Números
Lección 27 Capítulo 22 23 24
La semana pasada nosotros comenzamos con la historia de Balaam y Balac, una historia que toma 3 capítulos completos de Números (22, 23,24) en su recuento. Y nosotros vemos su estructura, momento, y estilo que la misma ciertamente es casi un recuento adornado de un suceso real; un recuento de un evento muy real que obtuvo un estatus de leyenda entre los hebreos y su intención era hacer entender unos principios teológicos importantes.
Permítanme ser claro cuando yo digo un recuento adornado: esto NO es un cuento de hadas ni tampoco sale de la imaginación de alguien. Aunque el mismo tiene elementos añadidos para hacer la narración de la historia memorable y por consiguiente más fácil para transmitir oralmente. Podríamos decir que tiene un “tema folclórico”.
Lo que nosotros debemos mantener en mente es que hay solo dos lugares en la Biblia donde podemos ver que los animales reciben una voz: la serpiente en Génesis y el burro en el libro de Números. Y las dos figuras no podrían ser más diferentes en su naturaleza. La serpiente era Satanás mismo, y no era ninguna criatura ordinaria o salía fuera de la fábrica de serpiente que había sido poseída por el maléfico. Más bien se hace claro que esta serpiente de Génesis era un ser completamente único, y que ninguna criatura en la tierra era equitativo a la serpiente Satánica.
Por otro lado el burro de Balaam no tenía tal conexión espiritual o estatus, ni tampoco era el producto de una creación especial divina. La misma era sencillamente un burro común y corriente del que se dijo que habló; y Balaam no parecía estar impresionado o sorprendido por eso. Yo mantengo que este es uno de los elementos clave de la historia que nos ayuda a reconocer que con el tiempo los eventos históricos actuales implicando a Balaam y Balac y a Israel llegaron a ser exagerados y eventualmente sucumbieron al uso estándar del Medio Este de animales hablando comúnmente usado en sus relatos y tradiciones.
En otras palabras, esto es otro tipo (de muchos tipos) de recursos literarios empleados en la Biblia, pero uno que nosotros debemos reconocer como teológicamente basado en fabula hebrea al igual que los hebreos lo hacen. Lo que yo estoy diciendo sobre la naturaleza de esta historia no controversial; estudiosos de la biblia modernos y de antigüedad están generalmente de acuerdo en este asunto.
En esta narrativa Balac es el rey actual de Moab y Balaam es un adivino y un profeta gentil que vive al oeste de Mesopotamia, en un lugar que está justo en el borde entre Siria y Turquía moderno, a lo largo del poderoso Río Éufrates. El rey Balac tiene 3 millones de Israelitas al umbral de la puerta de su territorio y él está preocupado que su ejército no pudiera defender su reino si las intenciones de Israel son hostiles. Por lo que Balac hace una cosa muy usual y normal para esa era: el contrata a un brujo profesional para que le ayude.
La clave para la victoria (Balac cree) es hacer que los dioses estén del lado de Balac y Moab, y pelear en contra de Israel. En términos Bíblicos, Balac quiere que alguien le ponga una maldición a Israel para que ellos puedan ser derrotados. La elección del rey de maldecir a Israel es un conocido adivino llamado Balaam; un asesino a sueldo.
Aun cuando esta historia en su estilo es menos histórica y más fábula hebrea, la cantidad de teología y profecía que contiene es extraordinaria. Ya que vamos a ver que tiene asombrosas matices Mesiánicas que son también innegables.
Tal vez el principio mayor que nosotros primero descubrimos en nuestra última lección fue este (y es uno muy importante): ser inspirado de Dios para profecía para Él NO quiere decir que uno tiene una posición justa delante del Señor. Dios ha usado a reyes paganos y profetas para lograr Su voluntad en el pasado, y Él lo hará de nuevo. Jehová ha hecho contacto directo con paganos y los ha instruido a decir o hacer algo, y ellos han obedecido. Aunque ellos ni son redimidos (salvos) ni ellos han sido declarados para tener una posición correcta con Jehová.
Lo que esto quiere decir es que un hombre que es un profeta falso puede, a veces, estar correcto. Él puede, a veces, ser dado una visión del futuro POR DIOS MISMO para que así el Señor logre algún propósito inescrutable conocido solo por Él. En algunas maneras esto lo hace más difícil para un creyente juzgar quien es un hombre de Dios, versus quien es un hombre que camina lejos de Dios aunque exteriormente parece estar en camaradería con Él. Yo desearía poder darle una buena lista de cotejo de cómo hacer esa determinación, pero yo estoy en el mismo bote de todos los otros creyentes. Y esto quiere decir que ustedes (y yo) necesitamos estudiar TODA la Palabra de Dios para poder reconocer los caminos puros de Dios, versus otros caminos que solo imitan Sus caminos hasta cierto grado. Y para así reconocer Sus patrones divinamente creados versus las doctrinas de hombre que usan todas las palabras de moda correcta y nos da un sentimiento acogedor.
Recuerda: se nos dice que Satanás (el ser más malvado que existe) puede disfrazarse como ángel de luz. Por lo que una persona puede ser tan engañada que honestamente puede creer que Dios los unge, cuando de hecho ellos están siendo usados como una herramienta falsa por el Malvado (o más probable ellos han seguido su propia inclinación interior del mal). Solo porque una persona dice todas las cosas correctas y afirma estar hablando para el Señor, no debes asumir que él o ella lo está haciendo. Aquí está la prueba para una persona que afirma ser un profeta de Jehová: si ellos alguna vez están equivocados, entonces no son profetas de Dios. Cuando yo uso profeta en este sentido, yo quiero decir alguien que está pronosticando un evento que aún no ha sucedido o esta vaticinando el futuro. Un profeta en este sentido es también alguien que dice ser que el Señor vino a ellos y les dio una palabra para ti. Hoy en día (y en ocasiones en el Antiguo Testamento) el término profeta es usado en el sentido como sencillamente queriendo decir un maestro de la Escritura Santa (y créeme cualquiera que enseña va a cometer errores de vez en cuando). Pero el Profeta Bíblico (particularmente el tipo de profeta del Antiguo Testamento) es un vidente, uno que está en buena posición con el Señor, y uno que “ve” porque a él se le ha dado un mensaje directo de Dios.
Por lo que ese mensaje no puede posiblemente ser un error. Vamos a continuar con la historia de Balaam y Balac leyendo de nuevo una porción de Números 22.
Volvamos a Leer NÚMEROS 22:9 – 35
En la narrativa típica hebrea el verso 9 tiene a Jehová preguntándole a Balaam el vidente gentil una pregunta retórica: “¿Quiénes son estos hombres que están contigo y qué te pidieron que hicieras?” Y claro que, Dios, sabe lo que está pasando aquí pero esto establece un diálogo directo entre un vidente gentil, Balaam, y el Dios de los hebreos. En tres ocasiones en la Biblia Jehová se le aparece a personas no hebreas para advertirle que no hagan lo que intentan hacerle a Su pueblo escogido: las 3 veces están registradas en la Torá. La primera es con el Rey Abimelec cuando él iba a tomar a la esposa de Abraham, Sara, para su harén; y la segunda fue con el tío de Jacob por parte de madre, Labán (quien, al igual que Balaam, es de Mesopotamia), quien estaba enviando una cuadrilla en búsqueda de Jacob y su familia cuando huyeron del control de Labán.
Balaam honradamente recuenta lo que ha estado sucediendo en los pasados días de su vida y es que estos hombres vienen donde él a preguntarle que vaya con ellos a maldecir un ejército de personas que acababan de salir de Egipto; y el propósito principal de la maldición era para que el Rey Balac pudiera derrotar a estos extranjeros (quienes sobrepasan grandemente en números su ejército) en batalla. Pero Jehová revoca la intención del Rey de Moab al decirle a Balaam que él no puede maldecir a su pueblo (Israel), porque ellos son bendecidos.
¿Ahora qué exactamente quiere decir que ellos no pueden maldecir porque ellos son bendecidos? Esto se está refiriendo a Génesis y el pacto que el Señor hizo con Abraham, que luego fue dado a Isaac, y luego finalmente dado a Jacob llamado Israel. Este pacto siempre es mandato de bendición y el Señor en esencia está diciendo, 1) es totalmente IMPOSIBLE maldecir aquello que Él ha bendecido desde un sentido espiritual; en otras palabras, nadie puede dar marcha atrás lo que Jehová ha determinado. Y 2) desde un sentido terrenal físico el maldecir al pueblo de Dios por medio de intentar impedir o hacer daño a Su bendecido pueblo traerá castigo divino sobre el que esta haciendo la maldición. El consejo de Dios es: no lo hagas.
Aun cuando el pensar de Balaam era que el iría donde estos hombres, diría un montón de palabrerías y declararía una maldición sobre los Israelitas, y luego regresaría a la casa con un montón de dinero por sus esfuerzos, Balaam nunca iba a quedarse para ser parte de esa batalla. Hasta ahora, Balaam, no era un hombre violento. Balaam no tenía intenciones de perseguir a los Israelitas o de hacerle daño personal a ellos; a Balaam se le había pedido que interviniera por un rey quien presentaba una buena historia y una mejor promesa de dinero; y por la moralidad de aquellos días, Balaam iba hacer lo que le pidieran y luego sacudirse las manos de lo que fuese que siguiera porque, después de todo, él era un tipo de mercenario. Él no estaba a favor de Moab o en contra de Israel, personalmente. Él no tenía ningún asunto en esta pelea y ningún interés real en el resultado. El solo estaba haciendo su trabajo como vidente profesional y no tenía ninguna agenda personal o (como él lo vio) intención de maldad. Balaam estaba tratando de ser moralmente neutral: como las Naciones Unidas.
El problema es que para Jehová no HAY tal cosa como neutralidad moral; esa condición es un producto de la imaginación fértil del hombre. Además lo que sea que uno haga para obstaculizar o hacerle daño al pueblo de Dios ES una ofensa para Dios no importa que papel uno habrá podido tener en el mismo. Para Abba una persona está a favor o en contra; como Jesús dijo, tú estás conmigo o en contra de mí. No hay punto medio. Así mismo es con el maldecir a Israel: el NO reconocer la bendición intocable es idéntico ante los ojos de Dios como activamente maldecir a Israel. Balaam no solo puede “hacer su trabajo” para Balac y luego irse y librarse el mismo de toda responsabilidad.
El ser un hombre espiritual y estar al tanto que él había definitivamente encontrado a un dios, Balaam le dice a la delegación enviada por Balac que él no puede ir con ellos porque, y yo cito, “JEHOVÁ no me deja ir con ustedes”. Es correcto; aun cuando la mayoría de las Biblias van a decir “el Señor no me deja ir “o algo así, el hebreo original emplea el nombre actual de Dios. El Señor le dijo a Balaam (un hechicero gentil SU nombre formal personal. Pero entiende, que para Balaam esto no quería decir que Jehová era SU único dios, ni el dios de su familia, ni el ÚNICO dios en existencia. Es solo que este dios en particular, que era al menos uno de los dioses que tenía un interés en los hebreos, había hecho bastante claro a Balaam lo que él debía y no debía de hacer eso era lo suficientemente bueno para él.
Pero, ni los hombre con intenciones de mal, ni Satanás con sus tentaciones se rinden y se alejan para nunca volver a molestar al pueblo de Dios nuevamente, solo por un desaire. Por lo que el Rey Balac recibe la noticia que Balaam dice “no” a su oferta, y él trata nuevamente. Y esta vez Balac envía representantes personales de un estatus más alto que aquellos que fueron anteriormente, y él envía más de ellos, para tratar de persuadir a Balac que vaya. Ellos le dicen a Balac que ellos van aumentar la oferta monetaria. Balaam explica que esto NO es un asunto de dinero; que él no está diciendo para obtener una tarifa más alta.
Luego al continuar la historia poniéndose tensa, nosotros encontramos en el verso 18 a Balaam explicando que él está completamente bajo el comando de (y otra vez cito el hebreo original), “Jehová mi Elohim”. Bueno cualquiera que escuche esta historia o la lea y la estudie como lo estamos haciendo nosotros, concluiría que Balaam era un hombre que le teme a Dios. Que él tenía una clase de alianza con Jehová. Pero al continuar con la historia (y en otros libros de la Biblia donde más detalles son añadidos) se afirma que Balaam es sencillamente un espiritualista; ciertamente el cree en Jehová de la misma manera que cree en un número de dioses desconocidos. De hecho Balaam estaba actualmente siendo jactancioso aquí. Él estaba tratando de impresionar esta delegación de oficiales de gobierno de Moab con su intimidad e influencia en la esfera invisible de dioses, PARTICULARMENTE con el dios que más preocupaba el problema inmediato de Balac: el dios de los Israelitas. Balaam era un buen vendedor.
El ser un buen vendedor era importante no solo para sus clientes, pero también para los dioses con los que el trataba en su profesión.
Por lo que en el verso 19 Balaam (que realmente quiere este trabajo y el pago del rey que va con el mismo) le dice al segundo grupo que se quede la noche, que él va consultar con Dios sobre esto una vez más. Él dice, “Déjame ver QUE OTRA COSA el Señor va decir”. Balaam está acostumbrado a negociaciones. Él está acostumbrado a tener dioses “que cambian de idea”. ¿Por qué este Jehová sería diferente? De hecho este procedimiento completo de negociación con los dioses es la base de divinación. Las negociaciones con el dios en cuestión continúa hasta el esperado presagio es recibido. El lema de los adivinadores era “si de la primera vez no eres exitoso, continúa tratando porque el éxito no viene de primera”.
Date cuenta también que mientras en la primera parte de esta historia el Señor vino a Balaam inesperadamente y de alguna manera en la cual Balaam estaba completamente despierto consiente, AHORA Balaam va a tratar de citar a Dios en la manera más usual de los adivinadores: un sueño o una visión inconsciente. E, interesantemente, Jehová no decepciona.
Ahora permítanme señalar que generalmente hablando el recibir algo del Señor en un sueño era considerado ser un método INFERIOR de inspiración divina como comparado a lo que los profetas asignados del Señor experimentaron. No es que un sueño es algo para ver como inferior, pero el mismo es mediocre en comparación al tipo de contacto eufórico y completamente consciente que los profetas experimentaron (y había pocos profetas preciados de esa clase). Hasta donde nosotros sabemos la Biblia nos dice el alcance completo de aquellos que eran los profetas de Dios. Es por esto que yo señalé anteriormente que el título de “profeta” puede ser aplicado en dos maneras BIEN diferente, en dos niveles BIEN diferente de intimidad con Dios: el profeta quien es escogido para ser portavoz por un periodo extendido de tiempo, trayendo un oráculo nuevo y directo del Señor. El segundo tipo es algo más parecido al Nuevo Testamento de alguien que ENSEÑA la Palabra de Dios (y hasta cierto grado interpreta o provee un comentario en lo que ya ha sido dado por los autores de las Escrituras). Vagamente hablando lo que esta clase de profeta se parece más es a un MAESTRO.
El verso 20 dice que Dios ciertamente vino a Balaam en un sueño le dijo que ahora está OK el ir con el contingente de hombres de Moab si ellos le piden que vaya. Aunque rápidamente nosotros vemos que Dios no se agrada que Balaam quiera ir con Balac. Aquí nosotros tenemos un ejemplo claro de Dios operando dentro del libre albedrío del hombre. Balaam era un adivino que solo sabía la manera de todos los adivinos; y eso quería decir negociando con un dios en particular hasta que obtenías lo que deseabas. Vamos a pensar esto más de cerca. ¿Por qué Balaam va donde Balac a pesar que el Señor insistió que Balaam NO debía hacer lo que Balac estaba contratándolo para que hiciera? ¿Debemos nosotros tomarlo como que Balaam sencillamente quería personalmente dar las malas noticias a Balac que él no podía maldecir a Israel? ¿Qué Balaam podía viajar más de unos cuantos cientos de millas, caminar en ocasiones viajando en la parte de atrás de un burro, solo para ir a la casa con las manos vacias porque él no aceptó el trabajo? Difícilmente; Balaam no estaba negociando con Jehová.
Despues de todo, Balaam AHORA había recibido permiso de YHWH al menos para volver donde Balac; ciertamente el próximo paso sería el Señor permitiéndole a Balaam un poco de flexibilidad en lo que concierne a maldecir a Israel. Dime: ¿acaso nosotros a veces tendemos hacer eso? ¿Nosotros sabemos muy bien que la voluntad del Señor es que nosotros hagamos o no hagamos algo, pero nosotros seguimos hacia delante de todos modos con nuestro plan? Nosotros inherentemente sabemos que es improbable que Jehová nos mate en medio de lo que fuera que sea que nosotros estamos haciendo. Y, en ocasiones, nosotros continuamos y conseguimos lo que sea que nos proponemos hacer. En otras ocasiones, las cosas van horriblemente y nosotros entendamos que debemos haber escuchado al Señor todo el tiempo. Este es el efecto del libre albedrio y nosotros usándolo en una manera que no está en harmonía con Dios.
Por lo que nosotros encontramos a Balaam montado en su burro, de camino hacia Moab, acompañado por dos asistentes. De repente Dios se presenta en la forma de “un Ángel de Jehová”. Y sorprendentemente Balaam no ve el Ángel del Señor pero el burro sí. Ahora nosotros aprendemos algo más sobre Balaam: él está totalmente ciego espiritualmente. Él no puede ver el Ángel del Señor parado en el camino, bloqueando su camino. Su burro que sí ve al Señor, gira bruscamente fuera de la carretera y hacia el terreno, asustado de esa aparición. El supuesto súper-espiritual de Balaam está completamente ajeno de la razón por la cual su burro actúa de la manera en que está actuando, por lo que le pega para que regrese de nuevo a la carretera.
Unos cuantos pies más adelante el Señor se posiciona Él Mismo en un lugar bien estrecho de la carretera con una verja (queriendo decir una muralla de piedras) en cada lado. El burro, asustado, trata de dar marcha atrás de la aterradora aparición Angelical y al hacerlo atrapa el pie de Balaam entre su lado y la muralla. Balaam ya no está meramente irritado sino que con dolor, por lo que golpea al burro un poco más para que suelte el pie y para que continúe.
Unos cuantos pies más y el camino se pone tan estrecho que el burro no puede ir alrededor del Ángel del Señor por lo que en su defensa las rodillas fallan y se cae, justo en el lugar. Balaam completamente pierde el control y comienza a golpearlo terriblemente a su pobre y atemorizado burro que había hecho lo único que podía bajo las circunstancias que se encontraba.
Ahora dejenme decirles, que cuando los animales se comportaban de una manera rara esto era presagios hasta para los adivinadores más inexpertos. El que Balaam completamente ignorara el comportamiento del animal tiene como significado el mostrar su determinación absoluta de hacer lo que él se ha determinado: desobedecer al Señor y tomar el dinero que le van a dar por maldecir a Israel.
Yo supongo que pudiera parar y decirle unas cuantas anécdotas bonitas sobre esto, y lo que esto quiere decir para nosotros; pero yo no creo que necesite hacerlo porque justo ahora todos estamos pensando: wow, cuantas veces yo he tratado de ir alrededor o a través del Señor, y no trajo nada más que dolor y pena. Ahí podemos ver ese mal uso de nuestro libre albedrio nuevamente.
Aun completamente ciego a lo que realmente está pasando, el Señor permite que el burro hable: y el burro le pregunta a Balaam PORQUÉ él le está golpeando. En otras palabras…… ¿oye, tonto, acaso no puedes ver que algo extraordinario está sucediendo aquí? ¿Acaso YO ALGUNA VEZ me he comportado así anteriormente? ¿Acaso yo no he sido un siervo fiel para ti? Y, Balaam admite que el burro tiene razón.
De repente ahora Jehová tiene la atención de Balaam por medio de su burro hablando, Balaam ve la aterradora figura con la espada parada delante de él, por lo que Balaam se cae al suelo en pánico y terror. ¿El Señor le pregunta a Balaam por qué el continúa tratando a su burro tan mal? ¡Él señala que, de hecho, si no fuera por el burro haciendo lo correcto, el Señor hubiera usado esa espada no en el burro, sino que en Balaam!
¡Yo les dije la semana pasada que esto era una Biblia dentro de una Biblia!
¿OK esposos y esposas, padres e hijos, captaron lo que acaba de pasar? ¿Acaso alguno de ustedes ha querido tanto algo y el otro dijo no? ¿Tu sabias que el tomar ese nuevo trabajo (aun cuando quería decir que tenían que mudarse) o vender la casa (aun cuando la familia estaba feliz donde estaba) o comprar ese carro nuevo (aun cuando no había nada malo con el viejo) era exactamente lo correcto para hacer, pero tu esposa o padre no estaba de acuerdo y lo rechazaron todo? Yo no estoy diciendo que la persona que se comporta como una barricada es la que tiene buen juicio. Yo estoy diciendo que cuando algo así sucede, podría ser sabio parar y tomar una pausa. Parar e ir en búsqueda del Señor. Tal vez el problema sea meramente la reacción de una esposa o un padre que no le gusta el cambio, o uno que siempre quiere; o tal vez…solo tal vez…es el Señor usando esa persona intransigente para parar algo que Él no quiere que sea hecho, pero que tu estas completamente ciego a todo. Y Él está tratando de salvarte de un terrible error al cual tus deseos egoístas no pueden aceptar; o tal vez tu estas siendo salvo de SU disciplina (el cual alguno de nosotros nos gustaría pensar que no existe).
En el verso 32 el Señor repite que Él encuentra que lo que Balaam está haciendo en ir a Balac como algo ofensivo. Balaam responde, pero él todavía no lo entiende: “¡O Señor, yo hice mal al no verte en el camino! ¡Yo hice mal al golpear a mi burro tan terriblemente! Yo no sé qué vino sobre mí. Y, si todavía no estás de acuerdo con que vaya donde Balac, yo no iré”. ¿TODAVÍA no estar de acuerdo? El Señor le acaba de decir que Él encontró el ir a Balac ofensivo. Balaam está tratando de manipular. Caramba, Señor, tal vez no es que tú no quieres que me compre una guagua nueva, tal vez es que tú no quieres que yo me compre una guagua nueva roja. ¿Tal vez una azul? ¿Tal vez una marca Ford? ¿O esto empieza a inmiscuirse en nuestras vidas, verdad?
EL Señor, el Creador de la libre voluntad, permite que Balaam continúe ejerciendo su voluntad de continuar hacía Moab; pero recuerda, no le digas a Balac la única cosa que te dije que no dijeras. Balaam está eufórico y continúa su encuentro con el rey Balac.
Vamos a leer un poco más.
VOLVAMOS A LEER NÚMEROS 22:36 – hasta el final
Bueno el Rey Balac escucha que Balaam está de camino; y él tiene tanta ansiedad de hacer que haga el trabajo de maldecir a Israel que él decide viajar al norte de la frontera de Moab para darle la bienvenida a Balaam. Y al igual que una persona de tanta majestuosidad haría, Balac amonesta a Balaam y quiere saber porque le tomó tanto tiempo aceptar su oferta. ¿Acaso tú no crees que yo te voy pagar? Balaam, siendo muy cuidadoso debido al incidente con el burro, dice que aun cuando él está allí, el realmente no puede hablar ninguna otra cosa que no sea lo que Dios quiere que él hable.
El Rey Balac está decidido; él prepara una gran fiesta en honor al brujo que va ayudarle ahuyentar estos Israelitas. Permítanme señalar que era la creencia antigua que si un adivino o un vidente estaba de acuerdo en maldecir a alguien, y así lo hacía, no había duda alguna que la maldición era eficaz. Tanto el que maldecía y el que recibía la maldición así creía. Por lo que la preocupación de Balac NO era si la maldición iba a ser eficaz; sino más bien si Balaam actualmente lo iba hacer considerando (hasta ahora) su actitud reacia. No hay duda que la mentalidad del Medio Este de Balac piensa que esto era sencillamente una manera para Balaam subir el precio.
Después del protocolo formal de tomar vino y cenar con este famoso Mago de Mesopotamia, Balac escolta a Balaam hasta el tope de la colina de donde ellos podían ver algunas de las personas de Israel en el campamento. El lugar donde ellos fueron se llamaba Bamoth-Ba’al; esto quiere decir el altar, o el lugar, del dios Ba’al. Ahora ellos no hicieron esto por curiosidad para echar un vistazo a todos esos hebreos: una maldición es solo efectiva cuando la persona maldecida o el objeto puede estar a la vista del que hace la maldición. Es por eso que es necesario en primer lugar que Balaam fuera a Moab. De lo contrario, los emisarios de Balac podían sencillamente haber llevado oro y plata consigo, a Carchemish donde Balaam vivía, y Balaam llevar a cabo su ritual desde su casa.
Vamos a continuar con el capítulo 23.
VOLVAMOS A LEER N 23:1 – 12
EL número 7 como un número de gran significado no era ni el invento ni la provincia completa de Israel. El mismo era un número comúnmente usado en rituales a través del mundo.
Escucha este corto fragmento de una tableta de barro encontrada en la era antigua de Babilonia (alrededor del tiempo de Abraham): “en el alba, en la presencia de Ea, Shamash y Marduk (todos dioses de Babilonia), deberás levantar 7 altares, poner 7 incensarios de ciprés, y derrama la sangre de las 7 ovejas….”
Ibn Ezra señala que el número 7 es en ocasiones usado en el calendario de rituales de los hebreos: 7 días de la semana, 7mo día de Shabbat, 7ma semana (Shavuot), 7 años (año Sabático), 7mo mes para Fiestas Bíblicas especiales, 7 veces el rosear la sangre de la Vaca Roja hacia el Tabernáculo, y así sucesivamente. Y, porque no sería así que el número 7 como un número de culto de significado especial era común a través del Medio Este: el Señor Dios estableció el 7 como un patrón importante desde el tiempo que Él creó los Cielos y la Tierra.
El que esa humanidad hubiese degenerado su adoración, adoptado dioses falsos, y tergiversado y usado erróneamente los rituales no quería decir ellos olvidaron todo lo que había sido enseñado a Noé y luego heredado; ellos solo los usaron como una base para la fabricación de sus propias religiones.
Po lo que, el ritual que nosotros encontramos al comienzo del capítulo 23 es lo que era esperado de un brujo de Mesopotamia como Balaam: 7 toros y 7 carneros sacrificados en 7 altares, parecido a lo que acabamos de leer de la tableta de barro de antigüedad.
Después que los animales fueron sacrificados y sus cadáveres quemados en los altares, Balaam le dice al Rey Balac que se pare al lado de los altares en lo que él va hablar con Jehová. Balaam le dice al Señor que él ha sacrificado en los 7 altares, y naturalmente el Señor no le responde porque Él ciertamente no le dijo que tal cosa debía ser hecha. Más bien, el Señor ignora el intento de conciliación y le dice a Balaam que debe regresar y qué debe de decirle al rey Balac.
Balaam regresa a donde el rey estaba parado al lado de las ofrendas de holocausto, donde la corte del rey estaba parado responsablemente a su lado, y pronuncia lo que Balac pensó que él había estado esperando.
En resumen, Balaam dice que aun cuando el rey Balac lo trajo allí para maldecir a Israel, ningún hombre puede poner una maldición sobrenatural en eso que Jehová ha bendecido. Aunque eso debió de haber enfurecido al Rey de Moab, Balaam continúa profetizando un glorioso futuro para Israel. Él básicamente vuelve a exponer la promesa de Dios para Abraham en el que los hebreos se van a multiplicar en incontables números.
Pero otra cosa también es dicha que concisamente dice algo importante que nosotros hemos discutido en esta clase en numerosas ocasiones: allí está Israel, y luego allá está el resto del mundo. O como lo dice el verso 9, “…He aquí, es un pueblo que mora aparte, y que no será contado entre las naciones”. Para repasar: lo que esto dice es que un ammim va morar aparte y no va ser calculado como entre el goyim. Aquí nosotros vemos que una transición importante ha sido hecha: Israel es de aquí en adelante referido Bíblicamente como el “pueblo” de Dios, Su “ammim”; y todas las otras personas en el planeta (gentiles) son llamadas “naciones”, goyim. Goyim no es ya una palabra que significa solo naciones en general, la misma ahora específicamente significa gentiles o naciones gentiles. La misma ya no incluye el pueblo hebreo o la nación hebrea.
Por lo que aquí un adivinador gentil ha sido instruido hacerle claro a toda la humanidad que Israel es completamente diferente del resto del mundo ante los ojos de Jehová; no mejor que los gentiles sino más bien diferente de los gentiles. Incluso el vocabulario estándar de llamar a Israel una nación ya no aplica, así separado ve el Señor a Sus escogidos del resto de la humanidad. Y como si eso fuera todo Balaam dice que sería una bendición para él (y en esencia para toda la humanidad) si ellos pueden de alguna manera encontrar justicia ante los ojos del Dios Hebreo, y morir en ese conocimiento de bendición.
Esto no era lo que Balac esperaba escuchar. Y obviamente frustrado y estupefacto le dice a Balaam: “¿Qué has hecho tú de mí? ¡Yo te traje aquí para maldecir a mis enemigos (Israel), en vez tú los has bendecido a ellos! Balaam responde: “Yo solo puedo decir lo que Jehová me dice que diga; YO TE DIJE eso cuando yo llegué aquí.
Y claro que el rey Balac se da cuenta que el astuto Balaam sencillamente está subiendo la apuesta, por lo que le dice a él, OK vamos a tratar en otra colina de donde podrás maldecir a Israel. Tal vez ahora lo puedes hacer bien.
Vamos a terminar por hoy y continuamos la semana que viene.