Éxodo
Lección 24 Capítulos 24 y 25
En los últimos capítulos de Éxodo nosotros hemos visto como Jehová presenta SU pacto al pueblo de Israel. A diferencia de los pactos que el Señor había hecho con Noé y Abraham (los cuales eran más en forma de promesas de Dios y por lo tanto no requería una aceptación formal por parte de Noé o Abraham), el que estaba haciendo con Israel sí requería una aceptación formal. Esta aceptación formal es también llamada ratificación. Así que vamos a ir al capítulo 24 y para ver como este pacto entre Dios e Israel fue formalmente ratificado.
LEER ÉXODO CAPÍTULO 24
Jehová le dice a Moisés que él, Aarón y sus dos hijos Nadab y Abiú, y los 70 líderes (probablemente los líderes de los ancianos de Israel), se acercaran a Dios. No podemos estar seguros si el numero 70 es preciso o es simbólico; porque en la literatura hebrea los números redondeados como este a menudo son simbólicos. Podría ser que el numero 70 es el número real y es simbólico de totalidad o amplio. Eso es, este grupo representa a Israel completamente. Todos deben postrarse a la distancia. Probablemente esto quiere decir que ellos no debían cruzar la línea marcada que separaba la Montaña Santa donde Dios estaba, del piso del valle; solo Moisés podía cruzar esa línea y poner pie en el Monte Sinaí. Para aquellos de ustedes que son relativamente nuevos a esta clase este no es el lugar tradicional del Monte Sinaí en la Península del Sinaí, sino más bien en un lugar en Arabia que yo ahora creo que es probablemente el lugar de la Montaña de Dios… y, el lugar donde Pablo, Philo, Josephus, y otros dijeron que estaba ubicado.
Aquí verán un mapa mostrándoles donde esta ubicado este lugar, y donde fueron tomadas las fotos (si van a la página en inglés y buscan bajo “illustrations” podrán ver las fotos a las que se refiere).
Moisés subió, y cuando el regresó, fue con instrucciones de Jehová de recitar nuevamente todas las ordenanzas que Dios le había dado a Israel, que nosotros vimos enumeradas en Éxodo capítulos 19 al 23. El propósito era presentarles los TÉRMINOS del pacto a las personas; y ellos respondieron “nosotros obedeceremos”. Ahora, vamos rápidamente a repasar unos cuantos términos hebreos, dabar y mishpat. Porque donde dice en Ex.24:3 que Moisés habló todas “las ordenanzas”, o tal vez en sus Biblias dice, los mandamientos o leyes, en el hebreo original dice que lo que Moisés habló al pueblo fue los Mishpat y dabar de Dios. ¿Recuerdas cuál era la palabra hebrea para los 10 mandamientos? Era dabar… los 10 dabar….en español las 10 “palabras”. Y, DESPUÉS que Israel recibió los 10 dabar de Éxodo 20, Dios dijo, en el versículo 1 de Éxodo 21, que ÉL ahora le daría a Israel Su mishpat, Su sistema de justicia…lo que yo creo que nosotros debemos caracterizar apropiadamente como SU Evangelio. Así que como sería completamente propio (absolutamente necesario, verdad) Moisés volvió a hablarle al pueblo los 10 Mandamientos y luego todas las reglas y ordenanzas de Éxodo 21-23, a la cual ellos respondieron que iban a obedecer. Esto era un procedimiento de operación común para ratificar un pacto en aquellos tiempos.
Se nos dice que Moisés escribió esas palabras; a diferencia de lo que algunos teólogos liberales quieren que nosotros creamos, el hecho es que se nos dice aquí mismo que todas las leyes dadas hasta ese momento fueron registradas, escritas, en ese momento…no más tarde, o cuando se acordaron. Luego Moisés construyó un altar…recuerda, un altar no es un monumento…es un lugar donde tu haces un sacrificios; es un lugar donde típicamente un animal es ritualmente matado. Y Moisés puso 12 piedras para representar las 12 tribus de Israel. Estas son típicamente llamadas “piedras verticales”, lo cual SON un memorial usualmente atribuido como un acto de Dios. El uso de piedras verticales era común y corriente en el Medio Este antiguo.
A continuación, vemos el sacrificio ceremonial; esta es una parte necesaria y estándar de cada pacto en el Medio Oriente. Los animales eran sacrificados y luego, típicamente, se cortaban en pedazos… o en el sentido más literal en hebreo, CORRECTAMENTE DIVIDIDOS (sí, así es, esa frase tan conocida en el cristianismo de “dividir correctamente la Palabra” fue sacada completamente de contexto… ya que “dividir correctamente” se refería al corte adecuado del animal sacrificial, no a la interpretación de la Biblia). Los pedazos del animal sacrificado se colocaban alrededor del altar y, usualmente, las dos partes que hacían el pacto caminaban juntas entre los pedazos del animal cortado. No se nos dice si esto ocurrió aquí, pero es casi impensable que no lo hiciera. Parte de la sangre era recogida en vasijas y se rociaba sobre las personas. ¿La razón? Esto significaba que la sangre del pacto las incluía o las cubría.
Interesantemente se nos dice que los “hombres jóvenes” eran enviados a hacer el sacrificio. Muchos comentaristas dicen que era necesario que los hombres jóvenes, presumiblemente seleccionados por su fuerza, porque eran toros lo que iban ser sacrificado y los toros eran pesados y grandes. Aunque más tarde en algunos pasajes de la Torá se menciona el sacrificio de toros (lo cual era común y corriente) no hay ninguna advertencia de usar hombres jóvenes o particularmente hombres fuertes para halar el cadáver del animal. Esta es la razón: los hombres jóvenes de los cuales se habla no eran simplemente hombres joven, ellos eran los primogénitos. Nosotros vemos en este pasaje que no eran hombres fuertes levantando la carga pesada mientras que los otros desempeñaban el ritual; más bien ELLOS en realidad hacían el procedimiento de sacrificio. ¿Por qué los sacerdotes Levitas no hacían el sacrificio; después de todo esa era su responsabilidad primaria? Porque el sacerdocio todavía no había sido establecido, como veremos, pronto será establecido.
Antes de que se estableciera el sacerdocio, cada familia (de manera separada) realizaba los rituales que tradicionalmente seguía… y no sabemos con precisión en qué consistían estos rituales. Sacrificar animales, alimentos y objetos sagrados era normal y costumbre en todas las culturas antiguas conocidas de Medio Oriente, y probablemente los israelitas en Egipto hacían algo similar. Pero la pregunta es, ¿QUIÉN dentro de cada hogar realizaba los sacrificios y rituales? Nuestra respuesta habitual es que sería el hombre mayor o el padre (o quizás un abuelo si vivía en ese hogar). Pero no era así; más bien, era el hijo primogénito quien realizaba estas funciones. Recuerden, primogénito NO significa el hombre más anciano de un hogar; significa el primer hijo que la esposa de un hombre le dio. El padre o abuelo de la casa no era necesariamente un primogénito.
Esta realidad de la vida hebrea va a jugar un papel importante más tarde en el libro de Levítico y luego en Números. El primogénito más o menos tenía la posición del “sacerdote de la familia”; pero SOLO hasta que el Señor establece un sacerdocio oficial (el cual saldría de la tribu de Levi). Una vez el sacerdocio fuese establecido las familias individuales no iban a poder llevar a cabo sus propios sacrificios, en sus propios altares, y a su propia manera. Significativamente miles de primogénitos Israelitas perdieron su valioso estatus de sacerdote de familia. Y más tarde en la Torá nosotros vamos a encontrar una sutil mención de la renuencia de parte de las familias de abandonar sus rituales privados, y de primogénitos renunciar a sus derechos como sacerdote de familia y entregárselo a ciertos miembros de la tribu de Leví.
Bueno, después que Moisés sube a la montaña y regresa, el libro del pacto, los 10 mandamientos y las regulaciones, nuevamente son leídas, y nuevamente la gente responde que ellos van a obedecer. Esto es típico de un ritual en un pacto.
Luego en el versículo 9 algo extraordinario e inesperado sucede: Dios permite que Aarón, sus dos hijos y los 70 ancianos crucen la pared fronteriza y pongan pie en SU montaña Santa. ¡Y claro! La sangre de ese sacrificio del pacto había expiado por los pecados de la gente, y ahora sus representantes podían acercarse a Dios. Esto es EXACTAMENTE igual con nosotros y Cristo: cuando nosotros aceptamos a Yeshua como Señor y Salvador nosotros somos espiritualmente “rociados” con SU sangre, cubiertos con Su sangre, y AHORA nosotros podemos acercarnos a Dios puros ante Sus ojos, mientras que antes no podíamos.
Y dice que ellos vieron a Dios. Aunque, considerando que “nadie puede ver a Dios y vivir”, y que la descripción de lo que vieron es algo muy similar a lo que Juan, 1400 años después, vería (es decir, el área donde estaba Dios estaba pavimentada con piedras preciosas), esto debió haber sido una visión. El sabio judío Rashbam dice que lo que ocurrió aquí es bastante similar a lo que sucedió con Abraham en el momento de sellar el pacto que Dios hizo con él… una manifestación visual de Dios en la forma de un horno humeante apareció ante Abraham. Obviamente, el horno humeante no era la imagen real del Señor, y lo que aquellos hombres que tuvieron permiso de subir al Monte Sinaí vieron, tampoco era la imagen real del Señor. Y, comieron con Dios en lugar de experimentar los resultados habituales de ver la presencia de Dios, que es la destrucción; eso es lo que significa la frase “y Dios no extendió su mano contra ellos…”
Ahora, yo creo que lo que nosotros estamos viendo aquí es un presagio de la futura Fiesta de las Bodas del Cordero donde todos los creyentes serán entregados en matrimonio formal (contrario a nuestro estado actual de compromiso), una unión formal y completa, a Cristo, acompañada de una gran fiesta ceremonial. El comer la cena junta es otra parte indispensable del ritual del pacto…. El mismo completa el pacto. Nuevamente, nuestro pacto, nuestra unión, con Cristo no está completo; pero estará 100% completado en cuanto se formalice el Pacto de Cristo, cuando nosotros hayamos aceptado los términos de ese pacto, la Fe en Yeshua de Nazaret, sentados a los pies de nuestro Señor y cenemos con ÉL en las Fiestas de las Bodas del Cordero. ¡WOW¡
La ceremonia ha terminado y el pacto está completo. Nunca ha sido renovado, porque nunca hubo una necesidad de ser renovado; el pacto es permanente (al menos hasta el final de los tiempos).
En el versículo 12 Jehová llama a Moisés de regreso a Su montaña, y le da las 10 Palabras, los 10 Mandamientos, escritos en la tabla de piedra por el mismo dedo de Dios. Interesantemente Josué fue con Moisés; aun cuando Josué es mencionado brevemente y luego no se dice nada más acerca de él. Aún esto muestra cuan temprano Dios había comenzado el proceso de separar y entrenar a Josué, hijo de Nun, el próximo líder de Israel. Aarón y Hur fueron dejados a cargo del campamento. Hur no era un hijo de Aarón, la tradición dice que él era su yerno. Al menos era obvio que aun por encima de los hijos naturales de Aarón, Hur fue un hombre especialmente seleccionado para ser el asistente de Aarón.
Se nos dice que la gente de Israel fue testigo de la gloria de Dios (en hebreo, kavod) que quemó como un fuego inextinguible en el tope de la Montaña Santa, abajo en el valle en el cual todos los 3 millones de ellos acamparon. Y, en el tope de la montaña, rodeado por la presencia impresionante de Jehová, Moisés permaneció allí por 40 días y 40 noches, obviamente recibiendo la enseñanza más importante e intensa que un hombre jamás haya experimentado. Aunque se nos dice que los primeros 6 días la nube escondió la presencia de Dios, y en el 7mo día el Señor comenzó a darle a Moisés más instrucciones. Aquellos primeros seis días eran como una preparación para Moisés; un tiempo de contemplación espiritual antes de que Él estuviese delante de la misma presencia del Dios Todopoderoso.
Vamos a continuar con el capítulo 25. Antes que leamos este capítulo, me gustaría hacer como una introducción.
El capítulo 24 termina la 3ra división de Éxodo, llamado Pacto y Ley. Con el capítulo 25, nosotros comenzamos la 4ta división, un tema nuevo y central de Éxodo, con respecto al Tabernáculo del Desierto y los rituales asociados con el mismo.
Tan importantes como los actos iniciales de Yehová para crear el mundo, la creación de la humanidad y la caída de Adán, el Diluvio que purgó temporalmente la tierra de la maldad desenfrenada, la historia de Abraham como el primer hebreo, la historia de Jacob como el fundador de las tribus de Israel, la historia de la cautividad de Israel en Egipto y ahora el Éxodo de los hebreos, pocas cosas tienen la importancia de lo que estamos a punto de estudiar… el Tabernáculo en el desierto, la morada terrenal de Dios.
Permítanme decirles cuán importante es: es lo suficientemente importante como para que la totalidad o partes de 50 capítulos en la Torá se dediquen a la construcción y el servicio del Tabernáculo. Cada minucioso detalle de su construcción, los implementos usados, las vestimentas que se deben llevar, cómo se deben realizar los rituales de culto y QUIÉN debe realizarlos y más, fueron especificados por Yehová con la exigencia repetida de “hacerlo según el modelo que te he mostrado”. El sistema de sacrificios se explica meticulosamente: qué animales son adecuados para los distintos sacrificios, qué tipo de sacrificio es para cada propósito, cómo se debe sacrificar y procesar el animal, quién puede participar del consumo de la carne y quién no, y mucho más.
Ahora por favor escuchen esto; los autores judíos del Nuevo Testamento asumían que los lectores de las varias cartas y epístolas (que eventualmente llegaron a ser recopilado en un canon Bíblico) ya entendían el propósito del santo Tabernáculo y el Sistema de Sacrificio. Los escritores del Nuevo Testamento COMENZARON en un punto donde se da por hecho que los lectores ya estaban familiarizados con todos los puntos esenciales de la sociedad Israelita, tradición y adoración…incluyendo el Templo y sus servicios, el sistema complejo de sacrificios y los ritos de purificación, la historia de Israel, cómo el matrimonio y la vida familiar funcionaba, y así sucesivamente. ¿Y, dónde uno obtiene todos estos pre-requisitos de conocimiento? Bueno si uno no vive en la sociedad entonces debe ser estudiando y entendiendo los registros de esa sociedad y las leyes que el Señor decretó para gobernarlo: el Antiguo Testamento.
La Torá tiene que ver con instrucción; y tan es así que el Tabernáculo y el sistema de sacrificio son para enseñarnos a nosotros el Evangelio. Es para enseñarnos el PROPÓSITO de Israel. Es para enseñarnos a nosotros la Santidad de Jehová. Es para enseñarnos a nosotros el gran y terrible pago que sería necesario para perdonar nuestros pecados.
Nosotros vamos a encontrar un número de nombres para el Tabernáculo del Desierto en la Biblia. El mismo era llamado un “santuario”, en hebreo un “miqdash” (mic-dawsh), que quiere decir un lugar sagrado y santo. También era llamado un “tabernáculo”, en hebreo un “mishkan” que quiere decir una morada, en este caso, la morada de Jehová. “Tienda” era otro nombre, en hebreo “ohel” (o-el), el cual indicaba una simple tienda de tela estilo Beduino. El “tabernáculo de la congregación” era otro término usado, en hebreo “ohel moed”; que quería decir en su sentido más literal, la tienda de las fiestas señaladas. Otra expresión era el “tabernáculo de testimonio”, en hebreo “mishkan ha eduth”, la morada del testimonio…eso es, el lugar donde los 10 Mandamientos están alojados. El mismo ha sido llamado el Tabernáculo del Desierto, y la Tienda de Moisés. Aun cuando los significados precisos de cada uno de estos términos se enfocan en diferentes aspectos de la esencia del Tabernáculo, los mismos están todos refiriéndose a la misma estructura; la morada portátil de Jehová que los Israelitas usaron al comienzo en el monte Sinaí y a través de todo el tiempo en el desierto, y luego por 400 años DESPUÉS, hasta que un edificio permanente de piedra y madera fue levantado por Salomón. Esa estructura de piedra y madera fue llamada EL Templo. EL Templo y el Tabernáculo son dos cosas diferentes, pero fueron construidas para el mismo propósito; en realidad el Templo era solo una versión permanente, que no se podía mover, del Tabernáculo. Y, ahora, aun el Templo ha sido reemplazado; ya que hoy en día estos cuerpos de carne en los cuales nosotros los creyentes caminamos alrededor son el Tabernáculo, el Templo, el lugar donde el Espíritu Santo de Jehová mora. Es interesante, verdad, como el Tabernáculo original era portátil, una tienda temporal; y mucho después cuando fue reemplazada nuevamente la morada de Dios, nosotros, una tienda con un periodo de vigencia limitado ha sido diseñada para ir donde sea que Él nos dirija a nosotros. Israel se iba a mover por 40 años, así mismo la morada de Dios tenía que moverse con ellos si Su presencia iba a estar con ellos. Luego Israel se estableció en la Tierra Prometida y la morada de Dios fue establecida en la tierra; por lo tanto, si uno quería venir a Dios, uno venia al Templo en Israel. Comenzando con Yeshua NOSOTROS nos convertimos en el Templo del Señor, su morada terrenal (NO celestial). Así que cuando llevamos Su Palabra al mundo, ÉL va con nosotros.
El Tabernáculo tenía un propósito primordial: un lugar especialmente limpio y santo para que Jehová pudiera morar entre SU pueblo. En segundo lugar, era el lugar donde Su pueblo, Su congregación, podía encontrarse con ÉL. El tabernáculo también tenía una característica primordial: la misma era visible y era ubicada en el centro del campamento de Israel. Estaba ubicada allí para recordarles a las personas de Dios, que SU constante presencia estaba con ellos. Estaba allí para recordarles a las personas que se mantuvieran alejadas de otros dioses, idolatría, y para servir a Jehová y SOLO a Jehová.
El campamento de los Israelitas consistía en cientos de miles de tiendas que rodeaban el Tabernáculo. Y las tribus eran organizadas en un orden exacto, cuidadosamente ubicadas en cada uno de los 4 lados del Tabernáculo. Al Este estaban las 3 tribus de Isacar, Judá y Zabulón, compuestas de 186,000 hombres. Al oeste estaba Manasés, Efraín y Benjamín, consistiendo de 108,100 hombres. Acampando al lado norte estaban Aser, Dan, y Neftalí, y sus 157,000 hombres. Y al sur estaban los 151,400 hombres que componían las tribus de Simeón, Rubén, y Gad. Los Levitas fueron ubicados cerca del Tabernáculo y ellos fueron divididos por familia y ubicados en los cuatro lados, como un anillo interior ENTRE el Tabernáculo y las 12 tribus, como una zona neutral; los Levitas llegaban a 22,300 hombres.
Fíjate que dije hombres. Cualquier censo hecho en Israel SOLO contaba los hombres. Y solo los hombres calificados para pelear en el ejército; aquellos varones que eran muy jóvenes, muy ancianos, o discapacitados, no eran contados. Por lo tanto, cuando añadimos a las mujeres, los niños, los enfermos y los ancianos, había algo en el orden de 3 millones de israelitas rodeando el Tabernáculo; ahora, eso era como una ciudad de tiendas, ¿verdad?
El orden de la colocación de las tribus alrededor del Tabernáculo NO fue al azar. Cada grupo de 3 tribus representaba el campamento conjunto de aquellos que eran parientes de sangre más cercanos. Por ejemplo: Manasés y Efraín, hermanos, llevaban la autoridad de su padre José. Ellos se agruparon con Benjamín. Benjamín y José tenían la misma madre, Raquel. Por lo tanto, estas 3 tribus formaron una división y acamparon juntas.
Simeón y Rubén eran hijos de la primera esposa de Jacob, Lea. Como Leví, otro hijo de Lea fue separado para la tribu sacerdotal (ya no eran considerados una de las 12 tribus) Gad tomó su lugar en la organización del campamento. ¿Por qué Gad? Porque Gad era un hijo de la sirvienta de Lea, Zilpa.
Judá, Isacar, y Zebulón, eran los hijos menores de Lea. Por lo tanto, ellos fueron organizados para que acamparan juntos.
Dan y Neftalí eran hijos de la sirvienta de Raquel, Bila. Ellos fueron separados con el hijo menor, Aser, de la sirvienta de Lea.
Así que el orden del campamento era indicativo de una clase específica de orden de las tribus. Y, yo estoy seguro, que particularmente porque en el sistema tribal la relación de sangre tenía mucho peso, al agruparlos de esta manera podían mantener los problemas a un mínimo.
Ahora presta atención al simbolismo de ubicar a Moisés, Aarón, y las familias sacerdotales, los Levitas y sus sub-grupos los Meraritas, los Coatitas, y los Gersonitas, cerca para rodear el Tabernáculo, como una fosa alrededor de un castillo; y todas las 12 tribus regulares estacionadas más lejos de la morada de Dios. Aquí nosotros tenemos el concepto de mediación en función. Los sacerdotes, de la tribu Levita, están a punto de llegar a ser los intermediarios entre las personas y Dios. Las personas ya no pueden ir directamente a Dios; ellos deben de ir a través del sacerdote en el sistema de Jehová. Así que el campamento presenta una visualización de esa idea; la gente de las 12 tribus regulares tenía que LITERALMENTE ir a través, caminar a través, del campamento de los sacerdotes para poder llegar a Dios (o mejor dicho, acercarse a su Tabernáculo). Y la manera en que funcionaba era que las personas iban al sacerdote, quienes eran los que iban a Dios de parte de ellos. Este concepto entero era profético y es presagio de UNO de los ministerios más importantes de Cristo…Él era de ser nuestro sumo sacerdote….nuestro mediador entre Jehová y nosotros, Su pueblo. Nosotros no podemos ir directamente al Padre; así que nosotros vamos al Mesías, quien va al Padre Jehová por nosotros.
Cada uno de los grupos (o divisiones) de 3 tribus (recuerda, había 4 grupos de 3) tenían una tribu dominante, un líder de la tribu, el cual era Judá (este), Efraín (oeste), Dan (norte), y Rubén (sur). Recuerda que te dije hace un tiempo atrás que siempre prestarás atención a la dirección ESTE en la Biblia. La misma casi siempre tiene un significado espiritual. El tabernáculo siempre estaba puesto para que el lugar Santo mirara hacia el ESTE; y ahí era donde Judá estaba localizado. Judá…la tribu que era la que iba a llevar la autoridad, de acuerdo con la bendición de Jacob, para TODO Israel. Judá iba a ser la tribu preeminente que gobernaría sobre todas las otras tribus. ¿Y, de que tribu sale Yeshua, el rey? Judá.
Date cuenta de que al lado opuesto del campamento, hacia el oeste, pero MÁS CERCANO al Lugar Santo estaba la tribu de Efraín. A Efraín se le había dado la otra mitad de la bendición del primogénito de acuerdo con la bendición de Jacob. Mientras que a Judá se le dio el derecho de gobernar sobre Israel, a Efraín se le fue dada las riquezas de la tribu, y las bendiciones de fecundidad……llamada la bendición de la Doble Porción. Nosotros estudiamos esto muy cuidadosamente en Genesis 48, 49, y 50. Este estudio es crítico para entender la Biblia entera. Así que, si te los perdiste, yo fuertemente les sugiero que obtengan los CDs. Yo creo que aquellos de ustedes que hicieron este estudio lo encontraron particularmente revelador.
Así que la ubicación de estas tribus alrededor del Tabernáculo tuvo tremendo simbolismo profético y significado. Permítanme decirles algo adicional que les va a ayudar a entender las profecías del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. Cada una de las 4 dominantes, o líderes, tribus tenían un símbolo específico, un emblema, por el cual ellos eran conocidos (de hecho todas las 12 tribus). Todos nosotros sabemos que el símbolo de Judá era el León…nosotros hasta llamamos a Cristo el León de Judá. Bueno la tribu de Efraín era un ternero macho, un toro, a veces mostrado como un buey macho. El símbolo tribal de Dan es un poco más un misterio, como la misma tribu, en ocasiones era una serpiente, en otras ocasiones una serpiente voladora, y tradicionalmente ha sido aceptado que era un Águila. El símbolo de Rubén era un hombre, un humano.
Los 4 líderes de las tribus, quienes representaban las 12 tribus, cada uno tenía un símbolo: uno era un León, uno parece tener un Águila, otro un Toro o un Buey, y el ultimo era un hombre, o un humano. Y estas tribus rodeaban la morada terrenal de Dios, el Tabernáculo. Ellos protegían el Santuario de Dios de los forasteros, y el Señor los protegía a ellos de los enemigos.
Nada en la Biblia está aislado. Todo está conectado. Para demostrar esto vamos a Ezequiel 1:10. Ezequiel era un profeta que vivía cerca de 700 años después del tiempo de Moisés. Dios parece haberse comunicado a veces con Ezequiel a través de visiones. La visión que él tuvo en el primer capítulo de Ezequiel comienza con una vista del Cielo, y el área del trono de Dios, y habla acerca de cuatro criaturas vivientes. Ellas tenían 4 alas, y 4 caras.
Ahora, mira Ezequiel 1 versículo 10:
“…y la forma de sus caras era como la cara de un hombre; los cuatro tenían cara de León a la derecha y cara de toro a la izquierda, y los cuatro tenían cara de águilas”.
Y, se nos dice que dondequiera que el Espíritu de Dios iba, ellos iban.
Hmmmmm. Cada una de las 4 Criaturas Vivientes tenía cara de un León, un Águila, un Toro y un hombre. Ahora, ¿dónde acabamos de ver esos mismos símbolos? ¡Correcto! Esos eran los símbolos representativos de las 4 tribus dominantes de Israel. ¿Coincidencia? Aún más, al igual que donde el Tabernáculo con el Espíritu de Dios iba, los Israelitas iban, así que estas criaturas extrañas fueron donde quiera que el Espíritu de Dios iba.
Date cuenta de algo más: el León estaba a la derecha. La derecha de cualquier cosa en la Biblia era simbólico de lo mejor, lo dominante, lo más fuerte o lo más importante, y en ocasiones era la posición Santa. Por ejemplo, tu mano derecha, tu ojo derecho, tu pie derecho, simbolizaba lo mejor o lo más importante. La izquierda era simbólica de menos valor.
La derecha también era equivalente al ESTE. La derecha era dominante y santa, el este era el lado dominante y santo. El León estaba en el lado derecho de la Criatura Viviente; Judá estaba acampando en el lado derecho, el lado este, del Tabernáculo.
El lado izquierdo era equivalente al Oeste. El toro estaba en el lado izquierdo de la Criatura Viviente, al igual que Efraín cuyo símbolo es el Toro, acampaba en el lado izquierdo, el lado oeste del Tabernáculo. El frente, o el lado sur, de la Criatura Viviente era un hombre, un humano; un hombre simbolizaba a Rubén quien acampaba en el frente, o en el lado sur, del Tabernáculo. Y, finalmente en la parte de atrás, la parte de atrás de la Criatura Viviente era la casa de un Águila. El Águila era el símbolo de Dan que acampaba en la parte de atrás, el lado Norte, del Tabernáculo.
Pero esto no termina aquí. Vamos a buscar Apocalipsis 4:6
Leer Apocalipsis 4: 5 al 8
Esto es una visión dada a Juan que, sorprendentemente, es bastante similar a la de Ezequiel porque ambas eran visiones del cielo y del trono de Dios. Ahora recuerda, ¿cuál era el propósito primordial del Tabernáculo? Era la morada de Dios en la tierra. Y a Moisés se le dijo que hiciera el Tabernáculo “según el patrón que se le había mostrado” por Dios. El Tabernáculo era una réplica física terrenal hecha según el patrón celestial de Dios, de la morada espiritual. Por cierto, el Jardín del Edén era una réplica física terrenal de la morada celestial de Dios.
Así que Apocalipsis 4 habla nuevamente de estas Criaturas Vivientes, o Seres Vivientes. Fíjate nuevamente de lo que estos seres aparecen estar compuestos: Un León, un Buey, un humano, (o un hombre), y un águila.
Así que estas Criaturas Vivientes en Ezequiel y en Apocalipsis son las mismas criaturas y ellos están directamente asociadas con las 4 tribus dominantes de las tribus de Israel que representan TODO Israel. De hecho, las Criaturas Vivientes tienen correlación directa aun en lo que respecta a que dirección, en que LADO de la Criatura Viviente las diferentes caras son ubicadas, y es exactamente como las tribus de Israel están ubicadas alrededor del Tabernáculo.
Nuevamente nosotros encontramos esta maravillosa DUALIDAD DE LA REALIDAD. Ezequiel y las visiones reveladoras de Juan eran del CIELO, y más específicamente, de la morada de Dios en el Cielo. Las Criaturas Vivientes son un tipo de guardián o espíritu servidor para Dios, y la misma rodea su trono. Así que el Tabernáculo, la morada física de Dios fue construida a la imagen del trono Celestial de Dios, la morada espiritual de Dios. Las 4 tribus dominantes de Israel eran el modelo físico de las criaturas espirituales justo hasta la manera en que rodeaban y se movían con SU morada terrenal, el Tabernáculo, y Su morada Celestial. Probablemente esto es porque las tribus Israelitas tenían sus símbolos representados como los de aquellas Criaturas Vivientes, porque cada una de esas tribus estaba para servir un propósito específico en relación con servir a Dios.
¿Impresionante, ¿verdad? No olvides esto. Mientras que esta información puede sorprender a sus amigos en un juego de Trivia Bíblico, es también crucial en el entendimiento de la profecía, ¿verdad? Así que, de repente esos extraños Seres Vivientes no son tan difíciles de entender.
La semana que viene comenzaremos con el estudio de Éxodo capítulo 25.