Deuteronomio Lección 28 Capítulo 22

Deuteronomio

Lección 28 – Capítulo 22

 

Al nosotros abrir nuestras Biblias hoy en Deuteronomio 22, recuerdo haber pensado mientras preparaba esta lección lo siguiente: “¿Cómo yo voy a encontrar las palabras para explicar el impacto profundo y de gran alcance de estas leyes de Dios a los creyentes modernos?”

Este es uno de esos lugares en la Biblia que es similar a una intersección importante de la carretera, porque hay tanto que se une. Hemos pasado, ahora, 4 años desde que comenzamos el Libro del Génesis para llegar a este punto en la Torá. Se ha recorrido un largo camino, se ha desarrollado mucha comprensión, y tal vez ahora podamos hablar de algunos de los conceptos subyacentes más desafiantes que se extienden y envuelven secciones de la Torá que ya hemos estudiado. Nosotros estaremos estudiando Deuteronomio 22 por un par de semanas.

Mi reto en la enseñanza de la Torá siempre ha sido cuánto debo de profundizar en un momento dado antes de que sea suficiente y sea tiempo de movernos a lo próximo; especialmente en este capítulo.

Pero en el estudio de este capítulo nosotros también tenemos otro reto: cómo lidiar con el contenido de esta parte del sermón de Moisés de una manera que no sea tan ofensiva para nuestras sensibilidades occidentales y que nuestros oídos simplemente se cierren; porque en el centro de este capítulo, y mucho más de la Biblia de lo que se podría pensar, está el asunto de la sexualidad humana. Los gentiles traductores del AT tal como lo leemos hoy en día eran europeos refinados y urbanos que trajeron consigo la mentalidad cristiana europea reservada y puritana, así como un desdén, que no estaba oculto, por todas las cosas judías. Por lo tanto, gran parte del contenido sexual que esta inherente en la Palabra de Dios está muy enmascarado, y no nos damos cuenta.

En nuestros días (especialmente en el Occidente) el manejo del sexo reside en su mayor parte en dos extremos de un espectro y hay muy poco término medio. La misma trata de una manera estéril y puramente pragmática científico /médica; o como algo tan intensamente sensible y privado y por lo tanto incómodo que la mayoría de los buenos cristianos realmente quieren simplemente ir alrededor del tema. En los últimos tiempos, por supuesto, hemos visto el movimiento progresista/secular para normalizar lo que históricamente, y bíblicamente, ha sido visto como prácticas sexuales desviadas y abominables.

La realidad bíblica es que las culturas antiguas veían la sexualidad de manera muy diferente a la nuestra; era simplemente parte de la vida cotidiana y no se escondía. Y debido a que tener familias numerosas era fundamental para la sobrevivencia del clan y la tribu, todo lo que rodeaba la reproducción humana era un tema abierto y público que los niños comenzaron a entender desde edad más temprana. Debido a que prácticamente todas las familias hebreas vivían (literalmente) entre los animales de granja domesticados, la función del sexo era constantemente visible y entendida y la gente no era aprensiva al respecto.

No me malinterpretes; la gente de esa época era generalmente mucho más modesta sobre su sexualidad en público de lo que somos hoy en día.

Por otro lado, particularmente en lo que respecta a las familias numerosas que viven en pequeñas cabañas de una habitación, o como los nómadas que viven abarrotados en tiendas de tela y piel de animal, la privacidad era de primera calidad y rara vez era posible la privacidad completa.

La sexualidad humana y su papel en la sociedad hebrea estaba entrelazada en su lengua y cultura; la misma impregna el AT desde el principio hasta el fin y a menudo se utiliza para presentar imágenes y principios espirituales mucho más grandes; pero al mismo tiempo está en gran parte oculto de nuestra vista en las Escrituras, debido tanto a las expresiones idiomáticas que leemos que en realidad son sobre el sexo (pero no las reconocemos como tales), y el intento bastante insolente de los traductores bíblicos europeos de ocultarlo por completo porque lo encontraron ofensivo.

Por favor entienda que lo que nosotros vamos a estudiar no tiene nada que ver con la “educación sexual” como se ha conocido en nuestros sistemas de escuelas públicas. Más bien tiene que ver con la creación de Dios de la humanidad y la naturaleza santa y sagrada de los roles definidos de Dios para los hombres y las mujeres. También tiene que ver con ciertos deberes que un sexo tiene con el otro, el concepto de uniones lícitas e ilegales, y cómo los principios subyacentes de la sexualidad humana se juegan de una manera física y espiritual en un contexto mucho más amplio de lo que normalmente pensamos en él o hasta queremos reconocer.

Así que abramos nuestras Biblias y nuestras mentes a la mente de Dios y Sus propósitos para ordenar la vida humana como Él lo ha hecho. Leamos juntos el capítulo 22 de Deuteronomio.

LEER DEUTERONOMIO CAPÍTULO 22 completo

Los primeros 5 versículos de Deuteronomio 22 nos presentan algo que Santiago, el hermano de Jesús, tenía mucho que decir: la verdadera religión. Comenzó diciendo que la verdadera religión se ilustra mejor para cuidar de viudas y huérfanos. En la sociedad hebrea, las viudas y los huérfanos representaban a los socialmente desfavorecidos de esa época; los más débiles y vulnerables. Además, el practicar la verdadera religión mantenía a uno sin mancha por los caminos del mundo. Santiago, Pablo y Yeshua explicaron que la verdadera religión no se trata de la obediencia mecánica a las leyes, sino que es el ESPÍRITU que uno adopta cuando se siguen esas leyes lo que importa. Es la obediencia a esas leyes realizadas en el contexto del amor y la confianza del dador de la ley lo que produce el tipo de rectitud que Jehová busca de Sus adoradores. Tenemos un dicho legal en Estados Unidos por el que corremos el riesgo de separar la LETRA de la ley del Espíritu de la Ley. Cuando uno busca justicia de acuerdo con la letra, pero sin el espíritu requerido, entonces el amor, la misericordia y la justicia pueden perderse. Si eso es cierto en nuestro sistema de justicia hecho por el hombre, así mismo es mucho más en el sistema de la Torá ordenado por Dios.

Por lo tanto, especialmente en lo que respecta a estos primeros 5 versículos de Deuteronomio 22, las instrucciones giran en torno a la ACTITUD general del adorador.

Aquí nosotros no vemos la fórmula típica de las leyes de la criminalidad que estamos más acostumbrados a ver en la Torá; no vemos, “SI usted hace esto, ENTONCES esto es lo que le sucederá a usted; y para volver a la paz con Dios hay que expiar por medio de este y este sacrificio”. En cambio, estas leyes se hacen en el espíritu de lo que el Mesías dice que es la base de todos los mandamientos y leyes de la Torá: ama al Señor tu Dios con todo tu ser, y “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Amar a su prójimo no es una regla o regulación; no es una ley que tenga una consecuencia directa de violación; es un llamado a todos los que llaman a Jehová su Dios a tener una mentalidad santa. Es un recordatorio de que el esfuerzo por la santidad es el objetivo de la Ley y que este tipo de santidad se expresa en la tierra, en esta era de la historia humana, amando a su prójimo como a ti mismo.

La primera ilustración de CÓMO amar a tu prójimo como a ti mismo (en una aplicación práctica) considera lo que sucede si el buey u oveja de tu hermano se desvía, y te tropiezas con esos animales. Observe el uso del término “hermano” al describir quién es el que se define como el vecino. En hebreo la palabra es ach, y técnicamente la misma se refiere a un pariente. En el sentido de lo que significa aquí significa un miembro de su clan o tribu, y en un sentido más amplio, un miembro de su nación, Israel. Más tarde Yeshua continuó explicando que ante los ojos del Señor tu “hermano” se extiende a cualquiera que lo necesite y utilizó el ejemplo del Buen Samaritano para demostrar su punto. Sin embargo, en el sentido más estricto, este pasaje podría leer fácilmente: “No debes ver el buey u oveja de un compañero israelita alejándose…”.

Y el Señor dice que cuando ves a los animales domésticos de un hermano extraviados tú NO tienes la opción de inacción. Uno no puede dar la espalda a lo que sabe que es una circunstancia que exige su ayuda activa a pesar de que esta ayuda no es de beneficio personal.

El concepto es que la indiferencia a la necesidad de otro humano (especialmente tu ach, tu hermano) es inaceptable para Jehová. La indiferencia a la necesidad de otro es lo opuesto a “amar a tu prójimo”. Esta ley se da en realidad en su primera forma en Éxodos 23:

LBLA Éxodo 23:4 “ Si encuentras extraviado el buey de tu enemigo o su asno, ciertamente se lo devolverás.

Por lo que estos versículos de Deuteronomio 22 elaboran en la ley básica de Éxodos 23. Recuerda yo he mencionado en numerosas ocasiones que Deuteronomio es un sermón de Moisés, y este sermón es un predecesor y un patrón que Yeshua seguiría por Su cuenta en el Sermón del Monte. Este sermón de Moisés generalmente está en la forma de tomar una ley básica de Éxodo y exponer sobre la misma y a menudo añadir aplicaciones de la vida como ejemplos de cómo se debe aplicar una ley.

Por lo tanto, en el versículo 2 vemos la complicada situación de lo que hay que hacer si tu hermano no está cerca para reclamar al animal extraviado, o si no vive cerca, o si no tienes idea de quién es el dueño de la bestia. La indiferencia no es una opción, ni es aceptable seguir la filosofía que todos aprendimos de niños: el que se lo encuentra se lo queda. Más bien uno debe capturar al animal, llevarlo a la casa y cuidarlo como suyo, y esperar a que el dueño lo reclame y luego devolvérselo.

Curiosamente la frase acerca de traer al animal a la casa literalmente instruye: “traerlo dentro de su casa!” Y eso es exactamente lo que se quiere decir porque en esa época (y en muchas partes del Oriente Medio hasta el día de hoy) la casa de una persona fue construida alrededor de un patio al aire libre, o la casa era de dos niveles. Los animales y los humanos habitaban juntos el primer piso y el patio; los animales eran valiosos, por lo que necesitaban ser protegidos de los depredadores y ladrones y las inclemencias del tiempo al igual que los miembros de la familia.

Moisés (como líder de 3 millones de personas) debe haber aprendido a ser todo un psicólogo durante sus 40 años como líder porque él sabía que esto no era suficiente información y que la búsqueda de tecnicismos comenzaría inmediatamente; por lo que continúa explicando que esta actitud con respecto a la búsqueda de la propiedad perdida de alguien no se limita sólo a la búsqueda de bueyes y ovejas; se refiere a un burro, un abrigo, o cualquier otra cosa que le pertenezca a otro. Por favor, observe algo más que esta siendo enfatizado aquí que hemos tocado en una serie de ocasiones en la clase de la Torá: amar a su prójimo no es tener una “preocupación” emocional o un sentimiento cálido por su prójimo, la misma es ayudar a su prójimo activamente en tiempos de necesidad.

Luego en el versículo 4 hay una regulación que está relacionada con la anterior: si ves que la bestia de carga de tu hermano colapsa bajo el peso de su carga debes ayudar al ANIMAL. El reglamento anterior trata sobre la preocupación por el bienestar de su hermano; esta trata de la preocupación por el bienestar del animal de su hermano. En ninguno de los dos casos el ignorar la situación es la actitud adecuada de un adorador del Dios de Israel.

La siguiente ley en el versículo 5 es una que ha causado mucho debate. Parte del debate es, francamente, una tontería académica sin sustancia y la otra ayuda a aportar claridad. Las palabras explican que un hombre no debe usar cosas que una mujer normalmente haría, y viceversa. La mayoría de las traducciones dicen que esto se refiere a la ropa; de hecho, la traducción más precisa no es la ropa, sino que son las “cosas más generales que le conciernen a” un hombre o una mujer. Por lo tanto, particularmente en lo que respecta a esa época, podría significar armas de guerra, o joyas, o peinados, o (por supuesto) prendas de vestir. De seguro que el travestismo está en el centro de todo esto. Para aquellos de ustedes que han llevado vidas más protegidas que otros, en nuestros días un travesti es una persona que usa la ropa del sexo opuesto (hombres que llevan ropa de mujer o mujeres que usan ropa de hombre). Pero eso es SOLO como lo vemos hoy; más correctamente se refiere a una persona de un sexo que toma las características del sexo opuesto, ya sea apariencia, papel que juega o ropa. Esto NO está hablando de operaciones de cambio de sexo más bien es acerca de la confusión y el engaño; se trata de fingir ser, o identificarte como, el sexo que no eres.

Ahora las tonterías académicas huecas de las que hablé se centran en un debate furioso sobre por qué Dios no quiere que un sexo finja ser el otro. La realidad es que la razón subyacente para tener este debate es que los eruditos progresistas y liberales quisieran probar que Dios ya no ve este tipo de comportamientos desviados que la Biblia dice (como lo hace aquí) son abominables ante el Señor, como todavía válidos.

Así como se ha vuelto frecuente en la iglesia que la homosexualidad ya no debería ser vista como un pecado, por lo que estos eruditos en particular quieren decir que ese comportamiento como el travestismo estaba estrictamente limitado a una cierta era, entre una cierta cultura, y además de la nueva “ley de Cristo” de amor” significa que cualquier comportamiento que sea personal y que no dañe a nadie más ahora está bien ante los ojos del Señor. O que el comentario de Pablo en Gálatas 3 que bajo Yeshua, “….no hay hombre ni mujer.” significa que Dios ha anulado todo ese concepto de sexualidad. Permítanme asegurarles que ese comentario en Gálatas simplemente significaba que el ESTADO espiritual de un ser humano ante el Señor (ya sea que la persona fuera aceptable o inaceptable para Él) dependía de su relación con el Mesías; no sobre si una persona era un hombre o una mujer.

En el otro lado de la moneda es interesante ver desde un punto de vista práctico de donde esta idea jugó un papel por primera vez en las sociedades antiguas. Tenemos registros históricos, de que entre las culturas mesopotámicas era costumbre que un sacerdote masculino se pusiera ciertas prendas femeninas, o que usara joyas femeninas expresamente, o incluso que fueran pintadas con cosméticos femeninos cuando la deidad que adoraba era una diosa. La idea era “disfrazarse” a sí mismo como una mujer para identificarse con los atributos femeninos del dios femenino.

Otra circunstancia bien atestiguada de los tiempos antiguos era de hombres que se vestían como mujeres y se escondían a plena vista con la esperanza de que no fueran reclutados en el ejército. Por el contrario, teníamos mujeres que se cortaban el pelo, vestían ropa y armadura de hombre, y usaban armas del tamaño de un hombre con la esperanza de ser vistas como un hombre para poder luchar en batallas.

Yo no tengo ninguna duda de que esta ley del versículo 5 cubre este tipo de cosas, e incluso podría haber sido utilizada con bastante frecuencia para contrarrestar directamente a los hombres y mujeres que las intentaron; pero el verdadero propósito era más amplio y profundo que simplemente estos ejemplos que te di. Y algo de eso está claro cuando vemos el contexto de las leyes que rodean este en Deuteronomio 22. Una vez más, esta ley en contra del travestismo está hablando de actitud y condición del corazón; habla al espíritu de obedecer las leyes de Dios y permanecer fiel a la manera en que Él ordenó el Universo. Aquí, al menos en parte, habla del engaño y la confusión que siempre es malo en la economía del Señor. También habla de la homosexualidad que también es una cuestión de actitud y elección moral. Nosotros vamos a ver otro aspecto de este comportamiento sexual prohibido más adelante.

Estas leyes de la “verdadera religión” (que se refiere al adorador operando dentro del espíritu de la ley) continúa con la amonestación del versículo 6 que prohíbe la captura del pájaro madre junto con sus polluelos.

Hay dos puntos principales a esta ley: el primero es que extiende el manto de seguridad humanitaria de preocupación para los animales domésticos (que vimos con el reglamento que requiere asistencia para el buey o burro que se ha derrumbado o caído debido a su carga) a salvaje animales (en este caso un ave). Parte de la razón por la que esto debe ser declarado es que un ave silvestre tiene poco o ningún valor en comparación con el valor económico considerable de una oveja o un burro o un buey para un israelita.

Por lo tanto, el Señor está demostrando que el principio del humanitarismo se extiende a todas las criaturas de Dios, y su valor económico debe ser considerado como secundario. Aún más, así como Santiago dice que la verdadera religión se demuestra en el cuidado de los más vulnerables y menos valiosos de la sociedad humana, este mismo principio se aplica a los más vulnerables y menos valiosos del reino animal.

El segundo punto es que la reverencia a una relación padre-hijo no termina con los seres humanos. Los rabinos a menudo utilizan esta explicación como la razón de la extraña ley de Deuteronomio 14:21 que dice que un niño (una cabra bebé) no debe ser hervido en la leche de su madre. Podemos estar seguros del vínculo entre la pájaro madre y sus hijos, y los humanos y nuestros hijos, porque el autor de Deuteronomio estructuró su narrativa de una manera que conecta a los dos de una forma familiar.

Recuerda el 5to mandamiento de LBLA Éxodos 20:12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que puedas vivir mucho tiempo en la tierra que Tu Dios te está dando.

Aquí dice: LBLA Deuteronomio 22:7 sin falta dejarás ir a la madre, más a los hijos los puedes tomar para ti, para que te vaya bien y prolongues tus días.

Es esencialmente el mismo pensamiento básicamente con el mismo lenguaje que el 5to mandamiento; al mostrar el debido respeto al valor del padre y su relación con su descendencia (perdonando la vida de la pájaro madre) vivirás mucho tiempo y las cosas te irán bien (experimentarás el shalom de Dios como una bendición).

El tema de la exigencia de un israelita de ser humanitario en actitud y acción ahora toma otra luz en el requisito de construir un parapeto alrededor del techo de su hogar. Obviamente esto está esperando el tiempo que estaba a unos meses de distancia, cuando Josué llevaría a Israel a conquistar Canaán y los israelitas guardarían sus tiendas de campaña y comenzarían a vivir en viviendas permanentes.

Un parapeto es esencialmente una barandilla de balcón que va alrededor del borde del techo de una casa. Su propósito es para que alguien no se cayera accidentalmente. La casa típica de Oriente Medio fue construida usando un techo plano, y el techo era esencialmente sólo otra área de la casa para vivir que eran utilizados como los pisos debajo. Se construyeron escaleras para que el techo siempre fuera accesible. En el techo secaban y almacenaban productos y peces, como uno socializaría en un día agradable, o incluso dormir durante los meses calientes de verano. Por lo tanto, era sólo el sentido común que se construyera una valla alrededor de los bordes del techo para que una persona no cayera y resultara gravemente herida o incluso muerta.

Esto se verifica porque el final del versículo 8 declara que la razón ESPIRITUAL por la que esta precaución era necesaria, es que el peligro era suficiente para QUE EL NO construir ese parapeto constituía una negligencia criminal. En otras palabras, uno podría esperar razonablemente que eventualmente alguien se cayera de ese techo desprotegido. La muerte como resultado de tal desprecio sin límites por el bienestar de los demás traería la culpa de la sangre al dueño de la casa, a la familia que vivía allí y a la comunidad cuyo gobierno no hizo cumplir esta ley de Dios.

Ya estas alturas ya deberían comprender la grave consecuencia espiritual y física de la culpa de la sangre: el responsable debe perder su vida. Una persona que construyó una casa sin una barandilla en el techo era culpable de homicidio negligente si alguien moría como resultado. Esta fue una muerte injusta y la vida de la parte responsable sería requerida como pago.

Esto termina la parte fácil y directa de Deuteronomio 22; a partir de aquí comienza a complicarse y un poco peligroso.

Los siguientes versículos nos dan tres leyes sobre lo que comúnmente se llama “mezclas ilícitas”; ya nos han dado una mezcla ilícita, pero se habló de ella en un contexto diferente: el travestismo. Ilícito significa no autorizado, no aprobado. Es un mal uso de algo. Así que la idea de estas 3 mezclas prohibidas que discutiremos (más la que concierne a los travestis) es que se trata de combinaciones que crean uniones que nunca deben permitirse. Estas diversas uniones vuelan frente al orden de creación de Dios y son una forma severa de rebelión. No sólo la acción es el problema; es la actitud blasfema del violador que es el punto crucial.

El primero de este grupo se encuentra en el versículo 9; es que un agricultor no debe sembrar 2 tipos de semillas en la zona del suelo que se encuentra entre las hileras de las vides de uva en su viña. El segundo está en el versículo 10: un buey y un burro no deben ser unidos para tirar de un arado. Y el tercero es el versículo 11: uno no debe usar ropa hecha de dos tipos distintos de hilo que se han tejido entre sí: lana y lino.

Estas 3 leyes son repeticiones y extensiones de Levítico 19:19:

LBLA Levítico 19:19 “‘ 19 “Mis estatutos guardaréis. No ayuntarás dos clases distintas de tu ganado; no sembrarás tu campo con dos clases de semilla, ni te pondrás un vestido con mezcla de dos clases de material. “‘

Cualquier tipo de mezcla o unión que esté en contra de la ley de Dios se llama kilayim en hebreo, que se traduce literalmente a “más de un tipo”. Los hebreos consideraron la violación de estas leyes muy seriamente que le dedicaron todo un tratado en el Talmud; su nombre: Kilayim.

Sin embargo, aun cuando ellos sabían la seriedad de este asunto, el por qué Dios prohibió el travestismo cruzado, 2 tipos de semillas sembradas juntas, el uso de una prenda hecha de 2 tipos de material, y un burro y un buey para ser yugo al mismo arado era un misterio incluso para los más grandes rabinos. Rashi los explica como simplemente decretos soberanos de Dios para los cuales no es necesario dar ninguna razón. Si bien entiendo la gran humildad de Rashi en este asunto al negarse a profundizar el porqué de estas leyes, creo que podríamos ser capaces de añadir al menos un poco de provisión al molino. Así que despejen sus cabezas y prepárense para ver algunas conexiones increíbles crecer justo delante de sus ojos.

Para empezar: cada una de estas 4 leyes sobre mezclas ilícitas están asociadas con el 7mo Mandamiento; la ley en contra del adulterio. Tal vez eso te parezca extraño, pero pronto yo creo que verás que no pueden ser nada más. Permítanme decir una vez más: estas leyes sobre mezclas no autorizadas representan varios aspectos del adulterio.

Observe que desde un punto de vista puramente práctico y racional ninguna de estas leyes de mezclas causa un daño grave a nadie o a cualquier cosa, y de hecho puede haber un gran beneficio en un sentido físico de hacer algunas de las cosas que están prohibidas. Por ejemplo, durante mucho tiempo se ha sabido y practicado que la plantación de dos tipos diferentes de semillas (plantas, cultivos) juntos puede traer todo tipo de buenos resultados. Esto se llama inter-cultivo y se ha empleado especialmente en áreas donde se hace la agricultura en áreas más primitivas. A veces un tipo de planta atrae un tipo de insecto que puede ser beneficioso para ambos tipos de plantas con fines de polinización. En otros casos, un tipo de planta produce un nutriente necesario que la otra toma del suelo, disminuyendo así el agotamiento del suelo. En otro nivel uno puede hacer el máximo uso de la tierra cultivable mediante la plantación de dos tipos de cultivos en el mismo espacio que son simbióticos y proporcionar la máxima producción de alimentos utilizando una cantidad mínima de tierra. Incluso puede proteger contra el fracaso de los cultivos mediante el cultivo de dos tipos diferentes de plantas que son cada una susceptible a diferentes peligros.

El caso de Deuteronomio 22:9 (de no plantar un cultivo de otro tipo entre los viñedos) es tal que las vides deben plantarse en hileras que estén bien separadas para que puedan prosperar. Entonces, ¿qué buen propósito tiene el dejar que una cantidad significativa de tierra entre esas filas se desperdicie? Dios mío, si el agua preciosa que se utiliza para regar las vides se puede utilizar doblemente para regar las verduras o el grano que crecen en el suelo debajo de esas vides, ¿acaso ese hombre no es un buen pastor de sus recursos limitados ambientales?

También es una realidad que tejer lino fino y lana juntos produce un paño de alta calidad de belleza y durabilidad; así que, ¿por qué eso es tan malo ante los ojos de Dios? Era casi imposible en la mente de los grandes sabios hebreos encontrar cualquier falta terrenal o mal inherente en el uso de tal material. Sin embargo, existe esa ley que prohíbe y no puede ser visto como un error o una interpretación errónea, ya que es tan explícita y directa. Por lo tanto, la prohibición era estrictamente impuesta y estrictamente observada por los hebreos más piadosos, hasta hoy en día.

¿Realmente hay daño en el yugo de un buey y un burro en un arado? No; a pesar de todos los esfuerzos de los maestros y predicadores de explicar que el arado siempre estaría girando hacia la dirección del animal más débil o que el animal más fuerte dañaría al más débil, o que sería terriblemente ineficiente, en la vida real esto no es realmente así. De hecho, tal cosa como tener dos tipos diferentes de animales tirar de un arado o una carreta juntos era muy común en el mundo antiguo tanto porque un hombre era bastante afortunado si era dueño de UN buey junto con UN burro. Un buey era mejor tirando de algo que llevarlo, pero podía llevar cosas. Un burro estaba mejor diseñado para llevar cosas que para tirar de cosas, pero podría hacer cualquiera de los dos. Cuando un arado necesitaba el caballo de fuerza que tomaba a dos animales proporcionar, los antiguos no veían nada malo en que esos dos animales fueran un burro y un buey trabajando juntos; y desde un sentido terrenal ningún daño duradero llegó a ninguna de esas bestias de carga sólo porque no eran iguales en fuerza.

Doy gran crédito a los rabinos que al menos han sido mucho más directos sobre su falta de comprensión del PORQUÉ de estas leyes en lugar de crear las grandes explicaciones alegóricas que han impregnado el cristianismo y tienden a llevarnos por caminos cuestionables. Al mismo tiempo, siempre ha sido la tendencia de los rabinos a ver el lado físico terrenal de las leyes y profecías de Dios en lugar de su lado espiritual celestial. Veamos si podemos ver todo esto, desde un ángulo un poco diferente.

Basta decir que es obvio que estas leyes de mezcla ilícita no pueden haber sido ordenadas por Dios para que al evitar hacer estas cosas los animales, plantas u hombres se beneficiarían desde un punto de vista físico. Es igualmente obvio que no hay nada inherentemente malo al plantar 2 tipos diferentes de semillas en las proximidades; la maldad no estalla espontáneamente cuando el hilo de lino se mezcla con la lana; y no es diabólicamente inhumano adjuntar un burro y un buey al mismo yugo de arado.

Esta realidad no debe sorprendernos. He discutido con ustedes que cada intento de los eruditos bíblicos de explicar por qué ciertos animales fueron designados por Dios como ritualmente limpios, mientras que otros como ritualmente impuros ha sido una frustración. Cada vez que ellos vienen con un sistema racional o científico, algo más en las Escrituras lo derriba. ¿Por qué ciertos alimentos son kosher, pero otros no? ¿Por qué está bien sacrificar una cabra, pero no un cerdo? ¿Por qué se puede ofrecer un toro a Dios, pero no un camello? ¿Qué tal si no tiene una pezuña o no rumea hace que ese animal no sea adecuado para propósitos de santidad?

Como dice Rashi sobre las 4 leyes de la mezcla ilícita: Dios es soberano, lo decretó, y no es necesario que sepamos el por qué para poder observar estas leyes. De hecho, sostengo que la búsqueda del “¿por qué?” en la Biblia es un engaño de proporciones mayores en la mayoría de los relatos. El problema para los seguidores de Dios no debe ser “¿por qué?”, sino “¿cuál?” Cuál modelo o ley debe aplicarse a cualquier circunstancia dada es lo que debe importar, NO PORQUÉ Dios ordenó esa ley.

Sostengo además que, al igual que las leyes alimentarias kosher y las leyes de los animales que se consideran adecuadas para el sacrificio, estas leyes de mezcla ilícita ilustran de manera física visible algunos principios espirituales inmutables. El punto es la ilustración y lo que se aprende de ellos. No es que las acciones o materiales o criaturas en sí mismos sean el principio; es lo que demuestra que es el principio.

La próxima semana continuaremos examinando algunas conexiones en las Escrituras (AT y Nuevo) que entrelazan mezclas ilícitas, sexualidad y adulterio.

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