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Hechos Lección 41 Capítulo 18

EL LIBRO DE HECHOS

Lección 41, Capítulo 18

Nosotros continuamos en el Libro de Hechos capítulo 18, al nosotros ver cómo Pablo continuó la expansión del movimiento de Yeshua a lugares cada vez más distantes de su lugar de nacimiento en Judea y Galilea. En este capítulo se nos habla de que Pablo es un fabricante de tiendas de campaña (y por cierto, el término para su comercio en griego, skenopoios, literalmente significa fabricante de cuero), y cómo su oficio le ayudó a conectarse con una pareja judía creyente que recientemente había sido expulsado de Roma bajo el edicto del emperador Claudio. ¿La razón de la expulsión de Aquila y Priscila? Ellos eran judíos. A todos los judíos se les ordenó salir de Roma alrededor del 49 o 50 D.C. porque parece que ellos luchaban constantemente entre ellos, y luego tendían a persuadir a sus vecinos gentiles para que se unieran a la pelea. Este tipo de disturbios civiles no era tolerado en el Imperio Romano y fue tratado con rapidez y dureza.

Si bien no es seguro, porque el edicto de Claudio dice específicamente que una persona llamada Chrestus era el principal instigador de las perturbaciones romanas, y porque los Del Camino también eran señalados de alguna manera siendo el ímpetu para el lío, muchos eruditos bíblicos piensan que Chrestus no era una persona que vivía en ese momento, sino que se refería a Cristo. No Cristo en la carne, sino más bien sus enseñanzas que, por supuesto, forman el fundamento de la comunidad de creyentes.

Pero esto abre otro tema interesante, que añade a nuestro entendimiento sobre de Pablo la persona y la forma en que fue visto en aquellos días.  En el mundo grecorromano el trabajo manual era visto con desprecio. Trabajos como la carpintería, la colocación de ladrillos y la fabricación de tiendas de campaña, se consideraron tareas no especializadas por debajo de la dignidad de los ciudadanos romanos. De hecho, incluso las palabras griegas que denotan el trabajo manual llevaron consigo un sabor bastante degradante. Los muchos grupos étnicos minoritarios que ayudaron a poblar el Imperio Romano proporcionaron la valiosa mano de obra de cuello azul necesaria dentro de la sociedad romana; pero al mismo tiempo eran considerados como personas ignorantes e incultas.

Esto explica la interesante reacción que ocurrió especialmente con la comunidad cristiana que surgió después del 100 D.C. El cristianismo infundido en el trabajo manual un aura de dignidad, y una buena ética de trabajo como virtud moral.  Hay una historia fascinante sobre el padre de la Iglesia de antigüedad Agustín, castigando a algunos monjes que estaban demasiado ociosos en su estimación y criticó su negativa a ensuciarse las manos (por así decirlo), y así ensalzó las virtudes del trabajo duro y el esfuerzo; él usó a Pablo como su ejemplo. Así que él y otros comenzaron a ver a Pablo como un buen ejemplo de vivir una vida sencilla que rechazaba la pereza y el lujo por medio de un trabajo honesto que implicaba el trabajo manual.

La ironía de esto, es que Pablo nació en la aristocracia judía. Fue enviado a la mejor escuela religiosa judía (Gamaliel), y luego muy rápidamente después comenzó a servir no como un humilde artesano, sino más bien como un miembro sofisticado miembro intelectual del Sanedrín en Jerusalén.

El estatus de fabricante de tiendas de campaña estaba en conflicto con el estatus de un fariseo erudito y un agente del Tribunal Superior Judío; tampoco es indicativo de su educación privilegiada y estatus social. Entonces, ¿cuándo y por qué Pablo aprendió el oficio de ser un humilde fabricante de tiendas? Después de todo, sabía bien lo que significaba ser un obrero común en el Imperio Romano. No hay nada que nos diga cómo surgió todo esto; pero creo que es algo menos que especulación el decir que probablemente lo hizo por 2 razones. La primera, como medio de mantenerse a sí mismo en cualquier lugar donde estuviera, una vez que se convirtió en un maestro itinerante del Evangelio. Y la segunda, era como medio para distanciarse de la aristocracia judía y los lazos que tenía con el Sanedrín, y en su lugar alinearse con los judíos comunes que solían ser artesanos.  Esencialmente un poco después de su salvación, Pablo decidió no sólo identificarse con Cristo a nivel espiritual, sino también identificarse con la gente común a nivel social. Claramente Pablo iba a evangelizar mucho más a la gente común que a los aristócratas. Esta es una gran lección para aquellos entre nosotros que quieren enseñar, evangelizar y guiar a otros a Yeshua. Tenemos que identificarnos con aquellos con quienes hablamos. Tenemos que abstenernos de mantenernos vernos superior y separados. Sin embargo, Pablo simplemente seguía el ejemplo de Su Maestro Yeshua. Yeshua era carpintero y hasta donde sabemos continuó siendo uno a lo largo de Su vida adulta y Su ministerio. No presentó Su mensaje a los líderes religiosos ni a los influyentes, sino más bien al judío de todos los días. No salía con los ricos, y luego a veces iba a dar un discurso a los pobres. Sus 12 discípulos eran la clase obrera judía; no la élite judía.

Estoy convencido de que, aunque a veces por voluntad de Dios hay una diferencia en educación y la riqueza entre el maestro y el alumno, no es necesario que haya una diferencia intencionalmente visible en la clase y en estatus (y es mucho más sincero y eficaz, si no lo hay). Yo conozco a algunos creyentes ricos que la mayoría de la gente no tendría idea de su riqueza a menos que los conocieran tan bien como yo, porque esta gente no se distingue de aquellos a quienes Dios no ha favorecido materialmente. Ellos rehúsan tener la ropa y los coches más caros; evitan joyas caras, relojes incrustados de diamantes y otros símbolos obvios de riqueza. Más bien su actitud es que cuanto menos gastan en esas cosas, más pueden gastar para ayudar a los demás y hacer la voluntad de Dios en Su reino.

Esta es otra razón por la que me gusta y admiro a Pablo. Para mí no sólo es un hombre cuyas características lo hacen famoso entre otros hombres, él también es indiferente a la riqueza y el prestigio. Pero, él haría buen uso de su ciudadanía romana y su educación de élite; pero la misma era para hacer la obra de Dios de difundir las Buenas Nuevas en lugar de pasar tiempo construyendo graneros más grandes y enriqueciéndose a sí mismo. Él no veía como degradante el vivir entre los trabajadores promedio y trabajar con sus manos, sino que quería estar cerca de aquellos a quienes buscaba enseñar y utilizar su oficio como el medio para mantenerse a sí mismo, para poder cumplir su misión sin poner esa carga sobre los demás.  

Pablo se rehízo intencionalmente para poder seguir al Señor aún mejor. Al leer acerca de Pablo, vemos por qué los primeros Padres de la Iglesia afirmaron que los ángeles celestiales lo honraron, y los demonios temblaron delante de él para que pudiera decir honestamente sin jactarse de que (como se tomó de Hechos 20:34) “Estas mismas manos sirvieron mi necesidad y aquellos que estaban conmigo”.

Sigamos a Pablo un poco más lejos en su segundo viaje misionero. Ahora está en Corinto y pronto estará en Éfeso.

Abran sus Biblias a Hechos capítulo 18.

VOLVAMOS A LEER HECHOS CAPÍTULO 18:4 – fin

Pablo, en el verso 6, esencialmente les dice a aquellos que se niegan a escucharlo hablar de la misericordia de Dios a través de Yeshua, que están cometiendo auto asesinato espiritual. Y que él ha hecho su parte hablándoles del Evangelio y, por lo tanto, también de las consecuencias de rechazarlo, y por lo tanto no tiene más responsabilidad en el asunto. Esa, amigos, es realmente la actitud que debemos tener. Debemos decir la verdad de las Buenas Nuevas a quien el Señor ponga en nuestro camino y lo que suceda a partir de entonces es entre esa persona y Dios. No depende de nosotros si esa persona entra en el Reino de Dios. No es nuestro fracaso si no lo hacen, o nuestra victoria si lo hacen. Sin embargo, para nosotros ser negligentes con nuestro deber de contar a otros sobre Yeshua (personas que sabemos que lo necesitan), de alguna manera nos hace cómplices en su posible destrucción.

Aparentemente Pablo se mantuvo allí lo más que pudo, pero finalmente la creciente oposición a su mensaje se hizo tan polémica, que tuvo que retirarse de hablar en esta sinagoga en particular de Corinto. Parece que había al menos dos. Él no tenía que ir muy lejos para encontrar un nuevo lugar para continuar su enseñanza; al lado de esta sinagoga en particular vivía un hombre gentil que le temía a Dios, llamado Ticio Justo que sin duda asistió a esa sinagoga y abrió su casa a Pablo y a los que querían oírlo. Pero aún más interesantemente el líder de la sinagoga, Crispo, también vino a la fe y (como era costumbre) toda su familia siguió su ejemplo. Habría que preguntarse si Crispo pudo permanecer como su presidente de la sinagoga estando la misma tan dividida sobre este tema de la salvación en Yeshua; Lucas no nos lo dice.

La polémica de la situación era obviamente de gran preocupación para Pablo. Sí, él tuvo una serie de éxitos (algunos de los cuales habla en 1ra Corintios). Al mismo tiempo, la marcha había sido áspera y sin duda agotadora para él. Así que el Señor (el que esto signifique el Padre o Yeshua, no se nos dice) consuela y alienta a Pablo diciéndole en una visión que siga hablando y predicando porque a pesar de las fuertes palabras pronunciadas en su contra, nadie en Corinto realmente le hará ningún daño. Y la razón por la que no vendrá ningún daño es que el Señor dice que tiene “muchas personas en esta ciudad”. ¿Significa eso que estas personas (sean quienes sean) protegerán a Pablo? Posiblemente. Pero creo que también le da a Pablo una especie de seguridad que todos buscamos: fortaleza en números. Pablo no está solo; hay muchos judíos y temerosos de Dios en un acorde en Corinto de los que simplemente él no está consciente. Así que este conocimiento consoló a Pablo lo suficiente como para permanecer en Corinto (a pesar de toda la oposición) durante 18 meses enseñando a aquellos que harían caso a la Palabra de Dios. Pero luego las condiciones cambiaron.

Galión se convirtió en el nuevo procónsul sobre la provincia de Acaya a partir del año 50 o 51 D.C. y permaneció en su posición durante 3 años. Así que esto nos da un muy buen marcador de tiempo para saber cuándo esta escena está teniendo lugar.

Los judíos que permanecieron en fuerte oposición a Pablo en realidad presentaron un caso judicial en su contra y lo llevaron a la corte. Es decir, no hubo disturbios en las calles de Corinto como protesta como vimos en otros lugares donde Pablo fue. Más bien hubo un intento bien pensado por parte de la comunidad judía de prohibir oficialmente lo que Pablo estaba enseñando. Hoy vemos exactamente esto mismo en Israel. Proselitismo de los judíos en Israel no sólo está desalentado; es ilegal y es castigado con fuertes multas y tiempo de cárcel. El efecto de lo que el Procónsul Galión podría decidir en el caso, y lo que Israel en los tiempos modernos ha decidido, tiene un profundo efecto en poder difundir el Evangelio. Una cosa es luchar contra individuos; otra cosa es luchar contra la política oficial del gobierno.

Entonces, ¿cuál fue la acusación específica presentada en contra de Pablo? El versículo 13 dice que “Este hombre está tratando de persuadir a la gente a adorar a Dios de maneras que violan la ley”. Nuestra versión en inglés CJB dice “violar la Torá”, pero esto puede ser un poco erróneo. La palabra griega utilizada aquí es nomos y se traduce correctamente al inglés como “ley”. Entonces, ¿qué “ley” afirman los judíos que Pablo está violando? ¿La ley romana? ¿O significa como el editor de la CJB dice, la ley de la Torá? Por favor, presten mucha atención, ya que la respuesta afecta la forma en que interpretamos gran parte del Nuevo Testamento. Yo no tengo ninguna duda de que no significa ninguna de esas cosas. Más bien significa Halajá; Ley judía. Y como estos no son términos con los que la mayoría de los creyentes están familiarizados (excepto aquí en la clase de la Torá, tal vez), permítanme recordarles que Halajá es una fusión de la Torá Bíblica, la Tradición Judía y las costumbres judías. El término típico que se utilizó a través del Nuevo Testamento, sin embargo, es simplemente “La Ley”.

Mientras que cuando se utiliza en su sentido más técnico y original el término “La Ley”, apunta a esa parte de la Torá Bíblica donde las leyes de Moisés son escritas, eso era en los días de Pablo (y lo sigue siendo hasta el día de hoy), no es a lo que se refiere excepto rara la vez. La Ley por lo general, y en cada día discurso común entre los judíos, significaba Halajá: Ley Judía. Y sólo para hacer las cosas un poco más confusas para nosotros, el término “Torá” también había evolucionado para llevar un doble significado. A veces se utilizaba en su sentido técnico como el significado de los primeros 5 libros de la Biblia; pero en su uso más común se había convertido en sinónimo de Halajá. ¿Es este conocimiento importante para el lector bíblico promedio? No; el mismo es fundamental porque Pablo utiliza el término “la Ley” una y otra vez en sus epístolas y necesitamos entender lo que quiere decir con eso. 

Si no entendemos que la gran mayoría de las veces que vemos la palabra “ley”, que para Pablo significa Halajá (pero no había una palabra griega paralela para este término hebreo, y tampoco hay una palabra en español), y sólo a veces se refiere a las leyes que se encuentran en la Torá Bíblica, entonces nos envía por caminos equivocados que producen doctrinas erróneas que han llevado al cristianismo a un antisemitismo subyacente que muchos creyentes ni siquiera se dan cuenta que esta ahí. Pero aún peor, con demasiada frecuencia debido a estos malentendidos de los cristianos gentiles (que se remontan a algunos de los primeros Padres de la Iglesia), la doctrina principal de la Iglesia, tiene a Pablo declarando que la Ley de la Torá de Moisés es algo malo, algo defectuoso, que Dios finalmente reconoció que estaba haciendo más daño que bien y por eso la abolió.

Por lo tanto, la doctrina de la Iglesia tiene literalmente a Pablo en una disputa en contra de la declaración de Cristo de Mateo 5, de que la Ley NO ha sido abolida y, de hecho, ni la letra más pequeña de ella cambiará hasta que el cielo y la tierra perezcan (lo que, por cierto, ocurrirá realmente al final del reinado de Cristo de 1000 años, y se puede leer al respecto en Apocalipsis 21).

Así que los judíos de Corinto se quejan ante Galión de que Pablo está enseñando cosas que violan la ley judía. El versículo 14 explica que Pablo estaba a punto de decir algo para defenderse cuando Galión dijo a los acusadores que no se iba a involucrar porque desde el punto de vista de la ley romana, no se había cometido ningún delito y no se había causado ningún daño. Así que él tenía mejores cosas que hacer que resolver las peleas religiosas judías internas.

Permítanme tener toda su atención por un momento, por favor: una de las líneas de pensamiento más comunes en los comentarios bíblicos sobre este pasaje es que aquí vemos a los judíos de Corinto diciendo a Galión que esencialmente lo que Pablo enseñó no era judío, y que más bien era el cristianismo, la cual era una religión totalmente aparte. Por lo que el cristianismo y el judaísmo eran ahora completamente diferentes y apartes. Y aunque el judaísmo fue legalmente sancionado en el Imperio Romano, obviamente el cristianismo no lo era y por lo tanto el procónsul romano necesita prohibir a Pablo y su cristianismo ilegal. El venerable F.F. Bruce en su comentario sobre Hechos dice: “La acusación que se prefirió en contra de Pablo antes Galión era la de propagar una (nueva) religión y sobre esa base formando una sociedad no permitida por el Imperio Romano”.  Ni una palabra en esta conversación registrada entre los judíos de Corinto y Galión implica remotamente, y mucho menos abarca, tal cosa; entonces, ¿por qué un erudito tan exitoso como F. F. Bruce llegaría a esta conclusión? Porque la misma es el caso clásico de la disculpa bíblica cristiana; es el método de trabajar hacia atrás desde una doctrina establecida de la Iglesia para tratar de encontrar una base para ello en las Escrituras. Y sin embargo, aquí, en las palabras del pasaje bíblico pertinente, tenemos a los judíos que se quejan diciendo abiertamente que Pablo, el judío, no estaba siguiendo la ley judía y Galión responde claramente que se trata enteramente de los asuntos internos judíos y por lo tanto la ley romana no tenía nada que ver con ella. Amigos: no había tal cosa como una religión separada llamada cristianismo hasta bien después de los tiempos del Nuevo Testamento; no fue hasta que los gentiles obtuvieron el control del movimiento de Jesús. Y eso no sucedería hasta dentro de otro medio siglo desde la época del Libro de los Hechos. Así que podemos decir con certeza que a partir del 52 o 53 D.C., la época del capítulo 18 de Hechos, ni los judíos ni los romanos vieron ninguna distinción entre judíos y miembros de los Del Camino. Las mismas eran simplemente diferentes sectas de la misma religión: el judaísmo.

Entonces, ¿qué hicieron estos judíos incrédulos enojados cuando Galión rechazó su petición? Tomaron otro líder de la sinagoga llamado Sóstenes y lo golpearon a la vista de Galión, quien no expresó ningún interés en detenerlo. La pregunta de los $64,000 es ¿por qué le golpearon a este hombre? Mi opinión es que Sóstenes había permitido a Pablo hablar en la sinagoga y por eso lo culparon de la división. Otros comentaristas piensan que tal vez Sostenes se había convertido en un creyente (aunque uno pensaría que Lucas lo habría dicho si ese fuera el caso). Puede ser por ambas razones.

Parte de la confusión sobre este asunto proviene del hecho de que en el primer versículo de 1era Corintios leemos de Pablo dirigiéndose en su carta de parte de él y Sóstenes. ¿Podrían ser el mismo Sóstenes, jefe de una sinagoga, que tal vez huyó con Pablo después de su paliza? ¿Podría ser un Sóstenes diferente (Sóstenes era un nombre razonablemente común)? Simplemente no lo sabemos.

Antes de llegar al versículo 18, hagamos una pausa. Lo que acabamos de leer y estudiar es la condición de la comunidad judía en Corinto. Vemos que no sólo hay judíos incrédulos en una severa desavenencia con los judíos creyentes, sino también que los judíos incrédulos estaban decididos a impedir que ninguna de las enseñanzas de Pablo circulara porque ofendía sus tradiciones. Lo que tenemos aquí es una situación volátil. La primera carta de Pablo a los Corintios fue escrita muy poco después de dejar Corinto y llegar a Efeso. Así que el contexto de esa carta es lo que acabamos de leer. Todo lo que tiene que decir a los creyentes en Corinto se dice con los problemas que Pablo experimentó, y lo que los creyentes a los que está escribiendo están experimentando actualmente, como telón de fondo. Por lo tanto, no podría haber mejor momento para leer parte de 1era Corintios como una especie de extensión de Hechos capítulo 18.

LEER 1 CORINTIOS CAPÍTULOS 1 y 2

Sólo tenga en cuenta algunas cosas sobre el tono y el propósito de esta carta. Primero es un tono de “nosotros contra ellos”. En segundo lugar, está destinado a alentar a los creyentes allí, que a pesar de toda la oposición y todos sus compañeros judíos que constantemente tratan de convencerlos de que no tengan fe en Yeshua, ellos necesitan mantenerse firmes. En 1ra Corintios capítulo 1 Pablo dice: “Porque el mensaje sobre la estaca de ejecución (la cruz) es una tontería para aquellos en el proceso de ser destruidos, pero para nosotros en el proceso de ser salvos, es el poder de Dios”. Y en los últimos versículos del 1ra Corintios capítulo 2 Pablo dice: “Ahora el hombre natural NO recibe las cosas del Espíritu de Dios; ¡para él son tonterías! Además, ellos son incapaz de entenderlo. Pero la persona que tiene el Espíritu puede evaluarlo todo, mientras que nadie está en posición de evaluarlo a él”. Y termina con las palabras: “Nosotros tenemos la mente del Mesías”.

Así que Pablo está diciendo a estos creyentes judíos de Corinto, que a pesar de que están bajo tal presión por la mayoría de la comunidad religiosa judía para dejarlo y volver a la Halajá que había estado establecida y aceptada desde hace mucho tiempo, son los creyentes quienes lo tienen bien y por lo tanto no deben vacilar. Y la razón por la que son capaces de “conseguirlo” mientras que tantos más judíos en Corinto son incapaces de “entenderlo”, es porque los creyentes tienen el Espíritu de Dios en ellos mientras que los incrédulos no.

Permítanme hacer la aplicación de eso para nuestros días. Recibo literalmente cientos de correos electrónicos, y tengo muchos en esta congregación, así como visitantes fuera de la ciudad, que todos me preguntan por qué es que pueden ver tan claramente que nuestro Mesías es judío, que la Biblia es por supuesto un documento hebreo nacido en una cultura hebrea, que Dios sigue amando a Israel como Su primogénito (No los ha rechazado y reemplazado a Israel por la Iglesia) , y que la Torá y todo el Antiguo Testamento están tan vivos y relevantes para nosotros como el Nuevo, cuando la mayoría de sus amigos y familiares no pueden? ¿Y por qué la gran mayoría de la Iglesia tampoco lo entiende? La humanidad está acostumbrada a medir la verdad y el derecho de acuerdo con el consenso.

 Si más personas creen diferente de lo que yo creo, entonces deben tener razón y yo debo estar equivocado porque tienen más gente de su lado. Pablo refuta rotundamente esa noción, cuando él dice, el consenso de los seres humanos no es la medida de la rectitud; más bien la presencia del Espíritu Santo y Su enseñanza es cómo se determina la rectitud.

Mis amigos Mesiánicos y de Raíces Hebreas, para usar las palabras y el tono de Pablo, nosotros tenemos la razón y ellos están equivocados. La única manera apropiada de no sólo una relación correcta con Dios, sino un enfoque correcto para vivir una vida redimida es volviendo a una enseñanza equilibrada sobre la gracia de Dios junto con una renovada devoción a la obediencia al Padre Celestial.   Se necesita mucho valor, fortaleza y fe para nadar en contra de la corriente actual del pensamiento cristiano que todo está bien, y la verdad es lo que ustedes disciernen ser, siempre y cuando nos amemos los unos a los otros. Pero si Yeshua y Sus 12 discípulos pudieran hacerlo ante el reto de ser relegados de su comunidad y amenazados con ir a prisión, tortura y muerte, ¿acaso nosotros no podemos permanecer firmes simplemente ante el desacuerdo, las críticas leves y tal vez ser rechazados por unos pocos?  De hecho, debo concluir de lo que leemos a lo largo de la Biblia y comparándolo con la experiencia real de la vida, es que si no somos vistos como parias de las instituciones religiosas dominantes, nosotros probablemente estamos en el lado equivocado.

LBLA Lucas 14:26 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Seguir a Dios y vivir nuestras vidas de la manera que se requiere bíblicamente tiene consecuencias. Pero también nos trae las mayores recompensas.

El verso 18 de Hechos 18 dice que después del incidente con Pablo siendo arrastrado delante de Galión, él continuó en Corinto por un tiempo antes de irse a Siria, pero sólo después de que le cortaron el pelo para un voto en un lugar llamado Cencrea. Aparentemente la pareja judía Aquila y Priscila accedieron a acompañarlo. Sin duda, el viaje a Siria fue para llevarlo a un círculo completo de regreso a Antioquía y terminar su segundo viaje misionero allí.

¿Qué debemos hacer de este voto que Pablo hizo, parte del cual incluyó cortarse el pelo ceremonialmente? En primer lugar, Cenchrea era una ciudad portuaria cerca de Corinto; fue allí donde cogió un barco para navegar de regreso a su casa. La cuestión del corte del cabello suena muy parecido a un voto nazareo que Pablo podría haber emprendido; de que exactamente el voto era no sabemos. Los eruditos discuten ferozmente sobre este versículo porque, por un lado, si uno mira de cerca el voto nazareo como se describe en la Torá, es difícil ver dónde encaja en esta historia. La Mishna tiene mucho que decir sobre votos como las razones para entrar en uno: razones como la curación, regresar a la casa de la guerra, y orar por un hijo. Pero también habla en detalle sobre los diversos protocolos y rituales que podrían emplearse legítimamente en la realización de votos y los que no podrían. Así que lo que encontramos es que los votos eran, por un lado, vistos como algo cauteloso y que se honra a toda costa; pero por otro lado está claro que los votos eran populares y se hacían regularmente de tal manera que se ofrecía una instrucción clara al respecto.

Por lo que, debido a que cualquier tipo de detalle o matiz falta completamente sobre el voto de Pablo, no especularemos demasiado.

Lo que nosotros sí sabemos, sin embargo, es que esto no sigue precisamente la Ley de la Torá sobre los votos nazareos, sin embargo, parece seguir la tradición y costumbre judía; Halajá. Este hecho es significativo porque muestra a Pablo continuando, adhiriéndose al judaísmo tradicional, por supuesto; lo muestra siguiendo la Ley Judía muchos años después de encontrarse con el Mesías resucitado en el camino a Damasco. Claramente Pablo no encontró toda la institución de la ley judía, Halajá, como equivocada o algo que se abandonaba una vez pones la fe en Cristo. Y Pablo tampoco estaba en proceso de pasar de una identidad judía a una gentil cristiana. El judío Pablo seguía siendo judío.

El barco en el que está hace una parada de puerto en Efeso. Y como Efeso era de buen tamaño, también tenía una sinagoga. Allí predicó a los judíos sobre el Mesías. No se dice nada sobre su éxito o fracaso, sólo que esperaban que se quedara más tiempo, así que obviamente fue mucho mejor recibido en Efeso que en Corinto. Pero su agenda no era la suya; cuando llegó el momento de que su barco continuara su viaje él tendría que irse. Fue durante esta corta estancia en Efeso que escribió su famosa carta a los corintios, que desde entonces se ha convertido en un libro de la Biblia. Sin embargo, prometió que, si estaba en la agenda de Dios, volvería a Efeso y les enseñaría más. El destino del barco era el puerto de Cesarea Maritima.

La próxima semana seguiremos a Pablo cuando él primero va a Jerusalén y luego al norte a la sinagoga en Antioquía que patrocinaba sus viajes misioneros.