Month: כ״ז בתמוז ה׳תשע״ט (July 2019)

Deuteronomio Lección 30 Capítulo 23

Deuteronomio

Lección 30 – Capítulo 23

 

Deuteronomio Capítulo 22 tomó el concepto de adulterio a un nuevo nivel y lo explica en el motivo de “mezclas ilícitas”. Mientras que nosotros tendemos a pensar del adulterio en términos puramente sexuales, en realidad el cometer adulterio es tomar cualquier cosa pura o limpia o en su forma adecuada o inmaculada y contaminarlo con algo que lo corrompe. La misma es un uso correcto del término “adulterar” para describir (por ejemplo) el agua fresca siendo contaminada con agua de mar, haciendo así que la mezcla resultante sea inadecuada o menos que deseable para satisfacer la sed, su intención y propósito original.

Por lo que el adulterio (aunque mayormente se utiliza a menudo para describir el crimen de una pareja en una relación matrimonial rompiendo la fe al tener una relación sexual con otra persona que no es su cónyuge) es de hecho la unión prohibida de dos cosas (o más supongo) que el Señor dice que no deben mezclarse entre sí. Puede ser en la esfera sexual, la esfera de trabajo (un buey y un burro en yugo al mismo arado), la esfera de la comida (comer animales impuros), la esfera vegetal (2 tipos diferentes de semillas sembradas en el mismo espacio), la esfera de la ropa (una prenda de sha’atnez, lino y lana tejidas juntas), y otros.

Como hemos visto en la Torá, el Señor ha dado muchos ejemplos de uniones que Él dice que no deben formarse. A veces nosotros no podemos ver fácilmente Su lógica para elegir los dos componentes de la mezcla prohibida, y de hecho APARTE DE UNA ILUSTRACION TANGIBLE de un principio de Dios superior puede ser que no haya ninguna otra razón para Sus elecciones que nosotros jamás podremos discernir este lado del Cielo.

Generalmente la unión no autorizada de dos cosas no se trata de mezclar una cosa “buena” con una “cosa mala”. En el ejemplo de tejer lana y lino juntos en un paño no hay nada malo o maléfico con el lino como una tela o con lana como una tela. Un tipo de hilo no es inferior o menos aceptable para Dios que el otro. Cuando se trata de sembrar dos tipos diferentes de semillas juntas, no es que un tipo de semilla sea una buena semilla que produce buena comida y el otro tipo es una mala semilla que produce alimentos malos (ambas semillas son perfectamente aceptables y cada una produce su propio tipo de buena comida). Cuando se trata de la sexualidad humana y la prohibición de las relaciones íntimas entre 2 hombres o 2 mujeres, no es que un hombre sea inferior o superior a una mujer (cada uno es perfectamente aceptable para Dios). El asunto es que SOLO el uso adecuado y la unión de las creaciones de Dios para la intención y el propósito que Él las creó es autorizado, y todo lo demás no lo es. Y como el Creador conoce el propósito de cada una de Sus creaciones y cómo diseñó cuidadosamente cada una para encajar perfectamente en Su universo, no es nuestro trabajo o nuestro derecho a desafiar o juzgar Su justificación divina, sino simplemente descubrir y seguir el plan y los patrones como ÉL los creó.

Ciertamente, estas leyes sobre mezclas ilícitas debían ser tomadas literalmente y debían ser obedecidas por Israel. Igualmente, es cierto que el seguimiento mecánico de estas ordenanzas sin confiar en el Señor y comprender los principios espirituales primordiales que las mismas están demostrando hace que uno no lo entienda.

Y el punto es que, desde lo Celestial hasta lo terrenal, desde lo espiritual hasta lo físico, desde las dimensiones no vistas (más allá de nuestra capacidad de sentirlas) hasta las 4 dimensiones familiares que componen el Universo en el que operamos, el Señor creó todo en un orden divino preciso y con perfecta armonía. Usar algo de una manera que no sea consistente con Su orden de las cosas, es perverso y caótico; tomar algo destinado a un propósito en Su orden y fusionarlo con algo que tiene un propósito completamente diferente en Su orden, el Señor lo llama “adulterio”. Por lo que el adulterio tiene un significado espiritual mucho más amplio y profundo que tener relaciones sexuales fuera del compromiso matrimonial de uno.

Así que al inicio del capítulo 23 nosotros vamos a estudiar la esfera particular de mezcla prohibida que podría estar titulada “relaciones prohibidas”.

Leamos Deuteronomio capítulo 23. Pero antes de hacerlo, tienen que saber que su versión de la Biblia (si no es el CJB o JPS estas versiones son en inglés) probablemente tiene un orden muy ligeramente modificado de versos. La mayoría de las biblias en español tienen el primer versículo del capítulo 23 que les leeré en el CJB (Biblia en inglés) colocado como el último versículo del capítulo 22. Así que, si no estás leyendo conmigo en el CJB (Biblia en inglés), empieza en el verso final del capítulo 22 y podras seguirme. Esto es simplemente el resultado de una diferencia de opinión entre los eruditos hebreos y cristianos en cuanto a dónde poner fin a un capítulo antes de comenzar el siguiente, el cual era generalmente arbitrario, ya que de todos modos no había tales cosas como marcadores de capítulos y versos en el original.

LEER DEUTERONOMIO CAPÍTULO 23 completo

Los primeros 9 versículos de lo que nosotros hemos leído, forman parte de una serie de 7 leyes (comenzando con el último capítulo) que es un comentario de Moisés sobre el 7mo Mandamiento (adulterio). Las primeras 5 leyes estaban en el Capítulo 22; el que figura en el primer versículo del capítulo 23 es el 6to de la serie. Esta 6ta ley sobre el tema del adulterio es que un hijo no debe casarse con la EX ESPOSA de su padre.

No estoy seguro de cómo transmitirles este importante mensaje: Moisés (o mejor, Dios A TRAVÉS de Moisés) NO está creando una nueva ley en Deuteronomio, aparte de lo que se pronunció en Éxodo, Levítico y Números. Moisés, el mediador, no estaba añadiendo a la Ley ni estaba reemplazando lo antiguo por lo nuevo; él estaba explicando las aplicaciones, los contextos y los matices de lo que significaban esas leyes y sus principios subyacentes y cómo el Padre esperaba que se llevaran a cabo. Un cambio inminente en las circunstancias físicas de Israel (de estar errantes a establecerse en Canaán), significaría que los detalles de CÓMO ellos llevaron a cabo la Ley, sería necesariamente diferentes en algunos casos. Este es un principio crítico para nosotros para comprender por qué el reto al que nos enfrentamos constantemente es cómo debemos aplicar la antigua Ley a nuestras circunstancias contemporáneas y culturas modernas, sin tratar esencialmente de retroceder en el tiempo y vivir de una manera primitiva.

Yeshua abordó esencialmente el mismo reto con respecto a la Ley durante Su Sermón del Monte.

Yo enfatizo esto una y otra vez porque el hecho es que alrededor de 4 siglos después de la ejecución del Mesías una nueva y errónea doctrina comenzó a dominar dentro de la Iglesia; una doctrina que dice que Cristo nos estaba dando NUEVAS leyes para reemplazar las leyes VIEJAS cuando Él habló Su famoso sermón (como se registra en Mateo 5) allí en ese hermoso anfiteatro natural con vistas a las aguas azules del Mar de Galilea. Más bien, el Mesías abordó la situación tal como existía sobre y en contra de lo que siempre había sido la intención y de lo que estaba a punto de llegar a ser. Él se dirigió al estado corrupto de las doctrinas del judaísmo sobre y en contra de la verdadera religión que siempre había sido intencionada y esperada por el Señor. En un sentido muy real de la palabra, Jesús estaba haciendo comentarios profundos sobre la Torá cuando Él estaba dando Su Sermón en el Monte, sin cambiar los principios fundamentales sobre los cuales estaba parado.

Probablemente su Biblia no se lee como la CJB en Deuteronomio 23 versículo #1. Probablemente tu Biblia dice algo parecido a, “… Un hombre no tomará a la esposa de su padre para que no descubra la falda o vestidura de su padre”.

¿Descubrir la vestidura de su padre? ¿Qué significa eso? Es por eso que la versión CJB y algunos otros harán que este versículo lea lo que ellos piensan que significa en lugar de lo que dice palabra por palabra. Primero entiende que, en el lenguaje bíblico, y en este contexto actual, “tomar” una mujer significa “tomar a una mujer en matrimonio”. Recuerda; en la economía de Dios el acto de las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer ES el matrimonio (vamos a tratar con eso un poco más en unos minutos). Esto es lo que está sucediendo en este primer versículo: esto NO está hablando de un hijo que se casa o tiene relaciones sexuales con su madre. Eso sería incesto y hay otras leyes que se ocupan de eso. Y tampoco está hablando de un hijo que tiene sexo con la esposa actual de su padre (la madrastra de un hijo) porque eso, también, está cubierto por otras leyes y habría sido impensable en casi todas las culturas de Oriente Medio.

Más bien esto trata de un hijo teniendo sexo con su madrastra ANTERIOR, quien actualmente NO está casada con su padre. Y esto también cubre los asuntos de las concubinas quienes actualmente se encuentran en la casa del padre O las concubinas que le pertenecían al padre fallecido. Aunque no lo parezca en la superficie, esta ley tiene mucho que ver con las leyes de herencia porque varias culturas conocidas del mundo de esta época tradicionalmente pasaban a lo largo las esposas y concubinas del padre fallecido (como si fueran algún tipo de posesión) al hijo heredero. Por lo que en una situación como esa la madrastra de un hombre, literalmente, se convertía en su esposa, y las concubinas de su padre ahora formaban su harén, y todos los derechos sexuales habituales que iban con estas relaciones también eran incluido. El Señor dice que mientras el mundo gentil hace eso habitualmente, en Israel ese NO debe ser el caso.

Hay otra costumbre similar de esa época de la que también se está refiriendo y que aparece en Génesis en la historia de Rubén tomando una de las concubinas de su padre (Jacob). Y la costumbre es que si un hombre tiene la intención de usurpar el trono (ya sea su reinado, o de un líder tribal, o de su propio clan, o cualquier cosa de esa naturaleza) él va mostrar su poder y autoridad al tener relaciones sexuales con las esposas del líder actual o anterior y concubinas.

Yo mencioné hace un par de semanas atrás las referencias sexuales implícitas detrás de gran parte de lo que sucede en la Biblia, pero generalmente la misma está oculta de nuestra visión moderna debido a las traducciones de la Biblia que tienden a suavizar las cosas para no ofendernos. Bueno, esto no es más que otro ejemplo.

Vamos a leer rápidamente esa historia de Rubén y el resultado. Busquen en sus biblias el capítulo 35 de Génesis; nosotros vamos a leer del versículo 19-23.

LEER GÉNESIS 35:19 – 23

Nosotros obtenemos varias piezas de información en este pasaje: Raquel muere, Jacob estaba en movimiento y acampando cerca de Migdal-Edar, Rubén era el primogénito de Jacob. Bilah era una de las concubinas de Jacob que había producido varios hijos para Jacob y también sirvió como sirviente de la ahora fallecida Raquel. Rubén tuvo sexo con Bilah y Jacob se enteró. ¿Acaso este incidente es un problema familiar menor o un problema importante? Vamos a leer Génesis 49: 1-4.

LEER GENESIS 49:1 – 4

Aquí vemos que HUBO una consecuencia (una consecuencia grave) por Rubén haber tenido relaciones sexuales con Bilah. Los hechos son: Jacob estaba en su lecho de muerte. Era hora de que pronunciara la bendición sobre sus hijos, que esencialmente significa leer el testamento, en la proximidad de su muerte, los términos de las bendiciones del testamento, la división de la propiedad y el poder, se lleva a cabo. Rubén (reconocido como el primogénito de Jacob) NO va a recibir lo que se debe dar legítimamente al primogénito porque tuvo relaciones sexuales con la concubina de su padre, Bilah.

Al tener relaciones sexuales con Bilah, Rubén estaba demostrando simbólicamente que se estaba apoderando de todo lo que pertenecía a Jacob. Estaba usurpando el liderazgo de Jacob. Este no fue un acto vago o impulsivo con un significado psicológico sutil; así era como se hacían las cosas en el Medio Oriente. Todo el mundo entendía que realmente no había diferencia entre este acto y Rubén literalmente marchando con un ejército en contra de su padre o incluso tratando de asesinarlo. Parece que en este caso Jacob decidió no enfrentar de inmediato y abiertamente a Rubén. Más bien optó por dejar que las cosas tomaran su curso y en el momento adecuado castigar a Rubén de la manera más humillante y de largo alcance; A Rubén se le negaría el derecho de nacimiento que él naturalmente pensó que era suyo, el convertirse en el líder de la nación que estaba en crecimiento rápido, Israel.

Esta ley del versículo 30 del capítulo 22 de Deuteronomio, simplemente toma una “ley no escrita” que Dios había impreso en la humanidad en los tiempos más antiguos (como se demostró en el asunto de Rubén) y lo codificó.

Ahora, vamos hablar de la redacción original de este versículo, porque hay un importante modismo hebreo en él que especialmente en el AT será útil reconocer. Ese modismo está al final del verso donde dice que un hijo “no descubrirá la falda de su padre”. Por favor, siga conmigo de cerca porque voy a darle una idea de las mentes de los hebreos de la biblia, y cómo también concierne al matrimonio.

Primero, veremos variaciones de este tema en una serie de lugares en la Biblia; frases como “descubrir la desnudez” y “ver la desnudez de alguien” no significan algo así como que un niño esté entrando en el baño de las niñas en un momento inoportuno y vea algo. Esto es un modismo que quiere decir tener relaciones sexuales.

Segundo, en el simbolismo hebreo idiomático, la esposa de un hombre es su prenda. ¿Entiendes? En el pensamiento y en el habla, de esa época se pensaba y se le hacía referencia a la esposa de un hombre como su ropa, o cubierta, o falda (una vestimenta estándar del hombre). Esto no es de ninguna manera una referencia degradante. Más bien es el concepto de que la esposa de un hombre es tan importante y valiosa y cercana a él, que es como si la llevara como una prenda; ella es una especie de cobertura para él. Por lo tanto, para este hijo haberle “quitado la ropa de su padre” es robar lo que es más cercano y más significativo para su padre (esposas y concubinas de su padre) y vestirse el mismo con ellas. Él está tomando lo que es exclusivamente para el padre dentro de la unidad del matrimonio (la relación sexual con sus esposas y concubinas) y está participando ilegalmente de las mismas. Es una mezcla prohibida, una unión ilícita que el hijo está tratando de formar.

Por el contrario, al igual que descubrir la desnudez (quitar una prenda) significa tener relaciones sexuales, CUBRIR CON una prenda significa COMPROMETERSE y luego casarse. Vemos este escenario en particular con el antepasado del Mesías, Rut. Busca en tu Biblia Rut 3.

LEER RUT 3: 6-9

Por lo que el acto de Rut decirle a Booz, “cúbreme con tu falda” o ropa o túnica significa “comprometerse para casarse”. Esta es una gran ilustración de por qué tenemos tantos problemas de traducción de la Biblia que dan lugar a problemas de comprensión. La mayoría de los gentiles traductores de la Biblia cristiana eran excelentes eruditos de la lengua hebrea y/o griega, pero no sabían nada de la cultura hebrea. En muchos casos (Martín Lutero, por ejemplo) evitaron saberlo intencionalmente (sus mentalidades eran antijudías). El resultado fue que ellos no entendieron la mente hebrea o los modismos hebreos comunes o la naturaleza simbólica y acostumbrada de muchas cosas que sucedían en las Sagradas Escrituras, que parecen claras para la mayoría de la gente (pero para los hebreos son de todo menos). Como les dije hace un tiempo atrás, el uso simbólico del vocabulario de las Escrituras que gira en torno a la ropa, el sexo y el matrimonio, y la guerra santa es fundamental para la Biblia; se entreteje e intercala a lo largo de. Pasa desapercibido a nuestro propio riesgo porque muy a menudo este vocabulario es el que describe la relación deseada de Jehová con nosotros, y cuál debe ser nuestra respuesta para Él.

Bien, continuemos con Deuteronomio. Una de las cosas que hace esta ley en el versículo 30 es que toma un entendimiento cultural reconocido culturalmente de aquellos tiempos y lo usa de una manera equivocado. Dios dice que mientras todos los demás en el mundo (gentiles) pasan a sus esposas y concubinas como parte del paquete de herencia, en Israel no se debe hacer eso.

Vamos a retomar otro matiz que será útil captar. A menudo vemos el término bíblico “tomar” en lo que respecta a un hombre y una mujer.

Leemos que Rubén “tomó” a Bilah o aquí en Deuteronomio 22:30 (en algunas versiones 23:1) que un hijo no debe “tomar” a la ex esposa de su padre. “Tomar” en realidad tiene un doble significado en el hablar Bíblico: el mismo significa que AMBOS tienen relaciones sexuales Y quiere decir que se casan. Ante los ojos de Dios tener sexo ES el matrimonio. El sexo y el matrimonio son inseparables. En la Ley un hombre y una mujer primero se comprometen. Legalmente son reconocidos como que se pertenecen el uno al otro. La ÚNICA cosa que falta para hacer de esto una unión matrimonial completa es la consumación. En la tierra, en la era del hombre, la consumación significa relaciones sexuales. ¿Por qué las relaciones sexuales son tan importantes en la era actual de la humanidad? Porque es el comienzo de la creación de una familia; es el primer paso para tener hijos. Y fundamental para el Pacto de Abraham es la fecundidad y la fertilidad. Dios espera que todos los israelitas sean participantes activos en el convenio de Abraham multiplicándose a través del plan de procreación de Dios. Por lo tanto, el matrimonio no es sólo una cuestión de una unión deseable y permitida entre un hombre y una mujer, es la línea de partida para el deber de todo hebreo ante Jehová: participar en el Pacto Abrahámico siendo fructífero.

Por lo que, con ese entendimiento, lo que a simple vista parece ser una ley que tiene muy poco que ver con el sexo y el matrimonio es presentada en el versículo 1 del capítulo 23 (algunas versiones es el versículo 2 del cap.23); la ley que dice que ningún varón cuyos genitales son destruidos, alterados o eliminados pueden UNIRSE a la asamblea de Israel. ¿Por qué se le impide unirse a Israel a un eunuco o a un hombre estéril? Debido a que es incapaz de engendrar descendencia y así cumplir el convenio de Dios con Abraham (¿ves cómo todo esto comienza a unirse?).

Esta ley del eunuco (o un extranjero que es estéril) comienza una serie de regulaciones que tratan con las restricciones sobre quién puede y no puede unirse a Israel. Ese tema es bastante interesante porque desde la época de Abraham, el Señor dejó claro que no sólo es el resultado del plan de Dios a través de Abraham que tiene la intención en algunos aspectos para el beneficio del mundo entero, sino que a los gentiles deben ser permitidos unirse a Israel como el medio de expandir ese beneficio más allá de la raza hebrea. Sin embargo, aquí estamos encontrando toda una serie de exclusiones que parecen alterar este objetivo.

Para discutir esto inteligentemente primero tenemos que abordar algo más básico: el significado de la palabra “asamblea” o mejor “asamblea del Señor” (que significa Israel). Las Biblias varían grandemente no sólo entre las versiones, sino dentro de la misma versión en cuanto a cuando se emplea la palabra “asamblea” o “congregación”. La palabra que está siendo traducida es en hebreo kahal. Literalmente kahal significa simplemente “reunión”. Sin embargo, encontraremos la palabra “asamblea” o la palabra “congregación” utilizada para la misma palabra en varios lugares de las Escrituras. El contexto de su uso lo es todo porque la misma puede significar una reunión religiosa, que es generalmente cómo usamos la palabra en español “congregación”, pero kahal también puede significar un sinnúmero de otras cosas. Kahal puede significar Israel como un entero o puede significar el cuerpo de gobierno de Israel. La misma puede indicar un comité reunido para un propósito oficial (como los 70 ancianos que Moisés seleccionó para ayudarlo a gobernar Israel por un tiempo) o puede referirse a los líderes tribales. Incluso puede significar un grupo de ciudadanos que se han unido para hacer negocios públicos o para hacer guerra.

Por lo tanto, es muy improbable que SI usamos el término en español “congregación” para significar una reunión religiosa que debamos usar ese mismo término aquí en Deuteronomio 23:2 porque cuando la Torá se refiere a una reunión de significado religioso la misma es un grupo generalmente compuesto de Levitas y sacerdotes que son las autoridades religiosas separadas que están sobre Israel. Por lo tanto, “congregación” no es una buena opción ni palabras en este caso.

Además, cuando tratamos de descubrir lo que esta sección de Deuteronomio 23 significa al decir kahal, también es muy poco probable que pueda significar “todo Israel” en general. Es decir, estas restricciones probablemente no puedan referirse a que se impida a ciertas personas unirse a Israel sin excepción debido a todas las demás leyes que invitan específicamente a los extranjeros a unirse. No sólo eso, sino que nosotros encontramos que (en realidad) Israel mismo se ha vuelto enormemente genéticamente diverso que se remonta a cientos de años antes de la época de la conquista de Canaán. Un ejemplo de esto es la absorción en Israel de las mujeres y los hijos hivitas de Siquem después de que Levi y Simeón dirigieran la matanza de todos los hombres de la ciudad en represalia por la violación de su hermana Dina. Es inimaginable que muchos israelitas vivos de la época de Moisés tuvieran sangre genéticamente pura que sólo trace de vuelta a Abraham.

Entonces, ¿a qué se refiere el término hebreo kahal en este contexto y por qué ciertas personas no pueden ser parte del kahal? Probablemente el mejor término para traducirlo en el uso actual es “asamblea” y la asamblea debe ser tomada como el cuerpo de gobierno más amplio posible de Israel en el sentido de todos los que eran ciudadanos en plena posición y dados todos los derechos que pertenecen a esas personas. En Israel había MUCHAS excepciones y varios grupos sociales que tenían diversos grados de privilegio de participación en Israel. Por ejemplo, había lo que podríamos llamar extranjeros residentes (el término hebreo es nokri). A los nokri No se les permitía ser parte de la “asamblea”, el kahal. Un nokri es un extranjero que vive CERCA de Israel, en territorio israelita, bajo términos amistosos, pero que NO es un miembro oficial de Israel y uno que no tiene intención de convertirse en un ciudadano israelí. El nokri ha elegido seguir algunas de las leyes de la Torá como Dios requiere de los extranjeros residentes; pero no son adoradores de Jehová y, por lo tanto, lo que pueden hacer en Israel es limitado.

Luego está el ger; este es un tipo de extranjero quien vive entre Israel, adora al Dios de Israel, obedece las leyes de la Torá del Dios de Israel, pero no es un ciudadano de pleno derecho porque no ha dado el paso final de la circuncisión. Un ger no puede ser tampoco parte del kahal, la “asamblea”. A un nokri nunca se le podría permitir poseer tierras en Israel, un ger podría poseer tierras bajo ciertas circunstancias. Por otro lado, un israelita nativo era un ciudadano con todos los derechos que podía poseer tierras, estar en el ejército, casarse con una muchacha hebrea, sacrificar en el Tabernáculo y así sucesivamente. Fue ESTA clase de persona la que se incluyó en la “asamblea”, kahal, en esta sección de Deuteronomio.

Por lo tanto, para ponerlo en términos de inmigración moderna, para decir que uno era elegible para convertirse en un miembro del kahal Adonai, la Asamblea del Señor, la asamblea de Israel, significaba que potencialmente ellos tenían los requisitos para la ciudadanía plena.

Si usted tiene la suerte de conseguir un permiso de residencia para estar en Estados Unidos, usted tiene todos los derechos bajo nuestras leyes, pero usted no puede actuar como miembro de una de las partes más amplias del cuerpo de gobierno de América: ciudadanos con pleno derecho, aquellos que votan por nuestros representantes gubernamentales, entran en el ejército, sirven como jueces y abogados, y son elegidos para cargos públicos. Así que como analogía: así como hay una diferencia entre una persona que es bienvenida a venir a América y participar hasta cierto grado en nuestra sociedad versus un ciudadano estadounidense que puede participar en todos los niveles, también hay una diferencia en esta ley de Deuteronomio entre un extranjero que podría participar en la sociedad israelí hasta cierto grado versus un ciudadano de Israel que podía participar completamente.

Así que, un eunuco extranjero (o posiblemente incluso un extranjero varón estéril) no puede convertirse en un ciudadano de Israel. Una persona se convertía en eunuco por una variedad de razones; a veces era como resultado del castigo. Otras veces las sectas religiosas paganas que adoraban a las deidades femeninas (diosas) requerían la emasculación de sus sacerdotes. Hubo períodos de tiempo en los que se practicaba la castración voluntaria como parte de la ceremonia religiosa. Y sin embargo, otras veces los funcionarios del gobierno fueron castrados e hicieron parte de un grupo especial llamado saris.

No está claro si ser un eunuco por la razón que fuera era causa de exclusión de Israel, o sólo en los casos que implicaba castigo por criminalidad o era más o menos voluntario para servir los propósitos de un gobierno o dios extranjero. Esto probablemente NO incluyó a los varones nacidos con defectos genitales o como resultado de una enfermedad o lesión. La intención estaba probablemente en el centro de la exclusión. Yo sé que esto puede ser confuso, pero probablemente la forma más sencilla de verlo es que los hombres extranjeros que fueron emasculados como resultado de su paganismo fueron la clase excluida.

Permítanme profundizar un poco más. El problema con los eunucos se centra en sus órganos reproductivos (o la falta de ellos). Y el requisito de ciudadanía en Israel (para un extranjero) tiene mucho que ver con sus órganos sexuales porque un varón debe ser circuncidado en ese órgano para ser considerado un miembro plenamente con derecho a Israel Y en general hablando, debe ser capaz de engendrar niños. Un eunuco ha mutilado su órgano sexual de tal manera que ya no es adecuado (y en algunos casos desafortunados ni siquiera disponibles) para la circuncisión. Nosotros podemos burlarnos de la idea de la circuncisión como símbolo religioso, pero el Señor se la toma en serio. Y me gustaría darles un ejemplo de lo serio que es este tema y lo mucho que juega en el orden y el plan de redención de Dios.

Por medio del pacto de Abraham, el Señor dio a la circuncisión un significado espiritual; la misma indicaba inclusión en Su Reino. EL utilizarlo para cualquier otro propósito es, por lo tanto, perverso. Los hijos de Jacob, Simeón y Leví, usaron la circuncisión de una manera incorrecta y fueron maldecidos por eso. Echemos un vistazo brevemente a esto:

LEER GÉNESIS 34:1- 19 y 25, 26

Aquí el ritual sagrado de la circuncisión para unirse a Israel se utilizó sólo para el engaño; fue utilizado como una oportunidad para cometer venganza y asesinato.

Leví y Simeón esperaron 3 días después de la circuncisión de todos los varones de Siquem cuando ellos estaban físicamente enfermos y los masacraron rápidamente. Hubo una consecuencia para esta acción. Vamos a buscar en Génesis 49:5-7.

LEER GÉNESIS 49:5-7

En su lecho de muerte, Jacob más o menos puso una maldición sobre Simeón y Leví por este horrendo acto. Y aunque en la superficie fue debido a su asesinato, el mismo fue más debido al mal uso del ritual sagrado de la circuncisión.

Así que la circuncisión es la clave en hacer especialmente a un extranjero un miembro de Israel. Debe suceder con el órgano reproductivo porque la fecundidad humana tiene que ver con la reproducción ordenada en el Pacto Abrahámico.

Escucha lo que dice Pablo en Romanos 2:

LEER ROMANOS 2:25 – 29

Ahora nuevamente escucha lo que dice Pablo en Colosenses 2:9-11

LEER COLOSENSES 2:9 – 11

Pablo dice que, aunque la circuncisión era un requisito físico para ser parte de Israel, siempre fue una cuestión espiritual (y ahora más que nunca con el advenimiento de Yeshua). Los gentiles (así como los judíos) deben tener corazones circuncidados. Y a esta altura debe quedar muy claro que la circuncisión es la única entrada en la Asamblea del Señor (Israel), y que la ilustración de la circuncisión es MÁS apropiada para un Creyente porque parte de estar unido al Reino de Dios es nuestra capacidad (y la expectativa del Señor) de que seamos FECUNDOS. Por supuesto que lo más importante es la fecundidad espiritual, pero la fecundidad física también es algo bueno.

Ahora mira esto: Simeón y Leví usaron incorrectamente la circuncisión con el propósito de negarle a los residentes varones de Siquem unirse a Israel (una cosa perversa porque la circuncisión es SOLAMENTE con el propósito de INCLUIR a alguien en Israel). Gentiles, estoy hablando principalmente con ustedes ahora; cuando tomas tu circuncisión espiritual del corazón y dices que NO te has convertido en parte de Israel (el Reino terrenal de Dios) tú estás usando mal erróneamente la circuncisión.

ROMANOS 11:13-22

Gentiles, cuando negamos que hemos sido injertados a Israel hacemos mal uso de nuestra circuncisión espiritual de la misma manera que Simeón y Leví maltrataron el propósito de la circuncisión. Cuando negamos nuestra unión a Israel como el Reino de Dios (que es el único propósito de la circuncisión), hemos hecho mal uso de la circuncisión espiritual que Cristo ha realizado sobre nuestro corazón, al determinar excluirnos de la asamblea.

Terminaremos aquí y comenzaremos la próxima semana en la siguiente clase de los excluidos de Israel: los que se llaman mamzer.

Deuteronomio Lección 29 Capítulo 22 Continuación

Deuteronomio

Lección 29 – Capítulo 22 Continuación

 

Nosotros comenzamos Deuteronomio capítulo 22 la semana pasada y lo continuaremos hoy. La primera parte del capítulo aborda una serie de leyes sobre lo que el apóstol Santiago llama “verdadera religión”, lo que significa la actitud espiritual adecuada que un discípulo del Dios de Israel emplea al observar los mandamientos y las leyes de Dios. También es una llamada a la santidad y a exhibir el espíritu de la ley en lugar de tratar de realizar mecánicamente la letra. La clave que siempre debemos recordar en nuestras discusiones de la Torá y la Ley, es que esto es SOLO para aquellos que ya son redimidos. La Torá y la Ley fueron dadas a Israel DESPUÉS de su redención, no como un medio de redención. Por lo tanto, el seguir el Código De la Ley de la Torá no va ser como se logra la redención, es simplemente la respuesta adecuada que Dios espera como resultado de la redención que nos ha dado por gracia como un regalo gratuito (primero a Israel en Egipto , y más tarde a todos los que confían en el Mesías).

Debido a que las culturas cambian y evolucionan con el tiempo, son los principios de estos comandos los que nosotros debemos comprender y luego volver a aplicar a nuestro estado actual. No siempre será fácil determinar cómo hacerlo; por lo que un debate y un desacuerdo razonable es lo que se debe esperar. Pero lo que NO es discutible es que estas leyes y mandamientos permanecen, tal como Yeshua dijo que permanecieron en Su Sermón del Monte según se registra en Mateo 5.

Nosotros terminamos nuestra última lección discutiendo el concepto de mezclas ilícitas, que se define como la creación de uniones ilegales entre cosas que un adorador de Jehová no debe hacer. Desde un punto de vista Bíblico, la definición de adulterio ES una mezcla ilícita y una unión ilícita. Así es mientras pensamos en el adulterio como un crimen que gira en torno a cuestiones sexuales, de hecho, incluso el Diccionario Webster deja claro que adulterar algo es mezclar lo puro con lo impuro, o lo inferior con lo superior, no importa cuál sea el material. Ante los ojos del Señor, el adulterio significa mezclar lo santo con lo profano, lo puro con los inmundo y los justos con los injustos. Las ilustraciones dadas fueron el travestismo (hombres disfrazándose de mujeres y viceversa), sembrando dos tipos diferentes de semillas juntas, mezclando dos tipos de hilo (específicamente lino y lana) para formar tela para una vestimenta, y el yugo de dos clases diferentes y tamaños de animales juntos para un arado.

Vamos a volver a leer una parte de Deuteronomio 22 para preparar el camino.

VOLVAMOS A LEER DEUTERONOMIO 22:12 – hasta el final

Yo terminé la última lección señalando que los eruditos, maestros y líderes judíos y cristianos han intentado todo tipo de razones para explicar el “¿Por qué?” detrás de la elección del Señor de elegir los animales y los materiales y las acciones que hizo y luego dividiéndolos en categorías de puro e impuro, lícito e ilegal, aceptable e inaceptable. En todos los estudios que he hecho sobre este asunto no he encontrado una sola explicación de la supuesta justificación de Dios para Sus elecciones, o algún tipo de sistema racional lógico dentro de esas opciones que resiste un escrutinio minucioso. No está claro por qué una oveja puede ser sacrificada, pero un cerdo no lo está.

Por qué una pezuña hendida o el rumiar hace tal diferencia es algo que no computa. Por qué una paloma se puede sacrificar, pero una gallina no parece encajar en ningún modelo discernible. ¿Por qué las ranas están fuera de los límites? ¿Por qué se prohíbe el sexo fuera del matrimonio?

En Deuteronomio 22 yo hice la pregunta: ¿acaso el tejer junto el lino y lana sobrenaturalmente crea una tela que es mala? ¿Acaso la siembra de maíz y pepinos uno al lado del otro hace que ambos sean incomibles? Mi conclusión sobre este asunto es que si bien estas leyes y mandatos ciertamente están destinados a ser tomados en serio, como es, el asunto más grande es que estas son ilustraciones de los principios divinos de Dios. Él ha creado las cosas con un cierto orden, y cada una para un propósito determinado, y el adulterar este orden y Sus propósitos está mal. Es pecado. Debe evitarse. Y si bien la búsqueda de “¿por qué?” es ciertamente un esfuerzo comprensible, la misma es completamente secundaria a nosotros actualmente su aplicación observar (si no) la ley literal el principio claro que demuestra. Como dijo el gran sabio hebreo Rashi: no tenemos que saber por qué el mandato es, es para obedecerla.

Permítanme hacer algunas conexiones y al hacerlo señalar por qué debemos adoptar la actitud de Rashi para obedecer los mandamientos de Dios. En primer lugar, en las leyes de prohibir el uso de una prenda de lino y lana mezclados, esto SÓLO se aplica a ciertas personas en la comunidad israelí, no a todos. Los sacerdotes (que estaban de servicio) se les requería usar ciertas prendas hechas de una mezcla de lana y lino. SÓLO eran los laicos (no sacerdotes) los que no podían usar tela de este tipo. Además, no hay ninguna ley en contra del mero tejido de lino y lana; es sólo el uso de la misma lo que presenta el problema. Teóricamente uno podría hacer un saco de grano o incluso una tienda de campaña de tal mezcla de tela. Por lo tanto, si fuese que el mal estallara espontáneamente con la mezcla de lino y lana no hubiera habido manera de que el Señor hubiera obligado a Sus propios siervos (sacerdotes) a usarlo.

Curiosamente había un artículo que todos los hebreos usaban, que consistía en esta mezcla prohibida de lana y lino: tzitzit. Borlas. El versículo 12 de Deuteronomio 22 hace que sea una ley para los hebreos usar estas borlas. Cuando volvemos a Números 15 y luego estudiamos las obras más antiguas de los Sabios, nosotros vamos a ver cómo estas borlas han de ser construidas; las mismas deben estar hechas de hilos de lino, con un hilo de lana (uno azul) añadido. Así que los Tzitzit tradicionales están hechos de una mezcla de lana y lino que para otros usos y propósitos está prohibido para los laicos de Israel (por cierto, como ha de esperarse, no todas las sectas del judaísmo están de acuerdo sobre este asunto).

La palabra hebrea para tela hecha de lino y lana es sha’atnez. Sha’atnez se traduce generalmente como “material mixto” y esa es una traducción bastante buena. Pero es clave recordar que estas leyes de mezcla ilícita tienen que ver con el séptimo mandamiento: el adulterio. Por consiguiente, encontramos que, si bien sha’atnez más literalmente puede significar material mixto, de hecho, el uso común y el sentido de ese término llevaban un mensaje muy diferente. Sha’atnez es un modismo hebreo para la prostitución. Más específicamente en la época bíblica una prostituta USABA sha’atnez (ropa hecha de material mixto).

No dejes que eso te confunda, sino que tengas la mente abierta porque casi todos los idiomas hacen lo mismo; dice una cosa, pero a veces en la manera en que un cierto orden de palabras es usado en una circunstancia en particular significa otra cosa. Nosotros estamos tan inmersos en nuestro propio idioma y cultura con sus propios modismos que los usamos inconscientemente y ni siquiera nos damos cuenta. Por ejemplo: en español escuchamos un rumor como: “Escuché que tu amigo Steve se está acostando con esa chica Connie”. Ahora, por supuesto, todos sabemos que lo que se está diciendo es que Steve y Connie están teniendo relaciones sexuales. Pero eso ciertamente NO es lo que dicen las palabras, ¿verdad? Si dentro de 1000 años alguien se topa con esa declaración se preguntarán cuál es el problema que Steve y Connie se hubieran ido a dormir cerca el uno del otro. Todo el mundo tiene que dormir. ¿Desde cuándo dormir es algo malo? ¿Qué posible daño o maldad podría haber en ellos durmiendo cerca el uno del otro? Ni hace como cien años atrás, en Estados Unidos como en otros lugares, era completamente común que hombres y mujeres, solteros y en algunos casos apenas conocidos, durmieran varios en una cama. Dije, DORMIR. No era diferente de un grupo de personas durmiendo en sacos de dormir junto a una fogata. Mira: es sólo que, en nuestra cultura, las palabras literales “dormir juntos” no significan lo que dicen, indican algo completamente diferente que la gente fuera de nuestra cultura probablemente no entendería, e incluso dentro de nuestra propia cultura hace un siglo atrás significaba otra cosa.

Es la misma idea con Sha’atnez, material mixto. La implicación de la palabra Sha’atnez era entendida entre los hebreos de antigüedad. Literalmente lo que dice esta ley en el versículo 11 es: “No usaréis sha’atnez, lana y lino juntos”. Bastante simple; simplemente no use material mezclado de lana y lino (por cualquiera que sea la razón de Dios). Pero eso NO es lo que quería decir. Lo que QUERIA DECIR para los israelitas de la época bíblica es que “no usarás la ropa de una prostituta, que son lana y lino juntos”. Una prostituta en tiempos de antigüedad llevaba ropa encantadora, y perfumes caros, porque era lo que ayudaba a atraer a sus clientes masculinos. La tela más fina en esa época era a menudo una mezcla de lana y lino; los paganos ricos llevaban habitualmente este material. Así que aquí hay un entendimiento directo entre los hebreos de antigüedad, que mezclar lana y lino para su uso como vestimenta entre los laicos era simbólico a la prostitución, porque eso era en realidad lo que las prostitutas de esa época generalmente usaban. Pero también era simbólico de lo que la prostitución es esencialmente en un sentido mucho más profundo. La prostitución es, por definición, una forma de adulterio; adulterio es efectivamente una unión no autorizada; una unión no autorizada es una mezcla ilícita; y por lo tanto cualquier mezcla ilícita es simplemente un acto de adulterio ante el Señor. Y eso, amigos míos, es un principio bíblico muy importante que debemos comprender al leer las palabras de la Biblia.

Así que lo que vemos es que si bien una mezcla de lana y lino generalmente se considera como una tela que Dios prohíbe completamente (y hacemos la suposición equivocada de que es inherentemente malo hacerlo), eso simplemente no es verdadero a las palabras y órdenes de la Torá. Las Escrituras hacen claro que los sacerdotes de Dios pueden y DEBEN usar algunas prendas hechas de lino y mezcla de lana (lo encontramos en Éxodo 28). Además, algunos artículos de ropa del sacerdote deben ser solo de lana y otros de lino solamente.

Y el ejemplo del tzitzit nos muestra que incluso los laicos pueden usar algo hecho de este material mixto a pesar de que un tzitzit no puede ser clasificado realmente como una prenda, sino más bien como un símbolo.

Por consiguiente, lo que vemos es que las uniones puras e impuras, las mezclas aceptables e inaceptables no sólo tienen que ver con lo QUE son los materiales de la mezcla, sino que la circunstancia e incluso QUIÉN está involucrado. Permítanme ser claro: esto no nos da licencia para simplemente aplicar las circunstancias de manera firme con el fin de racionalizar nuestro comportamiento. La Torá nos da una Buena cantidad de información para que podamos entender el propósito y el espíritu detrás de estas leyes.

Muchos judíos ortodoxos de hoy, por ejemplo, NO incluyen el hilo de lana azul en su tzitzit. En su lugar, hacen el tzitzit enteramente de lana. Dicen que es porque no están seguros de cuál debe ser el color exacto del azul para ser utilizado para el hilo, así que simplemente lo dejan fuera por completo. Sin embargo, aquí vemos en Deuteronomio 22 que mientras que el color de ese hilo de lana juega un papel, el problema mucho más grande está en la mezcla de la lana y el lino juntos; así que, para mí en mi mente, el dejar fuera el lino sólo porque el tono exacto de hilo de lana azul no es seguro se pierde todo el propósito y el espíritu de la ley del tzitzit.

Amigos, aquí es donde los judíos y los cristianos pueden irse por la deriva tan fácilmente. Los judíos pueden desviarse dejando de lado la Escritura en favor de la Tradición que es principalmente el comentario y las reglas de los rabinos y las autoridades religiosas judías. Los cristianos pueden salir de la deriva dejando a un lado las Escrituras (o incluso simplemente el AT) en favor de las doctrinas y costumbres de denominaciones establecidas por nuestro liderazgo religioso. Podemos concentrarnos tanto en hacer cosas buenas que se nos olvida el amor y la misericordia con los que se espera que pongamos sal a todo lo que intentemos. Por otro lado, podemos concentrarnos tanto en el amor y la misericordia que declaramos a todos y a todo “bueno” (para ser pacíficos) y terminamos poniendo obediencia a las leyes y principios de Dios en el estante.

Ahora tengo una pregunta para aquellos de ustedes que, como yo, consideran la amonestación del NT que nosotros (como creyentes en el Mesías Yeshua) somos literalmente verdaderos sacerdotes del Señor y que Dios nos ve como Sus siervos separados en esta época. Como Sus creyentes debemos ser los maestros de la Palabra, así como los que observan la Palabra. También debemos darle al Señor nuestros sacrificios (las cuales son nuestra voluntad) y debemos darle a Él un sacrificio de alabanza con nuestros labios. Además, debemos considerarnos como una especie de sacerdotes menores que trabajan y toman nuestra dirección de nuestro Sumo Sacerdote Yeshua. Nosotros debemos ungir con aceite y orar por las necesidades de los demás; todas las cosas que anterior a Yeshua se reservaban como una función del Sacerdocio de Israel, según ordenado por Jehová.

LBLA 1 Pedro 2:9Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

Dado que a los sacerdotes no se les permitía, sino que también se les ORDENABA que usaran ciertos artículos de ropa que tuvieran una mezcla de sha’atnez, lino y lana, ¿debemos nosotros evitar usarlo como lo hacen muchos de la comunidad ortodoxa judía? Algunos creyentes hoy creen firmemente que usar una mezcla de ropa de lino y lana es malo; aquellos que típicamente se burlan de esa idea sin embargo casi unánimemente dicen que la razón por la que no tenemos que hacerlo es porque la Ley está muerta y desaparecida y no tenemos que observarla.

Creo que los que están en ambos extremos del espectro necesitan reconsiderar. Como miembro del sacerdocio real de Dios, yo estoy totalmente autorizado, por la Torá y por el autor de la Torá, Yeshua nuestro Mesías, a llevar una mezcla de lino y lana. Yo reconozco que soy mucho más sacerdote espiritual de Dios que un sacerdote terrenal en el sentido de que (hasta donde yo sé) no soy un descendiente físico de Jacob, y mucho menos de Aarón quién formó el sacerdocio israelita. Sin embargo, yo (y ustedes) tenemos deberes físicos terrenales y mis acciones, actitud y espíritu deben reflejar en todo momento la opinión de Dios de que yo soy Su siervo, Su sacerdote, apartado SOLAMENTE para Él.

Y como yo soy hecho santo y separado para Él, eso significa que lo que yo mismo me uno, con quién y con qué me uno, debe ser cuidadosamente considerado. Podría darles innumerables ejemplos de esto en el Nuevo Testamento. Lo que espero es que a medida que sigamos discutiendo sobre la sexualidad humana, las mezclas ilícitas, que usted pueda ver que los principios para todo esto se establecen en la Torá y es ahí donde obtendremos nuestra mayor comprensión de las uniones ilegales y legales. 1 Corintios capitulo 6 es casi exclusivamente de mezclas adecuadas versus mezclas inadecuadas. Como solo un pequeño ejemplo, escucha a Pablo suplicando en LBLA 1 Corintios 6:16 ¿O no sabéis que el que se une a una ramera es un cuerpo con ella? Porque Él dice: Los dos vendrÁn a ser una sola carne.“;

Aquí el da la prohibición en contra de una unión ilegal entre una persona que ha sido hecha santa y pura con una persona que no es santa y es impura. Luego, en el siguiente versículo, el da la lógica para este punto de vista en la forma positiva: LBLA 1 Corintios 6:17, pero la persona que está unida al Señor es un solo espíritu (con Él).

En otras palabras, como con todas las mezclas ilícitas, el concepto es que una persona que es apartada para Dios no tiene derecho alguno a entrar en unión con esas cosas o con aquellas personas que no lo son. El hacerlo es una mezcla no autorizada; hacerlo es esencialmente adulterar lo que era puro. No sólo adulteramos las leyes de Dios cuando hacemos eso, sino que también adulteramos nuestra relación personal con Dios. Sé que esto es muy difícil, pero no son mis reglas de las que te estoy hablando, es simplemente la Escritura. Y con todo mi ser creo que lo que les estoy diciendo es plenamente el contexto y plenamente lo que se nos está comunicando.

Bueno, hemos tocado ligeramente los problemas de sexualidad humana que yo les dije la semana pasada nos iban a desafiar; pero ahora empieza a calentarse de verdad. Comenzando en el versículo 13 hay algunos ejemplos de relaciones (o mejores, uniones) entre hombres y mujeres de las cuales algunas están bien, algunas están equivocadas y todas afectan a aquellos involucrados.

El primer caso es de un hombre que acusa falsamente a una mujer de no ser casta antes de casarse. Para decirlo más directamente, un marido se casa con una mujer y decide acusarla de tener relaciones sexuales con otro hombre ANTERIOR a su compromiso. Ahora en nuestra sociedad eso es considerado prácticamente normal y generalmente hablando no es visto como motivo de preocupación por parte del nuevo novio. De hecho, una chica que NO ha tenido relaciones anteriores al compromiso es vista hoy como ignorante, mojigata y un poco atrasada. Ella es burlada y a menudo despreciada por sus amigos, considerada extraña y anormal, por lo que en nuestro tiempo una chica como esta podría realmente mantener su virginidad en secreto para que no se sienta avergonzada. Nada podría ser más opuesto a los mandamientos de Dios, la realidad Bíblica y lo que se esperaba en la sociedad israelita temprana.

Este primer ejemplo es fascinante: un hombre se casa con una mujer y decide que ya no la quiere. Lo que dice en el versículo 13 es que él la odia. El odio no significa que haya desarrollado una intensa aversión emocional por ella; significa que él la rechaza por cualquiera que sea la razón. Dado que la Ley tiene sólo las razones más estrechas para permitir un divorcio, y aparentemente el marido no tiene una de esas razones para usar, inventa una acusación falsa. Y si esta acusación fuera realmente cierta (que en este caso no lo era), constituye una razón legal para deshacerse de su esposa. Y la razón del marido para querer el divorcio es que descubrió que esta mujer no era virgen cuando se casó con ella. La difaman, anuncia públicamente su queja, y por supuesto esto causa una enorme pérdida de honor tanto para su esposa como para su familia (y especialmente para el padre de esta niña).

Por consiguiente, una solución cultural estándar al problema se desenrolla ante nosotros: para contrarrestar estos cargos la madre y el padre llevan “prueba” de la virginidad de la niña a aquellos que están facultados para juzgar el asunto, los ancianos de la ciudad. Este versículo habla de que los ancianos están ubicados en la puerta; He mencionado un par de veces que la corte se llevó a cabo por lo general junto a las puertas de entrada principales de la ciudad (si era una ciudad amurallada). En esa época, el área junto a las puertas era donde se encontraba el patio principal de una ciudad. Era donde los hombres de negocios se congregaban, los extraños eran detenidos e interrogados por los agentes del orden, las ceremonias de matrimonio podían ocurrir, y donde el tribunal local se reunía. La idea era que estas eran todas las cosas que iban a ser presenciadas públicamente.

El padre ahora habla y dice que este hombre nefasto al que le dió a su hija la ha rechazado sin una buena razón, y ha inventado cargos falsos de fornicación para divorciarse de ella. Sin embargo, de hecho, el padre y la madre tienen la evidencia necesaria para PROBAR la virginidad de la niña anterior al compromiso. Y la evidencia requerida es la “ropa de matrimonio”, o la prenda de matrimonio o algún otro término que se refiere a un pedazo de tela que tuvo un papel muy importante en el proceso matrimonial.

Es difícil exagerar la gravedad de este asunto. Una chica que ha tenido relaciones sexuales anterior al compromiso puede ser apedreada hasta la muerte. El padre es deshonrado por el acto tan horrible de la hija porque era su trabajo protegerla y supervisarla hasta que él la entregara a otro hombre, su esposo; la vergüenza va más allá de ser enorme y la misma afectará a la familia para las generaciones venideras.

Además, debido a que era costumbre que el pretendiente pagara un precio monetario sustancial al padre como “precio de la novia”, el padre tendría que devolver el dinero. En la mayoría de los casos, esto podría ser un retroceso significativo en las finanzas de la familia. El marido ciertamente quería recuperar su dinero porque lo necesitaría para la otra novia y, además, había sido defraudado.

Antes de ir más lejos vamos a definir un par de términos. En primer lugar, encontramos que el término “virgen” se utiliza a menudo en la Biblia. En la era moderna, el término se refiere a una mujer que nunca ha tenido relaciones sexuales con un hombre. En la Biblia significaba principalmente que esta mujer nunca ha estado casada. Por supuesto, lo que es parte integral de una chica que nunca se casa es que a) nunca ha tenido relaciones sexuales, y b) todavía vive en casa bajo la autoridad de su padre. Debido a que las niñas generalmente se casaban alrededor de la edad de 15 años, también significaba que eran niñas JOVENES (sólo rara la vez una niña podía haber alcanzado sus 20 años y seguir siendo soltera y vivir con sus padres).

En segundo lugar, está el asunto de la tela de matrimonio, en hebreo llamado simlah. En la cultura israelita y según la Ley Bíblica, el primer paso hacia el matrimonio era que se organizara la misma entre el padre y el potencial novio, y un precio era pagado. Una vez alcanzado el acuerdo y se intercambiaba el dinero, la pareja estaba oficialmente comprometida. El estado de compromiso hizo que la pareja, para todos los efectos prácticos, casados. El compromiso No era alargado ni noviazgo. Este NO era un tiempo en el que las partes podían razonablemente cambiar de opinión. Para romper un compromiso se requería una muy BUENA razón legal. Sólo UNA COSA separaba a los comprometidos de la consumación oficialmente del casamiento…. Por lo general, una ceremonia de matrimonio muy simple y rápida ocurría ese día y luego el hombre tomaba a su novia y tenían la unión sexual. SOLO bajo esto la pareja estaba legalmente casada.

Durante la noche de bodas la consumación debía ocurrir mientras la pareja se acostaba juntos sobre un paño limpio; en tiempos antiguos no era un paño, como una sábana o una manta, sino simplemente una ropa interior nueva y limpia que la novia llevaba durante la consumación. Sólo más tarde se hizo habitual tener un paño especial utilizado para este propósito. Antes de que se pretendiera usar el paño, o prenda, era entregado a mujeres mayores especialmente seleccionadas para verificar que estaba completamente limpio, virginal (y lo más importante) sin mancha con cualquier cosa que pudiera pasar remotamente por sangre, porque esta tela de matrimonio estaba a punto de convertirse en una pieza permanente de evidencia legal.

Debido a que la niña era joven y nunca había tenido relaciones sexuales anteriormente, se esperaba que se produjera algo de sangrado. No necesito entrar en las razones anatómicas para esto, porque ya las conoces. La mancha de sangre estaría en el paño limpio de boda, y voila, tenemos pruebas de que la chica era de hecho una virgen. Ahhhhh. Pero, ¿qué pasaba si por la mañana se descubría que no HABÍA mancha de sangre? Para el esposo de esa época era una prueba de hecho de que su nueva esposa no había permanecido pura antes de su compromiso. Ahora empieza el problema.

A la mañana siguiente, si todo saliera según lo planeado, la niña presentaría con orgullo el paño de matrimonio manchado de sangre a su madre y a su padre como prueba de que había sido una hija buena y fiel. Los padres, a su vez, visualizaban con orgullo la tela en su hogar y mostraban a todo el bien deseados, amigos y familiares de que se había producido un matrimonio honorable. Hoy en día nosotros los padres tenemos maravillosos 8 por 10 fotos colgadas en nuestras paredes como recordatorios de la boda. En ese día, los padres dispusieron la tela de matrimonio manchada como un recuerdo matrimonial. Les dije que esto se iba poner delicado.

Después de un tiempo, la tela fue cuidadosamente almacenada como una clase de documento de evidencia por si acaso algo como este caso en particular que se prevé aquí en Deuteronomio 22 realmente sucedía. Esto explica la necesidad de que las mujeres mayores confirmaran la naturaleza de la tela sin mancha antes de que se utilizara para que, si fuera necesario, pudieran testificar de la misma. Después de todo, las mujeres sabían muy bien si era virgen o no, y podían haber preparado un paño pre-manchado para su uso en este caso; al menos esa era la mentalidad.

La tela era toda la prueba que los ancianos necesitaban; el marido es juzgado como un mentiroso y su castigo es apropiadamente severo. En primer lugar, por definición, su deshonestidad y falta de confianza está expuesta para que todos la vean. Segundo, debe ser castigado públicamente siendo azotado. Luego debe pagarle al padre una multa de 100 shekels de plata, una cantidad sustancial de dinero para esa época. Y, por último, no sólo el hombre no puede divorciarse de la mujer como había planeado, sino que, no importa lo QUE suceda en el futuro, el NUNCA podrá divorciarse de ella. No importa lo que haga, él se tendrá que quedar con ella hasta el día en que muera.

Ahora, permítanme añadir que era reconocido por todos, que hay una serie de circunstancias por las que este escenario de la noche de bodas podría ir de una manera como no se suponía y de esto suceder no habría culpa alguna por parte de nadie. Es decir, una mancha de sangre puede ser que no aparezca en la tela y hay razones anatómicas para eso, que son bien entendidas y normales. Por lo tanto, encontraremos normas rabínicas que podrían requerir un examen físico sobre la novia por parte de las mujeres mayores, para que puedan actuar como testigos para ayudar a determinar si es necesario alarmarse.

La ilustración del segundo caso comienza en el versículo 20; y es básicamente la misma, EXCEPTO que resulta que las acusaciones del marido son ciertas. En caso de que se encuentre que la novia tuvo relaciones sexuales antes del matrimonio, ella es llevada a la puerta de la casa de su padre y ALLÍ es apedreada (no es ejecutada por sus padres sino por la comunidad). Supongo que podríamos argumentar que esto es injusto y demasiado severo; pero recuerden anteriormente en el capítulo anterior que un hijo rebelde se enfrentó básicamente a la misma consecuencia. La forma principal en que una hija es rebelde es rechazando la supervisión de su padre; jugueteando con los hombres que no están comprometido con ella, y por lo tanto trayendo gran deshonra a su hogar. La máxima rebelión de una joven es tener relaciones sexuales antes de un compromiso. La máxima rebelión de un joven es ser un inútil; un glotón y un borracho. Por lo tanto, la justicia de Dios es la misma: la muerte para ambos. Y de nuevo en ambos casos la razón de este gran precio a pagar es “purgar el mal de Israel”.

El crimen que la chica cometió se llama comportarse como una zanah; significa comportarse como una prostituta. Y mientras que nosotros en Occidente damos a este acto la designación de fornicación (y muchas Biblias lo traducen de esa manera) en realidad la palabra cubre el punto. El significado mismo del acto de prostitución es acerca de una unión sexual física ilícita. Se trata de una mezcla ilícita, de una unión no autorizada. Y todas las uniones ilícitas son una forma de adulterio. Así que mientras tendemos a hacer una distinción en la sociedad moderna entre fornicación y adulterio, todo está contenido bajo el mismo principio Bíblico de Dios y es parte del séptimo mandamiento.

A continuación, se muestra el tercer ejemplo: el de un hombre que comete adulterio con una mujer casada. El caso es bastante sencillo; si esto resulta ser cierto, ambos son ejecutados (¡aquí no hay favoritismo!).

El 4to ejemplo está contenido en los versículos 23 y 24. Es el caso de una chica comprometida que tiene sexo con otro hombre que NO es con el que ella está comprometida. Una vez más la pena para ambos participantes es la muerte porque a excepción de la consumación entre la novia y el novio bajo la Ley no hay casi ninguna diferencia entre el compromiso y el matrimonio. Así que la pena es la misma que para la mujer y el hombre casados porque esto es, una vez más, esencialmente adulterio.

Ahora hay algunas advertencias en este caso provocadas por las circunstancias. Esta es una situación que ocurre en una ciudad. Las ciudades en tiempos antiguos estaban densamente pobladas y la pared de una casa se construyó generalmente incorporando la pared de la casa vecina. El agua y las carreteras determinaban tanto como hasta DÓNDE una ciudad podría ser construida; por consiguiente, cuando existía un lugar adecuado de tal manera que había disponibilidad de agua y la seguridad de tener varias familias en un solo lugar era importante, allí crecería un pueblo. La idea es que un ataque en contra de una chica dentro de la ciudad es prácticamente imposible pasar desapercibido. Una mujer poco dispuesta habría gritado y alguien la habría escuchado; tal vez para rescatarla o tal vez simplemente para ser capaz de testificar que ella gritó. Pero el grito fue un indicio de que se trataba de un caso de violación y no de un acto voluntario de unión sexual ilícita.

Sin otras pruebas, por el contrario, que nadie la oyó gritar significa que ella no protestó lo suficiente y, por lo tanto, fue culpable de participación voluntaria. Esto es adulterio y su vida (junto con la del hombre) es castigada. La idea aquí es una de resistencia razonable; si no hubo resistencia entonces no hay excusa.

Sin embargo, como dice en el versículo 25, cuando la ubicación del mismo tipo de crimen está en el campo donde las casas podrían estar separadas bastante la una de la otra y por el cual los gritos de la niña muy posiblemente nunca podrían haber sido escuchados, si ella afirma que NO estaba participando voluntariamente entonces su palabra es tomada por eso. Ella es inocente y él es culpable y él será ejecutado.

El caso final es de un hombre que tiene sexo con una chica que no está casada ni comprometida y vemos un cambio interesante en el castigo; la muerte no está prescrita para ninguno de los dos. La mejor manera de comparar esto con los tiempos modernos es que una adolescente, viviendo en casa, tiene una cita con un chico y deciden tener relaciones sexuales.

Si bien esto es cualquier cosa menos que lo ideal y esta unión sexual no está autorizada, la misma no tiene el mismo peso que para una persona que estaba casada, comprometida o fue violada. Dos parejas dispuestas y solteras han establecido su rumbo, aunque, ellos lo han hecho mal.

El resultado final es que DEBEN casarse. ¿por qué? Porque según las reglas de Dios, una unión de un hombre y una mujer que ha sido dispuesta indica el matrimonio; una chica ha decidido que quiere que la autoridad sobre ella sea transferida de su padre a un marido. El Señor dice que un hombre que tiene unión sexual con una mujer que NO está comprometida con otro hombre ya ESTA involucrado en el matrimonio y AHORA él es responsable de ella.

Por lo tanto, como dice el versículo 29, el hombre debe pagar al padre un precio de novia y se establece el precio como 50 shekels de plata. Este es un precio alto, probablemente más alto de lo habitual. No tan alto como la pena que el marido pagó por acusar falsamente a su nueva esposa de no haber sido virgen cuando se casaron. Por otro lado, el hombre en este caso ha quitado para siempre el estatus de virgen de esta chica; por lo tanto, hay muy pocas posibilidades de que el padre pueda conseguir que alguien se case con esta chica en el futuro y eso significaría que nunca recibiría dinero por un precio de novia.

Además de que este hombre tenga que casarse con la chica, nunca tendrá derecho a divorciarse de ella en el futuro, sin importar cuán legítimo sea el caso o cuan ofensiva sea la razón.

Hay mucho que nosotros debemos aprender de esto. Permítanme terminar la lección señalando algunas cosas:

  1. Cuando nosotros mantenemos el estado de nuestra cultura a la luz de estas leyes, nosotros no tenemos base para suplicar que debemos ser tratados de manera diferente, corporativamente, de acuerdo con la justicia de Dios porque somos una llamada nación cristiana absolutamente llena de iglesias y sinagogas. Nosotros somos, como dicen, culpables como pecado. Somos tan culpables como si fuéramos una nación de ateos; tal vez más porque sabemos la verdad y a menudo elegimos ignorarla. 2. Un padre tiene el deber de proteger a las mujeres que viven bajo su techo. Esta no es una demanda social ideal o una machista; este es nuestro PAPEL como hombres ordenados por el Dios que nos creó como varones. Dios ha puesto a estas mujeres bajo nuestra autoridad no como esclavas, sino como nuestra responsabilidad de velar por su bienestar. La conducta sexual de nuestros hijos no debe dejársele al sistema escolar para que lo enseñe y para que dispense su punto de vista humanista progresista y secular. No sé hasta qué momento un padre y una madre deben ir a protegerse contra esto, pero cualquier cosa dentro de las leyes de nuestra sociedad debe ser considerada. 3. También necesitamos ver que mientras que el comportamiento sexual ilícito que tiene lugar aquí tiene sus propias consecuencias, Jesús deja claro que todo comienza en nuestras mentes. Nuestros cuerpos son esclavos de nuestras mentes, no al revés. Ya sea una chica que decide tratar su cuerpo como el de una prostituta o un hombre que decide actuar como un violador, o de dos adultos en consenso que participan en una unión sexual ilícita, comienza con el pensamiento de ellos.
  2. Por eso Yeshua dice que un hombre con solo mirar a una mujer con lujuria (lo que significa que ha formado la idea de sus intenciones sobre ella en su mente y por lo tanto dio el primer paso) ya es adúltero. 4.
  3. Si bien hemos tenido los ejemplos de animales unidos, semillas plantadas juntas, dos tipos de hilo entrelazados y el engaño de un hombre disfrazándose de mujer, ningún acto de mezcla ilícita es tan grave como el acto de unión sexual ilegal entre un varón y una hembra. Pablo argumentó que el cuerpo físico de un Creyente debe ser considerado como el templo del Espíritu Santo de Dios y por lo tanto debe ser tratado de acuerdo al mismo. Violar ese templo es violar la propiedad de Dios y profanar Su morada.

A nosotros todavía nos queda un largo camino por recorrer con el sermón de Moisés que involucra la sexualidad humana y las mezclas ilícitas (porque es un tema tan serio con efectos de gran alcance), con esto concluye el capítulo 22. La próxima semana comenzaremos con Deuteronomio 23 y continuaremos el tema.

Deuteronomio Lección 28 Capítulo 22

Deuteronomio

Lección 28 – Capítulo 22

 

Al nosotros abrir nuestras Biblias hoy en Deuteronomio 22, recuerdo haber pensado mientras preparaba esta lección lo siguiente: “¿Cómo yo voy a encontrar las palabras para explicar el impacto profundo y de gran alcance de estas leyes de Dios a los creyentes modernos?”

Este es uno de esos lugares en la Biblia que es similar a una intersección importante de la carretera, porque hay tanto que se une. Hemos pasado, ahora, 4 años desde que comenzamos el Libro del Génesis para llegar a este punto en la Torá. Se ha recorrido un largo camino, se ha desarrollado mucha comprensión, y tal vez ahora podamos hablar de algunos de los conceptos subyacentes más desafiantes que se extienden y envuelven secciones de la Torá que ya hemos estudiado. Nosotros estaremos estudiando Deuteronomio 22 por un par de semanas.

Mi reto en la enseñanza de la Torá siempre ha sido cuánto debo de profundizar en un momento dado antes de que sea suficiente y sea tiempo de movernos a lo próximo; especialmente en este capítulo.

Pero en el estudio de este capítulo nosotros también tenemos otro reto: cómo lidiar con el contenido de esta parte del sermón de Moisés de una manera que no sea tan ofensiva para nuestras sensibilidades occidentales y que nuestros oídos simplemente se cierren; porque en el centro de este capítulo, y mucho más de la Biblia de lo que se podría pensar, está el asunto de la sexualidad humana. Los gentiles traductores del AT tal como lo leemos hoy en día eran europeos refinados y urbanos que trajeron consigo la mentalidad cristiana europea reservada y puritana, así como un desdén, que no estaba oculto, por todas las cosas judías. Por lo tanto, gran parte del contenido sexual que esta inherente en la Palabra de Dios está muy enmascarado, y no nos damos cuenta.

En nuestros días (especialmente en el Occidente) el manejo del sexo reside en su mayor parte en dos extremos de un espectro y hay muy poco término medio. La misma trata de una manera estéril y puramente pragmática científico /médica; o como algo tan intensamente sensible y privado y por lo tanto incómodo que la mayoría de los buenos cristianos realmente quieren simplemente ir alrededor del tema. En los últimos tiempos, por supuesto, hemos visto el movimiento progresista/secular para normalizar lo que históricamente, y bíblicamente, ha sido visto como prácticas sexuales desviadas y abominables.

La realidad bíblica es que las culturas antiguas veían la sexualidad de manera muy diferente a la nuestra; era simplemente parte de la vida cotidiana y no se escondía. Y debido a que tener familias numerosas era fundamental para la sobrevivencia del clan y la tribu, todo lo que rodeaba la reproducción humana era un tema abierto y público que los niños comenzaron a entender desde edad más temprana. Debido a que prácticamente todas las familias hebreas vivían (literalmente) entre los animales de granja domesticados, la función del sexo era constantemente visible y entendida y la gente no era aprensiva al respecto.

No me malinterpretes; la gente de esa época era generalmente mucho más modesta sobre su sexualidad en público de lo que somos hoy en día.

Por otro lado, particularmente en lo que respecta a las familias numerosas que viven en pequeñas cabañas de una habitación, o como los nómadas que viven abarrotados en tiendas de tela y piel de animal, la privacidad era de primera calidad y rara vez era posible la privacidad completa.

La sexualidad humana y su papel en la sociedad hebrea estaba entrelazada en su lengua y cultura; la misma impregna el AT desde el principio hasta el fin y a menudo se utiliza para presentar imágenes y principios espirituales mucho más grandes; pero al mismo tiempo está en gran parte oculto de nuestra vista en las Escrituras, debido tanto a las expresiones idiomáticas que leemos que en realidad son sobre el sexo (pero no las reconocemos como tales), y el intento bastante insolente de los traductores bíblicos europeos de ocultarlo por completo porque lo encontraron ofensivo.

Por favor entienda que lo que nosotros vamos a estudiar no tiene nada que ver con la “educación sexual” como se ha conocido en nuestros sistemas de escuelas públicas. Más bien tiene que ver con la creación de Dios de la humanidad y la naturaleza santa y sagrada de los roles definidos de Dios para los hombres y las mujeres. También tiene que ver con ciertos deberes que un sexo tiene con el otro, el concepto de uniones lícitas e ilegales, y cómo los principios subyacentes de la sexualidad humana se juegan de una manera física y espiritual en un contexto mucho más amplio de lo que normalmente pensamos en él o hasta queremos reconocer.

Así que abramos nuestras Biblias y nuestras mentes a la mente de Dios y Sus propósitos para ordenar la vida humana como Él lo ha hecho. Leamos juntos el capítulo 22 de Deuteronomio.

LEER DEUTERONOMIO CAPÍTULO 22 completo

Los primeros 5 versículos de Deuteronomio 22 nos presentan algo que Santiago, el hermano de Jesús, tenía mucho que decir: la verdadera religión. Comenzó diciendo que la verdadera religión se ilustra mejor para cuidar de viudas y huérfanos. En la sociedad hebrea, las viudas y los huérfanos representaban a los socialmente desfavorecidos de esa época; los más débiles y vulnerables. Además, el practicar la verdadera religión mantenía a uno sin mancha por los caminos del mundo. Santiago, Pablo y Yeshua explicaron que la verdadera religión no se trata de la obediencia mecánica a las leyes, sino que es el ESPÍRITU que uno adopta cuando se siguen esas leyes lo que importa. Es la obediencia a esas leyes realizadas en el contexto del amor y la confianza del dador de la ley lo que produce el tipo de rectitud que Jehová busca de Sus adoradores. Tenemos un dicho legal en Estados Unidos por el que corremos el riesgo de separar la LETRA de la ley del Espíritu de la Ley. Cuando uno busca justicia de acuerdo con la letra, pero sin el espíritu requerido, entonces el amor, la misericordia y la justicia pueden perderse. Si eso es cierto en nuestro sistema de justicia hecho por el hombre, así mismo es mucho más en el sistema de la Torá ordenado por Dios.

Por lo tanto, especialmente en lo que respecta a estos primeros 5 versículos de Deuteronomio 22, las instrucciones giran en torno a la ACTITUD general del adorador.

Aquí nosotros no vemos la fórmula típica de las leyes de la criminalidad que estamos más acostumbrados a ver en la Torá; no vemos, “SI usted hace esto, ENTONCES esto es lo que le sucederá a usted; y para volver a la paz con Dios hay que expiar por medio de este y este sacrificio”. En cambio, estas leyes se hacen en el espíritu de lo que el Mesías dice que es la base de todos los mandamientos y leyes de la Torá: ama al Señor tu Dios con todo tu ser, y “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Amar a su prójimo no es una regla o regulación; no es una ley que tenga una consecuencia directa de violación; es un llamado a todos los que llaman a Jehová su Dios a tener una mentalidad santa. Es un recordatorio de que el esfuerzo por la santidad es el objetivo de la Ley y que este tipo de santidad se expresa en la tierra, en esta era de la historia humana, amando a su prójimo como a ti mismo.

La primera ilustración de CÓMO amar a tu prójimo como a ti mismo (en una aplicación práctica) considera lo que sucede si el buey u oveja de tu hermano se desvía, y te tropiezas con esos animales. Observe el uso del término “hermano” al describir quién es el que se define como el vecino. En hebreo la palabra es ach, y técnicamente la misma se refiere a un pariente. En el sentido de lo que significa aquí significa un miembro de su clan o tribu, y en un sentido más amplio, un miembro de su nación, Israel. Más tarde Yeshua continuó explicando que ante los ojos del Señor tu “hermano” se extiende a cualquiera que lo necesite y utilizó el ejemplo del Buen Samaritano para demostrar su punto. Sin embargo, en el sentido más estricto, este pasaje podría leer fácilmente: “No debes ver el buey u oveja de un compañero israelita alejándose…”.

Y el Señor dice que cuando ves a los animales domésticos de un hermano extraviados tú NO tienes la opción de inacción. Uno no puede dar la espalda a lo que sabe que es una circunstancia que exige su ayuda activa a pesar de que esta ayuda no es de beneficio personal.

El concepto es que la indiferencia a la necesidad de otro humano (especialmente tu ach, tu hermano) es inaceptable para Jehová. La indiferencia a la necesidad de otro es lo opuesto a “amar a tu prójimo”. Esta ley se da en realidad en su primera forma en Éxodos 23:

LBLA Éxodo 23:4 “ Si encuentras extraviado el buey de tu enemigo o su asno, ciertamente se lo devolverás.

Por lo que estos versículos de Deuteronomio 22 elaboran en la ley básica de Éxodos 23. Recuerda yo he mencionado en numerosas ocasiones que Deuteronomio es un sermón de Moisés, y este sermón es un predecesor y un patrón que Yeshua seguiría por Su cuenta en el Sermón del Monte. Este sermón de Moisés generalmente está en la forma de tomar una ley básica de Éxodo y exponer sobre la misma y a menudo añadir aplicaciones de la vida como ejemplos de cómo se debe aplicar una ley.

Por lo tanto, en el versículo 2 vemos la complicada situación de lo que hay que hacer si tu hermano no está cerca para reclamar al animal extraviado, o si no vive cerca, o si no tienes idea de quién es el dueño de la bestia. La indiferencia no es una opción, ni es aceptable seguir la filosofía que todos aprendimos de niños: el que se lo encuentra se lo queda. Más bien uno debe capturar al animal, llevarlo a la casa y cuidarlo como suyo, y esperar a que el dueño lo reclame y luego devolvérselo.

Curiosamente la frase acerca de traer al animal a la casa literalmente instruye: “traerlo dentro de su casa!” Y eso es exactamente lo que se quiere decir porque en esa época (y en muchas partes del Oriente Medio hasta el día de hoy) la casa de una persona fue construida alrededor de un patio al aire libre, o la casa era de dos niveles. Los animales y los humanos habitaban juntos el primer piso y el patio; los animales eran valiosos, por lo que necesitaban ser protegidos de los depredadores y ladrones y las inclemencias del tiempo al igual que los miembros de la familia.

Moisés (como líder de 3 millones de personas) debe haber aprendido a ser todo un psicólogo durante sus 40 años como líder porque él sabía que esto no era suficiente información y que la búsqueda de tecnicismos comenzaría inmediatamente; por lo que continúa explicando que esta actitud con respecto a la búsqueda de la propiedad perdida de alguien no se limita sólo a la búsqueda de bueyes y ovejas; se refiere a un burro, un abrigo, o cualquier otra cosa que le pertenezca a otro. Por favor, observe algo más que esta siendo enfatizado aquí que hemos tocado en una serie de ocasiones en la clase de la Torá: amar a su prójimo no es tener una “preocupación” emocional o un sentimiento cálido por su prójimo, la misma es ayudar a su prójimo activamente en tiempos de necesidad.

Luego en el versículo 4 hay una regulación que está relacionada con la anterior: si ves que la bestia de carga de tu hermano colapsa bajo el peso de su carga debes ayudar al ANIMAL. El reglamento anterior trata sobre la preocupación por el bienestar de su hermano; esta trata de la preocupación por el bienestar del animal de su hermano. En ninguno de los dos casos el ignorar la situación es la actitud adecuada de un adorador del Dios de Israel.

La siguiente ley en el versículo 5 es una que ha causado mucho debate. Parte del debate es, francamente, una tontería académica sin sustancia y la otra ayuda a aportar claridad. Las palabras explican que un hombre no debe usar cosas que una mujer normalmente haría, y viceversa. La mayoría de las traducciones dicen que esto se refiere a la ropa; de hecho, la traducción más precisa no es la ropa, sino que son las “cosas más generales que le conciernen a” un hombre o una mujer. Por lo tanto, particularmente en lo que respecta a esa época, podría significar armas de guerra, o joyas, o peinados, o (por supuesto) prendas de vestir. De seguro que el travestismo está en el centro de todo esto. Para aquellos de ustedes que han llevado vidas más protegidas que otros, en nuestros días un travesti es una persona que usa la ropa del sexo opuesto (hombres que llevan ropa de mujer o mujeres que usan ropa de hombre). Pero eso es SOLO como lo vemos hoy; más correctamente se refiere a una persona de un sexo que toma las características del sexo opuesto, ya sea apariencia, papel que juega o ropa. Esto NO está hablando de operaciones de cambio de sexo más bien es acerca de la confusión y el engaño; se trata de fingir ser, o identificarte como, el sexo que no eres.

Ahora las tonterías académicas huecas de las que hablé se centran en un debate furioso sobre por qué Dios no quiere que un sexo finja ser el otro. La realidad es que la razón subyacente para tener este debate es que los eruditos progresistas y liberales quisieran probar que Dios ya no ve este tipo de comportamientos desviados que la Biblia dice (como lo hace aquí) son abominables ante el Señor, como todavía válidos.

Así como se ha vuelto frecuente en la iglesia que la homosexualidad ya no debería ser vista como un pecado, por lo que estos eruditos en particular quieren decir que ese comportamiento como el travestismo estaba estrictamente limitado a una cierta era, entre una cierta cultura, y además de la nueva “ley de Cristo” de amor” significa que cualquier comportamiento que sea personal y que no dañe a nadie más ahora está bien ante los ojos del Señor. O que el comentario de Pablo en Gálatas 3 que bajo Yeshua, “….no hay hombre ni mujer.” significa que Dios ha anulado todo ese concepto de sexualidad. Permítanme asegurarles que ese comentario en Gálatas simplemente significaba que el ESTADO espiritual de un ser humano ante el Señor (ya sea que la persona fuera aceptable o inaceptable para Él) dependía de su relación con el Mesías; no sobre si una persona era un hombre o una mujer.

En el otro lado de la moneda es interesante ver desde un punto de vista práctico de donde esta idea jugó un papel por primera vez en las sociedades antiguas. Tenemos registros históricos, de que entre las culturas mesopotámicas era costumbre que un sacerdote masculino se pusiera ciertas prendas femeninas, o que usara joyas femeninas expresamente, o incluso que fueran pintadas con cosméticos femeninos cuando la deidad que adoraba era una diosa. La idea era “disfrazarse” a sí mismo como una mujer para identificarse con los atributos femeninos del dios femenino.

Otra circunstancia bien atestiguada de los tiempos antiguos era de hombres que se vestían como mujeres y se escondían a plena vista con la esperanza de que no fueran reclutados en el ejército. Por el contrario, teníamos mujeres que se cortaban el pelo, vestían ropa y armadura de hombre, y usaban armas del tamaño de un hombre con la esperanza de ser vistas como un hombre para poder luchar en batallas.

Yo no tengo ninguna duda de que esta ley del versículo 5 cubre este tipo de cosas, e incluso podría haber sido utilizada con bastante frecuencia para contrarrestar directamente a los hombres y mujeres que las intentaron; pero el verdadero propósito era más amplio y profundo que simplemente estos ejemplos que te di. Y algo de eso está claro cuando vemos el contexto de las leyes que rodean este en Deuteronomio 22. Una vez más, esta ley en contra del travestismo está hablando de actitud y condición del corazón; habla al espíritu de obedecer las leyes de Dios y permanecer fiel a la manera en que Él ordenó el Universo. Aquí, al menos en parte, habla del engaño y la confusión que siempre es malo en la economía del Señor. También habla de la homosexualidad que también es una cuestión de actitud y elección moral. Nosotros vamos a ver otro aspecto de este comportamiento sexual prohibido más adelante.

Estas leyes de la “verdadera religión” (que se refiere al adorador operando dentro del espíritu de la ley) continúa con la amonestación del versículo 6 que prohíbe la captura del pájaro madre junto con sus polluelos.

Hay dos puntos principales a esta ley: el primero es que extiende el manto de seguridad humanitaria de preocupación para los animales domésticos (que vimos con el reglamento que requiere asistencia para el buey o burro que se ha derrumbado o caído debido a su carga) a salvaje animales (en este caso un ave). Parte de la razón por la que esto debe ser declarado es que un ave silvestre tiene poco o ningún valor en comparación con el valor económico considerable de una oveja o un burro o un buey para un israelita.

Por lo tanto, el Señor está demostrando que el principio del humanitarismo se extiende a todas las criaturas de Dios, y su valor económico debe ser considerado como secundario. Aún más, así como Santiago dice que la verdadera religión se demuestra en el cuidado de los más vulnerables y menos valiosos de la sociedad humana, este mismo principio se aplica a los más vulnerables y menos valiosos del reino animal.

El segundo punto es que la reverencia a una relación padre-hijo no termina con los seres humanos. Los rabinos a menudo utilizan esta explicación como la razón de la extraña ley de Deuteronomio 14:21 que dice que un niño (una cabra bebé) no debe ser hervido en la leche de su madre. Podemos estar seguros del vínculo entre la pájaro madre y sus hijos, y los humanos y nuestros hijos, porque el autor de Deuteronomio estructuró su narrativa de una manera que conecta a los dos de una forma familiar.

Recuerda el 5to mandamiento de LBLA Éxodos 20:12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que puedas vivir mucho tiempo en la tierra que Tu Dios te está dando.

Aquí dice: LBLA Deuteronomio 22:7 sin falta dejarás ir a la madre, más a los hijos los puedes tomar para ti, para que te vaya bien y prolongues tus días.

Es esencialmente el mismo pensamiento básicamente con el mismo lenguaje que el 5to mandamiento; al mostrar el debido respeto al valor del padre y su relación con su descendencia (perdonando la vida de la pájaro madre) vivirás mucho tiempo y las cosas te irán bien (experimentarás el shalom de Dios como una bendición).

El tema de la exigencia de un israelita de ser humanitario en actitud y acción ahora toma otra luz en el requisito de construir un parapeto alrededor del techo de su hogar. Obviamente esto está esperando el tiempo que estaba a unos meses de distancia, cuando Josué llevaría a Israel a conquistar Canaán y los israelitas guardarían sus tiendas de campaña y comenzarían a vivir en viviendas permanentes.

Un parapeto es esencialmente una barandilla de balcón que va alrededor del borde del techo de una casa. Su propósito es para que alguien no se cayera accidentalmente. La casa típica de Oriente Medio fue construida usando un techo plano, y el techo era esencialmente sólo otra área de la casa para vivir que eran utilizados como los pisos debajo. Se construyeron escaleras para que el techo siempre fuera accesible. En el techo secaban y almacenaban productos y peces, como uno socializaría en un día agradable, o incluso dormir durante los meses calientes de verano. Por lo tanto, era sólo el sentido común que se construyera una valla alrededor de los bordes del techo para que una persona no cayera y resultara gravemente herida o incluso muerta.

Esto se verifica porque el final del versículo 8 declara que la razón ESPIRITUAL por la que esta precaución era necesaria, es que el peligro era suficiente para QUE EL NO construir ese parapeto constituía una negligencia criminal. En otras palabras, uno podría esperar razonablemente que eventualmente alguien se cayera de ese techo desprotegido. La muerte como resultado de tal desprecio sin límites por el bienestar de los demás traería la culpa de la sangre al dueño de la casa, a la familia que vivía allí y a la comunidad cuyo gobierno no hizo cumplir esta ley de Dios.

Ya estas alturas ya deberían comprender la grave consecuencia espiritual y física de la culpa de la sangre: el responsable debe perder su vida. Una persona que construyó una casa sin una barandilla en el techo era culpable de homicidio negligente si alguien moría como resultado. Esta fue una muerte injusta y la vida de la parte responsable sería requerida como pago.

Esto termina la parte fácil y directa de Deuteronomio 22; a partir de aquí comienza a complicarse y un poco peligroso.

Los siguientes versículos nos dan tres leyes sobre lo que comúnmente se llama “mezclas ilícitas”; ya nos han dado una mezcla ilícita, pero se habló de ella en un contexto diferente: el travestismo. Ilícito significa no autorizado, no aprobado. Es un mal uso de algo. Así que la idea de estas 3 mezclas prohibidas que discutiremos (más la que concierne a los travestis) es que se trata de combinaciones que crean uniones que nunca deben permitirse. Estas diversas uniones vuelan frente al orden de creación de Dios y son una forma severa de rebelión. No sólo la acción es el problema; es la actitud blasfema del violador que es el punto crucial.

El primero de este grupo se encuentra en el versículo 9; es que un agricultor no debe sembrar 2 tipos de semillas en la zona del suelo que se encuentra entre las hileras de las vides de uva en su viña. El segundo está en el versículo 10: un buey y un burro no deben ser unidos para tirar de un arado. Y el tercero es el versículo 11: uno no debe usar ropa hecha de dos tipos distintos de hilo que se han tejido entre sí: lana y lino.

Estas 3 leyes son repeticiones y extensiones de Levítico 19:19:

LBLA Levítico 19:19 “‘ 19 “Mis estatutos guardaréis. No ayuntarás dos clases distintas de tu ganado; no sembrarás tu campo con dos clases de semilla, ni te pondrás un vestido con mezcla de dos clases de material. “‘

Cualquier tipo de mezcla o unión que esté en contra de la ley de Dios se llama kilayim en hebreo, que se traduce literalmente a “más de un tipo”. Los hebreos consideraron la violación de estas leyes muy seriamente que le dedicaron todo un tratado en el Talmud; su nombre: Kilayim.

Sin embargo, aun cuando ellos sabían la seriedad de este asunto, el por qué Dios prohibió el travestismo cruzado, 2 tipos de semillas sembradas juntas, el uso de una prenda hecha de 2 tipos de material, y un burro y un buey para ser yugo al mismo arado era un misterio incluso para los más grandes rabinos. Rashi los explica como simplemente decretos soberanos de Dios para los cuales no es necesario dar ninguna razón. Si bien entiendo la gran humildad de Rashi en este asunto al negarse a profundizar el porqué de estas leyes, creo que podríamos ser capaces de añadir al menos un poco de provisión al molino. Así que despejen sus cabezas y prepárense para ver algunas conexiones increíbles crecer justo delante de sus ojos.

Para empezar: cada una de estas 4 leyes sobre mezclas ilícitas están asociadas con el 7mo Mandamiento; la ley en contra del adulterio. Tal vez eso te parezca extraño, pero pronto yo creo que verás que no pueden ser nada más. Permítanme decir una vez más: estas leyes sobre mezclas no autorizadas representan varios aspectos del adulterio.

Observe que desde un punto de vista puramente práctico y racional ninguna de estas leyes de mezclas causa un daño grave a nadie o a cualquier cosa, y de hecho puede haber un gran beneficio en un sentido físico de hacer algunas de las cosas que están prohibidas. Por ejemplo, durante mucho tiempo se ha sabido y practicado que la plantación de dos tipos diferentes de semillas (plantas, cultivos) juntos puede traer todo tipo de buenos resultados. Esto se llama inter-cultivo y se ha empleado especialmente en áreas donde se hace la agricultura en áreas más primitivas. A veces un tipo de planta atrae un tipo de insecto que puede ser beneficioso para ambos tipos de plantas con fines de polinización. En otros casos, un tipo de planta produce un nutriente necesario que la otra toma del suelo, disminuyendo así el agotamiento del suelo. En otro nivel uno puede hacer el máximo uso de la tierra cultivable mediante la plantación de dos tipos de cultivos en el mismo espacio que son simbióticos y proporcionar la máxima producción de alimentos utilizando una cantidad mínima de tierra. Incluso puede proteger contra el fracaso de los cultivos mediante el cultivo de dos tipos diferentes de plantas que son cada una susceptible a diferentes peligros.

El caso de Deuteronomio 22:9 (de no plantar un cultivo de otro tipo entre los viñedos) es tal que las vides deben plantarse en hileras que estén bien separadas para que puedan prosperar. Entonces, ¿qué buen propósito tiene el dejar que una cantidad significativa de tierra entre esas filas se desperdicie? Dios mío, si el agua preciosa que se utiliza para regar las vides se puede utilizar doblemente para regar las verduras o el grano que crecen en el suelo debajo de esas vides, ¿acaso ese hombre no es un buen pastor de sus recursos limitados ambientales?

También es una realidad que tejer lino fino y lana juntos produce un paño de alta calidad de belleza y durabilidad; así que, ¿por qué eso es tan malo ante los ojos de Dios? Era casi imposible en la mente de los grandes sabios hebreos encontrar cualquier falta terrenal o mal inherente en el uso de tal material. Sin embargo, existe esa ley que prohíbe y no puede ser visto como un error o una interpretación errónea, ya que es tan explícita y directa. Por lo tanto, la prohibición era estrictamente impuesta y estrictamente observada por los hebreos más piadosos, hasta hoy en día.

¿Realmente hay daño en el yugo de un buey y un burro en un arado? No; a pesar de todos los esfuerzos de los maestros y predicadores de explicar que el arado siempre estaría girando hacia la dirección del animal más débil o que el animal más fuerte dañaría al más débil, o que sería terriblemente ineficiente, en la vida real esto no es realmente así. De hecho, tal cosa como tener dos tipos diferentes de animales tirar de un arado o una carreta juntos era muy común en el mundo antiguo tanto porque un hombre era bastante afortunado si era dueño de UN buey junto con UN burro. Un buey era mejor tirando de algo que llevarlo, pero podía llevar cosas. Un burro estaba mejor diseñado para llevar cosas que para tirar de cosas, pero podría hacer cualquiera de los dos. Cuando un arado necesitaba el caballo de fuerza que tomaba a dos animales proporcionar, los antiguos no veían nada malo en que esos dos animales fueran un burro y un buey trabajando juntos; y desde un sentido terrenal ningún daño duradero llegó a ninguna de esas bestias de carga sólo porque no eran iguales en fuerza.

Doy gran crédito a los rabinos que al menos han sido mucho más directos sobre su falta de comprensión del PORQUÉ de estas leyes en lugar de crear las grandes explicaciones alegóricas que han impregnado el cristianismo y tienden a llevarnos por caminos cuestionables. Al mismo tiempo, siempre ha sido la tendencia de los rabinos a ver el lado físico terrenal de las leyes y profecías de Dios en lugar de su lado espiritual celestial. Veamos si podemos ver todo esto, desde un ángulo un poco diferente.

Basta decir que es obvio que estas leyes de mezcla ilícita no pueden haber sido ordenadas por Dios para que al evitar hacer estas cosas los animales, plantas u hombres se beneficiarían desde un punto de vista físico. Es igualmente obvio que no hay nada inherentemente malo al plantar 2 tipos diferentes de semillas en las proximidades; la maldad no estalla espontáneamente cuando el hilo de lino se mezcla con la lana; y no es diabólicamente inhumano adjuntar un burro y un buey al mismo yugo de arado.

Esta realidad no debe sorprendernos. He discutido con ustedes que cada intento de los eruditos bíblicos de explicar por qué ciertos animales fueron designados por Dios como ritualmente limpios, mientras que otros como ritualmente impuros ha sido una frustración. Cada vez que ellos vienen con un sistema racional o científico, algo más en las Escrituras lo derriba. ¿Por qué ciertos alimentos son kosher, pero otros no? ¿Por qué está bien sacrificar una cabra, pero no un cerdo? ¿Por qué se puede ofrecer un toro a Dios, pero no un camello? ¿Qué tal si no tiene una pezuña o no rumea hace que ese animal no sea adecuado para propósitos de santidad?

Como dice Rashi sobre las 4 leyes de la mezcla ilícita: Dios es soberano, lo decretó, y no es necesario que sepamos el por qué para poder observar estas leyes. De hecho, sostengo que la búsqueda del “¿por qué?” en la Biblia es un engaño de proporciones mayores en la mayoría de los relatos. El problema para los seguidores de Dios no debe ser “¿por qué?”, sino “¿cuál?” Cuál modelo o ley debe aplicarse a cualquier circunstancia dada es lo que debe importar, NO PORQUÉ Dios ordenó esa ley.

Sostengo además que, al igual que las leyes alimentarias kosher y las leyes de los animales que se consideran adecuadas para el sacrificio, estas leyes de mezcla ilícita ilustran de manera física visible algunos principios espirituales inmutables. El punto es la ilustración y lo que se aprende de ellos. No es que las acciones o materiales o criaturas en sí mismos sean el principio; es lo que demuestra que es el principio.

La próxima semana continuaremos examinando algunas conexiones en las Escrituras (AT y Nuevo) que entrelazan mezclas ilícitas, sexualidad y adulterio.

Deuteronomio Lección 27 Capítulo 21 Continuación

Deuteronomio

Lección 27 – Capítulo 21 Continuación

Nosotros continuaremos esta semana en Deuteronomio 21. La última vez discutimos el capítulo 21 versículos 1-9 y el tema fue asesinato sin resolver. Como vimos, esto se estableció en el contexto mucho más grande de la culpa de la sangre. La culpa de la sangre ocurre cuando una o más de las leyes de Dios con respecto a la sangre han sido violadas.

Esta semana comenzamos una sección bastante bien delineada de la Torá (comenzando en el 21:10 y continuando hasta el capítulo 25) que muchos eruditos y maestros llaman una lista de leyes diversas. Mi única disputa con esa descripción es que da la impresión de que estas leyes no se establecen de ninguna manera estructural concreta ni tienen un tema común; cuando en realidad no es el caso. Más bien esta sección de 4 capítulos trata de 4 problemas principales: Guerra Santa, sexo y familia, atención a los más pobres y a los vulnerables, y preocupaciones humanitarias.

Yo les mencioné al comienzo de nuestro estudio sobre el libro de Deuteronomio, que lo que Moisés está haciendo es exponer las leyes que se habían establecido casi 40 años antes en el Monte Sinaí. Moisés está dando un sermón que tiene un interesante paralelo en el Nuevo Testamento con el famoso Sermón del Monte de Yeshua, tal como se encuentra en el libro de Mateo. En ambos casos, el propósito y el enfoque es tomar estas leyes antiguas y vigorizarlas con un significado espiritual más profundo en algunos casos, y una aplicación de vida mejor definida en otros. Así que lo que encontramos cuando retrocedemos y miramos esta sección desde un punto de vista más alto es que estas leyes no son más que extensiones de los mandamientos 6to, 7mo, 8vo, 9no y 10mo. Por lo tanto, los temas giran en torno a la matanza, el adulterio (incluyendo la esencia del adulterio que es una combinación de infidelidad y mezcla ilegal), robo, testigo falso y codicia.

La lección de hoy se centra principalmente en el matrimonio y la ley de familia. Lo primero con lo que trataremos tendrá que ver con el matrimonio de una mujer que ha sido capturada en la guerra.

Este sería un buen momento para recordarles que el tema del capítulo 20, el cual era la Guerra Santa, continúa en el capítulo 21; y que cualquier tipo de guerra por definición trata con la matanza de humanos. Esto es lo que tenemos que entender especialmente en lo que se refiere a la guerra ordenada por Dios y dirigida por Dios llamada Guerra Santa: el matar bajo las reglas que Él ha establecido es justificado y aceptable para Él, mientras que todo lo demás no lo es. No es asesinato si una persona mata de acuerdo con esas reglas y por lo tanto el asesino (el soldado) permanece en paz con Dios. Matar fuera de las reglas de la guerra que Dios ha ordenado NO está justificado y, por lo tanto, trae a la persona, a la comunidad y a la tierra donde sucedió bajo la culpa de la sangre.

Vamos a leer Deuteronomio capítulo 21: 10 hasta el final.

LEER DEUTERONOMIO CAPÍtulo 21:10 hasta el final

Si bien nuestras dos lecciones anteriores trataron con las responsabilidades de los funcionarios públicos israelíes, esto cambia de curso y trata con las personas individuales y las familias y sus vecinos. Y el primer asunto trata sobre el botín humano de la guerra. Era común en tiempos antiguos entre la mayoría de las sociedades tomar a mujeres y niños cautivos y hacerlos esclavos como parte del botín de la guerra. Cuando leemos los clásicos griegos encontramos que ocurre lo mismo. Muchas de las leyes que veremos aquí son bastante similares a las leyes que se encuentran registradas en el Código de Hammurabi, y en los documentos del código de la ley Mari. Pero hay una diferencia notable: las leyes hebreas dan a las mujeres prisioneras de guerra el estatus de humanos de valor y no simplemente bienes muebles que equivale a animales o muebles.

Por lo tanto, el tema que se está tratando aquí es sobre una mujer tomada como prisionera a la que un soldado encuentra atractiva, por lo que quiere hacerla su esposa. No perdamos el contexto importante de esta exposición’: nosotros estamos hablando SOLAMENTE de soldados hebreos tomando mujeres extranjeras (prisioneras extranjeras) como esposas. Señalé hace un tiempo atrás en nuestro estudio de Génesis que hablar de pureza genealógica en lo que respecta a los hebreos es realmente casi un oxímoron. Desde el momento en que Dios apartó a Abraham como el primer hebreo (lo que significa que todos los demás en el planeta eran goyim, gentiles, y por lo tanto también ger, extranjeros al clan de Abraham) Jehová definió un camino para cualquier ger, cualquier extranjero, que quería unirse al clan de Abraham fuese capaz de hacerlo. Y al unirse al clan de Abraham y a las tribus de sus descendientes hebreos, este ex extranjero gentil es considerado hebreo.

Permítanme darles un ejemplo bíblico de extranjeros que se unen a Israel. Cuando Jacob, el nieto de Abraham, regresó a Canaán de sus 2 décadas de estancia en Mesopotamia, y se estableció fuera de Siquem, un trágico incidente llevó al tamaño de su propia familia a multiplicarse prácticamente de la noche a la mañana. Fue cuando el hijo del rey de Siquem violó a la hija de Jacob, Dinah, sus hermanos atacaron la ciudad de Siquem y mataron a todos los hombres adultos. Génesis nos dice que los hijos de Jacob, los futuros líderes tribales de Israel, también tomaron a todas las mujeres e hijos de Siquem como sus esclavos. Con el tiempo, casi todos estos habitantes cananeos de Siquem se convirtieron en parte de un clan israelita u otro. Era costumbre que una tribu o nación tomara prisioneros a otra como un medio para aumentar el tamaño de su comunidad mientras disminuían el tamaño de la comunidad enemiga. La riqueza se midió en parte por el tamaño de la familia, el clan, la tribu y la nación.

El punto es que como resultado de esa incursión en Siquem, Israel se convirtió casi inmediatamente en una familia étnicamente mixta compuesta por hebreos descendientes de Abraham, y de cananeos que con el tiempo se convertirían en miembros naturalizados de Israel. Así que antes de que Jacob llevara a su familia a Egipto (para permanecer allí durante 400 años), Israel era aproximadamente 50% hebreos genealógicos y 50% gentiles. Durante su tiempo en Egipto se nos dice que hubo una enorme cantidad de matrimonio entre la familia de Jacob y los egipcios, así como con otros extranjeros (porque Egipto tenía una gran población extranjera viviendo allí). Incluso Moisés (hebreo) se casó con una mujer madianita. Vemos que la misma tendencia continúa aquí en Deuteronomio con un conjunto de leyes diseñadas para que sea legal que un soldado israelita tome a una mujer prisionera extranjera y la haga su esposa.

Por definición, en el momento de la ceremonia del matrimonio ella se convirtió en hebrea y así el grupo genético que comienza con Abraham se diluyó aún más. La preocupación de Dios nunca fue la pureza de la raza de Su pueblo escogido, sólo su pureza espiritual y fidelidad a Él.

Antes de ir más lejos sobre lo que le va a suceder a esta mujer prisionera, y qué derechos se le otorgan, quiero señalar algo que está enmascarado por las traducciones de la Biblia en inglés; la misma ocurre en el primer versículo de nuestro estudio de hoy, el versículo 10. La versión LBLA dice (con respecto a la captura de estas mujeres extranjeras), “…y cuando usted toma cautivos.”. Otras versiones dicen algo como, “…y cuando tomas algunas de ellas prisioneras.” Bueno, literalmente dice algo que podría ser familiar para tus oídos; dice, “…cuando tomas cautivos a los cautivos…” Si te estás preguntando dónde podías haber oído esto antes, escucha Efesios 4:8.

LBLA Efesios 4:8 “… Por tanto, dice: Cuando ascendió (Jesús) a lo alto, llevo cautiva una hueste de cautivos, y dio dones a los hombres. Esta expresión: Ascendió, ¿qué significa, sino que Él también había descendido a las profundidades de la tierra?

La semana pasada les expliqué que, según el AT y el NT, existían tales personas a las que nosotros llamamos “santos” incluso ANTES de que Jesús naciera. Estos santos hebreos del AT eran aquellos que murieron confiando en Dios y viviendo en la Torá, que habían seguido fielmente el sistema de sacrificios y así murieron en un estado justo ante los ojos de Dios. Estos santos del AT NO fueron al Cielo; más bien fueron al Seno de Abraham, el nombre de una de las dos cámaras para las almas que existen bajo la tierra (el otro se llama Hades, un lugar de tormentos). Yeshua también se refirió al Seno de Abraham como “Paraíso”.

Estos santos hebreos de antaño permanecieron cautivos en el Seno de Abraham (un lugar de gozo y shalom) hasta que el Mesías completó Su ministerio terrenal y luego ascendió y en ese momento Él llevó a los habitantes con Él al cielo. La frase de Efesios 4 que habla de cómo Yeshua “condujo a la cautividad al cautivo” es una extraña con la que todos hemos luchado por entender. Bueno, aquí hay otro caso por el que el estudio de la Torá hace que la pregunta se resuelva fácilmente. En Deuteronomio 21:10 nosotros tenemos esencialmente la misma frase y significa lo mismo que significa en el NT. Esta extraña frase es simplemente el resultado de la estructura de palabra hebrea. Sí, los documentos del NT (incluyendo Efesios) fueron escritos en griego; aunque, es el pensamiento HEBREO, y la cultura HEBREA, y la fraseología HEBREA la que se está transmitiendo. Sencillamente fue escrito (exactamente podría añadir) en griego.

Por lo tanto, lo que se entiende en Efesios 4:8 es que aquellos Santos del AT (llamados cautivos) que habían sido aguantados de forma segura (mantenidos cautivos) dentro del Seno de Abraham, Jesús ahora los llevó con Él al Cielo. Así que lo que vemos tanto en Deuteronomio 21:10 como en Ef.4:8 es un cambio en el ESTATUS de aquellos que están siendo afectados. En Deuteronomio estas mujeres gentiles están cambiando su estatus de ser cananeos libres, a ser prisioneros de Israel (algunas de las mujeres eventualmente se casarán con hombres hebreos y perderán toda la identidad cananea).

En Efesios 4:8, los cautivos del Seno de Abraham están cambiando su estatus por el Mesías. Van de ser ciudadanos de un área de detención que NO está en el Cielo, sino que es un lugar piadoso, a ser ciudadanos del Cielo en la misma presencia de Dios. Por cierto, desde el momento en que Yeshua llevó a esos cautivos al Cielo con Él, el Seno de Abraham quedó permanentemente vacío porque todos los que confían en Dios (por medio de la fe en el Mesías Yeshua) ahora van directamente al Cielo y no a un lugar intermedio de espera.

Así que una mujer extranjera es tomada cautiva como resultado de la guerra, un soldado israelita se siente atraído por ella y quiere casarse con ella. El procedimiento es que él debe llevarla a su casa por un período de un mes lunar, 30 días: y la mujer extranjera debe afeitarse el pelo, cortarse las uñas y desechar la ropa en la que fue capturada. Durante este tiempo estos versículos dicen que también debe llorar a sus padres.

¿Qué significa todo eso? ¿Qué está pasando aquí? Bueno, si bien no hay un consenso completo, el significado está siendo más generalmente acordado por los eruditos bíblicos. Al afeitarse el pelo (esto NO significa afeitarse la cabeza, sólo significa cortarse el pelo, cortarse las uñas y cambiarse a prendas hebreas (de sus prendas cananeas) un proceso de cambiar su identidad de un gentil a un israelita ha comenzado. Cada cultura tenía un peinado más o menos único, estilo de ropa, y al igual que hoy en día las mujeres decoraban sus uñas. Al deshacerse de todas estas cosas, sus lazos con su antigua vida se quedan atrás simbólicamente. Esto se extiende aún más a la idea de que ella llora a su madre y a su padre. No es necesariamente que sus padres fueran asesinados (aunque sin duda eso sucedió con cierta regularidad como resultado de la guerra). Más bien es que se le está dando la oportunidad de “olvidar” a sus padres por así decirlo. Renunciar a sus asociaciones familiares naturales en las que nació, teóricamente a favor de las nuevas por medio de su marido hebreo y su nueva identidad hebrea.

Nosotros obtenemos exactamente la misma imagen en el Nuevo Testamento para los nuevos creyentes:

LBLA Marcos 10:29 29 Jesús dijo: En verdad os digo: No hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos o tierras por causa de mí y por causa del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras junto con persecuciones; y en el siglo venidero, la vida eterna.

También tenemos la misma instrucción con respecto al matrimonio en que una pareja debe dejar a sus padres (renunciar a su identidad principal como parte de la casa de sus padres) y en su lugar la pareja debe aferrarse el uno al otro (creando una nueva identidad como pareja casada).

Por lo que el concepto en el AT es que esta mujer prisionera deja atrás su identidad gentil con su familia original (una familia cananea) por una nueva (una israelita); y si supieran, ese es exactamente el sentido ESPIRITUAL en el NT de lo que Yeshua estaba comunicando acerca de dejar atrás tu identidad como miembro del mundo (de gentiles), a favor de ser miembro del Reino de Dios (hebreos).

El versículo 13 deja claro que SOLO después de este período de espera de un mes puede el hombre casarse con esta mujer y luego consumar el matrimonio. Inherente en esto es que, si la mujer es miserable y firmemente resistente a su nueva realidad, el matrimonio no se llevara a cabo; probablemente porque si ella es una persona miserable para estar alrededor, él no va a querer casarse con ella.

Por lo tanto, como dice el versículo 14, si el hombre cambia de opinión antes del final de los 30 días y decide que no quiere que esta extranjera sea su esposa, ella debe salir libre. No como esclavo, sino como persona libre. No puede cambiar de opinión y luego venderla a otra persona; no puede cambiar de opinión y simplemente convertirla en su esclava involuntaria. Así que vemos aquí la decencia y el gran respeto que tiene la Ley por las mujeres, incluso las presas extranjeras. Ahora bien, entiendo que en la Sociedad Occidental moderna incluso ESTO no se considera una perspectiva encantadora para una mujer. Pero entiendan que en esta época todas las sociedades estaban totalmente dominadas por hombres. Que Dios haría una ley para que los hebreos dieran derechos a las mujeres y el sostenerlas tan valiosa como los hombres era un cambio de normalidad. Se convertiría en una piedra angular del modo de vida hebreo.

Comenzando en el versículo 15, el tema cambia a lo que sucede en una familia polígama cuando una esposa es más amada que la otra por el esposo. Algunas traducciones dicen sobre esto “cuando una esposa es amada y la otra es odiada”; nuestra CJB (Biblia Completa Judía) llama a un amado y al otro no amado. Entiende que el significado aquí no es un caso de “me gusta” intensamente versus “disgusto” intenso; o devoción completa a una esposa y desdén absoluto por la otra. Más bien es que una esposa es más favorecida que la otra. Y la realidad es que ESTO está en la raíz de por qué Dios no quiere la poligamia entre Su pueblo. La poligamia no causa más que problemas. No hay manera de que un hombre pueda tener dos esposas y no tener alguna preferencia de una sobre la otra (incluso si el grado es pequeño en su mente). ¿E incluso si él es tan imparcial, humanamente posible, que mujer va a creer honestamente que ella está siendo tratada de manera justa en comparación con su rival? ¿Y qué esposa no va a tratar de convertirse en la esposa más favorecida?

Este mismo escenario se desarrolló varios siglos antes de las Leyes de Moisés en la historia de la vida de Jacob. Fue engañado para casarse con Lea, y luego tuvo que aceptar mantenerla como su esposa para casarse con la que realmente tenía la intención de casarse, la hermana de Lea, Raquel. Lo peor de todo esto: este hombre se ha casado con hermanas (rivales naturales en la mayoría de los casos), y una de ellas ni siquiera quería casarse. Naturalmente, él ama a Raquel más que a Lea y esto causa grandes problemas en la casa de Jacob. No es que él no amaba a Lea, pero sus afectos eran mucho más hacia Raquel (y debe haber sido obvio). Rubén, el hijo de la pobre Lea, incluso planeó con su madre alimentar a Jacob con un afrodisíaco (Mandrágora) con la esperanza de hacer a Lea más deseable para Jacob y así calmar los sentimientos e inseguridad constantemente heridos de Lea.

Pero el tema de múltiples esposas se complica una vez que llega a ser el momento de transmitir la herencia familiar a la próxima generación. Los siguientes dos versos prevén un problema muy típico entre una familia polígama; un padre va a querer dar los derechos del primogénito al hijo de su esposa favorita sobre el hijo de su esposa menos favorecida, incluso si el hijo de la esposa menos favorecida nació primero.

Una vez más, el primer ejemplo de lo que puede suceder es con Jacob; de hecho, su primogénito era Rubén, el hijo de la esposa menos favorecida, Lea. Así que a pesar de que fue por lo que parece ser una razón legítima, Rubén fue pasado por alto y los derechos primogénitos fueron dados a José, el undécimo hijo de Jacob, el hijo de su esposa favorita, Raquel; por costumbre y tradición era algo incorrecto. Aquí en el versículo 16 está la declaración explícita de que un padre NO debe pasar por encima del hijo mayor, incluso si es el hijo de la esposa menos favorecida; pero Jacob hizo exactamente eso.

Nosotros no tenemos que trabajar muy duro para conjurar una imagen mental de todo esto, ¿verdad? En nuestra era de divorcios siendo comunes, y la inclusión estándar de los hijastros en lo que el sociólogo ahora llama familias mixtas, dividir la atención entre estos hijos de diferentes padres y madres es bastante difícil, pero dividir la herencia es incluso más difícil. Es casi imposible complacer a todos los involucrados o para todos sentir que la división fue justa.

Otro tema conectado es tratado ahora a partir del versículo 18; el mismo es lo que hay que hacer cuando un hijo esta descarriado. Dicho de otra manera, ¿qué se debe hacer con un niño rebelde y desafiante? Los siguientes versículos responden a esa pregunta. Primero este hijo rebelde se define como aquel que no obedece a su madre y a su padre incluso después de haber tratado de disciplinarlo de todas las maneras estándares. En segundo lugar, es que la madre y el padre deben estar de acuerdo en que hay que hacer algo muy serio. Tercero, esencialmente lo entregan a las autoridades civiles.

Si las autoridades civiles piensan que este hijo es un hijo particularmente inútil (la expresión hebrea para esto es “un glotón y un borracho”), entonces es apedreado hasta la muerte. ¿Te suena un poco fuerte? ¿Consideraría la ejecución como una opción viable si estuviera tratando de plantear un caso particularmente difícil? No estás solo; los rabinos decidieron que el castigo era tan severo que tomaron resoluciones que requerían que un conjunto muy extremo e improbable de circunstancias se desenrollara para que el hijo rebelde fuera ejecutado, lo cual realmente nunca sucedió. De hecho, no encontraremos un solo caso en toda la Biblia de los padres entregando a su desafiante hijo a los ancianos para ser ejecutado. Básicamente esta ley sólo se utilizaba como un medio para infundir miedo en un niño incorregible.

El famoso erudito bíblico J.C. Maxwell hizo esta observación sobre este tema de la rebeldia y la desobediencia, y me gustaría compartirla con ustedes.

“Cuando una persona (un cristiano) es enfrentado con su propia desobediencia a los mandamientos bíblicos, es muy probable que ‘escuche y mire con desdén’ que de ‘oír y temer’. ¿Por qué? El cuerpo de la iglesia carece de disciplina. El mayor elemento disuasorio para pecar en una sociedad es que el pueblo ame a Dios y le tema (reverencia) por medio de la obediencia a Sus mandamientos. El amor sin temor no es más que papilla. El miedo sin amor es simplemente legalismo. Sólo los dos juntos en un equilibrio adecuado traerán consigo la obediencia requerida por Dios”.

Permítanme señalar un par de cosas sobre los procedimientos con el hijo desobediente y pasaremos al siguiente tema. Primero, tenga en cuenta que ambos padres deben estar de acuerdo.

La madre tiene el mismo peso que el padre en este asunto, mostrando lo inusualmente poderosa que era una madre en una familia hebrea en comparación con la mayoría de los demás en esa época (no creo que haya cambiado mucho) además, esto no es un asunto que los padres hayan tomado la decisión de que su hijo muera, y así llevar a su hijo a los ancianos para su ejecución. La ejecución no es más que la sentencia máxima permitida que se puede imponer, y otros recursos normalmente estaban disponibles y eran preferidos. El punto es que los padres NO eran juez y jurado. Simplemente llevaron un caso duro a la corte de la ciudad, y los tribunales investigaron e hicieron una sentencia sobre la mejor manera de tratar con el niño problemático.

Además, date cuenta que son los hombres de la ciudad quienes (teóricamente) apedrearán al niño rebelde hasta la muerte. A los padres no se les pide que participen, por supuesto, debido a muchos otros principios establecidos por el Señor acerca de lo que se puede esperar razonablemente entre los padres y sus hijos.

Nosotros también vemos el propósito del Señor detrás de esta dura consecuencia que se ordena en el versículo 21: “Así quitarás el mal de entre medio; todo Israel escuchará y tendrá miedo.” Las sociedades totalitarias saben muy bien cómo utilizar el miedo para controlar a las personas. El miedo es la herramienta principal utilizada en un grado u otro en prácticamente todas las sociedades en las que yo conozco de mantener el orden. Desde un punto de vista Bíblico, el miedo a las consecuencias por hacer el mal no es sólo una cosa buena y saludable; es indispensable. La diferencia entre el tipo de miedo que Dios está ordenando versus el provocado por las sociedades totalitarias, es que en uno de los casos el verdadero mal se está combatiendo y eliminando de la comunidad, y en el otro el mal está provocado sobre la comunidad. La razón entera por la que el Señor exige consecuencias tan severas para la rebelión maligna en contra de Él (al transgredir Sus principios más fundamentales) es para el beneficio de todos los demás. Me temo que nuestras sociedades progresistas modernas han olvidado cómo es que el mal debe ser erradicado o afectará e infectará a otros; y el mal ciertamente no se trata efectivamente por medio de la educación del criminal.

El tema final de Deuteronomio 21 tiene muchas ramificaciones que creo que la mayoría de ustedes reconocerán instantáneamente. El mismo es que si un hombre es ejecutado justificadamente por un delito capital, y si una parte del procedimiento es tener su cadáver empalado en una estaca él debe ser bajado antes del anochecer. ¿Dónde hemos escuchado ese principio antes? Por supuesto; en la historia de la crucifixión de Yeshua HaMashiach.

Era la norma en los tiempos bíblicos que el cuerpo de un criminal muerto era puesto en un poste o una estaca para exhibición pública; esto estaba destinado a actuar como un recordatorio bastante espantoso de lo que le sucede a un transgresor de la Ley. A veces la “estaca” era un gran poste puntiagudo sobre el cual el hombre era empalado para matarlo, o en otras ocasiones DESPUÉS que moría era empalado. SIN EMBARGO, la frase “colgado en un poste” o “estaca” NO indica que los medios de su colocación allí eran necesariamente empalados. Dos cosas sobre esto: en primer lugar, el término “colgado” en la Biblia no significaba estrangulación por el cuello en una horca. Los hebreos no empleaban el colgar del cuello como medio de ejecución.

En segundo lugar, más a menudo que el cadáver tenía los brazos atados a un travesaño, el cual luego se montaba en la parte superior de un poste que estaba situado al lado de una carretera o algún otro lugar muy visible. El empalamiento del cuerpo no era el método habitual o de costumbre, aunque si sucedía.

El trato adecuado y respetuoso de los muertos (incluso de un criminal) era la norma para las culturas de Oriente Medio (aunque lo “adecuado y respetuoso” no siempre era lo mismo). Aquí el Señor NO trata de disuadir la práctica de colgar el cadáver de un criminal en un lugar público; más bien es que al final del primer día de su muerte, ya era suficiente y debía ser derribado y enterrado. Además, el cuerpo del criminal no puede ser arrojado por un precipicio o dispuesto a pudrirse o para los carroñeros para hacer lo que hacen los carroñeros. Más bien el cuerpo debe ser enterrado al final del día de la ejecución.

Ahora bien, lo que este versículo final nos dice es que, si bien el respeto por los muertos es apropiado, hay una razón ESPIRITUAL para este tratamiento del cadáver; el mismo es que el NO enterrar ese cuerpo es una afrenta a Dios. Si el cuerpo no es enterrado la consecuencia es que la tierra será profanada. ¿Qué te recuerda esto de lo que acabamos de estudiar la semana pasada? Correcto; culpa de la sangre.

El principio que dije al comienzo de nuestra lección, es que matar a un hombre no es automáticamente incorrecto. Pero uno debe seguir los procedimientos de Dios para determinar si la muerte es apropiada o no, y si es apropiada CÓMO se debe llevar a cabo el asesinato. Y ahora esta instrucción tiene que ver con el tratamiento del cadáver del criminal. Si uno sigue todas estas instrucciones, entonces este asesinato no sólo NO trae la culpa de la sangre sobre la gente o la tierra, sino que en realidad ELIMINA la culpa de la sangre que había sido creado por el acto del criminal. Pero si las instrucciones NO se siguen (incluso si el acusado es completamente culpable) entonces este asesinato justificable trae culpa de sangre a la comunidad y la tierra.

Pongamos fin a la lección de hoy con este paralelismo entre las declaraciones sobre la muerte de Jesús en la cruz y estas declaraciones aquí sobre ser colgado en un poste. Primero, veamos la declaración aquí en Deuteronomio 21:23. Dice, “…porque una persona que ha sido ahorcada ha sido maldecida por Dios…”   Por definición (y muchos traductores añaden las palabras) ser “colgados” significa ser colgado en un poste porque, como dije antes, no se colgaba por el cuello en la sociedad hebrea hasta que estaba muerto. Antes de ir al versículo del NT vamos a estar muy claros sobre lo que esto está diciendo. Lo que NO está diciendo es que el RESULTADO de estar colgado en un poste es que la persona es maldita por Dios. Más bien esto SI significa que la persona está maldita de Dios POR LO TANTO ellos están siendo colgados en un poste. El estar colgados de un poste es porque ellos fueron maldecidos por Jehová.

Se entendía que la muerte por ejecución era una separación legal, formal y final de una persona de la comunidad de Dios. Con ese entendimiento echemos un vistazo ahora al conocido verso en el NT que habla del estado de una persona que es ahorcada en lo que se relaciona al Mesías:

LBLA Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros porque escrito está: Maldito todo el que cuelga de un madero.

En primer lugar, cuando Pablo dice, “está escrito”, se refiere a las Sagradas Escrituras, que era, por supuesto, lo que llamamos el Antiguo Testamento porque eso es todo lo que había en su época. En este caso, el pasaje que estaba citando es el lugar exacto en la Torá que estamos estudiando hoy: Deuteronomio 21:23. Los judíos de la época de Pablo comprendieron plenamente la dramática y contundente declaración que estaba haciendo, incluso si no entendían completamente todas las implicaciones espirituales y redentoras. Cristo tomó sobre sí la maldición de la Ley (que es la pena de la muerte tanto en el sentido de muerte física como de separación espiritual del Padre) como un pago de redención para nosotros para que no tuviéramos que enfrentar esa maldición.

Por favor, escuchen con mucho cuidado y guarden esto en sus memorias: cuando el NT habla de la “maldición de la ley” la misma está hablando de UNA COSA: la muerte, la muerte completa, la muerte física y espiritual. La maldición de la Ley es la muerte. La bendición de la Ley es la vida. Otro término paralelo para esto en el NT es “la paga del pecado es la muerte”. Recibes la maldición de la Ley (muerte) porque tu pecado se la ganó. Te mereces, o ganas la muerte, por el pecado. Estas declaraciones sobre la maldición de la ley y el pago del pecado son simplemente dos maneras de lidiar con lo mismo.

El Padre MALDIJO a Cristo (la prueba de la cual, dice Pablo, es que Yeshua fue colgado en una estaca). La separación de Jesús de la comunidad de Dios (Su muerte física), y por unos momentos Su separación del Padre (CJB Mateo 27:46 a eso de las tres, Yeshua pronunció un fuerte grito: “Eli! ¡Eli! ¿L’mah sh’vaktani? (¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?) fue la sustitución sacrificial por lo que debería sucedernos legítimamente.

Por lo que al estudiar la Torá podemos ver mejor lo que sucedió en la crucifixión de Cristo. Fue la ley de Deuteronomio 21 que cualquier criminal ejecutado tuvo que ser removido de la estaca de la muerte al anochecer. Que las mujeres se apresuraron a sacar a Yeshua de esa cruz y enterrarlo porque el día de reposo se aproximaría al atardecer es cierto, pero secundario al hecho el NO hacerlo habría roto la Ley de Deuteronomio 21. Incluso SI el día siguiente no hubiera sido un sábado de festival, era fundamental que el cuerpo del Mesías fuera sacado de ese poste y enterrado. ¿Y cuál habría sido el resultado si no hubieran sido capaces de persuadir a los romanos para bajar a Jesús? Como se dice aquí en Deuteronomio 21:23 la tierra habría sido profanada de sangre y la comunidad local de Jerusalén (estas mujeres discípulas incluidas) habría sido llenas de la culpa de sangre.

Es un comentario verdaderamente fascinante y triste el estado depravado de los lideres religioso judíos de la era de Yeshua, que los sacerdotes que lo vieron morir no parecían preocuparse por de la Ley de Dios sobre este asunto; no les importaba si ese hombre judío podría colgar en ese poste toda la noche hasta la mañana, por consiguiente, empapando así a todos en la culpa de la sangre. Más bien era el pueblo judío común quien sabía lo que había que hacer para obedecer a Dios, y asi lo hicieron.

La semana que viene comenzaremos con el capítulo 22.

Deuteronomio Lección 26 Capítulo 21

Deuteronomio

Lección 26 – Capítulo 21

Hoy nosotros comenzamos Deuteronomio capítulo 21, y este capítulo comienza con un ritual muy extraño que los rabinos judíos y los antiguos sabios hebreos han tenido dificultad para explicar. Los eruditos cristianos ni siquiera se molestan en intentarlo. Exploraremos este ritual y veremos qué sentido podemos hacer del mismo.

Este capítulo está realmente dividido en dos partes: versículos 1-9 que discuten el problema de un agresor desconocido que asesinó a alguien; y luego el resto que comienza una sección de 4 capítulos que trata de varias leyes diversas para Israel.

La clave para entender la primera parte del capítulo 21, es que gira en torno al tema de la sangre culpable.

Leamos juntos el capítulo 21 de Deuteronomio. Sólo leeremos la 1ra sección.

LEER DEUTERONOMIO CAPÍTULO 21: 1-9

El enfoque típico de este capítulo de eruditos y maestros es centrarse en tratar de dar sentido a cada uno de los elementos rituales involucrados en esta misteriosa ruptura del cuello de una vaquilla (una vaca hembra) que se hace en respuesta al problema de un asesinato que no ha sido resuelto y que fue llevado a cabo en la comunidad local. Ciertamente nosotros haremos lo mismo, sin embargo el tema mucho más grande con el que vamos a comenzar hoy trata con el terrible efecto espiritual negativo que el asesinato sin resolver tiene en la ciudad más cercana al lugar donde se encontró el cuerpo de la víctima, y más correctamente cómo esto afecta a Israel como un entero.

El problema es que el pecado de la culpa de la sangre (o mejor, la condición o el estatus de tener culpa de sangre) se ha puesto sobre Israel como resultado de este asesinato sin resolver.

Hablemos de la sangre y la culpa de la sangre por un tiempo, porque los creyentes (especialmente los cristianos de las culturas occidentales) saben muy poco acerca de lo que es la culpa de la sangre y por qué la sangre es tan importante en el sistema de justicia y jurisprudencia de Dios. En pocas palabras, la culpa de la sangre es una condición grave de profanación y pecado que se lleva sobre una persona que viola las leyes de Dios que conciernen a la sangre. Quisiera comenzar ofreciendo una declaración bastante amplia que espero que al final de hoy haya explicado con suficiente profundidad para darles una mejor perspectiva sobre este delicado tema: la sangre está en el centro del sistema de justicia de Dios en la forma en que se encuentra un punto de apoyo en un sube baja. A medida que se balancea completamente una dirección hay un efecto, y a medida que se balancea de nuevo a otra hay un efecto opuesto. En un extremo del espectro, el mal uso de la sangre es la causa para que el Señor busque la retribución de un hombre, pero en el otro extremo el uso adecuado de la sangre es el remedio para el crimen de sangre.

Como estadounidenses que viven en una sociedad cuidadosamente desinfectada, no sabemos casi nada sobre la necesidad, el papel y la centralidad de la sangre en las Escrituras porque ofende nuestros oídos, nos hace desviar nuestros ojos, y vira nuestros estómagos simplemente para hablar de ello más que para cantar algunas cancioncillas cristianos acerca de la sangre de nuestro Salvador que nos hacen blancos como la nieve.

Sin embargo, a medida que hemos estudiado la Torá, encontramos que la Biblia tiene esta fascinación por la sangre y al mismo tiempo mantiene el valor y la necesidad de la sangre en la más alta consideración. Como cristianos tenemos decenas de canciones que celebran y lamentan “la preciosa sangre de Jesús”. A los no creyentes, en particular a los ateos, les gusta señalar lo que consideran este espantoso y bárbaro hilo de sangre que deja y derrama que va desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Los cristianos evitan el Antiguo Testamento en gran medida debido a toda la sangre que se derrama y al mismo tiempo de alguna manera minimizan mentalmente el papel de la sangre en el Nuevo Testamento y especialmente en el libro de Apocalipsis.

Cuando uno estudia la Biblia cuidadosamente, nosotros encontramos que la sangre es el principal elemento necesario para hacer convenios, así como para expiar las ofensas. Está prohibido comer y está prohibido tomar la sangre (la vida) de una persona inocente. La sangre causa profanación, por un lado, y por otro es el purificador supremo de la profanación en la tierra. Para los hebreos de antigüedad y para la mayoría de las otras culturas antiguas también, la sangre era central e indispensable en la adoración.

La Biblia no pierde tiempo en traer el tema de la sangre, porque en el tercer capítulo de Génesis la propia mano del Señor produce la primera muerte registrada en la historia cuando él mata a un animal y usa su piel para cubrir la desnudez de Adán y Havah (Eva). ¿Por qué Dios mató a un animal inocente para proporcionar ropa cuando había otras posibilidades como hojas o lana? Porque a partir de este momento en adelante se hará el caso de que sólo la sangre puede expiar pecados contra el Padre. Por lo que Dios tenía una opción: Él podía quitarle la vida a los criminales (Adán y Eva) O Él podía proveer un sustituto y aceptar la vida de ese sustituto como reparación y expiación por los pecados de los criminales.

Otro principio de Dios relativo a la sangre también se presenta al principio en las Escrituras: la vida orgánica que está llena de sangre es diferente de la vida orgánica que existe sin sangre. Es decir, la vida animal es totalmente diferente a la vida vegetal. La vida vegetal, aunque valiosa, es de menor valor ante los ojos de Dios que la vida animal. La vida vegetal se puede ofrecer a Dios para el agradecimiento y como una ofrenda de primicias, pero NUNCA puede plantar la vida expiar el pecado. Y esto se demuestra en que cuando Adán y Eva sintieron vergüenza, ellos usaron la vida vegetal (hojas de higo) para cubrirse. Desde un punto de vista físico racional, esas hojas de higo funcionaron perfectamente bien en su papel como ropa. Entonces, ¿por qué Dios reemplazó esas hojas de higo con pieles de animales? Dios no encontró esas prendas de hoja de higo inaceptables porque de alguna manera ofendieron Su sensibilidad de la moda, ni Él pensó que las pieles de los animales eran más duraderas; más bien fue que la vergüenza que Adán y Eva sintieron fue el resultado de su culpa, y su culpa fue el resultado de la transgresión en contra del Señor.

Y transgredir en contra del Señor sólo puede ser pagado con sangre, nunca con la vida vegetal. Por lo tanto, el Señor hizo que Adán y Eva se PUSIERAN el resultado de su ofensa; sobre su desnudez física estaba los restos físicos del animal inocente cuya sangre fue tomada para expiar y pagar por su pecado. La sangre del animal satisface espiritualmente la exigencia de justicia de Dios.

Sin embargo, a pesar de que el ACTO pecaminoso fue pagado, toda la naturaleza entera de Adán y Eva estaba ahora infectada con el pecado; ellos habían quebrantado el único mandamiento de Dios: el NO comer de ese fruto del árbol del conocimiento del Bien y del Mal. Adán y Eva sabían intrínsecamente que su naturaleza del pecado tenía que ser cubierta; ellos trataron de hacerlo con la vida vegetal, pero Dios dijo que eso era insuficiente. Sólo la sangre puede cubrir el pecado. Por supuesto, Adán y Eva no estaban pensando conscientemente en términos de pecado; ellos sólo sabían que sentían vergüenza y pensaban que debía ser debido a su desnudez física. Así que buscaron un remedio físico para cubrirlo. La sangre es física, por supuesto, y toda carne requiere que la sangre exista; sin embargo, seres espirituales como ángeles y Querubines, incluso Satanás y sus demonios, no requieren sangre para existir. Aun así, la sangre física tiene un efecto espiritual y es este efecto espiritual lo que le importa a Dios y así debe importarnos a nosotros.

La Biblia utiliza un término para describir el ritual de la toma de la vida de un animal como un sustituto de la muerte que se debe con razón al ser humano que ha transgredido en contra de Dios: sacrificio. Acabo de mencionar que al principio de la Biblia se estableció el principio de sangre de que la vida con sangre es distinta de la vida que sale sin sangre (vida animal versus vegetal); y encontramos en etapas tempranas que la humanidad (aunque reconocían la necesidad de sacrificarle a Dios) por lo general preferiría hacerlo de la manera que cada hombre prefería en vez de hacerlo de acuerdo con los principios de Dios. Por consiguiente, nosotros tenemos el ejemplo de Havel y Kayin (Abel y Caín) a quienes se les dice que traigan un sacrificio a Dios y Abel trae un animal y Caín trae productos agrícolas. El producto agrícola es, por supuesto, rechazado porque esto es aparentemente una ofrenda que implica expiación y por lo tanto la vida vegetal no es aceptable para ese propósito. Esta regla enfurece tanto a Caín que decide matar a Abel y por consiguiente tenemos el primer asesinato registrado. Permítanme ponerlo en otro sentido; tenemos el primer asesinato ilegítimo de un ser humano hecho por otro ser humano. La Biblia también llama a este acto de asesinato la toma de sangre.

Así que ahora tenemos otro principio sobre la sangre que es establecido: el asesinato ilegal e injusto de un ser humano crea la culpa de sangre sobre el perpetrador. Y la culpa de sangre es tan grave que SÓLO puede ser satisfecha por la sangre del culpable como reparación. La culpa de sangre es una profanación tan extrema de la persona que cometió el crimen que causa una separación instantánea entre esa persona y Dios.

Para ser claros, hay otros pecados que involucran sangre que también causan la culpa de sangre y uno de ellos es el que un humano ingiera sangre de cualquier tipo. Más adelante encontramos en la Biblia que no era permisible hasta la época de Noé, después del Gran Diluvio, tomar la vida de un animal como ALIMENTOS; hasta entonces, la única fuente autorizada de alimento eran las plantas.

En otras palabras, hasta el momento del Gran Diluvio el que un hombre matara a un animal y lo comiera era un crimen contra la sangre (un crimen en contra de las leyes de Dios concernientes a la sangre), que por consiguiente incurría en culpa de sangre. Y de esto también vino la prohibición de comer sangre, que es diferente a comer carne. Comer sangre significa beber directamente la sangre de un animal o matar a un animal por estrangulación o por algún otro medio que NO permita que su sangre se drene, y luego comer su carne. O puede significar usar sangre como ingrediente en los alimentos.

Por lo que entonces, simplemente hablando, la culpa de sangre surge cuando una persona viola cualquiera de las leyes del Señor con respecto a la sangre: desde el comer de ella, hasta el asesinato injusto de un humano, hasta un mal uso de ella (o la negligencia de usarla) en un procedimiento ritual. Sin embargo, la historia de Caín y Abel nos da un fuerte indicio de otro aspecto negativo de la culpa de la sangre. La culpa de la sangre profana no sólo al perpetrador, sino que también profana la tierra en la que ocurrió; incluso profana la comunidad de personas en la que ocurrió. Escucha lo que dice Génesis 4 en cuanto a uno de los resultados no deseados del asesinato de Abel:

LBLA Génesis 4:10 Y el Señor dice, “9Entonces el Señor dijo a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guardián de mi hermano? 10 Y Él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora pues, maldito eres de la tierra, que ha abierto su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 

Aquí tenemos quizás el caso bíblico más conocido de la culpa de sangre y el resultado es que la tierra en sí misma está afectada. NO es que la sangre de Abel necesariamente “tocó” el suelo (aunque ciertamente debió de haber sucedido) y por lo tanto el contacto entre la sangre de Abel y la suciedad hizo que esa suciedad se contaminara con una maldición. Más bien la culpa en la tierra fue el resultado de su proximidad al acto de asesinato. La misma produjo un efecto espiritual negativo; la culpa de la sangre trajo consigo una consecuencia física y espiritual. Este asesinato tuvo el efecto espiritual de maldecir el suelo porque la tierra aguanto el efecto de la sangre de culpa que se cometió sobre ella causando así que el efecto físico de la tierra se degradara y por consiguiente no produjo cultivos tan bien (o tan fácil) como lo hizo antes de que la culpa de sangre ocurriera.

Yo no puedo enfatizar lo suficiente que esto no es alguna superstición antigua registrada en la Biblia. Si las leyes de la sangre no eran más que los productos de la fértil imaginación de los hombres, entonces el sacrificio de Yeshua era totalmente innecesario. Así que por favor entiendan que, aunque nosotros podemos encontrar estos principios de sangre y culpa de sangre extraños, no sólo están todavía plenamente en vigor, sino que también son la razón para que la historia de la ruta de redención proceda a lo largo de un camino muy significativo. Y yo tengo el más profundo pesar de que aquellos de nosotros en la iglesia del Mesías que somos responsables de enseñarles acerca de este principio de sangre, en su lugar, hemos optado por tomar el enfoque más gentil, y simplemente ignorar hablar la verdad sobre las terribles consecuencias de la culpa de la sangre que se acumulan sobre nuestros hombros hora a hora. Me gustaría remediar eso y nosotros hablaremos de eso más en un rato.

Con ese entendimiento continuemos con Deuteronomio 21 y diseccionemos esos primeros 9 versículos. El único caso que se está discutiendo aquí tiene que ver con alguien que descubre a una víctima de asesinato, pero nadie parece saber quién cometió este acto. La suposición es que como el asesino no ha sido identificado, entonces no puede ser castigado de acuerdo con la Ley (que es ser ejecutado). Tenga en cuenta que el problema NO es acerca de encontrar al asesino y llevarlo ante la justicia; más bien se trata de qué hacer con el muy grave problema de la culpa de la sangre que ahora descansa sobre la tierra y sobre la gente de la comunidad local.

Tenga en cuenta que este caso se define además como haber descubierto el cuerpo “de conocimiento público”. Este cadáver fue encontrado en un campo, o a lo largo de una carretera. Técnicamente esto no cubre qué hacer en una situación por la cual alguien fue encontrado muerto dentro de una ciudad o un pueblo. Sin embargo, dado que no hay nada en la Torá que aborde específicamente ese matiz, los rabinos y los sabios han asumido que ciertas partes de esta ley podrían aplicarse a un asesinato sin resolver que tuvo lugar dentro de una ciudad.

El versículo 2 habla de ancianos y magistrados (en realidad la palabra en hebreo es shofet, jueces) que van a ir donde la víctima fue descubierta y van a comenzar un procedimiento legal. Dado que esta ley visualiza esa época en que Israel se establece en la Tierra de Canaán, y la tierra se ha dividido en 12 territorios (uno para cada una de las 12 tribus), entonces estos funcionarios gubernamentales (ancianos y jueces) son, por supuesto, los que presiden los asuntos en el su propio territorio.

Por lo que, si el crimen ocurría dentro del territorio de Judá, entonces serían los ancianos y jueces los que son miembros de la tribu de Judá los que oficiarían sobre el asunto.

Su primer trabajo es medir cuidadosamente la distancia desde la ubicación del cuerpo hasta las ciudades cercanas y determinar qué ciudad estaba más cerca de la escena del crimen. Hay que tener mucho cuidado porque la ciudad que esté más cerca se le asigna la culpa de sangre provocada por el crimen. Ahora medita en esto por un minuto porque este no es algún procedimiento que los hombres hebreos idearon. Este es el procedimiento que el Señor ha creado. Date cuenta cuán real y vital es el principio que Jehová creó un gobierno humano para administrar Sus leyes en la tierra, y que su autoridad para determinar DONDE RECAE la CULPA DE SANGRE está completamente válida ante Sus ojos. Se depende de estos funcionarios gubernamentales para determinar, como agentes terrenales de Dios, cual comunidad va a ser responsable de lidiar con la culpa de la sangre causada por este asesinato que no ha sido resuelto. La ciudad que estaba más cerca no sólo llevaba la culpa, sino que ellos eran responsables de deshacerse de la culpa (para expiar por la misma). Si ellos NO hacían esto, ellos permanecían en la culpa de sangre ante Dios en perpetuidad.

El procedimiento ritual para absolver esta culpa de sangre comienza en el versículo 3. Y es que los ancianos de la ciudad situada más cerca de la escena del crimen deben proporcionar una vaquilla que nunca ha sido utilizada para el trabajo de campo o para cualquier propósito de trabajo en general. Deben llevar la vaquilla a un wadi cercano y allí romper su cuello, matándolo.

Un wadi es un lecho de río; uno que generalmente esté seco en partes del año o y tiene agua que fluye en otros momentos. La instrucción sobre el wadi es un poco incierta. La traducción típica es que esto debe ser un wadi “que está desbordado”, o uno que está “fluyendo fuerte”. Esto es un oxímoron en Israel porque hay muy pocos wadis que fluyen con fuerza en momentos predecibles (es muy raro al menos en los tiempos modernos). ¿Por lo que la pregunta lógica es que como la ceremonia debe hacerse cerca del cuerpo de la víctima de asesinato, en la proximidad local a la aldea designada, y ciertamente dentro de los confines del territorio tribal, qué sucede en el caso MÁS frecuente donde no hay wadi que ESTE fluyendo fuertemente? La mayoría de los nuevos estudios académicos están de acuerdo en que la traducción de la palabra hebrea ‘eitan como “desbordamiento” o “flujo fuerte” no está correcta. En otros contextos de la Escritura la palabra tiende a indicar “fuerte” como en el sentido de “duro”. En la Biblia, por ejemplo, cuando se habla de un rey (o incluso el Señor) que gobernando con una “mano fuerte” una mejor traducción para el sentido de las palabras del siglo XXI sería una “mano dura”. Significa gobernar sin tolerancia, firme e inflexible. Por lo tanto, lo más probable es que esto se refiera a llevar a la vaquilla a un típico wadi israelí, uno que es inflexible, lo que significa que es tan resistente y rocoso que no se puede cultivar y que no proporciona agua útil. Aquellos que han estado en Israel pueden imaginar esto con bastante facilidad. Los wadis allí están secos la mayor parte del año, y sólo ocasionalmente tienen agua en forma de una inundación momentánea. Encontrarás una línea de arbustos de matorral y acacias (en hebreo, Shittim) árboles a lo largo de estos wadis, pero también hay rocas edesparramadas y el suelo es generalmente arena inorgánica. Si tratabas de quitar las rocas para plantar cosas, la próxima inundación repentina simplemente traería más rocas. Si plantabas un cultivo, la próxima una inundación repentina la destruiría en unos segundos. No sólo eso, el agua que está presente debajo de un wadi es generalmente en forma de tierra húmeda varios pies hacia abajo y rara la vez es adecuada para un pozo.

Así que probablemente esto está hablando de llevar la vaquilla a un lugar que no puede ser usado y que no se utilizará para cultivar u obtener agua. Es allí donde los ancianos de la ciudad deben romperle el cuello a la becerra. Permítanme señalar un par de cosas sobre este procedimiento. En primer lugar, es bastante cruel. Tu no rompes fácilmente el cuello de una vaca. El proceso sería doloroso y tomaría un poco de tiempo. En segundo lugar, en el libro de Éxodo (capítulos 13 y 34) se habla de este método de matanza ritual como el medio para sacrificar al primogénito de animales impuros (animales que debido a su especie no son aptos para el sacrificio O son descalificados para usarse como sacrificio debido a las imperfecciones). No hay nada sobre esta becerra utilizada en este ritual que indique que NO era adecuado para el sacrificio ritual o que era de alguna manera impuro.

Luego, durante este ritual nosotros vemos que los sacerdotes se presentan; cuál es el papel que ellos juegan nosotros no sabemos. Parecen estar allí principalmente para oficiar y asegurar que el procedimiento se realice correctamente. Esto plantea un punto muy importante: el asesinato de la vaquilla en respuesta al descubrimiento de una víctima anónima de asesinato, NO es un sacrificio. Ya ha sido establecido por Dios que un sacrificio SÓLO puede ocurrir en el Tabernáculo (más tarde el Templo), en tierra santa, y por supuesto este procedimiento ritual en particular que estamos estudiando puede ocurrir en un sinnúmero de lugares.

Además, los sacerdotes no son los que matan, no hay altar, y el animal no es quemado con fuego. Por lo tanto, esto no es de ninguna manera un sacrificio y más bien es otra cosa.

Luego, hay otro aspecto curioso del ritual. Los ancianos de la ciudad asignados con la culpa de sangre se lavan las manos (con agua) sobre el cuerpo del novillo y recitan la declaración como se describe en los versículos 7 y 8. Muchos traductores de la Biblia dicen que esas palabras pronunciadas por los ancianos son un voto a Dios; Yo no estoy de acuerdo con eso. No sólo no se invoca el nombre de Dios (algo absoluto que se debe hacer en un voto), sino que la estructura de la oración no emplea el participio hebreo ‘im al principio de la oración, lo que lo convierte en un voto. En otras palabras, con el ‘im incluido la traducción se convierte en “Lo juro”, pero sin el ‘im es simplemente ” Yo declaro”. Este versículo de Deuteronomio 21 NO, tiene el ‘im y por lo tanto no tenemos ninguna razón para concluir que lo que los ancianos pronunciaron fue un voto o juramento.

El lavado de manos es probablemente una indicación simbólica de la inocencia de los ancianos en todo el asunto y que están diciendo la verdad. Están diciendo que no deberían soportar la culpa de la sangre porque no estaban involucrados con el asesinato, no sabían la identidad del asesino, y no podrían haberla razonablemente anticipado o impedido. Este lavado de manos era tan común en su significado en el Oriente Medio de antigüedad que esto es casi seguro lo que significaba. Recuerden que mucho tiempo después el significado de ese gesto de lavado de manos todavía existía mientras leíamos en el Evangelio de Mateo de Poncio Pilato haciendo algo similar en la corte convocada para condenar a Jesús a muerte, cuando (mientras el se lava las manos) le dice a la muchedumbre, “Soy inocente de la sangre de este hombre”. Hasta el día de hoy es un dicho común casi en todas partes del mundo que nosotros “nos lavamos las manos del asunto” indicando nuestra inocencia.

Ahora volvamos a la declaración de inocencia de los ancianos de la ciudad. Más que un voto, lo que su declaración equivale es más que cualquier otra cosa una ORACIÓN a Dios. Una declaración a Dios que NO es un voto, por definición es, una oración. En esta oración, los ancianos están pidiendo directamente al Señor que los absuelva de la culpa de sangre causada por la muerte de la persona inocente (la víctima del asesinato). Ves aquí está la cosa: como este procedimiento ritual NO es un sacrificio, el mismo no puede tener una cualidad expiatoria; su propósito sólo puede ser de ilustración y demostración para el pueblo, pero también de obediencia a los mandamientos del Señor. La realidad es que esta oración fue la clave para el perdón en esta situación. Y los ancianos se apoyan en su estatus de redimidos para la absolución. Esto es bastante literal en el mismo molde que todo Creyente le pide perdón a Dios: somos redimidos y nuestro estatus de redimido nos da el derecho de pedir perdón y misericordia a Nuestro Padre (los no redimidos no tienen tal cosa disponible para ellos).

Fíjense en las palabras finales del versículo 8: “y serán absueltos (perdonados) de la culpa de la sangre”.

Perdóname por repetir algo que he tratado de enfatizar tantas veces, pero invariablemente alguien no lo entiende: una y otra vez en la Torá cuando el Señor establece estos procedimientos rituales expiatorios el pasaje termina con el Señor diciendo, “y serán perdonados”.

Hermanos esto significa exactamente lo que dice; estos sacrificios rituales (y en nuestro caso hoy una oración hablada dentro de un procedimiento ritual que NO es un sacrificio) traen perdón verdadero, real, completo e inequívoco. No el perdón parcial, no algo así como perdón. He oído a muchas veces predicadores decir que los pecados de AT estaban “cubiertos”, pero en realidad no fueron perdonados. Que ese perdón real sólo sucede en el Nuevo Testamento. Eso es completamente FALSO. Este problema sobre los pecados “cubiertos” versus los pecados “absueltos” o “perdonados” es una maniobra de distracción. No existe tal concepto como un pecado cubierto, pero no perdonado en la Biblia, Antiguo o Nuevo Testamento. Decir que un pecado está cubierto es sólo un coloquialismo y es simplemente una palabra elegida por un traductor. Cubierto, absuelto y perdonado significa lo mismo y traduce la misma palabra hebrea (kipper o kaphar) y lleva el mismo peso y tiene el mismo efecto. Aquellos hebreos del AT que siguieron el sistema de sacrificios fueron perdonados por sus ofensas; Completamente. Si uno está decidido a seguir con la palabra “cubierto” en el AT (y no hay nada de malo en eso) entonces no hay absolutamente ninguna base para cambiar repentinamente el significado a “absolver, expiar o perdonar” en el NT. Este cambio se hace para tratar de probar, o disfrazar, una doctrina impulsada por la agenda de los hombres.

Entonces, ¿qué fue lo que el sacrificio del Mesías trajo a la mesa que era diferente de lo que sucedió con los sacrificios de animales? Bueno, al menos Su sacrificio era capaz de expiar las cosas que el sistema de sacrificios no podía. Su sacrificio podía expiar por un asesino. Su sacrificio podía expiar por un idolatra. No existe tal cosa dentro del sistema de sacrificios como un procedimiento ritual para expiar por un asesino o un idolatra; tal persona era simplemente permanentemente “karet” (cortado). Él era ejecutado físicamente y espiritualmente, separado de Dios. Sin embargo, si uno realmente confiesa y se arrepiente y confía en Yeshua, su culpa incluso por asesinato es expiada. Dicho esto, NO se te absuelve de que tomen tu vida física para expiar la culpa de la sangre, ni te escapas de la justicia terrenal; sólo la vida espiritual está asegurada a que continúe.

Además, el sistema de sacrificios Levíticos NO creó un camino por el cual un ser humano pudiera cambiar su naturaleza malvada por una nueva santa. El efecto de esto es que ningún ser humano podría encontrar su camino al Cielo. En cambio, en los tiempos del Antiguo Testamento, si moría en un estado justo, bajo las leyes de la Torá, entonces su alma o espíritu fue a un lugar que la Biblia llama el Seno de Abraham. El seno de Abraham NO era el cielo, porque ningún hombre que no haya tenido su naturaleza intercambiada por una nueva y santa puede ser lo suficientemente puro como para entrar al Cielo. Es cierto que los sacrificios de ‘Ola y Minchah se ocupaban de la naturaleza pecaminosa de los hombres hasta el punto de que el sacrificio permitía a un hombre estar en comunicación con Dios y en paz con Él. PERO estos realmente NO limpiaban la naturaleza impura del hombre. El sacrificio de Cristo allanó el camino para que el espíritu pecaminoso natural de un hombre (su naturaleza) fuera intercambiado por un Espíritu Santo (una naturaleza nueva y santa). Con esta nueva naturaleza santa nosotros PODEMOS estar ante Dios en Su Cielo.

Y, por supuesto, bajo el sistema de sacrificios Levíticos había necesariamente sacrificio tras sacrificio.

Cada nuevo día requería sacrificios nuevos para la nación de Israel, y cada nuevo incidente de un pecado requería un ritual expiatorio adicional. Sin embargo, sólo hubo UN solo sacrificio por parte de Yeshua (de Sí mismo) que satisfizo una multitud de sacrificios dentro del sistema de sacrificios. ADEMÁS, Su sacrificio actuó de una manera que no se necesitan sacrificios adicionales en caso de que vuelvas a pecar.

Por último, Su sacrificio podía (en general) expiar los pecados intencionales de alto rango, mientras que el sistema de sacrificios no tenía tal disposición. Les recuerdo a aquellos que han escuchado esto de mí antes que la palabra “involuntario” como se refiere a los pecados no intencionales no es precisamente en todos sus aspectos lo mismo que la forma en que pensamos (en el vocabulario moderno) del término no intencional; es similar, pero hay diferencias sutiles pero importantes.

Esas fueron las principales diferencias entre lo que hizo el sacrificio de Yeshua en contraste con el sacrificio de toros y ovejas. Pero la integridad del perdón de Dios fue la misma en ambos casos.

Ahora volvamos a otros aspectos de la culpa de sangre. Espero que estés empezando a recibir una mejor imagen de lo que significa la sangre y lo que la culpa de la sangre significa y lo grave que es. Cuando yo dirijo la Comunión, los que hayan estado presentes saben que siempre leo un versículo que Pablo pronunció en 1 Corintios; y este versículo trata precisamente de lo que hemos estado discutiendo: la culpa de sangre.

LBLA 1 Corintios 11:27De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, examínese cada uno[l] a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa.

Observen que un hombre será culpable de la sangre de Cristo si participa en lo que hemos llegado a llamar “Comunión”, si lo hace indignamente. En mi mejor comprensión de lo que significa indigno en este contexto, creo que significa ser a) un incrédulo, y/o b) alguien que puede profesar ser creyente, pero ha caído tan lejos de la unidad con Dios que el sacrificio de Cristo no es eficaz para él.

Hay más que UNA sola excepción en todas las Escrituras que permita el consumo simbólico de sangre (o para el caso, comer simbólicamente de carne humana); y eso es la Comunión. La conexión del tiempo de la Pascua de Jesús de beber vino como símbolo de Su sangre no tiene absolutamente ningún paralelismo en la Biblia. El vino siempre estaba asociado con la alegría, nunca la sangre. El beber sangre realmente o simbólicamente para un hebreo era algo tan horrible y repulsivo que no creo que tenga las palabras para expresarlo. Y esta repugnancia al ingerir sangre fue ordenada y cultivada por Jehová, y se explica en Sus muchas leyes sobre la sangre (varias de las cuales hemos discutido hoy). La gravedad de esta situación en lo que se refiere a comer sangre escapa al cristiano promedio. Hay una historia fascinante en el Evangelio de Juan que podría, ahora, tener más sentido para ustedes. Vayan a sus Biblias a Juan 6:49 – 69.

LEER JUAN 6:49-69

En el versículo 61, después de que Yeshua haya pronunciado la necesidad absoluta de comer Su carne y beber Su sangre, hace una pregunta retórica mientras observa a muchos de Sus seguidores alejarse de Él (en disgusto podría agregar). Su pregunta es: “¿Acaso esto te ofende?” ¿A qué “esto” Él se refiere? ¡Por supuesto, que fue este mensaje de comer Su sangre lo que causó repugnancia absoluta entre incluso aquellos que se habían dedicado a Él! Y luego Él continúa diciendo que estas palabras son “en espíritu”, indicando lo que todos sabemos intrínsecamente, que es que de NINGUNA MANERA Él estaba hablando de comer carne y beber sangre literal y físicamente; era simbólico de una decisión espiritual llegar a la unidad completa con Él.

Mucho después de que Cristo muriera, Pablo advierte en 1 Corintios que los que son indignos no deben beber de la sangre de Yeshua (tomar la Comunión) o de lo contrario esa persona tendrá la culpa de la sangre. ¿Y cuál es la pena por la culpa de sangre? Si se conoce al perpetrador, su vida debe ser tomada. Una regla central de sangre en el sistema de justicia de Dios, es que cuando se derrama sangre inocente, la sangre de los culpables es requerida por Dios como pago, sin excepciones y sin sustitución. Y esta sangre requerida de los culpables NO es la sangre de la expiación; es la sangre de la retribución. Es la sangre de la deuda con Dios.

Quiero terminar esta lección señalando algunos principios adicionales de la culpa de la sangre. Y la razón por señalar esto es como un desafío para todos nosotros. Vivimos en una tierra tan contaminada por la culpa de la sangre que nuestro futuro nacional es completamente predecible: la destrucción junto con el resto del mundo. ¿Cómo podríamos nosotros, una supuesta nación cristiana, merecer la culpa de la sangre y dónde está nuestra culpa de sangre? En nuestra negativa a quitarla la vida de los asesinos y en su lugar decir que es mejor simplemente encarcelarlos hasta que mueran al final de una vida relativamente normal. Gran parte de la iglesia (y gran parte del judaísmo) llama a esto misericordia humanitaria. Recientemente hemos tenido ese horrible caso de un terrorista musulmán no arrepentido que planeó y ejecutó el bombardeo del avión que explotó sobre Lockerbie, Escocia, matando a casi 300 personas, siendo liberado de prisión por “razones humanitarias”. No sólo su vida no fue tomada por esta masacre, fue liberado simplemente porque estaba enfermo (basado en alguna macabra y secular filosofía humanista de misericordia y perdón). Pero Dios dice que tal cosa es una negativa a obedecer Sus mandamientos. El asesinato trae sangre a la tierra y a la comunidad, no sólo al criminal. La única manera de que esa culpa sangrienta sea absuelta es por medio de quitarle la vida al asesino. Esa es la ley de Dios. Ahora nuestra propia nación se ha negado a hacer esto en muchos estados, durante décadas. Incluso estados que TIENEN la pena de muerte han encontrado innumerables razones para salvar la vida de un asesino premeditado. Todos vivimos hoy en una tierra empapada de sangre, y el Señor actuará.

Una vez más, sólo hay UN método prescrito para tratar con la culpa de la sangre; ejecutar al perpetrador DE LO CONTRARIO toda la comunidad lleva la culpa junto con él.

Una pregunta que cualquier cristiano que ha sido salvo por años ya debería haberse hecho a sí mismo es: ‘¿Por qué la próxima batalla de Armagedón, dirigida por nuestro Salvador, es tan sangrienta y sin misericordia?’ como puedes ver Armagedón es una Guerra Santa de aniquilación completa y absoluta. En muchos sentidos, es muy similar a la inundación de Noé, donde las ÚNICAS personas salvadas eran las de esa arca. Los únicos sobrevivientes de la Guerra de Armagedón en todo el mundo serán aquellos que profesaron a Yeshua ANTES de que comience la batalla. Aquellos que tratan de convertirse durante la batalla reciben el mismo tratamiento que los que no lo hacen: la destrucción.

Cristo es llamado el Vengador de Sangre en la Batalla de Armagedón. ¿Entiendes ahora lo que significa ese término? El Señor ha declarado al mundo entero culpable de culpa de sangre. Nosotros en esta sala somos culpables de sangre porque (entre otras cosas) somos parte de una nación que no sólo no enjuicia a los médicos abortistas, sino que también lo hace legal y lo pronuncia bien. En esta sala somos culpables de sangre porque en nuestra nación tenemos asesinos convictos que no están teniendo sus vidas tomadas para absolver nuestra culpabilidad de la sangre, y en cambio simplemente están cumpliendo largas penas de prisión; por lo tanto, ya que no haremos lo que se requiere para eliminar la culpa de sangre, el Señor está enviando a Su Vengador de Sangre, Yeshua HaMashiach, para hacer lo que la ley siempre ha sido: la sangre de los culpables es necesaria para derramar la sangre de los inocentes. Y una comunidad o sociedad que se niega a tomar la justicia de Dios sobre los culpables de sangre, es culpable por el hecho de ser miembro.

Permítanme señalar que no se trata ni de una llamada ni de una excusa para el vigilantismo. Tenemos un sistema de justicia, y tenemos que trabajar duro para cambiarlo. Pero también señala una de las principales razones por las que necesitamos estudiar la Palabra de Dios a fondo, y también apresurarnos a aceptar lo que Jesucristo ha hecho por nosotros. Aquellos de nosotros que debemos cargar el precio de nuestra sangre lo tenemos pagado por el Mesías. Pero eso sólo se aplica a aquellos que realmente CONFÍAN en quién Él es y lo que Él ha hecho.

La próxima semana continuaremos en Deuteronomio 21 en lo que se refiere a las familias y el botín humano de la Guerra Santa.

Deuteronomio Lección 25 Capítulo 20

Deuteronomio

Lección 25 – Capítulo 20

Comenzamos Deuteronomio capítulo 20 la semana pasada, pero terminamos en el versículo 9. La lección de esta noche es una de las más difíciles porque el tema más dominante es la Guerra Santa y espero que entiendan que la Guerra Santa es una guerra iniciada por Dios por orden directa y es supervisada y FINALIZADA por Dios por Su orden directa. La lucha de las innumerables otras guerras durante nuestras vidas y los milenios anteriores a nuestra era, puede haber tenido buenas y justas causas y muchas fueron combatidas usando el santo nombre de Dios como un supuesto pretexto. Pero como hemos discutido en numerosas ocasiones, el hombre no tiene autoridad para declarar nada como “santo” sin importar cuán “divino” o justo pensemos que es.

El Señor tiene el derecho exclusivo de declarar lo que es santo y lo que es común o inmundo. Que esté claro que muchas guerras se libran en nombre de la religión, pero eso no es una guerra santa. Por lo tanto, hay reglas especiales que se aplican a la Guerra Santa y que está en el corazón de lo que estamos estudiando hoy.

Puede que no lo parezca a primera vista, pero las palabras del capítulo 20 (especialmente los versículos 10 hasta el final que estamos a punto de encontrar) tienen efectos de largo alcance. Hay libros enteros que han sido escrito en solo estos 11 versículos, su impacto es uno muy profundo para la comprensión del libro de Josué en particular y también casi toda la historia registrada y no registrada de Israel en la Tierra Prometida.

Recientemente se presenta un nuevo reino de entendimiento teológico basado en los protocolos ordenados por Dios de la Guerra Santa. Y este reino es lo que se ha llegado a llamar “guerra espiritual”, de los cuales se han escrito muchos libros (algunos buenos, algunos tan fantasiosos y llenos de brujería que pueden ser peligrosos). Aunque la guerra parece ser un esfuerzo estrictamente humano (el resultado de enormes fracasos humanos, en realidad) en la Biblia nosotros incluso leemos de la guerra en el cielo. Por lo tanto, no cabe duda de que la guerra entre los hombres (al menos la guerra santa) tiene un componente espiritual definido y discernible; y, de hecho, además de la guerra humana, también hay una especie de guerra en el mundo espiritual que se LIMITA al mundo de los espíritus. Pero el tema de la guerra espiritual como se discute en nuestra era moderna se encuentra en algún lugar entre estos dos extremos; la guerra espiritual es una extraña mezcla entre lo humano y lo espiritual.

Mientras que en la Guerra Santa para conquistar Canaán nosotros vemos hombres luchando contra hombres, tras bastidores Jehová estaba operando y orquestando de tal manera que el resultado estaba predeterminado; por lo que a veces cosas sobrenaturales ocurrieron para así asegurar la victoria para Israel (como cuando los muros de Jericó cayeron). Estrictamente hablando esto no era una guerra espiritual; más bien la guerra espiritual que algunos en la iglesia moderna están reconociendo ahora como algo que aparentemente está destinado a nuestra era a experimentar, es sobre los seres humanos de carne y sangre (Creyentes en Mesías) entrando en confrontación directa con seres espirituales malignos.

Ahora bien, no sé si hablaremos en detalle alguna vez sobre la guerra espiritual en la clase de la Torá; si el Señor lo dirige, ciertamente lo haremos.

Sólo traigo esto a colación porque la forma en que la guerra espiritual debe ser procesada se basa principalmente en lo que estamos a punto de estudiar. En otras palabras, el concepto de la guerra como paradigma que Dios utiliza para lograr Su objetivo final de “paz en la tierra y buena voluntad entre todos los hombres” comienza aquí en Deuteronomio, donde el tema es la Guerra Santa.

A lo largo de la Biblia encontramos reyes, profetas e incluso escritores del Nuevo Testamento que usan metáforas e ilustraciones de la guerra para ayudar a explicar lo que Dios está haciendo, lo que Israel debe hacer en respuesta, y cuál es la misión de Cristo y, por lo tanto, cuáles son nuestros deberes como Sus seguidores. Pablo en Efesios y Corintios utilizó metáforas de la guerra para motivar a los seguidores de Yeshua a vivir y a obedecer la Palabra de Dios: “…….ponerse toda la armadura de Dios…..usar el casco de la Salvación…….con la espada del Espíritu……… ser compañeros soldados con Cristo nuestro líder guerrero en una batalla contra el mal……”

La guerra iba a ser la forma en que el Señor trajo a toda la humanidad bajo sumisión a Él, pero no necesariamente guerra como el hombre piensa de la misma, ni practicada como el hombre la practica hoy en día. La guerra SANTA es una confrontación contra el mal que ha sido autorizada por Dios y todas las demás guerras no son guerra santa. La mayoría de las guerras que vemos en la Biblia representan guerras no autorizadas. Esas guerras tenían que ver con las agendas de los hombres y su desinterés por seguir las leyes y los mandamientos de Dios en Espíritu y en verdad.

J. Maxwell dijo esto sobre la guerra con el fin de ayudarnos a entender que, si bien la guerra santa era en realidad un instrumento de traer la política divina, la guerra misma (guerra común según lo determinado por los hombres) NO lleva consigo el sello de la aprobación de Dios: “Incluso en el AT, a David se le niega el privilegio de construir el Templo porque sus manos están manchadas de sangre. Una de las características del próximo Reino Mesiánico es la abolición de la guerra. El que nuestra sociedad hoy en día todavía recurra a la guerra, no demuestra nada excepto que los hombres son terriblemente resistentes a la gracia de Dios…”

Las guerras de conquista del rey David no eran necesariamente guerras sagradas. Y cuando eran Guerras Sagradas hasta cierto punto, el NO siempre las procesó dentro de los estrictos límites de las leyes de Dios concernientes a la Guerra Santa. Un Guerrero Santo haciendo cosas a la manera de Dios no tiene que vivir con la culpa de la sangre sobre su cabeza; David llevo la culpa de la sangre por la única razón que muchas de sus decisiones eran carnales y egoístas en su naturaleza y la sangre que derramaba era a veces por razones personales y gloria; y pagó un precio muy alto por esto.

El que el Reino Mesiánico (el reinado de 1000 años del Mesías) no padecerá ninguna guerra es cierto. Sin embargo (como es la ironía que ya he dicho antes) es la batalla en Armagedón, la guerra para poner fin a todas las guerras, que nos impulsará a la era en la que no habrá más guerra. ¿Por qué? Porque esto es La Guerra Santa, y Yeshua la llevará a cabo como Josué debió haberlo hecho; todos los enemigos de Dios serán llevados a la destrucción y así (al menos por un tiempo) la iniquidad en la tierra dejará de existir.

Permítanme darles algo para pensar en otro tema difícil y controversial y luego leeremos el resto de Deuteronomio 20: el sábado pasado por la noche discutimos el propósito, la intención y el contexto para el principio de la Torá de “ojo por ojo, diente por diente”. Y dije que este era un principio destinado a ser utilizado como base para el sistema de justicia civil y penal de Dios; no era un principio de vida para ser utilizado en las relaciones personales. Tenemos una tendencia en el mundo del judeo-cristianismo a mezclar esas instrucciones divinas destinadas a su uso en el contexto jurídico con las utilizadas dentro de las relaciones interpersonales. Y mencioné que el Mesías habló extensamente sobre la diferencia entre las dos.

Dado que la guerra santa implica mucha destrucción de animales, propiedades y vida humana, entonces aquí hay otro principio de la Torá que debe ser llevado de nuevo al contexto adecuado. Las reglas de compromiso de la Guerra Santa demuestran intolerancia absoluta y falta de misericordia hacia aquellos a quienes el Señor ha marcado para la destrucción. Entonces, ¿cómo cuadramos ese principio de Dios con una de las amonestaciones más famosas de Cristo de “amar a tus enemigos”?

Les diré inmediatamente que una respuesta común a ese dilema es la siguiente: el dios del AT es diferente al dios del nuevo. El dios, cuya naturaleza nunca cambia, cambió.

Busque en sus Biblias a Mateo 5:38.

LEER MATEO 5:38 hasta el final

Fíjate con mucho cuidado el contexto en el que Yeshua pronunció Sus palabras para “amar a tus enemigos”. Se dice en el contexto de estar sobre y en contra de ” ojo por ojo, y diente por diente” porque ojo por ojo era todo acerca de la proporcionalidad adecuada en el sistema de justicia legal. Cuando Jesús habló de amar a sus enemigos, NO se trataba de la reversión del aspecto legal del sistema de justicia de Dios, sino de las relaciones personales. “Tus enemigos” son esos conocidos o parientes o cualquier persona que tenga algo en tu contra (por una buena razón o no); no se refiere a un ladrón que podría venir y cometer el delito de robo en tu contra. Tus enemigos (en este contexto) también se refieren a aquellos que tienen autoridad sobre ti, o a alguien que podría estar cerca de ti que te trata injustamente, te insulta, te ofende y hiere tus sentimientos; esto no se refiere a alguien que tomó un cuchillo y mató a tu hijo en un acto de violencia. Ser abofeteado en la mejilla y tu poner la otra tiene que ver todo con ser injustamente reprendido o tratado injustamente y tu negarte a vengarte y hacer lo mismo de vuelta. Abofetear a alguien en la mejilla era un modismo hebreo por humillar a alguien; no se trata de asalto y agresión. En el Oriente Medio humillar a alguien era la causa para que ellos perdieran la cara, por lo que era habitual esa venganza (incluso hasta el punto de las disputas de sangre y el asesinato). Así que no se trata de la comisión de un crimen como mover un marcador de límites con la esperanza de robar tierra. En un caso hay un sistema de justicia establecido para hacer frente a esas violaciones civiles y penales en contra de ti, y en la otra (ama a tus enemigos) estos son asuntos personales que se le deja a USTED para que los trate a un a nivel personal.

Como puedes ver hay un enorme abismo entre los enemigos de Dios, y NUESTROS enemigos. Cristo nos dice que amemos a NUESTROS enemigos; NUNCA nos dice que amemos a los enemigos de Dios.

Para nosotros amar a los enemigos de Dios es disolver cualquier unión con Dios. Nunca debemos aceptar lo que Dios rechaza. ¿Cómo podemos amar lo que Dios odia y luego llamarle a eso unidad? Por el contrario, aunque no tengamos nada personalmente en contra de los enemigos de Dios, NO debemos aceptarlos. Debemos rechazarlos tal como lo hace Dios. Ahora, permítanme ser claro: alguien que va a una congregación diferente a la de usted, y se adhiere a algún conjunto diferente de doctrinas, probablemente NO es el enemigo de Dios. Alguien que usted podría ver como una persona realmente mala debido a su inmoralidad no es necesariamente el enemigo de Dios. Dios define a Sus enemigos como aquellos que están en total rebelión contra Él hasta el punto que nunca serán elegibles para la redención; son aquellos a quienes ha marcado para la destrucción debido a su decidida inclinación en contra de Él, y que en cambio están con el Maligno. La mayoría de las veces tal vez no seamos capaces de discernir cuál es cuál desde un punto de vista terrenal, por lo que tenemos que ser muy cuidadosos en la forma en que elegimos. Y tenemos que errar en el lado del amor y la misericordia. Si alguna vez se necesita la guía de la Torá y el Espíritu en nuestra vida, es con este problema.

También entiende que desde una perspectiva Bíblica (y yo he cubierto esto detalladamente en lecciones pasadas) el ODIAR a alguien NO trata tanto sobre una enorme aversión emocional bordeando en el homicidio como tendemos a pensar en ello. Esto significa mucho más rechazar a fondo algo o alguien, o en algunos casos rechazar lo que esa persona cree o representa. El amor, por el contrario, es aceptar de todo corazón, en lugar de simplemente gustar a una persona en un nivel profundamente emocional (y por favor, no crean que estoy diciendo que la emoción no es parte de la ecuación, si lo es…… es mucho menos de lo que normalmente le atribuimos, por lo que hacemos del amor y el odio casi puramente emocional). Una persona que es “odiada” por Dios es rechazada por Dios. Una persona que es amada por Dios es aceptada por Dios. Y ese es el sentido del odio (y del amor) que necesitamos comprender al leer las Sagradas Escrituras, y es el sentido que (como creyentes) nosotros necesitamos emular.

Vamos a leer el restante de Deuteronomio 20.

LEER DEUTERONOMIO 20: 10 hasta el final

Este es un capítulo muy difícil. El mismo ha llevado a todo tipo de doctrinas y disculpas y racionalizaciones y malentendidos entre los creyentes. Es por eso que quería prepararte (al menos en menor grado) antes de continuar para asi poder obtener cierta perspectiva. Y, aquí hay un poco más de perspectiva.

Nosotros no tenemos que ponernos muy viejos antes de mirar hacia atrás nuestras vidas y ver que hubo oportunidades de oro para hacer algo importante, valioso y duradero, pero se perdieron. Y a menudo esa oportunidad nunca surge de la misma manera impactante. La razón es generalmente que se ha encontrado una encrucijada en el camino de la vida, y un camino nos pone en una pista, y el otro camino nos pone en una pista diferente.

Además, en un nivel superior, a medida que las sociedades evolucionan y cambian algunas prácticas y costumbres se perciben como antiguas y anticuadas y (excepto en los casos más extremos) son expulsadas para no volver a ser vistas.

Por lo tanto, lo que era posible en un momento de la historia (digamos, hace 300 años) ya no es posible hoy en día. La tecnología y la civilización han seguido hacía adelante.

Por ejemplo, ¿qué habría pasado a finales de los años 1930 si el mundo no hubiera decidido meter nuestras cabezas colectivas en la arena e ignorar lo que Hitler estaba haciendo en Europa? ¿Qué pasaría si hiciéramos lo que tantos líderes militares y líderes mundiales SABÍAN que nosotros debíamos hacer, pero no había ninguna voluntad política PARA hacerlo? Para empezar, la mitad de la población judía del mundo no habría sido asesinada. Cien millones de vidas humanas de decenas de naciones probablemente se habrían salvado, si SOLO hubiéramos aprovechado la oportunidad para detener a un loco antes de que se volviera tan poderoso que el precio de poner fin a su reinado de terror, sería una guerra mundial.

El mundo es un lugar diferente ahora (y no mejor me gustaría añadir), y no hay vuelta atrás. La oportunidad se perdió.

Bueno, Josué e Israel estaban a punto de recibir la oportunidad de exterminar una iniquidad inimaginable. Habría significado una destrucción a gran escala de los seres humanos hecha de una manera que consideramos tan bárbara y despiadada que es casi inconcebible. Sin embargo, el mundo de esa época operaba precisamente de una manera que la guerra de ese tipo era la norma, no la excepción… Era horrible, pero era habitual. Todo el mundo entendía las reglas de las sociedades tribales y la guerra constante, cómo iban y venían las naciones, y que la gente que moría en masa no era algo anormal. Los israelitas no sólo podrían haber expulsado a los no deseados de Canaán, sino que podrían haber destruido a los enemigos de Dios, el cual Dios instruyó a Israel a destruir si así lo deseaban; pero en su lugar optaron por ir por otro camino. Permitieron que los enemigos de Dios permanecieran y descubrieron el camino difícil de que, si eres amigo de Dios, entonces eventualmente los enemigos de Dios se convertirán en tus enemigos también (te guste o no).

Veamos si puedes ir a través de esta sección de Deuteronomio, con los ojos bien abiertos y listos para aceptar lo que Dios nos está enseñando sin juzgarlo. Primero, en el versículo 10 para que Israel ofrezca a una ciudad “paz” antes de atacar significa que le ofrecen términos favorables de rendición. No se trata de convertirlos en amigos. A esa ciudad se le da la oportunidad de simplemente abrir sus puertas al ejército de Israel y someterse. Ah, pero significa aún más. También significa intrínsecamente que el liderazgo de esa ciudad acepta formar parte de la comunidad de Israel. El NIVEL de cómo se integrarán en Israel depende de si están satisfechos de ser extranjeros residentes (parte de Israel, que viven en Israel y están sujetos a las leyes de Israel), pero NO se convierten en israelitas oficiales. Los extranjeros residentes son aquellos que desean conservar su identidad extranjera mientras que al mismo tiempo viven dentro de la comunidad de Dios. El otro extremo es que cualquier persona, incluyendo los mencionados en los versículos 10-15, que desea convertirse en un israelita (rechazar a sus propios dioses, su propia herencia, y tener una ceremonia de circuncisión) puede hacerlo libremente. Y al igual que en la sociedad de hoy, en ese entonces había sombras de gris entre estos dos extremos y esto determinaría su estatus preciso en la comunidad israelita.

Esas ciudades y aldeas que se rindieron cuando el ejército de Israel se acercó debían ser perdonadas.

Sin embargo, entonces se convertirían en un vasallo para Israel en el sentido de que (como extranjeros residentes) podrían ser obligados a trabajar en nombre de Israel y rendir tributo a Israel. Esto era en realidad términos normales y habituales de rendición a una fuerza más poderosa en esos días, aunque en la mayoría de los casos encontraríamos ese comportamiento inaceptable hoy en dia. Y no vamos a necesariamente concebir horribles bandas de gangas vistas por un cruel amo y gente medio hambrienta con los ojos hundidos, usando trapos y apenas sobreviviendo cuando piensas en esos extranjeros residentes como “trabajo forzado”. La Ley de Moisés va en detalle para exigir un trato humano a los esclavos y para dar derechos a los siervos. La misma es principalmente que el gobierno de Israel podría llamarlos de vez en cuando para hacer el trabajo y no tenían otra opción. Sin duda, algunos de los que se rindieron fueron entregados a familias individuales como sirvientes, dependiendo de las circunstancias.

El versículo 12 dice qué hacer si ese pueblo o ciudad se niega a rendirse y en su lugar decide luchar contra el ejército de Israel: esa ciudad debe ser puesta bajo asedio y luego cuando la ciudad cae, cada residente masculino debe ser ejecutado y todas las mujeres y “pequeños”, junto con el ganado y todas las posesiones de la gente, deben ser tomados como botín de guerra. Bastante duro; pero está a punto de empeorar aún más.

Tenemos que entender un par de puntos importantes; primero, cuando se refiere a todos los varones siendo ejecutados esto significa todos los varones ADULTOS. Esto generalmente se refiere a los hombres de 20 años de edad en adelante, aunque en este caso probablemente incluye a los hombres en su adolescencia porque la mayoría de las sociedades de Oriente Medio reclutaban a los hombres para sus milicias a los 16 o 17 años. El término “pequeños” (que deben ser perdonados) significa TODOS los niños, féminas y varones. Así que a los hebreos no se les ordenó exterminar a niños varones. En segundo lugar, cada pueblo y aldea tenía otra opción que (aunque desagradable para estar seguro) siempre estaba disponible para ellos: simplemente ellos podían empacar y salir antes de que Israel los atacara. En otras palabras, el pueblo de Canaán sabía muy bien lo que Israel estaba tramando, y estaban conscientes de ello cuando el ejército de Israel se acercaba a donde vivían, y sabían qué esperar cuando llegaran. Así que hubo mucho tiempo para mudarse de la Tierra de Canaán y comenzar una nueva vida en otro lugar con la única consecuencia de ser una pérdida de su tierra y probablemente un montón de dolor e interrupción.

El interés principal del Señor era vaciar la Tierra (Su tierra separada) de un pueblo inicuo que quería sacar para establecer allí el Reino de Dios. No hay instrucción de perseguir a aquellos que no pelearon, sino que simplemente huyeron ante los ejércitos de Israel o para matar a aquellos que se rindieron sin antes hacer la guerra.

El versículo 15 deja claro a CUÁLES pueblos y ciudades este trato en particular que he descrito se refiere: es para las ciudades y los pueblos que están distantes de la tierra que Dios está dando a Israel. Así que en general esto NO trata con esos lugares dentro de los límites de lo que se entendía ser Canaán, la tierra de la herencia de Israel (la Tierra Prometida). Estos pueblos y ciudades particulares estaban fuera de la Tierra de Canaán (en el Trans-Jordania, por ejemplo) y por lo tanto se les dio un conjunto diferente de opciones que para los habitantes de Canaán.

Por el contrario, las instrucciones bastante misericordiosas de los versículos 10-15 no estaban disponibles para aquellos que Deuteronomio 20 discute a continuación. Y estos se describen como “los pueblos de estas personas”. En un sentido general, “estas personas” son todos cananeos. Más en detalle hay un grupo de 7 naciones que Dios quiere erradicar. A diferencia del tema de los versículos anteriores, a estos cananeos no se les debe dejar vivir; ni varones, ni mujeres, niños, ni siquiera animales que han cultivado. AQUÍ es donde todo comienza a ponerse delicado.

Hay un grupo de 7 naciones que el Señor dice que son tan malvadas que no quiere que las expulsen, sino que las quiere muertas. Estas naciones son los hititas, emoritas, cananeos, perrizitas, jebusitas, girgashitas y amoritas. Por favor, ten en cuenta lo que acabo de decirle porque puede llegar a ser confuso. El término “Canaanitas” es a la vez un nombre general para cualquier persona que vive en la Tierra de Canaán, pero más técnicamente es una tribu o nación de descendientes directos del nieto de Noé Canaán por lo que desde un punto de vista genealógico y tribal ellos no están necesariamente relacionados con aquellas otras 6 naciones enumeradas. Este es el problema con las 7 naciones que representan a la mayoría de los habitantes de la Tierra de Canaán: adoran a dioses falsos, tienen prácticas abominables y se oponen firmemente a Jehová. Además, representan un grave peligro espiritual para Israel porque Israel está seguro de adoptar algunas de sus prácticas inicuas si se permite a estas personas paganas sobrevivir y mezclarse con la gente separada de Dios.

En otras palabras, estas diversas tribus cananeas representarían una mala influencia en los hebreos, que era un requisito incondicional de Dios para Israel aniquilar a estas personas sin tener piedad alguna. Es interesante notar (para que no tengamos la idea equivocada) que el verdadero problema NO era el sistema de creencias de los cananeos; más bien fueron sus prácticas rituales abominables que Dios tanto detestó. El que todas estas 7 naciones adoraran a los cuerpos astronómicos como sus dioses y diosas no se contaba en contra de ellos como necesariamente fatal porque en Deuteronomio 4 (y más tarde en el capítulo 32) nosotros vimos que Dios realmente ASIGNABA la adoración a las estrellas, la luna y el sol a ellos. Más bien el problema era la perversión sexual, el sacrificio de los niños humanos, el consumo de sangre y todas las demás formas de CONDUCTA infecciosa que el Señor no podía tolerar que existieran cerca de Su pueblo apartado.

Dado que la Guerra Santa TENÍA que ser hecha sobre estas 7 naciones que vivían dentro de la Tierra de Canaán y su destrucción iba a ser definitiva e inequívoca, Dios hizo algunas otras reglas para tratar asuntos que naturalmente ocurrirían en el proceso. Una regla se refería a cómo tratar los árboles que crecían fuera de las paredes de la ciudad amurallada cananea.

La guerra de asedio fue el método estándar para atacar ciudades amuralladas en esa época. La idea era que el ejército invasor rodearía la ciudad, cortaría los suministros de alimentos y tal vez su fuente de agua, y luego simplemente esperaría a que el hambre y la deshidratación hicieran su trabajo sobre los habitantes. Algunas ciudades tenían suficientes medios para construir las murallas de la ciudad alrededor de su suministro de agua para protegerla, y también para construir almacenes suficientes para tener un suministro sustancial de alimentos para los habitantes.

Así que la guerra de asedio podría ser un proceso MUY largo que ató al ejército atacante durante meses. Por lo que para acelerarlo varios métodos de atacar las formidables paredes de piedra fueron desarrollados.

Cuando pensamos en un asedio a menudo imaginamos a los romanos y sus altas torres sobre ruedas y sus catapultas y arietes con cubiertas protectoras y así sucesivamente; pero eso es un desarrollo mucho más tarde. La guerra de asedio anterior involucró dispositivos tan simples como escaleras para llevar a los soldados a la cima de las paredes. O podrían construir un fuego en la base de la pared, especialmente si la pared estaba hecha de bloques de piedra caliza porque la humedad atrapada dentro de la piedra caliza se convertiría en vapor debido al calor del fuego, y literalmente la roca explotaba, creando así un camino para el invasor entrara.

Invariablemente, un asedio implicaba el uso táctico de la madera para hacer las escaleras y avivar los incendios. El Señor le ordena a Israel que NO deben usar árboles frutales para asedio, porque esos árboles proporcionan alimento comestible y desafiaría el sentido común a destruir árboles frutales que pronto serán muy valiosos para Israel una vez que el enemigo sea sacado. Más bien deben utilizar SOLAMENTE los árboles que no son frutales para sus implementos de guerra de asedio.

Ahora, Israel no era estúpido y comprendieron bien el valor de los árboles frutales. Entonces, ¿por qué pensó Dios que tenía que decirles que no destruyeran sus propios recursos alimenticios, por así decirlo, evitando la destrucción de esos árboles frutales? Fue porque Israel estaba operando bajo la ley de herem. No te confundas: estoy diciendo herem NO harem. Herem literalmente se traduce como “prohibición”, mientras que un harén es una unidad social que consiste en un grupo de esposas y concubinas y sus hijos que pertenecen a un rey o soberano.

La Ley de Herem no es totalmente exclusiva de Israel. La meta para Israel, sin embargo, es que se trata de una Guerra Santa, y Dios es el Santo Comandante General de Israel, entonces todos los botines de la Guerra Santa le pertenecen a Él. Él decidirá lo que se debe hacer con el botín. Y como Dios no es un hombre que necesita oro o plata o exquisitas joyas, o tela hermosa, o alimentos suntuosos, o esclavos para hacer Su voluntad, entonces el único medio para dejar de lado estos artículos como solo de Dios, es hacerlos no disponibles para su uso por cualquier otra persona. Ya que están puestos a un lado para el Señor, estos objetos se consideran santos y, por lo tanto, ningún hombre puede participar en lo que es santo para Dios. Por lo tanto, todas estas cosas fueron destruidas porque pertenecían a Jehová.

Ahora podemos mirar este principio y rascarnos la cabeza y estar terriblemente molestos por el mismo. Pero esta es la ley de Dios. No dejes que te preocupe demasiado que no te haya gustado algo de lo que oíste hoy. A la mayoría de los eruditos cristianos tampoco les gusta, y hace mucho tiempo los sabios judíos y los rabinos encontraron que estas instrucciones estaban en conflicto con sus propias sensibilidades, por lo que comenzaron a escribir comentarios que tergiversaban el significado directo de lo que se ha dicho.

Tanto los eruditos cristianos como los rabinos judíos han encontrado estas leyes y mandatos sobre la Guerra Santa tan intolerantes, tan carentes de misericordia, tan duras y severas que parecía entrar en conflicto con sus (y nuestras) opiniones sobre el arrepentimiento y la esperanza expresada de que algún día todos vuelvan al Señor. En efecto, las doctrinas cristianas modernas y la Halakah judía han utilizado la interpretación y la alegoría para modificar y atenuar estos mandamientos de la Guerra Santa en deferencia a otros principios, más valorados y preferidos hechos por el hombre.

Tengo un amigo que a menudo me recuerda que preferiría no discutir asuntos del AT porque, a pesar de ser un creyente, la sangre derramada y la matanza y la crueldad atribuida a Dios lo hace terriblemente incómodo. Como muchos de mis amigos cristianos, el ÚNICO aspecto de Dios en el que realmente quieren pensar es el amor de Dios. He declarado muchas veces que esto no sólo es peligroso para nosotros, sino que también da una bofetada de idolatría cuando pensamos así, porque estamos dándole forma a Dios a nuestra imagen cuando hacemos eso. Dios tiene múltiples aspectos a Su naturaleza y cuando guardamos a los que nos gustan y eliminamos los que no, ahora estamos redefiniendo al Dios Todopoderoso. ¿Cómo puede existir la justicia si no hay límites y no hay consecuencias para violar esos límites? Negar el juicio y la ira de Dios como aspectos necesarios de Su naturaleza, es negar Su soberanía sobre nosotros, Sus criaturas creadas.

Esta es la cosa de la que podemos perder la pista: en un futuro muy cercano, la guerra más horrible que jamás haya caído en la humanidad ocurrirá. Será una guerra que la mayoría de los evangélicos pretenden esperar: la Guerra del Armagedón. En esa guerra todos los que afirman a Yeshua como Salvador sobrevivirán y todos los demás serán destruidos. Sin piedad. Sin excepciones. Ya el Señor ha identificado a los no creyentes como Sus enemigos, pero en Su misericordia ha determinado que algunos de ellos se arrepentirán y confiarán en Él, por lo que Él ha retenido el juicio final por un tiempo. Pero en la batalla de Armagedón ese tiempo ha pasado. No importa si millones de personas lanzan sus manos a los Cielos y gritan: “¡Oh, hemos estado tan equivocados! Ahora que veo al Mesías en Su increíble gloria, ¡creo!” Demasiado tarde. Ellos morirán a la separación eterna de Dios conociendo la verdad, pero incapaces de aprovecharse de ella. Una vez que se inicia la guerra santa final, la lista de aquellos que se definen como enemigos de Dios se graba en piedra y se cierra.

La Batalla de Armagedón operará precisamente sobre las reglas de la Guerra Santa como se describe en Deuteronomio 20 y 21, porque al igual que la conquista de Canaán la Batalla de Armagedón es una Guerra Santa iniciada por Dios y dirigida por Dios y será terminada por Dios. Nuestro manso y suave pacifista Mesías Jesús será nuestro líder en la aniquilación no solo de millones, sino de billones. Verás, de la misma manera en que la ley de Herem debe ser llevada a cabo por Israel en Canaán, así también será llevada a cabo por Yeshua y Su ejército de santos y ángeles en Armagedón. El botín de esta guerra, el pueblo, los animales, todo pertenece a Dios, el líder de la guerra, y para que ningún hombre pueda utilizar esos botines deben ser destruidos. Por lo tanto, tal como se ordenó para esas 7 naciones cananeas, así será para todo el mundo de los rebeldes: aniquilación total.

La próxima semana comenzaremos el capítulo 21 de Deuteronomio.

Deuteronomio Lección 24 Capítulos 19 y 20

Deuteronomio

Lección 24 – Capítulos 19 y 20

Nosotros terminamos el capítulo 18 la semana pasada, la cual completa la sección de Deuteronomio que describe los 4 tipos principales de autoridades gubernamentales humanas que Dios ordenó para gobernar sobre Israel: reyes, profetas, jueces y sacerdotes. Al comenzar el capítulo 19 hoy nosotros entramos en una sección de 3 capítulos que tratará asuntos que están bajo el control de estas diversas autoridades gubernamentales.

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El capítulo comienza con las palabras: “ Cuando el Señor tu Dios destruya las naciones cuya tierra el Señor tu Dios te da” Esto me da la oportunidad de recordarles algo que hace tiempo no hemos discutido y es fundamental para nuestra comprensión de Deuteronomio. Lo que este primer versículo está trayendo a la mente es que a pesar de que es el ejército de 600,000 hombres de Israel está a punto de entrar en batalla para conquistar la Tierra de Canaán, esta es en realidad la guerra del Señor. Por lo tanto, mientras que un general de un ejército puede prometer a su pueblo que va a llevar al ejército a la batalla y se encarga de que su enemigo sea derrotado, aquí Jehová asume el papel del que lleva al ejército hebreo a la batalla y dice, “cuando el Señor tu Dios (como líder del ejército) destruya a las naciones…” Es Dios quien está haciendo la guerra, no el pueblo de Israel. Y como un Dios Santo está iniciando esta guerra es por definición una Guerra Santa. Y, como es una Guerra Santa, hay ciertas reglas de guerra santa que Dios establece que son muy diferentes de la guerra humana normal y típica, como la que enfrentamos en la Segunda Guerra Mundial, Korea, Vietnam y ahora Irak.

Pero, ¿qué es la Guerra Santa? En nuestra generación pensamos en una Guerra Santa como algo de 900 años en nuestro pasado (las Cruzadas) o algo de lo que actualmente nos defendemos: Yihad Islámica (Guerra Santa Islámica contra judíos y cristianos). Permítanme asegurarles que ninguno de los dos representa la verdadera Guerra Santa Bíblica. La verdadera Guerra Santa es totalmente Bíblica y la Guerra Santa es lo que Israel está a punto de librar en nombre de Dios a medida que se acercan a la Tierra Prometida dirigida por Moisés y más tarde por su protegido Josué.

Pero permítanme también decirles lo que la Guerra Santa NO es; La Guerra Santa, desde el punto de vista bíblico, no se trata de difundir la religión. No se trata de forzar a los de un sistema de creencias diferente a adoptar el suyo. Uno de los primeros principios de la religión hebrea fue que la sumisión a ella iba a ser completamente voluntaria y por lo tanto el concepto de proselitismo (que se ha vuelto tan central para el cristianismo) no fue practicado por Israel.

Hablaremos de esto un poco más en el momento apropiado, pero por favor comprendan que una Guerra Santa es una guerra que Dios comienza y termina de acuerdo a Su voluntad. Nuestra Guerra de Independencia no fue una Guerra Santa; algunas personas que querían estar libres de un rey lo iniciaron. La Segunda Guerra Mundial no fue una Guerra Santa; los japoneses y los alemanes lo iniciaron y otras naciones respondieron.

Las Cruzadas no eran en realidad una serie de Guerras Sagradas a pesar de que muchos lo llamaban así; algunos Papas católicos y algunos nobles europeos lo iniciaron y simplemente le atribuyeron el nombre de Dios (para asegurarse de que estas ERAN guerras sobre la religión). La Biblia sólo habla de DOS verdaderas Guerras Santas y asumo que estas dos son todas los que habrá en toda la historia: la Guerra Santa para la conquista de Canaán, y la Guerra Santa para el planeta tierra que últimamente ha llegado a ser llamada la Batalla de Armagedón. También entiende que (hasta donde sabemos) los hombres y mujeres de Israel no tenían nada personal en contra de ninguna de las naciones cananeas, y en general no se hablaba de que ninguna de las naciones cananeas tenía nada personal en contra Israel. Hasta este punto, estas naciones no eran antagonistas históricos. Toda la cosa estaba sobre Dios. El Dios de Israel declaró que los residentes de Canaán eran Sus enemigos, y que la tierra que ocupaban era Su tierra que había apartado para la ocupación de Su pueblo escogido, Israel, y era hora de que se la entregara a Israel. Y que Él lograría este objetivo por medio de la guerra si fuera necesario (y así fue). El ejército de Israel no era más que el instrumento terrenal de Dios de ira y destrucción sobre un pueblo, Canaán, que el Señor concluyó que era inicuo y merecedor de aniquilación. Permítanme decirlo de otra manera: Israel no tenía ira u odio inherente hacia los pueblos de Canaán, y Canaán no tenía una ira u odio arremetida hacia el pueblo de Israel; hasta ahora ninguno de los dos había hecho daño o amenazado el otro.

Esta materialización nos lleva ayudarnos a entender tanto la renuencia de Israel a querer ir a la guerra con los diversos pueblos que vivieron en Canaán en primer lugar, como la preferencia de Josué en hacer tratados de paz con las diversas ciudades-estado de Canaán, en lugar de expulsarlos o matarlos si se negaban a aceptar el gobierno de Israel sobre ellos y la prohibición de seguir adorando a sus dioses falsos (como Dios instruyó a Israel a hacer).

Jehová dice que una vez que Su Guerra Santa haya concluido con la victoria y Su pueblo elegido Israel esté viviendo en esas ciudades y pueblos que anteriormente eran cananeos, los líderes de Israel deben apartar a 3 de las ciudades capturadas como ciudades designadas de refugio (también llamadas ciudades de santuario). Aquí hay otro caso de Dios dividiendo, eligiendo y separando (uno de Sus principios divinos fundamentales). Seamos claros: un tiempo atrás Moisés había sido instruido a establecer 3 ciudades de refugio en la región de Transjordania que Israel ahora poseía y de la que Israel lanzaría su ataque a Canaán (el Transjordania es esa tierra en el lado ESTE del río Jordán). Estas 3 ciudades mencionadas aquí en el versículo 2, deben establecerse como las primeras 3 ciudades de santuario ubicadas en la orilla OESTE del río Jordán y deben ser cuidadosamente elegidas para que (como se dice en el versículo 3) cada una sirva alrededor de 1/3 de la Tierra Santa. La idea es que las ciudades santuario estén ubicadas en el centro de tal manera que un hebreo que necesite ir a una de estas ciudades para protegerse no tenga que viajar demasiado lejos y pueda llegar rápidamente antes de que el Vengador de Sangre pueda atraparlo.

Nosotros hemos leído en el pasado que se establecerán 48 ciudades levíticas en los 12 territorios tribales que conforman la confederación israelita; estas 3 ciudades en el lado oeste y las 3 ciudades previamente establecidas en el lado este de Jordania comprenden 6 de las 48 ciudades levíticas previstas. Pero estas 6 ciudades tienen un propósito único; son un lugar donde una persona que ha matado a alguien podría huir y evitar ser asesinado en represalia por los parientes de esa persona muerta.

Estas 6 ciudades eran zonas seguras y el asesino estaría protegido por los levitas que poseían y gobernaban esas ciudades. Pero hubo una advertencia; el asesino tenía que haber matado sin intención de matar. A este tipo de acto lo llamamos homicidio involuntario. El versículo 5 incluso llega a dar un ejemplo definido del tipo de asesino que legítimamente permanece dentro de los muros de una ciudad de refugio; un hombre balancea un hacha para talar un árbol, la cabeza del hacha accidentalmente se suelta y vuela, y un transeúnte inocente es golpeado y asesinado.

Es poco probable que el hombre que giró el hacha reciba comprensión de los familiares del transeúnte inocente mortalmente herido. Era simplemente la cultura tradicional de Oriente Medio de esos días (y en muchas áreas de Oriente Medio todavía es así) que una persona que es responsable de la muerte de otro bajo CUALQUIER circunstancia debe a su vez ser cazada y asesinada por los sobrevivientes del difunto. El no hacerlo era un terrible desprecio a la vida del difunto. El pariente cuyo deber es encontrar y matar al perpetrador se llama vengador de sangre; en hebreo es el go’el, o mejor el goel hadam (el redentor de la sangre). Las 6 ciudades de refugio que el Señor proporcionó a Israel fueron una respuesta para esta costumbre manifiestamente injusta e irrazonable de venganza de sangre por incluso asesinatos accidentales. La idea era que el asesino se postulara inmediatamente a una de las ciudades santuario al matar a alguien; si lo hizo, estaba a salvo. Por lo tanto, discutimos la preocupación de que las 6 ciudades de refugio estén bastante uniformemente esparcidas y accesibles. Sin embargo, si el vengador de sangre atrapó al asesino antes de llegar a un santuario seguro, era perfectamente legal que ese vengador de sangre lo matara. Sí, es un hecho interesante que si bien encontramos una ley que le da al asesino involuntario un refugio seguro, NO encontramos una ley que impida al vengador de sangre de matar al hombre si puede llegar a él antes de que llegue a la ciudad de refugio.

En el versículo 8 se contempla el momento en que el Señor ampliará las posesiones territoriales de Israel y cuando Él lo haga, 3 ciudades adicionales de refugio se establecerán llevando el total a 9. Por cierto, no hay evidencia de que las 3 últimas ciudades de refugio se pusieran en funcionamiento. Esto termina el primer caso que este capítulo discute, el caso de homicidio involuntario.

El segundo caso comienza en el versículo 11 y define el asesinato premeditado (homicidio intencional e injusto). Este asesino no tiene derecho a encontrar refugio seguro en una ciudad de refugio; más bien los ancianos de la ciudad a la que él pertenece deben viajar a la ciudad de refugio (si ha escapado allí, mintió sobre las circunstancias y así busca refugio) y arrestarlo y entregarlo a la familia goel, el vengador de sangre, que luego ejecuta legalmente al asesino por consiguiente respetando las tradiciones y costumbres de esa época. Aunque no se indica, la razón por la que los ancianos de la ciudad son enviados a hacer el arresto es porque son los funcionarios los que están autorizados a investigar y juzgar el caso; y si descubren que es un caso de asesinato, entonces entregan al asesino al vengador de sangre para que haga justicia, O si descubren que el asesinato fue accidental ellos regresan al asesino a la ciudad santuario.

Hay un par de principios importantes de enseñanzas anteriores que están en el corazón de este sistema de ciudades de refugio y vengadores de sangre.

En primer lugar, es el principio de que los pecados intencionales no están cubiertos por el sistema de sacrificio levítico, y en segundo lugar es que cualquier pecado que NO este cubierto por el sistema de sacrificio requiere la sangre (la vida) del intruso criminal como pago. Recibo preguntas sobre esto todo el tiempo, así que permítanme resumir esto muy brevemente. SI un pecado puede ser expiado por medio de un sacrificio animal (y la Torá define cuál puede y cual no), entonces además de algún tipo adicional de reparaciones personales pagadas a la víctima el perpetrador puede ser perdonado por el Señor y por la comunidad. PERO cuando hay un crimen cometido por el cual la Ley de Moisés requiere la ejecución del perpetrador, entonces usted tiene un crimen por el cual no hay ninguna disposición disponible para la expiación sustituta. Este crimen queda fuera de la capacidad y el propósito del sistema de sacrificios ordenado por Dios para salvarte por medio de la expiación. El asesinato es un crimen como la idolatría. Uno no puede cometer ninguno de estos crímenes y luego expiarlos por medio de un sacrificio animal. En cambio, el precio es tu propia sangre (es decir, tu propia vida).

Esta es una buena regla para recordar acerca de la sangre: sólo la sangre INOCENTE puede expiar el pecado. He oído algunos enseñar que en la época de la Biblia cuando un asesino tiene su sangre derramada que para el Señor esto es una forma de expiación; No es verdad. La sangre de los culpables NUNCA puede expiar. El derramamiento de sangre tiene dos aspectos principales: uno es que la sangre del CULPABLE es requerida por Dios como reparación, un precio que se debe pagar para ser pagado a Dios por el pecado (el salario del pecado es la muerte). El otro aspecto es que la sangre del INOCENTE se requiere para expiar los pecados que el Señor ha decidido que pueden ser expiados (permitiendo así que la persona culpable pueda vivir) Así que en un sacrificio animal la CULPA del pecador humano se transfiere simbólicamente a, y puesto sobre, el animal de sacrificio que de otra manera es inocente. Cuando se derrama la sangre de ese animal inocente sirve tanto como sustituto del pago requerido a Dios de la sangre (la vida) de la parte CULPABLE, y es la sangre derramada de los inocentes que es el medio de expiación (que conduce al perdón) por la parte culpable.

El goel (el vengador de sangre) en la economía de Dios no está haciendo nada malo; simplemente está actuando como el agente de Dios para satisfacer la justicia de Dios de tomar la vida del asesino como reparación, pero al mismo tiempo ninguna expiación (sin perdón ante el Señor) es posible debido a la naturaleza deliberada y de mano dura del pecado. La buena noticia para nosotros es que la sangre del Mesías Yeshua puede (en términos generales) hacer expiación incluso para la clasificación de pecados llamados pecados intencionales que el sistema de sacrificio no fue diseñado para expiar. Yeshua es un refugio seguro (Es una ciudad de refugio) del vengador de sangre incluso para el asesino premeditado. Por eso el sacrificio de Cristo es superior a los sacrificios de animales. Por supuesto, esta expiación de los pecados no es automática. Uno debe declarar con su boca y creer en su mente que Yeshua es El Señor y Salvador. En efecto, uno está diciendo al Padre que usted está descansando en el sacrificio de Yeshua para expiar sus pecados, intencionales o no. Además, hay otro requisito importante: debes confesar y arrepentirte sinceramente de tus pecados. Uno sin el otro no es eficaz. Curiosamente, este mismo requisito de arrepentimiento sincero era necesario para que el sistema de sacrificios del AT fuera también eficaz para un pecador.

Yo revisé estos principios de sangre y sacrificio por esta razón: el NT NO anuló la enseñanza del AT con respecto al vengador de sangre. Escuchen al autor del libro del NT de Hebreos: Hebreos LBLA 10:26 26 Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, 27 sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de un fuego que ha de consumir a los adversarios.

En el sistema de sacrificios levíticos los pecados deliberados (intencionales) no tenían medios de expiación. Y en el mismo patrón a pesar de que Yeshua puede rescatarnos incluso de pecados deliberados (que el sistema de sacrificio no podría), llega un momento en que el Padre determina que ya que conocemos la verdad (que Jesús es Salvador y nosotros NECESITAMOS ser salvos), y nosotros continuamos pecando deliberadamente, nuestro arrepentimiento no puede ser sincero y por lo tanto ni siquiera la sangre del Mesías puede expiarnos. Todo lo que nos espera en esa circunstancia es el juicio y el fuego furioso de nuestra destrucción eterna. Dios siempre ha sido el último vengador de sangre.

Permítanme también repetir algo que he dicho en numerosas ocasiones, pero invariablemente me enfrento después de una lección sobre el tema de la sangre y el asesinato: el perdón que Yeshua pone a nuestra disposición es de naturaleza espiritual. La idea no es que las consecuencias terrenales de nuestras acciones se cancelen ahora. Es maravilloso más allá de las palabras que un perpetrador de un crimen atroz pueda ver su mal, venir al Mesías, arrepentirse y confesar y cambiar y confiar en Dios; pero de ninguna manera la Biblia contempla que este criminal evite la justicia. Un asesino cristiano arrepentido debe morir. De lo contrario, toda la comunidad permanece en su culpa de sangre porque la justicia del Señor no se llevó a cabo.

El sistema de justicia del Señor siempre ha consistido, y lo sigue haciendo, en un componente espiritual y físico. El sacrificio de Yeshua pagó por el componente espiritual de la justicia de Dios. Se supone que el componente físico del sistema de justicia de Dios debe llevarse a cabo a través del gobierno humano. Así como el gobierno humano no puede proporcionar expiación espiritual para un criminal, el perdón espiritual de Dios no prevé la cancelación del castigo físico debido a ese mismo criminal sin importar cuán arrepentido espiritualmente y perdonado sea.

En el versículo 13 se dicen dos cosas interesantes que concluyen el asunto del asesinato y el goel; La 1ra es que al asesino no se le mostrará piedad y segundo es que al ejecutar al asesino la sangre de la víctima inocente será purgada de Israel. El punto de decir “no hay piedad” es que Jehová quiere dejar claro que un asesino NUNCA debe ser perdonado por amor o la sensación de que el castigo es demasiado duro para el crimen. El Señor entiende que el asesino probablemente tiene muchas personas que lo aman. Y comprende además que tal amor por parte de una familia o una comunidad podría hacer que se compadezcan de él y conmuten su sentencia; pero esto está completamente prohibido. ¿por qué? Debido a un principio de Dios que nunca cambiamos que hemos encontrado en numerosos pasajes de la Torá que el derramamiento de sangre INOCENTE (una víctima de asesinato) crea culpa de sangre sobre toda la comunidad;

y la culpa de la sangre que recae sobre toda la comunidad se levanta SOLAMENTE cuando la sangre CULPABLE del perpetrador se derrama en reparación. Esta disposición NUNCA ha sido anulada; vivimos con él incluso hoy. Lo que está en juego aquí es la realización del sistema de justicia de Dios.

Luego Deuteronomio 19 da un giro y aborda dos temas totalmente diferentes: marcadores de límites y los testigos de crímenes. Desde tiempos inmemoriales se utilizaron pilas de piedras para denotar las líneas fronterizas de la propiedad; y el versículo 14 hace que sea una ofensa moral muy seria para una persona el mover los marcadores de fronteras de la propiedad de su vecino para expandir la suya propia. Lo que lo hace tan serio entre Israel es que ya hemos establecido una ley que la tierra debía permanecer dentro de una familia, clan y tribu a perpetuidad. Las leyes del año Sabbath, y jubileo, y el Redentor de Pariente tenían como objetivo el regreso o retención de la tierra a su dueño original hebreo. Así que para que alguien moviera marcadores de fronteras (por lo tanto, tomar una porción de la tierra de otra persona) era desafiar el sistema que Dios había establecido. Este fue un crimen en contra del Señor mucho más de lo que fue un crimen en contra de un individuo.

El versículo 15 establece un sistema a prueba de fallos destinado a prevenir la condena injusta sobre la base de poca o ninguna evidencia, o testimonio falso o equivocado. Y la disposición número uno es que el testimonio de un solo testigo no es suficiente para condenar al acusado; se requieren dos testigos y este NO es el número ideal, más bien dos es el mínimo. Sin embargo, la realidad es que SÍ sucedió que un solo testigo se presentara e hiciera una acusación y a su vez provocara una investigación y un juicio. Los testigos desempeñaron varias funciones en el sistema de justicia bíblica; un testigo a menudo fue el que presentó los cargos en primer lugar. O un testigo podría haber sido una persona que tenía algún conocimiento pertinente sobre el caso. Más adelante, un testigo en un caso capital, era a menudo el principal verdugo (ya fuese que quisieran o no).

Estos próximos versículos tratan sobre el asunto de un testigo FALSO. Es decir, una persona que a sabiendas hace una acusación falsa contra alguien o da deliberadamente falso testimonio contra el acusado por cualquier número de razones. Si el tribunal (que normalmente está formado por sacerdotes y laicos designados) investiga y determina que el testigo dió intencionalmente falso testimonio, entonces el falso testigo debía soportar el mismo castigo que el acusado habría tenido que soportar si hubiera sido condenado en ese falso testimonio. ¡Me encanta! ¿Cuántos reportajes policiales malintencionados falsos y testigos mentirosos cree que tendríamos hoy, si la persona que mintió e hizo que una persona inocente fuera a la cárcel tuviera que cumplir la misma cantidad de tiempo en la cárcel que el crimen que denunciaban falsamente? Esta ley bíblica llegó a exigir la pena de muerte para un testigo que acusaba falsamente y conscientemente a alguien de un crimen capital. Permítanme decir claramente que, en general, este falso testimonio fue, por definición, una mentira intencional, no una identidad equivocada o un simple error.

Y como una razón de esta consecuencia bastante dura para el testigo falso, nosotros sólo tenemos que referirnos al modelo de Dios que hemos leído una y otra vez: ¡al hacer al testigo falso lo que había planeado hacerle a su víctima, y por consiguiente otros tendrán demasiado miedo de probar lo mismo y así cosas malas ya no sucederán dentro de la comunidad!

Wow, el sentido común que los ingenieros sociales de hoy en día y el sistema de justicia penal trata de decirnos que NUNCA funcionaría. Nos dicen que las duras sentencias para las personas que hacen esas cosas sólo empeoran la sociedad. Dios dice, “No”; los seres humanos (siendo lo que somos) necesitan un miedo saludable para hacernos pensar dos veces acerca de dar testimonio falso y Su sistema trabaja para purgar este tipo de mal de la sociedad.

El capítulo 19 termina con la formulación que los eruditos llaman lex talionis. El mismo es el principio clásico de ojo por ojo, diente por diente que ha sido tan severamente retorcido y aplicado incorrectamente durante siglos. Ten en cuenta que en este caso el principio se aplica directamente al delito de perjurio; todo esto se trata de qué hacer con el testigo falso. Esta fórmula no debía tomarse literalmente ni era con el propósito de la venganza personal; la misma era un modismo. La mutilación como castigo estaba estrictamente prohibido en la Ley de Dios; así que si le sacaste el ojo a alguien (incluso intencionalmente), en la Ley de Moisés nunca se le permitió a esa persona sacarle el ojo a otro a cambio de lo que le hicieron. Más bien es una declaración que pone límites a la gravedad del castigo, así como límites en la conmutación de las sentencias. Básicamente la noción es que el castigo debe ir a la par con el crimen; el mismo debe ser proporcional. Una persona no debe perder su tierra porque robó una cabra. A una persona no se le puede azotar porque no puede pagar una deuda monetaria. Y lo más importante, una persona no debe perder la vida por un crimen de propiedad o porque hizo daño, pero no mató, a otro.

Al mismo tiempo, una persona que cometió un asesinato premeditado no debía escapar de la ejecución mediante el pago de una multa. Tampoco una persona que había mutilado intencionalmente a otra persona podía darle a la parte lesionada un pago insignificante y llamarlo parejo.

Quiero decir algo ahora que más tarde volveremos a discutir: el principio de lex talionis (ojo por ojo) SÓLO estaba destinado a aplicarse a casos civiles y penales. Esto NO era un principio de cómo los seres humanos deben operar dentro de nuestras relaciones personales. La forma en que nos tratamos los unos a los otros y tratamos con cuestiones personales que no implicaban criminalidad estaba completamente fuera de este concepto. La idea no es (por ejemplo) que si alguien te insulta verbalmente que eres libre y justificado en insultarlo de nuevo. Permítanme decir eso otra vez: lex talionis es sobre el sistema de justicia de Dios, no sobre las relaciones interpersonales. Israel tenía la mala costumbre de mezclar los dos, los cristianos a menudo se confunden, y Jesús tenía mucho que decir al respecto.

Pasemos al capítulo 20.

LEER DEUTERONOMIO CAPÍTULO 20: 1 – 10

El capítulo 20 trata sobre cómo Israel debe prepararse para la guerra: la guerra Santa. Quiero enfatizar esto de nuevo: si bien no sería un error el escoger usar estas instrucciones en preparación para la mayoría de cualquier tipo de conflicto armado, ESTAS instrucciones tienen que ver con pelear una Guerra Santa que Dios ordena. Los hombres no tienen autoridad de declarar una guerra como “santa” incluso si creen que su causa es justa.

Los israelíes, en el momento en que entraron en Canaán, vivían como nómadas. No tenían carrozas ni caballos que los llevaban. Para esta época (siglos 13 o 14 A.C….) las carrozas eran temibles avances tecnológicos porque se utilizaban en contra de soldados a pie. Los carros eran los tanques de esa época; eran básicamente plataformas de movimiento rápido desde las que se podían lanzar armas bastante estándar (en ese momento eran lanzas y flechas). El uso de carrozas trajo una enorme ventaja en el campo de batalla, pero se necesitaban instalaciones y conocimientos para fabricar este dispositivo de guerra e Israel no estaba en condiciones de hacerlo (pero muchos de los cananeos SI tenían carros).

Por lo tanto, el Señor se ocupa primero del lado mental (psicológico) de la guerra: el miedo. Por un lado, el Señor reconoce que Israel SE enfrentará a las fuerzas armadas, las cuales son más grandes que Israel y las cuales tienen superioridad tecnológica. Sin embargo, el versículo 1 le dice a Israel que recuerde lo que sucedió en Egipto. Israel no sólo no tenía armas, sino que no tenía ejército. Israel no tenía capacidad para liberarse o protegerse de Egipto; Dios simplemente puso un poder superior de manera sobrenaturales. Por lo tanto, dado que Dios está con Israel, y es la guerra santa de Dios en primer lugar, Israel no tiene nada que temer de los vastos ejércitos que enfrentarán.

Antes de que comience la batalla, los representantes de Dios (Sus siervos) los sacerdotes se presentan y se dirigen a las tropas. Naturalmente, debido a que esta es la guerra santa, los santos sacerdotes están en el centro de todo lo que sucederá. Como he mencionado en el pasado, los sacerdotes están presentes en las batallas; parte de su trabajo es soplar las trompetas para exhortar a Dios a ayudar a Israel y para entregar señales a las tropas. Y desafortunadamente las traducciones al inglés suelen enmascarar algo a lo que tenemos que prestar atención. ¿Recuerdas nuestro estudio anterior en Deuteronomio capítulo 6 sobre una sección que se ha titulado “El Shema”? A veces esto se llama el “escucha, o Israel”. Shema es una poderosa palabra hebrea que significa mucho más que simplemente escuchar. Es un comienzo formal de un discurso; incluye la orden de obedecer. Y aquí en el versículo 3 el Señor dice que antes de que comiencen las diversas batallas de la Guerra Santa, el sacerdote (que significa el Sumo Sacerdote) debe caminar hacia adelante y declarar: “¡Shema Israel!” ¡Escucha, oh Israel! Escucha y obedece lo que está a punto de decirse.

Y como el primer problema es sobre el miedo, el Señor les dice a las tropas israelíes a través del Sumo Sacerdote que no teman de 4 maneras diferentes: 1) no dejes que tu corazón se amague, 2) no tengas miedo (de la batalla), 3) no te alarmes (es decir, no te de pánico), 4) no te asustes de los soldados enemigos (no tengas pavor de los cananeos). Y lo que pueden asegurarse es que el Señor los llevará a ellos a la victoria.

Después de que los sacerdotes hayan llevado el mensaje de Dios a las tropas, los oficiales ahora hablan a los soldados y el mensaje se refiere a 3 posibles aplazamientos de la batalla venidera que están disponibles para los miembros más jóvenes del ejército israelí. Estos “funcionarios” NO son los comandantes del ejército, los mismos son las autoridades del gobierno civil. O, hay algunos que piensan que estos podrían ser levitas que están entrelazados en la autoridad gubernamental y religiosa. De cualquier modo, estos no son los oficiales del ejército y no son los sacerdotes que dieron la exhortación de “no temer”

Y la primera razón posible para ser excusado de la batalla es si un joven tiene un hogar que aún no ha sido dedicado oficialmente y así que si muere en la batalla alguien más podría obtener posesión de la misma. Les diré de antemano que hay mucho desacuerdo en la comunidad académica de la Biblia sobre lo que esto significa. No hay mención en la Biblia hebrea de la dedicación de una casa, o cualquier ritual que pueda estar asociado con la misma, por lo que puede que no esté indicando lo que comúnmente se piensa. Simplemente podría significar que recientemente ha establecido su nuevo hogar (se ha casado recientemente) y por lo tanto todavía no ha creado una familia. Si su esposa enviudó antes de tener hijos, la casa podría terminar en posesión de otra persona y en la tradición de Oriente Medio eso es un asunto serio. Pero no son más que especulaciones educadas.

La segunda razón posible para un aplazamiento militar es que él ha plantado un nuevo viñedo, pero aún no ha participado de los productos. Varias traducciones dirán, “pero él no lo ha cosechado” o como nuestra Biblia Judía dice (CJB) “no ha comido de él”. Un par de cosas sobre esta declaración: número 1, obviamente esta Guerra Santa va a continuar durante un largo período de tiempo. Esto está hablando de un tiempo a la vuelta de la esquina para estos israelitas, después de que se hayan establecido en Canaán, porque los hebreos nómadas ciertamente no se han detenido a plantar viñedos en el camino. Sin embargo, una vez que entren en Canaán se harán cargo de viñedos ya establecidos Y ellos van añadir otros. Pero aquí está la cosa: tenemos que entender la Ley de Moisés si vamos a entender cuál es la razón de este aplazamiento en particular al cual se están dirigiendo. La palabra hebrea típicamente traducida como “cosechado” o “comido” en este versículo es hillelo y la misma significa, “desacralizarlo”. No dejes que esa gran palabra te confunda: sacralizar algo es hacer algo santo. De-sacralizar es tomar algo que es santo y hacerlo común (no sucio o malo, simplemente “no santo”, que ya no es apartado para Dios). Entonces, ¿qué significa esto que el joven que ha sembrado una nueva viña aún no ha hecho que su viña “no sea santa”?

Ya sea fruto de la vid (uvas) o del fruto del huerto, la ley es que el fruto no debe ser recogido y comido durante los primeros tres años después de que la vid o un árbol es sembrado. Sólo en el 5to año después de la siembra el propietario de la fruta puede comer de la misma. ¿De dónde viene esta idea? Mira lo que dice Levítico 19: LBLA Levítico 19:23 “ 23 “Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales[k], tendréis por prohibido[l] su fruto. Por tres años os será prohibido[m]; no se comerá. 24 “Pero en el cuarto año todo su fruto os será santo, una ofrenda de alabanza al Señor. 25 “Mas en el quinto año comeréis de su fruto, para que os aumente su rendimiento; yo soy el Señor vuestro Dios.

Así que por los primeros tres años el fruto está prohibido, lo que significa que no puede ser utilizado para ningún propósito ni puede ser ofrecido a Dios. Al año siguiente, el cuarto año, el fruto se declara SANTO (es sacralizado, apartado para Dios) y por consiguiente toda la cosecha le pertenece a Dios. En el quinto año el fruto ya no es santo (es DEsacralizado, ya no se aparta para Dios) y por lo tanto se puede comer. La idea de esta causa particular para el aplazamiento militar es que el nuevo viñedo debe tener 5 años de edad, por lo que el joven es finalmente capaz de hacer uso de sus productos. De lo contrario, este joven soldado puede optar por no luchar, sino más bien volver a casa y esperar hasta que llegue el quinto año.

Así que esta ley en realidad nos da incluso un marco temporal para mostrar que Dios le está diciendo a Israel que la Guerra Santa para Canaán va a continuar durante años y años de tal manera que nuevos campos y viñedos y huertos serán plantados y madurados durante el tiempo de la guerra santa en Canaán.

El tercer aplazamiento posible para un joven soldado se indica en el versículo 7. Es que un hombre que está comprometido para casarse, pero el matrimonio aún no ha sido consumado, no tiene que luchar porque si muere entonces el precio que pagó por su novia sería desperdiciado y otro hombre probablemente recibiría el beneficio. Ahora, el porqué de que esto sea tan terriblemente importante es debatible. Tenemos registros de sociedades mesopotámicas de esa misma época que básicamente ofrecen lo mismo a sus jóvenes y la razón de ello tiene que ver con supersticiones y la creencia de que los hombres comprometidos (pero aún no casados) estaban particularmente sujetos a influencias demoníacas, por lo que era lo mejor para todos que no fueran parte del ejército. Otra posibilidad es que era creencia entre los hebreos que era pasado para existencia continua después de la muerte, era que la esencia de la vida de un hombre vivía en su descendencia. Como las parejas casadas comenzaban a tener hijos inmediatamente, parte del objetivo de tener hijos era que si el hombre moría su esencia de vida no terminaría, sino que continuaría en sus hijos. Por lo tanto, un soldado hebreo que estaba comprometido, pero aún no casado arriesgaba que su esencia de vida terminara permanentemente si aún no había tenido la oportunidad de producir hijos.

Es el trabajo de los “funcionarios” ir por ahí preguntando a las tropas si alguien quisiera tomar ventaja de estos aplazamientos y si así es determina su elegibilidad. Un joven que simplemente estaba demasiado asustado para luchar calificaba para el aplazamiento también porque tal hombre sería un desánimo para los otros soldados.

La próxima vez continuaremos en Deuteronomio 20 y hablaremos más sobre los parámetros del Señor para participar en la Guerra Santa.

Deuteronomio Lección 23 Capítulos 17 y 18

Deuteronomio

Lección 23 – Capítulo 17 y 18

Nosotros estábamos discutiendo la sección de Deuteronomio 17 que trataba con las limitaciones de Dios en las autoridades civiles y religiosas de Israel. Y uno de los principios principales es que en la economía de Dios NO hay separación de iglesia y estado (por así decirlo). No voy a discutir la decisión de Estados Unidos de seguir esa ruta, excepto para decir que esto está en el fondo por lo que nos va mal como nación. Básicamente, nuestro gobierno ha decidido que los caminos de Dios están bien para lo que sucede dentro de las paredes de una sinagoga o una iglesia, pero no deben tener ninguna relación en ningún otro lugar de nuestras vidas, comunidades, escuelas o gobierno. Me pregunto: ¿hemos llegado a un punto en el que nos sintamos cómodos con esa filosofía y la aceptamos pasivamente? ¿Acaso nosotros vivimos nuestras vidas efectivamente como si Dios hiciera una distinción entre lo que pensamos y hacemos mientras estamos en servicio religioso versus lo que nosotros pensamos y hacemos en todas las demás facetas de nuestra existencia, aun cuando al ser confrontado a la misma lo neguemos? Aquí, en Deuteronomio, el Señor deja claro que los líderes de Israel (de todo tipo, sin excepciones) deben obedecerle, ante todo. Los líderes deben (por encima de todo) adherirse a las leyes y mandamientos del Señor para que las cosas vayan bien con ellos, las personas que gobiernan y la sociedad israelí en general.

Volvamos a leer una parte de Deuteronomio 17.

Volvamos a Leer DEUTERONOMIO 17: 8 – hasta el final

El primer grupo de líderes gubernamentales que discutimos se llama Shofetim, Jueces. Por lo general eran ancianos tribales y el propósito de su selección era comportarse como un tribunal inferior manejando asuntos dentro de su propia tribu sobre cosas que sucedían dentro de su propio territorio tribal. También se estableció una corte superior, que iba a consistir principalmente de levitas. Por lo tanto, el lugar donde se reunieron estas cortes superiores estaba en las 48 ciudades levíticas repartidas por toda la Tierra.

Estos tribunales superiores NO eran tribunales de apelación; eran tribunales diseñados para manejar asuntos que eran demasiado difíciles o demasiado complejos o fuera del alcance de los tribunales inferiores. Dado que los levitas (y que parte de los levitas que eran sacerdotes) eran los expertos de Israel en las Leyes de Moisés, es lógico que si los laicos (los Ancianos) no pudieran llegar a un acuerdo sobre un caso, el mismo se referiría a aquellos que eran reconocidos como los expertos legales. La ordenanza de Dios que establece esta estructura legal también establece que dado que esta corte superior (compuesta principalmente por levitas) es un tribunal federal (por así decir) entonces maneja asuntos desde o entre miembros de varias tribus; por lo tanto, sus resoluciones NO debían ser cuestionadas. Y que cualquiera que se negara a llevar a cabo sus resoluciones iba a ser ejecutado.

Aquí hay una clave para entender el papel de los jueces: los típicos (los que formaron los tribunales inferiores) SOLAMENTE trataron asuntos relacionados con su propia tribu. Y mientras tenemos esta imagen mental de un juez sentado detrás de un banco, gobernando sobre cuestiones legales, de hecho, muchos de los jueces de Israel llegaron a asumir papeles completamente diferentes a los atribuidos (o posiblemente incluso previstos) aquí.

Sansón, por ejemplo, él de la fuerza sobrehumana, actuó como protector de su pueblo y como instrumento de la ira de Dios sobre los filisteos. Ciertamente él no se sentó como árbitro de asuntos legales entre su tribu de Dan.

La siguiente clase de líderes gubernamentales que Moisés discutió fue Reyes. Sería casi 300 años DESPUÉS de la época de Moisés antes de que Israel tuviera a su primer rey, Saúl. Así que las instrucciones sobre los límites en torno a lo que un rey israelita debe ser y lo que podía y no podía hacer, se veían bien en el futuro. Y nosotros debemos captar lo que esto es, es tanto el conocimiento del futuro como una concesión por parte de Dios. Es decir, Él sabía de antemano que Israel eventualmente querría ser más parecido a sus vecinos que ser visto como apartado y único, por lo que Él hizo provisión para que Israel tuviera un rey terrenal porque los hebreos lo iban a exigir (con el tiempo). Esto no es en absoluto diferente de las circunstancias que Pablo estaba tratando en sus pensamientos sobre el divorcio; no es que Dios ordene el divorcio, es que en Su conocimiento previo y gracia sabe que el hombre caído seguirá esta ruta, por lo que establece procedimientos y límites para lidiar con el mismo. Dios no está estableciendo de ninguna manera los parámetros de los reinados porque Él acepta la filosofía gobernante de un hombre gobernando a Su pueblo como rey; Él lo está haciendo porque con el tiempo Israel VA, por su propia locura, insistir en que un rey sea nombrado sobre ellos (y de hecho eso es exactamente lo que finalmente sucedió).

Deuteronomio 17 versículos 16 y 17 hablan de las limitaciones que Dios pone a los futuros reyes de Israel en 3 contextos diferentes. Es decir, se cubren 3 esferas de influencia diferentes que todo rey influye: militar, política y económica. Y la primera orden judicial es que el Rey no debe acumular demasiados caballos. Y como los caballos más finos y bien entrenados provenían de Egipto, Israel se vería tentado a reconstruir lazos con su antiguo maestro esclavo para poder conseguir estos animales.

También hay un sentido más profundo de instrucción contenido en esta amonestación; la misma es que el liderazgo de Israel, los redimidos de Dios no deben crear una relación de conveniencia o beneficio personal con un enemigo de Dios. Hoy en día esta amonestación de Dios no sólo es ignorada por Israel y la Iglesia, sino que se considera algo malo el no buscar tales relaciones. Hay muchas razones lógicas por las que esta práctica de los adoradores de Jehová de mezclarse e incluso crear una alianza con los enemigos de Dios es peligroso, pero la única razón que realmente debe llevarnos a obedecer esto es que Dios lo ha prohibido. Cuando la Iglesia se hace amiga del Islam en nombre del amor y la paz, eso es una violación directa de este mandamiento. Cuando Israel comercia con sus enemigos e incluso les da concesiones políticas, esto es una violación directa de este mandato.

No es que la Iglesia deba ir por ahí matando musulmanes o incluso necesariamente rechazándolos; es que cualquier relación que se establezca debe ser todo acerca de evangelizar a las personas que adoran a un dios falso y nunca acerca de la tolerancia o el apaciguamiento o el beneficio personal o legitimar lo que es abominable para Jehová. No es que Israel debe encontrar razones para empeorar o pelear con sus vecinos; es que cualquier relación que Israel tenga con sus vecinos no es para que Israel trate de ser más como ellos, o renunciar a cualquier parte de su relación única con Dios y la tierra de Dios en aras de la paz geopolítica, o esencialmente renunciar a su estatus de apartado, separado, para unirse a la liga mundial de naciones y participar de su riqueza.

Además, hay un interesante comentario secundario de que Israel no debe recurrir a Egipto para más caballos porque, “tu no debes volver por ese camino de nuevo”. ¿Cómo se llama esa vieja canción, Tu No Podras Volver de Nuevo por ese Camino? Mucha exégesis interesantes han venido de este pasaje, y su intención es algo que no todos están de acuerdo. Pero tenga en cuenta que esto es una advertencia para cualquier futuro rey israelita; y al menos es que Israel no debe acudir a sus antiguos amos en busca de ayuda o sustento. Israel no necesariamente debe estar en guerra con Egipto, pero tampoco deben ser aliados de Egipto, ni depender de Egipto para objetos que el Rey considera importantes para él. Creo que la sabiduría de esto, y su punto, probablemente se expresa mejor como un yugo desigual o una mezcla ilícita. ¿Qué tiene que ver el pueblo de Dios con Egipto? La respuesta de Dios: nada.

Es irónico que en el siglo XXI las mismas personas (islam) con las que el mundo occidental está en guerra sean las mismas de las que nos hemos hecho dependientes de un elemento clave de nuestra economía y de nuestras fuerzas armadas. Nosotros hemos hecho un pacto con el diablo por así decirlo, y aunque ha tomado un tiempo la deuda ha llegado a vencerse. Lo que comenzó como un debate occidental sobre el petróleo en lo que se refiere a la guerra contra el Islam, ahora se ha convertido en un debate sobre si es mejor o no apaciguarlos que seguir aferrándose a nuestros valores tradicionales judeo-cristianos. Recientemente, el nuevo acercamiento de este problema aparentemente intratable, está eliminando esencialmente la religión como una cuestión por completo al reformar el mundo como una sociedad humanista secular universal que exige la tolerancia de todos los dioses y no sostiene ninguno. Me temo que todo lo que veo, y que la Biblia profetiza, es que ese apaciguamiento y rendición está bien en marcha. Y es esto lo que conduce al Armagedón; aunque el mundo está haciendo todo lo humanamente posible para prevenirlo.

De esto se trata principalmente ese versículo de “no volver por ese camino”. Porque si los Reyes de Israel, alguna vez comienzan a mirar a las mismas personas que los ven como esclavos escapados para amistad y como una fuente de herramienta militar estratégica o beneficios económicos, el precio será comprometer o incluso abandonar los principios de Dios para poder lograrlo. Y, por supuesto, eso es exactamente lo que el Occidente e incluso una gran parte de la Iglesia está haciendo mientras hablamos.

En la época de Moisés, los caballos tenían un propósito principal: halar las carrozas. Y las carrozas se utilizaron para dos cosas: como limosinas para el rey y su corte, pero más importante como armamento clave para la guerra antigua. Cuantos más carros tenía un rey en su arsenal, más formidable era en la batalla. A los reyes de Israel se les instruyó que confiaran en Jehová, no en armamento militar. Su poder debía ser su fe en el Dios de Israel, no en armamento avanzado. Aun así, Dios NO habla en contra de que Israel esté bien armado y que tenga un ejército sustancial. Más bien es que sus esperanzas de victoria son el Señor y, por lo tanto, la obediencia a Él es la clave para su supervivencia. Y la fuente de su poder y su capacidad para sobrevivir, ciertamente no deberían provenir de un pueblo (Egipto) que podría desconectar esa fuente de energía en cualquier momento. Además, como siempre ha sido, los reyes que han probado ese gran poder son celosos de mantenerlo y por lo tanto a menudo usan sus fuerzas armadas en contra de su propio pueblo con el fin de mantener ese poder. Jehová no quiere que los reyes de Israel sean tan fuertes y arrogantes como para ser insensibles a la voluntad de la población civil.

El mandato de que los reyes de Israel no deben tener muchas esposas, se centra en una unidad social única de Oriente Medio llamada harén. Los occidentales tienden a pensar en un harén como simplemente un palacio de placer lleno de mujeres hermosas para su uso por el rey y su corte. Eso está lejos de la realidad. El poder político en la era bíblica vino tanto de la formación de alianzas fuertes como de ejercer el poder militar. Y esas alianzas casi siempre implicaban el matrimonio entre las familias de los reyes que estaban involucrados. Nosotros perdemos de menos el punto en la infame historia de Salomón y el enorme número de esposas y concubinas en su harén, porque la idea que parece prevalecer entre la iglesia, es que Salomón era en cierto nivel un maníaco sexual auto-indulgente; más bien la historia bíblica estaba destinada a presumir del inmenso número de alianzas que había creado en toda la región…y cuan erróneo esto era.

Los harems no eran grandes palacios llenos sólo de mujeres; era donde también residían los hijos de estas mujeres. Para un rey deshonrar o mostrar falta de respeto a una de las esposas entre su harén, equivalía a un incidente internacional e incluso podría llevar a cabo una guerra con la familia que representaba su esposa. Así que la advertencia que viene de que el “corazón de un Rey podría desviarse” si tuviera un gran harén, significa que este rey estaría tentado a estar más concentrado en mantener a sus esposas, y las alianzas que representan satisfechas, que prestando atención al pueblo de Dios y a los mandamientos de Dios. Permítanme recordarles también que el uso de la palabra “corazón” se refería a la mente del rey… su intelecto, lo que le interesaba y lo que sentía que era importante…no sus emociones o que su amor y afecto hacia su harén anularían su sentido común.

Y finalmente es una advertencia para que el rey no vaya por ahí acumulando una fortuna personal sobre las espaldas de sus súbditos. ¿Y cómo haría eso un rey? Al poner fuertes impuestos sobre su pueblo y confiscar la riqueza de esas naciones más pequeñas y ciudades-estado, que él ha conquistado y tiene bajo su control. Si bien todo eso era un procedimiento operativo estándar para los reyes de Canaán, el rey israelita sólo debía reunir riquezas para el bien de su nación con el fin de financiar un ejército adecuado, para cuidar de los más necesitados de la sociedad, y para proyectos nacionales de construcción como carreteras que realmente beneficiaba a la gente a nivel corporativo. La realidad bíblica es que la historia del hijo de David, el rey Salomón, es narrada de una manera destinada a resaltar que violó todas estas disposiciones de la ley: abstenerse de un ejército demasiado grande, evitar tener muchas esposas y las alianzas que representaban, y no almacenar para sí mismo la riqueza. Incluso con Israel teniendo un rey, la ley que estamos leyendo en Deuteronomio fue diseñada para retener a Dios como el rey supremo de Israel, y el rey humano simplemente el representante de Dios en la tierra logrando la voluntad del Padre (aunque mucho más imperfecta que si Israel no hubiera insistido en tener un rey humano).

Es difícil en un corto período de tiempo explicar por qué la definición de Dios de un rey terrenal como ordenado en Deuteronomio, es tan opuesta a la definición de un rey de la humanidad. Pero basta con decir que los reyes terrenales típicamente creaban las leyes para su pueblo y, como normalmente se eximían de sus propias leyes. Como las Leyes de Israel provenían del Dios Todopoderoso, entonces los reyes de Israel debían estar tanto bajo las leyes de Jehová como cualquier otro ciudadano hebreo.

Desde el versículo 18 hasta el final tenemos una de las instrucciones más interesantes que me trae un nudo a mi garganta cada vez que lo leo. Tras su selección, el PRIMER deber del nuevo rey es tomar prestados los pergaminos originales de la Torá de los sacerdotes de Israel y luego escribir una copia de ese documento para Sí mismo. El Rey NO debe hacer que un escriba haga una copia para él, él debe tomar el tiempo que sea necesario para escribirlo palabra por palabra y luego mantenerlo cerca de su lado como ese instrumento que gobierna su vida y como ley de la tierra para gobernar a las personas que lo ven como líder.

Hay solo una narración detallada de la coronación de un rey israelita en la Biblia, y es del muy joven, Joás, en 2 Reyes 11. Joás tenía sólo 7 años cuando se convirtió en el rey del reino del sur de Judá.

Vale la pena tomar unos minutos para leer esto por una serie de razones. Abre tu Biblia en 2 Reyes 11 y leeremos del versículo 1 al versículo 16.

LEER 2 REYES 11:1 – 16

Primero nosotros vemos que los hebreos habían llegado a ser como sus vecinos paganos en lo que respecta a los atributos del rey y él llegó al poder. Nosotros vemos reserva, vemos una lucha de poder, vemos una agenda personal y vemos la muerte de los rivales.

En segundo lugar, vemos que como siempre sucedió cuando un rey llegó al poder, en lugar de que el rey sirviera al pueblo, el rey rápidamente llegó hacer del pueblo sus siervos. ¿Qué sabiduría, fortaleza y liderazgo podría ofrecer un niño de 7 años? Ninguna. Eran sus padres y aquellos que querían manipular a este chico para poder personal propio y ganar por que en realidad tenían el control.

¡Tercero, tenga en cuenta que el ejército estaba bajo el control de la familia gobernante y que el trabajo del ejército #1 era mantener al rey y a su familia a salvo del pueblo!

Cuarto, también observen la mención bastante fugaz en el versículo 12 de dar al rey una copia del testimonio (es decir, la Ley, la Torá). Se suponía que esto no iba a suceder como un mero simbolismo como parte de una ceremonia de coronación, sino más bien como algo que el rey iba a hacer en serio después de que fue puesto en el poder. ¿Qué iba a hacer un niño de 7 años con los Pergaminos de la Torá? Él no tenía capacidad para copiarlos y mucho menos llevar a cabo la justicia que contenían. Esto fue sólo una ceremonia y un gesto vacio que no tenía ningún significado real; en ese momento era algo que hacían como tradición y probablemente ni siquiera recordaban por qué.

Sin embargo, más tarde leeremos que a medida que este rey crecía, aparentemente SI tomó en serio la Torá y se volvió hacia ella para sabiduría. Por otro lado, el todavía gobernaba bastante como un típico rey de Oriente Medio; incluso regaló algunos de los tesoros sagrados del Templo para hacer las paces con un rey asirio y más tarde fue asesinado por sus propios siervos.

Yo puedo decirles como alguien que escribe cada lección que he enseñado, que el acto de escribir completamente algo tiene un componente misterioso que permite recordarlo mejor y contemplarlo más profundamente.

En aquellos días antes de los nuevos métodos de enseñanza progresiva que han hecho de la lectura, la escritura y las matemáticas secundarias para el aprendizaje de agendas sociales humanas seculares como la tolerancia, la diversidad y la sexualidad de cualquier cosa, se utilizaba la escritura repetitiva para facilitar la memoria y la retención. Funciona; y aquí en Deuteronomio el Señor ordena al Rey de Israel que emplee memoria muscular, si quiere, con el propósito de internalizar profundamente y nunca olvidar los mandamientos del Señor sobre el Rey y las leyes que debe hacer cumplir a aquellos a quienes sirve. Muy pocos de estos reyes de Israel prestaron atención a estas leyes.

Vamos a continuar con el capítulo 18.

LEER DEUTERONOMIO CAPÍTULO 18 completo

En el capítulo anterior se esbozaban los límites generales y limitaciones para 2 de las 4 clases de líderes gubernamentales de Israel: Jueces y Reyes. Este capítulo ahora hace lo mismo para las 2 clases restantes, sacerdotes y profetas.

El versículo 1 comienza con el asunto de los sacerdotes y reitera que el grupo oficial de sacerdotes de Israel proviene SOLAMENTE de la tribu de Leví. Cabe destacar que, desde el éxodo y el establecimiento del sacerdocio, la frase “los sacerdotes levíticos” a menudo se incluye cuando se plantean asuntos concernientes al clero de Israel. La razón es tan simple por un lado como complejo por el otro. Es simple porque si bien Dios ha declarado que sólo UNA tribu (Leví) debe proporcionar a los siervos autorizados de Dios, y sólo UN clan dentro de esa tribu (Aarón) debe proporcionar a los sacerdotes, esto no fue algo que las otras tribus de Israel encontraron fácil de aceptar. Era la norma para la mayoría de las otras culturas del Medio Oriente de esa época que el rey eligiera al Sumo sacerdote y luego el Sumo Sacerdote generalmente elegiría a los sacerdotes menores. Un nuevo rey generalmente significaba un nuevo lote de sacerdotes. De qué familias procedían estos sacerdotes, jugaba un papel en su selección, pero era mucho más una cuestión de influencia política (y por lo tanto económica) en lugar de algún derecho de herencia establecida desde hace mucho tiempo a su posición.

Recuerde; hasta que se dió la Ley en el Monte Sinaí no HABÍA sacerdocio oficial para los hebreos y ciertamente no se había nombrado ninguna tribu sacerdotal. Más bien los primogénitos de cada familia, de cada tribu, tendían a comportarse como una especie de sacerdote familiar. Esta fue un estatus especial en la que el primogénito de cada familia que lo poseía se deleitaba. Así que cuando Moisés les dijo a las 12 tribus que Dios había ordenado que este sistema de “primogénito” llegara a su fin, para ser reemplazado por miembros de la tribu de Leví, esto fue recibido naturalmente con resistencia. Como hemos hablado de la tendencia de la humanidad a estar en una búsqueda interminable de tecnicismos sin importar a qué fe o religión se adhiera, las tribus de Israel hicieron todo lo posible para perforar las leyes sobre quién podía ser sacerdote. Por lo tanto, encontraremos la frase “Sacerdotes Levíticos” utilizada repetidamente para dejar muy claro que SOLO los levitas formaron el clero para Israel.

Otro recordatorio está contenido en el primer versículo: el mismo es que mientras que los levitas fueron bendecidos con el estatus de santidad más alto que todos los demás (necesario para ser siervos y sacerdotes de Dios) también pagaron un alto precio por esa elección.

No se les dieron tierras tribales hereditarias en Israel, al igual que las otras 12 tribus. Al mirar un mapa de los días de Josué y durante varios cientos de años después, encontraremos distritos bastante bien definidos que fueron asignados como las posesiones de tierra “por siempre” para cada tribu; pero en ninguna parte hay un territorio para Leví. En cambio, a los levitas se les asignaron 48 ciudades repartidas entre los 12 distritos tribales junto con unos pocas acres de agostadero justo fuera de las murallas de esas ciudades.

Es este entendimiento del estatus de los levitas como de la falta de tierra, lo que Israel debe responder por medio de su deber corporativo de apoyar económicamente a la tribu de Levi a cambio de las obligaciones del levita al santuario central, los tribunales locales, y como maestros de la Ley.

El enfoque de los versículos 3-5 es abordar el sustento de los sacerdotes y levitas y se nos dice que este sustento debe venir principalmente de los primeros sacrificios que ofrecen los miembros de las otras 12 tribus (es decir, los sacrificios de animales primogénitos y las primicias del campo y los cultivos de árboles). Como cubrimos hace mucho tiempo en Levítico había muchas clasificaciones específicas de sacrificios, cada una con un protocolo y un propósito diferentes. Por lo tanto, en el versículo 1 se nos dice que un grupo de sacrificios (normalmente representados en inglés como “ofrendas de fuego” o algo similar) debe ser la fuente de ofrendas de sacrificio de las cuales los sacerdotes y levitas deben guardar una porción para sí mismos. El término hebreo para “ofrenda de fuego” es ishsheh; y NO es lo mismo que ese término común “ofrenda de holocausto”, que en hebreo es ‘olah. Ishsheh representa una serie de sacrificios que se designan como aquellos que mientras una porción se quema en el Altar, la otra porción más grande se puede utilizar para alimento para el clero; mientras que el ‘Olah indica una clase de sacrificio en la que el animal ENTERO es quemado y NINGUNA de la carne puede ser utilizad por ninguna persona. Permítanme ser claro acerca de algo porque alguien me preguntó al respecto la semana pasada y fue una buena pregunta; ¿era toda la carne del animal sacrificado colocado en el fuego del altar y luego parte de la misma removida para comida cuando se cocinó? La respuesta es no; lo que iba a ser retenido para el clero y el adorador, no fue puesto en el fuego del Altar. Esto no era como un bar-b-que en el patio trasero donde la carne se cocinaba en una parrilla comunitaria y luego todo el mundo tomó una costilla o una hamburguesa. Ese altar no era un lugar donde la carne se cocinaba; más bien la carne iba a ser destruida, quemada por completo hasta que sólo eran cenizas.

Tres partes específicas de los diversos animales de sacrificio (cuando se usa como ofrendas de fuego) debían ser reservadas como alimento para los sacerdotes y levitas: el hombro (es decir, la parte superior de la pierna derecha que va del hombro a la rodilla), y esa parte del estómago que en ocasiones se llama el “cuarto estómago”. También el clero debe recibir el carrillo y la lengua. Ahora para la mayoría de los modernos los últimos dos artículos se consideran como carne de desecho, pero eso NO era el caso en esta era. Eran porciones de carne buenas y deseadas y no sólo en la cultura hebrea.

En el versículo 4 se nos dice que además de estas porciones de carne ciertos productos agrícolas debían ir a los sacerdotes.

Nosotros hemos hablado en varias ocasiones sobre ofrendas de primicias; bueno, se entendía que TODAS las primicias iban a ir al clero levita como su porción. Y además de grano y fruta, esto incluía aceite de oliva y vino, e incluso lana de los bordes de las ovejas entre una lista bastante larga de otros artículos.

A partir del versículo 6 obtenemos esta declaración críptica de que un levita puede ir desde cualquier asentamiento dentro de la tierra de Israel “al lugar que el Señor ha elegido”, y si ese levita desea puede servir allí. Esto es todo lo que se está haciendo: la mayoría de los levitas vivían en pequeños pueblos y ciudades en áreas remotas de los diversos territorios tribales israelitas. Fue en una de estas 48 ciudades levitas que vivieron y sirvieron. Muchos levitas, sin embargo, deseaban servir en el impresionante santuario central, la sede del poder religioso, y no sólo en algún pueblo local y tratar con asuntos cotidianos mundanos. Por lo tanto, el Señor deja claro que a todos los levitas se les debe dar la oportunidad de participar en el Tabernáculo si así lo desean. Y más tarde veremos un interesante sistema de “cursos” ideado por el cual los levitas se organizan en grupos de varias áreas y se les da su turno (como una unidad) para oficiar y servir en el Templo en una rotación establecida. Y como dice en el versículo 8, ellos compartirán por igual de las ofrendas y los sacrificios; nadie debe ser excluido o para obtener más que otro.

Luego, en el capítulo 18 se analiza el importante oficio del Profeta. Y es interesante que lo que se ha establecido como limitaciones y advertencias para que jueces y reyes no abusen de su poder, y luego la instrucción para Israel de hacer provisiones para sacerdotes y levitas, ahora se dirige al deber del pueblo de prestar mucha atención a los Profetas. Y en este caso es que TODO Israel debe escuchar a estos Profetas: Jueces, Reyes, Sacerdotes y ciudadanos en general. Los profetas representaban una oficina oficial dentro de Israel. Estas personas no fueron auto-designadas per se. Mientras que los sacerdotes debían observar y enseñar y en algunos casos juzgar la Palabra de Dios escrita (la Ley, la Torá), los Profetas eran más parecidos a Moisés (o tal vez más similares a Samuel). Los Profetas eran aquellos que tenían una línea legítima de comunicación directamente con Dios.

Puesto que los Profetas son mensajeros de Dios para Israel y a los líderes de Israel, entonces Israel debe, por supuesto, obedecer las palabras de los Profetas porque son palabras de Dios.

Comenzando en el versículo 9, un par de escenarios son presentados para Israel: el primero es como la actitud de Israel debe ser hacia las “prácticas abominables de las naciones”; es decir, prácticas paganas con respecto a comunicarse con los dioses. Lo que los paganos solían hacer al intentar comunicarse con el mundo de los espíritus era averiguar sobre el futuro. No estoy seguro de que haya una tentación mayor entre los hombres que encontrar alguna manera, de cualquier manera, de averiguar lo que el futuro tiene que podría afectarles directamente. Nostradamus, Edgar Casey, y tantos otros psíquicos y adivinos están muy considerados en todas partes del mundo porque parece que todo el mundo tiene razones para querer saber lo que está por venir. Dios ha autorizado exactamente una manera para que sepamos sobre el futuro: y la misma es Él. Si no es por parte de Él, no debemos buscarla. Además, dice que la forma en que nos permite saber qué parte del futuro considera que desea que sepamos es por medio de Sus profetas y/o Su Palabra.

Los versículos 10 y 11 enumeran toda una serie de medios no autorizados para intentar de ver el futuro y van desde ofrecer un sacrificio infantil a un dios a cambio de un favor de información, a la divinidad, la brujería e incluso tratar de hablar con los espíritus de los muertos. Ahora bien, si bien esto no pretende ser una lista exhaustiva de todos los medios posibles para tratar de saber sobre el futuro, la misma cubre los métodos más comunes y conocidos. Y lo que se enumera incluye cosas como leer las entrañas de los animales, hablar con fantasmas, mirar patrones de aceite o sangre goteada en cuencos de agua, magia, etc.

Y el Señor dice que cualquiera que haga estas cosas es abominable para el Señor. Seamos claros: ¿conoces esas lindas líneas psíquica anunciadas en la televisión? ¿Cartas de tarot que podemos comprar en Barnes y Nobles? ¿Lectores de palma junto a los tatuajes? Podríamos bromear sobre ellos, pero esa gente se toma en serio lo que hace. Y Dios también habla en serio. Todo lo que puedo decirles es que para que el pueblo de Dios se acerque incluso a tratar con personas que hacen tales cosas (incluso como una alondra) nos pone en una confrontación directa con Jehová. No es una buena idea. Y el Señor dice que ESTA es la razón por la que está echando a los cananeos de su tierra y dándosela a Israel. Por lo tanto, Israel no debe hacer lo que los cananeos han estado haciendo al tratar de adivinar el futuro.

Más bien dice el Señor en el versículo 15: Levantará un Profeta para Israel para este propósito; que cuando sea la voluntad de Dios que Israel sepa cosas sobre el futuro, Dios ungirá a un Profeta para decirles. Y en esa cita queda muy claro que cuando un Profeta habla, Israel debe obedecer.

Pero también dice en el versículo 20 que, si un profeta habla algo que Dios no le dijo que dijera, o que hable en nombre de dioses falsos, entonces ese Profeta debe ser ejecutado. Aquí se está hablando de un Profeta HEBREO.

Así que el primer asunto se refiere a los profetas paganos, pero ahora el tema son los profetas israelitas. Y la pregunta se convierte en una pegajosa que ha atormentado el judaísmo y el cristianismo para siempre: ¿cómo podemos descifrar un falso profeta de un verdadero profeta de Jehová, cuando ambos dicen ser creyentes leales del Dios de Israel y ambos afirman que su palabra es directamente de Dios y por lo tanto confiable? La respuesta sencilla está en el versículo 22: cuando un profeta dice que está hablando una palabra del Señor y no sucede, entonces esa persona es un falso profeta y no debe ser escuchada. Sin embargo, a veces la profecía que se habla debe ocurrir en un futuro lejano, ¿cómo sabrá la gente que lo escucha a quién creer?

Esto abre una lata de gusanos, así como una aversión mía y la misma se refiere a aquellos que tienen el hábito de decirle a los demás: “Tengo una palabra del Señor para ti”. En otras palabras, se han declarado Profetas. Si tu estas tentado a ponerte en esa posición (o están convencidos de que el Señor realmente los ha ungido como Profeta), entonces les pido que piensen largo y tendido en lo que estamos leyendo aquí en Deuteronomio 18. Dios no deja espacio para nada; si realmente tienes un mensaje de Él es infalible y debe suceder exactamente como se da. Si no sucede entonces no fue de Él, fue de otra fuente, y el Profeta que habló es falso. Un Profeta puede decir la verdad 10 veces y tener razón, pero si se descuida y dice algo 1 vez que NO es de Dios, las consecuencias de entregar un mensaje falso pueden ser bastante graves, siendo la pérdida de credibilidad entre sus compañeros la menor de ella.

Incluso los profetas más grandes de Dios (los que tienen libros de la Biblia que llevan su nombre) se preocupaban constantemente por decirle a la gente lo que creían que Dios les había dicho. A menudo tenían dudas acerca de si estaban correctos; se preguntaban si lo que realmente había entrado en sus mentes era de hecho de origen divino. ¿O era su imaginación trabajando horas extras, o incluso peor? Los profetas más grandes de Dios sabían que ser elegidos como Su Profeta no significaba que ellos fueran incapaces de equivocarse, sólo significaba que DIOS era incapaz de estar equivocado. Por lo tanto, todos los Profetas de Dios eran, por definición, Profetas “renuentes” en todos los sentidos, en el sentido de que no buscaban ser Profetas cuando Dios los llamó y ni siquiera estaban seguros de que querían el trabajo cuando el Señor les dio el mensaje. Por lo general, estaban llenos de dudas acerca de si realmente entregar el mensaje del Señor al pueblo. Parte de la razón de esta inseguridad fue que los Profetas eran a menudo golpeados, encarcelados y martirizados, y al menos tenían vidas muy difíciles y a menudo aisladas. Esto se debe a que los mensajes de Dios no eran generalmente los que el pueblo particularmente quería oír; ya sabes el viejo dicho sobre cómo la gente parece que siempre quiere matar al mensajero de noticias no deseadas.

También había otra faceta a este dilema: los profetas entendían la soberanía de Dios hasta el punto que generalmente nosotros no entendemos. Sabían muy bien que Dios podía enviarlos con un mensaje de que, si el pueblo no dejaba de hacer lo siguiente y se arrepentían, Dios los iba a destruir. Los Profetas también entendieron que era Dios quien determinaría si el pueblo cumplía; el Señor no consideraba los puntos de vista de los seres humanos que simplemente se detenían y observaban. Así como la historia de Jonás en Nínive, Jonás estaba preocupado de que el pueblo de Nínive realmente pudiera escuchar el ultimátum de Dios, arrepentirse en sus corazones (invisiblemente a los seres humanos, pero exactamente lo que Dios estaba buscando) y evitar la profecía de la destrucción que Jonás pronunció sobre ellos. El resultado sería que Dios anularía Su decisión de aniquilar la ciudad y retendría Su ira. Desde el punto de vista de Jonás, la profecía de destrucción que predicó entonces podía no ocurrir y eso lo habría convertido en un falso profeta a los ojos del pueblo; y lo menos que podía pasar era que su propio pueblo ya no lo escucharía, y lo peor que podía pasar era que podía ser ejecutado por ser un falso profeta. Estaba tan preocupado por esta perspectiva que huyó y trató de esconderse de Jehová; Dios tuvo que recuperarlo y amenazarlo para que entregara el mensaje al pueblo de Nínive. Toda esta ansiedad y problemas a los que se enfrentó Jonás era un procedimiento operativo completamente estándar para los Profetas de Dios en la Biblia, y es mi afirmación que tal patrón nunca cambia.

Así que tenemos que entender: si bien ser Profeta es una cosa grande y honorable, la misma está llena de peligro y dificultad. No es algo que deba buscarse. Decirle a alguien lo que crees que es una palabra del Señor no es algo trivial, y los Profetas de la Biblia son el ejemplo más grande de eso.

La próxima semana comenzaremos Deuteronomio 19.

Deuteronomio Lección 22 Capítulo 16 y 17

Deuteronomio

Lección 22 – Capítulo 16 y 17

Hemos pasado las dos últimas lecciones en Deuteronomio 16 mirando cuidadosamente algunos aspectos esotéricos, pero claramente importantes de las Fiestas del Señor, especialmente los que implicaban el requisito de peregrinación al Tabernáculo/Templo. Dado que es un tema largo y complejo no lo revisaremos hoy; Te aconsejo que te refieras a esas dos últimas lecciones si tienes preguntas.

Pero también estudiamos sobre el tiempo que Yeshua pasó en esa tumba de roca tallada y en la cronología detallada de cuando Él murió y resucitó. Como era de esperar recibí bastantes preguntas después de la clase y en los días siguientes y (curiosamente) la mayoría de ellos se centraban en sus preocupaciones de por qué es que algunos de nuestros pastores más conocidos y queridos y maestros bíblicos parecen hablar tan fácilmente alrededor de la posición firmemente arraigada de la Iglesia de que Yeshua murió el viernes, y resucitó el domingo, obviamente resultando en que Él pasó sólo 2 noches en la tumba. Sin embargo, yo sostengo que las Escrituras profetizan claramente este acontecimiento diciendo que Él pasaría 3 días y 3 noches en la tumba.

Yo no voy a discutir esta tradición del Viernes Santo o el orden de los acontecimientos desde un punto de vista doctrinal. Lo que preferiría hacer es simplemente señalar lo que las Sagradas Escrituras realmente dicen, y lo que dicen los documentos históricos de esa misma época, y mostrarles cómo están completamente de acuerdo y creo que eso es lo que hicimos en nuestra lección anterior. Una buena pregunta que pareció surgir fue, “¿dónde dice literalmente en la Biblia que Jesús estuvo 3 días y 3 noches en la tumba?”

Vamos abordar eso y luego terminaremos el capítulo 16.

Primero, la profecía fue establecida cuando el Señor envió al profeta Jonás a Nínive, pero él se opuso porque no pensaba que esas personas extranjeras eran dignas de recibir la Palabra de Dios. El resultado fue que Jonás fue tragado temporalmente por un pez gigante. LBLA Jonás 1:17 Y el Señor dispuso un gran pez que se tragara a Jonás; y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches.

No importa cuál de los cientos de traducciones bíblicas uno elija; se establece el horario de 3 días y 3 noches y está totalmente de acuerdo con el hebreo original y el comentario rabínico sobre este tema.

Segundo; ¿dónde dice en la Biblia que este acontecimiento concerniente a Jonás era en REALIDAD profético del tiempo de Jesús en la tumba? ¿O acaso esto se trataba simplemente de una suposición que podía ser cuestionada razonablemente?

LBLA Mateo 12:38 Entonces le respondieron algunos de los escribas y fariseos, diciendo: Maestro, queremos ver una señal[s] de parte tuya. 39 Pero respondiendo Él, les dijo: Una generación perversa y adúltera demanda señal[t], y ninguna señal[u] se le dará, sino la señal[v] de Jonás el profeta; 40 porque como estuvo Jonás en el vientre de una ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra.

3 días y 3 noches son necesarios para cumplir una profecía que no es ambigua, sino que son las palabras exactas de Jesús de lo que estaba a punto de suceder. El escenario del Viernes Santo no puede ser correcto. Yeshua no pudo haber muerto el viernes durante el día, pasar la noche del viernes en la tumba, luego el sábado por el día y el sábado por la noche en la tumba, y luego resucitar el domingo por la mañana, porque aunque lo intentemos (y ha habido los intentos más tontos) el viernes por la noche y sábado por la noche son sólo 2 noches y Yeshua dice que estaría en el “corazón de la tierra” por 3 noches. La única otra posibilidad es que el acontecimiento del que Jesús habló (de estar 3 días y 3 noches en el corazón de la tierra) NO fue sobre su muerte y el estar en la tumba. Pero simplemente no hay otro acontecimiento profetizado que haya sido registrado, conocido o llevado a cabo por el Mesías que cumpla con este escenario; en cuanto a cualquier cosa revelada por Dios al hombre esto debe estar refiriéndose a Su tiempo en esa tumba.

Es esta mentalidad equivocada de PRIMERO establecer una doctrina con el fin de cumplir algún tipo de agenda, y luego tergiversar y contorsionar las Escrituras para tratar de hacer que caiga, la que a menudo ha dejado a la Iglesia confundida y temerosa para explorar realmente la Biblia por miedo de lo que podríamos averiguar. ¿Qué cristiano (especialmente de la convicción evangélica) no habla ruborizado de tomar la Biblia literalmente sólo para leer o descartar fácilmente lo que no se ajusta a nuestras tradiciones? Permítanme asegurarles a ustedes que son nuevos a la Clase de la Torá: lo que encontrarán es que todo lo contado sobre Cristo está plenamente establecido y validado en la Torá. El resultado de estudiar la Torá será que las dudas disminuirán y la fe aumentará. La Palabra de Dios (TODO, no sólo parte de la misma) está viva, precisa y fiable, y puede ser entendida por todos si nos tomamos el tiempo para aprenderla y abrirnos al Espíritu Santo como nuestro guía y maestro.

Hoy continuaremos con el versículo 18 del capítulo 16 de Deuteronomio, cuando el tema toma un giro significativo lejos de las prácticas de adoración ordenadas por Dios y de las Fiestas Bíblicas, y se mueve a las expectativas del Señor sobre las autoridades civiles y religiosas de Israel. En otras palabras, lo que está a punto de llegar se refiere a todos los niveles de gobierno humano y no importa si es a nivel civil o religioso. Esencialmente la idea es que en la economía de Dios no existe tal cosa como una separación o compartimentación de lo espiritual al gobierno. Estas leyes se aplican a los líderes religiosos y a los líderes gubernamentales. En Israel realmente no había una línea divisoria entre los dos; el derecho civil y religioso estaban completamente entrelazados.

Vamos a leer Deuteronomio 16 desde el verso 18 hasta el final del capítulo.

VOLVAMOS A LEER DEUTERONOMIO 16:18 – hasta el final

El tema del gobierno humano va a continuar hasta el capítulo 21 y nosotros vamos a encontrar que hay 4 tipos básicos de autoridades humanas discutidas aquí: reyes, sacerdotes, jueces y profetas. Realmente no hay una buena definición registrada en la Torá de lo que cada uno de estos oficios y títulos implica, debe haber sido bien entendido y de conocimiento común entre todas las culturas de Oriente Medio de esa época.

Lo que encontraremos como regla general es que Dios no pretendía que estas autoridades gubernamentales representaran a las clases sociales de élite (por encima de la persona trabajadora normal en la escala socioeconómica), ni se preveía que estos funcionarios del gobierno señorearan sobre los ciudadanos de una manera arrogante. Más bien, lo que estudiaremos está destinado a establecer límites y restricciones sobre cómo cada uno de estos 4 oficios (rey, sacerdote, juez, profeta) deben funcionar, y demostrar que no están por encima del escrutinio del público en general.

Es interesante que esta sección comienza por establecer el nombramiento de cargos llamados jueces y funcionarios, porque después de sólo un par de versículos nuestra atención se dirige hacia una prohibición en contra de Israel estableciendo postes y pilares sagrados. Sin duda, esto se debe a que en todas las culturas de Oriente Medio de aquellos días era el gobierno autorizado y los funcionarios religiosos (generalmente no era el público en general) los que ponían postes y pilares sagrados (aunque a veces los ciudadanos regulares lo hacían). Por lo tanto, el gobierno de Israel y los funcionarios religiosos NO debían imitar las prácticas generales de los vecinos paganos de Israel que en la superficie parecían tan ordinarias y habituales.

Las primeras palabras del versículo 18 se registran más literalmente como” nombrarán para ustedes mismos…”. Yo señalo esto porque la primera pregunta que cualquier israelita habría hecho es, “¿quién es el que nombrará a estos jueces?” Y la respuesta es que la gente lo hace. Dado que los sistemas tribales emplean a los ancianos como representantes del pueblo (los ancianos eran líderes que, si bien estaban comprometidos con su tribu, NO estaban necesariamente comprometidos al jefe de la tribu), en realidad eran estos ancianos los que debían nombrar a los jueces.

La palabra hebrea para juez es shofet. Y poco después de que Israel conquistó a Canaán entramos en la era de 250 -300 años de los jueces que gobernaron, dirigieron y liberaron a Israel de la opresión extranjera. Tenemos un libro entero de la Biblia (por cierto, uno de los libros más fascinantes de la Biblia) que cubre este período y se llama apropiadamente el libro de jueces (el sepher del Shofetim). Sin embargo, es aquí en Deuteronomio donde se establece realmente la oficina de shofet. Ahora bien, no es que un sistema de figuras de autoridad quienes llevaban a cabo juicio de todos los asuntos civiles del día era algo nuevo para Israel; nosotros leemos en Éxodos que por sugerencia del suegro de Moisés Jetro, Moisés estableció un sistema legal por el cual algunos hombres de integridad (ancianos) fueron elegidos para convertirse en una especie de corte inferior para escuchar asuntos típicos y rutinarios del pueblo; y si el asunto resultaba demasiado difícil o serio en su naturaleza sólo entonces Moisés y el Sumo Sacerdote Aarón se involucrarían. La diferencia es que bajo el sistema que estaban usando en el desierto, los asuntos legales no se manejaban tribu por tribu; es decir, si una persona pertenecía a la tribu de Judá no era sólo a los miembros de la tribu de Judá a los que le daba cuenta. Más bien fue a través de un sistema centralizado que Moisés estableció un consejo de ancianos formado por hombres de varias tribus que se sentaron en juicio para todos.

Ahora, sin embargo, en las montañas de Moab justo antes de entrar en la Tierra Prometida, la cual cambiaría. Israel mientras estaba en el desierto era una nación unida que operaba bajo un solo líder, Moisés.

A medida que entraron en Canaán para conquistarlo, el mismo formato organizativo estrechamente centralizado más adecuado para la operación militar que estaban llevando a cabo permanecería, sólo que ahora Josué era la autoridad última. Pero casi inmediatamente después de Josué, el gobierno central se debilitó y esencialmente se disolvió. Por lo que estas ordenanzas en Deuteronomio sobre cómo el gobierno israelí funcionaría, realmente sólo surten efecto después de que la Tierra de Canaán había sido asegurada, cuando la administración y la estructura de estilo militar ya no era necesaria, y después de que cada una de las 12 tribus había establecido un punto de apoyo en el distrito de la tierra asignada a cada uno de ellos. Ya que esto preveía el momento en que cada tribu sería más autónoma, por lo tanto, cada tribu tendría su propio conjunto de jueces y funcionarios. La clave es que, si bien Israel pronto se convertiría en un sistema de gobierno más descentralizado en Canaán, el Señor todavía esperaba plenamente que cada tribu operara bajo el mismo conjunto común de principios: la Ley, la Torá.

Y el principio número uno de la Torá se afirma al final del versículo 18: estos jueces y funcionarios deben gobernar con un juicio justo; en hebreo, “mishpat tzadek”. El versículo 19 explica los fundamentos del “juicio justo” a los ojos de Dios; 1) la sentencia debe ser justa, 2) no debe haber favoritismo; y 3) no habrá la toma de sobornos de una parte u otra en una disputa porque eso puede inclinar el resultado INJUSTAMENTE en favor de quien dió el regalo. Ahora hay algo que quiero discutir sobre la traducción utilizada en el versículo 20 de la traducción CJB (la Biblia Judía Completa) y todo menos un pequeño puñado de otras traducciones de la Biblia. El versículo 20 suele decir “justicia y sólo justicia que debes perseguir…” Ciertamente, este significado no está fuera de lo que la intención de Dios está dentro de Su sistema de justicia. Sin embargo, en hebreo las palabras realmente utilizadas son, “tzedek y sólo tzedek que debe perseguir…” Tzedek significa rectitud, no justicia. Así que la amonestación a los jueces dice con mayor precisión “la rectitud y solo la rectitud debes tu seguir…” El significado es que la rectitud es la BASE para el sistema de justicia de Dios y, por lo tanto, la rectitud es la meta a la que debe apuntar el juicio de cada caso. Y como la rectitud SÓLO puede venir de Dios, entonces la verdadera justicia sólo puede venir de Dios. La declaración del versículo 20, por lo tanto, no es una orden difusa o cargada emocionalmente a la que los magistrados deben juzgar justamente; más bien es un mandamiento instituir el sistema de rectitud del Señor y no alguna filosofía judicial hecha por el hombre que variará según las circunstancias y con quién está actualmente a cargo. Y es ese sistema de mishpat tzadek, justicia recta, que la Ley establece y la Ley debe ser seguida escrupulosamente en todo momento dentro de Israel a la hora de decidir asuntos legales.

Además de administrar fielmente el sistema de justicia de Dios como una respuesta lógica y adecuada para los líderes del pueblo de Dios, hay una bendición que se obtiene de hacerlo: es que Israel puede progresar y ocupar la tierra que Dios les está dando. Esta no es la primera ni la última vez que veremos a Moisés decirle al pueblo que seguir los mandamientos y las ordenanzas de Jehová tiene un propósito más allá de la simple obediencia mecánica; vivir bajo justicia recta es indispensable si ellos esperan aferrarse a la tierra después de conquistarla, y si esperan que la tierra produzca en abundancia.

Ahora vienen 3 prácticas religiosas completamente inaceptables las cuales el pueblo es responsable de evitar, y la responsabilidad de los funcionarios del gobierno de eliminar despiadadamente. En el versículo 21 la primera es que Israel no debe establecer un poste sagrado ni ningún tipo de poste junto al altar del Dios Todopoderoso. En hebreo dice que no deben establecer una “Asherah”. Vale la pena pasar unos momentos explicando la definición de un Asherah; un Asherah simplemente significa cualquier tipo de palo de madera, árbol u objeto similar a un árbol que está dedicado a un dios. No es que los paganos veían estos postes COMO dioses o diosas; es que los mismos eran símbolos de dioses que honraban a ciertos dioses. Los cananeos habían comenzado hace mucho tiempo atrás a levantar dos tipos diferentes de objetos para honrar a sus dos dioses primarios: Baal y Asera.

Por lo tanto, en algún momento, mucho antes de que Israel comenzara su conquista de Canaán, un abeto o un poste de madera utilizado para un propósito religioso en la Tierra de Canaán llego asociarse casi exclusivamente con la diosa cananea de la fertilidad, Asera.

Es por eso que en el siguiente versículo también se prohibió el asunto del objeto utilizado por los cananeos para honrar a su dios principal, Baal. Ese objeto es un pilar de piedra, a veces traducido como “piedra parada”. Así que en Canaán un pilar de piedra era la forma común de denotar un altar o santuario construido en honor del dios masculino Baal, y un árbol o poste de madera era plantado junto a un altar o un santuario construido en honor de la diosa femenina Asera. De hecho: en la mitología del dios cananeo, Asera era la esposa de Baal.

Naturalmente, el Señor dice que no se atrevan a usar un árbol o un poste o una piedra de pie junto a MI altar como medio para dedicarme ese altar a MI, Jehová. Dios no quiere que algo que obviamente sea simbólico de los dioses cananeos simplemente sea reutilizado y luego rededicado a Él. Y esa era una práctica habitual cuando una sociedad conquistaba los lugares sagrados de otra sociedad. Es por eso que veremos muchas leyes en contra de hacer ciertas cosas (como cocinar a un niño de cabra en la leche materna) en la Torá que en la superficie no parecen ser intrínsecamente malo; pero los mismos están prohibidos porque eran prácticas de adoración cananea y Dios no quería eso inyectado a la adoración a Él.

Ahora bien, si usted está prestando atención, algunos pueden estar preguntándose ahora mismo por qué es que si los pilares de piedra, piedras de pie, están enfáticamente prohibidas por el Señor, nosotros encontramos a Jacob levantando una a El Shaddai en su viaje de Canaán a Mesopotamia unos 5 siglos atrás; o nosotros tenemos a Abraham montando un altar a El Shaddai bajo el árbol de tamarisco en Beer-Sheva cien años antes de eso. De hecho, Moisés estableció 12 de estas piedras en el Monte Sinaí y Josué establecería una enorme piedra de pie en Siquem (y todas ellas para honrar a Jehová y no hay una pista de que Jehová se opusiera a esto.

Si bien no puedo darle una respuesta completamente satisfactoria para esto (porque no sé por qué, de seguro, el Señor no se puso fuerte con esta práctica) estoy seguro de que tiene que ver con un entendimiento que está tejido en el tejido a la fábrica de la Torá y la Biblia en general. La misma es que NINGÚN objeto o criatura viviente está en sí mismo impuro o malvado. Más bien la cuestión es para qué se utiliza un objeto o una criatura y a quién se supone que debe identificar, junto con la declaración de Dios sobre el estado santo o inmundo que Él atribuye a ese objeto o criatura viviente.

Ahora eso no significa que Israel tuviera la opción legítima de tomar lo que Dios prohíbe y hacerlo permisible simplemente porque (en sus mentes) sintieron que estaban haciendo algo mejor o más amoroso (y lo mismo se aplica a nosotros).

Por lo que una piedra sin cortar puesta de pie en su borde no es inherentemente malo. Un árbol o un poste que se ha formado a partir de un tronco de árbol y hundido en el suelo no es inherentemente inicuo. Pero cuando estas cosas se utilizan como un medio para tratar de honrar al Señor Dios (al menos esto es así desde la época de Moisés y la entrega de la Ley) el Señor lo ha prohibido porque fácilmente puede confundirse con prácticas de adoración paganas que eran muy conocidas. La intención del adorador de Dios al hacer estas cosas, no puede ser mezclar el paganismo con la adoración a Jehová; pero el efecto es que hemos desobedecido los mandamientos del Padre y nosotros hemos puesto nuestros pensamientos por delante de Él porque Él ya ha dicho con firmeza, “no lo hagas”. Y en segundo lugar, hacer tales cosas puede causar confusión entre aquellos que estamos tratando de enseñar dentro del cuerpo de los creyentes, y mal entendidos entre aquellos que estamos tratando de ALCANZAR que están fuera de la comunidad de Dios. La realidad es que la capacidad del hombre de distinguir por nuestra propia cuenta entre lo legítimo y lo idólatra puede ser demasiado difícil. Por lo tanto, a medida que buscamos tecnicismos, vacíos legales, excepciones y formas de inyectar lo que estamos convencidos que proviene del estado más puro de nuestro corazón, hacía asuntos que la Ley del Señor a menudo dice que debemos evitar, nosotros vamos a fallar más a menudo de lo que vamos a tener éxito en la defensa de nuestra rectitud que es sólo un regalo de gracia.

Vamos a movernos a Deuteronomio capítulo 17.

LEER DEUTERONOMIO CAPÍTULO 17:1 – 13

La primera instrucción dada en este capítulo es que sólo se ofrecerán animales sin mancha a Jehová. Ofrecer cualquier otra cosa es mostrarle al Señor nuestro desprecio. De hecho, Dios llama tal cosa “abominable” para Él (un lenguaje muy fuerte). Ofrecer al Señor cualquier cosa que no sea un sacrificio perfecto está mal; Él exige lo mejor de nosotros. Cuando sabemos que eso es lo que Él espera y lo hacemos de otra manera, eso es un intento de engañar. En Hechos 5 está la historia de Ananías y su esposa Safira quienes trajeron un regalo de ofrenda que en la superficie parecía apropiado y aceptable; pero se quedaron con una parte (ellos engañaron) y esa decisión resultó ser fatal.

El mandamiento más fundamental del Pacto Mosaico es que Israel no adorara a ningún otro dios. Y así el versículo 2 explica lo que los funcionarios gubernamentales tienen que hacer con alguien sospechoso de idolatría. Y aun cuando hoy en día nos parece obvio, hay algunos conceptos básicos en cuanto a lo que constituye “adorar a otros dioses” que son establecidos para guiar a los jueces que decidirán el destino del acusado. Permítanme repetirlo para que podamos entender lo que está pasando aquí: la mayor parte de lo que encontraremos en los capítulos 17 al 21 son directrices establecidas para los diversos magistrados y funcionarios a quienes se les está dando la responsabilidad de resolver los casos que se les presentan de cualquier posible violación de la Ley. El Señor espera que se sigan estas pautas para la administración de Su justicia justa y con rectitud en CADA territorio y asentamiento que Israel establece (según es dicho en las primeras palabras del versículo 2).

Lo primero que notamos es que este edicto se aplica a hombres y mujeres; la próxima es que adorar a otros dioses es una afrenta directa a Jehová y viola el convenio que ha hecho con Israel. Ahora es interesante que en el versículo 3, el Señor hace claro que enviar adoración hacia el sol, la luna y las estrellas es algo que NUNCA ha mandado. Esta declaración está diseñada para refutar la idea de que los cuerpos celestiales fueron hechos para ser adorados y que en épocas anteriores el Señor mandó que tal cosa fuera permisible. La misma está diseñada para negar lo que otros han dicho, que está bien hacer esto. La idea aquí es que, de hecho, las luminarias del cielo SON clasificadas como algunos de esos “otros dioses” y las mismas son un ejemplo típico de los tipos de cosas que terminan siendo adoradas por los seres humanos, pero que no deben serlo.

Estemos claros: el Señor Dios está consciente de que “no hay otros dioses”. Él sabe que Baal y Asera y Marduk y Zeus y Alá y todo lo demás son nombres ridículos de la fértil imaginación de los hombres. Pero los hombres siempre han pensado lo contrario. Dios está bastante seguro de que los planetas, las estrellas y las lunas que Él creó son sólo eso: cosas creadas (bolas de rocas o gases) que no tienen almas ni poderes divinos. Pero los hombres a menudo piensan lo contrario. Te digo esto (algo que todo el mundo que me escucha ya entiende completamente) porque, aunque “no existen otros dioses” en cualquier tipo de forma física o espiritual, las mismas si existen dentro de las inclinaciones malignas de los seres humanos. Así que cuando vuestros pastores y rabinos os recuerdan que el Mesías y los Apóstoles advierten que el dinero, la riqueza, el poder, el trabajo, tu estatus en la sociedad o cualquier cosa en la que pongamos una enorme esperanza o existencia puede ser elevado fácil e inconscientemente a una posición de “otros dioses”, esto no es una alegoría. Esto no es una hipérbole divina destinada a ser tomado con un grano de sal. El dinero no es más inherentemente un dios que la luna, o una piedra de pie, o una imagen tallada. Pero tampoco el dinero es nada diferente en su capacidad de corromper y llegar a una posición de importancia suprema que la luna, o una piedra de pie, o una imagen tallada. Todo es una gran bola de cera y así todos podemos ser tentados a cometer idolatría con cualquiera de esas cosas y fingir que esto realmente es una cosa piadosa. Sea muy receloso de la última vía de apostasía e idolatría dentro de la iglesia de Dios: la Doctrina de la Prosperidad.

Después de definir lo que significa “adorar a otros dioses”, el versículo 4 comienza una explicación de cuál debe ser el procedimiento de los jueces y funcionarios cuando se enfrenta a alguien acusado de este grave acto de rebelión. Y es que tan pronto como los funcionarios locales son informados de una posible violación de la Ley de Dios debe iniciarse una investigación exhaustiva. Y si resulta que el acusado ha “adorado a otros dioses” entonces (ya sea hombre o mujer) esa persona debe ser ejecutada públicamente por medio de ser apedreados.

Las palabras de este procedimiento judicial son aún más exigentes de lo que podría parecer porque cuando dice, “y se le dice a usted o se oye hablar de” este crimen, significa que, si un juez oye acerca de esta posible violación por un informe directo de una persona responsable o es simplemente un rumor flotando alrededor, tiene que haber una investigación. Tenga en cuenta: este NO es el caso para todas las posibles violaciones de la Ley. Es que la comisión de la idolatría es tan seria que hasta el rumor de que ocurre dentro de Israel es algo que debe ser investigado inmediatamente.

Sin embargo, dado que el ÚNICO castigo posible para la idolatría es la muerte, entonces al menos dos (e idealmente, más) testigos deben dar un paso adelante y testificar. Vamos a estar claros: los testigos en casi todos los casos también fueron los acusadores. Un testigo no es como lo que vemos hoy en día por lo que una persona podría testificar en cuanto a pruebas de ADN, o la forma de un coche, o la naturaleza médica de ciertas lesiones. Los testigos en la época bíblica eran lo que hoy llamamos “testigos oculares”; fueron los que afirmaron haber estado presentes cuando se cometió el crimen y realmente lo vieron suceder.

Pero un testimonio en los tiempos bíblicos tenía una obligación aún mayor; un testigo también fue un verdugo en un caso capital. Como dice el versículo 7, aquellos que son los testigos y cuyas afirmaciones causarán la muerte del acusado deben ser los primeros en arrojar las piedras al criminal; y luego el resto de la comunidad está obligada a unirse.

Hay una excelente psicología detrás de este protocolo. Primero, un testigo que da un testimonio falso en un caso capital que conduce a la ejecución de una persona inocente ahora tiene sangre en su cabeza. Lo que eso significa es que ahora es un asesino y está sujeto a la ejecución él mismo. Y así como cualquiera que sea culpable de “sangre” en el AT, Él está permanentemente aislado de Dios. Esto significa muerte física y espiritual. Por lo tanto, existía una salvaguardia puesta destinada a desalentar la erupción o el falso testimonio intencionalmente; y al requerir varios testigos, entonces se podía verificar el testimonio.

Luego, después de que los acusadores/testigos comenzaban el proceso de ejecución (lanzando las primeras piedras) toda la comunidad se unía y terminaba el trabajo. ¿Te imaginas que impresión hizo en todos los que recogieron una piedra y ayudaron a matar a ese criminal? Fue sangriento, gráfico y horrible. No era higiénico y fuera de la vista pública como lo es hoy. No tenía el objetivo de ser “sin dolor” para el perpetrador NI sin dolor para la comunidad. Dios no disfruta de la muerte de los inicuos ni tampoco Su pueblo. Pero al participar toda la comunidad en tal cosa como la ejecución, nadie podía decir que no lo sabía ni tendrían plena comprensión de lo terrible que es una ejecución y cuán lleno de consecuencias puede ser el pecado.

Al final, sin embargo, esto también se trataba de que toda la comunidad afirmara el sistema de justicia de Dios. Era toda una comunidad reconociendo que el mal se había cometido (en primer lugar, en contra de Jehová) y era su trabajo purgar esa iniquidad de la sociedad. Este era el trabajo del gobierno humano.

Al igual que en el desierto, cuando fue el trabajo de una junta de ancianos decidir los casos cotidianos, y sí era muy grave o más allá de su capacidad para decidirlo, remitieron el asunto a Moisés, así será una vez que Israel se establesca en la Tierra Prometida.

Comenzando en el versículo 8, se les dice a los funcionarios del gobierno que establezcan un “tribunal superior” donde se decidan asuntos demasiado difíciles para los tribunales locales. Permítanme ser explícito: esto NO era un tribunal de apelaciones. No se trataba de una situación en la que un tribunal inferior se pronunciara y el acusado solicitaba que se anulara. Se trataba de un caso más difícil o grave de lo que el tribunal inferior era capaz de manejar o los ancianos simplemente no podían ponerse de acuerdo en un veredicto.

No había un sistema de apelaciones en la Ley. Si el tribunal inferior decidió el asunto, el resultado se mantuvo y ese fue el final del mismo.

La instrucción de que el caso debe ser llevado “a un lugar que el Señor que tu Dios ha elegido” significa que está siendo llevado a un tribunal central. Los tribunales inferiores (una vez que Israel fue establecido en la Tierra) fueron donde las cosas fueron juzgadas por la tribu a la que uno pertenecía. Cada una de las 12 tribus tenía su propio territorio y, por lo tanto, sus propias cortes inferiores. Pero si los jueces de la corte inferior no podían ponerse de acuerdo sobre el caso, entonces iba a la corte superior que por lo general consistía en sacerdotes levitas. Los sacerdotes eran considerados más sofisticados en su comprensión de la Ley y por lo tanto los más calificados para decidir casos más difíciles. Además, el sacerdocio tenía autoridad sobre TODO Israel, por lo que un panel de sacerdotes tenía el deber de decidir los casos que se les era traído de cualquiera de las 12 tribus hebreas.

El “lugar donde el Señor tu Dios elige” NO era necesariamente la ubicación del Tabernáculo; más bien era cualquiera de las 48 ciudades levíticas esparcidas a través de las Tierras Santas, y sin duda fue la más cercana a donde residía la corte inferior que se utilizó en cualquier materia en particular.

El versículo 10 deja claro que cualquiera que sea que la junta de sacerdotes levíticos decida su decisión es definitiva y lleva autoridad sobre cualquiera de las 12 tribus. Por lo tanto, el castigo (si lo hay) debe llevarse a cabo de forma inmediata y completa y sin recurso. Las instrucciones llegan a decir que si las autoridades locales (es decir, los líderes tribales locales) se niegan a actuar de conformidad con el fallo del tribunal superior, se ejecutará ese funcionario tribal (o grupo de funcionarios).

Había razones prácticas para añadir esta amenaza. Yo les he enseñado anteriormente sobre algunos de los matices del sistema tribal de la organización social. Y la conclusión es que la lealtad a la tribu lo es todo. El objetivo de cada tribu es ser el más dominante sobre todas las otras tribus. La idea de que varios jefes o príncipes tribales entreguen su lealtad personal o liberen parte de su poder personal a una autoridad central iba en contra de la práctica común. En el desierto Moisés estaba constantemente lidiando con esta realidad y por lo tanto estaba en una batalla interminable con los 12 jefes tribales de Israel para tratar de mantener algún tipo de unidad nacional. Pero en su jornada de Egipto, el mismo fue entendido por la mayoría de los israelitas que su sobrevivencia dependía de la cooperación mutua de las tribus. Sin embargo, una vez que se habían establecido dentro de sus propias asignaciones de tierras, la necesidad percibida de unidad nacional y protección mutua disminuyó, por lo que cada líder tribal se convirtió en la autoridad suprema sobre aquellos que vivían en su territorio.

Así que hemos examinado uno de los 4 tipos básicos de autoridad humana que Dios ha autorizado para Israel (Jueces), y ahora el versículo 14 comienza a establecer el siguiente: un Rey. Esto sorprende a mucha gente porque la mayoría de las personas que conocen sus Biblias, piensan en cuando Samuel nombró al rey Saúl y la actitud generalmente negativa de la narrativa sobre esta coronación del primer rey de Israel. Sin embargo, aquí tenemos a Jehová anticipando el día en que Israel tendrá un rey, por lo que enumera los límites y las reglas bajo las que los Reyes de Israel deben operar.

Es informativo que esta sección es el ÚNICO lugar en la Torá que plantea el tema de la posibilidad de que haya un rey sobre Israel. Y el tono es uno de tal ocurrencia siendo una eventual concesión a los deseos del pueblo, no como algo que el Señor idealmente quiere para Israel. Y por lo tanto hay restricciones: primero es que el Rey debe ser alguien que Jehová elija (aunque no indica cómo se comunicaría esta elección), y en segundo lugar que este Rey DEBE ser un israelita y nunca un extranjero.

Permítanme comentar que este asunto de un Rey con aprobación del Señor es profético; el mismo habla de un tiempo (alrededor de 300 años después de Moisés) en el que esto sucederá, pero ciertamente no era inminente. Algunos eruditos bíblicos minimalistas han argumentado que esta mención de un Rey significa que Deuteronomio (o al menos esta sección de Deuteronomio) ni siquiera fue escrito hasta después del exilio babilónico porque para entonces Israel había tenido algunas experiencias bastante malas con los reyes y así quería establecer algunas reglas para controlar a estos tiranos. No hay razón para leer una fecha tan tardía en estos pasajes; todo el mundo conocido tenía reyes durante la era de Moisés, y Canaán fue el hogar de docenas (probablemente decenas) de reyes. Lo que hizo un rey, cómo llegó al poder, cómo gobernó y más estaba bien establecido desde tiempos inmemoriales y para un pueblo QUE NO tuviera un rey sobre ellos, era casi impensable. Por lo tanto, no era más que la naturaleza humana que Israel (a pesar de la oferta de Dios de ser tanto su Dios como el Rey) eventualmente exigiría a un monarca humano VISIBLE que reinara sobre ellos tal como lo habían hecho sus vecinos.

Cuando volvamos a reunirnos, examinaremos las limitaciones que el Señor ha decretado para los futuros reyes de Israel.

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