Deuteronomio Lección 6 Capítulo 4 Conclusión

Deuteronomio

Lección 6, Capítulo 4 Conclusión

Continuemos con nuestro estudio del capítulo 4 de Deuteronomio; mi elección personal como tal vez uno de los 10 capítulos más críticos y centrales en toda la Biblia para entender al Dios de Israel, sus atributos y carácter, los principios que rodean TODAS sus leyes, lo que sucede a los que SI obedecen, lo que sucede a los que se rebelan, y como la respuesta adecuada de un adorador debe ser para la redención y la liberación que Él nos ha dado a nosotros.

La semana pasada tomé varios minutos para recordarle de por qué es que particularmente en nuestros días y era, nos corresponde recuperar la palabra de Dios y dejar de depender de doctrinas y tradiciones desgastadas y equivocadas de los hombres que (aunque tal vez sirvieran de un propósito útil por un tiempo en la historia de la salvación) desechó la Torá e Israel en favor de las filosofías intelectuales y la preeminencia de los gentiles. Una de las cosas más perturbadoras que ha sido enseñada por los cristianos desde la época de Constantino (siglo IV D.C.) es que el atributo de Dios que los cristianos más confían en (su gracia), se produjo sólo en el momento de la llegada de Jesucristo y no estaba en juego antes; y por lo tanto la gracia es un fenómeno o dispensación estrictamente del Nuevo Testamento.

Y esta creencia aparece principalmente en el axioma firmemente arraigado de la iglesia, que la elección más grande que se presenta a cada ser humano en cuanto a nuestra relación con el Señor es seleccionar entre “Su Ley y Su Gracia”. Que elegir de una manera es correcto y de la otra está equivocado; que la Ley y la Gracia son mutuamente excluyentes y no tienen ninguna conexión entre ellas. Que elegir la Ley es negar a Cristo y elegir la Gracia es aceptarlo. Naturalmente, como los paganos o los ateos no tienen ningún concepto de estos términos (Ley y Gracia) este desafío está enraizado principalmente como un repudio de la religión del pueblo judío. O mejor dicho, los creyentes gentiles deben hacer una elección entre el camino de los judíos (la Ley), y el camino de Cristo (la Gracia).

Pero, ¿es realmente esta la elección que nos presenta? ¿Es acaso la Ley el enemigo de la Gracia, y la Gracia el oponente de la Ley? Me encontré una declaración maravillosamente articulada que pone en perspectiva esta dicotomía de la Ley versus la Gracia. Y lo que lo hace más interesante es de donde sale: estoy sacando esto de uno de los comentarios más progresivos, modernos, académicos y admirados de la Biblia, el Comentario Bíblico Mundial. Este trabajo de múltiples -volúmenes es recomendado por la mayoría de los seminarios evangélicos contemporáneos y colegios bíblicos como tal vez el último y más actualizado Comentario Bíblico en la existencia de hoy, ya que se publicó por primera vez hace sólo unos 10 años.

Duane Christensen, el editor del volumen de Comentarios Bíblicos Mundiales sobre Deuteronomio, es nada más y nada menos que un conservador o un apologista para Israel y el pueblo judío; su entrenamiento es de MIT y Harvard, así que no creo que tenga que decir mucho más.

El profesor Christensen habla de una realidad innegable que el Señor le ha mostrado sobre el Antiguo Testamento y quiere que otros cristianos y estudiantes serios de la Biblia se beneficien de la misma; Citó:

“La visión popular que identifica la Ley con el AT y el evangelio con el NT ciertamente no se sostiene si hacemos una lectura cuidadosa del libro de Deuteronomio según G. Braulik ha mostrado. Para entender el libro de Deuteronomio, uno debe reconocer la gracia PREVIA de Dios para los pecadores; es decir, la PRIORIDAD DEL EVANGELIO (gracia) SOBRE LA LEY EN EL AT así como en el NT. Aunque Deuteronomio enfatiza que la obediencia a la Torá de Dios es esencial, enfatiza aún MÁS que tal obediencia depende de la gracia de Dios…… “

Permítanme decirlo de otra manera: la gracia de Dios está contenida EN SU LEY, y la Ley demuestra su gracia. Su ley y Su gracia son inseparables y el propio espíritu de obediencia y de ejecución de la Ley se basa en la gracia. Hablar de uno sin el otro es como hablar de Yeshua y del Espíritu Santo como mutuamente excluyente. Que Yeshua o el Espíritu Santo pudieran existir y funcionar sin el otro, o que el proceso Redentor es el trabajo exclusivo de uno y no del otro es impensable y desafiaría todo principio bíblico de quién Dios es. Remuevan la obra del Espíritu Santo y nuestra salvación no puede ser. Quiten la obra de Yeshua y nuestra salvación no puede ser. Ciertamente podemos hablar de Yeshua y del Espíritu Santo por separado; y podemos estudiarlas y discutirlas de manera aislada e incluso aplicar diferentes términos y características, pero prácticamente hablando no pueden ser separadas. Dios, una y otra vez, dice que Él es Echad, uno, una unidad divina que no puede ser separada. Estamos pisando un terreno peligroso cuando nuestras doctrinas buscan enfatizar o incluso preferir uno por encima del otro, e incluso llegar a decir que uno podría existir y operar y el otro dejar de existir o ya no tener una función significativa.

Así mismo es con la Ley y la Gracia. Ciertamente podemos, hasta cierto grado, identificar los propósitos únicos y los atributos inherentes de cada uno, pero no podemos más elegir entre la Ley y la Gracia (o la ley y el Evangelio) como es casi universalmente exigido por la iglesia, de lo que podemos elegir entre el Espíritu Santo y Jesucristo. El Rabino Baruch y yo estuvimos discutiendo este tema hace un tiempo atrás, y le dije que se me ocurrió que la iglesia regular se había vuelto tan dispuesta a hacer exactamente esto, que para un creyente simplemente determinar que él o ella será obediente a los mandamientos de Dios, o incluso tomarlos en serio, ahora se llama “legalismo” o el deseo de adoptar el Judaísmo.

Por lo tanto, por favor tomen las palabras de apertura de hoy como un recordatorio del contexto de Deuteronomio (y toda la Torá para ese asunto) que la gracia está en el centro, que la gracia es indispensable en todas las etapas de la interacción de Dios con los seres humanos de cualquier edad, y que las leyes contenidas aquí están orgánicamente conectados a, y construido sobre, y dependiente de la gracia de Dios. En la economía de Dios sin gracia no puede haber Ley.

Volvamos a leer algo de este maravilloso capítulo que es tan esencial para nuestra comprensión de la Palabra en general.

VOLVAMOS A LEER DEUTERONOMIO 4:21 – HASTA EL FINAL

Continuando en Deuteronomio 4:21: después de su diatriba contra la adoración de ídolos, Moisés se va por la tangente un poco y, una vez más, llora el hecho de que, aun como el Mediador del Señor (uno de los dos Mediadores que jamás exista), no va a disfrutar de los frutos de la Tierra Prometida (como lo hará su audiencia juvenil, la segunda generación del Éxodo) debido a las acciones de los israelitas que provocaron su comportamiento errático. Por lo tanto, Moisés dice, toma nota de lo que me está sucediendo (es decir, que a Moisés se le prohíbe entrar en la Tierra Prometida) y cuida que TU obedezcas escrupulosamente todos los elementos del Pacto que el Señor ha hecho con Israel para que no te suceda a ti. Y esto es así puesto que el Señor Dios es un fuego consumidor, y no es posible que nada o cualquier persona pueda resistir Su juicio por pecar, y el Señor no tiene excepción de personas por lo que su estatus socioeconómico o político no le ayudará (ni siquiera Moisés está exento cuando tiene que ver con las ofensas en contra de Jehová).

En este capítulo Moisés TODAVÍA les advierte al pueblo a que tengan precaución de no caer en la adoración hacía los ídolos, él les dice que tengan cuidado de no romper el mandamiento en contra de todas las formas de idolatría, que como resultado pueden perecer. Tengan en cuenta que perecer no significa “totalmente destruido” en el uso actual; en realidad significa más como “traído a la ruina”, o “severamente y dolorosamente castigado y deteriorado”. Ahora noten algo interesante y que implica un principio que realmente nosotros no hemos visto ser utilizado de esta manera hasta ahora: en Levítico era un requisito ordenado por Dios que cualquier juicio judicial que implicaba un asunto que podría resultar en la pena de muerte, tenía que descansar en el testimonio de al menos dos testigos. Estos crímenes fueron, por supuesto, siempre considerados ante todo como actos de desobediencia hacia Dios e incluyeron las peores ofensas como el asesinato, el adulterio y la idolatría.

Sé que muchos de ustedes son aficionados a la profecía, así que aquí hay algo que podría interesarle. Aunque no vamos a seguir el hilo del principio de “los dos testigos” a través de la Biblia y discutirlo a profundidad hoy (aun cuando es interesante hacerlo), quiero que usted reconozca que los misteriosos Dos Testigos que aparecerán durante el tiempo de la Tribulación en Jerusalén (los dos testigos del Señor que el Anticristo matará y dejará sus cuerpos en las calles de Jerusalén para que todo el mundo lo vea) no son más que una extensión del requisito que el Señor estableció que DEBE de haber al menos dos testigos para juzgar a un hombre para destrucción (la pena de muerte). Aquí en Deuteronomio Moisés invita a los dos testigos en contra de Israel a ser los cielos y la tierra. Moisés dice que él llama a los cielos y a la tierra como los dos testigos requeridos en contra de Israel si cometen idolatría. Esta ley de dos testigos era una ley legal absoluta en el sistema de Justicia del Señor, una que Dios incluso impuso sobre Sí Mismo (es por eso que en el fin de los tiempos los Dos Testigos son una necesidad, ya que Él está condenando a todos los incrédulos a la muerte física y eterna). Dado que el castigo por la idolatría era la muerte, si Israel fuese a perecer (iba a ser castigado catastróficamente) como una nación a consecuencia de su idolatría corporativa,

¿QUIÉN podría ser dejado para calificar como los DOS testigos para testificar en contra de ellos? Moisés dice que serán los cielos y la tierra porque están sujetos a Dios de la misma manera que la humanidad.

Por lo que, Moisés dice, que no será HASTA CUANDO ustedes (Israel) vuelvan de nuevo adorar ídolos que todas las maravillosas promesas de la tierra y la seguridad y la paz se revertirán. En el versículo 27, Moisés dice que Jehová quitará a Israel de su tierra y los esparcirá a otras naciones (todas las naciones gentiles, por supuesto) y que aunque no TODOS los israelitas serán asesinados en esas naciones, muchos si serán, y muchos más simplemente se asimilarán y perderán su identidades hebreas. De hecho, Moisés dice que sólo unos pocos sobrevivirán el exilio. Luego dice algo que creo que ha sido un tanto malinterpretado; Moisés dice que en esas naciones gentiles Israel servirá a dioses hechos por el hombre, dioses falsos.

En general, se ha dado por sentado que este versículo significa que los hebreos serán perseguidos y se les forzara a inclinarse ante los dioses de esas naciones. Históricamente hablando esto ciertamente ha ocurrido en casos aislados (como se demostró en la historia de Sadrac, Mesac, y Abed-nego y el horno de fuego cuando los judíos fueron exiliados a Babilonia); pero en la gran mayoría de los casos el hebreo no se vió forzado a adorar a otros dioses porque eso simplemente no era el pensamiento o los métodos de los antiguos conquistadores del Medio Oriente de la Era Bíblica.

Más bien, la consecuencia son que los israelitas harán lo que toda la gente hace: se asimilarán a un grado u otro en cualquier cultura a la que fueron exiliados. O, igual de amenazante, no serán permitidos por el gobierno de esa cultura de continuar abiertamente con sus prácticas de adoración a Jehová ya bien establecidas (como se describe en la Torá) para que ellos se comprometan y por consiguiente pasen desapercibidos. O quizás peor, porque por definición ya no residirán en la Tierra Santa de Dios (Israel), y como el Templo era el único lugar donde podían ir a sacrificar y a expiar por sus pecados en contra de Dios, su estado espiritual AFUERA de la Tierra era como si fueran deshonrados y nunca más podían ser purificados. Peor aún, como fueron profanados e impuros, esto automáticamente significaba que no podían comunicarse con Jehová.

Permítanme poner el horror de esto en perspectiva: esto sería como, si a un cristiano, se le ha arrancara la salvación. No QUERÍAS que te lo quitaran, pero de todos modos te lo quitan. Conservaste un recuerdo completo de la misma, por qué era tan crítico para ti poseer, un deseo de mantenerlo, y no tenías intención de perderlo, pero las consecuencias de tus acciones fueron tan graves para Dios que Él te entregó a las fuerzas del mal y Él Mismo se separó de ti. ¿Te imaginas una cosa como esa? ¡Aun cuando no vamos a entrar a ver si es posible que suceda eso para un creyente (y generalmente hablando NO es posible, así que relájense), pero sólo imagina si lo fuera! Eso equivale a lo que Moisés está diciendo que le sucederá a Israel (y de hecho sucedió) si se rebelan en contra de Dios (y de hecho la transgresión central de esta rebelión es cometer idolatría).

En mi seminario de las Raíces Hebreas del Cristianismo yo trato de hacer entender el estado de ánimo de los judíos en Babilonia; cuán conscientes ellos estaban de su exilio no sólo de su patria de Judá sino también de Dios mismo. Ellos sentían que el mismo aire que respiraban estaba profanado; la comida que comían era impura, no era kosher; que vivían en un estado perpetuo de inmundicia de la que no había escapatoria. Las mujeres no podían purificarse apropiadamente y legalmente de sus ciclos mensuales, ni podían los hombres purificarse después de tener intimidad sexual con sus esposas como era requerido por la Ley. Ellos no pudieron obedecer el mandamiento de hacer las 3 peregrinaciones cada año a Jerusalén para los festivales ordenados por Dios; no podían diezmar, los sacerdotes no podían enseñar ni realizar sus rituales de sacrificios, por lo que los judíos no podían ofrecer un sacrificio de expiación cuando pecaban. Ellos estaban en el infierno.

¡Sin embargo, Moisés dice que el rescate y la restauración son posible para el pueblo de Dios! Él dice que si (aun cuando sea difícil de hacer en las circunstancias de exilio), ellos se arrepienten y buscan a Dios con todo su corazón y alma (recuerda, en la Biblia la palabra “corazón” es sinónimo de nuestra palabra moderna “mente”), Él PERMITIRÁ que Israel reavive su relación con Él. Y esto es porque (como dice en el versículo 31) otro atributo de Dios que opera en el otro extremo de la escala de su ira es su compasión y misericordia. Él dice que a nivel corporativo o nacional Él NO permitirá que Israel sea aniquilado como un pueblo identificable y que Él NO olvidará su promesa de pacto que Él hizo con los padres de Israel. Esto es tan fundamental para nuestro entendimiento general de la Biblia.

Primero, cuando se dice “vuestros padres” es sólo otra forma de decir “los Patriarcas”, es decir, Abraham, Isaac y Jacob. Así que esto tiene a Moisés diciendo que Jehová no le fallará a Israel ni dejará que Israel (como pueblo) sea completamente aniquilado; y que no se olvidará del Pacto con Abraham (el Pacto hecho con Abraham, luego entregado a Isaac, luego entregado a Jacob).

En segundo lugar, tenemos que entender cuál es el significado de este concepto del Señor de no olvidar el Pacto con Abraham: “olvidar” un pacto significa abolirlo, invalidarlo. Mediten en eso por un minuto. Una y otra vez en el AT, el Señor dice lo mismo: nunca olvidará (nunca invalidará) su pacto con Abraham. Yeshua, por supuesto, respalda eso en Mateo 5:17 cuando dice que él no vino a invalidar, abolir, “olvidar”, la Torá y su contenido (que es donde se establecen los pactos). Permítanme decirlo de nuevo: en el pensamiento hebreo el OLVIDAR una promesa o un pacto es abolirlo o abrogarlo; RECORDAR una promesa o un pacto es validarlo, sostenerlo y seguir sus términos. Particularmente en lo que concierne a Dios, olvidar y recordar no tiene nada que ver con Su memoria o su capacidad de recordar.

Ahora, yo les dije que Deuteronomio 4 está repleto de cosas importantes, así que aquí hay otro concepto importante que pasa zumbando por delante de nosotros. Aun cuando tú y yo acabamos de leer este pasaje y decimos: “OK, así que Dios dice que, como él es compasivo dondequiera que sea que, se dispersen, Él permitirá que los israelitas lo busquen a Él”. Eso es genial, pero bastante sencillo. Bueno, sólo es sencillo para nosotros porque entendemos que existe solo un Dios.

Los hebreos de esa era NO creían eso. De la misma manera como ustedes y yo nunca discutiríamos el punto que el mundo consiste en una multitud de varios grupos de personas: los negros, los marrones, los blancos, los asiáticos, y así sucesivamente, así mismo los hebreos simplemente tomaban como conocimiento común que el mundo espiritual consistía de un multitud de dioses, cada uno dedicado a uno u otro de los varios grupos y naciones de personas. Solo que Jehová es el dios particular de Israel. Por lo que en Deuteronomio, Moisés está (por primera vez que yo puedo detectar en la Torá) comenzando a hacer que sea claro que Jehová es el ÚNICO Dios en existencia, no sólo el único dios de Israel. Así que Moisés le está diciendo a Israel que CUANDO ellos estén esparcidos por toda la tierra debido a la idolatría que ellos VAN a cometer, que se consuelen en saber que su Dios estará dondequiera que ellos estén. Que (a diferencia del pensamiento universal de esa era) los hebreos no tendrán que cambiar la lealtad al dios o a los dioses de cualquiera que sea la nación en la que terminen, con el fin de tener algún dios u otro para ayudarlos. Que el poder y la presencia de Jehová están en todas partes en esta tierra y que Él no está restringido por las fronteras territoriales, como lo están los dioses inexistentes de las naciones paganas.

Mira: esto fue probablemente tan difícil para Israel creer inmediatamente como verdad (porque iba en contra de lo que en ese momento pasaba por el sentido común), como lo es inicialmente para los nuevos cristianos aceptar que un atributo divino de Dios llamado “el Espíritu Santo” ha invisiblemente y de otra manera indetectable tomado residencia dentro de nosotros. Por una parte, las autoridades eclesiásticas confiables nos dicen que este es el caso; y ESPERAMOS que esto sea así, pero por otro lado, ¿cómo probar y verificar tangiblemente tal cosa? La única manera es a través del tiempo y la experiencia con el Señor que comienza con la fe sencilla. Por lo que vamos a tratar de entender cuan revolucionario era este concepto del que Moisés estaba hablando aquí. Pero también tratemos de comprender que otra parte de lo que Moisés estaba diciendo era ominosamente profética: que en el futuro Israel SE rebelaría en contra de Dios por medio de la idolatría, ellos SERÍAN expulsados de la tierra y dispersados, SERÍAN asesinados y sometidos a subyugación en las naciones gentiles, ellos SERÍAN puestos bajo presión por la sociedad de adorar a otros dioses, y muchos (sino la mayoría de los Israelitas) sucumbirían a un elemento u otro de esto.

En realidad, Moisés pone esto en términos generales que sólo la retrospectiva nos permite validar la verdad en ella: no es que Israel hiciera esto en UNA ocasión y entonces Dios respondería con el exilio, sino que lo que se está introduciendo a Israel es un principio que sería repetido en ciclos regulares; Israel SE rebelaría en la idolatría y Dios, cada vez, respondería de la misma manera con el exilio de su patria.

Pero como siempre, Moisés trae un equilibrio a la situación. La restauración ocurrirá igualmente de seguro como Israel se rebelaría. Y comenzando en el versículo 31, Moisés dice que los fundamentos para esta esperanza de restauración y reconexión con Dios que Israel siempre debe esperar es doble: 1) porque el Señor amó a los patriarcas y 2) porque Dios es inherentemente misericordioso. Y desde aquí Moisés da un sermón sobre este concepto radical de que YHWH es el único Dios que existe.

Este sermón que introduce a Israel al monoteísmo dice que la PRUEBA de que sólo hay un Dios y que su nombre es YHWH está contenida en la historia misma. Que desde el momento en que la tierra se formó hasta hoy, ¿qué sociedad o cultura alguna vez le ha sucedido tales cosas como le ha sucedido a Israel? ¿Qué sociedad HA ESCUCHADO realmente la voz de Dios? No sólo algunos sacerdotes AFIRMANDO que ellos escucharon a un dios, sino más bien que la población en general siendo testigo ocular de lo ocurrido. ¿Cuándo ha existido alguna vez un Dios que apartó a un grupo seleccionado de personas del mundo en general, les dió una Ley y un pacto, derribó la destrucción sobrenatural de sus opresores (como en Egipto), y luego los condujo por medio de una nube VISIBLE y un pilar de fuego que estaba disponible no sólo para que Israel lo viera, sino que para cualquier persona en proximidad cercana fuera testigo?

Hermanos permítanme explicarle algo que tal vez usted no ha considerado: ¿Sabes POR QUÉ Israel es visto como extraño y raro y amenazador desde el momento de su santificación y separación justo hasta hoy en día? Moisés te lo está diciendo en Deuteronomio. Es porque de hecho ellos son diferentes, y han tenido su camino fijado en una historia enteramente única y un conjunto de principios y morales que van en contra de cualquier otra sociedad, jamás vista. Los humanos no pueden soportar la diversidad y la diferencia a pesar de la absurda y falsa adoración académica de la misma hoy en día. En el mismo momento en que el mundo pide la aceptación de la diversidad, la tolerancia y el multiculturalismo, se hace todo lo posible para presionar a todos a ser iguales. Por favor, como en ningún otro momento de la historia, hay un mayor esfuerzo para borrar la distinción entre varón y mujer. Para poner a todos en el mismo molde, para que todos acepten las mismas filosofías y normas morales, para tener un cuerpo gobernante en el mundo que domine y gobierne a todas las naciones bajo las mismas reglas y leyes. Y cualquiera que se niegue a someterse a esto es considerado como un renegado, poco inteligente, uno que aborrece, algo para ser pisoteado y erradicado como una cucaracha no bienvenida.

Moisés está afirmando que nadie ha estado nunca en la posición de Israel, y nadie ha tenido nunca leyes y mandamientos tan perfectos para vivir de lo que han sido presentados por Jehová. Lo que no ha dicho todavía es que el mundo va a odiar a Israel por esto y que el mundo dirigido por sus propias inclinaciones malvadas, bajo la dirección de Satanás, NUNCA dejarán de tratar de librarse de estas personas extrañas, simplemente porque son DIFERENTES.

Bueno, despierten cristianos; los judíos ya no están solos. USTEDES se han convertido en un blanco de reeducación o exterminio. Eres demasiado diferente para vivir lado a lado con todos los demás. ¿Y cómo ha respondido la iglesia a este reto? En general, de la misma manera que los judíos eventualmente lo hicieron, mezclándose; pareciéndose más al mundo que el mundo mismo. Los judíos trabajaron para disolver la separación entre ellos y los otros habitantes de este planeta. Los judíos que emigraron de Europa en los años 1800 renunciaron no sólo a sus identidades judías, sino también a sus nombres de familia para que pudieran desaparecer en un mar de gentiles.

En nuestro tiempo los cristianos por los miles, denominaciones enteras en masa, están renunciando al nacimiento virginal, la Deidad de Jesús, y cualquier rastro de separación y de la diversidad del mundo. Los cristianos por los millones están aceptando y celebrando la homosexualidad, el matrimonio sexual del mismo sexo, y nuestra libertad para elegir el aborto. Los cristianos no QUIEREN nuestra verdadera historia de fe: solo queremos que nuestro seguro de fuego y nuestro grupo social de amistades y actividades que se basan alrededor del edificio de la iglesia. Y claro que yo estoy hablando en general y este no es cada caso, pero esto es, al menos, convirtiéndose en la norma.

La prisa por abandonar a nuestro Salvador está frenéticamente en Europa y está obligada a propagarse. Inglaterra está liderando el camino como un grupo que ahora ofrece certificados anti-bautismo para que un cristiano pueda renunciar oficialmente a toda lealtad a su Dios, tener su nombre oficialmente eliminado de todo tipo de lista que lo identifique como un cristiano, y luego recibir un certificado como prueba legal de su repudio al cristianismo. En el último año sobre más de 100,000 personas lo han hecho.

En el versículo 39, Moisés hace la declaración definitiva: “  Por tanto, reconoce hoy y reflexiona en tu corazón que el Señor es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro.”. Esta afirmación marca un punto de inflexión en la historia de la humanidad. Y luego Moisés dice que la RAZÓN por la que tienes que creer y observar este mandamiento es para que te vaya bien con tus hijos y que puedas permanecer en el cuidado de Dios y en la tierra de Dios. Si por ninguna otra razón, que Israel, obedezca a Dios por sus propias razones egoístas para que uno pueda sobrevivir y prosperar. Moisés dice, no hagas esto porque Dios lo necesite; sino porque TÚ lo necesitas. No hagas esto porque Dios se beneficia; más bien porque TÚ te beneficias.

Nada ha cambiado. La salvación no es y nunca ha sido para el beneficio de Dios; es para nuestro beneficio. Dios no “pierde” porque muchos no aprovechan Su regalo gratis; los que no ven la verdad, pierden.

Moisés termina esta porción de su discurso al pueblo nombrando oficialmente las ciudades de refugio (las ciudades santuario) que se establecerán en el lado este del río Jordán, en el territorio que habitará Rubén, Gad, y 1/2 de la tribu de Manasés. Estas son ciudades que serán poseídas y administradas por los Levitas POR EL BIEN de las tribus que han escogido vivir y operar en el Trans-Jordánia. Recordemos que una ciudad de refugio es un lugar donde un hombre que ha matado a otro hombre puede residir y estar a salvo; él no puede ser herido si se escapa a una de estas 3 ciudades. También recuerda que esta ley NO cubre el crimen de asesinato y un asesino no puede tomar residencia allí. El delito principal por el que se reservan estas ciudades es el homicidio involuntario, el asesinato accidental o no intencional de un ser humano.

No es que los que vienen a una ciudad de refugio están allí para evitar el enjuiciamiento, de hecho ellos serán llevados a un determinado lugar para el juicio y si se determina que NO son culpables de asesinato, ENTONCES pueden volver a la ciudad de refugio y permanecer allí en seguridad. Los habitantes de una ciudad Santuario no están en la cárcel en realidad están siendo protegidos. De hecho, eran libres de abandonar esas ciudades en cualquier momento que eligieran.

El problema es que estaban siendo protegidos contra el Pariente Redentor (go’el ha’dam), cuyo deber tradicional era vengar la muerte del pariente que esa persona mató aunque fuera accidental. Pero si el asesino elige vivir fuera de la protección de la ciudad Santuario entonces ellos se convierten en presa fácil y el Pariente Redentor podría extraer su venganza de sangre sin ninguna consecuencia.

Para terminar el capítulo 4, voy a hacer un comentario rápido sobre los versículos 44 – 49. Hay cierto desacuerdo en cuanto a si estos versículos en particular NO deberían ser el final del capítulo 4, sino que deberían incluirse como las primeras palabras del capítulo 5. De lo contrario parece terriblemente redundante.

Me gustaría ofrecer una posibilidad diferente: los versículos 1 – 43 fueron como una introducción, un avance, a lo que Moisés estaba a punto de decir comenzando en Deuteronomio 4:44 y luego esencialmente continuando para los próximos capítulos.

En otras palabras, tal vez en la jerga moderna podríamos tener a Moisés diciendo: “Ahora, después de todo lo que acabo de darles como trasfondo, aquí está FINALMENTE la enseñanza que quiero que tengan……” Así que, de hecho, estoy de acuerdo con los que dicen que aunque la traducción está perfectamente bien, el capítulo 5 debería haber comenzado antes en lo que actualmente se designa como Deuteronomio 4:44. Antes que traten de empezar a acusarme de tratar de “cambiar la Biblia”, por favor, recuerden que la Biblia nunca tuvo marcas de capítulos, AT o NT. Los eruditos los agregaron muchos siglos más tarde, sólo como medio para ayudar a estudiar y comunicar los diversos pasajes. Lo mismo ocurre con la numeración de los versos; era un sistema arbitrario y nada malo con eso porque no cambia nada.

Sin embargo, como en los párrafos y los capítulos modernos de la literatura SÍ tienen un significado importante (generalmente indicando que una escena termina y la nueva comienza, o un patrón del pensamiento termina y uno nuevo comienza) esto PODRÍA tener un impacto SI aplicamos ese mismo tipo de criterio literario a la Biblia. Lo que les estoy diciendo es: trata de NO leer la Biblia de acuerdo a párrafos y capítulos como leemos un libro moderno. Con demasiada frecuencia, un cierto tren de pensamiento simplemente continúa desde el último verso de un capítulo hasta el primer verso del siguiente; pero debido a que PARECE ser interrumpido debido a un nuevo párrafo o un nuevo número de capítulo, entonces nuestras mentes tienden a poner fin al contexto de lo que se ha dicho hasta ese momento y tratamos de crear un contexto completamente NUEVO desde cero. Este es un error GRAVE y, lamentablemente, esta es probablemente la forma en que la gran mayoría de los creyentes, los estudiantes de la Biblia, el maestro de escuela dominical, e incluso los profesores de los Colegios de Biblia realmente leen y enseñan la Biblia.

La próxima semana comenzaremos Deuteronomio capítulo 5.

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