Deuteronomio Lección 45 – Capítulo 32 Continuación

Deuteronomio

Lección 45 – Capítulo 32 Continuación

La semana pasada comenzamos nuestro estudio de esta llamada Canción de Moisés que constituye la base para Deuteronomio capítulo 32. Este trabajo es muy profundo; explica principios que son prácticos y proféticos, revelados y misteriosos. Explica las cosas en una dualidad (es decir, desde dos perspectivas simultáneas): la perspectiva de las manifestaciones físicas terrenales que la humanidad puede conocer, el sentido y la experiencia, y también la perspectiva de las manifestaciones espirituales celestiales que son invisible y en gran medida inescrutables para los hombres.

De hecho, los versículos 1 – 43 son una canción; son un poema que iba a ser puesto en música y cantado y recordado como una canción por todos los israelitas. Esta es una canción que Jehová le dijo a Moisés que escribiera para ser testigo EN CONTRA de Israel cuando, en tiempos futuros, Israel se alejara de Dios (y como resultado de que Israel sufriría calamidad y exilio de su preciosa Tierra Prometida).

Esta canción es una advertencia, una esperanza, una condenación y un camino de redención para el pueblo de Dios. Y como hemos discutido recientemente, está escrito mucho antes de que sus predicciones se cumplan para que el pueblo de Israel entienda plenamente que su destrucción y su exilio no fue a la suerte o destino; tampoco fue porque Dios les fuera infiel o que no pudiera defenderlos o que las naciones enemigas que querían conquistar a Israel fueran más fuertes o tuvieran dioses más poderosos que Jehová. Más bien es que Israel abandonó al Señor y lo que les está sucediendo es por parte de Su intervención directa. Israel está sufriendo la ira divina de Dios a pesar de que podría aparecer en la superficie, como si fuera meramente las malas decisiones de las naciones circundantes.

Permítanme señalar también que ha sido y siempre serán gentiles (naciones gentiles) los que hacen el mal sobre Israel. Yo he escuchado que el mismo implica, que el uso de gentiles por parte del Señor para castigar a Israel, es una prueba en sí misma de que ahora valora a los gentiles (la Iglesia, específicamente) por encima de Israel; o que el resto del mundo se ha colocado ahora en igualdad de condiciones con Israel. De hecho, como veremos en esta canción, es la NATURALEZA malvada de estas naciones gentiles de lo que Dios está aprovechándose para Su propio propósito, y ese propósito es castigar a Su pueblo los hebreos. La ironía es grande: ya que estas naciones son intrínsecamente inicuas, el Señor a su vez castigará a estas mismas naciones gentiles por su iniquidad y su terrible trato para Israel.

Esto me presenta con la oportunidad perfecta para explicar lo que está sucediendo hoy en día con Israel y el Medio Oriente; es Dios llevando a cabo su plan de redención pre-determinada, pre-anunciada. Yo me rio (una pequeña risa malvada) cuando escucho a los políticos o representantes de estado, explicar por qué el Medio Este es tan caótico y porqué su plan para salvarlo va a funcionar cuando ningún otro ha funcionado. Hasta una buena porción de la iglesia escoge interminablemente” trabajar hacia la paz y la reconciliación” entre los israelíes y los Palestinos y los de Jordania, los israelíes y los libaneses, los israelíes y los de Saudí…así sucesivamente. Pero siempre son los israelíes y alguien más.

¡Por lo que la creencia a nivel mundial es que DEBEN ser los judíos los que son el problema y en una manera completamente diferente a la que están pensando, ellos están correctos!

Por supuesto que para ellos el problema con los judíos es que se han atrevido a existir; y especialmente en un lugar que estas naciones gentiles no los quieren: la antigua patria judía de Israel.

Hemos visto cómo todo tipo de planes diseñados para llevar la paz a la región, se disuelven en la matanza en poco tiempo. Naturalmente, la Hoja de Ruta para la Paz de nuestra anterior Administración Presidencial Estadounidense no fue a ningún lugar; la actual Administración tiene un nuevo plan que básicamente culpa a Israel por todo lo que sucede y hacer amistad con los enemigos islámicos que rodean a Israel. La situación no está en camino de ser resuelta; es simplemente diferente de lo que era hace 5 años. Cada plan de las Naciones Unidas para dividir Israel o regalar su tierra, comprometer su seguridad, dar más ayuda, imponer su voluntad militarmente, o ganar los corazones y las mentes de la religión musulmana fracturada para convencerlos de que la paz es una mejor opción deja innumerables muertos más a su paso. Inextricable es la palabra más utilizada para describir el Medio Oriente; desesperanzada está en un segundo lugar, y loco probablemente es la tercera palabra usada.

La conclusión es la siguiente: aparte de creer en la Palabra de Dios no hay contexto para entender el Medio Oriente. Aparte de creer en Jehová quien creó las naciones y puso seres divinos misteriosos (benei elohim) sobre ellas, pero apartó a Israel de las naciones para Sí mismo, no hay manera de comprender la fuente del problema y cómo se va a llevar a cabo todo. Es increíble que, con los cientos de miles de millones de dólares lanzados al problema, los millones de vidas sacrificadas y destruidas, y las mejores mentes en la tierra empleadas para elaborar estrategias y formular una solución que la ÚNICA cosa que ninguna nación (incluyendo Israel) consulta para una solución, sea la Palabra de Dios que creó las naciones.

Ese patrón de la humanidad que se niega a consultar al Creador en asuntos que sólo Él controla y determina es antiguo y a lo largo de toda la historia nadie ha estado exento de esta tentación; una tentación que el Dios de Israel advierte a Israel que sea consciente y que evite. Esta advertencia se encuentra en el Canto de Moisés.

Terminamos en el versículo 11 la semana pasada. Volvamos a leer Deuteronomio 32 a partir del versículo 12.

VUELVE Y LEE DEUTERONOMIO 32:12 – hasta el final.

En este punto después que la Canción ha hablado con tanto cariño sobre la protección y el cuidado de Dios para Israel, y que es esta muestra de un asombroso amor divino que hace que Israel tome la decisión de dar su adoración a otros dioses aún más atroz, el Señor les recuerda que fue Él quien los ha estado guiando desde el principio y ciertamente no fue con la ayuda de alguna otra divinidad o dios. Como dice Oseas 13:4:

LBLA Oseas 13:4Mas yo he sido el Señor tu Dios desde la tierra de Egipto; no reconocerás a otro dios fuera de mí, pues no hay más salvador que yo.Yo te cuidé[g] en el desierto, en tierra muy seca.

En otras palabras, no hay ninguna razón racional para que Israel considere siquiera la ayuda de una fuente espiritual alterna; la gloria para la liberación de Israel debe ser de Jehová porque ciertamente no obtuvieron ayuda de ninguno de estos otros dioses, ya que fueron rescatados de Egipto y colocados en una tierra maravillosa. El versículo 13 dice que fue Jehová quien puso a Israel en los lugares altos de la tierra (los lugares altos se refieren a las tierras altas centrales de Israel). Fue Jehová quien sostuvo a Israel y les dio todo lo que necesitaban incluso de las fuentes más improbables como la miel de las rocas y el aceite de oliva de las grietas en las rocas. Fue Jehová quien hizo que los rebaños de Israel crecieran y produjeran leche y carne, y quien ordenó que los campos se desbordasen con el mejor trigo y vino espumoso para Su pueblo. En realidad, lo que dice esta frase sobre el vino es “sangre de sangre espumosa”. La sangre de uva o la sangre de la uva es un modismo para el vino. De ninguna manera el vino se compara con la sangre ni simboliza la sangre; el vino es para la alegría, la sangre es para la expiación. La espuma sólo refuerza que lo que se está hablando es sobre el vino (bebida alcohólica), no jugo de uva, porque al fermentarse las uvas en vino el contenedor hace espuma y burbujas.

En el versículo 15 el enfoque cambia de nuevo; el mismo deja atrás el tema de la bendición de Dios y el cuidado por Israel y en su lugar habla de la deslealtad de Israel hacia un Dios tan bueno y benevolente. Israel ha engordado y está satisfecho; están bastante seguros de sí mismos, se sienten sin necesidad, y en poco tiempo olvidaran que la única fuente de todo su shalom y abundancia era el Señor Dios. Sin embargo, en lugar de agradecerle por su maravillosa existencia, acreditan a las diversas deidades a las que sus vecinos se inclinan (y eran habituales para la época).

Con qué frecuencia hemos escuchado sermones y participado en estudios bíblicos donde nos encontramos con esta tendencia destructiva de los hebreos a dividir sus lealtades e incluir a otros dioses; y sacudimos la cabeza con asco simulado de acuerdo con los profetas que nos hablan de esta apostasía. Con demasiada frecuencia se nos dice que ESTO es por lo que Dios abandonó y rechazó a Su pueblo separado y dio su herencia a la iglesia gentil. Permítanme aclarar las cosas; primero el Señor Dios no ha rechazado a Su pueblo y en su lugar ha dado Su atención y favor a la iglesia. En segundo lugar, los creyentes somos casi universalmente culpables de hacer exactamente lo mismo por lo que Israel está siendo acusado, ¿verdad? Cada vez que nos damos palmaditas en la espalda por nuestra buena fortuna; acreditar nuestro excelente plan de mercadeo o nuevas instalaciones para el crecimiento de nuestra sinagoga o iglesia; o cada vez que ponemos nuestros propios deseos, deseos y tradiciones por delante de lo que conocemos que son los caminos de Dios nosotros dividimos nuestras lealtades y damos crédito y gloria a otros dioses.

La extraña palabra al principio del versículo 15, Jesurún, es hebreo para “el recto”; es un epíteto para Israel. Israel abandonó a su Creador y se alejó de la Roca. Pero el último par de palabras de este versículo son aún más interesantes y las traducciones al inglés cubren un fascinante uso de la lengua hebrea. La mayoría de las Biblias dirán como nuestro CJB dice, “Y él (Israel) rechazó la Roca de su salvación” o “él (Israel) condenó la Roca de su salvación”. Lo que realmente dice en hebreo original es que “Israel rechazó la Roca de Yeshua”. Así es: las palabras “Su Salvación” (La Salvación de Dios) están en hebreo “Yeshua”, el nombre hebreo dado a nuestro Mesías.

Si sólo la iglesia estuviera dispuesta a entender que el nombre “Jesús” no es más que una traducción al inglés del nombre hebreo Yeshua, se añadiría mucho más significado a los pasajes de la Sagrada Escritura que en gran medida se pasa por encima.

Sin embargo, cuando esta revelación sorprendente e inesperada ocurre aquí en el versículo 15 (por el cual la Roca se llama Yeshua) entonces abre unas controversias que muchos teólogos ni tan siquiera quieren tocar. No hay ninguna duda de que esto es una referencia a Jesucristo, Mesías Yeshua, la Roca de nuestra Salvación. Recordando que esto habla de un tiempo futuro lejos de la época de Deuteronomio, se nos dice que Israel rechazará e incluso condenará la salvación que Dios les provee.

He mencionado algunas veces que las profecías bíblicas no suelen ser eventos de una sola vez. Durante mucho tiempo los eruditos bíblicos han reconocido que la mayoría de las profecías ocurren, y luego suceden de nuevo en un momento posterior. El ejemplo más simple es que Israel fue exiliado no una vez, sino 3 veces. Israel cayendo a la idolatría, siendo restaurado, y luego haciéndolo todo de nuevo es infame. Incluso la saga de los tiempos finales del anti Dios (el Anticristo) entrando en el Santo Templo y estableciendo una imagen de sí mismo y exigiendo que sea adorado ya ha sucedido en la historia israelita; pero también volverá a suceder para un futuro nuestro. La primera vez fue el gobernador sirio Antioco Epifanes alrededor del 167 A.C.; su ejército capturó a Jerusalén y luego se estableció como un dios en el Santo Templo. Leemos sobre esto en los libros de los Macabeos, y también leemos de cómo los rebeldes judíos dirigidos por Judá el Macabeo retomaron el Templo algunos años más tarde, lo limpiaron y volvieron a prender la Menora Dorada. Este evento se celebra con una fiesta religiosa que incluso el Mesías reconoció (Hannukah) y ese hecho está registrado en los Evangelios del Nuevo Testamento. Hannukah también se llama la fiesta de la dedicación (o mejor, la re-dedicación) porque se trataba de la re-dedicación del Templo al Dios de Israel.

El punto es que, si bien YHWH salvaría a Israel en varias ocasiones en los siglos siguientes, el SALVADOR Yeshua sería otra manifestación de la profecía sobre Jesurún contenida en el Canto de Moisés. Por lo tanto, tenemos que prestar mucha atención a lo que está a punto de llegar en los próximos versículos del capítulo 32 porque es demasiado fácil para nosotros los creyentes de hoy en día (tanto tiempo atrás de cuando se escribió esta canción) para olvidar que, así como ya somos redimidos por la gracia de Dios, así mismo era para Israel. Esta canción NO fue escrita ni destinada a personas no redimidas; Dios se lo dirigía al pueblo que había redimido de Egipto 40 años atrás, y permanecieron redimidos. Los israelitas que fueron apóstatas y se alejaron de Dios en los próximos años después de la muerte de Moisés (como predice esta canción) también formaban parte de los redimidos. Así que, por favor comprendan que esta canción no está hablando de los paganos o de los que buscan; la misma está hablándole a los redimidos del Señor. En tiempos pasados se dirigía sólo hacia Israel, pero como les he mostrado, los patrones y principios bíblicos nunca cambian. Así que desde alrededor del 30 D.C. los redimidos de Dios incluyen a todos los discípulos de Jesús; Tú y yo.

El versículo 16 comienza a explicar con un poco más de detalle exactamente lo que el concepto de “abandonar a Dios” equivale, al igual que al principio de esta canción tenemos algún detalle de exactamente lo que “dios amoroso” significa ante los ojos de Dios. Permítanme decirlo de nuevo para que no haya error: sólo aquellos que TIENEN a Dios pueden ABANDONAR a Dios (no se puede dejar ir algo que nunca has tenido). Los paganos y los que buscaban nunca son acusados de abandonar a Dios porque nunca lo tuvieron en primer lugar. Los que tienen a Dios son los redimidos. Y el primer paso hacia el abandono de Dios es incorporar “cosas alienígenas” en nuestras vidas: cosas que no tienen lugar en el estilo de vida de un Creyente redimido. Aquí, en el versículo 16, la referencia era más específicamente a las prácticas culturales universales de esos días que incluían quemar incienso y orar a dioses extranjeros, o poseer ídolos de madera o piedra; pero eso no es todo. También dice que Israel lo provocó (lo que significa que enfurecieron a Dios) con abominaciones. ¿Qué son las abominaciones? En hebreo la palabra es ‘evah y significa ordenar con cualquier cosa inusualmente inmunda que la Torá ha dicho a los israelitas que no son para ellos. Se refiere al uso de alimentos impuros, sacrificios impuros, actividad sexual inmunda, mezcla inadecuada de semillas o animales, la mezcla inadecuada de hilos en una prenda, la homosexualidad, etc. Recuerden que particularmente en éxodo y Levítico (pero también en los otros libros de la Torá) había ciertos pecados que se consideraban extraordinariamente malos ante los ojos de Jehová y estos fueron etiquetados como abominaciones.

La Canción continúa explicando que ellos también sacrificaron a demonios, no dioses y dioses que no habían conocido; incluso nuevos dioses que sólo habían venido recientemente (dioses a los que los patriarcas y antepasados de Israel no habían rendido homenaje). Esta no es una lista de términos paralelos para dioses falsos; esta es una lista de cosas alienígenas a las que Israel hizo indebidamente sacrificios. Me parece la lista más informativa porque incluye una serie de tipos de dioses (si así es). La lista incluye demonios, que ciertamente no son productos de la imaginación de la gente. El tema de los demonios es largo y complejo y aún no abordaremos eso. Pero sepan que estas son verdaderas entidades espirituales que por definición se oponen a Dios. Son entidades espirituales malvadas y leemos del mismísimo Yeshua tratando con estos malos espíritus en más de una ocasión. En realidad, sin embargo, incluso el término “demonio” no está del todo bien aquí. La palabra hebrea usada aquí es shed. Y generalmente se refiere a los espíritus de los muertos. Encontraremos referencia en la Biblia al shedim de Seol, los espíritus del lugar de los muertos. Yo no estoy sugiriendo que esto SÓLO se refiere a los espíritus malignos como los espíritus de los muertos; pero la idea es que como la muerte es la peor de las inmundicias, el lidiar con un espíritu de los muertos es sobre el peor tipo de consorte con una entidad malvada que se pueda imaginar.

Ahora, permítanme hacer una pausa aquí por un momento; la práctica de consultar a los espíritus de los muertos es actualmente desenfrenada y lo suficientemente popular como para que no me sorprenda si alguien aquí tuviera un miembro de la familia que pensara que es productivo ir a un medio espiritual y tratar de contactar con el espíritu de un miembro de familia ya muerto. Tenemos programas de televisión enteros, ahora, dedicados a aquellos que hacen todo lo posible para comulgar con los espíritus de los muertos y por todos los relatos algunos tienen éxito. Esto es exactamente lo que se está hablando aquí en el versículo 17 y no es humorístico y no debe ser hecho por los creyentes. Jamás te involucres en algo así, ya que el Señor lo encuentra entre las cosas más ofensivas que puedes hacer, y lo cuenta como que lo has abandonado a Él en favor de ese espíritu de muerte.

El siguiente término que encontramos es “no-dioses” pero se traduce más literalmente como “nodioses” (lo-elohim). Esto se refiere a las fantasías de la fértil imaginación de la gente (o mejores inclinaciones malignas fértiles). Ellos creen que están tratando con un dios o algún tipo de ser espiritual, pero no lo son; simplemente están confundiendo sus propios pensamientos pervertidos con la realidad. Entonces hay una especie de entidad espiritual con la que los hebreos podrían hacer apostasía y adorar llamándolos “dioses que nunca habían conocido”; estos son dioses extranjeros que no tenían nada que ver con Israel. Y finalmente, como lo puso un comentarista, hay este tipo de dios que es reciente; o para usar un vernáculo americano son dioses-de moda. No voy a pretender conocer con absoluta seguridad todos los detalles que rodean a estas entidades espirituales que son reales, o las fantasías espirituales que en realidad no existen. Sin embargo, como hemos aprendido de Job, Daniel y otros pasajes de la Biblia, hay seres divinos misteriosos (benei elohim) que han sido creados por Jehová y puestos en autoridad sobre las diversas naciones y sus propiedades asociadas. Aunque no son seres totalmente independientes, ni son creados por sí mismos, algunos obviamente se han vuelto en contra de Dios y NO hacen Su voluntad. Se cree mucho que se remontan a miles de años entre los sabios hebreos, que algunos de estos seres divinos (que debieron tener un poder tremendo a su disposición) se dejaron llevar por dioses y querían ser adorados; y sería fácil ver cómo los paganos podrían ver especialmente a estos “hijos de Dios” como dioses reales en lugar de como seres espirituales subordinados.

Sin embargo, también hay una implicación de la territorialidad aquí y, por supuesto, sabemos que era común entre los antiguos pensar que TODOS los dioses eran territoriales; y se nos dice explícitamente en Génesis que el Señor puso “hijos de Dios” (benei elohim) sobre las diversas naciones (la única excepción es Israel). Así que si bien estos seres divinos no son de ninguna manera dioses reales, ellos si existen, ellos son territoriales por definición, y algunos de ellos pueden ser presa de las supersticiones y las inclinaciones malignas de las personas y permiten ser adorados como dioses. Nosotros encontramos varios casos en el AT y NT de ángeles advirtiéndole a la gente QUE NO los adore (a pesar de que su apariencia y sus poderes deben haber sido impresionantes). Incluso los apóstoles advirtieron en contra de hacer lo mismo hacia ellos después de haber realizado algún tipo de milagro y la gente instintivamente cayó ante ellos abrumados. Así que pensar que uno de estos “hijos de Dios” que presidió una nación u otra, prefirió ser tomado por el dios de esa nación, en lugar de como un siervo del Señor, no es una exageración.

Entonces la canción regresa en el versículo 18 para acusar a Israel de algo muy antinatural: olvidar al que les dio la vida. Fue la Roca quien los creó a ellos y a la Roca quien los trajo a la Tierra Prometida. Habla de Dios que los engendró, pero también de Dios que los dio a luz. Hace a Dios la madre y el padre de Israel. ¿Te imaginas olvidar quiénes son tus padres biológicos? ¿Te imaginas rechazarlos directamente y dar el crédito por tu propia existencia a otra persona? Por lo tanto, además de todo lo demás que Israel ha hecho, esto significa que los israelitas también están quebrantando el mandamiento de honrar a su padre y a su madre (que desde el punto de vista espiritual es Jehová). Y recuerda que la pena por des honrar a tus padres es la más grave: la muerte.

Por consiguiente, comienza una sección del Canto de Moisés con las implicaciones más terribles; habla de un pueblo redimido que ha tomado la decisión de abandonar a su Redentor, y en respuesta la decisión de Dios es entregarlos al mal.

Permítanme ponerlo en términos más modernos: se alejan de su salvación. Y permítanme ser muy claro; esta es una salvación que ya era suya y que ya estaban disfrutando. El problema era que en medio de su salvación decidieron comprometerse con abominaciones. Además de su unión con Dios, se unieron con cosas malvadas e inmundas. ¿Pensaron honestamente que Dios permanecería en unión con ellos en tales circunstancias? Aparentemente sí. Y cuántos de nosotros creemos honestamente que podemos orar la oración de salvación, invocar el nombre de Jesús y luego participar en todo tipo de abominaciones; que podemos llegar a unión con todo tipo de cosas inmundas que sabemos que no debemos y que el Señor no hará más que guiñar el ojo y mirar hacia el otro lado. LBLA Mateo 7:22Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 Y entonces les declararé: “Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad.”

El versículo 19 lo dice enseguida: por abandonarme despreciaré a mis hijos e hijas, dice el Padre. Les ocultaré la cara. La cara es panim en hebreo, y es un modismo; significa rostro en el sentido de “presencia”. Dios eliminará Su presencia de Su pueblo. ¿Dónde está el rostro de Dios (Su presencia) en Su pueblo, hoy? Se nos dice que la presencia de Dios que está con nosotros es el Ruach HaKodesh, el Espíritu Santo. Si el Espíritu Santo está en nosotros, entonces por definición Dios está presente con nosotros. Si el Espíritu Santo NO está presente en nosotros, entonces por definición Dios NO está presente con nosotros. Y dice que ahora que ha quitado Su presencia de Su pueblo vamos a ver lo qué pasa con ellos. Esta es una declaración retórica, por supuesto (Dios obviamente sabe lo que sucederá). Significa que como estas personas piensan que saben tanto, y piensan que de todos modos sus bendiciones han venido de otra fuente, va a ser un shock bastante grande para ellos cuando la presencia, protección y bendiciones de Dios que se han dado tanto por sentado, sean ahora inútiles para ellos y sean retiradas. Y, por supuesto, este mismo patrón e idea está bien expresado en los versículos del NT que acabo de leer en Mateo 7, donde las personas completamente conmocionadas (que en sus propias mentes eran creyentes) escuchen a Yeshua decirles que a pesar del hecho de que profesaban abiertamente que Él era el Mesías, incluso invocando Su nombre para hacer algunas obras, en realidad eran “trabajadores de la anarquía” (no seguían las leyes de Dios) y por lo tanto Yeshua los desautorizó. Permítanme ser claro: estas personas pensaron que podían orar la oración, hablar, vivir entre la comunidad de los creyentes, pero luego ir a lo largo de su afán sin tener en cuenta los mandamientos de Dios (ese es el significado, por supuesto, de la anarquía). Como vimos antes, algo como esto es considerado por Dios como un abandono de Él. Hermanos esto no es alegoría; tampoco son mis reglas, es simplemente lo que dice la Sagrada Escritura. A Jehová no le importa que nosotros pensemos que no lo abandonamos cuando añadimos estas cosas malas a nuestras vidas, y cuando decidimos estar en contacto con cosas impuras que Él ha declarado prohibidas. El Señor establece las definiciones y los límites; no es una cuestión de negociación. La libertad en el Señor no es libertad para ser desobediente ni libertad para poner Su presencia (que reside en nosotros) en contacto con el pecado y la profanación. Sobre este tema, el apóstol Pablo habla una y otra vez………..

Como consecuencia de la infidelidad de Israel para con Jehová, Dios decide disciplinar a Israel, eliminando Su protección y luego sometiéndolo a ataques de los enemigos y a todo tipo de desastres naturales. El Señor está revirtiendo el protocolo de la Guerra Santa. En lugar de que Israel ataque y gane con Dios preparando el camino, ellos serán atacados y perderán porque Él no está en ellos. En lugar de acatar la seguridad y el shalom en la tierra de su descanso, Israel será enviado de vuelta a la tierra de su servidumbre bajo la autoridad de un amo cruel.

El versículo 21 hace un juego de palabras para hacer un punto. Dice que como Israel enfadó a Dios (despertó Sus celos) al abandonarlo a Él y convirtiendo sus afectos a lo-elohim (no dioses), Él ahora los va enfadar quitando Su presencia y entregándolos a un lo-ammi (un no-pueblo). En otras palabras, Dios castigará a Israel de manera similar. Los dioses a los que Israel se volvió no eran seres espirituales leales a Jehová, por lo que Él entregará a Israel a un pueblo conquistador que no es leal a Jehová. El término “no-gente” tal vez se entiende mejor en nuestro vernáculo moderno diciendo, un pueblo que no es mío. Un no-pueblo son gentiles en este sentido, especialmente en esa época. Los ammi (pueblo) eran los israelitas, mientras que los lo-ammi (no pueblo) eran todos los demás. Así que no es necesariamente una nación en particular (como Edom, o Canaán, o los hititas) se refería como el no-pueblo en cuestión, es solo gentiles en general.

Es en los escritos de los profetas de siglos más tarde, que leemos de esta advertencia profética que finalmente se acerca. Busca en tus Biblias al libro de Oseas. Sólo pasaremos unos minutos hoy con esto.

LEER Oseas 1:1 – 2:3

Oseas vivió y escribió durante mediados del siglo VIII A.C. Israel había sido una nación dividida (desde la muerte del rey Salomón) durante unos 175 -200 años. Había dos reinos donde vivían las tribus de Israel, el norte y el sur. El Reino del Norte la mayoría de las Biblias llaman “Israel”, aunque eso es realmente un poco fuera de lugar. En realidad, se llamaba Efraín o Efraín-Israel porque 10 tribus israelitas vivían allí y Efraín era la tribu gobernante. El Reino del Sur fue llamado Judá debido a las 2 tribus que vivían allí (Benjamín y Judá); Judá era la tribu gobernante más grande y poderosa.

Efraín-Israel fue una zona de desastre político; tenía toda una serie de reyes malvados que llevaron a la gente a todo tipo de apostasía. Incluso llegaron al punto en que (por más que sea con Israel hoy en día) una buena parte de la población (y su liderazgo) deseaba que ya no fuera un pueblo apartado para Dios, sino que fuera un pueblo que se pareciese y actuara mucho como sus vecinos. Judá era moderadamente mejor; al menos la dinastía de David había seguido manteniendo el gobierno y en general Judá mostraba el deseo de seguir siendo el pueblo de Dios (a pesar de sus constantes coqueteos con la idolatría).

Oseas estaba advirtiendo al pueblo hebreo (específicamente el Reino del Norte) que el Señor finalmente iba a lograr lo que Él había dicho en el Canto de Moisés. Y en el libro de Oseas, nosotros vemos esta ilustración de las razones que Dios tiene para traer Su ira sobre Efraín-Israel actuadas metafóricamente en Sus instrucciones a Su profeta Oseas para casarse con una prostituta (esto equivale como una unión matrimonial de Dios con Efraín-Israel quien estaba jugando al amante ilegítimo con las prostitutas vecinas paganas).

Entonces esta prostituta-esposa de Oseas produce 3 hijos: Jezreel (que significa Dios siembra), Lo-Ruhama (que significa sin piedad, no hay misericordia), y Lo-Ammi (que significa que no es mi pueblo). La idea es que en el Canto de Moisés Dios dice que la prostitución de Israel hará que Dios siembre calamidad entre Israel (Jezreel), y que no mostrará misericordia a Su pueblo (lo-ruhama), y Efraín-Israel será entregado a uno que no es un pueblo que en que incluso se conviertan en un no pueblo (lo-ammi) en el transcurso del tiempo. En otras palabras, pierden su identidad como pueblo de Dios como resultado de la relación con uno que no es pueblo. Por supuesto que acabamos de estudiar el significado de la fuente de ese juicio aquí en el Canto de Moisés en Deuteronomio 32. El Señor está convirtiendo a Efraín-Israel en un no-pueblo donde los miembros de Efraín-Israel también se convertirían en un lo-ammi (un no pueblo) mientras se fusionaban en el ambiente gentil del Imperio asirio.

Sin embargo, en el capítulo 2 de Oseas (tal como veremos más adelante en el Canto de Moisés), para la protección de Su santo nombre (que significa Su reputación) Jehová tendrá misericordia de Efraín-Israel y eventualmente los llamará una vez más ammi (Mi pueblo), y ruchamah (misericordia, dada la misericordia); la reversión de su redención se reinvierte de nuevo a LA redención.

Vamos a continuar con Deuteronomio 32 y terminaremos por hoy.

Ahora obtenemos otra referencia sorprendente que es inconfundible; El versículo 22 dice que un fuego ha estallado en la ira de Dios y que este fuego se quemará hasta las profundidades de Seol, hasta las entrañas de la tierra, incluso bajo la base de montañas y colinas. Seol es el inframundo; es la tumba y en cierta medida lo que viene del cuerpo y /o espíritu una vez que una persona está muerta y enterrada. Y esto dice que todos aquellos de los que Dios se ha alejado (en este caso Israel) serán enviados a una tumba (Seol) que está llena de fuego que ha venido de Su ira. Las imágenes de un inframundo lleno de fuego deberían ser de conocimiento para todos nosotros.

Pero, ¿alguna vez has considerado de dónde vinieron los fuegos del Infierno? ¿Quién inició el fuego? ¿Quién lo mantiene ardiendo? ¿Cuál es el propósito de ese fuego? El infierno es un lugar de tormentos y Satanás y Sus demonios pueden ser exiliados allí por un tiempo, pero no es un club para ellos; lo odian. Ellos quieren habitar en el Cielo. Fue DIOS quien arrancó a Satanás y sus legiones rebeldes del cielo, fue Dios quien encendió los fuegos del Infierno, y esos fuegos son una manifestación física de Su ira espiritual. Los fuegos del Infierno (lo que se encuentra debajo de Seol) son encendidos por el Señor Dios Todopoderoso tal como dice aquí en Deuteronomio. Y el propósito del fuego es consumir a los muertos injustos, y eventualmente incluso el mundo de los espíritus injustos. El fuego es para la destrucción eterna.

Continuaremos con la Canción de Moisés la próxima semana.

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