Exodo Lección 7 Capítulo 7

Éxodo

Lección 7 Capítulo 7

La semana pasada los capítulos 5 y 6 de Éxodo comenzaron la preparación para el Señor forzar a Faraón a entregar a los Israelitas y les permitiera salir. Moisés y Aarón estaban en Egipto, ellos habían confrontado a Faraón con la exigencia que iba ser puesta en el: deja a mi pueblo salir al desierto por 3 días para adorar a Jehová. Pero, se nos dice también que Dios había pre-determinado que el corazón del Faraón iba a estar endurecido, que Jehová (Mismo) iba a endurecer el corazón mucho más, y luego el Señor iba a endurecer el corazón del Rey de Egipto a un nivel mayor y sucesivamente hasta que las plagas que iban a ser derramadas en Egipto fuesen tan devastadoras que el Faraón no solo iba a dejar salir a Israel, sino que iba a demandar que ellos salieran.

El Faraón reaccionó a las demandas del Moisés y Aarón parando los envíos de paja…un ingrediente necesario para los ladrillos de lodo…que los Israelitas necesitaban para manufacturar los innumerables millones de ladrillos de lodo para las ciudades y fuertes que ellos estaban construyendo para Egipto. Más bien, se les dijo que ellos iban a tener que ir y obtener la paja ellos mismos, pero que su cuota de ladrillos no podía disminuir.  

Tal demanda era imposible de alcanzar; y Faraón, el cual tenía un odio irracional y paranoico hacia los hebreos estaba detrás de esta demanda sin sentido, y ordena que golpeen a los capataces de los Israelitas por no producir tanto como antes. Los capataces como consecuencia van personalmente donde el Faraón, y le preguntan que como es, que él, cree que ellos van a poder cumplir con lo que  él está insistiendo que ellos hagan. Su contestacio es: “eso no es mi problema”.

Así que, los capataces van donde Moisés y Aarón, y los culpa por lo que ha sucedido, haciendo que Moisés se pregunte si a) él es lo suficiente adecuado para hacer lo que el Señor le mandó hacer, o b) si él estas ejecutando correctamente lo que Jehová le instruyó hacer.

La respuesta del Señor a Moisés es lo que vamos a leer en  Éxodo capítulo 7.

LEE CAPÍTULO 7

Uno de los retos más grandes que nosotros los creyentes tenemos es tratar de entender quien Yeshua es, y dónde el cabe en la deidad, y como es que ÉL es un hombre, y aun es Dios. Aun más, mientras que el Señor pronuncia en cada momento que EL es echad, uno, completamente unificado, que nosotros tenemos estas esencias múltiples o entidades de ÉL, las 3 principales siendo llamadas Jehová, otra llamada Yeshua, y la tercera que llamamos Espíritu Santo. Yo les prometo que si ustedes entienden como todo esto trabaja, tienen que escribir un libro porque ustedes serían los primeros en entenderlo.  

Con eso dicho, nada ayuda a entender este asombroso misterio más que entender la relación de Moisés Y Aarón del uno con el otro, y con Dios. Hay precisamente DOS Mediadores en toda la Escritura, y en toda la historia: Moisés, y más tarde Jesús el Cristo. Y, generalmente hablando, la relación entre Moisés y el Señor. La diferencia obvia, es que Moisés NO era Dios, pero Yeshua sí lo era.

Por lo tanto, permitan que el impacto de las palabras de Éxodo 7 versos 1 y 2 sean absorbidas por un rato. Permitanme señalarles que en el hebreo original las palabras de los versos 1 y 2 son estas: “Jehová le dijo a Moisés, ves YO te pongo en el papel de Elohim a Faraón, con tu hermano Aarón como tu navi”. Eso es que el Padre pone a Moisés, el Mediador, en el papel de un ser divino (un dios), con Aarón siendo el portavoz terrenal para lo divino. Navi es la típica palabra hebrea que nosotros traducimos como profeta.  ¿Acaso no vemos el mismo patrón con Cristo? EL Padre pone a Yeshua en el papel del dios divino, y también habrá un profeta como portavoz para preparar el camino para Yeshua, Juan el Bautista. Dios, Mediador, profeta; esto era la situación de Moisés, y esta fue la situación de Nuestro Salvador.  

Esto era perfectamente entendible para el Faraón. Después de todo, Faraón era considerado divino, y ahora Moisés seria el negociador divino para Jehová. Y claro que, en realidad Faraón no era más de un dios de lo que era Moisés; la diferencia era que el Faraón era delusivo mientras que Moisés era ciertamente imbuido con el poder de Dios.

Así que, al continuar hacia delante, presta atención a como Moisés se comporta, y lo que él hace, y lo que el Señor espera de Él: porque es una sombra del ministerio de Yeshua.

El capítulo 7 comienza con la serie de plagas que Dios va  a usar para azotar a Egipto y eventualmente resultar en el rey de Egipto dejar a los Israelitas salir. Es importante entender el gran costo que hubiese sido para Faraón y Egipto el permitirle inmigrar, en masa, fuera de Egipto. Y, Faraón estaba ciertamente paranoico que eso sucediera; recuerda, que hasta este momento, la única demanda hecha a Faraón era dejar ir a los hebreos en un viaje de 3 días al desierto para adorar a Dios. La implicación era que iban a regresar. Pero, Faraón no confiaba en esto; el pensó que si él le daba permiso, ellos se iban a ir y no iban a regresar. De hecho, en unos versos más adelante nosotros vamos a ver que Faraón cede unas cuantas veces, y luego demanda que Israel deje su rebaño en Egipto para asegurarse que regresaran. Egipto tenía una población de alrededor de 10-12  millones de personas para este tiempo. Israel constituía 2 ½ a 3 millones de ese número. El cual quiere decir que Egipto iba a perder 25% de su población, y casi toda su fuerza laboral, si Israel se iba.  

Imagínense si los EU, el cual ahora mismo tenemos 300 millones de población, fueran, en cuestión de unos cuantos días, a perder repentinamente 75 millones de personas….y que estas personas fuesen nuestros trabajadores de construcción, trabajadores de fábrica, ensambladores de automóviles, trabajadores del campo, preparadores de comida, electricistas, trabajadores de acero, choferes de camiones……los efectos serian devastadores. Nuestra comunidad entera se colapsaría. Distribuidores de comida, construcción, reparadores de automóviles, servicio público…todos los servicios que nosotros damos por sentado serian interrumpidos. Y, a diferencia de ese apagón de 24 horas que sucedió no hace tanto tiempo atrás en el noroeste, este evento duraría por años, probablemente décadas. Los EU sería, de un día para otro, un índice de poder de 2nda y una nación en quiebra que probablemente no podría llegar alcanzar su pasada grandeza.   

Esto era lo que enfrentaba el Faraón si el dejaba salir a los hebreos, permanentemente. ¿Les sorprende que el se rehusara? Pero, lo que vamos a ver es que el resultado final  era que Dios iba aplastar a Egipto por rehusarse a seguir Sus instrucciones y LUEGO iba a estar devastado más aun por haber perdido a Israel de todos modos. Cualesquiera que sean las dificultades que nos podamos enfrentar en obedientemente someternos a la voluntad de Dios, no importa cuán difícil puedan parecer a veces, las consecuencias serán menos que si nosotros nos rehusamos, y Dios se mueve a imponer SU voluntad.   

Ahora, antes de que comencemos con todas las plagas, yo quisiera preparar el camino. Primero, la palabra hebrea típicamente traducida como “plaga”, es nega. Nega es una palabra genérica que indica ser golpeado por, como en un tipo de estallido ocasionado por algo o alguien, usualmente con la idea de que es un castigo debido a una ofensa. Así que este golpe, este estallido, puede tomar muchas formas: puede ser una enfermedad, puede ser una pestilencia, puede ser un terremoto, puede ser la pérdida de un ser amado, o la perdida de riquezas y prosperidad. Pudiese también ser una plaga. Así que el llamar los diez “golpes” en contra de Egipto plagas (en nuestro sentido más moderno) está un poco fuera de curso, aun cuando unos cuantos de esos golpes eran ciertamente como plaga.  

También, propiamente hablando, hubieron solo 9 “golpes” o “plagas”, con la décima siendo el “juicio”. Las primeras nueve eran para convencer a Faraón a evadir el juicio que Jehová había dicho que iba a ocurrir si el gran rey no dejaba salir a Israel: Dios, por SU propia mano iba a matar al primogénito de Egipto.  

Estos “golpes” causados sobre Egipto eran, por lo tanto, realmente 3 conjuntos de 3 y no 10, todos progresivos en su naturaleza. El primer conjunto de tres implica toda la tierra de Egipto y todo el mundo allí: egipcios, hebreos, visitantes, todos fueron afectados. Y, ellos eran generalmente suaves en su naturaleza, causando un poco más que un malestar. Los próximos 2 conjuntos de 3, eso es, los próximos 6 “golpes” fueron solo para los egipcios; Dios de esta manera dividió y separó Su pueblo de los otros en la tierra de Egipto; EL hizo una distinción entre Israel y todos los demás. A pesar de que Faraón había sido personalmente informado en su palacio por Moisés y Aarón que Israel había sido separado por Dios, la gente de Egipto iban a descubrir esto solo experimentando que Dios hizo una distinción entre Israel, y el resto del mundo. Uno solo puede imaginarse cuán rápido se regó la noticia, más allá de Egipto, que estos terribles golpes sufridos por la gente de Egipto, incluyendo al dios-hombre Faraón mismo: pero que dejó a los hebreos inafectados.     

Ahora, verdaderamente, estas “plagas” eran de origen sobrenatural. Las mismas eran milagros del poder de Dios. Aunque, en realidad, lo que ocurrió en cada una de ellas también ocurría en la naturaleza de tiempo en tiempo….aunque no al extremo en que estaba sucediendo ahora. Es completamente normal, de acuerdo a las Escrituras, que Dios use eventos ordinarios y circunstancias y varios elementos de la naturaleza  de una manera extraordinaria para alcanzar Sus propósitos.  Lo que separaba a estas 9 devastaciones del mismo tipo de suceso que aparecía naturalmente, ocasionalmente, era que las mismas ocurrían al Moisés dar la orden, las mismas venían en un momento del ano que no era normal que ocurriera, las mismas eran grandemente más severas de lo que nunca antes había ocurrido, y sucedieron una detrás de la otra. No dejo duda alguna a los hebreos o los egipcios que el Dios de Israel controlaba cada proceso natural conocido por ellos.  

Nosotros sabemos, de la escritura que leemos en el capítulo 7, que el primer golpe duró 7 días. Nosotros también sabemos que el juicio sobre Egipto (usualmente llamado la 10ma plaga), cuando Dios mata a todos los primogénitos de Egipto y el cual marca la primera Pascua, sucedió en la noche del 14 de Nisán, finales del invierno, comienzos de la primavera. La séptima plaga golpea la agricultura de Egipto, y la Biblia nos dice que el estado de desarrollo de algunas cosechas, el cual nos da una buena idea de la temporada en la que ocurrieron (alrededor de finales de enero o comienzos de febrero). Varios estudiosos de la Biblia han usado esto, para especular que desde la primera plaga hasta el juicio final (matar a los primogénitos) pasa aproximadamente 10 meses; ósea, este evento comenzó en mayo- junio y termino el siguiente marzo-abril. Algunos lo ven como un poco menos, tal vez 8 meses. De cualquier forma, nosotros vemos que esta serie de golpes en contra de Egipto se desarrolla sobre un periodo extendido de tiempo, y que Faraón y sus asesores tuvieron suficiente tiempo de considerar lo que estaba sucediendo, y cual debió de haber sido su respuesta: arrepentimiento y cumplimiento. Y, entre medio de cada plaga el gobierno y la gente probablemente obtuvieron una esperanza falsa cuando los efectos parecían disminuir y la vida al menos volvía un poco a la normalidad.    

Aun así, lo que realmente sucedió fue que al  cada día pasar después de una calamidad, Faraón se endurecía y estaba menos preocupado que fuera a suceder otra. El solo regreso a sus actividades diarias normales, dirigiéndose a su agenda en curso y a los asuntos de estado.  ¿Que pudiera ser un mejor retrato de la naturaleza humana? Unos pocos día después del 9-11, una gran parte de nuestra nación llenó su despensa con comida adicional y agua, plástico y cinta plateada, y mantuvieron sus tanques de gasolina llenos y sus sentidos agudizados por cualquier señal de algo anormal que ocurriera. Nuestras iglesias se llenaron y el voluntariado fue en alzada. Ahora, escasamente 5 años más tarde, nuestras iglesias están vacías como antes y nuestros bancos de sangre están casi vacíos. Por un tiempo los creyentes de esta nación se preguntaban en voz alta como era que habíamos disgustado al Señor, y porqué Su mano de protección había sido quitada de nosotros; y ahora estamos de regreso escuchando a pastores decir nuevamente: Dios no castiga a Su pueblo, era sencillamente el mal haciendo lo que el mal hace. Nosotros estamos más preocupados con la molestia que causa la seguridad adicional en nuestros aeropuertos y edificios, que con lo que pueda suceder si no estuviera ahí. La gente no ha cambiado mucho en 3500 años, ¿verdad? 

Una última peculiaridad final acerca de estos 9 golpes en contra de Egipto, y continuamos: el 3er golpe de cada grupo de 3 siempre venia sin ser anunciado al Faraón. Ósea, 2 calamidades ocurrían, pero cada vez Moisés PRIMERO le advertía al Faraón y le explicaba la naturaleza de estos castigos. Luego, una tercera (mucho más terrible) sucedía, pero faraón NO era advertido. Así que, la primera y segunda, luego la cuarta y quinta, luego la séptima y octava ocurrían con aviso por adelantado para el rey de Egipto. La tercera, sexta y novena plaga sucedieron SIN previo aviso para el Faraón.   Para el Faraón y sus consejeros de gobierno parecía que Aarón y Moisés eran responsables por esta serie de calamidades…..al igual que los magos del rey se le daba el crédito por su propia hechicería. Aunque, era difícil culpar las plagas 3, 6 y 9 a Moisés y Aarón, ya que ellos no estaban presentes delante del Faraón para decirle lo que estaba a punto de suceder. Dios usó la 3ra de cada una de la serie de plagas para mostrarle al Faraón y sus compinches que Jehová era el autor de estas cosas, no Su Mediador o Su Profeta. Y, que Jehová, Dios de Israel, era supremo sobre todas las cosas, en todas partes, incluyendo a Egipto.   

El entender esto nos va ayudar cuando miramos al primer verso del capítulo 7, donde Dios envía Aarón y a Moisés de REGRESO al Faraón con otra demanda, y Jehová le dice a Moisés “Yo te he constituido por Dios para el Faraón….” Ciertamente, el primer golpe que Moisés estaba a punto de anunciar, a través de Aarón, iba a parecer a como si fuera Moisés haciéndolo. Así que, Faraón pensaba, que verdaderamente Moisés era como “un dios” al poder hacer que ocurrieran tales  cosas supernaturales con solo ordenarlas. Y, de hecho, Faraón sabía muy bien que él no podía hacer tales cosas.  

Ahora, en el verso 3, Dios le dice a Moisés que ÉL va a endurecer  el ya endurecido y rebelde corazón de Faraón con el solo propósito de mostrarle a Egipto  “sus señales y sus maravillas”, que Egipto sepa que “Yo soy Jehová”.  Así que, lo que nosotros vemos aquí es que no es solo un asunto de convencer al Faraón…..Dios quería que Egipto, millones de gente común, fueran hechas fuertemente consiente de Su poder y gloria. Verdaderamente, iba a tomar permiso de Faraón para que Israel saliera; pero Dios quería todas las personas de Egipto que aprendieran quien ÉL era. ¿Por qué? Indudablemente para que ellos entregaran sus dioses falsos y adoraran a Jehová. Faraón nunca iba adorar a Jehová; el solo iba ser derrotado y luego iba a cumplir a regañadientes. El corazón de Faraón mucho tiempo atrás había pasado el punto de no regresar.

Esto nos trae a una pregunta que es menos difícil cuando se aplica al Faraón, pero mucho MAS difícil cuando nosotros la aplicamos a nuestras propias vidas, y la pregunta es esta: ¿que ganamos en 1) creer que Dios, Jehová, existe y es poderoso; y 2) de obedecer las instrucciones de Dios? Faraón muy ciertamente creía, aun antes de la plaga final, que Jehová era un dios real, y muy poderoso. El también, al final, obedeció al dejar salir a Israel, sabiendo que iba a significar el fin para Egipto como poder. ¿Acaso eso quiere decir que Faraón era justo delante del Dios Todopoderoso? Nosotros muy fácilmente podemos contestar, no.  Pero, ¿y nosotros….ustedes y yo….que pasa si nosotros creemos que Dios existe, y nosotros obedecemos casi todas las instrucciones que ÉL nos ha dado, somos nosotros justos delante de ÉL?  Dependiendo de que denominación cristiana ustedes pertenezcan, la contestación pudiera diferir.  Nosotros tenemos aquí, en la historia de Éxodo del Faraón la perfecta y clara y aterradora contestación a mi pregunta: el simplemente hacer cualquiera que sea el acto que Dios nos dice que hagamos, realísticamente o por miedo a castigo, no trae justicia.  El creer que Dios existe y es real no trae justicia. Una de las peores palabras que han usado para explicar una relación justa con Dios es “creencia” o “creer”. A menudo yo he escuchado un evangelista llamar a los no creyentes a creer en Dios para que sean salvos. Bueno, Faraón creía, ¿verdad?

No, justicia no es adquirido al mostrar respeto riguroso por los mandamientos de Dios, ni a las indudables creencias de que Él es. La justicia es adquirida cuando confías en Dios, y luego Jehová nos declara justos. Faraón creía, pero él no confiaba en Dios. ¿Qué es confianza? Los teólogos han discutido sobre la precisa definición de esto por siglos. Lo que todos están de acuerdo, es que la base de la confianza es fe y compromiso que Dios es quien ÉL dice ser, y puede hacer lo que ÉL dice que ÉL hará, y que nuestra respuesta a ÉL viene de un tipo de amor que no puede existir dentro de nosotros a menos que ÉL Mismo lo ponga ahí. Los principios que encontramos en el Antiguo Testamento son sorprendente, ¿verdad?  Génesis 15 dice que Abraham fue visto como justo SOLO porque el confiaba en Dios, así que Dios atribuyó esa confianza como justicia. Y, ahora, nosotros vemos aquí en Éxodo que el aceptar que Dios existe, y realísticamente o temerosamente seguir Sus mandamientos, no trae justicia. Principios que nosotros típicamente siempre pensamos que solo venían en existencia durante los tiempos del Nuevo Testamento.    

Así que, estos dos ancianos, Moisés de 80 y Aarón de 83, regresan donde el Faraón y hacen todo lo que Dios ordena de ellos. Y, en el verso 10, nosotros vemos la última advertencia que le es dada al Faraón, antes de que Dios actué fuertemente: Moisés le da Aarón su vara, y le da a Faraón la señal que el Ángel de Jehová le dio a Moisés en la zarza ardiente: la vara de Moisés se convierte en una serpiente. ¿Por qué una serpiente? Porque Faraón literalmente llevaba puesto una serpiente en su tocado real; la serpiente siendo el símbolo egipcio de autoridad y sanación de un rey. Esto era un insulto directo y una manera de cuestionar la autoridad de Faraón. Y, a través del poder de Satanás para falsificar, los hechiceros del Faraón imitaron el milagro y convirtieron sus varas en serpientes. Pero, el poder de Dios agobió a la de los hechiceros y la vara de Moisés se tragó a sus serpientes. Como fue pronosticado, Faraón se burló ante la demostración de poder divino.  

La última advertencia ignorada, y la batalla comienza en serio. En el verso 15 Dios le instruye a Moisés que fuera al Nilo a la siguiente mañana y se encontrara con el Faraón allí. Ahora, como Moisés sabía DÓNDE encontrarse con el Faraón es el tema de mucha conjetura. Algunos creen que había un rito religiosos que ocurría en el mismo lugar cada día en el cual Faraón era parte. Otros creen que pudo haber sido parte de la rutina normal de Faraón de ir al Nilo en la mañana y tomar un baño. En todo caso, no había oportunidad de que él estuviera solo; su corte real debió de haber estado con el allí.  

Moisés pronuncia al Faraón la llegada del primer golpe….el primer nega (correctamente dicho, negeph). Moisés golpea el agua del Nilo con su vara de Pastor, y el Nilo se pone rojo. No solo el gran rio, sino que todas los canales y charcas y reservas que los egipcios habían construido, al igual que todas las ramas del Nilo. Y, este milagro sucedió a lo largo y lo ancho de Egipto, afectando a todo el mundo…ninguno se salvó de los efectos incluyendo a los hebreos: ya que ellos contaban con el Nilo para el agua al igual que todos los demás. Aun el agua que no estaba en contacto con el Nilo, pero que habia salido del Nilo, se convirtió en sangre….en las ollas de cocinar, en los envases done la almacenaban, todo lo que aguantaba agua que había sido tomada del Nilo.  

Interesantemente, los hechiceros de Egipto pudieron imitar esto de la misma manera que se pudieron copiar cuando convirtieron las varas en serpientes. Y claro que, hubiese sido mejor si los magos del Faraón hubiesen podido derrotar, y restaurar, el Nilo a su originalidad. Pero, ellos no lo hicieron, indudablemente porque no podían. Uno hubiese pensado que este maravilloso espectáculo del Nilo convirtiéndose en sangre roja, y luego la realeza recibiendo reportes que había sucedido en todas partes de Egipto, hubiese  estremecido al Faraón. Pero, fue así.  ¿Por qué? Bueno, además de que el Faraón tenía el corazón endurecido, muchos estudiosos de la Biblia creían que lo que ocurrió allí fue algo que los egipcios habían visto anteriormente, pero a menor escala. Cada año durante el tiempo de la crecida del Nilo, el sedimento le daba color al agua con un color rojo, y los nutrientes contenidos en el sedimento estimulaban el crecimiento de micro-organismos para crear un efecto que muchos de nosotros que vivimos cerca del océano estamos familiarizados: una Marea Roja. Esto se come el oxígeno necesario,  matando a millones de peces, y causando  una pestilencia terrible.

Esto va muy bien no solo con la descripción de la escritura, al igual que, con los patrones de Dios de usar la naturaleza de maneras extraordinarias. Y claro que, el milagro fue que Moisés hizo que sucediera con solo dar su orden, y sucedió cuando el Nilo no estaba en su momento de crecida, y contaminó agua que estaba almacenada. Ahora, ¿podia ser esto sangre, como algunas versiones dicen?  Tal vez.  La palabra hebrea usada aquí es “dam”, que quiere decir sangre. Pero, “dam” también quiere decir, sangriento, como sangre, y es usada cuando se refiere al vino como “sangre de la uva”….el “dam” de la uva. Así que, el uso de la palabra “dam” puede, y en ocasiones en la Biblia, referirse a color….así que, no requiere o asume que el Nilo llegó a ser literalmente sangre. Yo no soy dogmático acerca de esto; pero cuando tú tomas esta plaga en contexto con todas las demás, sangre en su sentido literal parece estar fuera de lugar ya que todas las otras plagas utilizan elementos de la naturaleza…..excepto la décima, cuando la sangre es usada en la manera esperada.  

Añadiéndole a eso, se nos dice en el verso 24 que todo el mundo tenía que “cavar alrededor del Nilo” para tomar agua. En otras palabras, al igual que en la playa, si te acercas a la línea del agua y cavas un pequeño hoyo en la arena, el hoyo se llena rápidamente con agua ya que se filtra a través de la arena. Así  que usado en reverso aquí en Florida y en otros lugares donde las corrientes del agua de las tormentas es canalizada hacia las charcas, para que los líquidos y los contaminantes puedan ser filtrados del agua al regresar a los acuíferos, la gente de Egipto podía haber tenido la arena filtrada, el sedimento rojo y los micro-organismos lo suficientemente fuera  del agua contaminada para poder tomársela. No iba a ver cantidad suficiente de  filtración  que resolviera el problema si el agua no era más que simplemente  agua, sino verdaderamente sangre. Aparte de eso, 7 días sin poder tomar agua en Egipto hubiese sido una pena de muerte para cientos de miles. Y, eso ciertamente no era la meta en esto, especialmente debido a que los hebreos estaban sujetos a esto también.  

Jehová, ahora envía a Moisés de regreso al Rey de Egipto que hasta ahora no estaba impresionado ni conmovido. En el verso 26, Jehová le dice a Moisés que le diga al Faraón que “deje a su pueblo libre”. Y, si él no lo hace, entonces Dios le va a mandar una reserva de sapos. Primero que nada, si ustedes no tienen una Biblia que refleje la estructura original hebrea, ustedes no van a tener un verso 26; más bien, lo van a ver en el capítulo 8 verso 1.  Eso no es gran cosa, ya que no cambia nada. Pero, para el bienestar de todos los que no tienen una estructura antigua hebrea, vamos a parar y vamos a leer el capítulo 8.   

LEE EXODO 8

¿Por qué sapos? Bueno, un sapo era el animal símbolo de fertilidad en Egipto; y Hecket era el sapo/dios de la fertilidad. Así que, aquí nosotros tenemos un asalto a la religión falsa de Egipto. Pero, esta inundación de sapos es también un fenómeno que naturalmente ocurría a lo largo del Nilo, solo que en menos cantidades de lo que tenemos aquí. Esto típicamente ocurre a lo largo del Nilo durante el tiempo de octubre/noviembre, así que aquí tenemos un kilometraje para poder observar la evolución de los golpes que comenzaron sobre Egipto en el verano, y ahora el más reciente, los sapos que estaban ocurriendo en el otoño.  

La naturaleza súper natural de estos sucesos era, otra vez, que Moisés lo dirigió, que el número de sapos era enormemente más de lo que nuestra imaginación pudiera pensar, y en vez de permanecer a lo largo del Nilo por un periodo corto, cerca de los charcos de agua, como usualmente sucedía, estos sapos terminaron en las casa de las personas, en sus cuartos, y hasta en los hornos de pan.  

Típicamente cuando estos sapos salían del lodo ellos llegaban a ser una fiesta para los ibis que habitaban en las orillas del Gran Rio. No es a diferencia de África cuando, después de la temporada de lluvia, llega el verano, los hoyos de agua se secan, y millones de pájaros hacen fiesta con los peces que han sido atrapados en esas pequeñas charcas, súper pobladas y sin esperanza de escapar. Estos sapos del Nilo son una variedad única que es bastante pequeña, y ellos brincan o saltan muy poco. Ellos también son conocidos por generar un croar que nunca termina. Por suerte ellos tienen un ciclo de vida muy corto; viven solo el tiempo suficiente para poner huevos para la próxima generación, y permanecen alrededor de como 3 semanas, en las húmedas arenas a lo largo del Nilo. Así que, uno de los elementos increíbles de la invasión de los sapos era que ellos encontraron la forma de estar en los lugares más secos, los hornos de pan; un lugar donde, probablemente, nunca antes los habían encontrado. Realmente, el hecho que ellos inundaron la tierra seca que comenzó a solo metros después de la orilla del Nilo era también algo que nunca antes se había escuchado.   

Ahora, nuevamente, Faraón cita a sus hechiceros, y ellos imitan lo que Moisés y Aarón habían hecho. Yo creo que era importante para el Faraón mostrar cualquier tipo de poder que Moisés y su dios parecían tener, porque era ciertamente irracional el AÑADIR sapos a la plaga fuera de control que ya tenían. Al igual que en la primera plaga, con las aguas del Nilo  convirtiéndose en sangre roja y no potable,  los magos de Faraón pudieron imitar hasta cierto grado lo que Moisés había ordenado, pero no pudieron dar vuelta atrás a lo que Dios había hecho.

Vamos nosotros aprender de este importante atributo de Satanás, quien es la fuente de todo el  poder que no viene de Dios. Lo que nosotros comúnmente estamos consciente  de, es que Satanás puede, hasta cierto grado, imitar, copiar, sucesos súper naturales llevados a cabo por Dios…esto es confirmado a través de todas las Escrituras y es demostrado para nosotros aquí en Éxodo. Pero, lo que Satanás no puede hacer es deshacer lo que Dios ha decidido que será. Satanás no puede vencer actos de Dios. Alguno de los elementos de las plagas, los golpes, pueden ser imitados hasta cierto grado….pero NUNCA podrán ser parados o ser reversos. Esto es una verdad que nosotros debemos de estar muy agradecidos, y confortados, y nosotros debemos de recordarlo cuando nos encontremos tratando con situaciones, de tiempo en tiempo, que parecen tener causas demoniacas. Y, al leer profecías de los últimos tiempos acerca de la venida del Anti-Cristo, la bestia llena con el poder de Satanás, date cuenta como él nunca puede parar, o dar reversa, o deshacer lo que Dios ha hecho…..Dios le ha solo permitido a Satanás lo suficiente para solo hacer un punto que realmente solo sirve para traer a cabo el plan de Jehová.   

Bueno, los sapos aparentemente le dieron duro al Faraón. Porque, aquí en solo la segunda de las 9 plagas, Faraón le dice a Moisés que le pida a Jehová que quite el ataque de los sapos, y en respuesta él va dejar salir a Israel al desierto para ofrecer sacrificios. Y, como para enfatizar el poder de Dios, Moisés le pregunta al Faraón exactamente CUANDO a él le gustaría que los sapos desaparecieran. Pero, había un punto muy importante a todo esto: el acto de Moisés de dejar al Faraón determinar el tiempo y lugar para  remover las actividades de los sapos….algo que ninguno de los magos del Faraón podía hacer…..sirvió para enfatizar  el poder enorme del Dios de los hebreos.

Moisés dice, OK, será como tú dices; y el procede a ir a Dios con la petición del Faraón. Una pequeña nota aquí: mientras Moisés estaba ciertamente correcto en inmediatamente ir a Dios, Moisés ya TENIA la autoridad de hacer parar los sapos. Recuerda, Jehová le dijo a Moisés “tú serás como un Dios”. Si Moisés lo hablaba, hubiese sido como si Dios lo hubiese dicho. Y, Moisés estaba de acuerdo al pedido del Faraón  que “mañana” los sapos fueran quitados. Así que, era algo que iba a pasar en ese momento….nada mas era requerido.  .

Bueno, al próximo día, como Moisés le promete al Faraón, los sapos de repente se mueren. La gente tuvo que juntar millones y millones de sapos muertos, y ponerlos todos juntos para así poder sacarlos de las casas, los caminos y de los utensilios de comida. Y, que peste esto trajo sobre todo Egipto al estas criaturas descomponerse.  El Faraón, como va a ser un número de veces, cambia de idea y no deja salir a Israel a ir adorar a Dios. O, como nuestras Biblias correctamente dicen, endurece su corazón. Date cuenta, que opuesto a que Dios endureciera el corazón del Faraón esta vez, fue el Faraón el que endureció su corazón.

Una pequeña nota al calce: asociada con el Faraón cambiando de idea, hay un poco de humor en nuestras traducciones de la Biblia en Inglés ya que tienden a enmascarar, y así no lo disfrutamos. El verso 15, si sus Biblia tiene el capítulo 7 extendido, o en las Biblias más tradicionales  verso 15, dice que “cuando Faraón vio hubo alivio”, de los sapos, el endureció su corazón. Bueno, la palabra hebrea que es traducida aquí como “alivio” o “respiro” es revacha. Y, literalmente quiere decir espacio para respirar. Así que, aquí se nos dice que toda la tierra hedía por la pila de sapos muertos, pero cuando el Faraón finalmente llegó a tener un espacio para respirar, cuando el hedor se había acabado, el cambió su mente. En el hebreo original era la intención que las palabras hedor vs espacio de respirar jugaran la una con la otra. Gracioso, ¿verdad?

Este es un buen lugar para terminar nuestra lección esta semana. .

 

 

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