Éxodo
Lección 20 Capítulo 20 continuación
Al continuar con nuestro estudio del Decálogo, de los Diez Mandamientos, nosotros hemos finalmente terminado con las partes más controversiales y vamos a entrar a áreas que son un poco más cómodas. Así que, se pueden relajar.
Leer Éxodo20:12
La 5to mandamiento exige a los hijos mostrar el debido respeto y cuidar adecuadamente de sus padres. También nos da la razón por la cual debemos ser obedientes a este principio: para que nuestros días en la tierra sean prolongados. Ahora, dependiendo de tu traducción, podrías decir, bueno, eso es MUY judío, porque Dios se refiere claramente a la tierra de Israel cuando dice "tierra". Y, ciertamente, ese es un aspecto del significado aquí. Pero, como ahora estamos (esperemos) comenzando a entender, aunque Jehová dio estos principios en el Pacto de Moisés a Israel, estos principios no son SOLO para Israel; en realidad, se trata de cómo se supone que debe funcionar el universo que Dios creó. Para agudizar un poco más el punto, estos son los principios por los cuales los humanos REDIMIDOS deben vivir. Nunca olvidemos que Israel fue la elección de Dios, por Su gracia, para ser el receptor y guardián de la Palabra de Dios para toda la humanidad… no solo para ellos mismos.
La palabra usada aquí en el Versículo 12 para la tierra, en hebreos, es Adamah. Y, si, está relacionada al nombre del primer hombre creado, Adán. La mayoría de las veces Adamah sencillamente quiere decir tierra, refiriéndose a barro, suelo, lodo, pero puede significar tierra refiriéndose a nuestro planeta. En ocasiones ha sido traducido como país o pueblo, (como en la tierra de Canaán), pero eso verdaderamente nos da una impresión incorrecta del significado. Por ejemplo, cuando la Biblia nos dice que Moisés estaba parado en tierra Santa, en hebreo es parado en Adamah Santa. La idea es que, generalmente, adamah no debe ser tomado como referencia a una región en específico o un país. En ocasiones vemos Israelitas en la Biblia referirse a la tierra de Israel solo como “la tierra”. Pero una palabra hebrea completamente diferente es usada en ese caso: eretz.
Lo que estoy tratando de demostrar es que Jehová está diciendo que nosotros vamos a recibir bendiciones de una vida más larga y abundante en la tierra al tratar a nuestros padres con amor y respeto y cuidado como Dios espera de nosotros. De hecho, esto es nuestro deber.
Parte de la razón para este principio es la crucial importancia de la familia en el plan del Señor para la humanidad. La estabilidad familiar es mantenida con el cumplimiento propio de la estructura de autoridad que Dios establece para las familias, con los padres en la parte más alta de esa jerarquía. La transgresión a este mandamiento trae desintegración familiar; la transgresión a este mandamiento al llegar a ser una norma de la sociedad trae desintegración nacional. En el libro de Ezequiel (22:7) Ezequiel culpa a la ruptura de la familia como una de las razones primordiales por la cual el Señor permitió que Judá fuese exiliado a Babilonia.
Leer Éxodo 20:13
La 6to mandamiento es una prohibición en contra de matar a los seres humanos. Pero, para poder entender la manera tan estrecha en la que debemos tomar este mandamiento, subraya la palabra “asesinar”. Este mandamiento no trata acerca de matar en el sentido general. En hebreo la palabra usada aquí es “ratsach”. Se refiere a matar injustamente y SOLO a matar injustamente…ya sea intencionalmente o sin intención. La misma no quiere decir “ejecutar” en un sentido de llevar a cabo una sentencia judicial completamente legal. No quiere decir “ejecutar” como llevar a cabo una sentencia judicial completamente legal. No quiere decir matar a un enemigo en una batalla, o matar a un intruso en defensa propia o en defensa de otro. Asesinar es una muy buena traducción de la palabra ratsach, y la manera en la cual el mundo Occidental piensa sobre la palabra asesinar u homicidio involuntario es exactamente lo que este Versículo quiere decir.
Ahora, la próxima pregunta es, ¿qué quiere decir exactamente el matar a un ser humano justamente versus injustamente? Bueno ese es uno de los muchos temas que Jehová va a explicar comenzando en el capítulo 21, en las regulaciones y ordenanzas que han de seguir…lo que comúnmente se refiere a la Ley, las 613 leyes del código civil hebreo. Nosotros discutiremos eso cuando lleguemos al mismo.
Aquí está el asunto sobre el asesinato: Dios dice que SOLO Él tiene el derecho de quitar la vida humana. Sin embargo, la Torá específicamente le da al gobierno humano la tarea de determinar la culpabilidad o inocencia de una persona acusada de este crimen, Y Él delega la tarea de aplicar la pena de sangre por sangre. Génesis 9 establece esta dinámica en cuanto a la razón del Señor para el castigo capital: “Quien derrame la sangre de un hombre, por el hombre será derramada su sangre”. ¿Por qué es tan grave el asesinato injusto de un ser humano? Nuevamente, en Génesis 9 se nos dice, “A imagen de Dios hizo Dios al hombre”. El hombre es derivado de Dios, por lo que el asesinato es muy grave y la justicia de Dios requiere la pena máxima.
Lo irónico es que, a medida que la historia avanza, la humanidad se considera cada vez más civilizada y humanitaria, y así, la mayoría de las sociedades han abolido la pena de muerte. Esto es una rebelión directa contra las leyes y principios de Dios y, de hecho, al no quitarle la vida al asesino según el sistema de justicia del Señor, la vida humana se DESVALORIZA. Permítanme aclarar algo: la Biblia no le da al hombre absolutamente ninguna flexibilidad para conmutar la sentencia de muerte de un asesino.
Sin embargo, esta práctica de conmutar sentencias de muerte por encarcelamiento (o incluso permitir el pago de un rescate a la familia de la víctima), o de abolir por completo la pena capital, no es un fenómeno moderno; durante el período del Segundo Templo (cuando Yeshúa vivía), la imposición de la pena de muerte por el Sanedrín era rara. Es popular en círculos cristianos decir que esto se debía a que los romanos les habían quitado a los judíos el derecho a ejecutar sentencias, pero eso es demasiado simplista. En realidad, los registros muestran que todo lo que el tribunal judío tenía que hacer era presentar su decisión en un caso de pena capital ante la autoridad romana local; el gobernador romano revisaba el caso y, a menos que tuviera serias reservas (y como vemos con la ejecución de Jesús, a veces no importaba si las tenía), los romanos la aprobaban y llevaban a cabo la ejecución en nombre de las autoridades religiosas judías. En otras palabras, los judíos tenían la capacidad de ordenar la pena de muerte; simplemente, los romanos tenían que estar de acuerdo con la decisión y ser los agentes que ejecutaran la pena.
Los judíos, desde hacía tiempo, habían decidido que la misericordia era el mejor camino y, con frecuencia, conmutaban las sentencias de muerte para los asesinos. En el tratado Makkot de la Mishná, encontramos una declaración de la opinión del Sanedrín de que dictar una sentencia de muerte incluso una vez cada siete años era excesivo. Un rabino que comentó sobre esa declaración, el rabino Ben Azariah, dice que una vez cada 70 años era demasiado. El rabino Akiva afirma que, de haber estado en el Sanedrín, nunca habría permitido ninguna sentencia de muerte bajo ninguna circunstancia.
Rabbi Gamaliel respondió a esta mentalidad pervertida que sí el Sanedrín hubiese adoptado este punto de vista de la mayoría de esos Rabinos radicales y NUNCA hubiesen dado la pena de muerte, la cantidad de sangre inocente derramada en Israel hubiese aumentado dramáticamente. ¿No es eso lo que hemos visto en los Estados Unidos donde la pena de muerte ha sido abolida en muchos estados y el sistema legal hace el extraerla casi imposible en los estados donde es permitido? El derramamiento de sangre no ha disminuido como consecuencia de conmutar penalidades de muerte, las mismas han aumentado.
El principio del Señor es que la vida de un asesino es para realmente PROTEGER la vida, la vida inocente.
Leer Éxodo 20:14
Ahora, dependiendo en su versión el 7mo mandamiento es el Versículo 14 o es parte del verso 13.
La 7mo mandamiento es que una mujer casada no debe cometer adulterio. Ahora, mientras nosotros no vamos a profundizar en esto (aunque probablemente lo deberíamos hacer), yo quiero hablarles un poco acerca de este mandamiento, porque el mismo establece un principio de Dios que la mayoría de nosotros no captamos completamente. La primera cosa que debemos entender es que el concepto entero de adulterio, por definición, SOLO ocurre dentro de la institución del matrimonio; fuera del matrimonio, el adulterio no tiene significado. Y, el matrimonio no es solo un elemento del plan de Dios para la humanidad, sino que juega un papel en la relación de Dios con la humanidad.
El concepto entero del matrimonio es que una “unión” ocurre; en lo que se refiere a relaciones de humanos con humanos, bíblicamente, esta unión matrimonial es entre un hombre y una mujer. Mientras muchos de nosotros en ocasiones pensamos del matrimonio como un asunto físico o sexual, o en nuestra sociedad Americana como un asunto legal o financiero, en realidad la unión de la que Dios está hablando en el 7mo mandamiento es PRIMORDIALMENTE una unión espiritual. Ciertamente, en el mundo actual existen los aspectos físicos del matrimonio, y en absoluto la razón para ser, es la propagación de la raza humana. Pero eso va a terminar en un futuro no muy cercano. La razón por la que yo digo eso, es que desde la perspectiva de Jehová, el pecado de adulterio tiene que ver menos con un esposo y una esposa teniendo una unión física sexual fuera del matrimonio que de nuestros espíritus entrando en una unión no autorizada con otro. Dios ha autorizado que un hombre y una mujer, delante de ÉL, sean unidos en cada nivel de unión entre ellos mismos; pero SOLO entre ellos mismos. La única otra unión permitida dentro del matrimonio es con Dios, a través de Cristo (uno puede discutir que una clase de 3ra unión es permitida, entre la pareja casada y el cuerpo de Cristo, la verdadera iglesia. Pero, esa unión NO es la misma cosa, el cual es porque se habla en términos de unidad, no unión.)
Ustedes probablemente han notado que nuestra unión con Cristo es hablada en ocasiones en la Biblia usando terminología de matrimonio; y el uso de esa terminología de matrimonio no es una analogía Ni es una ilustración. Es absolutamente real, y ese hecho también nos debe ayudar a estar más al tanto de cómo nosotros debemos de considerar la esencia del matrimonio desde el punto de vista de Jehová, y cómo nosotros debemos considerar la naturaleza de nuestra relación con Cristo. Al igual que el matrimonio terrenal ES un hombre y una mujer estando en unión el uno con el otro, la Salvación ES nuestro ser en unión con Cristo.
Ahora, permítanme explicar eso un poco más. En el futuro va haber una gloriosa fiesta de matrimonio, en ocasiones llamada Las Bodas del Cordero, en el cual la novia de Cristo, la iglesia, (significando todos los creyentes), van a entrar a un matrimonio con ÉL. Esto nos dice que aun cuando nosotros estamos inmediatamente en unión con Cristo por medio de la aceptación de su Señorío (cuando somos Salvos), nosotros no estamos todavía COMPLETAMENTE y FORMALMENTE en una unión de matrimonio con ÉL. Así que nuestra unión y unidad con Cristo va un día a llegar a ser algo aún MÁS completo al final de esta era actual de lo que es hoy en día. Al principio esa declaración pudiera decir nada. ¿Cómo puede ser posible que nosotros estamos casi casados pero al mismo tiempo todavía no estamos casados con Jesús, y el matrimonio llegará a estar completo más tarde? Aun cuando ese concepto nos puede molestar un poco, el mismo hubiese tenido sentido para los hebreos del tiempo de Cristo. Porque al igual que hoy en día donde primero hay un compromiso para casarse, el compromiso ocurría antes que la ceremonia de la boda, así mismo era en aquellos días. Antes el compromiso llevaba consigo una promesa más seria y tangible de lo que conlleva ahora. Al llegar su momento, vamos a estudiar más profundamente todos los aspectos ceremoniales del matrimonio hebreo, los cuales no solo son interesante sino que instructivos. Por ahora solo entiende que al momento del compromiso un hombre hebreo y una mujer eran tratados como si ellos estuvieran casados; eso es, la unión, hasta cierto grado, comenzó una vez hubo compromiso. Un Chethubah, un contrato legal de matrimonio, era escrito y aceptado y estaba inmediatamente en efecto una vez estaban comprometidos; y una pareja comprometida no puede romper su compromiso sin un decreto de divorcio formal y legal. La infidelidad durante el periodo de compromiso era considerado adulterio; aun comprometidos, la propiedad de la mujer era considerada que le pertenecía a su prometido a menos que él renunciara a los derechos del mismo. Todo lo que quedaba después del compromiso de matrimonio para ser completado al 100% era la consumación del matrimonio, la unión física, la cual ocurría DESPUÉS de la fiesta ceremonial de la boda.
Nosotros, que somos de Cristo estamos actualmente en un estado de compromiso con Él. Nosotros estamos en el PROCESO de matrimonio. Ahora mismo, Cristo está con nosotros en Espíritu, y por ende nosotros estamos en unión con ÉL en espíritu; pero en la Fiesta de la Boda del Cordero Él va estar con nosotros en PERSONA, y nosotros vamos a estar en unión con Él. Así que aun durante nuestro actual tiempo terrenal de compromiso con Cristo, el estar en unión con algo que está prohibido, el nosotros entrar en un estado de infidelidad con Cristo, nos pone en un estado de adulterio en nuestra relación con Cristo ante los ojos de Jehová.
La palabra griega en el Nuevo Testamento “moichos” (moy-kos) el cual típicamente correctamente es traducido “adulterio”, DEBE ser entendido en el sentido hebreo del Antiguo Testamento para nosotros poder entender completamente lo que Dios nos está diciendo acerca del adulterio. Cuando los hebreos hablan del adulterio, ellos querían decir infidelidad a tu compañero de unión. NO tenía que ser un acto de conocimiento público de tener sexo con otro para ser considerado adulterio, aunque en la mayoría de las ocasiones eso era lo que ocurría. Lo que constituía adulterio, y las pruebas propias y castigos para el mismo, cambiaron considerablemente con el tiempo. Durante el tiempo de los Patriarcas, el adulterio requería que la mujer tuviera sexo con otro hombre. Ninguna otra prueba aparte de la sospecha del esposo era necesaria, y él mismo podía ejecutar. La ley de Moisés trajo el requisito para condena de mínimo 2 testigos. Para el tiempo de Cristo muchas pruebas eran necesaria, una corte de justicia dictaminaba en el asunto, y la muerte era todavía una de una gama de muchos posibles castigos, pero la mayoría de las veces una humillación pública de alguna clase era el castigo. No fue mucho tiempo DESPUÉS de la muerte de Cristo, que la pena de muerte fue removida para el pecado de adulterio porque llego a ser desenfrenada e imposible de controlar; y el número de mujeres que hubiesen sido ejecutadas era tan grande como el llevar a cabo la sentencia de muerte inimaginable. Durante todos los tiempos BÍBLICOS, el adulterio era considerado PURAMENTE un crimen y pecado femenino….el hombre no era sometido al mismo. Y claro, que Cristo dejo claro que ese ciertamente NO era el punto de vista de Dios y en Levítico nosotros vemos que el hombre y la mujer eran sometidos a las mismas consecuencias.
Infidelidad de una mujer a su compañero de unión en la forma de fraternizar con otro hombre, o tomar el lado de otro hombre en un desacuerdo en contra de su esposo, era en ocasiones adulterio en tiempos Bíblicos. Así que adulterio en lo que respecta a Dios, carga consigo este amplio sentido de infidelidad de sí mismo a Jehová en un nivel espiritual; y aun incluía la idea de halar a otra persona junto contigo a esta infidelidad, porque toma dos hacerlo, ¿verdad?
La cosa es que hay ciertas uniones disponibles para la humanidad de las cuales nosotros estamos prohibidos de entrar, especialmente si nosotros deseamos también estar en unión con Cristo. En otras palabras hay otras uniones que son mutuamente exclusivas. Las Escrituras explican que en esencia con QUÉ o QUIÉN estamos en unión, define como Dios nos ve. Un ejemplo obvio sería si nosotros entramos en unión espiritual con Satanás, nosotros no podríamos estar en unión espiritual con Cristo….esas dos uniones siendo mutuamente exclusivas. Hay otras uniones prohibidas, todas ellas destructivas, y Pablo provee una lista de ellas en 1 Corintios 6, pero ese no es nuestro objetivo así que nosotros no vamos a estar tratando con cada una de ellas. El punto es que nuestra unión con Cristo es CASI similar a nuestra unión de matrimonio humano, desde el punto de vista de Dios. Por lo tanto, para que un creyente entre en una unión prohibida mientras está en unión con Cristo, o para un esposo o esposa entrar en una unión fuera de su matrimonio, la Biblia usa el mismo término para ambos casos: "adulterio". Así que necesitamos entender la naturaleza seria de este pecado en un contexto mucho más amplio del que normalmente pensamos.
Ahora, yo estoy seguro que a algunos aquí les gustaría discutir un poco acerca de los aspectos del “adulterio” moderno y del volver a casarse. Yo no creo realmente que esto es apropiado para esta lección, pero me gustaría hacer unos cuantos comentarios breves acerca de esto. Primero, el cometer adulterio, ya sea siendo infiel a su esposo, o tal vez (dependiendo en su teología) divorciándose y volviéndose a casar, es en ninguno de los casos un pecado imperdonable. No hay pecado que nosotros podamos cometer que Jesús no haya pagado el precio. Y, también por favor entiendan que en el significado común del término de estado de adulterio en la Biblia, el mismo tenía que ver con una mujer casada viviendo con un hombre que no fuese su esposo……lo cual era visto mal por la sociedad. Osea, ella nunca había obtenido un divorcio legal, típicamente porque era la prerrogativa del esposo el otorgarle el divorcio o no. El hombre, por otro lado, comúnmente se divorciaba de su esposa con el solo propósito de estar con otra mujer. Mientras que esto era socialmente aceptable en aquellos días, esto no era aceptable para Jehová, y Jesús hablo bastante de esto, tratando de dejarlo claro.
Segundo, la Biblia lucha grandemente con el divorcio y el volver a casarse. Pablo abunda en gran manera sobre este asunto, y provee ciertas reglas generales para eso…. Algunas de las cuales ÉL dice que son de Cristo, las restantes siendo su opinión personal. Aun así, ÉL (y Jesús) dejan claro que la razón para dirigirse al asunto del divorcio y de volver a casarse es que Jehová está muy al tanto de la dureza actual del corazón del hombre, y aun cuando el de ninguna manera está excusando el divorcio; ha hecho provisiones para que no pequemos aún más en caso de que nuestro matrimonio se vaya a la ruina.
Este es el contexto en el que Pablo hizo su declaración acerca de que en algunos aspectos es mejor, si se puede, no casarse. Esto se debe a este dilema que enfrenta la humanidad en su estado actual de corrupción: las personas solteras pueden no ser capaces de mantenerse célibes (evitando así la fornicación), mientras que las personas casadas pueden no ser capaces de permanecer fieles entre sí (evitando así el adulterio), o incluso de llevarse lo suficientemente bien como para alcanzar una paz que les permita seguir casados. Y, en ambos casos, cuando fallamos, afecta nuestra relación con Jehová, que es lo que más le preocupa a Pablo. Los problemas que enfrentamos hoy en este sentido NO son diferentes a los de la época de Cristo.
Y finalmente, debemos ver la gracia de Dios en todo esto. No pienses, por favor, que si estás divorciado y ahora casado nuevamente, estás en una unión no autorizada y que, para estar bien con Dios, deberías terminarla. ¿Fue el pecado lo que nos puso en esa situación desde el principio? Oh, sí. Y a eso se referían tanto Cristo como Pablo, porque muchos divorciados, en particular los hombres, no sentían ningún remordimiento por el divorcio. Pensaban que, bajo las leyes de Moisés (y en algunas Tradiciones posteriores), se establecían procedimientos legales para que las parejas se divorciaran. Así que, si seguían esos procedimientos legales meticulosamente, todo estaba bien y era aceptado por Jehová. Error. Si estás divorciado y casado nuevamente, ¿has buscado el perdón de Dios por ello y por todo lo que te llevó a esa situación? Si lo has hecho, entonces acepta Su perdón, reconoce el pago completo de Cristo en tu nombre por esa transgresión, y sigue adelante con gratitud por la maravillosa misericordia que te ha mostrado al darte una nueva unión, dentro de la cual puedes vivir de la manera en que los hombres y las mujeres fueron diseñados y destinados a vivir, aunque Su intención fuera que nunca necesitáramos otra que no fuera la unión original. ¡Eso es el amor de Dios! Esa es la razón por la que NECESITAMOS a Cristo.
En resumidas cuentas aun cuando en la superficie podemos típicamente pensar del adulterio como un asunto de la carne, el cual ciertamente lo es, en realidad es también un asunto espiritual muy importante….aquí vemos esa dualidad una vez más, lo físico y lo espiritual existiendo simultáneamente….y el adulterio gira alrededor de “uniones” prohibidas. Así que nosotros debemos de tener claro que este 7mo mandamiento trata no solo con nuestras relaciones de matrimonio humano sino que también con nuestra relación con Jehová, y más específicamente con Jesús, al cual todo creyente está comprometido.
Leer Éxodo 20:15
Este es otro versículo que puede aparecer como el versículo 13 en tu Biblia. El 8ª mandamiento sobre el robo es bastante directo, así que no es necesario profundizar. Significa exactamente lo que dice. Sin embargo, la palabra hebrea para robar, *ganab*, también lleva consigo la idea de sigilo… de astucia. Así que la idea aquí es que obtener algo que no te pertenece mediante astucia o engaño es igual a robar que como caminar hacia una tienda y meterte un Twinkie en tu bolsillo. Obviamente, meter ese alimento en tu bolsillo es un crimen. Pero en la economía de Dios, obtener algo mediante engaño, aunque sea técnicamente legal y por lo tanto no sea un crimen procesable, también es robar.
Leer Éxodo 20:16
El 9no mandamiento: es en ocasiones solo presentado como “no mentir”. Y, ciertamente, eso es parte del significado de este Mandamiento. Pero, esta Palabra está escrita con un sentido legal/judicial, y habla primordialmente de la idea de decir algo falso en contra de alguien en una corte de justicia. Y eso queda muy bien con el marco de referencia de la Torá, la Ley. Osea, que todos los eruditos hebreos de antigüedad veían la Torá como que era acerca de la justicia de Dios. Así que, el contexto de esta Palabra es bastante igual a perjurio. Osea, en un juicio si tú das una respuesta falsa, o si acusas a alguien falsamente, sabiendo bien que la acusación no es cierta, entonces TÚ eres el que es culpable. Al igual que nosotros debemos ser MUY cuidadosos cuando usamos el nombre de Dios, nosotros debemos también ser muy cuidadosos de lo que nosotros decimos de otras personas…..particularmente si es de una naturaleza negativa. Cuando murmuramos, o acusamos a alguien de algo que no tenemos conocimiento inmediato, nosotros estamos en peligro de transgredir el principio de este 9no mandamiento.
Leer Éxodo 20:17
El 10mo mandamiento dice “no codicies la casa de tu vecino”, o su esposa o sus siervo o sus animales o cualquier cosa que le pertenezca a él. Ahora, en lenguaje sencillo, el codiciar quiere decir que quieres algo con mucho capricho. Que tú harías cualquier cosa para obtenerlo. O que alguien tiene lo que tú no tienes y eso te hace que lo envidies tanto que te amarga. O, aun más común, que alguien tiene algo que tú no tienes, y para ti es injusto….porque tú te lo mereces más que ellos. Ahora, la lista de cosas en este mandamiento que uno puede ser tentado a codiciar, mientras que es completamente literal, también está bastante en el contexto de la vida y la cultura hebrea antigua. En la cultura de tribu, como Israel, la manera típica PAGANA de que alguien ganaba (de hecho Jehová estaba tratando de que Israel se moviera lejos de eso) era el tomar lo que le pertenecía a otra persona. Casi siempre era alguien fuera de su tribu al que ellos le quitaban, pero no necesariamente solo a ellos. La referencia a los esclavos, o a los hombres y criadas, era mayormente acerca de la propiedad o las riquezas. Los sirvientes eran generalmente comprados, o ellos tenían que voluntariamente servir (a veces llamado servicio voluntario) por un periodo de tiempo, para así poder pagar una deuda familiar, o aprender un oficio, o porque ellos eran tan pobres que era una de las pocas maneras de sobrevivir. Pero, el tomar, el secuestrar, la esposa de alguien, o los hijos, y los esclavos era un método pagano muy común usado para aumentar su poder personal, el tamaño de su familia o la tribu. Y, de hecho, esta práctica es una que aun ocurre hoy en día en culturas de tribus de África y Asia.
La mención de los animales es nuevamente acerca de riquezas. Debido a que los Israelitas eran primordialmente pastores, ahora, los animales representaban cualquiera que fuera sus riquezas. Mientras más animales tuvieras, más rico eras.
Y, para ser justo a estos 3 millones de hebreos deambulando, ¿en qué más podían ocupar su mente, día y noche, sino era el querer lo que otra persona tenía que ellos no tenían? Ellos no empacaban y deambulaban todos los días. Después del Monte Sinaí, ellos solo se movieron unas cuantas veces más. Durante sus 40 años en el Desierto, ellos permanecieron bastantes meses en un solo lugar, hasta que el pasto o el agua se acababan, o se movían bajo la dirección de Dios. Una vez establecidos, debieron de haber tenido mucho tiempo para solo sentarse y pensar. Y, la gente siendo gente, especialmente cuando la insatisfacción de su situación los consumía, ¿qué otra cosa iban ellos a QUERER en ese desierto, que no fuese lo que sus vecinos tenían? Nosotros estamos todos al tanto, o al menos debemos de estar, que, en una sociedad de beneficios sociales, donde hay mucha ociosidad, el codiciar lo que otros tienen llegó a ser el pasatiempo nacional favorito.
Bueno, eso completa nuestra mirada a los 10 mandamientos, que son los 10 principios sobre los cuales Dios basará todos los demás mandamientos e instrucciones que Él dará a la humanidad. Así que, esto es solo la preparación para lo que está por venir.
Leer ÉXODO 20:15 al 23 (en algunas Biblias puede ser del 18 al 26)
¡Qué día había sido para Israel! Los fenómenos físicos que habían sacudido la montaña, el humo ascendiendo desde su cima, el sonido retumbante de la voz de Jehová mientras presentaba los principios de Su sistema de justicia para que TODO Israel lo escuchara, y las notas del shofar resonando en el fondo del valle, todo eso sirvió para infundir un temor reverente hacia Dios en el pueblo. ¿Podría ser que, así como Pedro sintió que no podía estar en la presencia de Dios cuando finalmente entendió quién era Yeshua, de la misma manera les ocurrió a los hebreos…? ¿Que sus piernas apenas podían sostenerlos lo suficiente para retroceder del monte santo?
Así que, las personas le preguntaron a Moisés que hablara con Dios POR ellos, y que Dios hablara con Moisés, y luego Moisés les informara a ellos lo que Dios dijo.
Desafortunadamente, esto no era completamente un “temor” espiritual el que causaba que ellos le pidieran a Moisés que interviniera. Y, Moisés instantáneamente reconoció esto y le dijo al pueblo en el Versículo 20 que no tuvieran miedo; ya que había tres razones por la cual Jehová se había presentado a ellos con tan maravillosa demostración de poder y gloria: 1) para probarlos, a ellos…. Para poner a prueba a Israel. Aquí la palabra hebrea para prueba es nacah, y la misma imparte la idea de que los hebreos son los objetos del sistema de justicia de Jehová. Demasiadas veces tenemos el retrato mental de la frase “siendo probados” o “prueba” como una serie de retos u obstáculos puestos en nuestro camino por Dios, viendo como reaccionamos a ellos; y luego, dependiendo como nosotros lo hacemos, somos juzgados. Mientras que hay, en ocasiones, retos y dificultades en nuestras vidas que Jehová nos permite enfrentar, que no es el principal impulsor de esta idea; más bien, es que el Señor está continuamente enseñándonos Su camino de justicia a SU pueblo: como vivirla y como administrarla. La segunda razón es que las personas deben tener un TEMOR REVERENCIAL de Dios, no un temor a Dios. La idea es tener una reverencia por Su santidad. Aquellos que aman a Dios NUNCA deben tenerle miedo de Él… pero aquellos que no aman a Dios, ciertamente deberían tener miedo. Y, en tercer lugar, que los hebreos aprendan a no pecar. Dios, a través de las 10 Palabras que les acaba de dar y la serie de más de 600 "leyes" que seguirán, le está enseñando al pueblo de qué se trata Su naturaleza santa, cuál es Su estándar de justicia y rectitud… no solo para que desarrollen una filosofía de vida como sus vecinos paganos, ni para hacer doctrinas religiosas, ni para tener discusiones intelectuales al respecto. Más bien, para que el pueblo que Él a apartado para sí mismo no ofenda, no transgreda, al Más Santo quién aparte a las personas según Su gracia.
Luego, Jehová le dice a Moisés que les recuerde a las personas (y francamente, yo creo que esto era más para el beneficio de las futuras generaciones y no para los que estaban allí) que fue Dios Mismo el que habló estas palabras, y No solo a Moisés. Todos lo escucharon. Esto fue hecho públicamente para que no hubiese duda de que fue a la manera de Dios y no la de Moisés.
Jehová parece nuevamente dirigirse al asunto de “otros dioses”, y de hacer imágenes. ¿Está ÉL solo repitiéndose Él Mismo… el 2ndo Mandamiento? Yo no creo. La 2ndo mandamiento ciertamente decía “ningún otro dios”, pero luego continúa hablando acerca de hacer símbolos e imágenes y representaciones….de ÉL. Y, esto queda muy bien con la mentalidad hebrea de antigüedad sobre este tema, y fue confirmado en la construcción del Tabernáculo del Desierto en que NINGUNA imagen de SU persona instruyó que construyeran, y ciertamente ninguna fue hecha.
El continúa e instituye otro principio importante: Jehová va a determinar dónde y CÓMO deben ser construidos los altares. Hay SOLO un propósito para un altar: sacrificio. Un altar NO es un simple monumento, un recordatorio de una persona o un evento. No es un podio dónde alguien habla o actúa. Ya sea de lo pagano o lo Divino, un altar es un lugar donde la adoración de una deidad toma lugar y el sacrificio a esa deidad ocurre. Y dondequiera que sea que Dios decida que un altar sea puesto, ahí, presumiblemente en conjunto con un sacrificio propio, Dios va a bendecir a Su pueblo. Pero SOLO ahí, no en cualquier lugar que la gente escoja. Y, ÉL no quiere un lugar donde construyan el altar con grandes lujos; porque TODOS entendemos, profundamente, lo que sucede cuando tratamos de construir edificios fabulosos para Jehová…nosotros terminamos construyendo edificios fabulosos para nosotros mismos…nuestros propios esfuerzos…nuestros propios talentos y regalos…nuestra propia prosperidad…alrededores que solo nos placen a NOSOTROS.
Jehová dice aquí que simplemente acumules un poco de tierra para hacer el sacrificio sobre el mismo. Y, ÉL también les da a los Israelitas permiso para construir un altar de piedra, si así lo deciden. Pero debe ser simplemente piedras puestas unas encima de las otras, igual como las recogen de la tierra. Porque el tomar una herramienta y tratar de hacer de la piedra algo mejor que su forma natural, ante los ojos de Dios, PROFANA el altar. Bueno, si ALGUNA vez hubo una instrucción de Dios que ha sido ignorada por los hebreos y los cristianos, es esta. Acaso nosotros no construimos las catedrales, iglesias, sinagogas más fabulosas PARA Jehová…nosotros las decoramos con los materiales más finos y hacemos lo mejor para mantenerlos inmaculados. Y no debemos confundir el Tabernáculo del Desierto que sería construido con materiales costosos, y más tarde el Templo (el cual era solo la versión permanente del Tabernáculo), con lo que Dios está hablando aquí. Él Tabernáculo fue construido como una herramienta de enseñanza y un lugar donde Dios iba a morar con el hombre. Todo lo que concierne a ese Tabernáculo tendría un gran significado; un significado profético…era aún un modelo de la morada celestial de Jehová. En nuestros días, Dios no quiere templos de piedra, madera, de oro y plata. NOSOTROS somos SU templo. Al igual que aquí en Éxodo lo único que ÉL quería era el polvo de la tierra como el lugar de sacrificio, así mismo ÉL quiere el polvo de la tierra del cual NOSOTROS fuimos creados como el lugar donde SU Espíritu vive con el hombre.
Los lugares donde nos reunimos para tener compañerismo y adoración comunal NO son equivalentes modernos al Tabernáculo o al Templo… Dios ni siquiera quería que se construyera un Templo permanente… solo lo permitió porque el rey David estaba tan insistente en que lo construyera. No, creo que puedo decir inequívocamente que Jehová preferiría que le sirviéramos con nuestra obediencia que con estructuras magnificentes; que usáramos todo ese dinero y tiempo que se necesita para construir y mantener hermosos edificios para alimentar a los hambrientos, sanar a los enfermos, bendecir a Su pueblo Israel y llevar el evangelio al mundo.