente decir que hay varias razones para este censo. La que se nos da aquí en Éxodo es que a cada hombre se le requiere pagar un rescate por su vida. La idea de un rescate está en el corazón del plan de salvación de Dios. Pagar un rescate es lo que nos redime a nosotros. Nosotros los de la iglesia hablamos de ser redimidos, y del “plan de redención”, bastantes veces. Pero, yo no creo que muchos de nosotros sabemos lo que realmente significa, ni de donde sale la idea. 

En pocas palabras, es esto: Jehová establece un sistema donde cada padre tiene que pagarle al sacerdote una cantidad establecida de dinero para redimir la vida del primer hijo varón (formalmente llamado primogénito). Típicamente, tenía que ser pagado dentro de los primeros 30 días de nacimiento. Adicional, había otra faceta o clase de redención que envuelve a un pariente redentor. La idea aquí tenía que ver con un pariente siendo responsable…de hecho un pariente que va más allá de sus responsabilidades……para redimir la propiedad o vida de un miembro de la familia que ha caído en deuda, e iba a perder su propiedad o va ser vendido como esclavo, acreedor, o los dos. 

Ahora bien, aunque este sistema se usaba como un elemento práctico diario de la ley civil para Israel, fue creado por Dios para enseñarle a Israel un principio, y es este: nosotros, como seres humanos, nacemos en deuda con Dios. Él nos creó, Él es nuestro dueño. Nosotros somos los deudores, Él es el acreedor. Además, como descendientes de Adán y Eva, nacemos como pecadores y, con toda razón, deberíamos ser destruidos. Si nuestras vidas van a ser perdonadas, debemos ser redimidos de nuestra deuda con Dios por no destruirnos; una deuda que es el resultado del pecado. La redención NO es gratuita. SIEMPRE tiene un costo. Alguien paga. Pero, no es la persona (el primogénito infante) en deuda quien paga, sino el padre. Aún más, solo un pariente tiene el derecho y el deber de realizar la redención. Otro aspecto es que el primogénito tiene un valor superior al de los demás hijos. El primogénito era el hijo preferido; tenía derecho a heredar el doble que todos sus hermanos y también heredaría el gobierno de esa familia cuando el padre muriera. 

 

Permítanme decirlo otra vez: Dios creó este sistema como una sombra y un tipo de lo que había de venir; al igual que ÉL creó el sacerdocio y el Tabernáculo como una sombra y un tipo de lo que iba de venir. El mismo servía un propósito muy práctico en su tiempo, adicional a ser una sombra…..pero no obstante, Dios lo hizo para poder ENSEÑARLE a la humanidad Sus principios. 

 

A Yeshúa, Jesucristo, fue a lo que el sistema de redención apuntaba. Primero, tenía que quedar claro para Israel, y luego para todas las naciones, que todos necesitamos ser redimidos. El problema principal con el mundo es que simplemente no comprende el principio básico de Dios de que nacemos necesitando que nuestras vidas…. ETERNAS… sean redimidas. Y, si nuestras vidas eternas no son redimidas, entonces sufrimos muerte… muerte eterna. En el lenguaje de la iglesia, decimos que todos necesitamos ser salvos. Jesús, el hijo primogénito de Dios, fue dado como el precio de redención… a menudo llamado el RESCATE… para la redención de Su nación primogénita, Israel.

 

Este censo en Éxodo es porque Israel es la nación primogénita de Dios, entre todas las naciones del mundo. Y, al igual que el primogénito de una familia, también deben ser redimidos. Esta práctica de redimir indica por un lado que los Israelitas ciertamente le pertenecen a Dios; ellos son de ÉL…..Él virtualmente los posee a ellos, porque Él los creó en todo el sentido de la palabra. Por otro lado, esto nos muestra que Israel es separado, hecho santo, para Jehová. 

 

Date cuenta que cada hombre debía pagar una cantidad de dinero…en este caso medio shekel….como el pago de redención…..el rescate. Y, no importa cuán rico o pobre ese hombre era, el precio era el mismo. Sin duda, es exactamente lo mismo para nosotros. Dios pagó el precio de Jesús como el rescate para redimir la deuda que cada humano una vez nacido le debía a ÉL por su vida eterna. Y, ya sea un Rey o un esclavo, rico o pobre, hombre o mujer, negro o trigueño, o de piel blanca, el precio era el mismo: no hay extras o sustitutos. Jesús es nuestro pariente redentor quien tenía el derecho de redimirnos a nosotros, Y Él es el precio de esa redención.

 

En el versículo 17, Jehová instruye a Moisés que fabrique la Pila de Bronce; eso es, un envase de bronce grande para aguantar agua para usarse con el ritual de lavado que ocurriría muchas veces al día. El tamaño de la Pila no nos es dada; pero tenía que haber sido un tamaño bastante grande para poder aguantar toda el agua que iban a necesitar. 

 

Mientras que los Israelitas ordinarios se paraban en el Altar del Holocausto, matando a los animales y cortándolos en pedazos, era SOLO el sacerdote a quien se le era permitido usar la Pila de bronce. La Pila estaba posicionada entre el Altar de Sacrificio (alias el Altar del Holocausto) y la puerta para el Lugar Santo. 

 

Es interesante que no hay muchos detalles de construcción dados por Dios en lo que respecta la Pila, excepto que debe consistir de dos piezas: un pedestal, y luego el envase de agua que está sentado sobre el pedestal.

 

Como ya hemos discutido, el propósito de la pila era contener agua para el lavado. Los sacerdotes SIEMPRE debían lavarse antes de entrar al Santuario. El lavado simbolizaba la purificación y la regeneración.

 

Procedimentalmente hablando, los sacerdotes caminaban hacia la Pila, y metían su mano derecha en la Pila lavando la mano derecha primero, y luego su pie derecho. Luego ellos lavaban su mano y su pie izquierdos. Para que no tengas un retrato mental erróneo, solo metían las manos en el agua; ellos lavaban sus pies CON sus manos. Nuevamente, puedes ver la imagen de Jesus lavándoles los PIES a sus discípulos con sus manos. Y, permítanme recordarles, que este procedimiento estaba reservado SOLO para los sacerdotes. 

 

El próximo tema de este capítulo es el aceite aromático de ungir que era usado en los rituales. El dinero y los ingredientes no debían salir de los fondos dados como ofrendas por las personas para el Tabernáculo; más bien esto debía ser pagado por los jefes de tribus. Parte de la razón para esto es el costo enorme de las especies y perfumes que eran necesarios. El ingrediente más importante tenía que ser traído de largas distancias como Arabia, India, y China. Las mismas eran raras y difíciles de manufacturar. Por lo tanto, eran blanco principal para los bandidos y pillos durante su transporte y grandes cantidades nunca llegaban a su destino. 

Se nos es dado una lista de especies que deben de usarse para hacer este aceite: Mirra, canela, cálamo aromático, y casia. Y luego que sean mezcladas por un especialista, la misma sería usada para consagrar a las personas y los instrumentos de los rituales para servicio divino. De hecho, sin este brebaje especial no era posible consagrar a los sacerdotes en el servicio para el Señor. 

Pero los versículos 31-33 también nos dicen que este es el ÚNICO uso permitido para esta mezcla especial; nadie más que el sacerdocio puede administrarla, y no puede usarse para nada más. La consecuencia de violar este mandato es terriblemente seria: karet. Karet es lo que generalmente traducimos como “corte”. Permíteme recordarte que lo que se contempla aquí es la separación permanente de la comunidad de Dios, Israel, y de Dios mismo. No necesariamente significa muerte física, como la ejecución… aunque puede ser así. Es realmente el equivalente a la condenación eterna sin esperanza de redención. Así que karet, en la mayoría de los casos, es mucho más serio que la simple muerte física y era muy temido.

Las últimas instrucciones del capítulo 30 se refieren a los ingredientes para el incienso santo que se quemará en el Altar del Incienso. Debe consistir en 4 ingredientes: resina de bálsamo, onicha, galbano e incienso. El bálsamo es un tipo de árbol, y el ingrediente es básicamente la savia del árbol de bálsamo. La onicha no se entiende tan claramente. La palabra hebrea utilizada aquí es *shekelet* y, a menos que tenga un significado doble, se refiere a una criatura marina… un molusco… del cual se extraía una sustancia fragante. El siguiente ingrediente es el galbano, que proviene de una planta de la región de Persia, y finalmente se agrega el incienso. El incienso era una goma aromática muy cara que proviene de un árbol que crece en Arabia. 

Esta mezcla especial debe usarse ÚNICAMENTE en el Altar de Oro y nunca de una manera común. Con "manera común" me refiero a que no debe usarse simplemente como un desodorante o para hacer que el aire huela mejor, que era su uso más común entre las personas adineradas. Uno puede imaginar en esos días los olores bastante desagradables flotando por cada campamento, ciudad y aldea debido a los sacrificios quemados, los animales literalmente viviendo con la gente, el proceso de sacrificio y, por supuesto, las personas mismas que no se bañaban con regularidad.

 

Vamos a movernos a Éxodo capítulo 31. 

 

LEER ÉXODO CAPÍTULO 31 

 

Moisés está TODAVÍA en el tope del Monte Sinaí; él ha estado allí desde el comienzo del capítulo 24, y muchos días han pasado. En total, él va estar allá arriba por 40 días. Yo no puedo comenzar a imaginarme la transformación que estaba sucediendo dentro de Moisés, estando ante la presencia de tal santidad pura. A menudo yo he escuchado a líderes cristiano decir, ‘nosotros tal vez no sabremos la respuesta a tal misterio hasta que estemos delante de Dios’. Bueno, Moisés ESTABA parado ante Dios; y el conocimiento y entendimiento que él debe de haber estado absorbiendo debió haber sido intelectualmente abrumador. Las preguntas que Moisés debió de haber estado formando en su mente al subir esa montaña…… incertidumbres privadas y profundamente escondidas, sospechas, y preocupaciones…estas y muchas más debieron de haber sido abarcadas y contestadas. Ya que, un Moisés diferente bajó la montaña después de las varias veces de haber subido.     

 

A medida que el tiempo de Moisés en la presencia de Dios se acerca a su fin, por ahora, y se están dando las últimas instrucciones a Moisés para el Tabernáculo, Jehová nombra específicamente a la persona que será el principal diseñador y fabricante de todo lo que Dios ha mandado a construir para el Tabernáculo. Aunque se han dado muchos detalles, muchos otros no. ¿Quién decidiría cómo debían ser los querubines? ¿Qué tan grande debía ser l pila de bronce y cuánta agua debía contener? ¿Debía el pilar que sostendría el velo de la entrada al Lugar Santísimo ser cuadrado, redondo o de otra forma? Este tipo de decisiones quedarían en manos de un par de hombres que Dios mismo eligió y ungió para ese propósito. El principal sería Betzalel. Él es el nieto de Hur, quien fue el segundo al mando de Aarón. Curiosamente, uno podría pensar que Aarón habría elegido a un hijo, o al menos a un compañero levita para ser su asistente; pero Hur, y por lo tanto Betzalel, era de la tribu de Judá. El nombre de Betzalel significa "a la sombra de El", o como comúnmente lo pensamos, "a la sombra de Dios". Qué apropiado.

Como 2ndo en comando, Dios asigna a un hombre llamado Oholiav….el cual claramente en hebreo quiere decir “en la tienda de mi padre”….quien era de la tribu de Dan. Mira como estos hombres representan 2 de las 4 tribus dominantes…Judá y Dan. Y, se nos dice en el versículo 6 que Jehová sobrenaturalmente puso como él quería que se viera todo en las mentes de estos dos hombres. ¿Cómo Él hizo esto si el Espíritu Santo no vivía en ellos? Yo no tengo idea alguna. Pero, si ÉL puede hacer eso sin tan siquiera el Espíritu Santo estar dentro de ellos, solo descansando sobre ellos, imagínate que gran ventaja nosotros tenemos, como creyentes, que el Espíritu Santo de Dios reside en nosotros.  

 

En el versículo 12, Jehová le da a Moisés la instrucción de, nuevamente, recordarle al pueblo de la importancia de la naturaleza del Sabbath. En el versículo 13, donde la mayoría de las Biblias dicen “de cierto”, “deberán….guardar mi día de reposo”, la palabra hebrea traducida es “aksh”. Una traducción que capta un mejor sentido que “de cierto”, “deberán”, en nuestra mentalidad americana, seria “sobre todo”. Eso es, un recordatorio de Jehová que en todo el ajetreo que está sucediendo con la construcción del tabernáculo, y los Altares, haciendo las vestiduras de los sacerdotes, y los instrumentos, y así sucesivamente, no hay nada más importante para Dios que guardar el Sabbath.   

  

Lo que queda claro en esta sección es que la razón para observar la Ley del Sabbat no está tanto asociada con el Pacto de Moisés, sino con la Creación. Es en el relato de la Creación de Génesis donde encontramos al Señor concluyendo Su obra creativa y luego declarando que el día siguiente sería apartado como santo.

 

Génesis 2:1 Así fueron terminados los cielos y la tierra, y todo su ejército. Y en el séptimo día Dios terminó Su obra; y descansó el séptimo día de todo lo que había hecho. Luego Dios bendijo el séptimo día y lo santificó, porque en él descansó de toda Su obra que Dios había creado.

 

La idea aquí es que Dios ordenó un día para celebrar el cese de Su actividad creativa; y la forma de la celebración consistía en que los hombres cesaran su trabajo normal… nuestra actividad creativa. Pero no es que el Señor haya ordenado algo nuevo aquí, en el Monte Sinaí, al hacer un Día de Sabbat o hacerlo algo exclusivo para Israel. Más bien, Él dice: "deben guardar mis Sabbats". En otras palabras, el Sabbat fue creado hace mucho tiempo para que todos los hombres lo observaran, pero aparentemente los hombres dejaron de prestarle atención al Sabbat. Así que el Señor dice, Israel, USTEDES deben asegurarse de observarlo porque USTEDES son un pueblo apartado para Mí. Así que serán el ejemplo de lo que las personas deben hacer en el séptimo día, Shabat… y esto es descansar de sus actividades normales y, en su lugar, estar con sus familias y adorar al Señor.

 

No entraré en mi discurso sobre que el sábado es el Sabbat y el domingo es el Día del Señor, porque eso es simplemente un hecho histórico. Más bien, me gustaría señalar que el sentido de este pasaje bíblico es algo como esto: “Una vez que comiences tu proyecto de construcción, no te olvides de Mí, ni de mis mandamientos para ti”. Qué humano es que recibimos un llamado de Dios para hacer algo, y allá vamos, alabando a Dios y sabiendo felizmente que tenemos un propósito divino… y luego dejamos que nuestras pasiones se desborden. Olvidamos todos los principios y mandamientos de Dios, como si los hubieran puesto en suspensión solo para nosotros, porque nuestro proyecto es tan importante que trasciende Sus leyes y mandamientos. He visto iglesias tener equipos de construcción trabajando 7 días a la semana para terminar su proyecto, debido a la emoción de acercarse a la meta. He visto a hombres Y mujeres descuidando a sus esposos o hijos en nombre de llevar a cabo sus ministerios. He visto ministerios tan enfocados en producir lo máximo posible cada día, haciendo que cada minuto cuente, que la oración casi se olvida. Y, demasiadas veces en nuestra época, veo ministerios que, aparentemente, no hacen nada más que recaudar dinero, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año para el siguiente en una serie de grandes empresas humanas que hacen de Dios poco más que una herramienta de marketing.

 

Yo encuentro la enseñanza mayor que de todos los principios y decretos que Dios ha establecido, ÉL manda a Moisés a poner sobre TODAS las cosas, el Sabbath. Y, aun así, nosotros estamos en nuestros tiempos, la mayoría de los creyentes sosteniendo que Pablo nos ha ordenado que el Sabbath es obsoleto y el guardarlo es de ningún valor, o que se nos ha dado libertad de cambiarlo a lo que mejor sea conveniente para nosotros. ¿Y, de donde sale esta idea? Que el ANTIGUO TESTAMENTO está VIEJO, y el Nuevo Testamento es NUEVO, por lo que el Nuevo reemplaza al Viejo. Sin importar que en el Sermón del Monte Jesús dijo exactamente lo opuesto, que ni una jota o tilde, ni el más mínimo detalle pasará de la Torá hasta que los cielos y la tierra dejen de existir; y nada podría ser una enseñanza más fundamental para la Torá que el Sabbath. 

Y, nosotros no podemos salir de este asunto del Sabbath porque Dios dice que es un pacto perpetuo entre Israel y Él…..porque el Nuevo Testamento deja abundantemente claro que cuando nosotros aceptamos al Mesías Yeshua, nosotros llegamos a ser parte de un grupo llamado el VERDADERO Israel….nosotros llegamos a ser semillas espirituales de Abraham……nosotros estamos unidos a los pactos de Israel y a todas sus bendiciones y obligaciones….de la manera más real que hay, espiritualmente. Estas no son mis palabras, pero salen directamente, claramente, y literalmente de la escritura como ya les he enseñado en un número de ocasiones. 

 

La semana que viene terminaremos con el capítulo 31.