Hechos Lección 24 – Capítulo 10 continuación

EL LIBRO DE HECHOS

Lección 24, Capítulo 10 continuación

Se dice que, para un martillo, todo parece un clavo. Así que supongo que para mí como un maestro de la Biblia de Raíces Hebreas, Hechos capítulo 10 se parece a uno de esos lugares en la Biblia que necesita ser atacado con gran vigor. Por lo tanto, al entrar en nuestra 2nda semana estudiando Hechos capítulo 10, continuaremos diseccionando este capítulo deliberada y cuidadosamente, ya que desempeña un papel crucial en la doctrina cristiana y mesiánica.

Yo sospecho que, lo que discutimos la semana pasada especialmente el segundo párrafo del capítulo 10 (sobre la sábana con los animales que bajaban del cielo) era difícil de absorber debido a los muchos matices que están presentes allí y las dificultades de usar términos que los cristianos no están acostumbrados a escuchar. Si fue desafiante o confuso para usted no se sienta mal; esto realmente es complejo. Dicho esto, es fundamental que entendamos el significado previsto detrás de las bestias de 4 patas y las otras criaturas en la sábana que desciende del Cielo lo más que podemos, porque francamente la misma ha sido mal interpretado y enseñado durante siglos por algunos de nuestros eruditos bíblicos más grandes y reconocidos. Esto se debe a dos factores: 1) una tendencia denominacional y doctrinal incorporada que ignora el significado claro de los pasajes, y 2) una falta de conocimiento sobre el judaísmo, la sinagoga, Halajá y la antigua cultura judía en general, que impide a un erudito bíblico mayor ver lo que realmente está ocurriendo en su contexto histórico.  El resultado ha sido una doctrina cristiana que no sólo es incorrecta, sino que fomenta el antisemitismo y el cristianismo impotente y casual que vemos presente en nuestros días.

Quiero repasar con ustedes un poco sobre lo que discutimos la última vez y agregar alguna información adicional y explicación, con la esperanza de ayudarles a comprender esto lo mejor que puedan antes de continuar con los próximos versículos de Hechos capítulo 10. Es un poco como la importancia de estar primero cómodo con las matemáticas básicas (suma, resta, multiplicación y división) antes de pasar con el álgebra.

Comenzaré dándoles un ejemplo de la naturaleza del problema con el que los estudiantes bíblicos luchan al tratar de descubrir la verdad del capítulo 10 de Hechos, citándole a ustedes probablemente el comentario moderno más acreditado sobre el Libro de Hechos publicado hoy, tal como fue escrito por el venerable F. F. Bruce. Les pido que escuchen atentamente lo que dice acerca de la naturaleza y el significado claro de este pasaje; pero luego date cuenta de cómo a pesar de admitir la verdad, el da la vuelta y vuelve a su postura doctrinal como una evidente autocontradicción. En su comentario sobre el Libro de los Hechos en referencia a Hechos 10:9-29 F. F. Bruce dice lo siguiente:

“La pureza divina de los alimentos en la visión es una parábola de la pureza divina de los seres humanos en el incidente que conduce a la visión. No le tomó mucho tiempo a Pedro entender esto: ‘Dios me ha enseñado’, dice más tarde en la presente narración, ‘a no llamar a ningún ser humano profano o impuro”.

Así que, Bruce reconoce plenamente que la visión, que Pedro es testigo, es una parábola; es decir, no es literal, sino que es una historia simple que utiliza objetos y elementos comúnmente conocidos simbólicamente para llegar a través de un punto. La sábana llena de animales está destinada a representar algo completamente diferente. Permítanme darles un ejemplo de cómo funciona una parábola usando una que todos conocemos, la parábola que Yeshua contó sobre las 10 vírgenes.

LBLA Mateo 25:1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio.

 Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes.

 Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo,

 pero las prudentes tomaron aceite en frascos junto con sus lámparas.

 Al tardarse el novio, a todas les dio sueño y se durmieron.

 Pero a medianoche se oyó[a] un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo

Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas.

 Y las insensatas dijeron a las prudentes: «Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan».

 Pero las prudentes respondieron, diciendo: «No, no sea que no haya suficiente para nosotras y para vosotras; id más bien a los que venden y comprad para vosotras».

 10 Y mientras ellas iban a comprar, vino el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.

 11 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: «Señor, señor, ábrenos».

 12 Pero respondiendo él, dijo: «En verdad os digo que no os conozco».

 13 Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora en que el hijo del hombre ha de venir.

Si no nos damos cuenta de que esto es una parábola, y si no reconocemos que Yeshua está empleando términos y personajes y objetos comúnmente entendidos utilizados dentro de la cultura judía para inventar una historia fantasiosa y memorable para hacer Su punto, entonces dejamos este pasaje decidiendo que está instruyendo a Sus seguidores sobre los novios literalmente, vírgenes, lámparas y aceite de oliva. Así que, si esto no fue una parábola entonces, ¿a qué otra conclusión podemos llegar si no eres una virgen judía, esto simplemente no se aplica a ti? Y si eres una virgen judía, necesitas urgentemente adquirir un par de lámparas y abastecerte de un suministro de aceite de oliva para alimentarlas si esperas tener éxito en casarte. Pero, por supuesto, es una parábola y por lo tanto las personas y los objetos (las vírgenes y las lámparas) son simbólicos de otra cosa.

Ahora apliquemos esto al capítulo 10 de Hechos.  F. F. Bruce está de acuerdo y afirma inequívocamente que la visión de la sábana con los animales y la instrucción de matar y comer es una historia (en este caso una visión) contada como parábola.

Es decir, la escena utiliza objetos y circunstancias familiares para los judíos para hacer un punto. Pero al igual que con la parábola de las 10 vírgenes, esto en realidad no significa que el oyente piense que se trata de vírgenes y lámparas, por lo que la visión de Pedro no significa que el oyente piense que se trata de una sábana y algunos animales inmundos, ni se trata de matarlos y comerlos.  Más bien se trata de otra cosa por completo; por lo cual así es como funcionan todas las parábolas.

Un par de frases más tarde después de que el profesor Bruce reconoce que la visión de Pedro es una parábola (que por supuesto lo es), y el significado tiene que ver con la aceptación de los gentiles, luego da la vuelta y dice esto:

“Sin embargo, la limpieza de los alimentos no es totalmente parabólica; hay una conexión entre la derogación de las leyes alimentarias levíticas y la eliminación de la barrera entre judíos y gentiles.”

No tengo la intención de señalar a F.F. Bruce; sin embargo, su comentario es representativo de tantos otros. Él (como la mayoría de los comentaristas cristianos) estudia todo el Nuevo Testamento con el punto de vista de que las leyes alimentarias levíticas (así como todas las demás leyes de la Torá) han sido abolidas, por lo que todo lo que sucede en el Nuevo Testamento debe encajar dentro de ese entendimiento sin importar si el texto dice algo completamente diferente.  Sí, Bruce está de acuerdo que la visión de Pedro es una parábola. Sí, Bruce está de acuerdo que los animales son simbólicos. Sí, él está de acuerdo, que el propio Pedro reconoce que esto no tiene nada que ver con los animales o la comida, sino que se trata de admitir gentiles en el redil. Sin embargo, en la opinión de Bruce y de muchos otros gentiles eruditos bíblicos, esto se trata por igual de que Dios aboliera las leyes alimentarias kosher. Por lo que yo supongo que si ese es el caso entonces la parábola de las vírgenes debe ser igual y literalmente sobre vírgenes y lámparas. La parábola de Jesús usando las semillas que caen sobre suelo rocoso para caracterizar a los creyentes, debe ser igual y literalmente sobre semillas, rocas y tierra, y así sucesivamente. Espero que puedan ver que esta extraña conclusión hace de esta parábola (la visión de Pedro), de todas las demás parábolas de la Biblia, el que opere de manera totalmente diferente, por medio del cual los objetos fantasiosos que son simbólicos de repente se vuelven reales y literales. ¿Por qué Bruce y otros reclamarían algo así? Porque es su doctrina cristiana fundamental y la de ellos (independientemente de lo que la Biblia diga en realidad) que los cristianos gentiles no tienen el deber de seguir las leyes alimentarias de Dios, porque Cristo abolió la Ley (¡algo que Cristo dijo explícitamente que no hizo!) Nunca dejemos pasar la oportunidad de revisitar esta enseñanza fundamental del Mesías Yeshua.

Mateo 5:17-19 LBLA

17 No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.

 18 Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña[e] ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla.

 19 Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.

Esta declaración hecha por Yeshua no podría ser más definitiva. Dice sin rodeos que no abolió la Torá (la Ley), y luego Él expande sobre la misma, y luego Él advierte en contra de la enseñanza en contra de lo que Él acaba de decir. Así que ciertamente esta declaración forma el núcleo de mi visión del mundo sobre Yeshua y la relación de la Ley de Moisés con los creyentes, y de la misma tengo plena confianza en desafiar las doctrinas de la Iglesia que no están en conformidad con este mandamiento de Cristo. Aparte de la Salvación, no hay otro tema de esta magnitud que nuestro entendimiento del lugar de la Ley de Moisés en la vida de un Creyente. Y aunque no tengo todas las respuestas sobre cómo hacerlo, sin duda la Ley de Moisés permanece y debemos obedecerla. Y cuando no la obedecemos, pecamos.

Ahora revisemos el complejo tema de la conversación entre Pedro y Dios (cuando Pedro estaba en trance y esencialmente teniendo lo que podríamos llamar una experiencia fuera del cuerpo). Esto es importante porque explica su visión en términos judíos, que por supuesto así es como es dicho. Después de que la voz celestial le dice a Pedro que mate y coma de los animales inmundos en la sábana, Pedro responde con un “no” porque nunca ha comido tales cosas (sin duda Pedro pensó que era una prueba, de lo contrario no habría rechazado enfáticamente la orden de Dios). En Hechos 10:14 Pedro agrega la declaración de que nunca ha comido nada común o impuro. La versión CJB junto con la mayoría de las otras versiones de la Biblia en inglés y español reemplaza la palabra “común” por “profano” o “impuro”. Algunas Biblias reemplazarán la palabra “común” por “profano”. Las traducciones, inmundas y profanas son incorrectas. La palabra griega es koinos y significa “común” y esa es la traducción adecuada. Es la misma palabra de la que obtenemos el tipo de griego en el que está escrito el Nuevo Testamento: griego koine, que significa griego común. El griego usado para el lenguaje cotidiano y conversaciónal.

En términos bíblicos, sin embargo, “común” no es un adjetivo que significa algo que se hace regularmente o es ordinario; más bien “común” es un estatus espiritual asignado a ciertos objetos y personas. Los 3 estados posibles de estatus espiritual para los seres humanos y los objetos (como se nos ha escrito en la Torá) son: santos, comunes o impuros. Santo significa santificado, apartado para Dios. Común significa algo que no ha sido apartado para Dios (pero no significa maldad, inicuo, malo o impuro). Común es una especie de estado neutral y natural que existe entre sagrado e impuro. Y entonces el tercer estatus espiritual posible es impuro. Impuro es una condición de profanación que significa que un objeto o una persona no es adecuada para ser utilizado por Dios; y el tratar de utilizar un objeto o persona en su estado impuro para tal propósito es ciertamente inicuo. Impuro es una condición que es causada por algo; nada en su estado creado naturalmente es impuro. 

Los alimentos impuros son alimentos que de alguna manera han sido contaminados o mal manejados. La comida impura es de otra manera comida kosher, pero algo lo ha profanado ritualmente; por lo tanto, los alimentos impuros no deben ser consumidos. Lo que es importante que entendamos es que no existe tal designación como alimento “común”. Común no es una categoría de alimentos, ni es una condición ordenada por Dios de artículos de comida. Común no se aplica a los alimentos. La comida sagrada es una categoría de alimentos, y la misma es comida kosher que se ha utilizado para sacrificios de altar. Sólo a los sacerdotes se les permite comer ciertas porciones de alimentos sagrados que han sido traídas como ofrenda de sacrificio. Así que los judíos regulares (como Pedro) NO pueden comer alimentos sagrados; jamás.

El rabino Joseph Shulam señala que hay una categoría de alimentos llamada chullin que se refiere a la comida kosher que NO se ha utilizado para sacrificios y por lo tanto los judíos regulares pueden comerlo. Es el nombre de la categoría de comida que diariamente comen los judíos regulares. Así que la regla es que los judíos regulares comen comida de chullin, mientras que sólo los sacerdotes pueden comer alimentos sagrados. De hecho, de acuerdo con las leyes de Dios, el único alimento que los judíos regulares pueden comer es comida chullin. Por lo que Shulam dice que tal vez la palabra “común” se está utilizando en lugar de “chullin”. Sin embargo, si eso es cierto, entonces la declaración de Pedro se vuelve aún más extraña porque Pedro afirma que NUNCA ha comido alimentos de la misma categoría de alimentos (chullin) que es la ÚNICA categoría de alimentos que un judío regular puede comer (Pedro no era un sacerdote). Espero que estés empezando a ver el dilema de este versículo.

Pero hay una solución obvia al dilema. Te dije la semana pasada que al final y a la postre, lo que está pasando aquí es que esta visión es una parábola, y por lo tanto la comida no es el tema, sino que es simplemente el símbolo de otra cosa (pronto aprendemos que “algo más” son gentiles). Este entendimiento explica entonces por qué un término (común) que no se aplica a los alimentos, pero sí se aplica a los seres humanos, se está utilizando en la visión de los animales. Y esta es también la razón por la que Pedro estaba tan perplejo sobre el significado de esta visión porque tomado literalmente no tiene sentido. La imagen no coincide con la narrativa.

Vamos a leer una porción de Hechos 10.

VOLVAMOS A LEER HECHOS CAPÍTULO 10:17 – 29

Típicamente los comentaristas de la Biblia dicen que la razón por la que Pedro está desconcertado sobre la visión, es porque Dios le dijo que estaba bien, ahora simplemente olvidar las leyes alimentarias y de aquí en adelante puede comer lo que quiera; pero Pedro simplemente no podía aceptar eso. Pero como acabo de demostrar, ese no fue el caso en lo absoluto. Por un lado, Pedro había oído directamente de la boca de Yeshua que la Torá no había cambiado en lo más mínimo, y mucho menos abolida. Más bien Pedro estaba desconcertado porque los términos aplicados a la comida en su visión no eran términos alimentarios; eran términos reservados para describir el estado espiritual de los seres humanos y los objetos. Como ya no estaba en su trance y ahora estaba reflexionando sobre esta extraña visión, los hombres que el Centurión Cornelio envió a buscar llegaron a la casa de Simón el curtidor y preguntaron por Pedro. El Espíritu Santo le dice a Pedro que estos 3 hombres lo están buscando, y que Dios ha planeado previamente esta reunión para que Pedro no tenga que alarmarse, pero tiene que ir con ellos. Así que en este punto Kefa (Pedro) no sabe lo que está pasando o lo que se supone que va a suceder. Dadas las circunstancias si fuera yo, asumiría que esto estaba conectado de alguna manera con la visión e imagino que Kefa (Pedro) asume eso también.

Cuando Pedro baja del techo para encontrarse con estos hombres, les pregunta su propósito. Responden que están aquí en nombre del centurión romano Cornelio y que él es un hombre recto y un temeroso de Dios. Esto significa para Pedro que Cornelio es un gentil que adora al Dios de Israel, pero no ha sido circuncidado. Es decir, Cornelio no ha llegado tan lejos en sus creencias como para convertirse y llegar a ser un judío.

Estos hombres explican que un ángel se apareció a su amo y le dijo que enviara a buscar a Pedro, y que se les asignó ir a Jope y escoltar a Pedro de regreso a Cesarea. No había ninguna demanda involucrada; todo era cuestión de hecho. No hay duda de que si Pedro no hubiera tenido su visión, y si el Espíritu (de alguna manera sin nombre) no le hubiera dicho a Pedro que se fuera, él habría tenido demasiado miedo de ir voluntariamente.

Hay que decir que en este momento Pedro no tenía idea de lo que Dios estaba tramando. No tenía idea de que los gentiles podían ser admitidos en el Reino de Cristo y podían alcanzar el mismo estatus espiritual santo que los hebreos. ¿Por qué? Porque las enseñanzas de la Sinagoga eran que los gentiles eran impuros; esto no era algo puesto en duda entre los judíos. No era que los judíos odiaban a sus opresores romanos, por lo que simplemente no querían asociarse con ellos y así los llamaban impuros como una especie de epíteto desagradable. Más bien fue un hecho entre los judíos que Dios veía a los gentiles como ritualmente impuros. Pero la verdad es que según la Torá los gentiles no fueron creados impuros; ellos fueron creados y clasificados por Jehová como simplemente no santos; en vez, los gentiles fueron creados espiritualmente comunes. Y si volvemos a nuestra discusión sobre la visión de los animales en la sábana, entonces entendemos lo que Dios le estaba diciendo a Pedro. Dios no le estaba diciendo a Pedro que en un momento los gentiles eran impuros, pero ahora Él los ha hecho puros. Más bien le dice a Pedro que Él hizo (creó) a los gentiles espiritualmente comunes, y por lo tanto Pedro (y por extensión, todo el judaísmo) no tenía autorización para cambiar la clasificación de los gentiles a impuros. Dios estaba enderezando la teología de Pedro. Esto no fue una teología nueva ni una teología cambiada. Así fue como siempre había sido desde que Dios declaró a Abraham santo y separado, y por consiguiente en ese momento dividió y separó la raza humana en 2 partes: hebreos santos y gentiles comunes. Pero las autoridades de la Sinagoga habían creado una doctrina que anulaba los mandamientos de Dios, y ahora Dios estaba lidiando con ella comenzando con Pedro y Cornelio.

Pedro se fue con los hombres, pero algunos de los otros hermanos (refiriéndose a los creyentes) le acompañaron. Esta fue una situación inusual y mostró sabiduría para que Pedro no fuera solo. En el siguiente capítulo nos enteramos de que 6 creyentes lo acompañaron. Mientras Pedro viajaba (alrededor de un viaje de 2 días), Cornelio estaba reuniendo a sus parientes y amigos cercanos en su casa para escuchar lo que Pedro tenía que decirles. Él entendió que lo que fuera, sería muy importante ya que Dios mismo había arreglado todo esto.

Cuando Pedro llega, ve a la multitud que le espera. Me imagino que le avergonzó tener un centurión romano postrarse delante de él; y esto fue delante de toda esa gente. Así que Pedro rápidamente dice que se levante; él es sólo un hombre y no debe ser adorado. El entrar en la casa de este gentil era territorio desconocido; tal acto era impensable para un judío. Y sin embargo, aquí estaba, y por instrucción de Dios de arrancar. Pedro siente que necesita explicar la situación a Cornelio y a su familia y amigos antes de que las cosas se pongan en marcha. Y es importante que oigamos lo que él dice en la manera en que él tenía como intención que significara.

El verso 28 de la versión CJB (la Biblia Completa Judía) tiene a Pedro diciendo esto: (Debido a que la comparación de ambas citas bíblicas fueron de versiones en inglés y la Biblia Completa Judía CJB no está disponible en español, yo traduje palabra por palabra lo que las versiones en ingles dicen para que puedan beneficiarse del mensaje que el maestro esta tratando de exponer)

CJB Hechos 10:28 Él es dijo: “Tú estás muy consciente que para un hombre que es judío tener una estrecha relación con alguien que pertenece a otro pueblo, o que venga y lo visite, es algo que simplemente no se hace. Pero Dios me ha mostrado que no llame a ninguna persona común o impura;

Sin embargo, esa es una traducción muy imprecisa sobre lo que dijo. Aquí hay uno que se adhiere más al significado real del griego:

RSV Hechos 10:28 Y él les dijo: Vosotros sabéis cuán ilícito es para un judío asociarse con un extranjero o visitar a cualquiera de otra nación, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar común o impuro;

  

Así que, Pedro dice que es ilegal lo que él está haciendo, que es asociarse con, o ir a la morada de, un gentil. La palabra griega traducida como ilegal es athemitos. Es una palabra que significa hacer algo que es ilícito, o viola un código de ley, o es criminal. Pedro no se está refiriendo a la Ley de Moisés, él se refiere a Halajá; Ley Judía. Tradición. Así que inmediatamente Pedro trata con la cuestión de las leyes de pureza en lo que se refiere a los gentiles; un tema delicado por decir lo menos. Pedro comprendió y creyó que Cornelio era un temeroso de Dios; un gentil que adoraba al Dios de Israel. Así que la idolatría no era un problema. Sin embargo, no cambió el estatus de Cornelio de ser un gentil por lo que los problemas de pureza ritual permanecieron en lo que respecta a los judíos. La comida era un tema especialmente grande, por supuesto, ya que era la parte central de la hospitalidad. Pero la comida no era el único problema serio desde la perspectiva de los judíos. Como mencioné la idolatría fue otro problema importante, ya que era estándar que los gentiles tuvieran imágenes de Dios en sus hogares. La blasfemia también era un problema, al igual que la moral sexual ligera de los gentiles, en comparación con la de los judíos.

Pero entonces Pedro dice que Dios le ha mostrado que no debe llamar a ningún hombre común o impuro. Una vez más, la palabra griega koinos se utiliza que significa común; y la palabra griega akathartos también se utiliza que significa impuro. Así que, en las 72 horas transcurridos desde la visión de Pedro y su llegada a la casa de Cornelio, el significado de la parábola de la visión se ha vuelto más clara para Pedro; todo esto se trata de gentiles y su estado espiritual ante Dios.

Sin embargo, si bien es bastante fácil para nosotros entender por qué Pedro diría que Dios le mostró que no llamara a ningún hombre impuro, es menos fácil entender por qué también diría que ningún hombre debe ser llamado común. Recuerden que sólo hay 3 estados espirituales posibles para un ser humano: santo, común o impuro. Así que en la superficie parece como si Pedro está diciendo que Dios ha eliminado 2 de las 3 posibles condiciones de estatus espiritual para los seres humanos (comunes e impuros), que sólo deja santo.

Entonces, ¿debemos tomar de esto que Pedro, y Dios, ahora ven a todos los seres humanos en este planeta como santos? No, claro que no. Entonces, ¿qué exactamente esto tiene como intención comunicar? En primer lugar, tenemos aquí a los seres humanos hablando de la manera habitual; ni Pedro ni Cornelio son teólogos o eruditos. Así que decir “cualquier hombre” no pretende ser preciso como en “cada ser humano que existe”. Lo que Pedro y Dios están diciendo es que a) un gentil no es impuro y no debe ser llamado como tal. Y b) que, si bien el común ha sido considerado como el estatus espiritual natural para los gentiles, que de hecho ser elevado al estatus sagrado (como los hebreos son) es posible para los gentiles. Así que los gentiles no son relegados permanentemente como que tienen el estatus de “común” sin la esperanza de ser actualizados a santo. Pero sin duda Pedro no entendía la amplitud y profundidad de esta nueva revelación. De hecho, sería sobre todo Pablo el que trataría de articular lo que esto significaba para los gentiles, y luego, por supuesto, la relación entre judíos y gentiles, a la luz del advenimiento de Cristo.

Quiero repetir: esto NO era una nueva teología. Esto NO era que la muerte de Cristo había cambiado el estatus espiritual de los gentiles de impuros (porque los gentiles no eran impuros).  Esto solo era nuevo Halajá para Pedro y para prácticamente todos los judíos. Dios sólo estaba reforzando e instruyendo sobre lo que siempre había sido. Él no estaba cambiando el estatus de gentiles; todavía eran comunes. Más bien, los líderes de la Sinagoga Judía habían anulado la ley de Dios sobre el tema de los gentiles, y ahora Dios estaba anulando la doctrina equivocada de esos líderes de la Sinagoga; ¡y wow el problema que esto iba a llevar!

Pero (y aún no está claro para Pedro que este es el caso) los gentiles que aceptaron a Cristo podían ser elevados de su condición de comunes a santos, y podían permanecer como gentiles. ¿Acaso esto fue la primera vez, entonces, que los gentiles podían dejar atrás su estatus común y alcanzar un estatus sagrado (como los hebreos disfrutaron)? ¡No! Los gentiles siempre habían tenido la opción de dejar atrás el hogar, la familia y la nación y convertirse en hebreo. Tal oferta estaba disponible tanto para los gentiles masculinos como para las mujeres (Ruth es uno de los casos más famosos de una mujer soltera que toma la decisión por su cuenta de convertirse en hebrea, ya que era una viuda extranjera). Pero el único medio para que un gentil obtuviera el estatus sagrado antes de la venida de Cristo era llegar a ser hebreo. La muerte y resurrección de Yeshua cambiaron eso. Ahora, a través de la fe y la confianza en él, cómo el Mesías y como Hijo de Dios, que los gentiles pueden alcanzar el estatus espiritual de santo. No tenían que convertirse primero en hebreos; pero tomó tiempo antes de que este entendimiento se afianzara entre los judíos creyentes.

Esto planteó otra cuestión sensible y contenciosa porque para convertirse en hebreo un varón tenía que ser circuncidado. Y desde el punto de vista de los creyentes judíos, ¿por qué un gentil querría tener un Mesías Judío si no quisiera ser judío? Dado que para los judíos la circuncisión era el principal símbolo externo que separaba a los hebreos de los gentiles, entonces todavía no tenía sentido para la mayoría de los miembros de El Camino cómo un gentil podía esperar aceptar a Yeshua si no aceptaba la circuncisión. Y en algunos versículos más, vemos que ese tema surge en vigor mientras escuchamos de la facción de Circuncisión interviniendo. Y esta facción estaba incrustada en el cuerpo de los creyentes judíos. Así que ya vemos que el Cuerpo de Creyentes estaba dividido; al principio se dividió en creyentes de habla hebrea y creyentes de habla griega.

Ahora vemos que de esos dos grupos algunos formaron la facción de circuncisión que creía que, si bien los gentiles podían aceptar a Yeshua, no cambiaba el requisito de que fueran circuncidados y, por lo tanto, se convirtieran esencialmente en judíos. En otras palabras, en sus mentes, Cristo permitió a los gentiles tener al Mesías Yeshua para la Salvación, pero tenía que dejar de ser gentiles para hacerlo. No es en absoluto diferente de la mayor parte del cristianismo que durante 1800 años ha determinado que Cristo es para los gentiles y mientras que un judío puede aceptar a Jesús, primero tiene que renunciar a Su judaísmo y esencialmente convertirse en un gentil. Una de las misiones fundamentales de la Clase de la Torá del Ministerio Seed of Abraham (Semilla de Abraham en español) es poner la verdad a esta doctrina equivocada y hecha por el hombre. Los judíos NO tienen que dejar atrás su judaísmo para aceptar al Mesías; Yeshua vino como el Mesías Judío.

Nosotros terminaremos Hechos capítulo 10 la próxima vez.

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