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Deuteronomio Lección 14 Capítulo 12

Deuteronomio

Lección 14, Capítulo 12

Esta es una de esas semanas en las que vamos a movernos con cuidado y deliberadamente, porque hay algunos principios espirituales vitales que se deben extraer incluso de los primeros versículos de Deuteronomio 12. Los capítulos 1-11 de Deuteronomio fueron en esencia la introducción a lo que está comenzando en este capítulo que estamos a punto de estudiar, capítulo 12. Y los eruditos han establecido la importancia de esta sección de la escritura dándole un nombre propio: el código de Deuteronomio.

Creo que nosotros podemos pensar de un tema principal, un principio primordial de Dios, de nuestra lección de la semana pasada, y la misma es que cuando el Señor nos ofrece la oportunidad de unirnos a Su oferta de pacto, nosotros SÍ tenemos una opción; es una oferta que nosotros PODEMOS rechazar. El Señor le preguntó a Israel: “¿quieren ser Mi pueblo y YO ser Su Dios? Si lo hacen, entonces entren en mi pacto que he establecido ante ustedes. Si no quieren Mi pacto entonces rechácenlo y sigan caminando”. Esta es la elección que se establece ante cada hombre al que se aproxima Jehová.

Y por cierto, no habría habido una penalización desastrosa per se para que Israel eligiera decir “no” a la oferta del Pacto de Dios. A Israel simplemente se le habría negado un estatuto sagrado especial y, en cambio, se le habría vuelto a unir al grupo universal de naciones de donde fueron sacados. Desde un punto de vista celestial y eterno, habría sido un grave error rechazar la generosa oferta del Señor; pero desde un punto de vista terrenal limitado, no les habría ido mejor ni peor que cualquier otra nación o pueblo. Esto es lo mismo para la gente de hoy cuando se nos da la oportunidad de unirnos al Pacto de Israel y al Mesías de ese pacto, Yeshua, Jesucristo. Por nuestra propia voluntad podemos decir sí o no; el sí alterará para siempre nuestro futuro eterno y de alguna manera nuestras experiencias terrenales. Un no, en general, no nos condenará a la pobreza o la enfermedad o la infelicidad durante nuestras vidas, sino que nuestro “no” nos excluirá de una relación con el Señor y de las bendiciones primordialmente ESPIRITUALES que provienen de ella durante nuestra vida natural y nuestra Eternidad.

  

Pero hay una segunda parte de ese patrón del Pacto y es que la aceptación de los pactos del Señor trae consigo Sus disposiciones; esos pactos tienen términos y condiciones. Si un hombre decide no entrar en una relación de pacto con Dios, entonces los términos del Pacto que Él ha ofrecido no tienen ninguna influencia sobre ese hombre porque él no es parte del pueblo del pacto. Sin embargo, si uno sí decide aceptar la oferta de una relación de pacto con Dios, entonces quien lo haga tiene la obligación de obedecer todos los términos de ese pacto. Y tal como fue el caso en la época de Moisés, así permanece hoy y hasta que el cielo y la tierra pasen.

Valdría la pena tomar algún tiempo esta semana para establecer el escenario para lo que estamos a punto de estudiar en las próximas semanas, porque algunas ideas y conceptos que parecen tan normales y ordinarios y evidentes para nosotros (porque es todo lo que hemos conocido) en realidad son bastante revolucionario en su naturaleza, de modo que el impacto de esas ideas y conceptos se pierda. Hace un par de semanas usé nuestra Constitución americana como una ilustración de algunos principios y problemas que los hombres enfrentan al tratar de gobernar nuestras sociedades terrenales, así que voy a utilizar la Constitución una vez más para hacer un punto porque estamos al menos algo familiarizados con su estructura y la intención.

Nuestra Constitución se basó en una idea (o mejor, un ideal) de auto-gobierno y autorresponsabilidad. Mientras que la idea de la democracia fue revolucionaria hasta cierto punto, varios elementos de la misma fueron intentados previamente por la antigua Roma (en tener un cuerpo gubernamental llamado el Senado que teóricamente representaba a la gente). Otros elementos de nuestra Constitución fueron modelados después de la famosa carta Magna del siglo 13, que limitaba el poder del rey de tal forma que se suponía que obedecería las leyes establecidas del reino al igual que como los ciudadanos comunes tenían que hacerlo. Así que nuestra Constitución era realmente, otro (aunque significativo) pasó hacia un ideal del gobierno autónomo democrático, no una salida completa de todo lo que alguna vez se ha pensado o intentado.

Sin embargo, tan radical como nuestra Constitución fue vista por muchos en el año de su establecimiento, la misma no puede comenzar a describir el desvío sin precedentes tomado por el Pacto del Monte Sinaí de todo lo que era conocido hasta este punto en la historia, particularmente en lo que concierne a la justicia social. Porque hasta este punto sólo había una fuente de ley y justicia para CUALQUIERA de las sociedades de la tierra: la ley y la justicia declaradas por su rey. El concepto introducido por primera vez a los israelitas en el desierto que un Dios (en lugar de un rey humano) emitiría este asombroso sistema de leyes y ordenanzas y rituales por los cuales incluso el gobernante supremo del gobierno debía obedecer era algo atónito para la mente antigua. Y como sucede en estos casos de alejamiento radical de la norma, a menudo ni siquiera se siente real para la mayoría de la gente. Parece más bien una fantasía o algo que está lejos de su alcance (como un sueño o una visión) y por lo que es difícil ponerlo en práctica. También es bastante fácil malinterpretar lo que se quiso decir porque había tan poco sobre muchos de estos nuevos conceptos con los que un israelita podría relacionarse; a menudo era simplemente más fácil mezclar algunos elementos de la Ley de Moisés con los caminos y costumbres que siempre habían practicado; o quizás mirar lo que las culturas que los rodeaban hacían y modificar un poco las cosas.

Hasta la época de Moisés (y todavía en gran parte en la mayoría de las religiones del mundo excepto en el judeocristianismo) la gente estaba en constante búsqueda de lo que los diversos dioses exigían de ellos. Puesto que creían que la mayoría de las cosas que les sucedía eran las consecuencias de las decisiones de un dios u otro, la gente deseaba desesperadamente saber qué dios había intervenido en su vida, y por qué ese dios eligió hacer lo que él o ella hizo, y si había alguna manera de apaciguarlos o manipular a ese Dios.

Pero casi universalmente, todo era para nada porque se entendía que los dioses y sus deseos eran generalmente un misterio. Serendipia gobernó; los caprichos de los dioses controlaban a todos y a todo, y había poca o ninguna lógica para lo que estos dioses decidían, excepto que, como para un típico monarca terrenal, los motivos eran egocéntricos.

Francamente, le digo que no tenemos absolutamente ninguna manera de identidad con esta mentalidad antigua a menos que hayamos estado profundamente involucrados en una sociedad no judeo-cristiana. Pero como la mayoría de nosotros no hemos sido criados en ese tipo de ambiente, permítanme decirles en pocas palabras que la vida siempre fue incómoda porque el solo tener en la mente el conocimiento de que algún Dios u otro podía interrumpir tu existencia en cualquier instante y es posible que tu nunca supieras por qué o lo que habías hecho para traer la ira de Dios sobre ti. Fue una situación verdaderamente difícil.

Recientemente yo encontré un poema antiguo que data del tiempo de Abraham, del 2000 A.C. segmentos de este poema han sido incorporados en los registros de diferentes sociedades antiguas por un periodo de muchos siglos, el mismo ha sido muy valorado por lo que expresa la situación de la raza humana a través de todas las fronteras y eras culturales. Yo voy a tomar un poco más de tiempo de lo que probablemente debería y voy a leer una buena porción del mismo a ustedes porque captura el dilema en que el mundo entero vivía (y muchos aun lo viven) quienes no conocían al verdadero Dios. Mi esperanza es que al ver este tomo de 4000 años de antigüedad logremos dos cosas. Primero que ayude aquellos que están estudiando la Torá a entender la mentalidad y la siquis del mundo antiguo en el que Moisés y los hebreos del Éxodo vivían; una mentalidad que infectaba su pensamiento con tales creencias falsas. Y por eso cuán difícil era para estos refugiados hebreos de Egipto captar y asimilar eso que Jehová le estaba ofreciendo a Israel. Y segundo para que ustedes puedan ver cuán increíblemente bendecidos y afortunados nosotros somos que Dios tenga las características y atributos que Él tiene, y que Él tiene la gentileza de hacerse conocer Él Mismo y Sus leyes y mandamientos a nosotros. Dios posee un carácter con atributos que nosotros aceptamos como hecho real y lo damos por hecho, pero estos atributos eran impensable y hasta confusos para las personas durante el tiempo que la Torá estaba siendo registrada porque la misma era una divergencia tan radical de lo que ellos y el resto del mundo practicaba.

Este poema de 4000 años de antigüedad anónimo llamado “La Oración a Cada Dios”

Oración a Cada Dios

Que la furia del corazón de mi señor se tranquilice hacia mí.

Que el Dios del que no conozco se tranquilice hacia mí;

Que la diosa de la que no conozco se tranquilice hacia mí.

Que el dios que conozco o no conozco se tranquilice hacia mí;

Que la diosa que conozco o no conozco se tranquilice hacia mí.

Que el corazón de mi dios se tranquilice hacia mí;

Que el corazón de mi diosa se tranquilizó hacia mí.

Que mi dios y mi diosa se tranquilice hacia mí.

Que el dios [que se ha enojado conmigo] 40 se tranquilice hacia mí;

Que la diosa [que se ha enojado conmigo] se tranquilice hacia mí.

(10) (las líneas 11-18 no han podido restaurarse con certeza)

En la ignorancia he comido lo prohibido de mi dios;

En la ignorancia he pisado lo prohibido por mi diosa. 20

Oh Señor, mis transgresiones son muchas;

grandes son mis pecados.

Oh Dios mío, (mis) transgresiones son muchas;

grandes son (mis) pecados.

Oh mi diosa, (mis) transgresiones son muchas;

grandes son (mis) pecados.

Oh Dios, a quien conozco o no conozco, (mis) transgresiones son muchas;

grandes son (mis) pecados;

Oh diosa, a quien conozco o no conozco, (mis) transgresiones son muchas;

grandes son (mis) pecados.

La transgresión que he cometido, de hecho no lo sé;

El pecado que he hecho, de hecho no lo sé.

Lo prohibido que he hecho, el (lugar) prohibido en el que he puesto el pie, de hecho no sé.

El Señor en la ira de su corazón me miró; 30

El dios en la rabia de su corazón se enfrentó a mí;

Cuando la diosa se enfadó conmigo, me hizo enfermar.

El dios que conozco o no conozco se me ha oprimido;

La diosa a quien conozco o que no conozco ha colocado el sufrimiento sobre mí.

Aunque estoy constantemente buscando ayuda, nadie me toma de la mano;

Cuando los lloro (dioses y diosas) no vienen a mi lado.

Hablo lamentos, pero nadie me oye;

Tengo problemas;

Estoy abrumado;

No puedo ver.

¡ O dios mío, misericordioso, te dirijo la oración,

“Inclínese hacia mí”;

Beso los pies de mi diosa;

Me arrastro ante ti. (40)

(las líneas 41-49 están rotas en su mayoría y no se pueden restaurar con certeza)

¿Cuánto tiempo, oh mi diosa, a quien conozco o no conozco,

antes de que tu corazón hostil se tranquilice? (50)

El hombre es tonto; no sabe nada;

La humanidad, todos los que existen–¿qué sabe él?

Ya sea que esté cometiendo pecado o haciendo el bien, ni siquiera lo sabe.

Oh mi señor, no arrojes a tu siervo;

Se sumerge en las aguas de un pantano; llévalo de la mano.

El pecado que he hecho, conviértelo en bondad;

La transgresión que he cometido permite que el viento se la lleve;

Mis muchas fechorías despójalas como una prenda.

Oh dios mío, (mis) transgresiones son siete veces siete;

elimina mis transgresiones;

Oh mi diosa, (mis) transgresiones son siete veces siete;

elimina mis transgresiones; (60)

Oh dios que conozco o no conozco,

(mis) transgresiones son siete veces siete;

elimina mis transgresiones;

Oh diosa que conozco o no conozco,

(mis) transgresiones son siete veces siete;

elimina mis transgresiones.

Quita mis transgresiones (y) cantaré su alabanza.

Que vuestro corazón, como el corazón de una verdadera madre, se tranquilice hacia mí;

Como una verdadera madre (y) un verdadero padre puede que se tranquilice hacia mí.

Esto es tan desgarrador como deprimente, ¿verdad? El mismo expresa la total condición sin esperanza de la humanidad y la condición patética del sistema de religión del mundo pasado y presente para hacer algo positivo al respecto. Pero era esta condición que los hebreos, al igual que todos los demás en el planeta tierra que nacieron. La misma expresa como toda la humanidad miraba la espiritualidad en general y como sus vidas eran insignificantes para estos dioses. Ahora viene este dios, este Jehová, y Él dice todas estas cosas a través de Moisés e Israel. Él les dice exactamente quien Él les, precisamente lo que Él ve como bueno y malo y que Él espera de cada hombre y de cada mujer que lo ama a Él, y se compromete Él Mismo a operar dentro de los límites de Su propio sistema de justicia invariable que Él ha establecido con Israel. Él dice que no hay ningún otro Dios para tan siquiera considerar y por consiguiente ni postrarse o temerle a eso que no existe; y Él espera que la obediencia a Él, sea hecha por amor y gratitud y no por miedo paranoia. ¿Por qué?

Porque Él amó a la humanidad primero porque Él nos creó. A Él le importa el elemento más pequeño de sus vidas y quiere tener una relación personal con cada uno de ellos. El Señor dice que estos principios que Él le ha dado a Israel forman la base para todo el Universo; siempre lo han sido, siempre lo serán, y ellos pueden contar que Él permanecerá de la misma manera hasta pasada la eternidad a pasada el futuro.  

Nada pudiera estar más lejos de la falta de esperanza de toda la humanidad según es expresado en este poema antiguo que lo que el Señor Dios le ofreció a Israel.

¿Cómo una sociedad o hasta este individuo hace una transición de una clase de pensamiento desesperado expresado dentro de este poema (y universalmente entendido ser de la manera que es) a la comprensión de las Leyes y el amor de Dios, prácticamente de una noche a otra? Contestación: no lo haces y no puedes. Por lo que Israel realmente no lo captó; le pasó por el lado todo lo que conocían. Ellos podían escuchar las palabras pero las mismas no se traducían a un entendimiento. Por lo que ellos metieron la pata, fueron para atrás, se arrepintieron, regresaron para atrás aún más, adoptaron las formas que parecían ser correctas para ellos, cometieron apostasía, tuvieron mejorías, y cayeron de nuevo en este ciclo constante que en un momento giró bruscamente hacia Dios y en el próximo movimiento se fue lejos de Él.

Moisés fue testigo de cómo Israel estuvo en sus mejore y peores momentos a lo largo de las 4 décadas. Debió de haber sido abrumador y frustrante para este ungido líder pero antes de él morir pasó lo que yo estoy seguro fueron varios días, si no semanas, explicando este sermón en las montañas de Moab sobre el asombroso (si no casi increíble) pacto de relación que el Creador de todas las cosas, el Rey de Reyes y Señor de todos los Señores, había hecho con este grupo de personas que no habíán hecho nada para merecerlo. Eso es lo que estamos leyendo en Deuteronomio, y esta es la condición del pensamiento hebreo y de las creencias que ellos están tratando de superar.

Nosotros los creyentes modernos necesitamos tener la empatía más grande y entendimiento para los hebreos (en vez de menosprecio que es lo típico) por lo que parece ser como sus constantes derrotas y regreso a la maldad de la que leemos en la Biblia. Nosotros también tenemos que entender porque el pueblo de Israel no veían (y hoy en día los judíos Ortodoxos tampoco lo ven) estas leyes de Dios como una carga como la mayoría de los cristianos la ven. La Ley permanece su mayor gozo ya que (al fin) hay un Dios que se ha revelado Él Mismo, ha hecho claro Su persona, Sus demandas e intenciones, y Sus reglas y regulaciones. Ya no hay necesidad de imaginación sobre un dios desconocido que puede presentarse de momento para interferir en tu vida. No hay más desesperación sobre lo que el mundo de los dioses te pueda hacer, solo por placer propio. ¿Quiere tú una relación con el Dios verdadero? Bueno, Moisés dice, este es quien Dios es y así es como tú lo haces. Y esto no va cambiar mañana, ni el próximo día, o siempre. Y nosotros, hoy en día, somos los beneficiarios de todo lo que Israel pasó cuando ellos trataron de asimilar lo maravilloso, aparentemente de otro mundo, caminos del Señor. ¿Acaso les sorprende que Pablo le dice a los gentiles que no presuman de su nueva relación encontrada con Dios? ¿Una relación que vino como resultado de nuestro Mesías judío cuya venida vino dentro del contexto de la historia hebrea? ¿ Y acaso nos debe de sorprender que Pablo también nos dice a nosotros que es nuestra obligación y nuestra DEUDA como creyentes retribuir al pueblo judío en maneras tangibles formas por entregarnos a nosotros la Palabra, tanto en piedra como en carne, de la misma manera que le fue transmitida a ellos?

Vamos a mantener todo esto en mente al nosotros vivir nuestra existencia diaria y al nosotros leer Deuteronomio capítulo 12 juntos.

LEER DEUTERONOMIO CAPÍTULO 12

Un cambio importante está a punto de ocurrir; Israel ya no es un grupo de personas cohesivas (aunque grande) que cuidadosamente está arreglado alrededor del santuario centralizado conocido como el Tabernáculo del Desierto; un santuario que al ellos relocalizarse, va con ellos. Más bien al ellos cruzar el Rio Jordán y tomar posesión de la Tierra Prometida, ellos van a ser dispersados de acuerdo a la tribu y al clan a través de miles de millas cuadradas de Canaán (a distritos separados y asignados). Con este cambio drástico en las condiciones diarias de vida, la pregunta práctica y lógica que debe ser contestada para los ciudadanos es: ¿así que dónde adoramos y sacrificamos? Después de todo, si el requisito permanecía que solo UN lugar es permitido para la adoración y sacrificio, entonces por definición ese lugar va a estar cerca para algunas tribus de Israel y lejos para otras y una jornada larga para la mayoría de los otros.

El tema del santuario único y central es la fuerza central detrás de las leyes y los precedentes que van a ser establecidos en los próximos capítulos. Y la preocupación sobre la cantidad de dioses falsos y sus lugares de sacrificio esparcidos por toda Canaán tiene algo que ver con la decisión que resultó en reglas y regulaciones de una manera u otra alteradas.

Permítanme señalar otro cambio importante en proceso: Israel ya no será una sociedad tipo Beduino que se mueve alrededor de oasis en oasis en el desierto, sino que está a punto de ser una sociedad agrícola establecida al igual que las leyes dadas a través de Moisés en el Mt. Sinaí anticiparon. Después de todo, las 7 Fiestas Bíblicas son cada una primordialmente (al menos desde un punto de vista terrenal) fiestas agrícolas, cuales ciertamente no son central (o tan siquiera posibles de observar) dentro de una sociedad de pastores errantes.

Nosotros tenemos que tomar en cuenta este proceso, porque la realidad de la historia es que las sociedades cambian y evolucionan con el tiempo; y por consiguiente nosotros necesitamos que entender los principios profundos detrás del sistema de justicia de Dios, para que nosotros podamos ser fieles a esos principios duraderos dentro de las circunstancias que cada nueva generación enfrenta.

El primer verso del capitulo 12 hace claro que las regulaciones que estan a punto de venir aplican a la toma de posesión de Canaán. Y la regla número uno es que todos los santuarios y altares y templos y lugares de adoración de los dioses cananeos tienen que ser destruidos, aunque lo vemos solo en dos versos, hay una descripcion bastante buena de las caracteristicas comunes de los lugares donde los Cananeos adoraban. El verso 2 habla de las montañas altas, colinas, y debajo de los árboles. Luego el verso 3 habla de las clases de artículos que marcaban esos lugares de adoración: altares, piedras paradas, pértigas sagradas, e imagenes esculpidas (de sus dioses).

Nosotros hemos hablado sobre las prácticas de adoración pagana de antigüedad, pero como lo mencionan nuevamente déjenme tomar solo un momento para resumirlo y repasarlo. Cuando fuese posible un altar de sacrificio era ubicado sobre el lugar local más alto (aun cuando fuera un collado) porque se creía que los dioses generalmente preferían vivir en el tope de las montañas. De hecho el misterio del significado de uno de los títulos Bíblicos de antigüedad para Dios (EL Shaddai) ha sido resuelto solo recientemente. Debido a algunos avances en descifrar los lenguajes Acadios y Ugarit, varios términos hebreos de antigüedad ahora son claramente definidos porque era de conocimiento que los idiomas Acadios y Ugarit eran los lenguajes de donde el hebreo nació. Shaddai quiere decir “montaña”; por lo que EL Shaddai quiere decir el Dios de la Montaña. Naturalmente eso cae en la mentalidad de todos los habitantes del mundo en los tiempos Bíblicos de antigüedad, y esto también cabe con el incidente cuando Dios se introduce Él Mismo a Jacob como EL Shaddai, mientras Jacob está caminando a través de algunas montañas de camino a Mesopotamia.

Ahora un “lugar alto” sencillamente indica un lugar que es más alto (en altitud) de lo que le rodea alrededor (en adición quiere decir un lugar de adoración a un dios). Si una tribu vivía en un plano en el desierto, un lugar alto para ellos podía ser sencillamente una pila de piedras que no era más de 3 o 4 pies de alto que el suelo del desierto. Si uno estaba en el área baja de la colina, entonces el “lugar alto” era el lugar más alto cercano a la colina que era más razonablemente accesible. Si uno estaba en un área más montañosa, entonces generalmente el lugar más alto tenía que ser levantado en el lugar más alto de los picos más cercanos.

Nosotros encontramos a los hebreos interesados en exactamente esa misma clase de práctica. En el área de Jerusalén por ejemplo, Mt. Moriah es generalmente el punto más alto de la ciudad (técnicamente el Mt. De los Olivos esta FUERA de Jerusalén), por lo que también el Temple a Dios fue levantado allí.

Pero nosotros tambien vemos mencionado en el verso 2 sobre los altares siendo levantados bajo los árboles. Esto era común entre las religiones paganas el construir un altar de sacrificio en una arboleda de árboles perenne, o ellos hasta sembraban una arboleda de árboles alrededor del altar. La razón era bastante sencilla: los árboles de hoja perenne representaban la fertilidad y los sacrificios para la fertilidad estaban entre los más comunes de todos los sacrificios paganos. Un término que nosotros ocasionalmente vamos a encontrar en la Biblia es Asherah, y Asherah literalmente quiere decir “arboleda”, como en un olivar de olivo. A veces Asherah es traducido como una vara larga pero esto es dudoso excepto donde no era práctico tener un árbol sembrado puede ser que hubiera una arboleda de varas (troncos de árboles, obviamente muertos) que representaban los árboles. Otro término que vamos a encontrar es Asteroth, el cual es el nombre formal de la diosa de la fertilidad (como puedes ver fácilmente los términos Asherah y Ashteroth están relacionados).

Alrededor de estos Asherah (arboleda), en adición a los altares de sacrificio, ellos en ocasiones ponían un poste tallado. Sencillamente trata de visualizar un tótem; el tótem con el que nosotros estamos familiarizados son un poco más elaborados de lo que típicamente era tallado en el Medio Este de antigüedad, pero su propósito era esencialmente el mismo; ellos marcaban ese lugar en particular (y el altar construido allí) como un lugar de sacrificio para un dios o una diosa específica representada en esa percha, vara tallada. Las piedras levantadas de las que se hablan son también en ocasiones llamadas pilares; pero en nuestra manera moderna de pensar la palabra pilar nos da una mala impresión. Nosotros tendemos a pensar de estos pilares de los edificios romanos cilíndricos, maravillosamente altos, decorados con piedras; pero eso no era lo que esto era. Una piedra levantada era literalmente una piedra grande y lisa, puesta verticalmente, y en ocasiones con palabras talladas; pero la mayoría de las veces la piedra no tenía ninguna marca. La piedra generalmente era usada en su estado natural; un picapedrero no le daba forma. En ocasiones era un monumento que sencillamente dice que algo importante tomó lugar en ese mismo lugar. Otras religiones paganas vieron el símbolo de su dios en esa piedra y el mismo era un objeto de adoración.

Ahora, la clave para captar todo esto es que cualquiera podía construir un altar o un santuario a su dios en cualquier lugar sin autorización divina. La tierra de Canaán estaba absolutamente llena con altares y perchas y arboledas sagradas dedicadas a varios dioses. Familias solas construían sus propios altares privados; los pueblos construían altares comunitarios; los reyes levantaban sus propios altares, mucho más elaborados. Y naturalmente estos altares serían construidos cerca para el beneficio de la conveniencia del adorador. Los israelitas estaban completamente al tanto de todo esto porque esto era una práctica común conocida en el mundo entero para este tiempo. Y la razón que Dios, a través de Moisés, está hablando sobre estos altares y santuarios en detalle, es porque los hebreos naturalmente iban asumir (sin pensarlo dos veces) que ellos iban hacer lo mismo que el resto de las personas; ellos construirían altares y arboledas a Jehová en lugares múltiples cerca de (lo que sería ( sus muchos) establecimientos.

Por lo tanto en el verso 4 Israel es instruido a NO adorar a Jehová en esta manera (arboleda, árboles, tótem etc.) más bien el Señor dice, que van a tener un lugar donde la adoración al Señor va ser localizado (queriendo decir el lugar donde el Tabernáculo debe de ser levantado y los sacrificios deben ocurrir) y en ningún otro lugar. Y SOLO en este único lugar central deben las 12 tribus hacer la jornada y traer sus ofrendas, diezmos, y animales para sacrificios.

Una de las cosas siendo legisladas en contra de esta instrucción era procedimiento estándar para esa era: la co-ubicación de un lugar de adoración y sacrificio de un dios con el lugar de adoración y sacrificio a un dios diferente. Un altar no era un lugar donde uno podía traer un sacrificio y ofrecerlo a cualquier dios. Cada altar pagano y cada lugar alto era dedicado específicamente a un dios o diosa con un cierto nombre. Pero el construir un altar era trabajo arduo y tomaba mucho tiempo por lo que al tener personas moviéndose de un lugar a otro, y conquistadores llegando y yéndose y trayendo consigo sus propios dioses, y al tener dioses que su popularidad decaía, generalmente los altares existentes eran re-dedicados de un dios a otro. Jehová dice que Israel no puede hacerle esto a Él.

Permitanme compartir unos cuantos puntos para que mediten y luego vamos a resumir todo mientras conectamos todo esto al plan de Dios para la humanidad: al igual que en el desierto donde había solo UN lugar para que todo Israel sacrificara, así mismo era para Canaán. Pero la RAZÓN para esto no es dada. Esto podría ser tan sencillo como Dios queriendo que las cosas operen exactamente opuesto a lo que las religiones paganas hacían. Lo que sí sabemos con certeza es que el Santuario Central (el tabernáculo del desierto) se trasladó en varias ocasiones a diferentes lugares de Israel y no parecía haber ninguna objeción directa por parte de Dios a estos movimientos de la tienda del santuario sagrado.

Otro punto se refiere a este mandato para derribar y destruir todos los lugares altos de los dioses cananitas. Este mandato (aunque completamente real y destinado a ser llevado a cabo) tiene que caer en la misma categoría de ser un “ideal” celestial al igual que los límites territoriales que el Señor ha establecido que abarcan toda Su tierra santa, fue un ideal celestial. Israel, hasta el día de hoy, nunca ha poseído plenamente todo ese territorio “ideal”.

¿Qué es un ideal? Es la expresión de la perfección. Es la noción del estado final que algo puede alcanzar. Los ideales son, humanamente hablando, raramente logrados. TODOS los ideales de Dios se lograrán.

En realidad, Israel nunca alcanzó la capacidad de ejercer control sobre Canaán para destruir todos los santuarios paganos, altares y Asherah. Incluso durante los poderosos reinados de David y luego su hijo Salomón (considerado el cénit del poder nacional israelí) nunca se logró.

Sin embargo, también podemos concluir que ninguno de estos ideales no ocurrió porque el Señor no fue capaz ni porque el objetivo no fue seriamente alcanzable, sino porque Jehová hizo que el éxito de Israel al lograr estos objetivos dependiera de su obediencia a Él (hemos leído sobre eso, ¿verdad?). Y como veremos en los próximos capítulos y libros del Antiguo Testamento, Israel tropezó grandemente en ese sentido y, por lo tanto, el cumplimiento de los ideales que Dios les ofreció han sido aplazado y no serán alcanzado hasta que el Mesías venga de nuevo y gobierne sobre toda la tierra.

Yo señalo esto porque si hay una razón importante para que nosotros, NECESITEMOS un Mesías para llevar a cabo el plan de Dios, es que la plenitud de la realización de los ideales de Dios no puede ser traído mientras que hayan hombres depravados todavía gobiernen el mundo. Eso puede sonar como otr0 buen cliché cristiano, pero la verdad es que si el hombre hubiera podido, de manera realista, haber seguido todos los mandamientos de Dios, un Mesías no hubiese sido necesario. Pero con la caída de Adán de su estado de ser creado como el hombre ideal, un Mesías se convirtió en el único camino para el cumplimiento de estos ideales celestiales porque el hombre ahora conocía el mal…..y nos gustaba.

Pero entiendan, los mandatos de Dios no fallaron; La palabra de Dios no cayó, sino que las criaturas de Dios fallaron. Y las criaturas de las que estoy hablando son todos los seres humanos (no sólo los israelitas); las únicas criaturas con libre voluntad que se aproxima a la libre voluntad que el Señor posee. Además, el Pacto de Moisés no era defectuoso, los hombres eran defectuosos. Por lo tanto, con el advenimiento del Mesías hace 2000 años, ese pacto fue renovado (como dijo Jeremías 31), pero el que administró el pacto pasó de Moisés a Jesús. Moisés era un hombre defectuoso y por lo tanto un mediador defectuoso.

Yeshua era un hombre sin defectos (el hombre ideal) y por lo tanto un Mediador impecable. Hasta que el hombre ideal (el Mesías Jesús) que es también Dios, regrese, y hasta que Él deshaga el mundo de todo ser humano que se opone a Dios, y hasta que el maligno que tiende y acusa a la humanidad sea encerrado, y hasta que nuestro Rey gobierne en gloria y perfección y sin tolerancia para el pecado, los ideales de Dios nunca serán plenamente cumplidos en la tierra.

Sin embargo, al igual que cuando el Señor estableció la Torá para Israel y les dijo que no era demasiado difícil para ellos, tampoco es demasiado difícil para nosotros, Sus creyentes (al menos en el sentido ideal). Fuimos creados con la capacidad de llevar a cabo físicamente todos estos mandamientos y leyes del Señor. Pero con la caída en el pecado de nuestro padre humano, Adán, se selló nuestro destino como una raza de criaturas fracasadas que no pudieron llevar acabo los ideales de Dios. Pero el Mesías Yeshua puede y lo hará.

Continuaremos en Deuteronomio 12 la próxima semana.